tag:blogger.com,1999:blog-73952741959764533662024-03-15T15:03:33.059-05:00RhaidotBlog de un escritorRhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.comBlogger714125tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-45196602165518097262020-10-22T15:32:00.002-05:002020-10-22T15:32:36.538-05:00Memorias de un mago enamorado 33<div style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-32.html">Capítulo 32</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a></b></div><br /><h2 style="text-align: center;">Memorias de un mago enamorado</h2><p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-L-CnXFtZU2g/X5HrD_WdNlI/AAAAAAAAEUo/BjYCT-gqiikQsBmquGL-mVbs1hBI1iCJwCLcBGAsYHQ/s819/magia%2Bfinal.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto por Greg Rakozy" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-L-CnXFtZU2g/X5HrD_WdNlI/AAAAAAAAEUo/BjYCT-gqiikQsBmquGL-mVbs1hBI1iCJwCLcBGAsYHQ/w250-h320/magia%2Bfinal.png" title="Foto por Greg Rakozy" width="250" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@grakozy">Foto por Greg Rakozy</a></td></tr></tbody></table><p><br /></p><h3 style="text-align: center;">Capítulo 33: ¿Final?</h3><p><br /></p><p>Melodie estaba viviendo su peor pesadilla.</p><p>Celestino estaba siendo atacado por las cuatro hermanas de Zeferino. Riku había construido una gigantesca figura humanoide que era más grande que lenta, se había escondido dentro de su construcción y era la que más problemas causaba porque creaba escudos de tierra para bloquear los ataques de Celestino, y escupía lanzas de tierra que limitaban los movimientos de él al tiempo que aumentaban el desplazamiento de sus tres hermanas, que estaban paradas sobre discos flotantes. Aunque no se movían con tanta agilidad como Celestino eran más que él. La coordinación de las hijas del Dios Dragón del Viento era perfecta.</p><p>Melodie nada podía hacer para ayudar, porque frente a ella estaba Key, la rubia de ojos azules, desnuda excepto por el mandoble en sus manos, una larga espada que era ligeramente más alta que ella. Tanto Key como su arma estaban rodeadas por una fina aura de color rojo.</p><p>Cada vez que Melodie activaba su celular y lanzaba su canción mortal, Key la repelía con una descarga directa de su mandoble. Como resultado del choque, ambas eran repelidas para atrás en el aire, y les aparecían moretones sobre la piel. Eran dolorosos, y Melodie no estaba acostumbrada al dolor, una nueva experiencia que dificultaba la claridad de sus pensamientos. Pero lo que realmente la estaba sacando de quicio era la propia Key. No parecía ser una enemiga real, y aún así se interponía inflexible en su camino. No sabía cómo o por qué ese mandoble bloqueaba su canción de muerte, ni siquiera podía imaginar como la podía ver para golpearla. </p><p>―¡Por favor, déjame ayudarte! ¡No es justo que luchen cuatro contra uno! ¡Después puedo pelear contigo todo lo que quieras! ―Suplicó Melodie.</p><p>Key la traspasó con sus ojos azules, una mirada de condescendencia dirigida a una niña inmadura. La irritación de Melodie creyó.</p><p>―La muerte de tu novio, aunque no me complace, es un sacrificio que yo estoy dispuesta a tomar. ―Declaró Key con frialdad.</p><p>―¡Yo no, yo lo amo!</p><p>Key levantó su mandoble con una mano y apuntó a Melodie con la afilada punta.</p><p>―Estoy limitada a una tarea en este mundo: combatir contigo. No disponemos de mucho tiempo. Si no te fortaleces lo suficiente como para vencerme no serás capaz de vencer al Dragón del Fuego. Y si tú no lo destruyes, este mundo y quienes lo habitan estarán condenados.</p><p>Melodie tenía dificultades para respirar. El combate aereo era la especialidad de Celestino, no la de ella. Incluso Key la superaba en la elegancia para moverse en el aire, y eso también la hacía enojar más. ¿Cómo lo estaba haciendo? ¿Cuál era su magia?</p><p>Además estabas sus recuerdos recién recuperados que sólo alimentaban más su ira y frustración. Pensar en Blaise y Carmen casi que la hacían perder el control por completo.</p><p>Y también estaba lo que habían dicho las hermanas de Zeferino.</p><p>Su arremetida fue intempestiva. Las cuatro se arrojaron contra Celestino como buitres sobre un cadáver, confiadas en que Key se encargaría de Melodie.</p><p>Él las esquivó liberando varios tornados, no muy grandes sino bien localizados, que le permitieron alejarse de Melodie. Celestino había comprendido que Key quería entrenar a Melodie, y no iba a permitir que las hermanas de su creador fueran a interponerse en dicho propósito.</p><p>Melodie por su parte experimentó angustia e impotencia con la decisión de Celestino. El remate fueron las palabras de Nana.</p><p>―¡No vayas a morir tan fácilmente como nuestro hermano, Segundo Bastardo del Viento!</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Melodie fue despertada de su ensimismamiento por un ataque sorpresa de Key, quien hasta entonces se había mantenido a la defensiva. Melodie intentó activar su celular; muy tarde comprendió que era exactamente contra ese objeto, y no contra ella, que iba dirigida la punta del mandoble.</p><p>Las trizas del celular cayeron desde una altura de diez metros.</p><p>Key descansó el filo de su espada sobre su hombro, sin recibir daño aparente. Le dedicó una sonrisa sardónica a Melodie.</p><p>―¡Listo! ¿Quieres ayudar a tu novio? ¡Adelante!</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Nana se acercó lo suficiente a Celestino, lo miró a los ojos e hizo surgir de su espalda un clon que era idéntico al original, excepto que no tenía boca. Por un segundo, Celestino se mostró aterrado ante esa visión de sí mismo.</p><p>No por eso se quedó quieto cuando su clon de pesadilla se le fue encima. Celestino envolvió su mano en una espiral de viento y atravesó al otro en el pecho. Y no paró ahí: lo hizo polvo con una explosión de viento, abrió la boca tanto como pudo, y con una potente inhalación se tragó los residuos. Después de eso, Celestino eructó.</p><p>―¡Eso es tan asqueroso y genial! ¿Cómo lo hizo? ―Exclamó Suki con entusiasmo. </p><p>―Una versión más inhumana de sí mismo es su mayor temor. Es un clon, hecho de energía, al igual que él. Lo malo es que puede absorber la magia de viento, porque de eso fue compuesto originalmente. ―Explicó Nana entre la molestia y la admiración, acariciando su brazo derecho de metal.</p><p>―¿Eso significa que Celestino es más fuerte que nuestro hermano? Habría sido más sencillo si le hubiese tenido miedo a Melodía de la Muerte. ¿Recuerdan cómo lo lastimó la cabeza con esos colmillos tan largos? ―Dijo Suki, acariciando la prótesis que había reemplazado su pierna derecha.</p><p>La máscara de metal de Mori, sin ninguna abertura excepto para que su cabello rubio saliera por atrás, asintió.</p><p>Celestino las dejó hablar, aprovechando para absorber todo el maná circulando en el aire. Aspirar a su propio clon había sido una medida extrema que había tomado por desesperación. La batalla era intensa, y casi todo el tiempo se la había pasado esquivando. Había imaginado este combate en su cabeza cientos de veces, y estaba desarrollándose casi como lo había planeado, excepto que la magia de Riku era el doble de poderosa de lo que había imaginado. Estaba cargando un extraño artefacto en la espalda que la estaba potenciando, una especie de ataúd blanco diminuto. Mori, Nana y Suki no lo dejaban acercarse para hacerle daño. El gigante de tierra compensaba con creces la ausencia de Masaki...</p><p>Pensar en Masaki le dio la clave para resolver el misterio. Al principio se negó a creerlo, ¡no era posible que le hubiesen hecho a su propia hermana! Entonces los recuerdos de Zeferino le confirmaron que sí, era totalmente consecuente con la personalidad del escuadrón ejecutor favorito del Dios Dragón de Fuego, Placidus Manibus.</p><p>Ni siquiera estaba lejos de los estándares de Zeferino cuando le era fiel al Dragón del Viento.</p><p>―Creo que su fuerza es proporcional a la que tendría Zeferino de seguir con vida. Puede que la suerte de este clon sí sea mejor. Mira lo que pasó con mi ataque. Y estamos combatiendo en su elemento, nuestros discos flotantes no pueden competir con su movilidad aérea. Nosotras somos más y contamos con estos amuletos que nos dan visión nocturna, sin embargo su conexión con el viento nos vuelve a sacar ventaja en esos aspectos. ―Argumentó Nana.</p><p>―Suena problemático. ¿Y entonces que hacemos? ―Preguntó Suki con preocupación y placer a la vez.</p><p>―¡Lo más sádico por supuesto! Lo seguimos atacando sin tregua hasta que cometa un error. ¡Será como matar a Zeferino de nuevo, únicamente que esta vez lo podremos disfrutar más! ―Celebró Nana con un brinco de alegría sobre su disco flotante.</p><p>Suki demostró su aprobación con una sonrisa depravada.</p><p>Mori suspiró dentro de su máscara de metal. Estaba aliviada; no se consideraba muy inteligente, por lo que se sentía más a gusto cuando alguien de confianza le ordenaba qué hacer.</p><p>El gigante de tierra pareció atender las palabras de las dos y comenzó a aproximarse a Celestino, por lo que él concluyó que Riku disponía de algún medio para escuchar a sus hermanas.</p><p>Celestino suspiró, y con el aire exhalado construyó una barrera sobre sí mismo. No podía hacer otra cosa que resistir. No le importaba morir, si con ello las palabras de Key se volvían realidad. El viento le había traído todas las palabras que se habían cruzado entre las dos.</p><p>La prioridad era que Melodie pudiera vencer al Dios Dragón del Fuego.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>―No puedo, no puedo hacerlo, Si intento cantar ahora, los voy a matar a todos, como hace diez años. ―Se lamentó Melodie con voz chillona y temblorosa.</p><p>―Ese celular no era un medio para tu poder: era una prisión. Si no dominas tu poder, nunca podrás ser una de nosotros, ni podrás ganar contra nosotros. ―Sentenció Key, sus ojos azules más duros que el acero.</p><p>―¿Nosotros?</p><p>―Nosotros, los verdaderos monstruos.</p><p>Melodie lo consideró por un instante, enfocar su canción de tal modo que únicamente fuera escuchada por las hermanas de Zeferino. Y recordó a su abuela, a Carmen, y a todos los desconocidos cuyas vidas arrebató sin querer.</p><p>Observó a Celestino.</p><p>Sintió su corazón palpitando por la ira y el temor.</p><p>Su cuerpo siguió paralizado por la indecisión.</p><p>Key se sacudió su cabello rubio con su mano libre, la otra sosteniendo su mandoble. Era consciente de que su tiempo en este mundo estaba llegando a su fin. Dejar morir a Celestino no era una buena elección, pero era la correcta.</p><p>O eso creía.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Riku, Mori, Nana y el gigante de tierra estaban a punto de iniciar su danza fatal cuando tres bolas de fuego descendieron del cielo nocturno y forzaron a las tres primeras a retroceder. Las tres bolas de fuego viraron y colapsaron contra el coloso de tierra, que perdió un brazo tras una tremenda explosión.</p><p>Atahualpa descendió hasta detenerse al lado de Celestino y quedar flotando junto a él.</p><p>―¡Parece ser que llegamos justo a tiempo a la convención de rubios! ―Vociferó Atahualpa como un león.</p><p>Persea, montando a espaldas de Atahualpa, le otorgó a Celestino una mirada de desaprobación.</p><p>―Como siempre, eres un bueno para nada sin mi supervisión.</p><p>―Alpa, llegaste justo a tiempo. Per, ¿por qué te tardaste tanto? ―Habló Celestino, y les sonrió a los dos.</p><p>Atahualpa contuvo un alarido de alegría en su garganta. No era momento de celebrar que le hubiesen dado un apodo.</p><p>Luego Celestino miró con expresión interrogante al aparente robot que había llegado con ellos.</p><p>―<b>¡Saludos, Segundo Bastardo del Viento! ¡Soy la Unidad Kurobot, y estoy aquí para ayudarte en contra de mis deseos! ¿Desearías cambiar tu estado de Aliado a Enemigo? ¡Me encantaría matarte!</b></p><p>Celestino abrió sus ojos carmesí como platos.</p><p>―¿Kuro? ¿Quién te hizo esto?</p><p>―¡Hartwell! ―Corearon Atahualpa y Persea al unisono.</p><p>Los brillos carmesí se hicieron más intensos dentro del casco de Kurobot.</p><p>―<b>La Unidad Kurobot está convencida de que experimentas alegría al verme en mi actual estado.</b></p><p>―No me alegra verte así. Y estoy seguro de que Zeferino habría sentido lo mismo que yo. ―Afirmó Celestino con triste semblante.</p><p>―<b>Si no es alegría lo que sientes, ¿entonces qué es lo que sientes? </b>―Casi se pudo sentir una nota de temor en la monótona voz electrónica.</p><p>―Pena.</p><p>Kurobot nada respondió. Los resplandores carmesí dentro de su caso y cableado mermaron en intensidad.</p><p>―Entonces, ¿qué tenemos aquí? ¿Estas son las famosas quintillizas malvadas? Apenas veo tres. ¿Qué pasó, se comieron a las otras dos? Lo deduzco por el cabello rubio, los ojos carmesí y sus caras de perras enloquecidas. ―Subrayó Persea, señalándolas con el dedo índice.</p><p>―¡Mori, esa tonta se cree más hermosa que nosotras! ¡Encargate de ella! ¡Quiero que desfigures su rostro! ―Ordenó Nana, celosa de la belleza de Persea.</p><p>La redonda máscara de metal asintió.</p><p>―¡Por mí está bien! ―Replicó Persea sin inmutarse.</p><p>―Me sorprende que no quieras interferir con el combate de Mel. ―Comentó Celestino.</p><p>―Mis ojos y mi mente funcionan mejor que los tuyos baboso. Ambas están llenas de moretones, por lo que concluyo que están empatadas en cuanto a su poder. Es mejor eliminar a las otras rubias primero, y luego dar respaldo a Melodie como grupo. Celestino, puedes encargate del gigante de tierra, ¿verdad? Eres el más indicado para ello.</p><p>Celestino asintió, no queriendo explicar su macabro presentimiento sobre el destino de Masaki.</p><p>―¡Uy, Persea tiene razón! ¡Esa chica lo está mostrando todo! ¡Oye, bruja de fuego! ¡Conozco tu dolor! ¿Quieres mis pantalones? ―Aulló Atahualpa.</p><p>Key lo miró como si fuera un insecto desagradable.</p><p>―Un momento Alpa, ¿bruja de fuego? ¡Yo no la he visto usar ningún hechizo de fuego! ―Cuestionó Celestino.</p><p>―Pues sí, esa hermosura de senos firmes y pequeños es definitivamente una bruja de fuego. ¡Está más caliente que yo, y no lo digo porque esté desnuda!</p><p>―Suficiente, ya no toleró escucharte más. Por lo menos ve y vence a la bocazas, Pie Pequeño. ¡Kurobot, contra la otra! ―Pronunció Persea, brincando de la espalda de Atahualpa.</p><p>Antes de estrellarse contra el suelo, Persea tiró unas semillas debajo de ella; en un parpadeo surgieron un montón de hojas enormes que amortiguaron su caída.</p><p>―¿Y cuando se convirtió ella en nuestra líder? ―Inquirió Atahualpa.</p><p>―<b>Nos ordena que hacer porque es la más fría y calculadora entre nosotros</b>. ―Declaró Kurobot.</p><p>―Eso no lo voy a discutir. ―Comentó Celestino.</p><p>Los tres se separaron.</p><p>Atahualpa flotó hacia Nana.</p><p>Kurobot apuntó sus propulsores hacia Suki.</p><p>Celestino dejó que el viento lo llevase hacia el gigante de tierra.</p><p>Por un momento, Celestino y Melodie intercambiaron una mirada de preocupación.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Mori hizo descender su disco flotante y pisó la terraza con sus propios pies. Aplastó una de las hojas que Persea había creado.</p><p>―¡Vaya! Es muy amable de tu parte el ponerte a mi nivel para nuestra pelea. ¿Estás segura de que tú no quieres usar tu disco flotante?</p><p>La máscara de metal de Mori se movió de un lado al otro, en señal de negación.</p><p>―Como quieras. Pero te lo advierto: me voy a apoderar de tu disco flotante cuando te mate. Por cierto, ¿por qué no hablas? ¿Acaso el trol se comió tu lengua?</p><p>El ambiente alrededor de Persea cambió. Ya no estaba en la terraza de un quinto piso, sino en una habitación subterránea, con luces y aire artificial. No solamente la veía, Persea también lo olía, e incluso la sensación de dureza bajo sus zapatos había cambiado.</p><p>―Oh, esta es una manera muy particular de Comunicación. Tú eres la que construye ilusiones que engañan los cinco sentidos, ¿correcto?</p><p>La máscara de metal asintió. Luego Mori hizo un gesto con la mano para llamar la atención de Persea hacia donde se estaba desarrollando la batalla final de Zeferino contra las quintillizas.</p><p>Persea no disfrutó presencias una batalla tan desesperada. Ni siquiera sabía si podía considerar a Zeferino como un amigo, no había departido tanto con él como con Celestino. Y con este último tenían ese tipo de amistad particular en la que se la pasaban chocando sus cabezas por la más mínima cosa.</p><p>Aún así... Zeferino había sido alguien muy querido para Melodie, y había luchado con tanta desesperación, superado en número, empeñado en proteger la vida normal de Melodie a toda costa.</p><p>Persea apretó los puños y los dientes. Sabía que Mori le estaba mostrando eso para alterarla y estaba teniendo éxito. Desde que se había vuelto inmortal su ira se disparaba con suma facilidad.</p><p>―Gracias, eso fue muy educativo. Debo informarte que me prometí a mí misma que iba a castigar a todos aquellos que hicieran sufrir a Melodie. Y tú eres una de las responsables de su angustia por la desaparición de Zeferino. Por eso te voy a matar.</p><p>El ambiente volvió a cambiar. Regresó la terraza, pero Mori había desaparecido sin dejar rastro. En cambio habían salido de la nada Melodie, Celestino y Atahualpa, alineados en círculo a su alrededor: la estaban aplaudiendo y felicitando, todos con sonrisas y ojos perdidos como si estuvieran drogados.</p><p>El semblante de Persea se hizo más oscuro.</p><p>―Oh, ¿acaso es una broma de mal gusto? ¿Se supone que quieres hacerme creer que esos son mis verdaderos amigos? Esperaba una producción cinematográfica de mayor calidad de alguien que puede jugar con mis cinco sentidos.</p><p>Persea pudo sentir un tajo de cuchillo sobre su rostro, seguido por uno y otro: la hoja describió surcos sobre su cara, con tanta violencia que uno de sus ojos verdes se salió de su cuenca y quedó colgando de un fino tejido carnoso.</p><p>Persea pareció convulsionar por el dolor; en realidad se estaba retorciendo por la risa, lo que quedó muy claro cuando se regeneró en un santiamén. El ojo regresó dentro de ella produciendo un sonido similar a destapar el corcho de un vino.</p><p>―¿Acaso me la voy a pasar combatiendo estúpidos? ¡Yo soy la Flor Inmortal! ¿Es que no entienden lo que eso significa? ¡Un ataque como ese no es nada para mí!</p><p>Sus tres falsos aliados se lanzaron sobre ella, cuchillos en mano, con expresiones de ira. Todas las hojas atravesaron a Persea sin hacerle daño; ella ni siquiera había intentado esquivar.</p><p>Nuevamente un cuchillo invisible la hirió, esta vez en el estómago. Nada más la punta se había hundido contra su carne, pero Persea se arrojó sobre el arma para que todo el filo se metiera dentro de ella hasta el mango. Luego puso sus manos sobre el brazo de la sorprendida Mori.</p><p>―¿Sabes, Mori? El dolor es algo que está más relacionado al sistema nervioso que al sentido del tacto. Tuve que enfocarme en el dolor para estar segura de atraparte a ti y no una mera ilusión. Sólo me resta despedirme: fue un placer conocerte, gracias por legarme todas tus posesiones.</p><p>Mori experimentó una agonía tremenda cuando su mano fue triturada de un mordisco por el estomago de Persea, cuyo interior tenía poco de humano y parecía más la versión mutada de una planta atrapamoscas. De inmediato sus jugos gástricos la atacaron con un ácido corrosivo.</p><p>Pronto el mismo destino recayó sobre el brazo, el hombro, la cabeza, el torso y las piernas de Mori, quien se rebatió hasta su último aliento.</p><p>Persea no duro hinchado mucho tiempo: absorbió los nutrientes en un instante. Después de que la herida de su vientre se cerró, Persea empezó a vomitar todos los artefactos mágicos que Mori había poseído.</p><p>―¡Puaj! Uf, creo que ese fue el último, A ver, ¿qué tenemos por aquí? Tres anillos con los símbolos de un ojo, una nariz y una oreja, respectivamente. Supongo que para ver, oler y oír. ¿La máscara es mágica? No, sólo apesta. Un brazalete, me pregunto para qué. ¡Oh, esto controla el disco flotante! Conveniente. Luego descubriré para qué sirve lo demás. Por ahora, ¡voy ayudar a Melodie!</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Kurobot aceleró sus propulsores hasta alcanzar la velocidad Mach 2 y se arrojó a sí mismo como un proyectil balístico contra Suki.</p><p>―¿Cómo se atreven a enviar un juguete hojalata contra mí? ¿Creen que puede vencerme porque mi Obsesión no servirá contra él? ¡Lo destruiré con uno de los obsequios del Dios Dragón del Fuego! ―Vociferó Suki.</p><p>Ella apuntó a Kurobot con una varita mágica. La madera permaneció inerte dentro de su mano. Su disco dejó de flotar y su pierna de metal se hizo más pesada, lo que la hizo perder el equilibrio y entrar directamente en dirección de colisión contra Kurobot. Sus amuletos de protección de toda clase se desactivaron al mismo tiempo.</p><p>―¿Qué? ―Fue lo único que Suki tuvo tiempo de decir para expresar su confusión.</p><p>Kurobot se la llevó por delante con su fuerza imparable: Suki bien podría haber sido un gato bebé y Kurobot un tanque de guerra.</p><p>Los pedazos de Suki cayeron por todos lados. Algo de sangre llovió sobre Persea, pero estaba bajo la ilusión de Mori y no lo notó.</p><p>―<b>¡Objetivo eliminado! </b>―Anunció Kurobot para sí mismo.</p><p>Echó un vistazo a su alrededor, su cuello emitiendo un ruido de pistones al girar.</p><p>―<b>¡Nuevo objetivo adquirido!</b></p><p>Kurobot ascendió muy alto y después cayó sobre el gigante de tierra de diez metros como si fuera un meteorito.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Nana contempló al hombre musculoso flotando frente a ella con magia de fuego y produjo un chasquido despectivo con la lengua.</p><p>Atahualpa contempló a la niña rubia con un brazo de metal que flotaba sobre un disco flotante y suspiró.</p><p>―Óyeme, niña bocazas, y óyeme bien. Sé que tienes un prontuario malévolo demasiado largo para una pre-adolescente de doce años. Pero hoy ya maté a la madre de Zeferino y no me siento con ganas de matar a una de sus hermanas. Si te das la vuelta y huyes a toda prisa nos vas a hacer un gran favor a los dos.</p><p>―¿Estás alardeando por haber vencido a ese vejestorio? No deberías presumir conmigo. Lena no me llegaba ni a los talones. ―Declaró Nana, sin alterar su expresión despectiva.</p><p>Atahualpa volvió a suspirar.</p><p>―Como quieras, niña bocazas. Tú única ventaja es que no sé cuál es tu magia.</p><p>Molesta por la repetición del insulto, la faz de Nana se trocó en una de ira.</p><p>―¡Desearás no haberme conocido, calvo insolente! ¡Te mostraré tu mayor temor!</p><p>―¡Ja! ¡Pues que pena para ti! ¡Yo no le tengo miedo a nada!</p><p>Nana se carcajeó como una villana.</p><p>―¿Conque no le tienes miedo a nada? ¿Entonces qué es eso?</p><p>―¡Aaaaaagh! ―Gritó Atahualpa asustado.</p><p>Una cabeza de zombi había nacido de su poderoso hombro y estaba a punto de hincar sus dientes podridos sobre su carne cuando Atahualpa se rodeó con llamas y lo incineró en un parpadeo.</p><p>Atahualpa jadeó con pesadez, sus grandes pectorales tensos y una capa de sudor encima de toda su piel; no por el esfuerzo sino por el pánico.</p><p>―Eso, no, fue, nada. ―Afirmó Atahualpa con muy mal fingido valor.</p><p>―¿Eso crees, en serio? ¿No piensas que cientos de cabezas de zombis son peor que una?</p><p>Atahualpa comprendió que Nana lo había manipulado para incrementar su temor. Saberlo no le ayudó a controlarse. Hizo lo único que estaba bajo su control y se cubrió con llamas de pies a cabeza.</p><p>Las cabezas de zombi surgieron por todo el cuerpo de Atahualpa, y eran quemadas tan pronto como aparecían. Sin embargo el maná de Atahualpa se estaba agotando con rapidez, las cabezas no cesaban su ataque constante, y él tenía que soportar el dolor de las cauterizaciones para que las heridas no siguieran sangrando.</p><p>Aunque Atahualpa era un hombre de fortaleza superior, ni siquiera él podía atacar y defenderse al mismo tiempo en una situación semejante. Su única tabla de salvación era su llama azul. Lo malo es que había demasiados ojos en el campo de batalla, y no quería revelar uno de los secretos ancestrales de su Aldea.</p><p>―¡Muere! ¡Muere! ¡Muere! ―Chilló Nana una y otra vez con sádico placer, más inapropiado y asqueroso por provenir de una niña.</p><p>Atahualpa seguía indeciso cuando una bola de fuego colosal lo golpeó en la espalda.</p><p>Nana levantó la vista y apuntó a Key con un puño furioso.</p><p>―¡Oye, no seas entrometida! ¡No necesito tu ayuda!</p><p>―Ella no te estaba ayudando a ti. ―Afirmó Atahualpa.</p><p>Nana intentó esquivar pero ya era tarde. Se vio atrapada por una esfera de fuego. Si bien las llamas no la tocaron, no tenía escapatoria alguna. El calor era tan intenso que su sudor se evaporó.</p><p>―Te presento mi nueva técnica: ¡Prisión de fuego! Me inspiré un poco en la bruja Lena. Voy a consumir todo el oxigeno en un perímetro de tres metros sobre ti. No intentes moverte o te vas a quemar. Te prometo que haré desaparecer las llamas en cuanto pierdas el conocimiento.</p><p>En cuanto pronunció esa frase, Atahualpa se vio sorprendido por el ataque suicida de Nana, quien atravesó la esfera de fuego para arrojarse contra él.</p><p>Nana no había contado con que sus ojos se iban a derretir tan rápido ni que Atahualpa la iba a esquivar tan fácilmente, a pesar del horror que experimentó al ver a la niña en llamas, él era un guerrero bien entrenado por encima de todo.</p><p>Atahualpa vio el cuerpo de la niña caer, tan consumido que lo poco que seguía resistiendo las llamas se desbarató por completo al estrellarse contra el suelo.</p><p>―¡Qué demente! ¡Le dije que no lo hiciera!</p><p>Atahualpa se obligó a calmarse. Desactivo el fuego sobre sí mismo y contempló las múltiples quemaduras que se había producido para evitar ser masticado por las cabezas de zombis.</p><p>―Tal vez haya sido lo mejor. Aunque era una niña era una loca peligrosa. Ahora lo importante es determinar en qué bando está la chica desnuda.</p><p>Cuando levantó su vista, vio que Key había encerrado a Persea en una esfera de fuego muy similar a la que él había inventado, y con resultados idénticos: el gritó helado de Persea le heló la sangre.</p><p>Atahualpa hizo arder su fuego a máxima capacidad y ascendió como un fénix, liberando su grito de guerra.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>El taladro de viento, dentro del cual se había metido Celestino, penetró el gigante de tierra sin problemas hasta llegar a la única cámara de aire en la cual se ocultaba Riku.</p><p>Sin demora, Riku manipuló el interior del gigante para desplazar su espacio seguro y aplastar a Celestino al mismo tiempo. Creyó haberlo logrado, pero pronto él se introdujo de nuevo dentro de su espacio seguro. Tres veces más lo intentó, y las tres veces Celestino la siguió sin dificultad.</p><p>―¡Imposible! ¡Estamos en un espacio cerrado! El viento del que dispones es limitado, ¿cómo es que te mueves aquí adentro tan bien como allá afuera?</p><p>―Nuestras hermanas estaban caso en lo correcto, sobre cómo pude pelear con ustedes cuatro al mismo tiempo. Disculpa, por un momento olvide que son las hermanas de Zeferino, no las mías.</p><p>Riku lo intentó aplastar de nuevo. Además de esquivar su ataque, Celestino desapareció de su vista. Ni siquiera lo pudo sentir tocando la tierra, lo que era un sinsentido, porque siguió oyendo su voz como si lo tuviera al lado.</p><p>―Hace cuatro años, las cinco combatieron contra Zeferino. Él murió luchando contra ustedes. Aunque no estuve allí, lo supe en cuanto se acercaron a atacarme. Mi creador no murió en vano: él las marcó.</p><p>―¿Nos marcó? ¿A qué te refieres? ¡Hemos sidos revisados cientos de veces desde entonces!</p><p>―Es una marca muy sutil, diseñada específicamente para ser percibida por el mismo tipo de magia que la puso allí. Ningún detector ni anulador puede destruir lo que no puede sentir. Creo que Zeferino la puso allí para Melodie.</p><p>Riku hizo que su gigante de tierra arrojase chorros de tierra por todos lados, tanto en su interior como en el exterior, con la esperanza de que alguna roca al azar le partiese la cabeza a Celestino.</p><p>―Nunca me vas a dar con ese tipo de técnica. Estás tan acostumbrada a contar con el respaldo de tus hermanas que nunca aprendiste a pelear sola.</p><p>Riku quiso gritar para acallar la etérea voz de Celestino y no pudo: no había aire dentro de sus pulmones. Intentó inhalar, y el aire se negó a entrar a sus pulmones. Sus piernas le fallaron. Antes de caer en la oscuridad absoluta, vio a Celestino sacar la mitad de su cuerpo del dorso de la propia mano derecha de ella; se había escondido dentro de la dichosa marca de Zeferino.</p><p>El gigante de tierra se deshizo en una lluvia de escombros. Celestino cargó a Riku en sus brazos. Luego manipuló el viento y ambos bajaron hasta la calle de cemento, donde la depositó a ella con cuidado.</p><p>―¡Celestino! ¿Estás bien? ―Lo llamó Fernando.</p><p>Detrás del hermano de Melodie llegaron corriendo sus padres con caras muy pálidas.</p><p>La respuesta de Celestino fue cortada por Kurobot, cuya pesada bola de metal destrozó la cabeza de Riku como si hubiese sido un huevo podrido, rojo y sanguinolento que esparció sus sesos por doquier.</p><p>Fernando se paró en seco y se rodeó a sí mismo y a sus padres con una barrera. Estos últimos gritaron ante la espeluznante explosión cerebral.</p><p>―¿Qué rayos hiciste Kuro? ¡Ya la había derrotado! ¡No tenías por qué matarla! ―Protestó Celestino enojado.</p><p>―<b>¡Una de mis directrices secundarias prohíbe la existencia de cabos sueltos!</b></p><p>Antes de que Celestino pudiese replicar, Kurobot alzó su bota nuevamente y la descargó con violencia sobre Riku, partiendo su espalda en dos, junto con el pequeño ataúd blanco que había estado cargando todo el tiempo.</p><p>―<b>¡He confirmado la defunción de todas las hijas del Dios Dragón del Viento! ¡Procedo al inicio de la Fase Dos!</b></p><p>Celestino se puso en guardia, esperando la traición de la versión robótica de su hermano. A pesar de su preparación, un temor atávico lo invadió cuando se abrió el compartimiento del pecho de Kurobot, escupiendo la deformada cabeza de Melodie, con un cabello negro demasiado largo, dientes afilados y triangulares como de tiburón, y nada más que tentáculos por debajo del cuello para arrastrarse.</p><p>Esta vez no solamente gritaron los padres de Melodie.</p><p>Kurobot señaló a Fernando con su dedo índice de metal.</p><p>―<b>¡Silencio! ¡Hermano de Melodía de la Muerte, permite que esta cabeza te asesine!</b></p><p>Fernando miró al desconocido robot como si fuera la cabeza flotante de un pollo.</p><p>―¡Kuro! ¿Qué es lo que pretendes? ―Gritó Celestino confundido.</p><p>―<b>¡Ejecutar el plan trazado por el Mago Hartwell, encomendado a Blaise el Fabricante! ¡Restaurar el poder de Melodía de la Muerte a un cien por ciento, eliminar al Dios Dragón del Fuego y a todos aquellos con la Marca de los Dragones, incluidos tú y yo, hermano!</b></p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>A partir de este punto los sucesos de aquel día son inciertos. Los hechos indican que Key desapareció de este mundo, al igual que el Dios Dragón del Fuego. Solamente una ciudad pereció ese día, ¿qué son millones en comparación a billones, incluso si hablamos de vidas?</p><p>Otro hecho interesante es la barrera que protege nuestra dimensión, una barrera que se ha determinado impide que seres de otras dimensiones puedan invadir nuestro plano de existencia. Más investigaciones siguen en curso, aunque el consenso parece ser unánime sobre la función de la barrera.</p><p>Se sabe que Blaise el Fabricante sigue con vida, y está atrapado en una silla de ruedas que siempre es empujada por una especie de robot. Otra figura robótica, con un estilo más femenino, también ha sido vista a su lado. Blaise se niega a conceder entrevistas y lleva una vida de ermitaño.</p><p>Los únicos que siguieron siendo personas públicas fueron la Flor Inmortal y la Llama en la Mano, famosos aventureros. Ellos dos han sido las principales figuras en la transición hacia una sociedad completamente mágica. De acuerdo a comentarios de ellos dos, Melodía de la Muerte y su esposo se han retirado para formar una familia. Siempre y cuando la línea de sangre de Melodía de la Muerte siga con vida, la barrera que nos protege de los Dioses Dragones se mantendrá en pie. Por esta razón la Flor Inmortal y la Llama en la Mano insisten en que no los busquen y les permitan mantener una vida privada y tranquila.</p><p>La tumba del hermano de Melodía de la Muerte se convirtió en un lugar de peregrinaje, por lo que la familia debe prohibir la entrada de vez en cuando cuando quieren tener un momento de duelo privado.</p><p>Hay quienes se niegan a creer que los Dragones hayan desaparecido por completo, y los siguen buscando, pues aún creen en sus promesas de eterna felicidad, en un mundo lejano que para algunos es el cielo, para otros el infierno, y para otros algo peor.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-32.html">Capítulo 32</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a></b></p><h4 style="text-align: center;"><br /></h4><h4 style="text-align: center;">Nota de autor (22 de Octubre de 2.020)</h4><p><br /></p><p>Lamento profundamente el final apresurado pero no tuve tiempo para más.</p><p>Muchas gracias a todos. No sé cuánto tiempo va a pasar para que vuelva a publicar en el blog de Rhaidot o en cualquier otro lado, pero que nadie me espere sentado porque no va a ser pronto.</p><p><br /><b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br /><br /></p><p>Gracias por leer.<br /></p><p><br /></p>Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-23.739365836178845 -109.453583 32.881101836178843 -39.141082999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-58166669665002338042020-10-10T10:04:00.005-05:002020-10-22T15:32:46.984-05:00Memorias de un mago enamorado 32<div style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-31.html">Capítulo 31</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-33.html">Capítulo 33</a></b></div><br /><h2 style="text-align: center;">Memorias de un mago enamorado</h2><p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Cshxc309Udg/X4HMCC3uYyI/AAAAAAAAEUc/BEaV5pX11lkKQmNwr6EcZZ_JDzSr6idfACLcBGAsYHQ/s819/maquina.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Photos Hobby" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Cshxc309Udg/X4HMCC3uYyI/AAAAAAAAEUc/BEaV5pX11lkKQmNwr6EcZZ_JDzSr6idfACLcBGAsYHQ/w250-h320/maquina.png" title="Foto original por Photos Hobby" width="250" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@photoshobby">Foto original por Photos Hobby</a></td></tr></tbody></table><p><br /></p><h3 style="text-align: center;">Capítulo 32: El ascenso de la máquina</h3><p><br /></p><p>Erase una vez una rubia de cuerpo perfecto montando a horcajadas sobre la espalda de un calvo musculoso que iba volando gracias a su magia de fuego.</p><p>No habían sobrevolado mucho cuando Atahualpa abrió la boca de nuevo.</p><p>―Explicame algo Persea. Si querías llegar lo más pronto posible con Melodie, ¿no habría sido mejor un taxi?</p><p>Persea contuvo la tentación de darse una palmada en la frente porque no quería que Atahualpa se diera cuenta que ella había sido una completa idiota.</p><p>―<i>Por supuesto</i> que mi bicicleta impulsada por mis plantas es más veloz que un <i>simple </i>taxi. Lo malo fueron esos tipejos que me empezaron a seguir bajo la absurda creencia de que si tenían sexo conmigo ellos también iban a adquirir dones mágicos porque yo soy una bruja.</p><p>Atahualpa casi rompió su propio cuello de toro al girar su cabeza con demasiada brusquedad para ver a Persea con una mirada de regocijo infantil.</p><p>―¿Las mujeres ordinarias quieren tener sexo conmigo ahora mismo? ¡Este es el momento que he estado esperando toda mi vida! ¡El repentino momento en que me vuelvo popular con las chicas y puedo procrear un digno heredero de mis antepasados!</p><p>Persea lo sacudió por los hombros con violencia, sin miedo a una caída fatal.</p><p>―¿Qué tonterías dices Pie Pequeño? ¡No te puede aprovechar de la idiotez de los demás! ¡Eso está mal!</p><p>―Persea, das demasiada cantaleta para ser tan hermosa, no seas amargada. No creo que podamos salir juntos a conquistar chicas con esa actitud tan negativa.</p><p>―Yo soy mujer de una mujer, no tengo interés en andar ligando chicas por ahí.</p><p>―Además, no pienso aprovecharme de ellas: las voy a sacar de su error. Sin embargo, eso puede darme la oportunidad de conocer a una chica linda, invitarla a tomar algo. Ya sabes, una cosa puede llevar a otra.</p><p>―Vaya Pie Pequeño, pasaste de sonar como un abusador sexual a un perdedor total.</p><p>―Por cierto, ¿podrías dejar de llamarme Pie Pequeño? Me estás acomplejando.</p><p>―¡Me comprometo a no llamarte Pie Pequeño si cierras la boca y vuelas lo más rápido que puedas!</p><p>Menos de un minuto después, Atahualpa volvió a hablar</p><p>―Persea...</p><p>―¡Juro por el Mago Hartwell que te voy a partir la cara Pie Pequeño!</p><p>―Persea, ¿es eso un jodido robot? ―Preguntó Atahualpa apuntando con un dedo.</p><p>Ella siguió con la vista la dirección señalada por el índice y descubrió lo que parecía ser un robot que se aproximó volando hasta quedar en una ruta paralela a la de ellos, a un metro de lejanía.</p><p>Era como ver una armadura medieval modernizada. El metal era blanco y reluciente, probablemente una aleación que se veía casi irrompible a la vez que conservaba cierta flexibilidad. A través de las coyunturas en las placas de la armadura se podía percibir un exoesqueleto de un metal negro, junto con un montón de cables perfectamente alineados que resplandecían con un color carmesí, dando la impresión de que en esos puntos su sistema sanguíneo estaba expuesto a la vista de todos. Era como ver un robot de juguete que era tan grande como un niño de diez años. Tenía compuertas retráctiles (en las suelas de sus botas, las palmas de sus guanteletes y en la espalda) de las cuales eran emitidas ondas propulsoras que le permitían volar tan bien como Atahualpa. El visor de su casco era una línea tan ajustada que lo único que se podía ver eran dos brillos de color carmesí, el mismo color que en sus cables.</p><p>El robot les enseñó el dedo medio de su mano derecha y les habló con una voz electrónica que por alguna razón Persea sintió familiar, y al mismo tiempo le produjo un escalofrío.</p><p>―<b>Saludos, Lesbiana la Flor Inmoral y la Llama en el Pie Pequeño. Soy la Unidad Kurobot y estoy aquí para destruir a los enemigos de Blaise el Fabricante Inválido. ¿Desean actualizar su estado de aliados a enemigos? ¡Me encantaría matarlos a ambos!</b></p><p>Decir que una rubia, un calvo y un robot estaban recorriendo los cielos a mitad de la noche sonaba más como el principio de un chiste que una descripción de lo que estaba sucediendo.</p><p>―Pues, creo que queremos evitar todos los conflictos innecesarios que puedan retrasar nuestro desplazamiento, al menos hasta que nos reunamos con nuestros camaradas. Así que, ¿podemos seguir siendo amigos, amable Señor Robot? ―Propuso Atahualpa, manteniendo una prudencial separación de dos metros.</p><p>―<b>¡Pues que lastima! </b>―Exclamó Kurobot como si fuera una frase de una canción electrónica.</p><p>―¿Kurobot? Me suena de algo. Voy a analizarlo, no estoy segura de que sea realmente un robot. ―Dijo Persea.</p><p>―Déjame ahorrarte el maná Persea; no es un humano, no tiene el calor corporal de uno. ― Compartió Atahualpa.</p><p>―Es mejor que me dejes los análisis a mí, Pie Pequeño. Ahora guarda silencio, por favor, y no me vayas a dejar caer. No quiero perder tiempo al tener que regenerarme.</p><p>―¿Qué?</p><p>―Silencio.</p><p>Atahualpa sintió como los tiernos muslos se apretaron más contra sus caderas. También hicieron lo mismo los brazos de ella sobre el cuello de él, y como resultado de todo el estrechamiento anterior, pudo sentir con mayor precisión los pechos perfectos sobre su espalda.</p><p>―Persea, en una escala de uno a diez, ¿qué tan lesbiana eres?</p><p>―Once. Ahora guarda silencio o te arranco los ojos.</p><p>―<b>¡La unidad Kurobot ofrece su asistencia con dicha labor!</b></p><p>Tras un minuto, Persea volvió a abrir sus ojos verdes.</p><p>―Pude detectar tres elementos de vida orgánica: su cerebro, y sus ojos carmesí.</p><p>―¿Tiene los ojos carmesí? ¡Oh, tienes razón! Son iguales a los de Celestino. ―Exclamó Atahualpa.</p><p>―No es una coincidencia. ―Concluyó Persea, que ya había deducido la identidad de Kurobot.</p><p>―<b>Afirmativo. La Unidad Kurobot era hermano del difunto Bastardo del Viento conocido como Zeferino, y ha llegado a la conclusión de que el Segundo Bastardo del Viento conocido como Celestino también puede ser considerado como un hermano por la Unidad Kurobot, lo que simplifica mi sentimiento de odio homicida hacia un completo desconocido.</b></p><p>Atahualpa y Persea intercambiaron miradas de preocupación de soslayo.</p><p>―Sé un poco sobre él. Era un niño cuando lo vi morir, y un completo psicópata. Era un asesino serial de magos y brujas que estuvo activo hace cuatro años. ―Explicó Persea.</p><p>―¿El Dios Asesino no era más que un niño? Lo estuve investigando porque sospeché que había matado a alguien de mi Aldea. Dejó de matar justamente cuando empecé a seguir su rastro. ¡Espero que haya sufrido mucho tras convertirse en un robot!</p><p>―<b>Los términos correctos son organismo cibernético, ciberhumano o cyborg. ¡Y yo también te odio, maldito calvo ignorante! ―Canto Kurobot con su timbre electrónico.</b></p><p>―Pues tuviste suerte de no encontrarlo Pie Pequeño. Kuro tenía la habilidad de anular todo tipo de magia. No creo que pudieras contra eso.</p><p>Atahualpa tuvo que morderse la lengua porque se suponía que nadie por fuera de la Aldea debía conocer sobre su llama azul. Por suerte para él, Kurobot sintió la necesidad de intervenir.</p><p>―<b>¡Y todavía lo puedo hacer! De no ser por mis órdenes, ya los habría hecho caer. A esta altura la probabilidad de muerte para la Llama en el Pie Pequeño es de sesenta y siete por ciento.</b></p><p>―Su rango de acción es de tres metros. ―Añadió Persea divertida.</p><p>Atahualpa se alejó hasta los cuatro metros en su trayectoria de vuelo compartido, nada más para estar seguros.</p><p>―<b>¡Subiré los decibelios de mi voz para que puedan seguir escuchándome malditos cobardes!</b></p><p>―Kuro era el hermano menor de Zeferino. Asesinó a aquellos magos y brujas para llamar su atención. Luego secuestró a Fernando, el hermano menor de Melodie, por lo que Zeferino fingió su muerte y lo atacó cuando menos lo esperaba, así rescatamos a Melodie y a Fernando. Lo que no sabíamos entonces era que uno de nuestros amigos era en realidad Jiro, otro hijo del Dragón del Viento. Para ganarse nuestra confianza y engañarnos, Jiro mató a su propio hermano pequeño. ―Relató Persea con cierta amargura.</p><p>Se operó un cambio visible en Kurobot. Su vuelo se volvió irregular e inestable porque sus propulsores crecían y decrecían sin ritmo. Sus puños de metal estaban tan apretados que el resto de la armadura estaba vibrando.</p><p>―<b>¡Asesinaré a ese traidor!</b></p><p>―Me temo que eso no podrá ser, aunque puedes torturarlo si lo deseas. ―Comentó Persea con alegría mórbida.</p><p>―¿<b>Qué? Lo que afirmas es contradictorio. ¿Ha pagado o no ha pagado por lo que me hizo?</b></p><p>Era un poco difícil tomar a Kurobot en serio porque sonaba como un mal cantante con autotune. A pesar de ello Persea habló con mucha seriedad.</p><p>―Jiro fue a buscarme. Consideré que la muerte era demasiado buena para él y lo convertí en una planta humana, similar a mí, porque no puede morir. Pero Jiro no puede defenderse, así que lo puedo lastimar todo lo que se me antoje, por siempre. Por eso te invito, Kurobot, no a asesinarlo, sino a torturarlo a tu gusto. Creo que tú y yo podríamos ser buenos amigos después de todo.</p><p>Al principio Kurobot no reaccionó. Luego se carcajeó como una computadora poseída por un demonio.</p><p>Por su parte, Persea sonrió con belleza y maldad.</p><p>Atahualpa los contempló por un rato y al final suspiró.</p><p>―Supongo que no soy quién para juzgarlos: yo acabo de matar a la mamá de Zeferino.</p><p>Persea puso cara de consternación. Kurobot redobló su risa de computadora demoníaca.</p><p>―¿Crees que Celestino se vaya a sentir mal? No eran su familia en un sentido literal. Y ambos eran malos personas. Aún así, él tiene las memorias de Zeferino. Celestino me cae bien, es un verdadero hombre. ¿Cómo no admirar a alguien que está dispuesto a permanecer al lado de una bomba nuclear? No quiero que sufra porque su pseudo-familia este compuesta de un montón de locos. ―Reflexionó Atahualpa.</p><p>―Para empezar, más respeto con Melodie. Y para terminar, Pie Pequeño, no tienes de qué preocuparte. Celestino se sentirá más tranquilo por la desaparición de aquellos que quieran lastimar a Melodie. ―Replicó Persea.</p><p>―Claro. Lo malo es que el primero en la lista es un Dios. ―Se quejó Atahualpa.</p><p>―Y también están sus guerreros de élite. ―Añadió Persea.</p><p>―<b>Nuestras probabilidades de éxito son del cinco por ciento.</b> ―Anunció Kurobot con entusiasmo robótico.</p><p>―Vaya, parece ser que tenemos un optimista en el grupo. ―Bromeó Atahualpa para ocultar su desazón.</p><p>―Eso me recuerda. Kurobot se presentó en nombre de Blaise el Fabricante. Su nombre estaba en la lista de enemigos que el Dios Dragón del Fuego ordenó exterminar. Kurobot, ¿acaso Blaise estuvo en un Gremio junto con Melodie y Zeferino?</p><p>―<b>Afirmativo, Flor Inmoral. Ellos tres junto con Carmen la Exploradora fundaron Rumpitur Cordibus Quattuor.</b></p><p>―Comprendo. Todo parece indicar que Blaise es nuestro aliado aunque no lo conozcamos en persona. Para ser honesta, prefiero que Kurobot haya sido enviado por un extraño. Tenía miedo de que fuera un regalo de último minuto del Mago Hartwell.</p><p>―<b>Oh, pero yo sí soy un regalo del Mago Hartwell, quien me dejó en manos de Blaise el Fabricante para cuando llegase el día del fin del mundo, ¡qué es hoy!</b></p><p>Atahualpa extendió un par de metros más su distancia de seguridad entre ellos y Kurobot, lo que Persea aplaudió internamente.</p><p>Kurobot se carcajeó una vez más, produciendo el clamor de docenas de ollas siendo aporreadas hasta la completa destrucción.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-31.html">Capítulo 31</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-33.html">Capítulo 33</a></b></p><h4 style="text-align: center;"><br /></h4><h4 style="text-align: center;">Nota de autor</h4><p><br /></p><p>Para los que no hayan leído el encabezado de mi Twitter o Facebook, básicamente quedan como cuatro capítulos para el final de <i>Memorias de un mago enamorado</i>. Debo escribirlo a toda prisa porque a partir de la última semana de Octubre estaré bajo contrato con una empresa y ya no podré escribir mientras trabaje con ellos.</p><p>Procedo a copiar aquí mi nota de despedida</p><p style="text-align: center;">...</p><p><i>"Con mucho pesar debo anunciar mi retiro de Rhaidot.</i></p><p><i>¿Por qué?</i></p><p><i>Hace casi un mes envié una hoja de vida a una empresa, algo que llevó haciendo durante años. Sólo que está vez sí me llamaron a un examen, y de alguna manera lo hice suficientemente bien como para que me ofrecieran un contrato. Es una oportunidad de empleo excelente que no puedo rechazar. La cuestión es que la empresa maneja una clausula de exclusividad y debo dedicar todo mi tiempo a trabajar con ellos, so pena de arriesgarme a una demanda.</i></p><p><i>Así que a partir de la última semana de Octubre me será imposible escribir por razones legales.</i></p><p><i>Toda mi vida he intentado ser un escritor, desde los 8 años. Lo que más quería era poder vivir de mis escritos. No lo pude lograr. Creo que en parte es mi responsabilidad, porque a veces hice las cosas bien, sin embargo la mayor parte del tiempo no fue así. Tener éxito como escritor también es cuestión de suerte, casi como comprar un billete de lotería, y yo no compré el billete ganador.</i></p><p><i>Siempre quise saber lo que se sentía ser un Mangaka, pero no así. Siento como si Memorias de un mago enamorado hubiese sido cancelado justo cuando entró a su fase final, un corte tan profundo que alcanzó a Mi mujer es una serpiente que ya estaba en su revisión final. Voy a procurar escribir un final apropiado para Memorias de un mago enamorado, aunque considero inevitable que los lectores lo sientan apresurado. Parece apropiado para una historia que yo mismo acepto tuvo mucha influencia de Bleach.</i></p><p><i>Hoy mismo voy a cerrar mi Patreon para evitar que mis patrocinadores reciban un cobro adicional. No creo que vaya a seguir activo en mis redes sociales, porque puede ser hasta contraproducente para mi nuevo trabajo.</i></p><p><i>Es justo reconocer que la persona con quien más estoy en deuda es @Melathana pues siempre me apoyó para que yo fuera mejor escritor y mejor persona. Ella me tuvo la paciencia que yo no tenía ni para conmigo mismo. A ella le hago entrega de las llaves de Rhaidot para que abra la puerta hacia la escritura, si ese es su deseo.</i></p><p><i>No descarto la posibilidad de regresar como escritor, pero no será pronto. Podrían ser cinco, diez, veinte años o más, o simplemente nunca. No lo sé.</i></p><p><i>Tuve suerte de ser reconocido por algunas personas, ya fuera como traductor o escritor. Me siento muy afortunado y agradecido por todas las personas que me apoyaron, como lectores o patrocinadores, a todos dedico mis más sinceros buenos deseos."</i></p><p><br /><b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br /><br /></p><p>Gracias por leer.<br /></p><p><br /></p>Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-23.739365836178845 -109.453583 32.881101836178843 -39.141082999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-10825254627504811132020-10-04T03:24:00.003-05:002020-10-10T10:04:41.566-05:00Memorias de un mago enamorado 31<div style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-30.html">Capítulo 30</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-32.html">Capítulo 32</a></b></div><br /><h2 style="text-align: center;">Memorias de un mago enamorado</h2><p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-GCgaMoQHAuQ/X3mFCY8GYHI/AAAAAAAAEUQ/tZf5nv3StTI2aaAh8gHY5636d0VqOFEYwCLcBGAsYHQ/s819/fenix.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto por Richard Felix" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-GCgaMoQHAuQ/X3mFCY8GYHI/AAAAAAAAEUQ/tZf5nv3StTI2aaAh8gHY5636d0VqOFEYwCLcBGAsYHQ/w250-h320/fenix.png" title="Foto por Richard Felix" width="250" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@richinframes">Foto por Richard Felix</a></td></tr></tbody></table><p><br /></p><h3 style="text-align: center;">Capítulo 31: El ascenso del fénix</h3><p><br /></p><p>Al abrir los ojos, Atahualpa se sintió borracho. Sólo se había embriagado una vez, para su cumpleaños número dieciocho. Ese día pudo probar la chicha fermentada que únicamente era fabricada en la Aldea Pielroja, usando el jugo de la caña, cascaras de piña y un ingrediente secreto.</p><p>Lo primero que él hizo fue pensar en ese día no tan lejano, porque se había sentido igual que ahora: mareado, desorientado y débil. Además. el panorama que tenía ante sus ojos era muy similar, pues era de noche, las estrellas titilaban brillantes, una fogata cercana crepitaba y su luz calurosa lo estaba haciendo sudar. Y estaba rodeado de todos los adultos que vivían en la Aldea Pielroja, todos danzando y pegando alaridos. Aunque había algo diferente. Para su cumpleaños habían estado celebrando, en cambio ahora estaban plañendo, llorando y lamentándose.</p><p>Intentó ponerse de pie sin éxito, su cuerpo le resultó demasiado pesado.</p><p>―Si esto es el cielo, debo decir que estoy bastante decepcionado. ―Comentó Atahualpa desde el suelo.</p><p>Una certera patada en los riñones lo infundió de la energía para ponerse de pie de un brinco.</p><p>―¡Anciana Tehuixtle! ¿Por qué me está pateando? ¡Casi me muero! ¡Necesito descanso y cuidados!</p><p>A pesar de que Tehuixtle seguía teniendo el cuerpo igual de frágil y su cabello tan gris como siempre, a Atahualpa le pareció que sus ojos tenían más vigor que nunca.</p><p>―Nada de que casi te mueres: te moriste y punto. La patada fue por querer ser chistoso cuando te acabamos de traer de regreso con tanto empeño. Todos los adultos sacrificaron un año de sus vidas y te lo dieron a ti como obsequio. ¡No es una situación para hacer chistes!</p><p>Atahualpa contempló a su pueblo. Habían dejado el bullicio y ahora guardaban silencio. En sus rostros las emociones se veían más acentuadas por la fogata: alegría, pavor, reverencia, preocupación.</p><p>―Yo ni siquiera sabia que eso era posible. ―Se excusó Atahualpa.</p><p>Un coscorrón en la cabeza, con mayor fuerza de la que habría esperado en un puño tan tembloroso como el de Tehuixtle, cogió a Atahualpa por sorpresa. Se retorció y se sobó la cabeza al tiempo que brincaba de un lado para otro.</p><p>―¿Cuál es su problema anciana Tehuixtle? ¿Y eso por qué fue?</p><p>Tehuixtle sonrió, una sonrisa muy pura, tan blanca como el anaco que tenía puesto en ese momento, demasiado reluciente como para no ser nuevo. ¿Dónde y cuándo y con qué dinero se lo había comprado?</p><p>―Eso fue por compararme con esa bruja del viento. ¿Creíste que no te había escuchado?</p><p>Atahualpa tuvo que hacer memoria para comprender a qué se refería Tehuixtle.</p><p>―¡Oh! ¿Eso? Nada más lo dije para hacer enojar a esa bruja. Aunque no pronuncié ninguna mentira: ella sí se veía más vieja que tú.</p><p>Tehuixtle le asestó un puñetazo en la boca del estomago que lo dejó boqueando por un buen rato. La falta de aliento le duro poco, pues el colmo de su paciencia lo infundió de una energía sobrehumana.</p><p>―¡Suficiente! ¡Eso ya fue demasiado! ¡Ni siquiera a ti te lo voy a permitir!</p><p>Atahualpa se abalanzó sobre ella para atraparla con sus fuertes brazos, dispuesto a cogerla por la cadera y cargarla por toda la Aldea.</p><p>No la pudo tocar; atravesó a Tehuixtle como si no estuviese allí. Él nada sintió cuando la traspasó, y por eso mismo la carne se le puso de gallina.</p><p>―Y mi golpe final, Noveno, fue porque nunca me llamaste mamá.</p><p>El amor que sentía por Tehuixtle estaba combatiendo con el temor a lo desconocido, porque para Atahualpa era más aterrador hablar con un muerto que enfrentar una muerte segura.</p><p>―Este es el ritual secreto que el Mago Hartwell enseñó a nuestro pueblo, hace ya casi quinientos años. Un ritual prohibido que toma una porción de la vida de todos los voluntarios, y que requiere que otra alma tome el lugar del fallecido en el reino de los muertos. Así como Primero se sacrificó por su hija Segunda, yo elegí sacrificarme por ti. No creí que me quedase mucho tiempo para vivir, así que me pareció un buen trato.</p><p>La comprensión y la tristeza se apoderaron del pecho de Atahualpa. Cuando habló, lo hizo con un hilo de voz que parecía a punto de romperse.</p><p>―Anciana tonta. Mala hierba nunca muere, pudiste haber vivido el doble que todos nosotros.</p><p>―Nuestra técnica no tenía por qué ser un secreto para ti, pero yo decidí que lo fuera así. Desde muy pequeño has estado usando tu llama azul para defendernos de un peligro tras otro. Ningún Atahualpa tuvo una carga tan pesada y a edad tan temprana. Aunque no te gusta, te afeitas la cabeza para no irte a quemar con tu propio fuego. Todo lo que hemos podido conservar de nuestra antigua riqueza fueron esas cenizas de fénix con las que te fabricamos esos pantalones, y sé que detestas andar mostrando tus pies por ahí. Es tanto lo que has hecho por nosotros, y tan poco lo que nosotros habíamos hecho por ti hasta ahora. Yo sabía que tu vida se iba a extinguir demasiado pronto, por lo que concebí este plan y recibí el apoyo de toda la Aldea, y nos comprometimos a no revelarte nada, porque seguramente te habrías opuesto.</p><p>Atahualpa echó un vistazo alrededor, a los rostros de su pueblo temeroso.</p><p>―Anciana Tehuixtle, yo soy el único que puede verte, ¿verdad?</p><p>Ella sonrió con benevolencia.</p><p>―Es correcto. Tú puede verme por el vinculo que compartimos en vida y muerte. Ellos deben creer que estás experimentando algún frenesí místico. Y podrían tener razón. Es egoísta de mi parte, querer despedirme de ti de este modo. Aproveché la oportunidad, ya que tenía que darte un mensaje importante.</p><p>Atahualpa respiró profunda y repetidamente para contener sus emociones. No quería llorar en frente de toda la Aldea.</p><p>―Noveno, nosotros queríamos darte la oportunidad de vivir larga y plenamente, pedirte que no volvieras a usar la llama azul nunca más. Sin embargo, ahora mismo la situación de la humanidad es precaria. El velo se ha roto, y pronto el caos se convertirá en violencia. Y lo peor es que el Dios Dragón del Fuego ha empezado a devorar seres humanos con la esperanza de acumular suficiente poder como para vencer a Melodía de la Muerte. Por el bien de nuestra Aldea, y del resto del mundo, debes reunirte con tus nuevos amigos y ponerle fin a esta locura, cueste lo que cueste.</p><p>Atahualpa asintió con su calva cabeza y luego se quedó cabizbajo, mirando sus pies pequeños, casi tan duros como la roca. La batalla inminente no le preocupaba. Era un guerrero disciplinado; sin importar el peligro, estaba preparado. Pero tenía un nudo en la garganta porque nadie le había enseñado a expresar sus emociones y ya no era el tiempo para aprender.</p><p>―Lo lamento, mamá. ―Fue lo único que él atinó a pronunciar, sin estar seguro de por qué se estaba disculpando específicamente.</p><p>Como Tehuixtle nada respondió, Atahualpa levantó la vista. Descubrió que Tehuixtle ya no estaba allí, había desaparecido sin dejar rastro. Tosió para reprimir el escalofrío que lo atacó. Pasado un minuto, se había recuperado lo suficiente como para hablar de nuevo. Se dirigió a su pueblo.</p><p>―¡Muchas gracias a todos por traerme de vuelta! ¡Daré lo mejor de mí para no morir tan pronto!</p><p>Con esas palabras, creo una explosión bajo sus pies y salió propulsado hacia el cielo nocturno. Por un largo rato los de la Aldea Pielroja estuvieron contemplando la estela naranja que Atahualpa había dejado tras de sí en el aire. Luego se fueron acercando entre ellos, se tomaron de las manos y empezaron a rezar. No habían escuchado a Tehuixtle, ni tampoco visto las noticias que anunciaban todo tipo de fenómenos aterradores e inexplicables. Pero compartían una conexión espiritual con su renacido líder, sentían que había partido a una nueva e ineludible batalla. Un conflicto inevitable de vital importancia para todos. La Aldea Pielroja rezó en unisono, como si fuera el fin del mundo.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Incluyendo su reciente pelea contra la bruja Lena, y el lejano incidente con el lobo de dos cabezas, Atahualpa se había visto obligado a usar su llama azul en ocho ocasiones. Los oponentes que habían forzado su mano eran variopintos. Un Ifrit de fuego, un trol zombi, un unicornio vampiro, un culto al Dragón del Viento, un culto al Mago Hartwell, un culto al Dragón del Fuego (les cayó muy mal que él hubiese rechazado convertirse en su líder y semental), una empresa internacional de esclavistas y un demonio sacerdote (o sacerdote demonio, nunca lograba recordar el orden correcto). Era evidente que él era un hombre bizarro y que sus aventuras habían sido bastante <i>bizarre</i>: no eran muchas las cosas que lo pudieran sorprender. Aún así, se quedó mudo cuando vio la escena protagonizada por Persea.</p><p>En plena carretera principal en dirección a la casa de Melodie, el transito vehicular estaba paralizado porque había como diez motos Harley Davidson tiradas por doquier sobre el cemento, algunas estaban ardiendo en llamas y con las luces delanteras encendidas; las inesperadas fogatas en medio de la urbe le recordaron a Atahualpa la Aldea Pielroja que acababa de dejar atrás, y por un segundo se le encogió el corazón.</p><p>Los motociclistas tenían lentes oscuros aunque fuera de noche, y chaquetas sin mangas de cazarrecompensas de los años noventa. Todos habían sido derribados de sus poderosas motos por las hiedras venenosas y enredaderas de Persea, que además les habían bajado los jeans y se les habían introducido forzosamente por el agujero que las personas por lo usual sólo utilizan para hacer deposiciones.</p><p>Persea se estaba encarnizando especialmente contra uno de los motociclistas que era más grande que los demás, lo que realmente no le había servido mucho contra ella, que lo estaba pateando en el estómago al mismo tiempo que sus plantas mágicas hacían lo suyo.</p><p>Atahualpa aterrizó al lado de Persea, quien cesó su terapia de patadas estomacales al recibir la brisa de brasas y cenizas encima.</p><p>―¡Persea, con un diantre! ¿Qué rayos estás haciendo? ¡No se supone que tratemos a los ordinarios de ese modo!</p><p>Persea respiraba con agitación por la ira. Sus ojos verdes centellearon y volvió a patear al motociclista repetidamente.</p><p>―¡Ellos empezaron! ¿Cómo se atreven a hacerme perder el tiempo cuando Melodie me necesita? ¡Cuando una dama dice que no, es no!</p><p>Persea se aseguró de encajar una patada en medio de cada pausa.</p><p>―¿Ellos iban a...? ―Atahualpa no fue capaz de finalizar la pregunta.</p><p>Persea asintió con fuerza, sacudiendo su largo cabello rubio. Luego fijó sus ojos verdes sobre él, con expresión desafiante.</p><p>Atahualpa se acercó a otro motociclista tumbado y también empezó a patearlo en el estómago.</p><p>―¡Cerdos! ¡Asquerosos! ¡Podridos!</p><p>Al ver eso, Persea recayó en la euforia y alcanzó a propinar tres patadas más cuando cayó en cuenta que, nuevamente, estaba desperdiciando el tiempo por culpa de la venganza.</p><p>―¿Qué demonios estás haciendo Pie Pequeño?</p><p>―Pues lo mismo que tú, ¿no? ―Replicó Atahualpa perplejo.</p><p>―¡Melodie nos necesita! ¡Vayámonos, de prisa! ¡Llévame volando o lo que sea!</p><p>―Bueno, está bien. Ah, ¿puedo tocarte? Digo, mejor dicho, súbete a mi espalda y agárrate de mi cuello, será menos agotador que si te cargo como princesa, no, pasa los brazos por encima de mi cuello.</p><p>―Pie Pequeño, ¿por qué sigues hablando tanto cháchara? ¡Vuela de una vez!</p><p>Los ciudadanos de bien, que habían huido despavoridos ante la Femme Fatale, regresaron cuando la vieron partir hacia el cielo celeste. Recogieron a los motociclistas y sus motos y los pusieron sobre los andenes, sin atreverse a perturbar la torturadora labor de las agresivas plantas. Lo importante era restablecer el transito vehicular, no ayudar a tipos problemáticos desafiando el nuevo orden mágico mundial del que todos estaban hablando.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-30.html">Capítulo 30</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-32.html">Capítulo 32</a></b></p><h4 style="text-align: center;"><br /></h4><h4 style="text-align: center;">Nota de autor (26 de Septiembre de 2.020)</h4><p><br /></p><p>La sesión de escritura para este capítulo se topó con algún mal-funcionamiento de Google Docs. No sé si pueda resolverlo pero lo voy a intentar.</p><p>Estoy en proceso de conseguir un nuevo trabajo, uno mejor pagado. Espero que eso salga bien, porque podría significar tener más tiempo y dinero para dedicar a mi escritura. Crucen los dedos por mí.</p><p><br /><b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br /><br />Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br /><br /></p><ol><li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li><li>Dejar un comentario</li><li>Recomendarme en tus redes sociales</li></ol><p><br />Gracias por leer.<br /></p><p><br /></p>Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-23.739365836178845 -109.453583 32.881101836178843 -39.141082999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-83455553518390596822020-09-26T12:29:00.002-05:002020-10-04T03:25:00.019-05:00Memorias de un mago enamorado 30<div style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-29.html">Capítulo 29</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-31.html">Capítulo 31</a></b></div><br /><h2 style="text-align: center;">Memorias de un mago enamorado</h2><p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><img alt="Foto por Sumit Saharkar" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-9JrRs1lKLkk/X293taaXEMI/AAAAAAAAEUE/sHMojzvq914vivY-1B6PEz4KZ8WByXiCwCLcBGAsYHQ/w250-h320/llama%2Bazul.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Foto por Sumit Saharkar" width="250" /></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@sumit_saharkar">Foto por Sumit Saharkar</a></td></tr></tbody></table><p><br /></p><h3 style="text-align: center;">Capítulo 30: Una llama azul</h3><p><br /></p><p>Atahualpa dejó de jugar con otros niños cuando cumplió siete años.</p><p>―No puedes perder el tiempo con juegos infantiles. Eres la raíz que debe ser alimentada con estudio y entrenamiento, para que puedas crecer y convertirte en un árbol sabio y poderoso. ―Sentenció la anciana Tehuixtle.</p><p>El joven de rizos tan negros como sus ojos odió la explicación. También detestó las horas de lectura, los ejercicios de respiración, los análisis de pictogramas, y de trotar hasta que las piernas ya no lo podían sostener. Todo eso para que pudiera manifestar la magia de fuego de su madre. ¿Por qué él era el único niño al que se le exigía tanto? La magia era un asunto de los adultos, y Atahualpa creyó que era injusto que se esperase tanto de él.</p><p>Dos semanas fueron suficientes para que tirase la toalla. Se escapó en la noche, corriendo sin rumbo hasta terminar perdido en un bosque, donde se topó con un lobo gigante de dos cabezas: el animal era casi tan grande como una casa.</p><p>El niño Atahualpa se quedó petrificado y se orinó en sus piyama. Las dos bocas dentadas se fueron aproximando, babeando ante la anticipación de la carne fresca.</p><p>―¡Atrás, bestia!</p><p>Quien así había gritado era Victorino, un tallador de madera de la Aldea Pielroja. Su magia le permitía elaborar figuras y utensilios de una delicadeza sin par. Pero Victorino no era un guerrero. Desenvainó su machete que nunca había usado para lastimar a un ser vivo y lo descargó en medio del hombro y del cuello del animal. Una cabeza aulló de dolor, y la otra trituró a Victorino entre sus fauces.</p><p>Al ver a uno de los suyos herido frente a él, la sangre de sus ancestros reaccionó; su espíritu guerrero despertó en la forma de una llama azul sobre la palma de su mano derecha.</p><p>Era la primera vez que el niño esgrimía un hechizo. Su sorpresa y maravilla inicial fue aplastada por el grito de dolor de Victorino. Bramando para acallar sus miedos, sus pies corriendo al compás de su acelerado corazón, Atahualpa llegó hasta el enorme lobo de dos cabezas y estrelló la llama azul contra el pecho peludo de la criatura.</p><p>El fuego azul se extendió por todo el pelaje como si de antemano le hubiesen echado gasolina. El monstruo dejó escapar a su presa: Victorino fue arrojado a un costado con brusquedad. Atahualpa se acercó a él y lo halló muy maltrecho, con demasiados cortes profundos. A pesar de su estado moribundo, Victorino le sonrió.</p><p>―Esa es, la llama de la vida. Es digna de…</p><p>Victorino escupió sangre por la boca, dejó caer la cabeza a un lado y falleció.</p><p>El lobo de dos cabeza se revolcó en la tierra y se lanzó contra los árboles produciendo mucho alboroto. Fue inútil, porque la llama azul no se propagó a ninguna parte excepto sobre sí mismo, y no se extinguió hasta que las dos cabezas dejaron escapar su último aliento.</p><p>Atahualpa siguió observando el cadáver de Victorino, ambos inmóviles como estatuas, hasta que llegaron otros miembros de la Aldea Pielroja que lo habían estado buscando por todos lados. Se lo llevaron cargado en medio de lágrimas y gritos de alegría. Un indio fortachón y silencioso cargó con el muerto al hombro y todos regresaron juntos a su hogar.</p><p>Victorino recibió el entierro de un héroe.</p><p>Dos días después se le ordenó volver a su entrenamiento. Atahualpa obedeció sin protestar. Al principio todos estaban muy contentos de la nueva y buena disposición de su futuro protector. Sin embargo, tras una semana se sintieron acongojados al no volver a escuchar al niño más gritón en la Aldea. Varios se reunieron y le comunicaron sus preocupaciones a la anciana Tehuixtle. Ella de por sí ya tenía sus propias reservas, por lo que se decidió a hablar con el niño justo a la hora de dormir. Tehuixtle era la líder temporal hasta que Atahualpa cumpliese los dieciocho años. Ella lo había criado desde siempre, pues su madre había muerto cuando lo había dado a luz, y su padre era un desconocido cuya identidad nunca se supo.</p><p>―Noveno, ¿por qué estás tan callado últimamente? ¿Es por la muerte del señor Victorino?</p><p>Atahualpa asintió. Tenía la cabeza sobre la almohada y una cobija que lo cubría hasta el pecho.</p><p>Tehuixtle titubeó. Se sentó al borde de la cama y le acarició los rizos de la cabeza. La mayoría de personas en la Aldea lo tenían liso.</p><p>―Noveno, no fue culpa tuya. La muerte de Victorino estaba escrita en las estrellas. Además, vivió con la honra de un artesano, y murió con el honor de un guerrero. Pocos han partido con tanta dicha como él.</p><p>A él le parecieron sabias las palabras de Tehuixtle. Le gustaba mucho que ella sólo lo llamaba Noveno cuando estaban a solas. Pero Atahualpa no sabía cómo expresar la desazón en su interior, por lo que siguió sin hablar.</p><p>Tehuixtle apretó los bordes de su falda con nerviosismo. Presintió que estaba en un punto importante del destino. Como la tutora del futuro líder, ella podría influir en la conservación o destrucción de su pueblo. No creyó que el ensimismamiento fuera un rasgo apropiado para el más grande de los guerreros.</p><p>―El cuerpo de Victorino tenía marcas de unos dientes enormes. Había muchas cenizas en donde te encontramos. Por lo que deduzco que el monstruo que acabó con la vida de Victorino fue incinerado con fuego. Una gran cantidad de fuego. Fuiste tú, ¿verdad?</p><p>Atahualpa asintió.</p><p>―Si lo tienes bajo control, ¿me lo puedes mostrar? Una pequeña llama sobre tu palma será suficiente. No quiero que vayas a quemar nuestra casa. ―Tehuixtle soltó una carcajada tan vieja como ella misma.</p><p>Atahualpa adelantó su mano derecha abierta. Cerró los ojos y recordó el rostro muerto de Victorino. Cuando abrió los ojos, vio la llama azul danzando sobre su palma, y a Tehuixtle con expresión de reverencia y lágrimas en sus mejillas.</p><p>―¡La llama ancestral! ―Murmuró ella con apremio.</p><p>Estuvo abstraída por unos segundos hasta que recordó el alimento de la llama azul y se amonestó a sí misma dándose palmadas sobre sus rodillas.</p><p>―¡Vieja tonta! Noveno, con eso basta. Apaga la llama ancestral antes de que te hagas más daño.</p><p>Él obedeció, confundido, y habló por primera vez desde la muerte de Victorino.</p><p>―¿Llama ancestral?</p><p>Sus palabras no fueron del todo comprensibles, pues ancestral no es una palabra fácil para un niño de siete años. Tehuixtle lo supo entender gracias a ese vinculo propio de toda madre e hijo.</p><p>―Escucha con atención Noveno. Hace casi quinientos años, Primero Atahualpa murió al caer en una trampa de los Españoles, quienes lo mataron por consejo del Dios Dragón del Viento. Moribundo, Primero clamó el nombre del Mago Hartwell, y este acudió a su llamado, con su túnica negra y su sombrero feo que esconden todo tipo de horrores. Hartwell le ofreció la venganza sobre sus enemigos, pero Primero lo rechazó, y le exigió que le diera el poder a su hija para proteger a los suyos. A cambio del alma de su padre, Segunda Atahualpa recibió la flama azul. Desde entonces, cada Atahualpa antes que tú ha utilizado ese poder para proteger a los indios e indias que son perseguidos. Todos somos familia porque pertenecemos a la misma tribu: somos los usurpados, los extraños, los expropiados. Sobrevivimos y perseveramos gracias al sacrificio de tus antepasados, por lo que ninguno de nosotros va a dudar en sacrificarse por ti. Seremos mejores que nuestros enemigos, no guardaremos rencor ni buscaremos venganza, Seremos justicia y vida.</p><p>Tehuixtle no siguió con su discurso porque cayó en cuenta de que Atahualpa se había quedado dormido. Le acomodó la cobija, lo besó en la frente y lo dejó soñando con las glorias de su Aldea. Tehuixtle se dijo a sí misma que tendría que repetir esa historia varias veces, porque había dos cosas que todos los Atahualpa tenían en común: no cumplir más de cincuenta años, y ser cabezas duras.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p><br /></p><p>Lena menospreció la llama azul de Atahualpa. Pensó que no era otra cosa que un fuego que no requería oxigeno a costa de acelerar la muerte de su usuario. Para ella, la relación de costo y beneficio de esa técnica era absurda. Para colmo de males, sólo se podía usar con la mano derecha, por lo que no se podía usar para atacar y defender al mismo tiempo.</p><p>Se había sorprendido al ver la llama azul, por lo que momentáneamente se había descuidado y había permitido que algo de oxigeno llegase a los pulmones de Atahualpa. Pero ya no iba a cometer ese error: iba a forzar a Atahualpa a matarse a sí mismo.</p><p>Lena creyó ver sus ideas confirmadas cuando Atahualpa provocó una nueva explosión para elevarse a sí mismo por los aires. Sintió el peso de su equivocación cuando recibió una patada en su estómago.</p><p>Ella quedó anonadada. No lo había perdido de vista, ¡ni siquiera había parpadeado! Él simplemente había aparecido frente a Lena, recorriendo instantáneamente una distancia de cinco metros contra la gravedad y le había roto dos costillas con su pie.</p><p>Los dos fueron cayendo lentamente.</p><p>Atahualpa chocó contra la tierra pesadamente. Gruñó adolorido. Un hombre menos musculoso y menos mágico que él no habría resistido semejante golpe.</p><p>Casi en el último instante, Lena invocó una ráfaga de viento que redujo el impacto de su caída, aunque no por completo. Intentó ponerse de pie demasiado pronto, trastabilló, y escupió sangre por la boca. Enfurecida, se limpió la boca con el dorso de la mano. Lo que sintió y luego comprobó con sus propios ojos la hizo gritar de horror. No fue la sangre sino su propia mano arrugada y ajada lo que había espantado a Lena.</p><p>Atahualpa se incorporó a medias y se carcajeó por entero.</p><p>―¡Así es perra! ¡Removí la ilusión que tenías encima! ¡Mi llama es la verdad! Debo reconocer que me has sorprendido: ¡estás más vieja que Tehuixtle!</p><p>Atahualpa puso todo el bravado que le fue posible en su voz. Pero su postura no era firme, respiraba por la boca, sus rodillas temblaban, y ya no le quedaba nada de sudor. Él estaba en su límite y era consciente de ello. Su única esperanza era irritar a Lena para una confrontación final, y no fallar con su última llama azul.</p><p>Lena era una visión de rabia y decadencia. Sus ojos azules se habían vuelto de color negro, enrojecidos y con ojeras. Su otrora cabello dorado como el sol ahora era gris, desordenado y largo como un animal peludo y muerto. Su boca desdentada, sus largos dedos huesudos, su nariz larga, su postura encorvada, su túnica blanca chamuscada y destrozada que revelaba su estomago quemado y flojo; todo en ella estaba empapado del odio absoluto que sintió por Atahualpa en ese momento.</p><p>―¿Qué esperas, vieja desbaratada? ¿Acaso estás sorda? ¡Aquí estoy!</p><p>La vieja Lena casi cae en su trampa. Ella no había sobrevivido durante tanto tiempo sin razón. Antes de dejarse consumir por su ira, inspeccionó los alrededores en caso de que hubiese un enemigo escondido, o fuera a recibir un ataque desde un ángulo inesperado. Captó que, si bien había varios aldeanos espiando por las ventanas, no parecía que ninguno de ellos fuera a intervenir. Iba a embestir a Atahualpa con todo lo que tenía cuando reflexionó sobre lo que había visto.</p><p>La bruja Lena se carcajeó siniestramente.</p><p>―¿Qué pasa, perra vieja? ¿Acaso has perdido la chaveta? ―Atahualpa sonó envalentonado, aunque su corazón se había encogido.</p><p>―Conque de eso se trataba, hermoso Atahualpa. Realmente esperabas que no me diera cuenta.</p><p>Atahualpa apretó los dientes, sus músculos tensos como el acero. </p><p>―Tu casa está un poco retirada del resto. Y es la más vistosa. No le di importancia, pensé que era una señal de autoridad y respeto dentro de tu Aldea. No, estaba muy equivocada: es para atraer la atención sobre ti. Tú eres el escudo de tu preciada Aldea. Incluso durante nuestro combate, has procurado mantenerme alejada de las otras casas. ¡Qué vergüenza para mí! Pensar que no te pude derrotar antes a pesar de que estabas peleando con esa desventaja.</p><p>Atahualpa tragó saliva. Presintiendo lo que Lena iba a hacer a continuación, salió corriendo para interponerse entre Lena y el resto de aldeanos.</p><p>―¡Tú preocupación por los demás es tu mayor debilidad! ¡Muere!</p><p>Lena lanzó un torbellino horizontal desde sus manos arrugadas, directo hacia el centro de la Aldea Pielroja.</p><p>Cada paso que dio le clavó agujas de dolor en las piernas, pero eso no disminuyó su velocidad. Justo como Lena lo había calculado, Atahualpa llegó a tiempo para ubicarse en la trayectoria del torbellino, portando la llama azul en su mano derecha como último recurso para salvar a los suyos.</p><p>Lo que alguien como Lena jamás podría entender era que Atahualpa no era un escudo., sino una espada. Él le prendió fuego al torbellino de fin a principio, envolviendo en llamas azules no solamente el aire mágico que la bruja usaba para combatir, también el aire que entraba y salia de sus pulmones, por lo que el decrepito cuerpo se fue quemando por dentro y por fuera.</p><p>―Tú, que solamente peleaste por ti misma, nunca conociste la verdadera fuerza. Mi llama es la vida, mi llama es la verdad. ―Declaró Atahualpa con su aliento final, y se desplomó con el mismo estrépito de una torre derrumbada.</p><p>Lena intentó disipar el fuego azul con ráfagas de viento combinadas con sus gritos de dolor y auxilio. Así como ella nunca ayudó a nadie en su vida, nadie la ayudó a ella en su muerte. De Lena no quedaron más que unas cuantas cenizas que pronto fueron esparcidas por el viento.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-29.html">Capítulo 29</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/10/memorias-de-un-mago-enamorado-31.html">Capítulo 31</a></b></p><h4 style="text-align: center;"><br /></h4><h4 style="text-align: center;">Nota de autor (19 de Septiembre de 2.020)</h4><p><br /></p><p>Fue muy positiva mi primera experiencia de escribir “en vivo“ por decirlo de alguna manera. Durante la semana, aproveché los ratos libres en mi trabajo como vendedor para escribir el borrador del capítulo en un cuaderno. El día Viernes aproveché la mañana para transcribirlo al documento de Google, previo aviso por mi Twitter de que lo iba a hacer. Creo que el capítulo quedo bien pulido y espero que eso se vuelva una tendencia para mí.</p><p>El día de mañana tengo pensado hacer la corrección de mi otra novela, Mi mujer es una serpiente, que ya está completa pero quiero revisar muy bien antes de publicarla en Amazon. También les voy a compartir el enlace para que la puedan ver en su desarrollo.</p><p>Normalmente pienso trabajar en Mago enamorado los Sábados y en Mujer serpiente los Domingos, pero esta semana me cambiaron el turno, por lo que tuve que hacerlo el Viernes y el Sábado.</p><p>Como siempre, muchas gracias por su apoyo.</p><p><br /><b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br /><br />Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br /><br /></p><ol><li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li><li>Dejar un comentario</li><li>Recomendarme en tus redes sociales</li></ol><p><br />Gracias por leer.<br /></p><p><br /></p>Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-23.739365836178845 -109.453583 32.881101836178843 -39.141082999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-77082123658199700342020-09-19T15:44:00.001-05:002020-09-26T12:30:10.249-05:00Memorias de un mago enamorado 29<div style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-28.html">Capítulo 28</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-30.html">Capítulo 30</a></b></div><br /><h2 style="text-align: center;">Memorias de un mago enamorado</h2><p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-f0WSz9tA4q0/X2ZsJt5IixI/AAAAAAAAETs/R0EV5jD-GXkH6-aC6vJOZDHlt1ll4QLNACLcBGAsYHQ/s819/fuego.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Chris Rhoads" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-f0WSz9tA4q0/X2ZsJt5IixI/AAAAAAAAETs/R0EV5jD-GXkH6-aC6vJOZDHlt1ll4QLNACLcBGAsYHQ/w250-h320/fuego.png" title="Foto original por Chris Rhoads" width="250" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@cwrhoads">Foto original por Chris Rhoads</a></td></tr></tbody></table><p><br /></p><h3 style="text-align: center;">Capítulo 29: Falso viento</h3><p><br /></p><p>Tras enviar el vídeo a Melodie, Atahualpa esperó diez minutos para recibir una respuesta. En su celular ni siquiera apareció la notificación de que ella lo hubiese visto. Pensó que quizá Melodía de la Muerte se acostaba tan temprano como un ave de corral. Tendría que esperar al día siguiente para saber la opinión de ella. Reprodujo el vídeo una vez más (lo había visto como veinte veces) con la esperanza de captar un nuevo y revelador detalle.</p><p>El vídeo duraba un minuto. La cámara no era de gran calidad y la persona que lo había tomado se había movido todo el tiempo, porque estaba corriendo por su vida. En sus últimos instantes, se giró para confrontar a su perseguidor. Ahí se podía ver al supuesto Zeferino con claridad. Tenía los detalles precisos, los ojos carmesí y el cabello rubio. Sin embargo sus movimientos eran torpes, a pesar de estar flotando en el aire, no tenía nada de la gracia y fluidez que había mostrado Celestino en su combate contra Atahualpa; era como ver un muñeco de movimientos articulados, al que debían hacer girar su cuello para que pudiera ver en una dirección, y luego mover sus brazos y piernas por separado para dar la sensación de que estaba con vida.</p><p>En ese punto, muy cerca de la verdad, Atahualpa se dejó distraer por la muerte de aquel infortunado habitante de la Aldea Pielroja. El supuesto Zeferino le arrojó varias cuchilladas de viento y lo cortó en pedazos. El celular cayó al suelo y por pura suerte no se rompió, alcanzando a grabar la espalda de su asesino al retirarse. Una espalda en la que sobresalía una joroba. Al menos Atahualpa creía que tenía forma de una joroba, aunque no podía estar segura porque la ocultaba la ropa que tenía puesta su enemigo, una especie de túnica blanca.</p><p>Atahualpa suspiró frustrado. La investigación no era lo suyo. Desde niño lo habían entrenado para ser un guerrero y ser digno heredero del legado de sus antepasados. Se esperaban dos cosas de él: ser un guerrero excelente, y encontrar una esposa digna con la cual procrear.</p><p>―Sé que tienes que ser falso. Si el tal Zeferino es la mitad de decente de lo que es Celestino, de ninguna manera habría destruido la Aldea Pielroja de tal modo, ni habría asesinado sin razón. ―Dijo Atahualpa para sí mismo.</p><p>―Lo que dices es verdad. Es una pena que no te sirva de nada. ―Resonó una voz distorsionada en su cuarto, como si proviniese de una radio averiada.</p><p>Atahualpa, quien había estado sentado en su cama, se puso de pie con un brinco y rodeó su propio cuerpo con llamas, tanto para defenderse como para atacar. Sus músculos tensos, sus ojos negros viendo para todos lados, intentando localizar el origen de la voz. Sólo tenía puestos los mismos pantalones negros del día anterior.</p><p>―Sin duda alguna eres Atahualpa. No entiendo por qué te dicen la Llama en la Mano si puedes generar fuego por todo tu cuerpo. Como sea, hoy no vine a jugar contigo, sólo necesito que mueras y no me causes problemas.</p><p>Atahualpa anticipó que el ataque provendría de la ventana, y tuvo razón a medias, porque un torbellino derribó ese muro; no contó con las otras ráfagas de viento que vinieron de las otras paredes, del suelo y del techo.</p><p>La casa se derrumbó bajo el azote de los vientos. En un parpadeo, la casa ardió en llamas y Atahualpa resurgió triunfante en medio de un tornado de fuego.</p><p>―Hay que ser temerario para venir de nuevo a la Aldea Pielroja, directamente a mi casa para destruirla, y atacarme con viento a sabiendas de que el fuego se alimenta de ese elemento. ―Había eco en las palabras de Atahualpa a causa de las llamas.</p><p>Flotando a cierta distancia, se encontraba el supuesto Zeferino. Sus ojos carmesí observaron a Atahualpa de modo ausente.</p><p>―Reconozco que tienes habilidad. A pesar de la superioridad del fuego sobre el viento, devorar el oxigeno con tus llamas es de gran complejidad técnica. ―Fue la misma voz distorsionada que Atahualpa había oído en su cuarto.</p><p>―¡Dejate de payasadas y muestra tu verdadera cara! ―Gritó Atahualpa enojado.</p><p>―¿De qué hablas? Soy Zeferino, el Vástago del Viento.</p><p>―¡Y un cuerno! Ahora que te tengo frente a frente, estoy seguro de que no eres el verdadero. Tu disfraz es muy bueno, desde luego, porque usaste su cadáver para elaborarlo. Lo usas como una segunda piel, una que no te encaja perfectamente. Y mantienes la distancia para que no pueda ver que tus labios falsos no se mueven, sino que trasmites el sonido con el viento y lo haces llegar directamente a mis oídos.</p><p>El supuesto Zeferino se sacudió y se encogió, y Atahualpa escuchó unas carcajadas de mujer anciana que le helaron la sangre.</p><p>―¡Eres adorable! Es una pena que tenga que asesinar a alguien tan talentoso y guapo como tú. ¡Como quisiera sujetarme de esos poderosos brazos! ―La voz ya no estaba distorsionada, y parecía pertenecer a una mujer que quería sonar sensual.</p><p>―¡Cállate y deja de mancillar los restos de Zeferino! No lo conocí en persona, pero para mis amigos él es alguien importante. ¡Muéstrame tu verdadero rostro!</p><p>―¿Y qué vas a hacer si no lo hago? Debo aprovechar cualquier ventaja para ganar contra alguien tan lindo y poderoso.</p><p>―¡Te dije que te callaras!</p><p>Atahualpa se quitó el tornado de fuego de encima y lo lanzó directo hacia el falso Zeferino, quien de inmediato fue retrocediendo para esquivar. Al hacerlo, el tornado de fuego se dividió en cien bolas de fuego que lo fueron atacando desde todos los ángulos. El falso Zeferino evadió los primeros ataques, y después se vio abrumado por la cantidad.</p><p>Las bolas de fuego fueron impactando al falso Zeferino, cuya piel ardió en llamas como si fuera una tela. Quien allí se ocultaba se desprendió de su disfraz y la arrojó lejos de sí misma: se trataba de una mujer rubia y de ojos azules, vestida con un sombrero puntiagudo de bruja y una túnica blanca con bordes y runas de color rojo.</p><p>Lo que le llamó más la atención a Atahualpa fueron las sensuales curvas de la bruja. Se esforzó por recuperar la concentración y usó su control sobre el fuego para reunir las cenizas del cuerpo de Zeferino; todavía calientes, las agrupó hacia sí mismo, y las recogió con sus manos. Pensó por un segundo y optó por meter las cenizas en un bolsillo de su pantalón. Sintió un poco de asco al pensar que estaba tocando un muerto.</p><p>Para defenderse de la gran cantidad de bolas de fuego, la bruja invocó una barrera de viento sobre sí misma y recibió todos las explosiones, absorbiendo el daño con su maná.</p><p>―Me forzaste a gastar una enorme cantidad de energía para defenderme, mago de la Llama en la Mano. Pero tú también usaste una cantidad de maná correspondiente. Un mago con más experiencia habría continuado atacando hasta eliminarme, o al menos producirme una herida considerable, en vez de distraerse con un acto sentimental. ―Dijo la mujer con voz coqueta.</p><p>―Mi intención no era lastimarte, sino quemar los restos de Zeferino. Antes de darte tu merecido quiero saber quién eres. Sin importar que tan hermosa seas, no voy a perdonar a la persona que atacó mi Aldea.</p><p>La bruja rompió en carcajada.</p><p>―¡Eres tan deliciosamente ingenuo! A un verdadero guerrero no le importa la identidad de su enemigo. ¡Lo único que importa es que esté muerto! Voy a complacerte, porque puedo recuperar algo de maná mientras hablo contigo. Supongo que tú harás lo mismo, aprovechando la alta concentración presente en la Aldea Pielroja.</p><p>―¡No juegues conmigo bruja! ¡Dime quién eres! ―Bramó Atahualpa.</p><p>La bruja tomó su sombrero con una mano e hizo una corta reverencia.</p><p>―Mucho gusto, Noveno Atahualpa. Yo soy aquella conocida como Huracán Lena, la belleza eterna, el desastre ambulante. Fui reclutada por el Dios Dragón del Fuego para llamar tu atención y provocar una pelea entre ese clon que mi hijo fabricó y tú. Melodía de la Muerte estaba bajó la protección del Mago Hartwell, y el Dragón del Fuego no podía atacarla sin iniciar un conflicto global. Parece ser que mi intervención salió mejor de lo esperado. El Mago Hartwell ha desaparecido y el velo ha caído. Ahora voy a recibir tanto la adoración de los ordinarios como de los magos, ¿no crees que es genial? No serán muchos los que sobrevivan al banquete del Dios Dragón, pero me contentaré con los que queden.</p><p>Atahualpa se quedó parpadeando con expresión atontada.</p><p>―¿Huracán Lena? ¿Eres una bruja con título? Jamás había escuchado de ti.</p><p>La bruja le arrojó una cuchillada de viento. No fue un golpe ingenioso, sino una ráfaga producto de la rabia que Atahualpa pudo evadir con facilidad.</p><p>―¡Mocoso insolente! Es cierto que he mantenido un perfil bajo los últimos dieciocho años, ¡pero eso no le da a nadie el derecho de olvidar mi nombre! ¡Soy la destructora de hogares, aquella que rompe corazones con su belleza y su magia!</p><p>Atahualpa volvió a parpadear desconcertado.</p><p>―Creo que lo único relevante de todo lo que has dicho es que eras la madre de Zeferino. O sea que estás en el bando que quiere destruir a la mujer que él amo y a un clon que es muy similar al propio Zeferino. Y lo peor de todo, que utilizaste el cadáver de tu hijo como si fuera un disfraz barato. Tampoco te importó atacar mi Aldea ni matar personas inocentes. Creo que estoy en todo el derecho de romper tu cara, anciana.</p><p>Cruzaron miradas asesinas, el mago de fuego y la bruja de viento, ambos flotando con el poder de sus elementos bajo el manto oscuro de la noche, iluminados solamente por las estrellas fulgurantes.</p><p>Atahualpa se rodeó en llamas y construyó un ave de fuego que graznó enfurecida y se arrojó sobre Lena para aplastarla con su pico.</p><p>Lena no se movió.</p><p>Cuando el ave de fuego estaba a un metro de distancia, desapareció sin dejar rastro. Atahualpa se quedó en el aire, con expresión confundida, y empezó a caer.</p><p>―¿Qué? ―Dijo el joven, y al intentar respirar lo comprendió.</p><p>Nada de aire entró a sus pulmones, ni por su nariz ni por su garganta. Atahualpa calculó que su enemiga lo había atrapado en un área de tres metros donde no disponía de oxigeno para inhalar, y mucho menos para encender su fuego mágico.</p><p>―Ten una buena caída. ―Se despidió Lena agitando su mano.</p><p>Lena se concentró para mantener el área sin oxigeno sobre Atahualpa, acompañando su vertiginoso descenso hasta el suelo. No despegó los ojos de la calva cabeza de su enemigo ni por un segundo, por lo que pudo ver claramente cuando en el último momento, a pesar de la imposibilidad química, Atahualpa creo con su mano derecha una bola de fuego azul y causó una explosión en el suelo que redujo el impacto de su caída.</p><p>―¡Imposible! ―Gritó Lena, frustrada por no haberse salido con la suya.</p><p>Atahualpa se puso de pie, en medio del cráter que había quedado tras la explosión. Sudaba profusamente, y respiraba con dificultad. La llama en su mano seguía resplandeciendo con azul fulgor. A continuación murmuró para sí mismo; Lena lo pudo escuchar porque el viento le trajo sus palabras.</p><p>―Nadie puede apagar mi llama. Mi llama va a arder incluso después de mi muerte.</p><p>La bruja Lena recuperó un poco de serenidad y miró a Atahualpa con desprecio.</p><p>―Ya veo. Un fuego que no enciendes con oxigeno sino con tu propia vida. Una técnica prohibida y tonta. ¿De que sirve vencer a tu oponente si tú también vas a morir, mocoso? Si únicamente puedes usarla con tu mano derecha, será muy fácil de esquivar.</p><p>Atahualpa apuntó la bola de fuego azul contra el piso y creo una nueva explosión, una que lo propulsó derecho hacia la bruja Lena.</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">...</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-28.html">Capítulo 28</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-30.html">Capítulo 30</a></b></p><h4 style="text-align: center;"><br /></h4><h4 style="text-align: center;">Nota de autor (12 de Septiembre de 2.020)</h4><p><br /></p><p>Tuve muchas dificultades con este capítulo, pero no por el capítulo en sí mismo. En parte por circunstancias personales, y en parte porque el final de <i>Mago enamorado</i> se hizo visible para mí. Para la mayoría de escritores, creo, percibir el final de lo que escriben les produce un suspiro de alivio. No para mí. Yo siento tristeza y ansiedad, como si a una persona real le hubiese sido diagnosticada una enfermedad terminal. Una parte irracional de mí se deja llenar por la depresión y hasta se convence de que seré más feliz si no termino la historia.</p><p>Mi novia me aconsejó tomar un par de semanas de descanso porque se dio cuenta de que yo estaba muy estresado y forzando mi escritura. El hiato me sirvió para determinar el origen de mi depresión, y pensar mejores formas de seguir escribiendo.</p><p>Mi plan de acción es el siguiente:</p><p><br /></p><p>1. De ahora en adelante mis patrocinadores tendrán acceso al documento de Google en el que escribo la historia. Así podrán dejarme comentarios directamente en alguna parte que les interese y ver como la historia avanza en tiempo real. Mi método de escritura consistirá en escribir 2.000 palabras el día Sábado, probablemente en la mañana. Voy a utilizar mis redes sociales para informar del momento en que me encuentre trabajando en el documento de Google.</p><p>2. No voy a publicar más cuentos, prefiero concentrarme en las novelas, así que pronto tendré lista la recopilación con los cuentos que ya escribí.</p><p>3. Voy a procurar hacer vídeos para YouTube, pero sin afanes. Me tomaré el tiempo necesario para escribir un buen guión y hacer una grabación decente, por lo que mis vídeos serán esporádicos.</p><p>4. Calculo que faltan veinte capítulos para el final de <i>Mago enamorado</i>, más o menos. Fue divertido escribir una novela gratis y que este disponible para todos, para que cualquiera pueda ver que mi estilo se inclina por las novelas ligeras y la fantasía oscura.</p><p>5. Hay otra novela cuyo borrador ya he terminado pero aún la estoy revisando, se llama <i>Mi mujer es una serpiente</i>. También quiero mostrar su proceso de desarrollo a mis patrocinadores, pero no sé si se las voy a compartir antes o después del final de <i>Mago enamorado</i>, creo que dependerá de cuán bien maneje mi tiempo. Cuando esté lista la voy a vender por Amazon; desde luego mis Patrocinadores también tendrán acceso a <i>Mi mujer es una serpiente</i>.</p><p><br /></p><p>Reitero mi agradecimiento a todos mis lectores y espero tener energías para hacer aún más de lo que ya me he propuesto.</p><p><br /><b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br /><br />Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br /><br /></p><ol><li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li><li>Dejar un comentario</li><li>Recomendarme en tus redes sociales</li></ol><p><br />Gracias por leer.<br /></p><p><br /></p>Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-23.739365836178845 -109.453583 32.881101836178843 -39.141082999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-33644111787542441672020-08-30T18:47:00.001-05:002020-09-19T15:44:46.663-05:00Memorias de un mago enamorado 28<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-27.htm">Capítulo 27</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-29.html">Capítulo 29</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-cpCpgYNFEyE/X0w5eCd_T_I/AAAAAAAAES8/JqsdyIlXUD8LzXoi4lHOsPEpj3cxkj6DQCLcBGAsYHQ/s1600/magica.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Almos Bechtold" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-cpCpgYNFEyE/X0w5eCd_T_I/AAAAAAAAES8/JqsdyIlXUD8LzXoi4lHOsPEpj3cxkj6DQCLcBGAsYHQ/s320/magica.png" title="Foto original por Almos Bechtold" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@almosbech" target="_blank">Foto original por Almos Bechtold</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 28: Melodía de la muerte</h3>
<br />
<i>¿Por qué esta canción sigue viniendo a mí?</i><br />
<br />
―¿Abuela?<br />
<br />
<i>Es tan difícil no dejar salir esa canción.</i><br />
<br />
El Dragón del Viento batió sus alas, lanzando diez cuchilladas de aire que destrozaron a la pequeña Melodie en pedazos.<br />
<br />
<i>Es una canción tan bella, me pide que la deje salir, para que todos la puedan oír.</i><br />
<br />
De cada trozo cercenado surgieron chorros de sangre y luz que volvieron a unirse para reconstruir a Melodie donde había estado de pie.<br />
<br />
<i>Si no fuera por mi abuela, la podría dejar salir.</i><br />
<br />
―<i><b>¡IMPOSIBLE! ¡AÚN SI ERES SU HIJA, NO PUEDES SER COMO NOSOTROS!</b></i><br />
<br />
<i>Mi abuela ya no está. Ya no está, al igual que Tom.</i><br />
<br />
El Dragón del Viento se elevó a una distancia prudencial, creo un torbellino a su alrededor y lo siguió alimentando para convertirlo en el huracán más poderoso que pudiera construir sin destruir su vasija.<br />
<br />
<i>Yo maté a Tom. El ángel mató a mi abuela.</i><br />
<br />
Melodie percibió que el huracán iba a destruir la casa de su abuela, las casas vecinas, a todas las personas que vivían en la zona, y sobretodo, a su pequeño hermano Fernando, que estaba desmayado junto con los pollos.<br />
<br />
<i>No es un ángel, es un demonio.</i><br />
<br />
Ella abrió su boca, rotas las cadenas que la habían estado conteniendo hasta entonces.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>Grita tu nombre el viento,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>que sopla en los recodos de mi corazón,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>grita tu nombre y es suficiente,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>para acallar mi dolor.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
El Mago Hartwell emergió como una mancha negra del suelo, su túnica negra apenas y contenía una delgada figura de cuello alargado, sobre el cual el gorro feo pendía con fragilidad. Vio a Melodie abrazando el cuerpo inerte de su hermano.<br />
<br />
Más allá, estaba el cuerpo que había pertenecido al Dragón del Viento. Sus muertos y abiertos ojos carmesí mostraban incredulidad. En cambio la sonrisa en su rostro era de alegría. Había plumas desperdigadas a su alrededor, sobretodo por debajo de su cabello rubio. Hacia ese cadáver caminó el Mago Hartwell. Le puso una mano que en realidad parecía la garra de una pantera, y el hombre se convirtió en cenizas que fueron absorbidas por la túnica negra, aspiradas como si fueran hojas en otoño.<br />
<br />
―Ahora puedes descansar. Al menos tu cuerpo no irá a ese horrible lugar. ―Dijo el Mago Hartwell con solemnidad.<br />
<br />
Sólo cuando lo escuchó hablar, fue que Melodie notó su presencia. Acostó el cadáver de su hermano con la mayor gentileza que pudo. Se puso de pie y se dirigió hacia el Mago Hartwell, arrastrando los pies. Avanzó hasta aferrar la túnica negra con sus puños de niña, contra la cual escondió su rostro.<br />
<br />
―Abuelo. ¿Por qué, abuelo?<br />
<br />
―Porque tenía que suceder. ―Respondió Hartwell con tono monótono.<br />
<br />
―Abuelo, tú puedes hacer cualquier cosa, lo que sea, la abuela me lo dijo. Por favor, los tienes que salvar, a los dos, por favor. ―Suplicó Melodie, con su voz chillona<br />
<br />
El Mago Hartwell negó con la cabeza, fofa y enorme como la de un hipopótamo.<br />
<br />
―¡No! ¡No y no! ¡Tú puedes, sé que puedes! ¡Por favor!<br />
<br />
―Yo no soy un ser todopoderoso, nieta mía. Yo no soy más que un balanza para medir. Tu abuela está más allá de cualquier cosa que me puedas ofrecer. Sin embargo, es posible revivir a Fernando, si estás dispuesta…<br />
<br />
―¡Sí, claro que sí! ―Lo interrumpió Melodie a gritos.<br />
<br />
―¿Aún si debes perder...?<br />
<br />
―¡No me importa, por favor, sólo hazlo!<br />
<br />
―Muy bien.<br />
<br />
El Mago Hartwell tomó a Melodie de la mano y caminaron hasta el cadáver de Fernando. Sin soltar a Melodie, puso su otra mano sobre la frente del niño muerto. Sus manos cambiaron de forma varias veces durante ese lapso.<br />
<br />
La misma luz que había surgido de Melodie cuando había sido herida, volvió a aparecer, emanando tanto del Mago Hartwell como de ella. La luz se fue transmitiendo de ellos hacia Fernando, quien pronto empezó a respirar con normalidad.<br />
<br />
Melodie cayó sentada al suelo, mareada, respirando con dificultad.<br />
<br />
―Estás exhausta. Usaste tu poder al máximo de tu capacidad para eliminar al Dragón del Viento. Y acabas de perder la mitad de tu tiempo de vida. No creo que vayas a vivir más allá de los cuarenta años.<br />
<br />
El Mago Hartwell se dio cuenta que ella no le había prestado atención. Los ojos avellana de la niña sólo estaban observando a su hermano respirar apaciblemente. Leyó la felicidad en el rostro infantil y decidió que tenía que destruir ese sentimiento de complacencia por el bien del futuro.<br />
<br />
―¿Crees que basta con salvar a tu hermano? ¿Qué hay de las tres mil quinientas personas que acabas de matar? ¿No significan nada para ti?<br />
<br />
La niña levantó la mirada hacia él, y se lo quedó viendo asombrada.<br />
<br />
―¿Qué?<br />
<br />
―Así es. Mira a tu alrededor. ¿No ves los pollos muertos? ¿No ves las plantas y flores marchitas? Tu melodía de la muerte se extendió en ocho kilómetros a la redonda. Has cometido una masacre de grandes proporciones. Ahora todos los magos y brujas van a temblar ante la mera mención de tu nombre. Y tu poder sólo ira aumentando, hasta que termines por envolver este mundo bajo tu canción de muerte.<br />
<br />
―No, no. No puede ser. ¿Por qué? ¿Por qué abuelo? ¿Por qué no hiciste nada?<br />
<br />
El Mago Hartwell no le respondió.<br />
<br />
―Es tu culpa. Todo es tu culpa. ¡La abuela murió por tu culpa! ¡Todos murieron por tu culpa!<br />
<br />
El Mago Hartwell se fue convirtiendo en una mancha negra que se hundió en el suelo hasta desaparecer sin dejar rastro.<br />
<br />
―No quiero volver a verte, ¡nunca! La próxima vez, la próxima vez que te vea, ¡voy a cantar para ti! ¡Lo prometo!<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
La invisible y letal canción se fue esparciendo más allá de Melodie y Celestino, más allá del ejército de Harpías, como la misma sombra de la muerte.<br />
<br />
Las tres Medusas de la División Cuatro se quitaron sus lentes oscuros y se petrificaron entre sí, prefiriendo la esperanza de ser liberadas por un golpe de suerte por encima de una muerte certera.<br />
<br />
El Capitán Jace y su Escuadrón Dragón de la División Tres se dieron a la fuga de inmediato, azuzando a sus lagartos alados a pesar de saber que era imposible ser más rápidos que la Melodía de la Muerte.<br />
<br />
Las hijas del Dios Dragón del Viento activaron una Piedra de Teletransportación. La fanfarronería había abandonado sus caras y había sido reemplazada por un temor absoluto.<br />
<br />
La chica rubia de la División Uno, Key, se lanzó a la vanguardia con una explosión de fuego que la arrojó directamente hacia Melodie y Celestino. Un mandoble más largo que ella apareció en sus manos, y Key esgrimió la punta hacia adelante, adivinando por intuición la posición de la canción asesina.<br />
<br />
Cuando la punta del mandoble y la canción chocaron, se produjo una retroalimentación acústica. Tanto Melodie como Key fueron arrojadas para atrás. Celestino reaccionó y cogió a Melodie entre sus brazos para que no cayese al suelo. Key en cambio se fue a estrellar contra una casa cercana.<br />
<br />
―¡Mel! ¿Estás bien, Mel?<br />
<br />
Ella parpadeó confundida, y luego posó sus ojos avellana sobre él.<br />
<br />
―¿Cel? ¿Qué acaba de ocurrir?<br />
<br />
―No sé cómo, pero esa mujer acaba de bloquear tu canción. Lo pude sentir, esa espada grande pudo destruir tu canción.<br />
<br />
―Entonces, ¿nadie murió?<br />
<br />
―Nadie, excepto las Harpías, claro.<br />
<br />
―¡Qué alivio! ―Las lágrimas se asomaron al rostro de Melodie.<br />
<br />
Celestino asintió, aunque por dentro sintió aprehensión ante la oponente que había aparecido de la nada. Fue entonces cuando cayó en cuenta de que Melodie estaba lastimada.<br />
<br />
―¡Melodie, tu mano!<br />
<br />
Ella miró hacia la misma dirección que él. El dorso de su mano derecha tenía un moretón.<br />
<br />
―Ni siquiera hay sangre, no tienes que preocuparte Cel.<br />
<br />
Otra explosión los hizo fijarse en la chica rubia, que se detuvo a un par de metros de ellos. Un vistazo le bastó a Celestino para analizarla.<br />
<br />
―Usa magia de fuego para levitar, similar a Atahualpa, pero a un nivel mucho más refinado.<br />
<br />
Key se sacudió su corto cabello rubio y erizado con su mano derecha. Tanto Celestino como Melodie pudieron ver que tenía un moretón idéntico al que tenía Melodie, del mismo tamaño y en el mismo lugar.<br />
<br />
―¡Me decepcionas, Melodía de la Muerte! No puedo negar que tu poder puede compararse con el mio. Sin embargo tu control deja mucho que desear. Creía que eras un monstruo que disfrutaba matando inocentes. Ahora veo que eres algo peor, eres una idiota.<br />
<br />
Melodie se separó de Celestino y manipuló el viento para flotar por cuenta propia.<br />
<br />
―¿Quién eres tú?<br />
<br />
―Mi nombre es Key, una Guerrera Mística. Aunque eso no debe significar nada para ti. Provengo de otra dimensión diferente a esta. El Dragón de Fuego, mi padre, me trajo aquí para combatir fuego con fuego. O sonido con fuego, mejor dicho.<br />
<br />
Los ojos azules se midieron con los ojos avellana, y luego se posaron sobre los ojos carmesí.<br />
<br />
―Tú por otro lado, clon, tienes un control perfecto sobre el viento, y acabas de hacer un excelente trabajo para amortiguar la expansión del poder de esta tonta. He escuchado grandes cosas de mi primo Zeferino, y tú eres digno de heredar su título. No creas que no me di cuenta que me ayudaste a atemperar la violencia de nuestro choque. ―Congratuló Key.<br />
<br />
―Nuestra intención desde un principio era detener a las Harpías. Eso de la extinción humana es un negocio de tu padre, no nuestro. ―Replicó Celestino.<br />
<br />
El largo mandoble volvió a aparecer en las manos de Key, y apuntó a Melodie con su arma.<br />
<br />
―Oh, ¿en serio? Por lo que he escuchado, si hay alguien capaz de extinguir a la humanidad es esta tonta. ¿Estás seguro de estar en el bando correcto, clon?<br />
<br />
Algo iba a replicar Celestino, pero Melodie se le adelantó.<br />
<br />
―Él tiene un nombre, se llama Celestino. ¿Qué hay de malo con que sea un clon? Eso no hace de Cel menos persona que tú o yo.<br />
<br />
―¡Vaya, así que puedes hablar por ti misma! ¡Eso me gusta más! Si vas a ser la heroína de este mundo, lo menos que puedes hacer es defender a la persona que amas. Tienes toda la razón, a mí tampoco me importa si es un clon o no. Lo que sí me importa es lo siguiente: ¿puedes vencerme, sí o no, nieta del Mago Hartwell?<br />
<br />
Celestino contempló a Melodie con preocupación. Ella se dio cuenta e intentó sonreír para tranquilizarlo, aunque su boca sólo compuso una mueca adolorida.<br />
<br />
―No te preocupes Cel. Te dije que ya lo había recordado todo. Sé que soy la nieta de ese sujeto, y… Todo lo demás.<br />
<br />
―¿Pero qué hay de lo que él no te ha dicho? ¿Acaso piensan quedarse conversando aquí conmigo todo el día, mientras el Dragón del Fuego se come a todos los que viven en esta ciudad? ―Interrogó Key con seriedad.<br />
<br />
―¿Qué? ―Espetó Melodie, quien se giró para ver a Celestino de modo inquisitivo.<br />
<br />
―Es verdad. El viento me informó que el Dragón de Fuego se ha transformado en, bueno, un Dragón verdadero, y está devorando a cuanta persona se atraviese en su camino. Se encuentra en el centro de la ciudad.<br />
<br />
Melodie y Celestino se contemplaron a los ojos, comunicándose sin cruzar palabras.<br />
<br />
―Sólo nosotros lo podemos detener. ―Afirmó Melodie.<br />
<br />
Se iban a tomar de la mano cuando Key agitó su mandoble en medio de los dos y los obligó a separarse.<br />
<br />
―¿Qué crees que estás haciendo, Melodía de la Muerte? ¡Aún no respondes mi pregunta! ¿Puedes vencerme, sí o no?<br />
<br />
―¿Por qué te interpones en nuestro camino? Tú no eres como los demás seguidores de los Dragones, ¡tú estás cuerda! ¿Por qué pelear con nosotros? ―Celestino la interpeló con desesperación, pues por un momento creyó que habían hecho una aliada.<br />
<br />
En los ojos de Key, tan azules como un mar tranquilo, se traslucía una tristeza insondable.<br />
<br />
―Estoy atada a hacer su voluntad, porque hice un pacto. Estoy aquí para combatir a la Melodía de la Muerte, y eso es lo que pienso a hacer.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-27.htm">Capítulo 27</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/09/memorias-de-un-mago-enamorado-29.html">Capítulo 29</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (24 de Agosto de 2.020)</h4>
<br />
Me retrasé un par de días con este capítulo. Pido disculpas por ello. He estado lidiando con mi depresión jugando The Binding of Isaac como loco. Estoy contento de haber salido de estos capítulos de Flashback y estar de regreso a la historia principal, aunque seguramente habrá otros capítulos donde volveremos al pasado.<br />
<br />
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (30 de Agosto de 2.020)</h4>
Queridos lectores, escribo esta nota para comunicar que Memorias de un mago enamorado va a entrar en hiato por un par de semanas. Muchos creadores de contenido han tenido que tomarse una pausa en sus actividades durante esta pandemia y aunque lo he intentado con todas mis fuerzas, yo tampoco voy a ser la excepción. De hecho he llegado al punto en que me siento quemado, con cero creatividad y motivación. Espero publicar un nuevo capítulo exclusivo para mis Patrocinadores el 12 de Septiembre, que será luego puesto para todos en el blog de Rhaidot el 19 del mismo mes.<br />
<br />
Aunque tengo que seguir trabajando como vendedor cincuenta horas a la semana porque gracias a eso no me muero de hambre, espero que este lapso de descanso me ayude a recuperar las energías creativas necesarias para seguir escribiendo.<br />
<br />
Muchas gracias por su apoyo, paciencia y comprensión.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-62395984578940205622020-08-23T07:28:00.000-05:002020-08-30T18:47:30.303-05:00Memorias de un mago enamorado 27<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-26.html">Capítulo 26</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-28.html">Capítulo 28</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-xkCSX9a9PK4/X0JfaMNmeSI/AAAAAAAAESw/e2poJXhhr0sb9s1hGlhEPyFRDnlB4SFDQCLcBGAsYHQ/s1600/magia.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Rhett Wesley" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-xkCSX9a9PK4/X0JfaMNmeSI/AAAAAAAAESw/e2poJXhhr0sb9s1hGlhEPyFRDnlB4SFDQCLcBGAsYHQ/s320/magia.png" title="Foto original por Rhett Wesley" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@rhett__noonan" target="_blank">Foto original por Rhett Wesley</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 27: ...nieta mía</h3>
<br />
La abuela de Melodie estuvo muy pendiente de su nieta. Su yerno decía, en broma, que era una abuela helicóptero. Su hija estaba muy feliz con su presencia y apreciaba todo el tiempo que le dedicaba. Nada raro pasó por un tiempo, por lo que la abuela se relajó a pesar de las constantes advertencias del Mago Hartwell. Poco días después del primer cumpleaños de Melodie, su abuela la escuchó llorando en la habitación de sus padres. A pesar de su edad, corrió como un rayo y la encontró abrazando a Tom, el gato de la familia. El gato estaba inerte entre sus pequeños brazos de niña.<br />
<br />
―Melodie, ¿qué pasó? ¿Por qué estás llorando?<br />
<br />
―¡Tom! ¡Tom! ―Repitió Melodie, una y otra vez.<br />
<br />
La abuela comprendió e hizo lo que había decidido hacer de antemano. Cogió a Melodie por los hombros y la sacudió con violencia, la suficiente como para que soltase el cadáver del gato, aunque no para hacerle daño realmente.<br />
<br />
―¡Te dije que no debías cantar! ¡Nunca, nunca! ¡El gato está muerto por tu culpa! ¡Tú mataste a Tom!<br />
<br />
La niña, confundida, aumentó su llanto.<br />
<br />
El padre de Melodie determinó que el gato había sufrido un paro al corazón. O que había sido envenenado. Lo metió en un costal y lo fue a enterrar en un terreno baldío.<br />
<br />
La abuela tuvo la esperanza de que el regaño fuera suficiente. Siguió con un ojo abierto sobre su nieta.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Cuando Melodie tenía tres años, su madre cayó gravemente enferma durante una semana. La abuela fue a cuidarla y notó que su nieta estaba comportándose extraño, pues intentaba mantenerse alejada de ella, cuando normalmente no quería despegarse de sus faldas.<br />
<br />
Cuando la madre de Melodie ya estaba recuperándose y podía salir de la cama por un par de horas, la niña finalmente se acercó a su abuela.<br />
<br />
―Mamá enfermó, por mi culpa. Yo, canté. ―Confesó Melodie.<br />
<br />
La abuela suspiró aliviada, pues ya lo había sospechado.<br />
<br />
―Melodie, voy a tener que castigarte. Tú entiendes por qué, ¿cierto?<br />
<br />
La niña asintió, moviendo su cabello negro de arriba a abajo. Vacilante, se bajó los pequeños pantalones que tenía puestos ese día, y su abuela le dio palmadas hasta que se le cansó el brazo. Ninguna de los dos se lo comentó a nadie. Fue un secreto entre las dos, como el abuelo invisible que sólo ellas podían ver.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Cuando Melodie tenía cinco años, tuvo una pelea con un niño que era hijo de unos amigos de sus padres. Ocurrió en un parque cercano. El niño le arrebató su bicicleta a Melodie y pedaleó alrededor de ella describiendo un círculo, mofándose y mostrando la lengua. Cada vez que Melodie lo intentaba atrapar, el niño se alejaba de ella y se reía más fuerte.<br />
<br />
Melodie dejó de llorar, se quedó muy quieta, murmurando algo que sólo el niño pudo escuchar, algo que lo hizo perder el equilibrio y golpear su espalda de modo tan tremendo que sufrió fracturas múltiples, que degeneraron en una joroba.<br />
<br />
Todos se sorprendieron cuando la abuela de Melodie le dio una bofetada tan fuerte que le tumbó un diente de leche. La tildaron de exagerada, retrograda y chapada a la antigua, pero por fin Melodie aprendió su lección.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
―Hoy es el día, ¿verdad? ―Preguntó la abuela de Melodie.<br />
<br />
El día anterior había sido el cumpleaños de su nieta. Melodie realmente había querido visitarla y pasar con ella todo el fin de semana. El Mago Hartwell le había comprado una casa en la parte campestre de la ciudad. La parte trasera de la casa tenía un terreno para cultivar que la abuela había llenado con cilantro. También tenía una docena de pollos merodeando por ahí, Melodie y el pequeño Fernando los estaban persiguiendo por todos lados.<br />
<br />
La abuela y el Mago Hartwell contemplaban a los niños, tomados de la mano, aunque la de él tenía la apariencia de la pinza de una langosta. Ante el comentario de ella, el Mago Hartwell dejó escapar una medio carcajada.<br />
<br />
―Ya no debería sorprenderme tanto. Aún así, debo preguntar, ¿cómo lo sabes, querida?<br />
<br />
―Bueno, para empezar, estamos en el año que indicaste. Sin embargo hay algo extraño sobre este día. Me siento observada, y la gente se comporta de modo diferente. Hoy mis vecinos saludaron con un asentimiento de cabeza en vez de desearme un buen día. Hay más carros transitando por la zona, lo que es inusual. Y por último, estás tan nervioso que estás a punto de triturar mis viejos huesos.<br />
<br />
―Lo siento.<br />
<br />
―Está bien, todavía lo puedo soportar. Querido, cuando yo muera, ¿qué va a suceder conmigo? ¿Es posible que nos veamos de nuevo?<br />
<br />
La espalda del Mago Hartwell se hinchó junto con su pecho, se inclinó hacia adelante y su cara indefinible se estiró hacia adelante como un pico: pareció una especie de cuervo negro borroso y gigante.<br />
<br />
―Vernos de nuevo es posible, pero antinatural. Tú morirás y te convertirás en energía, veintidós gramos para ser precisos. Te unirás con el universo y luego volverás a renacer. Tus experiencias en esta vida van a trazar un trayecto para tu próxima vida, un efecto residual y subconsciente, que puede ser positivo o negativo dependiendo de tus acciones. Serás alguien completamente diferente, el agua que cae de la cascada no es la misma, aunque no se mueva de lugar. Si yo intento interferir con tu ciclo, lo único que puedo lograr es perjudicar tu existencia.<br />
<br />
―Es una lastima. Me gustaría que nos pudiéramos ver de nuevo, aunque no fuera más que por un momento. ¿Cómo eran las otras mujeres de las que te has enamorado?<br />
<br />
―Pues para empezar. no todos fueron mujeres. Supongo que tenían una personalidad similar a la tuya.<br />
<br />
―Quizá yo sea todas esas personas, buscando encontrarte en cada una de mis vidas. ―Sugirió la abuela sonriendo. Todavía tenía todos sus dientes.<br />
<br />
―Es un bonito pensamiento, aunque sea falso.<br />
<br />
La abuela, viendo jugar a sus nietos, tembló visiblemente.<br />
<br />
―No me importa lo que pase conmigo, ¿pero que hay de Fernando? ¿Lo puedes salvar a él? ¡Apenas tiene cuatro años! ―Suplicó ella gimoteando.<br />
<br />
El Mago Hartwell nada respondió.<br />
<br />
Los niños se acercaron corriendo, el pequeño Fernando un poco adelantado a Melodie, pues ella venía cargando un pollo gordo entre sus brazos. El pollo aleteaba alterado.<br />
<br />
―¡Abuela, abuelo! ¡Cogimos un pollo! ―Anunció Melodie con alegría.<br />
<br />
―¡Pollo! ¡Pollo! ―Fernando hizo eco con el escaso vocabulario que tenía.<br />
<br />
La abuela se tragó sus lagrimas y le sonrió a sus nietos.<br />
<br />
―Bien hecho Melodie. Ahora suelta al pollo y permite que tu hermano lo atrape. Mientras tanto siéntate a nuestro lado.<br />
<br />
Fernando salió corriendo detrás del despavorido pollo. Su hermana y sus abuelos se lo quedaron viendo en silencio por un largo rato.<br />
<br />
―¿Por qué solamente tú y yo vemos al abuelo? Ni Fernando ni mis padres lo pueden ver.<br />
<br />
La abuela le frotó la cabeza a la niña, desarreglando su cabello negro.<br />
<br />
―Eso ya te lo he explicado antes Melodie.<br />
<br />
―Pues sí, pero sigo sin entender.<br />
<br />
El Mago Hartwell se sacudió hasta parecer un enorme oso con una túnica negra y un gorro feo sobre la cabeza.<br />
<br />
―Es muy simple nieta mía. Hace muchísimo tiempo, un malvado Dragón vino a este mundo para conquistarlo. No buscaba conseguir esclavos, sino poner su marca sobre ellos. Una marca invisible que ata a las personas a otra dimensión, al lugar del que provino el Dragón, un siniestro lugar que no debe ser nombrado a la ligera. Si todas las personas son atadas, entonces este mundo podría ser destruido por el capricho de esos falsos dioses. Por eso, poco después de la llegada de ese feo Dragón, apareció el más galante y valiente héroe de todos, un mago tan poderoso que se hizo llamar Mago con M mayúscula. Para oponerse a la conquista del feo Dragón, el Mago compartió su magia con aquellos que así lo deseasen. A cambio, el Mago obtuvo todo tipo chucherías, desde almas hasta partes corporales, algunas útiles y otras no tanto. Lo importante era que los hijos de aquellas personas obtendrían la magia de sus padres. Aquellos con magia estaban protegidos contra la marca de esa terrible dimensión destructora. Por supuesto, el Dragón estaba furioso. Sin embargo no podía agarrarse a trompadas con el Mago porque ambos eran iguales: únicamente habrían hecho un desastre. A regañadientes, el Dragón tuvo que modificar su marca para que sus usuarios pudieran usar magia. Muchos prefirieron obtener magia del Dragón, porque les pareció mejor idea condenar a todos y no solamente a ellos mismos. El Dragón le propuso al Mago un trato, crear un Velo que mantuviera separados a los ordinarios de los mágicos, y el Mago aceptó. Claro, ese era el plan del Mago desde el principio, forzar una sana competencia comercial que mantuviera ocupado al Dragón durante miles de años. Porque lo que más necesitaba el Mago era tiempo, el tiempo suficiente para que pudiera nacer un mago, o mejor dicho, una bruja con el poder suficiente para erradicar al Dragón y a cualquier invasor. Alguien que pudiera proteger este mundo para siempre. Y adivina qué, ese grandioso Mago, ¡era yo, tú abuelo!<br />
<br />
―Abuela, no le entiendo al abuelo ni la mitad de lo que dice, y todavía sigo sin saber por qué los demás no lo ven. ―Protestó Melodie.<br />
<br />
Un viento malévolo sacudió los árboles. La abuela sintió un escalofrío. Fernando se quedó paralizado, al igual que el pollo. Melodie levantó la vista con curiosidad. El Mago Hartwell se encogió hasta parecer un hombre muy anciano y encorvado.<br />
<br />
Del cielo, batiendo sus diez alas, aterrizó un hombre de cabello rubio y ojos carmesí.<br />
<br />
―<b><i>¡TÚ HISTORIA ES PARCIAL Y FALSA, MAGO!</i></b> ―Bramó el Dragón del Viento en cuanto tocó el suelo.<br />
<br />
La abuela y Fernando cayeron desmayados en el acto.<br />
<br />
―¡Abuela! ¡Hermano! ―Gritó Melodie, corriendo hacia ellos.<br />
<br />
―Como siempre, la sutileza no es lo tuyo, Viento. ―Saludó el Mago Hartwell, sin moverse de su lugar.<br />
<br />
―<i><b>¡POR FIN HE DESCUBIERTO TU SECRETO! ¡NO PODÍAS OCULTAR A TU FAMILIA POR SIEMPRE! ¡DESTRUISTE CIUDADES ENTERAS CON TUS ATAQUES TERRORISTAS, SACRIFICANDO UN SECUAZ TRAS OTRO, ÚNICAMENTE PARA TENER TIEMPO A SOLAS CON ELLOS! ¿LOS AMAS, O LOS USAS? ¡SEA COMO SEA, PIENSO MATARLOS A TODOS! ¡ESTA VEZ NO ME VOY A DETENER, INCLUSO SI NUESTRO COMBATE DESTRUYE EL MUNDO ENTERO! ¡ES MEJOR ESE SACRIFICIO, A PERMITIR QUE TU SEMILLA SE TRANSFIERA A OTROS UNIVERSOS!</b></i><br />
<br />
El Mago Hartwell se puso de pie e hizo una reverencia. Pareció que bajo el feo gorro había un hombre alto y negro.<br />
<br />
―Hoy no voy a luchar contigo, hagas lo que hagas. Pero debo advertirte de que, si los atacas, será mi victoria.<br />
<br />
Habiendo dicho eso, el Mago Hartwell se fue fusionando con el suelo, hundiéndose bajo una mancha negra hasta desaparecer por completo, sin dejar rastro alguno.<br />
<br />
―¡Abuelo! ¡Sálvanos, abuelo! ―Aulló Melodie, una y otra vez.<br />
<br />
En un parpadeo, el Dragón del Viento apareció detrás de Melodie y le asestó un puñetazo que la atravesó de lado a lado. Ella cayó, sus entrañas y su sangre saliendo del hueco en su estómago.<br />
<br />
Con igual velocidad, el Dragón del Viento se desplazó y puso su pie sobre la cabeza de la abuela, para luego aplastarla.<br />
<br />
Iba a girarse para matar al niño, cuando de reojo captó un movimiento inesperado. Por instinto, dio un salto hacia el cielo y batió sus alas para mantenerse apartado. Vio que Melodie se había puesto de pie.<br />
<br />
La niña, conmocionada, vio sus propias manos untadas de sangre. Del hueco en su estomago surgía un chorro de luz. Su cuerpo se estaba reparando, no mediante sanación ni regeneración, sino que la sangre y las entrañas perdidas flotaron desde el suelo y fueron regresando dentro de ella.<br />
<br />
―¿Abuela? ¿Abuelo? ¿Qué me pasa?<br />
<br />
―<i><b>¡ENTONCES EL MAGO NO ESTABA MINTIENDO! ¡TÚ ERES SU ARMA!</b></i><br />
<br />
Melodie miró hacia donde yacía el cadáver de su abuela.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-26.html">Capítulo 26</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-28.html">Capítulo 28</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (15 de Agosto de 2.020)</h4>
<br />
Por fin estoy seguro de que el título del segundo libro será <i>Melodie</i>. En teoría dicha recopilación debería llegar a su fin alrededor del capítulo cuarenta, pero ya veremos. Sé más o menos en que punto quiero que terminé la historia, sin embargo no sé en cuál capítulo llegaremos ahí. Un tercer libro es seguro, y aunque espero que sea el último, no descartó la posibilidad de un cuarto.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-84604750146787992962020-08-15T10:01:00.000-05:002020-08-23T07:28:39.405-05:00Memorias de un mago enamorado 26<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-25.html">Capítulo 25</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-27.html">Capítulo 27</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-HHM4FnF9YyU/Xzf26VCf0lI/AAAAAAAAESk/WyebImHuqgIi8VFZ8xF3X3f0rBm4VT3jwCLcBGAsYHQ/s1600/mago.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Julius Drost" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-HHM4FnF9YyU/Xzf26VCf0lI/AAAAAAAAESk/WyebImHuqgIi8VFZ8xF3X3f0rBm4VT3jwCLcBGAsYHQ/s320/mago.png" title="Foto original por Julius Drost" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@juliusdrost" target="_blank">Foto original por Julius Drost</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 26: La novia del Mago</h3>
<br />
Ella no poseía magia alguna, no era más que una persona ordinaria que llegó a la Tienda y no vio nada en la vitrina excepto a su dueño.<br />
<br />
―Bienvenida, hermosa mujer. Dime, ¿qué es lo que ves en el mostrador? ¿Son muchas cosas o una sola? Sea lo que sea, está al alcance de tu mano, por el precio adecuado, desde luego. ―Saludó el Mago Hartwell, abriendo la puerta de su tienda.<br />
<br />
La joven miró perpleja al hombre de gorro feo y túnica negra cuyo rostro no podía ver con claridad.<br />
<br />
―Yo… La verdad no veo nada adentro, señor, creo que su Tienda está vacía. Disculpe, ¿quién es usted? Y otra cosa, ¿cómo llegué aquí? Le confieso que no se dónde estoy.<br />
<br />
El Mago Hartwell se mostró perplejo, una expresión que mostraba por primera vez en ese mundo. Su disfraz de humanidad se rompió por un momento: la túnica y el gorro cayeron al suelo, y la luz que emitió estuvo a punto de dejar ciega a la mujer.<br />
<br />
Recuperó la concentración rápidamente. El gorro y la túnica negra volvieron a cubrir a la figura humanoide.<br />
<br />
―Lo siento, espero no haberte asustado, ―Se disculpó el Mago Hartwell, también era la primera vez que lo hacía sinceramente en este mundo.<br />
<br />
Ella dio un paso hacia él, con una mano levantada, con dedos curiosos.<br />
<br />
La túnica se retorció, los brazos se volvieron demasiado musculosos por un instante, para luego hacerse muy delgados: se asomaron por sus mangas un par de patas verdes con espinas, como de mantis religiosa.<br />
<br />
Aunque la mujer titubeó, siguió adelante hasta asir la túnica. La apretó firmemente y se la quitó al Mago Hartwell de un tirón. Todo lo que quedó fue un ser de energía y luz con un feo gorro por encima de su parte superior que no podía simplemente catalogarse bajo el concepto de “cabeza.”<br />
<br />
―Eres hermoso. No, no puedo creer que exista alguien como tú. ¿Acaso eres Dios? ―Preguntó ella con reverencia en su voz.<br />
<br />
Sin parar su avance, la mujer le quitó el gorro y lo dejó caer al suelo.<br />
<br />
―Vaya, en serio que eres avezada. Esas protecciones están sobre mí por una razón importante, ¿sabes? La mayoría de personas se volverían locas tras ver mi verdadera apariencia. Y pensar que ni siquiera eres una de las elegidas, pues no posees ni la marca de los Dragones ni la más mínima magia. No, pequeña, no soy un Dios, y de hecho detesto esa palabra. Sólo los narcisistas se la adjudican. Hasta ahora no he conocido a ninguno digno de ese título.<br />
<br />
―Yo, realmente no entiendo lo que estás diciendo.<br />
<br />
―Por supuesto que no. Tengo que explicarte algunas cosas para que nuestro trato al menos tenga un asomo de justicia. Sin embargo, antes necesito saber más de ti. Sé lo que quieres, pero no sé por qué rayos querrías algo semejante. ¿Cuál es tu problema? ¿Por qué sientes que el mundo te odia? ¿Qué es aquello que más deseas en el mundo? Sea lo que sea, yo puedo ayudarte.<br />
<br />
La mujer, su vista acostumbrándose ya a la luz, expresó la tristeza a través de sus ojos de color avellana.<br />
<br />
―Yo, soy intersexual, lo sé desde los doce años. Siento que genéticamente soy un error de la naturaleza. Biológicamente soy más mujer que hombre. Se lo conté a mi novio ayer y de inmediato terminó conmigo. Dijo que no podía estar en una relación con alguien que no podía ser madre, alguien que realmente no era una mujer. La peor parte es que yo también quiero tener hijos, siento la urgencia, el llamado en mi mente, aunque mi cuerpo no sea capaz de hacerlo. ¿Qué clase de retorcido Dios me pondría las ansias para ser madre y no me daría lo necesario para lograrlo? Oh, es cierto, dijiste que no hay Dios.<br />
<br />
―Dije que no conocía a ninguno digno de ese título, eso es diferente. Hay seres capaces de hacer milagros, yo incluido, si estás dispuesta a pagar el precio. Puedo ver tu utilidad, vislumbro el curso del camino que lleva a la meta deseada. Normalmente haría todo lo posible para manipularte y salirme con la mía. Claro, tú eres diferente para mí, especial. Y aún así no puedo evitarlo, mi veneno sale de mí como aquella fábula del escorpión y la rana. Por lo que te voy a manipular, y el hecho mismo de informarte de que te estoy manipulando hace parte de mis propósitos. ¿Estás segura de que deseas ser madre? Aún eres joven, apenas y eres un adulto según las leyes de tu país.<br />
<br />
―Afirmas no ser un Dios, aunque me ofreces hacer mi deseo realidad. ¿Acaso eres un Diablo?<br />
<br />
En ese momento, la mujer cayó en cuenta de que sus ropas se habían deshecho por la luz que emanaba del Mago Hartwell, una luz que era tan poderosa que hacía que todo lo demás se viera oscuro o nulo.<br />
<br />
―Confieso que ese mote me encaja demasiado bien. ―Admitió el Mago Hartwell.<br />
<br />
Ella abrazó la luz o lo que fuera sin dudar.<br />
<br />
―No me importa el precio, confío en ti, aunque no sepa lo que eres, aún si no entiendo lo que eres, aún si dices que no puedo confiar en ti.<br />
<br />
―¿Incluso si aquello que vas a crear termina por ser la causa de tu destrucción? No, nada te puede detener. A pesar de no tener poder tienes determinación. Esa es la cualidad que más aprecio en los seres humanos. Supongo que por eso eres la apropiada para mí.<br />
<br />
La mujer y el ser de luz, por un tiempo, fueron uno solo. Y lo siguieron siendo, casi todos los días, durante treinta y ocho años.<br />
<br />
...<br />
<br />
La familia lo consideró un milagro. La comunidad científica reaccionó con escepticismo y lo achacó a un mal diagnóstico por parte del médico que había tratado su caso. Él defendió su praxis hasta que sus colegas le dieron la espalda, fue despedido y su familia lo abandonó. Por último, el médico cometió suicidio.<br />
<br />
―Te advertí que habría un precio por pagar. ―Le dijo el Mago Hartwell a la mujer sollozante.<br />
<br />
―¿Entonces si es mi culpa? ―Preguntó ella, asombrada a pesar de todo.<br />
<br />
―Definitivamente no me enamoré de ti por tu cerebro. Aunque para ser justos, casi todos los mortales me parecen tontos. Para crear una vida que no debía existir, una ya existente debe desaparecer. Y debes saber que esto solamente es el principio, porque la hija de tu hija, quien será mi verdadera heredera, será la causa de muchas más muertes.<br />
<br />
―¿Qué? ¿Por qué?<br />
<br />
―Porque mi semilla tiene que germinar, porque los eventos que he puesto en movimiento no son adecuados para el tiempo de mi hija pero sí para los de mi nieta, porque estoy dispuesto a sacrificar incluso a mis seres queridos con tal de combatir a los Dragones, porque no me voy a detener aún si me lo pides de buena manera.<br />
<br />
―¿Por qué me hablas así? ¡Yo sé que eres buena persona! ¿Por qué quieres que piense mal de ti?<br />
<br />
―Ni siquiera soy una persona. No puedo lograr que lo entiendas, o que pienses mal de mí, porque te enloqueciste al ver mi verdadera apariencia. ―Declaró el Mago Hartwell.<br />
<br />
―¡No estoy loca, yo me enamoré de ti!<br />
<br />
―Es lo mismo. Puedo afirmarlo porque me he enamorado varias veces. Aunque te diga que soy malo, y haga cosas malas, sigues pensando que soy bueno. Claro, el bien y el mal no son más que falacias conceptuales, pero hasta tu protocerebro debería tener la evidencia suficiente para saber que yo no soy de fiar.<br />
<br />
Habían pasado seis meses desde que ella había dado a luz. Una vez más, se habían encontrado frente a la Tienda del Mago Hartwell. Él nunca le había permitido entrar. No era como si necesitaran una cama para estar juntos. Ella y su Asistente nunca se habían visto, porque este último no tenía permiso de ver su verdadera apariencia.<br />
<br />
―¿Lamentas que nuestra hija no te pueda ver?<br />
<br />
―Era algo que ya esperaba.<br />
<br />
―Siempre respondes lo mismo. ¿Acaso no lamentas nada?<br />
<br />
―Sólo una cosa. Cuando me vaya de este mundo, no podré recordar tu nombre.<br />
<br />
―¿Por qué?<br />
<br />
―Porque incluso yo debo pagar un precio. Cuando establecí la magia como un mecanismo de defensa para este mundo, me sometí a una clausula: ser incapaz de recordar los nombres de aquellos que no poseyeran magia. Pensé que era un precio aceptable porque nunca pensé que me iba a enamorar, ni jamás vislumbre que la solución final provendría de las entrañas de una persona ordinaria.<br />
<br />
―Entonces no niegas que me amas.<br />
<br />
―Y eso sí lo entiendes.<br />
<br />
...<br />
<br />
La abuela de Melodie fue la única que supo cuán especial era al momento de su nacimiento: la había estado esperando, pues era lo que le había anunciado el Mago Hartwell.<br />
<br />
―Mi hija quiso esperar hasta tener treinta años para quedar embarazada. Creo que, en el fondo, siempre se ha sentido avergonzada de no saber quién es su padre, y de que yo diera a luz cuando apenas había cumplido los dieciocho años. Que ella piense así, también fue parte de tu plan, ¿no es así?<br />
<br />
Estaban frente a la Tienda. La abuela había salido a pasear con Melodie, que estaba empezando a dar sus primeros pasos. El Mago Hartwell la estaba cargando, tenía puesta su túnica negra y su gorro feo, y la apariencia de un fiero minotauro.<br />
<br />
―¡Nunca debes cantar, nieta mía! ¿Me entiendes? ¡Si cantas puedes matar a la gente! ¿Entiendes?<br />
<br />
La bebé Melodie se río y cogió uno de los cuernos, sacudiendo la cabeza del minotauro, lo que aumentó sus propias carcajadas infantiles.<br />
<br />
―Me rindo. No logro que me tenga miedo. Tendrás que estar muy pendiente de Melodie para que no vaya a matar a mi hija y a mi yerno. O a ti. Recomiendo palmadas firmes y gritos incoherentes.<br />
<br />
―Te hice una pregunta, querido.<br />
<br />
―La respuesta salta a la vista, querida.<br />
<br />
―Lo sé, he estado suficiente tiempo contigo como para intuir tus mañas. Lo que me sorprende es tu preocupación por las simples vidas mortales de tu familia. ¿No sería Melodie un arma más efectiva, si estuviera rota? Estoy segura que si ella nos asesina sin querer, eso la hará más inestable e impredecible, y por lo tanto más eficiente contra aquel Dragón que tanto detestas.<br />
<br />
El gorro y la túnica cayeron al suelo. Aunque no tenía brazos, el ser de luz siguió cargando a Melodie, cuya reacción fue de alegría.<br />
<br />
―Reconozco que te has vuelto más sabia con la edad, querida.<br />
<br />
La abuela se acercó y cogió a Melodie entre sus brazos. La niña no pareció muy a gusto con esa decisión, y extendió sus brazos hacia la luz cegadora con dedos demandantes.<br />
<br />
―Estoy dispuesta a infundir el miedo en mi nieta, para que no ande cantando por ahí. Pero debes ser consciente, querido, que si intentas ir contra la corriente que tú mismo ayudaste a impulsar, puedes terminar ahogado.<br />
<br />
―No me gusta para dónde va esta conversación. ―Dijo el Mago Hartwell, cubriéndose nuevamente con sus prendas.<br />
<br />
―Ya he vivido suficiente. Prefiero morir de manera calculada que dejarlo al azar y causar la muerte de mi hija o de su esposo. Y si mi muerte ayuda a derrotar a tu malvado Dragón, mejor aún. En estos últimos años conmigo te has ablandado un poco. Si bien eso reconforta mis sentimientos, de no llevar a cabo tu plan, puede llegar el día en que todo sea destruido por tu momentánea debilidad. ¿Cuándo es el tiempo más óptimo?<br />
<br />
El Mago Hartwell, oculto su rostro bajo el feo gorro, sonó triste y pensativo al hablar.<br />
<br />
―No serás la única en morir. Sólo tendrás cincuenta y seis años. Y nuestra nieta sufrirá de un modo inconmensurable.<br />
<br />
La abuela de Melodie, con su nieta en brazos, se acercó y le puso una mano encima, aplastando el feo gorro sobre él.<br />
<br />
―Ahora eres tú quien habla sin sentido. Todo en mensurable, todo es matemático, esas fueron tus palabras. Aún tenemos ocho años, deberíamos disfrutarlos lo más que podamos. Y cuando llegue el momento, salvaremos este mundo juntos, querido.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-25.html">Capítulo 25</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-27.html">Capítulo 27</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (8 de Agosto de 2.020)</h4>
<br />
Otra semana bizarra. Tuve que hablar con un hombre desesperado y suicida cuyo hijo lo había golpeado, creo que ese fue el punto más angustiante de estos últimos días.<br />
<br />
Compré un cable VGA para poner en uso mi segundo monitor y la verdad me ha rendido mucho más así. No me voy a comprometer a entregar más de un capítulo por semana, pero sí lo voy a intentar.<br />
<br />
Como siempre 2.020 ha estado lleno de eventos grandes, terribles, pero grandes, como dijo Ollivander. Los conmino a todos a seguir con vida, a seguir buscando su luz, y a retroceder nunca rendirse jamás.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-40055911608317441932020-08-08T06:45:00.000-05:002020-08-15T10:02:01.764-05:00Memorias de un mago enamorado 25<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-24.html">Capítulo 24</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-26.html">Capítulo 26</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-oFXtECTw7nY/Xy6O-Y2TN7I/AAAAAAAAESQ/QoMK6Wg6MDkZt3AHEmZCcOILbITtx2m9gCLcBGAsYHQ/s1600/cero%2Bdistorsion.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Thao Le Hoang" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-oFXtECTw7nY/Xy6O-Y2TN7I/AAAAAAAAESQ/QoMK6Wg6MDkZt3AHEmZCcOILbITtx2m9gCLcBGAsYHQ/s320/cero%2Bdistorsion.png" title="Foto original por Thao Le Hoang" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@h4x0r3" target="_blank">Foto original por Thao Le Hoang</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 25: Cero distorsión</h3>
<br />
Cincuenta mil Harpías se desplazaron hasta congregarse sobre la casa de los padres de Melodie: se podían ver desde cualquier parte de la ciudad. Celestino flotó sobre el apartamento e hizo arreciar los vientos para que los monstruos voladores de la venganza se movieran más lento, lo que les dio tiempo para llevar a cabo un plan apresurado.<br />
<br />
Melodie subió al apartamento volando, no con tanta gracia como Celestino, aunque al menos era más rápido que subir tres pisos corriendo. Entró a su cuarto por su ventana rota y se encontró que Fernando estaba discutiendo con sus padres, que se encontraban histéricos.<br />
<br />
―¿Qué demonios está pasando? ―Gritó su madre varias veces.<br />
<br />
―¿Qué son esas cosas? ―Aulló su padre temeroso, apuntando al cielo.<br />
<br />
―Melodie, ¡nuestros padres pueden ver a esas chicas lindas con alas! ¡Y también vieron a Celestino y a ti volando por ahí! ¡También pueden ver mi barrera! ¿Esto es bueno o malo? ―Fernando habló a toda prisa y sin pausa.<br />
<br />
Ella, que ya tenía mucho en su cabeza y estaba cansada de pensar, aterrizó cerca de su padre y activó un audio en su celular con una mano, mientras que con la otra le asestó a él un golpe en el pecho con la palma abierta.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>En las lejanas tierras de mi corazón vagabundo,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>grita el viento un nombre indecible por estos labios profanos,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>que en sello de agonía apagarán mi llanto.</i></div>
<br />
<br />
La canción distorsionada un millón de veces todavía estaba resonando cuando Melodie se giró con fluidez y le asestó otra palmada en la espalda a su madre. Ambos cayeron desmayados sobre el suelo de la habitación. Fernando, quien se había quedado con la boca abierta, por fin reaccionó y se cubrió por completo con una barrera.<br />
<br />
Melodie lo miró como si fuera el idiota más grande del mundo, y le habló con igual tono.<br />
<br />
―¿Qué estás haciendo? ¡Quita esa barrera y ayúdame a ponerlos sobre la cama para que estén cómodos!<br />
<br />
―¿Qué estoy haciendo <i>yo</i>? ¿Qué estás haciendo <i>tú</i>? ¿Por qué atacas a nuestros padres, acaso te volviste loca? ¿O no eres realmente mi hermana? ¿Quién eres? ¿Qué eres? ¿Un cambiaformas? ¿Ilusionista? ¿Doppelgänger? ―Fernando se había vuelto muy bueno para hablar tan veloz como una locomotora.<br />
<br />
―¡Soy yo, zopenco! Los dejé inconscientes porque necesito que se queden quietos aquí por su propia seguridad. Tú te vas a quedar aquí y los vas a proteger con tus barreras, y <i>sólo </i>si yo te lo indico te los llevas a otro lugar, ¿está claro?<br />
<br />
―¿Y cómo puedo estar seguro de que realmente eres mi hermana?<br />
<br />
Melodie se lo quedó mirando como si fuera un insecto desagradable al que estaba a punto de aplastar. Fernando bajó la barrera y juntos levantaron a su madre, él cogió el torso y ella las piernas.<br />
<br />
―Bueno, me convenciste, últimamente estás haciendo mucho esa mirada de bruja malévola. ¡Melodie, pudiste matar a nuestros padres con tu magia!<br />
<br />
―No fue más que un ataque de nivel tres, necesitaría como diez de esos para matarlos realmente. No quiero que hagan algo tonto como correr por ahí cuando estoy a punto de destruir a esas Harpías.<br />
<br />
Depositaron a su madre en la cama de Melodie y luego fueron a por su padre sin hacer pausa.<br />
<br />
―Oye, puede que lo tengas muy bajo control, pero ningún hijo debería levantar la mano contra sus padres, sobretodo si es con Judo mágico.<br />
<br />
―Es Jiu-jitsu no Judo.<br />
<br />
Acomodaron a su padre al lado de su madre. Luego ambos respiraron profundamente.<br />
<br />
―Oye, ¿realmente tienes que matar a todas esas linduras? ¿No puedes dejarme una?<br />
<br />
―Son ellas o nosotros. Además, sólo son caras lindas con tetas, todo lo demás en ellas es monstruoso.<br />
<br />
―Pues son las dos cosas en que yo más me fijo, hermana.<br />
<br />
―Asqueroso. ―Dijo Melodie, al tiempo que salió corriendo a toda prisa hacia la ventana rota.<br />
<br />
―Oye, ¿por qué nuestros padres pueden ver la magia ahora?<br />
<br />
―¡No lo sé y no me importa! ―Gritó Melodie, ascendiendo tan veloz como un pájaro y alejándose de allí.<br />
<br />
Sin nada más que hacer, Fernando sacó su celular y empezó a revisar sus redes sociales, Pronto se dio cuenta que había avistamientos de todo tipo en el mundo, como si de repente los ordinarios y los mágicos ya no estuviesen separados por el Velo del cual él había escuchado hablar un poco. Sin embargo, supo que la peor noticia era la de de un Dragón de escamas rojas que estaba devorando a todas las personas en el centro de la ciudad.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
,,,</div>
<br />
Melodie flotó hasta llegar al lado de Celestino. Intercambiaron una larga mirada y luego se tomaron de la mano.<br />
<br />
―¿Lo hacemos ya? ―Preguntó Melodie con temor.<br />
<br />
―Es mejor ahora que después. ―Respondió Celestino, apretando con mayor fuerza la mano de ella.<br />
<br />
Volvieron a contemplarse: él enamorado de sus ojos avellana, ella enamorado de sus ojos carmesí. Se acercaron y se besaron por menos tiempo del que hubiesen querido, porque sabían que no solamente las Harpías los veían con odio mientras estaban abrazados en el aire.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Las Harpías estaban furiosas. El viento les había opuesto resistencia durante un largo rato, dificultando su avance que, de por sí, ya era problemático debido al gran número de ellas. Como emisarios de la venganza, el desplazamiento táctico no era su fuerte. Procurar mantener una distancia de tres metros entre sí fue la mejor idea que se les ocurrió: el resto de sus pensamientos siguieron enfocados en hacer pedazos al Vástago del Viento.<br />
<br />
De repente, el viento cambió de dirección y les permitió converger en dirección a su objetivo, flotando en el aire al igual que ellas, aunque sin necesidad de aletear. A su lado había una chica de cabello negro a la que iban a destrozar si intentaban interponerse. Las Harpías se lanzaron sin dudar, por lo que no se dieron cuenta que se estaban introduciendo dentro de un vórtice y que a su alrededor se formaban unos vientos huracanados que no les iban a permitir volar en otra dirección que no fuera hacia Celestino.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Desde lejos, se veía como si las Harpías estuviesen creando la figura de un embudo. Ese fue el panorama observado por las Divisiones que formaban el ejército del Dios Dragón del Fuego. Se habían ubicado en las terrazas de varios edificios cercanos a la casa de Melodie. La mayoría confiaba en que Melodía de la Muerte no los iba a despachar en un instante porque había demasiado civiles en el área.<br />
<br />
Las Divisiones Cinco, Seis y Siete no se habían presentado.<br />
<br />
La División Cuatro eran tres Medusas, mujeres de cuerpo hermoso con serpientes en vez de cabello y lentes oscuros. No querían combatir, pero no se habían atrevido a desobedecer el mandato del Dios Dragón.<br />
<br />
La División Tres consistía en el Capitán Jace y su Escuadrón Dragón, los cinco montando sus lagartos alados con la dignidad y el porte de sus armaduras. Con toda su alma esperaban que las Harpías pudieran vencer a sus enemigos, no querían luchar una batalla perdida y morir.<br />
<br />
La División Dos estaba compuesta por las hijas del Dios Dragón del Viento, ahora con doce años de edad.<br />
<br />
El brazo derecho de Riku había sido reemplazado por un brazo de metal con una runa de color rojo inscrita en su hombro: no desencajaba con el resto de ella, pues tenía puesta una armadura que la cubría de pies a cabeza, y en la cabeza un casco cuya única abertura era una línea a la altura de sus ojos carmesí; además, Riku era la única cargando un ataúd blanco y diminuto sobre su espalda.<br />
<br />
Nana tenía la misma prótesis en su brazo derecho, sólo que, por contraste, destacaba más contra su blusa negra de tiras y su corta falda roja: su cabello rubio lo llevaba atado en una cola de caballo.<br />
<br />
Suki también tenía la pierna derecha fabricada en el mismo material, con la runa en su rodilla: su estilo de vestimenta era el mismo que el de Nana, aunque su blusa era roja y su falda negra.<br />
<br />
Mori, al igual que Riku, tenía una armadura completa, excepto que Mori tenía una máscara de metal moldeada al estilo de los Guerreros de terracota, bajo la cual sobresalía su cabello rubio: no tenía ninguna abertura para los ojos, nariz o boca.<br />
<br />
―¡Realmente espero tener la oportunidad de volver a matar a nuestro hermano! ―Declaró Nana con efusividad, la boca abierta y escurriendo baba, las manos sobre sus mejillas con expresión soñadora y anhelante.<br />
<br />
―Preferiría conservarlo con vida y poder torturarlo todos los días. Quiero que sea mi perro fiel. ―Afirmó Suki, igual de fervorosa que su hermana.<br />
<br />
―No bajen la guardia ni por un segundo, no subestimen a ninguno de los dos. ―Advirtió Riku con seriedad, su voz reverberando dentro de la armadura.<br />
<br />
Mori nada dijo, aunque asintió con su máscara.<br />
<br />
La División Uno no tenía más que una integrante, una chica llamada Key que no aparentaba más de veinte años, de cabello rubio corto y erizado hacia arriba, casi como un casco con punta. Flotaba en el aire sin un medio aparente. Estaba desnuda y mostraba su cuerpo delgado sin pudor, solo la rodeaba una tenue aura de color naranja. Sus ojos azules contemplaban los movimientos de sus enemigos con curiosidad. Ella era la única que no tenía miedo del canto de Melodie.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Habían pasado dos años desde que Melodie había cantado. Ella y Celestino se habían ido a un desierto, al otro lado del país, para poder grabar en su celular la canción que luego iban a distorsionar para graduar el poder de Melodie. Había sido muy útil, y en el fondo ella había creído que nunca más tendría necesidad de cantar en su vida.<br />
<br />
Tenía rabia por verse forzada a cantar.<br />
<br />
Sentía ira hacia las Harpías. Y también hacia el tonto y supuestamente legendario Mago Hartwell que ella había destruido sin proponérselo. La ira se transformó en pánico cuando sus palabras finales volvieron fugazmente a su consciencia.<br />
<br />
Se esforzó por no pensar, por poner su mente en blanco. Pensó en la persona que creía ser, la que no quería vivir porque su novio y su única amiga la había traicionado. Pensó en la persona que se odiaba tanto a sí misma que borró todos sus recuerdos. Pensó en la niña que había perdido a Zeferino a causa de su confusión y debilidad. Pensó en la mujer que era en el presente, la que pretendía no haber escuchado con claridad las palabras que había pronunciado el Mago Hartwell.<br />
<br />
―¿Mel? ―La llamó Celestino.<br />
<br />
―Estoy bien. Ayúdame a mantener el perímetro, eso es todo.<br />
<br />
Melodie respiró profundamente, y cantó:<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>Grita el viento,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>mientras viaja por los desiertos de mi corazón,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>tu nombre que es mi verdugo,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>plaga que llega y aniquila todo reducto de mi propia razón.</i></div>
<br />
<br />
La canción se fue desplazando dentro del vórtice, paralizando a las Harpías que la escuchaban y quedaban embelesadas en la melodía más hermosa, imposible de comprender en su belleza inalcanzable excepto en el segundo antes de morir. Fueron muriendo por miles y miles hasta que el poder de la canción fue superior al poder del viento: el vórtice se rompió y la melodía de la muerte salió disparada en todas direcciones en un radio de doscientos cincuenta y seis kilómetros.<br />
<br />
Melodie gritó aterrada.<br />
<br />
―¡No te rindas todavía Mel! ¡Aún podemos controlar la onda de la canción! ―Gritó Celestino, a salvo únicamente gracias a su conexión con Melodie, aunque no totalmente indemne.<br />
<br />
―¡Es inútil! ¡Lo recuerdo muy bien! ¡Todos van a morir, al igual que hace cinco años! <i>¡Lo recuerdo todo! </i>―Aulló Melodie, tapando sus oídos con sus manos.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-24.html">Capítulo 24</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-26.html">Capítulo 26</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (1 de Agosto de 2.020)</h4>
<br />
Quiero ser sincero y pedir disculpas. Hace unos días dije, en un arranque de optimismo y buenas intenciones que quería traducir más adelante algún otro fanfic racional, pero creo que no se va a poder. Eso lo dije en un buen día, un día en que estaba muy animado, pero infortunadamente no todos los días son tan buenos.<br />
<br />
Sufro de lo que se conoce como depresión altamente funcional, y aparento ser un miembro productivo de la sociedad a pesar de que por dentro me sienta como una mierda. Si tuviera dinero de sobra y solamente tuviera que escribir como mi trabajo, seguramente podría dedicar un rato al noble pasatiempo de la traducción racional, pero esa no es mi realidad.<br />
<br />
La verdad es que escribo mejor cuando me concentro en un solo proyecto y que mis energía y ánimo son limitadas. No odio mi trabajo como vendedor, pero tengo un jefe que me la pone difícil casi todos los días. Haré mi mejor esfuerzo para terminar el proyecto de Mago enamorado porque realmente me enamoré de la idea de entregar una novela de fantasía oscura que fuera gratis para todos. Cuando esta historia llegue a su fin, probablemente pasará a otra historia por la que sí espero cobrar.<br />
<br />
Mientras tanto agradezco mucho a los Patrocinadores que me han acompañado a través de mis desorganizados sentimientos. Me voy a esforzar por hacer mejor las cosas.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-83634564595985654622020-07-31T05:11:00.000-05:002020-08-08T06:45:46.682-05:00Memorias de un mago enamorado 24<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-23.html">Capítulo 23</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-25.html">Capítulo 25</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-A1JelxUpVAs/XyPs2MZn1dI/AAAAAAAAESA/XeVzNiQfxQw8IRRxAixZS87tOPeKRB5mQCLcBGAsYHQ/s1600/flor%2Binmortal.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original Alexander Krivitskiy" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-A1JelxUpVAs/XyPs2MZn1dI/AAAAAAAAESA/XeVzNiQfxQw8IRRxAixZS87tOPeKRB5mQCLcBGAsYHQ/s320/flor%2Binmortal.png" title="Foto original Alexander Krivitskiy" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@krivitskiy" target="_blank">Foto original Alexander Krivitskiy</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 24: Flor Inmortal</h3>
<br />
Jiro observó a Persea mientras se retorcía, sacudiendo sus brazos cortados, todavía sangrantes. Él había participado en diversas actividades violentas durante sus dieciocho años de vida, sin embargo había algo <i>grotesco </i>sobre lo que estaba viendo en ese momento. Tenía un mal presentimiento a pesar de tener a su oponente mal herida.<br />
<br />
Tras reflexionar, se dio cuenta que había <i>demasiada </i>sangre. Persea no se desangraba como una persona real sino como una actriz en una película de Quentin Tarantino.<br />
<br />
―Ya puedes dejar la payasada, Persea. ¿De qué se trata? ¿Acaso me hiciste oler alguna planta y ahora estoy alucinando? ―Cuestionó Jiro con seriedad.<br />
<br />
Persea se paró en seco. Bajó sus muñones, que siguieron goteando sangre profusamente. Se enderezó y le dedicó a su oponente una sonrisa pedante. Ambos eran rubios, aunque el tono de Jiro era más cercano al blanco y el de Persea al dorado.<br />
<br />
La única iluminación seguía proviniendo de la potente linterna del celular, todavía sostenido por uno de los brazos cercenados de ella.<br />
<br />
―No creíste que fuera a ser tan fácil matar a alguien que obtuvo el título de Flor Inmortal, ¿o sí? ―Replicó ella con mofa en su voz.<br />
<br />
―En realidad sí lo creí. De acuerdo a nuestros espías, has desarrollado bastante tu talento con la flora, y te has vuelto más cautelosa, por lo que sueles cargar plantas para sanación y defensa. No has vencido a nadie poderoso ni tuviste éxito en una misión legendaria. Lo más probable es que hubieses desarrollado una medicina secreta. Pensé que no eras más que una sanadora de fama exagerada. ―Respondió Jiro con una honestidad que lo sorprendió a sí mismo.<br />
<br />
―Ya veo. Entonces, ¿cuál es tu verdadero nombre? ―Persea echó un vistazo disimulado a su habitación.<br />
<br />
―Soy Jiro, segundo hijo del Dios Dragón del Viento.<br />
<br />
―Oh, ¿en serio? ¿Así que fuiste tú el que manipuló a Melodie para que intentase cometer suicidio? También llegaste a trastocar mi amor en odio, y me hiciste ser abusiva con ella. Usaste tu control mental para hacerme tener sexo contigo, <i>¡y yo sólo tenía catorce años!</i> Había pensado que eras una víctima, como yo. Confieso que sufrí más por tu desaparición que por la de Zeferino. Ahora dime, ¿qué pasó con él realmente?<br />
<br />
―Zeferino murió hace cuatro años combatiendo a las quintillizas. ―Jiro intentó ocultar la verdad, y no pudo.<br />
<br />
Persea no recibió la noticia con expresión serena.<br />
<br />
―¡Diantres! Tenía la esperanza de que ese no fuera el caso. Melodie va a estar muy triste cuando se entere. Ahora dime, ¿cómo fue que mis brazos fueron cortados?<br />
<br />
Jiro intentó resistirse, pronunciar una mentira o no abrir la boca. Sintió las palabras salir contra su voluntad y comprendió que había caído en una trampa.<br />
<br />
―Tengo cinco mujeres-camaleón conmigo. Están bajo mi control mental y además les di ciertos narcóticos para que sean más obedientes. Están desnudas y atacan con sus afiladas garras. ¡Maldita seas Persea! ¡<i>Matenla</i>, ataquen sin cuartel!<br />
<br />
Las sombras difusas se abalanzaron sobre Persea quien, en vez de intentar esquivar, dijo:<br />
<br />
―Si son víctimas inocentes de tu control mental, tendré que hacer esto del modo difícil.<br />
<br />
Persea fue partida en cuarenta y siete pedazos diferentes. Jiro aulló de alegría hasta que se quedó sin aliento.<br />
<br />
Intentó moverse para irse de allí y no le fue posible: su cuerpo se había entumecido por entero. Apenas y podía respirar. No pudo comandar nada a sus esclavas invisibles: tuvo la sospecha de que ellas estaban tan paralizadas como él.<br />
<br />
Los pedazos que constituían a Persea se pusieron a vibrar. Diminutos brotes de hierba fueron surgiendo del lado interno de la carne, seguidos por hojas y ramas de madera que se conectaron entre sí, para luego volver a unir el rompecabezas que al ponerse de pie era nuevamente Persea, indemne.<br />
<br />
―La inmortalidad duele, ¿sabes? No te preocupes si todavía no lo entiendes, <i>pronto </i>lo harás.<br />
<br />
Persea se estiró por un rato para confirmar que todo estaba en su lugar. Después fue y se puso una blusa blanca y un pantalón jean a la carrera. Por último fue al baño y al regresar traía en una mano lo que parecía ser un pétalo de girasol. En la otra un cuchillo grande para tasajear carne.<br />
<br />
―El proceso tarda un poco, así que mientras tanto dime: ¿cuál es la verdadera identidad de la persona que se hizo pasar por Zeferino para atacar la Aldea Pielroja?<br />
<br />
Ante la orden de Persea Jiro pudo hablar sin inconveniente alguno. Al tiempo que la secreta estratagema le era revelada, Persea desabrochó la elegante camisa de Jiro, pomposa seda que Celestino jamás habría elegido para sí. Luego le abrió el pecho con el enorme cuchillo, para luego introducir el pétalo de girasol. Jiro no pudo proferir queja alguna, por lo que de su garganta únicamente salió el relato del impostor. Sólo sus ojos carmesí, inundados de lágrimas, fueron evidencia de su dolor.<br />
<br />
―Cáspita, lidiar con ella no va a ser sencillo. Algo pensaré. No creo que Celestino y Atahualpa sean oponentes indicados para ella. Uno es demasiado sentimental y el otro tiene más músculos que sesos. Preferiría que Melodie no manche sus manos con esa bruja.<br />
<br />
Jiro se carcajeó. De la herida en su pecho se habían asomado varios brotes de hojas.<br />
<br />
―Oh. ¿Incluso en tu situación actual te queda algo de sentido del humor? Tu desfachatez es admirable. Anda, dime qué te parece tan gracioso. ―Ordenó Persea, molesta de que él no estuviera sufriendo.<br />
<br />
―Melodía de la Muerte tiene más sangre en sus manos de la que puedes imaginar. <i>¡Suicídate! </i>―Ordenó Jiro.<br />
<br />
Persea se degolló a sí misma. De su cuello surgió una cortina de sangre. Tosió un par de veces. Después se limpió el cuello con el dorso de la misma mano que seguía empuñando el cuchillo. La herida ya se había cerrado.<br />
<br />
Persea miró a Jiro con amargura.<br />
<br />
―Con que aún tenías un comando implantado dentro de mí. Ni siquiera fue un buen intento: tu victoria se limita a un cambio de guardarropa.. Además, estas equivocado, traidor. Hace dos años el Mago Hartwell me contó todo lo relacionado a mi querida Melodie. Veo el temor en tus ojos, y con razón. En efecto, él es la fuente de mi poder actual. Durante varias generaciones mi familia ha poseído afinidad con las plantas, nada espectacular, solamente nos podíamos comunicar con ellas para fortalecer su crecimiento. Por eso mi familia siempre se mantuvo al margen de la comunidad mágica: apenas y éramos mejores que los ordinarios. Alguien tan insignificante no era más que una carga para Melodie si ella insistía en buscar a Zeferino. Cuando me di cuenta que no la podía retener en el mundo ordinario, salí a las calles a deambular sin rumbo, llamando al Mago Hartwell con todo mi corazón, hasta que su nefasta Tienda apareció frente a mí. Él me atendió en persona. Detrás de la ventana sólo había un objeto que yo pudiera ver. Era un animal repulsivo, pequeño y asqueroso cuya única comparación justa es la de un feto humano abortado.<br />
<br />
El cuerpo de Jiro se fue inflamando, hinchándose hasta romper su elegante ropa, incluso sus zapatos. Una por una, las uñas de las manos y los pies fueron saltando con un sonoro <i>clac</i>. Luego pedazos de su piel se fueron desprendiendo, aunque su textura ya era más de gelatina, una muy babosa y fétida.<br />
<br />
―Le dije a Hartwell que quería el poder para luchar al lado de Melodie. Él se rió en mi cara, una risa horripilante. Afirmó que lo que yo en verdad anhelaba era hacerla mía, pero que eso nunca pasaría mientras Melodie fuera Melodie. En cambio me ofreció la segunda mejor opción: inmortalidad. Así Melodie podría usar su don con libertad en mi presencia. Así ella nunca tendrá que preocuparse por defenderme. Así yo la podré ver envejecer y cuidar de ella con todo mi amor. No sé qué voy a hacer cuando Melodie ya no esté. Tengo miedo a enloquecer. De hecho, tengo miedo de ya estar loca. ¿Puedes creer que el precio para obtener mi inmortalidad fue, precisamente, mi <i>mortalidad</i>? Aparentemente es un don muy preciado, sobretodo para los que ya se cansaron de existir. Comer ese pequeño ser deforme fue asqueroso. Me convirtió en lo que soy ahora. Supongo que soy una mujer planta, o algo por el estilo.<br />
<br />
Luego se fue descomponiendo el tejido nervioso, prontamente seguido por los órganos: páncreas, hígado, entrañas, corazón y otros cayeron sobre el suelo, todos con aspecto macilento y gris.<br />
<br />
―Perdona mi larga diatriba, no había tenido la oportunidad de comentar todo esto con nadie. Celestino sospecha de mi desarrollo, aunque creo no lo ha mencionado por la misma razón que yo: mientras más ignorante sea Melodie, más feliz será. ¡Oh Camilo! Digo, Jiro, ¡Soy tan feliz que me hayas venido a buscar a mí! Celestino te habría dejado con vida porque, después de todo, eres el hermano de su creador. Melodie únicamente te habría matado en defensa propia, y eso habría sido demasiado rápido y bueno para ti. Lo que yo te estoy haciendo es mucho, mucho mejor. Eres la segunda persona a la que transmito parcialmente mi inmortalidad. Serás una bella planta decorativa a la que podré lastimar tanto como quiera. ¡La vamos a pasar tan bien! Tranquilo, te voy a permitir conservar tu rostro, y en ciertas ocasiones podrás usar tus ojos y tu boca. De no ser así, ¿cómo podría gozar tus muecas de dolor? ¿Cómo privarme de esos ojos carmesí desbordados por el pánico? ¿Cómo podría no bailar ante la dulce tonada de tus gritos?<br />
<br />
Los huesos, amarillos en vez de blancos, fueron lo último en caer, y se hicieron añicos a causa de lo deteriorado de su estado. Nada más quedó un girasol tan alto como era Jiro, con su rostro dormido dentro de los pétalos amarillos. Tenía el ceño fruncido, como si estuviese teniendo una pesadilla. Sus raíces estaban descubiertas sobre el suelo de la habitación.<br />
<br />
Finalizada la batalla, Persea le dio prioridad al tratamiento de las mujeres-camaleón, que ya se habían hecho visibles. Eran lagartos humanoides de casi dos metros de largo, teniendo en cuenta la cola. Tras acomodar los cinco cuerpos escamosos por toda su habitación, Persea les hizo tragar hierbas y aguacates, para que pudieran dormir y sanar más velozmente. Procedió a escribir una nota y la clavó en el rostro de girasol de Jiro con una puntilla.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>"Este es Jiro, el hombre que las tenía como esclavas. Yo lo transformé así. Lo pueden atacar a su gusto, aunque no se lo vayan a llevar, por favor: planeo torturarlo para siempre. Debo ir a casa de una amiga y no sé cuándo pueda regresar. Pueden quedarse tanto tiempo como gusten. No vayan a destruir nada de mi casa, excepto a Jirosol. No les recomiendo comerlo, puede ser venenoso como yo.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>La Flor Inmortal</i></div>
<br />
<br />
Con una toalla mojada se limpió el cuello y el pecho. Se puso un sujetador y una blusa negra. Se contempló en el espejo y se consideró lo suficientemente sensual. Aunque en realidad no le importaba mucho su aspecto, valoraba mucho la ventaja que obtenía cuando los demás creían que no era más que una mujer bonita.<br />
<br />
Antes de salir, optó por revisar las pertenencias de Jiro. Encontró un celular y una varita mágica. No parecía más que un frágil trozo de madera, pero Persea había oído varios relatos de idiotas que habían agitado varitas mágicas sin tomar precauciones y terminaron convertidos en excremento. La guardó en su mochila, en medio de sus aguacates sanadores y sus semillas de enredaderas de crecimiento acelerado.<br />
<br />
Entonces revisó el celular. No estaba bloqueado de ninguna manera, así que tras un par de minutos de inspección, se dio cuenta que Melodie corría un gran peligro. En teoría, Melodie era invencible. Pero cuando los enemigos eran los lacayos de un Dios, lo más sensato era no confiarse. Se maldijo a sí misma por haber perdido tanto tiempo monologando.<br />
<br />
Bajó al primer piso, cogió su bicicleta, le dio vida a unas ramas que rodearon sus piernas y empezaron a pedalear por ella. Tras un par de cuadras, se dio cuenta de dos anormalidades. La primera, todas las personas se la quedaron mirando a ella y sus piernas potenciadas por las ramas. Comprendió que el velo que separaba lo mágico de lo no mágico se había roto. Lo segundo, el cielo en dirección a la casa de Melodie estaba oscurecido, no por nubes de lluvia, sino por un enjambre compuesto por miles y miles de Harpías.<br />
<br />
La Persea de antes se hubiese desmayado porque el mundo se había puesto de cabeza y sus amigos estaban en peligro.<br />
<br />
Ignorando a propósito los gritos y dedos trémulos que la señalaban, la Persea del presente hizo que las ramas la ayudarán a pedalear a toda prisa.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-23.html">Capítulo 23</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/08/memorias-de-un-mago-enamorado-25.html">Capítulo 25</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (24 de Julio de 2.020)</h4>
<br />
Últimamente me cuesta mucho dormir. ¿Será por tanto estrés acumulado, a causa de todas las situaciones bizarras propiciadas por la pandemia? Espero que ustedes tengan un buen día a pesar de de todo. Me pasaron muchas cosas desagradables esta semana. Me robaron con un billete falso, me acusaron de no dar una devuelta correctamente, tuve que presenciar una horrible pelea de pareja en mi lugar de trabajo, en fin, el 2.020 no deja de atacar.<br />
<br />
A veces pienso que me mantengo ocupado para no pensar en tantas cosas que no quiero pensar. Algún día, quizá, mi realidad será mejor. Tengo la fe.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-23224059520732725342020-07-30T12:15:00.001-05:002020-07-30T12:15:13.690-05:00Correctos sinvergüenzas<div style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-pmheWe7kPlQ/XyL_z0KoCTI/AAAAAAAAER0/UlQcJxMZ5csv3cuAnMzJ9aQOkYbcZo5PgCLcBGAsYHQ/s1600/correctos%2Bsinverguenzas.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Simon John-McHaffie" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-pmheWe7kPlQ/XyL_z0KoCTI/AAAAAAAAER0/UlQcJxMZ5csv3cuAnMzJ9aQOkYbcZo5PgCLcBGAsYHQ/s320/correctos%2Bsinverguenzas.png" title="Foto original por Simon John-McHaffie" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@johsi882" target="_blank">Foto original por Simon John-McHaffie</a></td></tr>
</tbody></table>
<i><br /></i>
<i>Gritar, ¡no quiero! ¿¡Para qué!?</i></div>
<div>
<div style="text-align: center;">
<i>Si entre tantos vanos ecos mi desgarrada voz perecerá sin gloria,</i></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: center;">
<i>y morirá callada, de cualquier forma.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>¡Guardaré silencio!</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Mientras relamo el sabor ferroso de mi sufrimiento,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>y calladamente oiré de lejos,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>los gritos infames de los victimistas eternos;</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>¡De ellos, quienes han condenado mi dolor a lo superfluo,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>imponiendo sobre mi su visión de lo funesto!</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Quiero gritar, pero no debo;</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>porque sé lo que no quiero:</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>perpetuar mentiras a medias,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>condenar verdades incompletas,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>participar en su vasto circo,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>propósito de miserias.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Prefiero el silencio,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>elijo mi condena,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>abrazo mis designios,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>y niego las cadenas</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>que sobre mi imponen</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>los correctos sinvergüenzas.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Vivir cada día,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>entre gritos voraces</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>de exigencias imposibles,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>de señalamientos infames,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>confirmando mis carencias,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>reafirmando mis creencias,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>trascendiendo en consigna,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>por sobre miedos y flaquezas.</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Que si gritar no puedo,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>en mi libertad prefiero</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>residir en mi silencio</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>con voluntad de acero,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>resistiendo a sus pretextos</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>con paciencia y sin apegos,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>llevando conmigo un canto sincero,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>expresión sencilla de mis propios anhelo:</i><br />
<i>¡Que sea mi voz silente mi fuerza omnipresente! </i><br />
<i>¡Que sea mi voz silente mi grito más potente!</i></div>
<br /></div>
Melissa Chávezhttp://www.blogger.com/profile/00222835468560660812noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-79281282988830390082020-07-25T08:26:00.000-05:002020-07-31T05:11:23.470-05:00Memorias de un mago enamorado 23<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-22.html">Capítulo 22</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-24.html">Capítulo 24</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-LYdZdJhSDuQ/XxwxxIZ3s8I/AAAAAAAAERc/vjBdQq7-ox8zwyhHhzF0_OCWQ4TjrLP2wCLcBGAsYHQ/s1600/muerte%2Binesperada.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Christopher Campbell" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-LYdZdJhSDuQ/XxwxxIZ3s8I/AAAAAAAAERc/vjBdQq7-ox8zwyhHhzF0_OCWQ4TjrLP2wCLcBGAsYHQ/s320/muerte%2Binesperada.png" title="Foto original por Christopher Campbell" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@chrisjoelcampbell" target="_blank">Foto original por Christopher Campbell</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 23: Una muerte inesperada</h3>
<br />
Abdullah no siempre fue un anciano de rostro cetrino y canas grises cubiertas por un turbante. Alguna vez fue un niño muriendo de hambre, tirado sobre la arena del desierto. Había escapado de su hogar porque se había cansado de los puños de su padre. Había deambulado durante dos días y se le habían agotado los víveres que había sustraído de la cocina familiar. Había equivocado el rumbo y ya no tenía esperanza de hallar el asentamiento nómada al que había querido unirse.<br />
<br />
Sin fuerzas para continuar, perdió el conocimiento. Se sorprendió cuando despertó, no tanto por la cadena en su tobillo que lo unía a una pesada bola de metal, sino por el hecho de seguir con vida. Había sido capturado por un grupo que vendía esclavos, y Abdullah les había llamado la atención por su latente talento mágico.<br />
<br />
Fue vendido al mejor postor, una y otra vez hasta que dejó de ser joven y cayó en manos del recién aparecido Dios Dragón del Fuego.<br />
<br />
A pesar de su condición de esclavo no había tenido una vida tan mala. Había sido una herramienta preciada para todos sus amos, la perfecta calculadora tasadora de maná imposible de engañar. Sin embargo, sus dueños lo vendían cada dos años más o menos, porque les causaba desagrado las prácticas sexuales de Abdullah. Como a muchos esclavos, se le daba un sueldo marginal que él ahorraba escrupulosamente hasta el punto de ser tacaño consigo mismo, todo con tal de tener dinero los fines de semana, el suficiente para pagar una prostituta y emborracharse a gusto. Los Sábados el austero Abdullah desaparecía y era reemplazado por un hombre grosero y violento.<br />
<br />
Por mucho, el Dios Dragón de Fuego era su jefe favorito. No solamente porque le había regalado su libertad sin condiciones. La verdad eso apenas y le importaba. No, lo mejor era que su nuevo jefe le había obsequiado cinco mujeres jóvenes y hermosas: sus propias esclavas.<br />
<br />
―Trate de no romper todos sus juguetes, señor papá. ―Había dicho el joven Jiro con una sonrisa.<br />
<br />
Abdullah no se permitió llorar delante de Jiro. Si bien él las había secuestrado, sólo lo había hecho por indicación del Dragón del Fuego. Sólo lloró cuando estuvo a solas con sus nuevas cinco posesiones, mientras las golpeaba.<br />
<br />
Abdullah no estaba dispuesto a morir por su jefe, pues nunca había sido un hombre de acción. Pero dudaba que pudiera conseguir un mejor trabajo, y allí estaba muy cómodo. Tales eran los sentimientos de Abdullah la noche que Melodie destruyó al Mago Hartwell.<br />
<br />
La reacción del Dios Dragón del Fuego fue inmediata. Al ser una entidad cósmica compuesta de energía pura, la desaparición de otro ser similar dejó una ausencia en el universo que el Dragón del Fuego pudo sentir dentro de su capullo de carne. Lo que el Dragón del Fuego no pudo prever, fue que con la desaparición del Mago Hartwell, también su Asistente debía ser desterrado.<br />
<br />
El conjuro del Asistente que tenía paralizada a las dos Harpías cesó por completo, por lo que las Harpías se fueron multiplicando una y otra vez y partieron en busca de la identidad conocida como Vástago del Viento. Las Harpías eran el castigo dirigido a Zeferino por intentar romper el pacto de Melodie. Por ende, el maná que alimentaba su hechizo de multiplicación provenía directamente del Dragón del Fuego, quien sintió su vasija desmoronarse al ser drenada de toda su magia.<br />
<br />
No podía ser asesinado de ese modo, ni siquiera lastimado. Lo que sí podía ocurrir es que su vasija fuese destruida y obligado a abandonar este mundo. El Dragón del Fuego tuvo la certeza de que todo era parte del plan del Mago Hartwell, toda una cadena de acciones enlazadas para llevar a un empate donde ambos iban a desaparecer de este mundo. Hartwell incluso podía obtener una victoria si el resto de sus piezas estaban mejor acomodadas.<br />
<br />
Las manipulaciones de Jiro.<br />
<br />
El intento de suicidio de Melodie.<br />
<br />
La intervención de Zeferino.<br />
<br />
Las Harpías paralizadas y liberadas en masa.<br />
<br />
Su vasija herida de gravedad, una herida mortal a causa de la gran cantidad de maná que le había sido quitada al mismo tiempo.<br />
<br />
El Velo roto, el límite que mantenía los números y creatividad de los seres mágicos bajo control, la medida preventiva del Dragón del Aire, rota por completo.<br />
<br />
Hartwell desaparecido de un mundo que ya no lo necesitaba para resistir la influencia de los Dragones, con defensas que pronto construirían.<br />
<br />
Melodía de la muerte.<br />
<br />
Quizá ya todo estaba perdido.<br />
<br />
En ese momento de agonía, el Dios Dragón del Fuego estableció su propio plan de contraataque, cuyo primer paso era mantener su vasija con vida. Por lo que rompió la maldición de Zeferino, así el recién nacido ejército de Harpías se limitó a cincuenta mil.<br />
<br />
En ese punto, sin ver mucha diferencia entre Abdullah y el Capitán Jace, extendió su mano hambrienta hacia el que tenía más cerca.<br />
<br />
Los femeninos dedos se posaron sobre el arrugado rostro de Abdullah, quien sintió como si lo hubiesen tocado con hierros encendidos.<br />
<br />
Luego un calor infernal lo devoró de pies a cabeza cuando los líquidos de su cuerpo fueron evaporados.<br />
<br />
Su pene se convirtió en un carbón negro al mismo tiempo que su lengua, un grito ahogado alcanzó a presentirse aunque no a oírse.<br />
<br />
Para cuando sus ojos se derritieron ya estaba muerto, cubierto de llamas por todos lados. Esa imagen fue la que con mayor claridad se grabó en la memoria del Capitán Jace.<br />
<br />
En un par de segundos, Abdullah dejó de ser un ser humano y se convirtió en cenizas.<br />
<br />
El Dios Dragón del Fuego se giró hacia el Capitán Jace, su divino cabello violeta flotaba volátil, sus ojos índigo chispeaban y su cara era una máscara de dolor sagrado. Dominado por un horror mudo, el simple mortal le rogó al universo por una muerte rápida.<br />
<br />
<i><b>―¡QUIERO A MELODÍA DE LA MUERTE Y A TODOS SUS ALIADOS MUERTOS! ¡A TODOS Y CADA UNO, DE INMEDIATO!</b></i><br />
<br />
El Capitán Jace se meó en sus lujosos pantalones de prestigioso guerrero. Se levantó tambaleante y casi se tropieza en el umbral de la oficina cuando su jefe habló de nuevo.<br />
<br />
<i><b>―¡VOY A SALIR A DEVORAR A TODOS EN ESTA CIUDAD! ¡SI PARA CUANDO TERMINE DE COMER MIS ÓRDENES NO HAN SIDO CUMPLIDAS, USTEDES SEGUIRÁN EN MI MENÚ!</b></i><br />
<br />
Sin aguardar más, el Capitán Jace salió corriendo, al tiempo que sacó su celular y empezó a escribir un desesperado mensaje para todos los que figuraban en la nómina del Dios Dragón del Fuego:<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>"El Dios Dragón del Fuego ha decretado que Melodie la Melodía de la Muerte, Celestino el Segundo Vástago del Viento, Blaise el Fabricante, Atahualpa la Llama en la Mano, y Persea la Flor Inmortal deben ser exterminados de inmediato. Divisiones Ocho, Nueve y Diez vayan respectivamente a confrontar a los tres últimos en sus hogares. El resto vamos a donde vive Melodía de la Muerte."</i></div>
<br />
<br />
Jace subió a la terraza y sin demora montó su lagarto alado. El resto de su Escuadrón estaba sobrevolando la Torre del Comercio. Él se unió a ellos con unos cuantos aleteos de su montura.<br />
<br />
―Capitán Jace, ¿sintió esa perturbación? ¡El Velo se ha roto! ¿Qué vamos a hacer? ―Preguntó Johnson, su Segundo al Mando. También era un Detector, como Abdullah, aunque no igual de hábil.<br />
<br />
Su montura se agitó, inquieta por el olor de humedad en los pantalones de su jinete.<br />
<br />
Jace sintió un nudo en el pecho. No había sido cercano a Abdullah ni mucho menos. Sólo que su muerte había ocurrido delante de sus ojos. Abdullah nunca había cometido ni un error bajo el servicio del Dragón del Fuego, y este lo había destruido sin razón.<br />
<br />
<i>No, no sin razón, no simplemente destruido. El Dios Dragón del Fuego estaba hambriento y se lo comió.</i> Pensó Jace, comprendiendo horrorizado, que el muerto podría haber sido él.<br />
<br />
¿Qué le había sucedido al Dragón del Fuego? ¿Acaso había recibido un ataque invisible? ¿El Velo se había roto porque el Dragón del Fuego había sido debilitado, o había sido al revés? ¿Abdullah únicamente había muerto para saciar a su jefe? ¿O estaba enojado con Abdullah por no haber percibido el ataque? ¿O quizá el Dragón del Fuego había decidido que sus servicios ya no eran necesarios, porque los tiempos de las pretensiones y estratagemas habían terminado?<br />
<br />
Eso último fue lo que eligió creer el Capitán Jace, porque le permitía creer que aún no era prescindible.<br />
<br />
―¿Capitán?<br />
<br />
―Estamos en guerra. Debemos dirigirnos de inmediato a enfrentar a Melodía de la Muerte.<br />
<br />
A pesar del casco que ocultaba gran parte de su rostro, Jace pudo ver el temor en los ojos de su Escuadrón.<br />
<br />
―No se preocupen. Las Divisiones Uno y Dos van con nosotros, junto con la Cuatro, Cinco, Seis y Siete. Probablemente la Señorita Key será la única en pelear. Después de todo, para eliminar a un monstruo hace falta otro monstruo, ¿no es así? ―Bromeó el Capitán Jace.<br />
<br />
Sus hombres sonrieron trémulamente. Era la primera vez que Jace intentaba hacer un comentario chistoso con ellos. Se les antojó un indicio claro del final del mundo.<br />
<br />
El Capitán Jace y su Escuadrón Dragón se estaban alejando de la Torre del Comercio cuando esta fue partida en dos. Horrorizados, Jace y sus hombres vieron al Dragón del Fuego, perdida para siempre su figura humana en este mundo: ahora era un Dragón de escamas rojas tan grande como un estadio que de un solo bocado se tragó un puñado de personas, y luego siguió y siguió comiendo.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Cuando la puerta del cuarto de Persea se abrió, ella estaba despierta y preparada: iluminó al intruso con su celular directo a la cara. Pudo ver claramente los ojos carmesí y el cabello rubio con la poderosa linterna de su móvil.<br />
<br />
―¿Celestino? ¿Qué haces aquí a esta hora?<br />
<br />
El aludido sonrió y levantó sus manos de forma apaciguadora,<br />
<br />
―Lamento mucho venir a estar horas Persea. Se trata de una emergencia.<br />
<br />
Ella asintió. Tenía puesto un camisón rosado de tiras que le caía por encima de las rodillas. El recién llegado no pudo contener una mirada de aprobación ante sus largas piernas y los pechos que se insinuaban suculentamente.<br />
<br />
Súbitamente, Persea movió su brazo hacia él y le lanzó varias semillas sobre la ropa. Una serie de gruesas enredaderas nacieron de las semillas a velocidad increíble y en un parpadeo inmovilizaron al joven de ojos carmesí, de los pies a la cabeza.<br />
<br />
El joven se mostró sorprendido por un momento. Luego sonrió maliciosamente.<br />
<br />
―Reconozco que eres más inteligente de lo que pensé. ¿Cómo supiste que no era ese falso Bastardo del Viento?<br />
<br />
Persea se llevó la mano hacia su rubio cabello de princesa y lo echó para atrás.<br />
<br />
―Porque lo hiciste todo mal, desde el principio. El verdadero Celestino no habría entrado a mi cuarto por la puerta de ser una emergencia. Habría tumbado mi ventana y me habría llevado volando en sus brazos sin preguntar nada. Celestino no me agrada ni un ápice, pero compartimos la misma definición de emergencia: sólo es una emergencia si Melodie está en peligro. Además, él nunca me ha echado ni una mirada lasciva encima. Por último, Celestino siempre me llama Per, nunca Persea.<br />
<br />
―Que interesante. ¿Entonces son rivales en el amor? Eso es tierno.<br />
<br />
―Te puedes ahorrar tus comentarios, impostor. Lo único que quiero escuchar de tu boca es la razón que tuviste para atacar la Aldea Pielroja, y cualquier información que tengas sobre el paradero de Zeferino.<br />
<br />
El llamado impostor se mostró verdaderamente sorprendido.<br />
<br />
―Oh, pensé que ya habías descubierto mi identidad, pero me equivoqué. ¿Es porque han pasado cuatro años desde que nos conocimos? ¿O es por qué es la primera vez que observas mi verdadera apariencia? ¿Tan poco significó para ti perder tu virginidad conmigo, Persea?<br />
<br />
Los ojos verdes se abrieron de par en par. Los pies descalzos de Persea por poco y no la sostienen.<br />
<br />
―¿Camilo?<br />
<br />
Demasiado tarde, Persea vio delante de ella un par de siluetas borrosas. Escuchó dos objetos rompiendo el viento que acompañaron a esas siluetas casi invisibles. Y entonces sus dos brazos fueron cortados limpiamente por encima de la altura de sus codos.<br />
<br />
Uno de los brazos todavía sostenía el celular cuando rebotó sobre el suelo.<br />
<br />
Persea gritó salvajemente y agitó sus muñones patéticamente.<br />
<br />
La sangre derramada salpicó el rostro de Jiro.<br />
<br />
―Es una lastima, tener que asesinar a una mujer tan hermosa como tú.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-22.html">Capítulo 22</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-24.html">Capítulo 24</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (17 de Julio de 2.020)</h4>
<br />
Creo que aquí se nota la influencia que series como <i>Bleach </i>o <i>Naruto </i>han tenido sobre mí. Me gusta cuando ocurren diversos combates al mismo tiempo y tenemos la oportunidad de ver a los integrantes de un grupo luchar individualmente. Me viene sobretodo a la mente la misión para rescatar a <b>Sasuke</b>, que para mí habría estado mejor si <b>Neji </b>y <b>Chouji </b>hubiesen muerto: creo firmemente que la eliminación de personajes es necesaria en las historias largas. Pero bueno, esa es mi humilde opinión.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-31179984031322609942020-07-17T04:59:00.000-05:002020-07-25T08:26:15.026-05:00Memorias de un mago enamorado 22<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-21.html">Capítulo 21</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-23.html">Capítulo 23</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ksUCO67EULE/XxF1H70f5DI/AAAAAAAAERQ/T_n9b2kInNkuQbEA2hUdAc7J-7djLNzuACLcBGAsYHQ/s1600/sombra.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Martino Pietropoli" border="0" data-original-height="538" data-original-width="640" height="269" src="https://1.bp.blogspot.com/-ksUCO67EULE/XxF1H70f5DI/AAAAAAAAERQ/T_n9b2kInNkuQbEA2hUdAc7J-7djLNzuACLcBGAsYHQ/s320/sombra.png" title="Foto original por Martino Pietropoli" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@martino_pietropoli" target="_blank">Foto original por Martino Pietropoli</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 22: Hágase tu voluntad, querida...</h3>
<br />
Melodie abrió sus párpados ligeramente rasgados y Celestino pudo ver sus ojos de color avellana.<br />
<br />
―¿Qué estás esperando? ―Preguntó ella con su voz aguda.<br />
<br />
―Lo siento, me distraje. ―Se disculpó Celestino y procedió a besarla.<br />
<br />
No fue un beso largo ni corto. No fue muy apasionado, ni totalmente desapasionado. Fue definitivamente confuso para ambos. Melodie sabía que no era solamente la necesidad de mantener a Celestino con vida. Tarde o temprano tendría que confrontar sus propios sentimientos. ¿En qué momento habían cambiado los besos de él? ¿Cuándo dejaron de ser una incómoda necesidad y pasaron a ser un momento anhelado? ¿En qué momento Celestino se había vuelto tan, <i>humano</i>?<br />
<br />
¿Qué iba a suceder cuando volviera a ver a Zeferino?<br />
<br />
Separaron sus rostros y por un par de segundos se contemplaron sin decir nada. Celestino levantó una mano. Melodie alcanzó a temer que fuera a acariciar su cara, cuando su celular vibró y ella lo cogió apresurada.<br />
<br />
―¡Es Atahualpa! ¡Qué nombre tan extraño! ¡Me preguntó si en realidad es un descendiente del Atahualpa original!¡ Oh, es un vídeo! ¡Ven, vamos a verlo juntos! ¡Siéntate allí! ―Habló Melodie acelerada.<br />
<br />
Celestino suspiró y se acomodó sobre la cama, a la distancia prudencial que ella le había indicado.<br />
<br />
Debajo del vídeo que aparecía en la pantalla, Atahualpa había escrito lo siguiente:<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>"Sea quien sea ese impostor, es bastante bueno para imitar. Aunque en comparación a Celestino hay algo que no encaja, no sé qué es, pero me queda una sensación de que hay algo diferente entre el impostor y Celestino. Por favor dime a qué horas quieres ir mañana al Gremio."</i></div>
<br />
<br />
Con un nudo en la garganta, Melodie presionó el botón de reproducción.<br />
<br />
La pantalla negra se movió. No fue la rápida sucesión de imágenes a gran velocidad que habría sido lo normal, sino que lo negro de la pantalla se inflamó como una burbuja, y siguió creciendo hasta que un rostro comenzó a formarse.<br />
<br />
Celestino le arrebató el celular de las manos y lo arrojó a una esquina de la habitación. Luego se puso delante de Melodie, produciendo una barrera de viento entre ellos dos y el celular.<br />
<br />
Ella se había asombrado ante la bizarra aparición en la pantalla del celular, pero sólo experimentó verdadero pánico cuando percibió que a Celestino le temblaban las rodillas, junto con el resto del cuerpo, hasta el punto que sus dientes castañeteaban. Su frente se había perlado de sudor en un parpadeo, y sus ojos carmesí parecían a punto de salirse de sus cuencas de lo desorbitados que estaban.<br />
<br />
Por instinto, Melodie lo abrazó por la espalda. Celestino forzó su cuerpo a calmarse.<br />
<br />
De la pantalla del celular surgió un tallo negro, y del tallo se levantó una figura humanoide cubierta por una túnica negra, con una cima rematada por un feo gorro bombacho.<br />
<br />
―Buenas noches. Soy el Mago Hartwell, y estoy aquí para entregar una advertencia: no mires este vídeo, Melodía de la Muerte. Renuncia a investigar el paradero de Zeferino y Camilo. No puedes encontrar lo que buscas: al final de ese camino no hay más que dolor y enojo. ―Era una voz de penumbra, lejana y peligrosa.<br />
<br />
Celestino se vio sobrepasado por un temor irracional. Se desprendió del abrazo de Melodie, gritó como un salvaje, y se convirtió en un torbellino para atacar directamente al Mago Hartwell.<br />
<br />
Melodie no estuvo segura de lo que vio en ese momento. Fue como si el torbellino se hubiese hundido sobre la figura aparentemente humana, y luego procediera a <i>rebotar </i>desde ella, como si el Mago Hartwell estuviese constituido de goma. El torbellino de viento se deshizo y Celestino fue a estrellarse contra la ventana del cuarto de Melodie: él siguió derecho hasta chocar con el edificio que estaba al frente. El impacto había sido tan fuerte que el muro se hendió un poco, lo suficiente como para ser visible. Inconsciente, Celestino fue cayendo desde el tercer piso.<br />
<br />
Melodie se concentró por un segundo, y condensó suficiente aire debajo de Celestino como para que cayese con la suavidad de una pluma.<br />
<br />
―Oh, ¿ya tienes tanto dominio sobre el poder de tu pareja? ¡Impresionante! ―La congratuló el Mago Hartwell.<br />
<br />
Melodie necesitó de toda su fuerza de voluntad para contenerse y no atacar en ese momento. Si ella se arriesgaba, y resultaba igual de lastimada, ¿quién iba a socorrer a Celestino?<br />
<br />
―¿Por qué has venido hasta aquí? No tenemos ningún pacto contigo. ―Como era usual, su tono se volvió más agudo por estar nerviosa.<br />
<br />
―Es cierto. Sin embargo también es cierto que hice un pacto con aquel al que alguna vez amaste.<br />
<br />
―¿Zeferino? ¿Estás hablando de Zeferino? Si sabes dónde está, ¡dímelo ahora mismo!<br />
<br />
―Aunque te he protegido por cuatro años de tus enemigos, no puedo protegerte de ti misma. Si insistes en seguir adelante, renuncias a los beneficios que el Vástago del Viento adquirió para ti, y yo puedo conservar el pago que me fue dado. Eres <i>tú </i>quien rompe el trato, Melodía de la Muerte, no yo.<br />
<br />
Por su Unión con Celestino, Melodie pudo sentir que él estaba apunto de fallecer. Fuera por eso, o por las palabras del Mago Hartwell, ella no pudo mantener el control por más tiempo.<br />
<br />
―¡Nivel cuatro! ―Gritó Melodie.<br />
<br />
El celular respondió al comando de voz y reprodujo la canción de Melodie un poco menos distorsionada de lo que la había escuchado Atahualpa.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>Grita el viento el nombre que por mi sangre corre,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>cual ígneo fuego que devora a su paso, </i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>mi piel, mis huesos, mi propio existir.</i></div>
<br />
<br />
Melodie manipuló su voz, la que salía del celular, con la magia de viento a la que tenía acceso gracias a Celestino. Así la concentró en la figura del Mago Hartwell, cubriendo su ser dentro de un área de dos metros y medio.<br />
<br />
El feo sombrero se partió en dos, y el resto del Mago Hartwell se resquebrajó del mismo modo que lo había hecho la ventana rota en la habitación. Los pedazos se convirtieron en polvo negro que se hizo cada vez más diminuto hasta desaparecer por completo.<br />
<br />
Melodie respiró agitada, agotada por la tensión emocional, no por el esfuerzo físico. Dio un paso hacia adelante para recoger su celular. Entonces oyó la voz espectral e incorpórea del Mago Hartwell.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>Hágase tu voluntad, querida...</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
Las últimas dos palabras rompieron la mente de Melodie. Su consciencia se dividió en dos voces diferentes.<br />
<br />
<i>Melodie A</i> quería procesar y entender lo que el Mago Hartwell acababa de pronunciar, aún si eso significaba perder el conocimiento y dejar morir a Celestino.<br />
<br />
<i>Melodie B</i> quería olvidar, hacer de cuenta que nunca había oído las dos últimas palabras del Mago Hartwell y salir corriendo para auxiliar a Celestino.<br />
<br />
Melodie cayó de rodillas, con las manos jalando su cabello negro con tanta fuerza como para arrancar algunas hebras. Gritó de dolor como nunca lo había hecho en su vida, ni siquiera cuando se había comido un pimiento llamado <i>Carolina Reaper</i> por accidente y su abuela la había tenido que llevar de urgencia al hospital para un lavado estomacal. Se revolcó por el suelo de su habitación, derribó una lámpara de mesa y un frasco de loción, ambos regalos de Persea.<br />
<br />
Tras una fiera batalla interior, Melodie B asesinó a Melodie A.<br />
<br />
La Melodie real salió de su cuarto arrastrándose, apoderándose de su celular en el recorrido.<br />
<br />
―Melodie, ¿qué está pasando? ―Preguntó Fernando al borde de la histeria.<br />
<br />
El hermano menor de Melodie ahora era un adolescente desgarbado de catorce años. La delgadez le sentaba a él mucho mejor que a Melodie, y con sus ojos avellana y sus párpados rasgados, no era muy diferente de un ídolo del <i>k-pop</i>.<br />
<br />
La razón para el pánico de Fernando era evidente. Los padres de ambos yacían inconscientes sobre el sofá, mal acomodados.<br />
<br />
<i>Los maté por accidente con mi voz</i>. Pensó Melodie. Por un momento se sintió tragada por el vacío.<br />
<br />
Luego pudo sentir su aliento danzando en sus bocas, la alegre canción de la vida que únicamente el viento podía transmitir.<br />
<br />
―Están con vida. ―Informó ella, con un tono frío evocador del vacío al que acababa de asomarse.<br />
<br />
―¿Qué les pasó? ―Interrogó Fernando.<br />
<br />
La respuesta llegó del cielo: cincuenta mil gritos perforadores que helaron la sangre de todos en la zona, e hicieron que algunos, como los padres de Melodie, perdieran el conocimiento. El propio Fernando activó una barrera mágica a su alrededor sin percatarse de ello, la adrenalina acelerando su pulso a mil por hora.<br />
<br />
La escala de escalofríos de Melodie había sido actualizada tras su encuentro con el Mago Hartwell, por lo que pudo escuchar los furiosos gritos sin miedo, recordando sin dificultad el día de su reencuentro con Zeferino, y a la Harpía que había intentado matarlos ese día.<br />
<br />
<i>No. La Harpía perseguía a Zeferino, no a mí</i>. Precisó Melodie para sus adentros.<br />
<br />
Tuvo la corazonada de que Celestino era el objetivo de su ataque masivo. No supo por qué lo sintió así, ni tampoco quiso pensar en las implicaciones si eso era cierto. Simplemente lo asumió como la verdad y decidió un curso de acción acorde a esa realidad.<br />
<br />
―¡Ayudame a tirarme por la ventana!<br />
<br />
―¿Qué? ―Replicó su confundido hermano.<br />
<br />
―¡No hay tiempo para perder, sólo ayúdame a llegar a la ventana! ―Aulló Melodie con la autoridad de la hermana mayor.<br />
<br />
Fernando la obedeció. Removió la barrera que había levantado sobre sí mismo, y la auxilió pasando uno de los brazos de ella por encima de los hombros de él. Cuando llegaron frente a la ventana rota, Fernando se halló más desconcertado. Por su parte, Melodie volvió a ladrar órdenes como lo hubiese hecho un chihuahua.<br />
<br />
―¡Cúbreme con una de tus barreras, ya!<br />
<br />
Tras verse protegida por un escudo de maná, Melodie saltó por la ventana rota, dejando atrás a su preocupado hermano.<br />
<br />
Estar protegida por la magia de Fernando era una sensación agradable, como tener puesto un abrigo cuando hace frío. En cambio estrellarse contra el suelo y romper la barrera fue como si le hubiesen quebrado un huevo en la cabeza: aunque no se hizo daño, fue desagradable.<br />
<br />
Desorientada, buscó a Celestino con la mirada. Estaba recostado contra una pared del callejón, apenas respirando. Tenía una fea herida en la cabeza. No era sangre lo que manaba de allí, sino un plasma que Melodie sólo pudo catalogar como luz líquida.<br />
<br />
Ella se tambaleó, tropezó, y cayó de rodillas frente a Celestino. Se arrojó sobre él y lo cobijó en sus brazos. Entonces lo besó con toda la pasión refrenada de esos cuatro años, liberada por un instante de las dudas y temores, dominada únicamente por el deseo de tenerlo a su lado por siempre.<br />
<br />
Celestino movió un poco los dedos. Luego su herida se cerró y atrapó a Melodie con un abrazo posesivo que por primera vez ella no rechazó.<br />
<br />
Cuando se separaron, se quedaron viendo entre sí: los ojos carmesí llenos de esperanza, los ojos avellana entre la felicidad y el temor.<br />
<br />
―¿Mel?<br />
<br />
Ella no supo qué responder, pero fue sacada del apuro por un nuevo grito del enjambre de Harpías, ahora más cercano.<br />
<br />
―Tenemos un problema <i>grande</i>, Cel.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
La nueva base secreta de operaciones del Dios Dragón del Fuego estaba en el piso cuarenta y cuatro, el último piso de la Torre del Comercio. Múltiples protecciones impedían que tanto los ojos mágicos como los ordinarios lo pudiesen observar. Su majestuoso trono estaba frente a una mesa de ejecutivos, alrededor de la cual estaban sentados Jace, uno de los capitanes más destacados de la Guardia Dragón, y Abdullah, mago de detección y radar personal del Dios Dragón.<br />
<br />
Esos dos eran sus únicos acompañantes en ese momento. Ambos desconocían que uno de ellos estaba a punto de morir.<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-21.html">Capítulo 21</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-23.html">Capítulo 23</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (10 de Julio de 2.020)</h4>
<br />
Cuando comencé a escribir este capítulo, se suponía que el Mago Hartwell haría una aparición breve para amedrentar un poco a nuestros protagonistas. Pero a medida que iba escribiendo la colisión entre los personajes se volvió inevitable, Ahora la historia se ha descarrilado y se ha estrellado y el número de muertos apenas va a comenzar a crecer. El mundo de un<i> Mago Enamorado</i> está a punto de cambiar para siempre.<br />
<br />
Me gustó que al inicio y al final del capítulo los protagonistas compartan un beso.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-55228412706804647392020-07-10T09:58:00.000-05:002020-07-17T04:59:42.118-05:00Memorias de un mago enamorado 21<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-20.html">Capítulo 20</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-22.html">Capítulo 22</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-xrutGUsR0-w/Xwhmmbeh-dI/AAAAAAAAEPU/7Vb60RQwrj0SSU1Y6fTbhmaSPAelHfbWQCLcBGAsYHQ/s1600/indigena.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Foto original por Domi Chung" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-xrutGUsR0-w/Xwhmmbeh-dI/AAAAAAAAEPU/7Vb60RQwrj0SSU1Y6fTbhmaSPAelHfbWQCLcBGAsYHQ/s320/indigena.png" title="Foto original por Domi Chung" width="250" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@domchung" target="_blank">Foto original por Domi Chung</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 21: Aldea Pielroja</h3>
<br />
―¡Amigo, es tan locamente imposible que seas un Espíritu que ha vivido cuatro años! Eso es como, ¡locamente imposible! Sólo había escuchado algo semejante en relatos de terror sobre el Mago Hartwell, ¡pero tú no eres como ninguno de sus monstruos! Además, ¡te ganas un beso todas las noches! ¿Entonces ustedes dos son pareja o algo así? ―Dijo Atahualpa, gesticulando con sus musculosos brazos.<br />
<br />
―Algo así. ―Respondió Celestino.<br />
<br />
―No. ―Intervino Persea con seriedad.<br />
<br />
Melodie pretendió que la conversación no versaba sobre ella y miró para otro lado.<br />
<br />
Los cuatro estaban sentados en la parte de atrás de un autobús. Persea y Melodie con sus pulcros uniformes escolares. Atahualpa tenía una gabardina negra abierta sobre los hombros, sin meter los brazos dentro.<br />
<br />
―Ya veo. Debe ser una relación complicada porque, bueno, si ella no te besa pues desapareces. Además estás modelado a partir del tipo que ella amaba, que podría o no haberse convertido en un villano. Oye, pero después de cuatro años, ¿no eres prácticamente otra persona? Incluso se podría considerar que eres una persona real. Al menos yo no te percibo como un autómata, sino como un hombre de carne y hueso. ―Concluyó Atahualpa asintiendo repetidamente con su calva cabeza.<br />
<br />
―Sin embargo las personas ordinarias siguen sin poder verme. ―Comentó Celestino.<br />
<br />
―¡Bah! ¿A quién le importa la gente ordinaria? ¡Yo ni me aprendo sus nombres! ―Replicó Atahualpa.<br />
<br />
―Eso es grosero. ―Señaló Persea.<br />
<br />
―Entonces, mi querida nena. ¿Tienes novio? Porque yo estoy muy disponible. ―Atahualpa le guiñó con uno de sus ojos negros.<br />
<br />
Persea se carcajeó.<br />
<br />
―Lo siento huevo con músculos, no eres mi tipo.<br />
<br />
―Eso es lo que todas dicen. ―Replicó Atahualpa con el orgullo herido.<br />
<br />
―Y también al final. ―Remató Persea.<br />
<br />
Celestino y Melodie no pudieron contener las risas. Hasta Atahualpa terminó por sumarse a ellos. Luego cayeron en un momento de silencio.<br />
<br />
―Espero que tengan razón sobre su amigo. Ustedes me simpatizan, no quisiera tener que pelear contra él. Pero si él fue el que atacó a mi aldea, no lo puedo perdonar.<br />
<br />
―Zeferino jamás lastimaría a gente inocente de ese modo. ―Aseveró Melodie con seguridad.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
La seguridad de Melodie se estremeció un poco cuando llegaron a la Aldea Pielroja. Era una zona devastada de casas derrumbadas, caminos obstaculizados por escombros y gente deambulando por ahí con expresión desamparada. Era como una de esas escenas en los noticieros donde la gente era entrevistada tras haber ocurrido un desastre natural.<br />
<br />
La Aldea Pielroja tenía casi cien habitantes. La mayoría de ellos eran de piel morena, de cuerpos atléticos unos y esbeltos otros. Los ojos tristes eran el común denominador, un rasgo milenario que únicamente se veía más acentuado por la reciente catástrofe. No pertenecían a una misma tribu o etnia, sino que eran los rescoldos agrupados de diversas poblaciones que habían querido reunirse para celebrar su condición indígena en el país.<br />
<br />
―Entonces, niño viento, ¿sientes que esto fue obra de tu creador o qué? ―Preguntó Atahualpa.<br />
<br />
―No soy un niño, y necesito concentrarme un poco más para estar seguro. ―Contestó Celestino con los ojos cerrados.<br />
<br />
Una comitiva de diez personas se acercó hacia ellos, iban encabezados por una anciana ataviada con un largo vestido de lana blanca.<br />
<br />
―Atahualpa, ¿quienes son estas personas...? ¡Ay! ―Inició la anciana, para luego interrumpirse a sí misma con un grito.<br />
<br />
El resto de la comitiva que la acompañaba también se acobardó, retrocediendo un poco.<br />
<br />
―Oigan, se que se ve mal, pero no hay nada de qué preocuparse. Cálmese anciana Tehuixtle. Sí, ella es Melodía de la Muerte, es buena persona, no nos va a matar a todos. ―Afirmó Atahualpa.<br />
<br />
―¿Por qué me mencionas a mí? ¡Obviamente tienen miedo de Celestino! ―Protestó Melodie.<br />
<br />
―¡Cómo se te ocurre traer a estos dos a la Aldea! ¿Acaso no hemos sufrido ya lo suficiente? ―Se lamentó la anciana Tehuixtle.<br />
<br />
Melodie sintió amargura. Tanto Celestino como Persea le habían advertido que era mejor que se mantuviera apartada de las comunidades mágicas porque siempre la iban a considerar un arma de destrucción masiva. Bueno, ella era un arma de destrucción masiva, sin embargo era grosero que se lo hubieran restregado tan directamente.<br />
<br />
Celestino abrió los ojos. La anciana Tehuixtle y su comitiva temblaron ante esos ojos carmesí.<br />
<br />
―¡Buena gente de la Aldea Pielroja, escúchenme! No fui yo quien usó un tornado para atacar su aldea. Esto fue obra de un impostor. Juro que voy a castigar al responsable de manchar mi buen nombre. Por ahora haré lo que está en mi poder para ayudarlos. ¡Lo que el viento ha roto, el viento puede reparar! ―Declaró Celestino.<br />
<br />
Tras su discurso, él se elevó en los aires y fuertes vientos fueron surgiendo de su persona. Los habitantes de Pielroja pensaron que estaban bajo un nuevo ataque y empezaron a gritar. Pronto sus gritos fueron de júbilo, pues las casas caídas fueron reconstruyéndose a sí mismas.<br />
<br />
Celestino descendió, y de inmediato fue rodeado por manos agradecidas.<br />
<br />
―¡Yo sabía que el Vástago del Viento era inocente! ―Celebró uno del montón.<br />
<br />
―¡Tienes que darle su merecido a ese impostor! ―Pidió otro.<br />
<br />
Otras frases similares fueron pronunciadas por parte de los habitantes de Pielroja.<br />
<br />
―¿Qué rayos estás haciendo? ―Increpó Persea.<br />
<br />
Celestino hizo un gesto y se llevó a sus amigos aparte.<br />
<br />
―Es más fácil convencer a la gente de una mentira que de una verdad. No puedo permitir que el buen nombre de Zeferino sea manchado cuando es inocente.<br />
<br />
―Amigo, te agradezco lo de las casas, pero, ¿estás seguro que no fue el? ―Preguntó Atahualpa.<br />
<br />
―Sí, estoy seguro. La magia de viento que fue utilizada en esta Aldea es muy parecida a la de Zeferino, sin embargo no es la que pertenece a él. Aunque lo extraño es que los rastros de maná que puedo sentir son muy familiares, a pesar de que me son desconocidos.<br />
<br />
―¿A qué te refieres? ¿No lo puedes explicar en términos más simples? ―Insistió Atahualpa.<br />
<br />
Celestino se cruzó de brazos y meditó antes de contestar.<br />
<br />
―Al ser un Espíritu creado por Zeferino, tengo los mismos recuerdos que él, al menos hasta sus catorce años. Estoy seguro que él nunca conoció a la persona que destruyó esta aldea. Definitivamente es alguien cercano a Zeferino, alguien con vínculos de sangre. Hasta donde sé, ninguno de los hijos del Dios Dragón del Viento posee magia de viento. Aunque existen ciertos métodos arriesgados por los que podrían obtener ese poder. Así que no tengo certeza de quién fue, lo único que sé es que definitivamente no fue Zeferino.<br />
<br />
―¿Sólo eso has podido determinar? Eres un clon inútil. ―Sentenció Persea.<br />
<br />
―¿Inútil? ¡Cómo te atreves! Vivimos en una sociedad donde existe el control mental, los juramentos inquebrantables, artefactos para ocultar la identidad, hechizos para verificar la verdad y un montón de medios más para engañar y revelar. ¿Sabes qué tan difícil es llegar a un estimado como el que yo acabo de hacer, cuántas personas podrían hacerlo con seguridad? Puede que tus pechos se hayan hecho más grandes, pero sigues siendo la misma niña ingenua a la que Jiro hizo enamorar de un hombre, ¡a pesar de que eres lesbiana! Te lo volveré a repetir, a ver si esta vez sí lo puedes memorizar: la única razón por la que no vivimos bajo la dictadura eterna de un Dios Dragón, es porque el Mago Hartwell se la pasa esparciendo caos por doquier. Además, acabo de reconstruir una condenada Aldea con estilo y garbo, así que cállate Per.<br />
<br />
Persea se puso colorada, sus mejillas sobresalieron más a causa de su cabello rubio. Aunque abrió la boca, no se le ocurrió nada para contraatacar.<br />
<br />
―¿Eres lesbiana? ―Inquirió Atahualpa, entristecido.<br />
<br />
―¡Sí, lo soy! ¿Algún problema con eso? ―Espetó Persea de mal humor.<br />
<br />
―No, claro que no, yo nada más preguntaba por curiosidad. ―Dijo Atahualpa con la voz rota. Él ya se había imaginado casado con Persea y acompañado por una caterva de hijos.<br />
<br />
―Celestino, ¿cómo hiciste para reconstruir las casas? Nunca pensé que pudieras hacer algo así. ¿Por qué no lo hiciste con el incidente de hace cuatro años, en la zona donde vivía Camilo? ―Indagó Melodie sin poder ocultar su admiración.<br />
<br />
Celestino negó con la cabeza.<br />
<br />
―Se trata de dos instancias muy diferentes. La Aldea Pielroja tiene mucho maná flotando en el aire, por eso es invisible para la gente ordinaria. Yo puedo manipular ese maná con facilidad. Además, las casas fueron construidas con ayuda de la magia, por lo que volverlas a armar es relativamente sencillo, al menos para un mago de alto nivel con el mismo tipo de magia que se usó para destruirlas en primer lugar. En la batalla de Zeferino contra sus hermanas, el lugar fue destruido principalmente por unos explosivos muy poderosos, aunque para nada mágicos. Tampoco puedo deshacer la magia de tierra de Masaki.<br />
<br />
Se quedaron mirando a los casi cien habitantes de la Aldea Pielroja revoloteando de un lado para otro, felices por el milagro de la reconstrucción.<br />
<br />
―La persona que hizo esto sigue libre. Probablemente lo vuelva a intentar, haciéndose pasar por Zefer. ―Opinó Melodie.<br />
<br />
―Encontrar a esa persona no va a ser fácil. ―Dictaminó Celestino.<br />
<br />
―Va a ser peligroso. ―Añadió Persea.<br />
<br />
Melodie los vio a ambos y negó con la cabeza.<br />
<br />
―Lo siento, esta vez no me voy a quedar cruzada de brazos y sin hacer nada. Tiene que haber una razón por la que esta persona quiere difamar a Zefer. Sus motivos podrían darnos una pista sobre su paradero y el de Camilo.<br />
<br />
―También podría ser una trampa para Zeferino. ―Replicó Celestino.<br />
<br />
―Si es una trampa para él, yo la voy a confrontar. Necesito averiguar qué sucedió con ellos. Ya no soy la misma de hace cuatro años, puedo defenderme bastante bien por mi cuenta. Ustedes dos no me tienen que acompañar. ―Dijo Melodie con determinación.<br />
<br />
―No eres la única que aprendió a defenderse. Ni creas que te voy a dejar sola. ―Declaró Persea.<br />
<br />
―Yo literalmente no me puedo apartar de ti. Pero te acompañaría aún si ese no fuera el caso. ―Afirmó Celestino.<br />
<br />
―No les importa si me uno a ustedes, ¿verdad? Aún debo obtener justicia para las cuatro personas muertas de la Aldea Pielroja. ―Añadió Atahualpa.<br />
<br />
Melodie los miró a los tres. No se le ocurrió un buen argumento para disuadirlos. Además, era probable que estuviera perdida sin ellos.<br />
<br />
―De acuerdo. Entonces haremos esto juntos. ¿Alguno de ustedes sabe cuál es el siguiente paso a seguir? ―Preguntó Melodie con su aguda voz.<br />
<br />
―Lo mejor es ir al Gremio y recabar información. A no ser que conozcan a un Adivino de confianza. ―Propuso Atahualpa.<br />
<br />
―Eso suena lógico. Aunque antes de embarcarnos en una aventura fantástica, ¿podemos ir a nuestra graduación? A los padres de Melodie les puede dar un soponcio si no llegamos. ―Dijo Persea.<br />
<br />
Con cara de acontecimiento, Melodie se dirigió apresurada hacia la ruta de autobús. Atahualpa intercambió datos de contacto con ellos y luego se despidió agitando su poderoso brazo. Otros miembros de la Aldea Pielroja los saludaron agradecidos, aunque la mayoría suspiraron aliviados ante su partida.<br />
<br />
Celestino consideró ir con el Asistente del Mago Hartwell. Optó por no hacerlo. Era arriesgado para todos, y en especial para él. Sólo lo iba a proponer en caso de emergencia. Era más seguro ir al Gremio primero.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Melodie y Persea apenas y llegaron a tiempo de ponerse sus togas y reclamar sus diplomas. Como Persea prácticamente había sido adoptada dentro de la familia de Melodie, sufrió la misma cantidad de regaños por parte de los padres de su amiga. Invisible para todos menos para ellas dos, Celestino se burló sin parar.<br />
<br />
Ellas no asistieron al baile de graduación porque no sentían interés por ese tipo de cosas. Además, al día siguiente era el cumpleaños dieciocho de Melodie, por lo que los padres de ella habían organizado una fiesta e invitado a un montón de desconocidos. Contaban con que iba a ser un evento agotador para dos personas tan introvertidas como ellas.<br />
<br />
No estaban equivocadas.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-20.html">Capítulo 20</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-22.html">Capítulo 22</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (3 de Julio de 2.020)</h4>
Tomé algo de inspiración de un comentario en Twitter de <b>Eliezer Yudkowsky</b> sobre la magia y las dictaduras, expresadas a través de Celestino en este capítulo.<br />
<br />
Tras publicar este capítulo en Patreon voy a intentar poner el libro 1 en <i>Google Libros</i>. También quiero que esté disponible gratuitamente en otras plataformas, pero la verdad no conozco muchas, así que tengo que ponerme a investigar. Si me quieren recomendar alguna plataforma lo agradecería mucho..<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-9311712140856185222020-07-09T01:00:00.000-05:002020-07-09T01:00:00.807-05:00La gata Tory siempre será mi favorita duela a quien le duela<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Recopilación de varias fotos con la gata Tory que esperemos sea inmortal porque no me gusta pensar que alguna vez ya no va a estar</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Quédate con una novia que te mire como me mira la gata Tory" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-xUp4FWkuWCA/Xv-8Vdu6E8I/AAAAAAAAEO0/pooufTdUnEISdjb78hPZgGNvU2Zwnh6CQCLcBGAsYHQ/s1600/1593818185573417-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Quédate con una novia que te mire como me mira la gata Tory" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Quédate con una novia que te mire como me mira la gata Tory</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-xUp4FWkuWCA/Xv-8Vdu6E8I/AAAAAAAAEO0/pooufTdUnEISdjb78hPZgGNvU2Zwnh6CQCLcBGAsYHQ/s1600/1593818185573417-0.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Tory se ve muy gorda y deliciosa pero en realidad no tiene tanta carne que digamos" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-scUOBNeW55Y/Xv-8SZ4Ne2I/AAAAAAAAEOw/74N9BZkKjT0JEY1fZz24c-rytoOG546zgCLcBGAsYHQ/s1600/1593818165722098-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Tory se ve muy gorda y deliciosa pero en realidad no tiene tanta carne que digamos" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tory se ve muy gorda y deliciosa pero en realidad no tiene tanta carne que digamos</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-scUOBNeW55Y/Xv-8SZ4Ne2I/AAAAAAAAEOw/74N9BZkKjT0JEY1fZz24c-rytoOG546zgCLcBGAsYHQ/s1600/1593818165722098-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="La gata Tory haciendo pose casual de modelo" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-V5Ue3vDxyjg/Xv-8NH6wWXI/AAAAAAAAEOo/2K9ShGxdSX8DCg3ncrcQcSicERggI03hQCLcBGAsYHQ/s1600/1593818142755687-2.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="La gata Tory haciendo pose casual de modelo" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La gata Tory haciendo pose casual de modelo</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-V5Ue3vDxyjg/Xv-8NH6wWXI/AAAAAAAAEOo/2K9ShGxdSX8DCg3ncrcQcSicERggI03hQCLcBGAsYHQ/s1600/1593818142755687-2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="La cara que hace Tory cuando un humano sale a la calle sin tapabocas" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-TiZjG-N-0KQ/Xv-8Hb9z4BI/AAAAAAAAEOk/W6cJ12-CMFQO9U8oqyYwERbymBznRqZSgCLcBGAsYHQ/s1600/1593818120322665-3.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="La cara que hace Tory cuando un humano sale a la calle sin tapabocas" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La cara que hace Tory cuando un humano sale a la calle sin tapabocas</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-TiZjG-N-0KQ/Xv-8Hb9z4BI/AAAAAAAAEOk/W6cJ12-CMFQO9U8oqyYwERbymBznRqZSgCLcBGAsYHQ/s1600/1593818120322665-3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Cuando vales tampoco que ni te mira a los ojos" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-BX2mCSp9K0s/Xv-8B2Iq51I/AAAAAAAAEOg/kHDzTzc3mrc3iTom1RymQJLdduJkDd9AQCLcBGAsYHQ/s1600/1593818097072960-4.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Cuando vales tampoco que ni te mira a los ojos" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cuando vales tampoco que ni te mira a los ojos</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-BX2mCSp9K0s/Xv-8B2Iq51I/AAAAAAAAEOg/kHDzTzc3mrc3iTom1RymQJLdduJkDd9AQCLcBGAsYHQ/s1600/1593818097072960-4.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Tan cerca pero tan lejos porque camina muy lento" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-jiIZ3rfmcoM/Xv-776-7FDI/AAAAAAAAEOc/JixFrYFpVYMcSrZ_eDG1QKgj6YkF6ihDACLcBGAsYHQ/s1600/1593818075083713-5.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Tan cerca pero tan lejos porque camina muy lento" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tan cerca pero tan lejos porque camina muy lento</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-jiIZ3rfmcoM/Xv-776-7FDI/AAAAAAAAEOc/JixFrYFpVYMcSrZ_eDG1QKgj6YkF6ihDACLcBGAsYHQ/s1600/1593818075083713-5.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-38195953966055695522020-07-08T01:00:00.000-05:002020-07-08T01:00:04.172-05:00Gohan tiene novia pero no las bolas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Manchas la perra que pertenece a nuestros vecinos está en calor y a menudo busca a Gohan el perro de mi familia, pero Gohan ya fue operado y por más que lo intenta no puede cumplir la tarea. Una relación casta y pura.</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Perro intentando lo imposible" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-o-mSyzQskjU/Xv-7NDdZE0I/AAAAAAAAEN8/_M3aPbtSBa8nzXW290vU6vILuYCyxyEpwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817891486542-2.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Perro intentando lo imposible" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Perro intentando lo imposible</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-o-mSyzQskjU/Xv-7NDdZE0I/AAAAAAAAEN8/_M3aPbtSBa8nzXW290vU6vILuYCyxyEpwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817891486542-2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Perros haciendo poses de JoJo" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-z6VAe_evPgg/Xv-7Iv1zqcI/AAAAAAAAEN4/95mLYzinwuI8xfWWEUb0E6B5MLNtDOSigCLcBGAsYHQ/s1600/1593817873119385-3.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Perros haciendo poses de JoJo" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Perros haciendo poses de JoJo</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-z6VAe_evPgg/Xv-7Iv1zqcI/AAAAAAAAEN4/95mLYzinwuI8xfWWEUb0E6B5MLNtDOSigCLcBGAsYHQ/s1600/1593817873119385-3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="El perro Gohan oliendo a su novia" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-hLQihmK1xR4/Xv-7Dzz6b6I/AAAAAAAAEN0/MkRQqdJMnyE85CkPYw_BCCLOAOnq-JZQQCLcBGAsYHQ/s1600/1593817854399310-4.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="El perro Gohan oliendo a su novia" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El perro Gohan oliendo a su novia</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-hLQihmK1xR4/Xv-7Dzz6b6I/AAAAAAAAEN0/MkRQqdJMnyE85CkPYw_BCCLOAOnq-JZQQCLcBGAsYHQ/s1600/1593817854399310-4.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-28716744908046268462020-07-07T01:00:00.000-05:002020-07-07T01:00:09.019-05:00A lo mejor tus mascotas no te aman<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Algunas fotos de nuestro perro Gohan, la gata Momo y la lora/loro cuyo género desconocemos</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Gohan le tiene miedo a este juguete" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-RB_cu4xmmOM/Xv-6b1g-eaI/AAAAAAAAENk/9MUv1aNiFBgESdIxLMv9q53NoB_Veke4ACLcBGAsYHQ/s1600/1593817687126550-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Gohan le tiene miedo a este juguete" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gohan le tiene miedo a este juguete</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-RB_cu4xmmOM/Xv-6b1g-eaI/AAAAAAAAENk/9MUv1aNiFBgESdIxLMv9q53NoB_Veke4ACLcBGAsYHQ/s1600/1593817687126550-0.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Momo duerme con un ojo abierto por respeto a Gohan" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-5ImvzbThYKo/Xv-6VrOFh5I/AAAAAAAAENc/5QEc8LnhRPgM4uBey3x6gaSbtwedSo9qgCLcBGAsYHQ/s1600/1593817660798220-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Momo duerme con un ojo abierto por respeto a Gohan" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Momo duerme con un ojo abierto por respeto a Gohan</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-5ImvzbThYKo/Xv-6VrOFh5I/AAAAAAAAENc/5QEc8LnhRPgM4uBey3x6gaSbtwedSo9qgCLcBGAsYHQ/s1600/1593817660798220-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Gohan rascándose hasta alcanzar el nirvana" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-rN4q2Y2_wSI/Xv-6PP29OwI/AAAAAAAAENY/MRUoa7h4Oj06fe0FtvACA1md2WPX5g0kwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817637204792-2.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Gohan rascándose hasta alcanzar el nirvana" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gohan rascándose hasta alcanzar el nirvana</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-rN4q2Y2_wSI/Xv-6PP29OwI/AAAAAAAAENY/MRUoa7h4Oj06fe0FtvACA1md2WPX5g0kwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817637204792-2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="La lora/loro sólo reconoce mi existencia cuando le doy galletas" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-_3LdN6eRAmo/Xv-6JBGGdTI/AAAAAAAAENU/OVY5C1vzHY4QQDIdM8daNeLKFUhHa0vxACLcBGAsYHQ/s1600/1593817617159105-3.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="La lora/loro sólo reconoce mi existencia cuando le doy galletas" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La lora/loro sólo reconoce mi existencia cuando le doy galletas</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-_3LdN6eRAmo/Xv-6JBGGdTI/AAAAAAAAENU/OVY5C1vzHY4QQDIdM8daNeLKFUhHa0vxACLcBGAsYHQ/s1600/1593817617159105-3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-1378094652319777352020-07-06T01:00:00.000-05:002020-07-06T01:00:05.204-05:00Más fotos mías que no debería publicar pero eso es lo que hay<h2 style="clear: both; text-align: center;">
¿No les pasa que a veces se toman una foto y se preguntan a sí mismos cómo es posible que su novia los quiera a pesar de ser tan poco atractivos? Me pasa con cada foto.</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="foto mirando al cielo que me odia" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-UR7ipXFfAuM/Xv-5ZiYbMSI/AAAAAAAAEM4/jgd3h0FieM8sKjHHV_BgSPXMnA7QDqtigCLcBGAsYHQ/s1600/1593817435711337-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="foto mirando al cielo que me odia" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto mirando al cielo que me odia</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-UR7ipXFfAuM/Xv-5ZiYbMSI/AAAAAAAAEM4/jgd3h0FieM8sKjHHV_BgSPXMnA7QDqtigCLcBGAsYHQ/s1600/1593817435711337-0.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Mi toalla con mi nombre se ve al fondo" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-CYDOhTQTSE8/Xv-5W0l5TfI/AAAAAAAAEM0/62VQXxH1rwMxc4l4ZqSbV0mV8FenMyxvwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817424974570-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Mi toalla con mi nombre se ve al fondo" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mi toalla con mi nombre se ve al fondo</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-CYDOhTQTSE8/Xv-5W0l5TfI/AAAAAAAAEM0/62VQXxH1rwMxc4l4ZqSbV0mV8FenMyxvwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817424974570-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Necesito comprar nuevas gafas" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-xAiBrcK8b4M/Xv-5UKZkQiI/AAAAAAAAEMw/vGreyG3QdacsesxU69CNRf7wD2kGoMDBwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817412920455-2.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Necesito comprar nuevas gafas" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Necesito comprar nuevas gafas</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-xAiBrcK8b4M/Xv-5UKZkQiI/AAAAAAAAEMw/vGreyG3QdacsesxU69CNRf7wD2kGoMDBwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817412920455-2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Miradas que anuncian una paliza" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-XvceAIQaXJE/Xv-5Q1T3eUI/AAAAAAAAEMs/HnDvRJ4R2zU7NvgkWaGpK9AfDxN3c7VXgCLcBGAsYHQ/s1600/1593817400024064-3.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Miradas que anuncian una paliza" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Miradas que anuncian una paliza</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-XvceAIQaXJE/Xv-5Q1T3eUI/AAAAAAAAEMs/HnDvRJ4R2zU7NvgkWaGpK9AfDxN3c7VXgCLcBGAsYHQ/s1600/1593817400024064-3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Te envié un mensaje privado por favor responde" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-OZoNOhVWlO8/Xv-5N0SO6BI/AAAAAAAAEMo/49zNx7uw_assAJgvFhTqCw3AFOP52jgMgCLcBGAsYHQ/s1600/1593817390677966-4.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Te envié un mensaje privado por favor responde" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Te envié un mensaje privado por favor responde</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-OZoNOhVWlO8/Xv-5N0SO6BI/AAAAAAAAEMo/49zNx7uw_assAJgvFhTqCw3AFOP52jgMgCLcBGAsYHQ/s1600/1593817390677966-4.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Vade retro coronavirus" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-CiLbxbOk2aQ/Xv-5LoRVtGI/AAAAAAAAEMk/497rpXBzYnIhSHtNRnpRERq6WbOfhX23wCLcBGAsYHQ/s1600/1593817374639493-5.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Vade retro coronavirus" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Vade retro coronavirus</td></tr>
</tbody></table>
<br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-CiLbxbOk2aQ/Xv-5LoRVtGI/AAAAAAAAEMk/497rpXBzYnIhSHtNRnpRERq6WbOfhX23wCLcBGAsYHQ/s1600/1593817374639493-5.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br /></div>
Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-39790543670505240862020-07-05T01:00:00.000-05:002020-07-05T01:00:00.515-05:00Tengo que tomar muchas fotos mías para tener una decente<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Solamente me gustó la primera foto, pero dejo las otras como referencia de que soy bastante promedio en apariencia y no lo debo olvidar.</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="colombiano con gafas" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-U1QtZ1VwME4/Xv-4b1AyAZI/AAAAAAAAEMY/EH5dmcXE_2kWhJCk6fmjCjgcrSRSv6A2gCLcBGAsYHQ/s1600/1593817189438058-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="colombiano con gafas" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Colombiano con gafas</td></tr>
</tbody></table>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="sonrisa incomoda" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-6bZyyhClTlQ/Xv-4ZY_DoxI/AAAAAAAAEMU/pq6gaHV0HO0DWxtf08k6TsN7tkKQKwbUwCLcBGAsYHQ/s1600/1593817177746489-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="sonrisa incomoda" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sonrisa incómoda</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="foto con sueño" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-B6dj0zDQYac/Xv-4TsR4ahI/AAAAAAAAEMM/kPYca8XbORE-5dkuxBCp2VCgrw5q0_ayACLcBGAsYHQ/s1600/1593817155994692-3.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="foto con sueño" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto con sueño</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="como no tomar una foto selfie" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-Uw27HHnTOeg/Xv-4Q0GR_TI/AAAAAAAAEMI/5Xp1uFXoy78rzbc-P4QX0CR_i9KiLMxywCLcBGAsYHQ/s1600/1593817145152654-4.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="como no tomar una foto selfie" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Como no tomar una foto con selfie</td></tr>
</tbody></table>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-Uw27HHnTOeg/Xv-4Q0GR_TI/AAAAAAAAEMI/5Xp1uFXoy78rzbc-P4QX0CR_i9KiLMxywCLcBGAsYHQ/s1600/1593817145152654-4.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-16026172251370818752020-07-04T01:00:00.000-05:002020-07-04T01:00:03.372-05:00Fotos del perro Gohan y su novia Manchas<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Gohan es el perro negro que mi hermana adoptó pero que después escogió a mi hermano como su amo.</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="perro negro" border="0" height="224" src="https://lh3.googleusercontent.com/-WFrjh3_9lPM/XvCe04YFUEI/AAAAAAAAELY/BYaBmSlS-1IrktTZN385JJNYj7ZgB4TAwCLcBGAsYHQ/s400/1592827593303907-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="perro negro" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gohan y sus orejas que siempre se desacomodan.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-WFrjh3_9lPM/XvCe04YFUEI/AAAAAAAAELY/BYaBmSlS-1IrktTZN385JJNYj7ZgB4TAwCLcBGAsYHQ/s1600/1592827593303907-0.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="manchas perra" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-IriP5NBO9Fg/XvCeyRhmX4I/AAAAAAAAELU/FOwAwcceNgApLJrY_XX5Ilp0ux_fc3M3gCLcBGAsYHQ/s1600/1592827576666620-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="manchas perra" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">A menudo Manchas viene a saludar.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-IriP5NBO9Fg/XvCeyRhmX4I/AAAAAAAAELU/FOwAwcceNgApLJrY_XX5Ilp0ux_fc3M3gCLcBGAsYHQ/s1600/1592827576666620-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="perro caminando" border="0" src="https://lh3.googleusercontent.com/-emNepqtcnQM/XvCesW334ZI/AAAAAAAAELQ/9JHkop69IxIXd0ZFyi03Gw2SHfjnC04xgCLcBGAsYHQ/s1600/1592827546891857-2.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="perro caminando" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Es difícil tomar fotos de Gohan porque se mueve mucho y porque su intenso color negro dificulta las fotos en interiores.</td></tr>
</tbody></table>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-emNepqtcnQM/XvCesW334ZI/AAAAAAAAELQ/9JHkop69IxIXd0ZFyi03Gw2SHfjnC04xgCLcBGAsYHQ/s1600/1592827546891857-2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-88297550675587797592020-07-01T19:36:00.000-05:002020-07-10T09:58:44.286-05:00Memorias de un mago enamorado 20<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-19.html">Capítulo 19</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-21.html">Capítulo 21</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-0qlAbM_8d_I/Xv0rDINodrI/AAAAAAAAEL8/Ez-fie-iSWgBWHE5j-NJulKz4Q-iTyC3gCLcBGAsYHQ/s1600/fuego%2Btorbellino.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="fuego torbellino" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-0qlAbM_8d_I/Xv0rDINodrI/AAAAAAAAEL8/Ez-fie-iSWgBWHE5j-NJulKz4Q-iTyC3gCLcBGAsYHQ/s200/fuego%2Btorbellino.png" title="fuego torbellino" width="156" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@jhjowen" target="_blank">Foto original por James Owen</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 20: Fuego contra viento</h3>
<br />
―¡Alto ahí, Vástago del Viento!<br />
<br />
El joven de cabello rubio se detuvo en el aire. Estaba empezando a sobrevolar los alrededores de la casa de Melodie cuando había sido llamado de tal modo. Se giró y para su sorpresa vio que alguien se acercaba a él, volando. Era alguien que usaba magia de fuego que brotaba de sus pies, lo que requería de un fino control.<br />
<br />
Celestino tenía el cabello rubio cortado de manera irregular, lo que le daba un aspecto más rebelde y peligroso. Ahora medía un metro y ochenta centímetros de altura. Seguía teniendo una complexión entre delgada y atlética. Su cuerpo tenía la apariencia de un Zeferino de dieciocho años. La expresión en sus ojos carmesí era de hartazgo y mal genio.<br />
<br />
―Oye, lamento desilusionarte, pero yo no soy al que estás buscando. ―Declaró Celestino con un suspiro.<br />
<br />
El mago hizo surgir una bola de fuego de una de sus manos y la arrojó en dirección a Celestino. Él la esquivó flotando hacia un lado. La bola de fuego hizo explosión y Celestino tuvo que lanzar una ráfaga de viento a toda prisa para evitar salir lastimado.<br />
<br />
―Eso no fue más que un saludo, Vástago del Viento. ¡Yo soy el Noveno Atahualpa, y te voy a destruir por lo que le hiciste a mi aldea! ¡Me estabas buscando, pues aquí estoy!<br />
<br />
Por primera vez, Celestino le prestó verdadera atención a su oponente. No podía tener más de veinte años. Era calvo, brazos musculosos y ocho abdominales marcados. Medía un metro con setenta centímetros. Era de piel morena, nariz achatada y ojos negros. Sólo traía puestos unos pantalones negros: sus pies pequeños se asomaban por debajo.<br />
<br />
Celestino se había resignado a que lo confundieran con Zeferino. A menudo se trataba de hechiceros que querían acercarse al Mago Hartwell o al Dios Dragón del Fuego. A veces eran fanáticos de las hazañas de su creador.<br />
<br />
En sus cuatro años de existencia, era la primera vez que alguien lo venía a atacar de ese modo. Y lo peor, tan cerca de la casa donde Melodie vivía con su familia.<br />
<br />
―Únicamente voy a repetir esto una vez. No soy el llamado Vástago del Viento, sólo soy un Espíritu del Viento que él fabricó. Deja de atacarme, o me voy a defender. ―Intentó sonar conciliador, aunque no pudo ocultar la rabia en su voz.<br />
<br />
―A mi no me vengas con el viejo cuento del clon mágico. ¡Prepárate! ―Bramó Atahualpa avanzando.<br />
<br />
Celestino construyó un torbellino de viento a su alrededor como defensa. Atahualpa hizo otro tanto con un torbellino de fuego. Los torbellinos se chocaron y las llamas quemaron la camisa de Celestino. Se pudo desprender de esa camisa con el mismo movimiento que utilizó para deshacer su torbellino y repeler las llamas de su persona. Sin embargo, se trataba de una hermosa camisa azul que Melodie !e había regalado en la Navidad pasada. La rabia de Celestino se transformó en ira asesina.<br />
<br />
Lanzó una cuchillada de viento con todo el poder que pudo condensar en ese momento. El torbellino de fuego fue partido por la mitad y reveló que no había nadie allí adentro.<br />
<br />
Lo siguiente que Celestino sintió fue un puñetazo que descendió verticalmente sobre su rostro.<br />
<br />
Atahualpa gritó imitando a un gallo al amanecer.<br />
<br />
Al ir cayendo, Celestino comprendió que se había dejado dominar tanto por sus emociones, que había ignorado las advertencias del viento, a las que ahora sí prestaba atención, quizá demasiado tarde.<br />
<br />
Cuando los torbellinos se habían cruzado, Atahualpa había creado otra explosión para arrojarse a sí mismo muy alto en el aire, aprovechando el choque para ocultar la visión y audición de Celestino. De haber estado más atento, lo habría percibido al descender y lo habría podido esquivar, quizá.<br />
<br />
Era la segunda vez en la vida que Celestino había recibido un golpe en la cara. La bofetada que le había dado Melodie poco después de su nacimiento, había sido una caricia en comparación al magnífico puñetazo de Atahualpa.<br />
<br />
<i>Este sujeto no solamente es fuerte, también es astuto, y tiene más experiencia de combate que yo.</i> Pensó Celestino, a punto de perder el conocimiento.<br />
<br />
Por pura fuerza de voluntad, se mantuvo consciente. Invocó una oleada de aire debajo de sí mismo para no hacerse daño al caer. Esperaba poder incorporarse a tiempo para alejarse a una distancia razonable de Atahualpa, quien venía cayendo detrás de él, enseñando una sonrisa victoriosa, una bola de fuego comenzando a formarse en su mano.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>En las lejanas tierras de mi corazón vagabundo,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>grita el viento un nombre indecible por estos labios profanos,</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>que en sello de agonía apagarán mi llanto.</i></div>
<br />
<br />
Era una versión sumamente distorsionada de la voz cantante de Melodie. A pesar de ello, se alcanzaba a percibir su voz de sirena, tan distinta a su usual voz chillona.<br />
<br />
Atahualpa sintió que le faltó el aire, como si le hubiesen dado un golpe en el estómago: su corazón se había contraído de manera antinatural. Perdió el equilibrio en el aire y por poco se desmaya. Giró sobre sí mismo, puso las plantas de los pies sobre la calle de cemento y levantó ambos puños en alto, envueltos en llamas.<br />
<br />
Aunque Celestino cayó con menos gracia, al menos no se hizo daño.<br />
<br />
―El ataque que acabas de recibir fue de nivel tres: puede matar cualquier ser vivo en un área de veinticinco centímetros. No fue más que una millonésima parte de mi poder. Si insistes en pelear, mi próximo hechizo será de nivel cuatro, lo que significa un área de dos metros y medio, lo que resultaría en una muerte instantánea para ti.<br />
<br />
Atahualpa inspeccionó con escepticismo a quien así había hablado. Era una adolescente flaca, de cabello negro corto y ojos de color avellana. Un metro y cincuenta y seis centímetros de altura. Vestía un uniforme escolar de camisa blanca y falda a cuadros que le caía por debajo de las rodillas. Tenía una mano detrás de la espalda: ¿ocultaba un objeto, quizá?<br />
<br />
Era una versión adulta de un retrato a lápiz que él había atesorado durante años, por lo que no le fue difícil reconocerla.<br />
<br />
―¡Melodía de la Muerte! ―Dijo Atahualpa atemorizado.<br />
<br />
Bajó los brazos e hizo desaparecer su magia de fuego. No podía jugar con la Asesina de Dioses.<br />
<br />
―¿Por qué estás protegiendo a un pedazo de basura como él? Tú mataste a su padre, ¿no deberían ser enemigos? ―Espetó Atahualpa con frustración.<br />
<br />
La frustración de Atahualpa se disipó cuando detrás de Melodie vio aparecer a la mujer más hermosa que había conocido en toda su vida. Era ligeramente más alta que Melodie, y muy superior en cualquier otro aspecto físico. Tenía el cabello rubio largo hasta la cintura, liso como el de una muñeca. Sus ojos eran dos esmeraldas brillantes, y su cuerpo de una perfección que el uniforme no podía ocultar. Una mochila colgaba de su espalda.<br />
<br />
Atahualpa pensó que parecía esculpida por los mismos dioses.<br />
<br />
―Vaya guardaespaldas estás hecho, Celestino. De no ser por Melodie te habrías convertido en un chicharrón. ―Se burló Persea, contoneándose.<br />
<br />
―Me tomó por sorpresa. ―Replicó Celestino, frunciendo el ceño hacia Persea.<br />
<br />
―¡Claro que no! ¡Mi asalto fue de frente, como un verdadero hombre! ―Protestó Atahualpa.<br />
<br />
Melodie se acercó a Celestino y lo miró directo a los ojos, a un palmo de distancia.<br />
<br />
―Rompió tu nariz y te dejó un ojo morado. Persea, ¿me puedes dar un aguacate?<br />
<br />
―Yo creo que ahora se ve mejor. ―Dijo Persea con mordacidad.<br />
<br />
―¡Persea! ―La apremió Melodie, haciendo un gesto demandante con la palma de la mano abierta.<br />
<br />
Persea se encogió de hombros y sacó un aguacate de su mochila, que luego depositó sobre la mano de Melodie. Ella removió la cáscara y se lo ofreció a Celestino. Él, con desgano, lo mordió.<br />
<br />
―No fue para tanto. ―Él comentó, al tiempo que sus heridas sanaron.<br />
<br />
Entonces Melodie se giró hacia Atahualpa, sosteniendo el aguacate.<br />
<br />
―Te daré el resto si cooperas con nosotros y respondes nuestras preguntas. ¿Por qué atacaste a Celestino?<br />
<br />
―Aparentemente Zeferino destruyó su aldea. Él solía hacer mucho ese tipo de cosas cuando el Dios Dragón del Viento lo mangoneaba. ―Informó Celestino.<br />
<br />
El desánimo se asomó en el rostro de Melodie. Por un momento consideró que podría tratarse de una nueva pista sobre el paradero de Zeferino.<br />
<br />
―Aguarden un momento. ¿De verdad no eres Zeferino, el Vástago del Viento? ―Inquirió Atahualpa asombrado.<br />
<br />
―Te dije que soy un Espíritu del Viento que él fabricó.<br />
<br />
―¡Entonces tiene que estar muy cerca, pues eres un Espíritu hecho con mucho detalle. ¡Claro! ¡Alguien le advirtió de mi llegada y por eso huyó! ―Se jactó Atahualpa.<br />
<br />
―¡Deja de decir sandeces y presta atención a Melodie! ―Amonestó Persea.<br />
<br />
―¿Por qué buscar venganza después de tanto tiempo? Zeferino a cambiado mucho su comportamiento. Ya no es un servidor de ningún Dios Dragón. ―Explicó Melodie entristecida.<br />
<br />
―¡Patrañas! ¡Cambiado mi trasero! ¡No sé si lo hizo por órdenes del Dios Dragón, pero definitivamente fue él! ¡La semana pasada asoló mi Aldea con un tornado, con un grado de poder que solamente el Vástago del Viento posee! Seis personas murieron, y la mitad de las casas fueron destruidas. De yo haber estado ahí, le habría dado su merecido. Ojos carmesí, cabello rubio. ¡Tuvo que haber sido él!<br />
<br />
―¿Celestino, acaso tú…?<br />
<br />
―¡Ni siquiera insinúes nada Per! Tengo mejores cosas que hacer que eso.<br />
<br />
―¡No es cierto! Te la pasas holgazaneando y acosando a Melodie.<br />
<br />
―¿Se pueden callar los dos? ―Gritó Melodie.<br />
<br />
Ella se acercó a Atahualpa y puso una de sus delicadas manos encima de uno de los gruesos hombros de él.<br />
<br />
―¿Estás seguro de lo que dices? ¿Es de confianza la persona que te lo contó?<br />
<br />
Atahualpa vio preocupación genuina dentro de los ojos avellana. No creyó que lo estuvieran engañando.<br />
<br />
―Todos en la Aldea Pielroja concuerdan en la descripción. Algunos incluso tienen vídeos.<br />
<br />
―¡Por favor, llévanos a tu Aldea! ¡Celestino puede determinar si realmente se trató de Zeferino o no!<br />
<br />
―¡Melodie, tenemos que asistir a nuestra graduación! ―Se quejó Persea.<br />
<br />
―Esto es más importante. ―Sentenció Melodie con su voz aguda.<br />
<br />
―Tú no tienes que venir Per, esto no es de tu incumbencia.<br />
<br />
Los ojos verdes de Persea fueron dos rendijas de rencor.<br />
<br />
―Silencio, clon mal hecho. ¡No voy a dejar a Melodie en manos de dos orangutanes!<br />
<br />
Melodie le entregó el aguacate a Atahualpa, quien se sintió mucho mejor tras comerlo. Era la primera vez que se topaba con un trío tan interesante. A pesar de estar en medio de una misión de venganza, experimentó la alegría de aquel que, tras haberse sentido solo toda su vida, por fin se encuentra con otros espíritus afines.<br />
<br />
―Tengo que ir por algunas cosas que dejé a la vuelta de la esquina, ya regreso. ¡No se preocupen, no voy a escapar! ―Anunció Atahualpa y se fue corriendo sin esperar respuesta.<br />
<br />
Celestino se incorporó. Melodie cayó en cuenta de que su torso estaba descubierto y miró para otro lado, sonrojada.<br />
<br />
―Mel, lo siento. Me descuide y permití que la camisa que me regalaste fuera destruida.<br />
<br />
―Lo importante es que tú estás bien. Voy a traer otra camisa para ti.<br />
<br />
Melodie salió corriendo.<br />
<br />
Con expresión enamorada, tanto Persea como Celestino la vieron partir.<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-19.html">Capítulo 19</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-21.html">Capítulo 21</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (26 de Junio de 2.020)</h4>
La canción de Melodie es un fragmento de<i> Poema para ti </i>escrito por mi novia Melathana.<br />
<br />
Supongo que la segunda parte de <i>Mago Enamorado</i> tiene un cierto sabor a <i>Naruto: Shippūden</i> por el salto en el tiempo. Ahora tanto Melodie como Persea serán más eficaces en el combate. Desde luego ahora ellas, junto con Celestino, son más maduros, y por lo mismo más emocionales e inestables pues están en ese terrible periodo de la vida que suena a adolecer.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-44581390529078330802020-06-24T00:11:00.001-05:002020-07-01T19:36:19.419-05:00Memorias de un mago enamorado 19<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-18.html">Capítulo 18</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-20.html">Capítulo 20</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-hNz4Pnpdkbg/XvLdhLWSyfI/AAAAAAAAELs/R-2SbjpQ_S0Jk7ak4Rg4YrlBe3KHW1x0QCLcBGAsYHQ/s1600/muerte%2By%2Bamor.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="muerte y amor" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-hNz4Pnpdkbg/XvLdhLWSyfI/AAAAAAAAELs/R-2SbjpQ_S0Jk7ak4Rg4YrlBe3KHW1x0QCLcBGAsYHQ/s200/muerte%2By%2Bamor.png" title="muerte y amor" width="156" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@yipleonardo" target="_blank">Foto original por Leonardo Yip</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 19: Muerte de un mago enamorado</h3>
<br />
Demasiado alta su figura, demasiado oscura su túnica negra, demasiado viejo su sombrero bombacho, así había aparecido el Mago Hartwell frente a ellos.<br />
<br />
El Capitán Jace, los miembros de su Escuadrón, y Abdullah, quedaron petrificados por el terror, recordando todas las historias que se contaban sobre el Primer Hechicero.<br />
<br />
Convirtió el sistema circulatorio del Duque Verdinal en un montón de cianuro y chocolate.<br />
<br />
Hizo que el famoso matemático Paradero quedase reducido a un retrasado mental, literalmente, porque demoraba cinco minutos en replicar a lo que le habían dicho: su cerebro procesaba la información con la misma velocidad que una persona normal, pero era como si él estuviese cinco minutos en el pasado. Se suicidó tras una semana de vivir así.<br />
<br />
Riku intentó levantar su mano. Sólo logró que sus dedos se movieran ligeramente. Un pequeño carrillo fue lanzado en dirección al Mago Hartwell, aunque no cayó ni cerca de él.<br />
<br />
Zeferino y Masaki siguieron muertos sobre los escombros.<br />
<br />
Nana, Mori y Suki se concentraron sobre la figura cuyo rostro no se podía ver con claridad. Lo vieron intensamente, sin embargo nada ocurrió.<br />
<br />
El Mago Hartwell se echó para atrás y soltó una carcajada inhumana, más similar al aullido de un lobo.<br />
<br />
—Niñas, ¿acaso su padre no les enseñó nada de nada? Sus trucos no servirán contra mí, ¡porque yo soy <i>asombroso</i>! Como sea, voy a extraer veintidós gramos de ese muerto mago enamorado y luego me iré, por lo que no tienen porque preocuparse. Hoy no representó un peligro para ustedes. <i>Hoy</i>.<br />
<br />
Hubo un temblor y un pilar de fuego surgió desde el mismo cielo, apartando las nubes grises del cielo nocturno. De la incandescente llama surgió una mujer con el cabello violeta, ojos de color índigo y diez alas abiertas de par en par, de plumas blancas y larga envergadura. Un aura de fuego, similar a la del pilar del que había emergido, la rodeaba.<br />
<br />
El Mago Hartwell hizo una profunda reverencia, su sombrero estuvo a punto de caer y reveló un poco de su cabello: se vio como la melena negra de un león.<br />
<br />
—¡Vaya! ¡Pero yo digo vaya! ¿Cómo estás Fuego? ¡Desnudo como siempre! ¿O debería decir desnuda? Ustedes siempre me confunden, me han repetido un montón de veces que prefieren el pronombre masculino, pero luego se encariñan con sus bolsas de carne y de repente prefieren el género biológico. Como sea, te ves genial, la apariencia de este cuerpo es bastante imponente.<br />
<br />
<i><b>—¡INSOLENTE PELAFUSTÁN! ¿CÓMO TE ATREVES A INTERVENIR DIRECTAMENTE? ¡SI TANTO DESEAS UNA CONFRONTACIÓN, ESTOY DISPUESTO A COMBATIR CONTIGO AHORA MISMO! </b></i>—Gritó el Dios Dragón del Fuego.<br />
<br />
Abdullah, Jace y el resto de la Guardia Dragón cayeron de rodillas. Las cuatro hermanas perdieron el conocimiento.<br />
<br />
—Ay Fuego, extremista como siempre. Sabes que si peleamos solamente vamos a destruir a todos los mortales sin herirnos realmente. Ni tú ni yo queremos eso, ¿o si? —El Mago Hartwell sonrió, mostrando una doble hilera de dientes.<br />
<br />
<b><i>—SI NO VIENES A PELEAR, ¿POR QUÉ ESTÁS AQUÍ, MAGO?</i></b><br />
<br />
—Solamente vengo por lo que me pertenece. El buenazo de Zeferino hizo dos tratos conmigo. Del primero no voy a decir nada. El segundo sólo lo podía cobrar en el momento de su muerte. He venido a reclamar su alma, nada más que eso. Puedes quedarte con el cuerpo, no me importa.<br />
<br />
El Mago Hartwell se fue acercando al cadáver de Zeferino. El Dios Dragón del Fuego lo contempló sin moverse ni un centímetro.<br />
<br />
<i><b>—¿A CAMBIO DE QUÉ VENDIÓ SU ALMA EL VÁSTAGO DEL VIENTO?</b></i><br />
<br />
—Por amor a los juegos de vídeo Fuego, era tu sobrino. Al menos lo puedes llamar por su nombre. Es más corto, ¿sabes?<br />
<br />
<i><b>—¡RESPONDE, INFELIZ!</b></i><br />
<br />
El Mago Hartwell metió un dedo dentro de la nariz de Zeferino, un dedo que a pesar de estar dentro de un guante blanco, se veía más como una pezuña de cerdo.<br />
<br />
—En realidad no tendría por qué hacerlo, pero de hecho el que tú lo sepas hará que mis planes avancen. Ustedes los "Dioses" Dragones se creen tan poderosos y capaces de prever el futuro, pero siempre que se topan conmigo yo soy el que ríe al final. Perdona mi verborrea, me siento nostálgico con tan sólo verte. ¿Has vuelto a ponerte en contacto con Key? Espero que esté bien. Volviendo a nuestro asunto. Zeferino sólo tenía a una persona en su cabeza, así que es evidente que sólo habría vendido su alma a cambio de una cosa, sobretodo en caso de morir. Piénsalo detenidamente por un segundo y lo descubrirás por ti mismo, Fuego.<br />
<br />
Los ojos índigo resplandecieron.<br />
<br />
<b><i>—¿DEBO SUPONER QUE LA MELODÍA DE LA MUERTE ESTÁ BAJO TU PROTECCIÓN AHORA?</i></b><br />
<br />
—Correcto, mi sensual Fuego. Lo digo por tu vasija, no por ti, no quiero que nuestra relación energética vaya por esos derroteros. Lo intenté con Agua y aprendí mi lección. ¡Nunca más!<br />
<br />
Por primera vez, en lugar de mostrar su divina magnificencia, su voz enseñó una nota de emoción, de asqueada y preocupada emoción.<br />
<br />
<i><b>—¿AGUA Y TÚ QUÉ?</b></i><br />
<br />
El Mago Hartwell retiró su dedo de la nariz de Zeferino. Una sustancia plateada estaba empapando ese dedo. Era como una especie de plasma, que luego el Mago Hartwell introdujo dentro de un vial. Se limpió los restos sobre su túnica negra, que no mostró ni una sola mancha.<br />
<br />
—Oye, si ella (o él) no te lo contó, mejor no digo más. Luego se enoja conmigo y ya sabes como es tu hermana. O hermano. Si la ves, o lo ves, envía mis saludos. ¡Hasta la próxima! Probablemente sea en una épica batalla final para decidir el destino de este mundo. ¡O no! ¿Quién sabe?<br />
<br />
El Mago Hartwell hizo otra reverencia, pero en vez de levantarse, se fue hundiendo en la tierra hasta desaparecer como una sombra negra.<br />
<br />
Al rato Abdullah se puso de pie, sintiéndose mareado. Se acomodó su turbante y se alisó su frac negro con la otra mano. Vio una expresión de pensamiento profundo en el rostro del Dios Dragón del Fuego y aunque no lo quería interrumpir, no hacerlo podría ser más perjudicial.<br />
<br />
—Capitán Jace. Procedamos como le indique antes. Amo, desea usar los cuerpos de Zeferino y Masaki, ¿verdad?<br />
<br />
La cabeza de cabello violeta asintió. Al Dios Dragón del Fuego le habría gustado tener a alguien con quien hablar, un igual. Pero prefería morir mil veces a ponerse en contacto con Oscuridad por iniciativa propia. ¿Y si era eso lo que el Mago Hartwell quería? Hablar con Oscuridad podía ser parte de los planes de ese entrometido, al igual que usar el cuerpo de Zeferino. Como Dios Dragón, Fuego era excelente para predecir el comportamiento de las sociedades humanas. Pero los individuos eran un capítulo aparte. Y el Mago Hartwell era completamente extraterrestre, sin punto de comparación.<br />
<br />
El Dios Dragón del Fuego decidió que no tenía sentido romperse la cabeza. Después de todo, ya había decidido cuál era el mejor curso de acción para dominar este mundo.<br />
<br />
Lo iba a quemar hasta las cenizas, y volver a empezar desde cero.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
La misma noche que Melodie le había dado una bofetada a Celestino, ella estaba quedándose dormida, cuando la despertó que su cama se sacudió fuertemente.<br />
<br />
—¿Qué fue eso? —Exclamó asustada, medio incorporándose.<br />
<br />
—Creo que fue una explosión. Voy a revisar si hay alguna mención en las noticias. —Dijo Celestino, poniéndose a teclear en la computadora.<br />
<br />
Iba a añadir que tenía la impresión que el origen del estallido, que él sí había captado, provenía de la misma área donde vivía Camilo. Se contuvo porque ya la había hecho llorar y no quería tener más de esa sensación de ahogo en el pecho que Celestino no entendía, pero que le provocaba dolor, aunque ninguno de los dos estaba herido.<br />
<br />
Cinco minutos después aparecieron los primeros reportes de una explosión en la ciudad. Diez minutos más tarde, se había precisado la localización.<br />
<br />
Melodie se había puesto la cobija y acercado a Celestino para ver la pantalla del computador por encima de su hombro. El olor de su carne lo perturbó a él por completo.<br />
<br />
—En esa zona queda la casa de Camilo. —Señaló Melodie preocupada.<br />
<br />
Celestino sintió una punzada de molestia ante la preocupación de ella, y también culpa por la molestia que lo invadió. ¿Qué no era normal preocuparse por un amigo? ¿Por qué sentía enojo?<br />
<br />
Melodie cogió su celular y marcó varias veces sin recibir contestación.<br />
<br />
—Camilo no contesta. Zefer tampoco. ¿Podría tener algo que ver con el Dios Dragón?<br />
<br />
—¿Quieres que vaya a investigar, Mel?<br />
<br />
Ella lo pensó antes de responder.<br />
<br />
—Sí, pero no te pongas en peligro. Debes ser lo más sigiloso y cauteloso que puedas, ¿vale?<br />
<br />
Celestino asintió y salió volando por la ventana, lleno de alegría ante la confianza que ella tenía en sus habilidades.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Celestino pudo determinar que, si bien la explosión que había causado el cráter no había sido mágica, había rastros de tierra y viento manipulados mediante maná, rastros que definitivamente pertenecían a Masaki y a Zeferino. También el Dios Dragón del Fuego había estado allí.<br />
<br />
Celestino no pudo encontrar nada más.<br />
<br />
En la mansión de Zeferino, y el apartamento que estaba ubicado cerca del hogar de Melodie, Celestino no pudo encontrar a nadie.<br />
<br />
Zeferino no asistió el día de los exámenes de recuperación, lo que no despertó sospechas de parte de la escuela, pues él no estaba obligado a asistir. La alarma ante su desaparición no se produjo hasta el inicio del siguiente año.<br />
<br />
Camilo tampoco fue encontrado, ni su padre adoptivo Abdullah. Se creyó que habían muerto durante la explosión.<br />
<br />
Con el pasar de los días, Celestino extendió su búsqueda a los lugares que únicamente los hechiceros podían acceder. Había rumores de una confrontación entre el Vástago del Viento, el Dios Dragón del Fuego y el Mago Hartwell. Nadie se ponía de acuerdo con respecto a quién había sido el vencedor.<br />
<br />
Celestino y Persea le recomendaron a Melodie no hacer nada. Salir en busca de Camilo o Zeferino era arriesgarse a llamar la atención indeseada.<br />
<br />
—Zeferino puede estar entrenando a Camilo en secreto. Necesitaba tiempo y por eso organizó todo el incidente. Es una posibilidad. —Insistió Celestino.<br />
<br />
—Lo que él menos quería era que te vieras involucrada en todo eso. —Recalcó Persea.<br />
<br />
Melodie se tragó sus sentimientos y se comportó del modo más sensato. Su decisión la hizo mortificarse todos los días. Sabía que si se adentraba en el misterio de la desaparición de Zeferino y Camilo, Persea y Celestino la iban a seguir a donde quiera que ella fuera. Además estaba su hermano Fernando y sus padres. No podía ser tan egoísta de ponerlos a todos en peligro al actuar a ciegas.<br />
<br />
Tuvieron que pasar cuatro años para que Atahualpa, la Llama en la Mano, se cruzase en el camino de Melodie, la Melodía de la Muerte.<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-18.html">Capítulo 18</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/07/memorias-de-un-mago-enamorado-20.html">Capítulo 20</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (24 de Junio de 2.020)</h4>
<br />
Me demoré más de lo que pensaba escribiendo este capítulo. Espero sacar pronto la primera recopilación en formatos EPUB y PDF. ¿Pueden creer que quedó de 40.000 palabras solamente esta primera parte? Increíble, no puedo creer que haya escrito tanto en tan poco tiempo. La magia de la cuarentena.<br />
<br />
A partir del primer capítulo de la segunda parte, los Patreon van a recibir los capítulos con una semana de antelación.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-14441569417616029282020-06-22T07:57:00.000-05:002020-06-22T07:57:00.948-05:00Fotos de eclipse Luna de Fresa<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Mi novia Melathana tomó estas fotos y me las envió y me pareció buena idea subirlas aquí porque se ven bien. Creo que ayer hubo otro eclipse pero no sé si voy a tener fotos.</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="eclipse luna fresa" border="0" height="200" src="https://lh3.googleusercontent.com/-h9YjOqwea0s/Xt1d0d8cFtI/AAAAAAAAEKc/H4iPvUi9b50Exazo4AygLY7-0mdO2DboQCLcBGAsYHQ/s200/1591565773751893-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="eclipse luna fresa" width="149" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Eclipse lunar penumbral 5 de junio del 2020</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-h9YjOqwea0s/Xt1d0d8cFtI/AAAAAAAAEKc/H4iPvUi9b50Exazo4AygLY7-0mdO2DboQCLcBGAsYHQ/s1600/1591565773751893-0.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="luna fresa" border="0" height="200" src="https://lh3.googleusercontent.com/-0QUGIO-EPbE/Xt1dzfq_kCI/AAAAAAAAEKY/7DMhDiIC33M9MSBs5fi04nF6fwUu4TOxgCLcBGAsYHQ/s200/1591565770136378-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="luna fresa" width="149" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Luna de Fresa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Eclipse lunar penumbral" border="0" height="200" src="https://lh3.googleusercontent.com/-f2SeOQvfXbc/Xt1dycWsr9I/AAAAAAAAEKU/IxlL4-vOA94LppiOYZPYHikyu7vUmL8SwCLcBGAsYHQ/s200/1591565765144161-2.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="Eclipse lunar penumbral" width="149" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Eclipse Lunar en Colombia</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-f2SeOQvfXbc/Xt1dycWsr9I/AAAAAAAAEKU/IxlL4-vOA94LppiOYZPYHikyu7vUmL8SwCLcBGAsYHQ/s1600/1591565765144161-2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h3>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp y Kbrem.</b></h3>
<br />
<h4>
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:</h4>
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-9123853069200965732020-06-20T07:45:00.000-05:002020-06-24T00:11:19.183-05:00Memorias de un mago enamorado 18<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-17.html">Capítulo 17</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-19.html">Capítulo 19</a></b></div>
<br />
<h2 style="text-align: center;">
Memorias de un mago enamorado</h2>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-NbV-2yUnN7M/XuYunnWMS6I/AAAAAAAAELE/RAaw8rluDcgTaeKTPfpSiaYeViqv5e9TgCLcBGAsYHQ/s1600/calaveras.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="calaveras" border="0" data-original-height="819" data-original-width="640" height="200" src="https://1.bp.blogspot.com/-NbV-2yUnN7M/XuYunnWMS6I/AAAAAAAAELE/RAaw8rluDcgTaeKTPfpSiaYeViqv5e9TgCLcBGAsYHQ/s200/calaveras.png" title="calaveras" width="156" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://unsplash.com/@gabormolnar92" target="_blank">Foto original por Gábor Molnár</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<h3 style="text-align: center;">
Capítulo 18: Una batalla perdida</h3>
<br />
Abdullah había sido contratado después de la partida de Zeferino, por lo que él desconocía que Abdullah era un mago especializado en la detección. Con tan solo un vistazo, el falso padre adoptivo de Jiro supo que no se trataba de su hijo, sino del temido enemigo sobre el cual le habían advertido tantas veces. A pesar de que su poder no servía para el combate, Abdullah era la razón por la que esta base secreta había sido construida de ese modo. Si alguien bajaba sin haber sido reportado por Abdullah, las quintillizas debían asumir de inmediato que se trataba de un enemigo.<br />
<br />
Zeferino había decidido ignorar a Abdullah, pues en realidad no sabía si era un mago o no, y pensó que el Anillo de Ojos Negros bastaba para cubrir su identidad. Cuando Abdullah estuvo seguro de que Zeferino ya estaba bajando por el ascensor, marcó una línea especial que solamente comunicaba con la base subterránea.<br />
<br />
—Señorita Masaki, aquel que es conocido como Vástago del Viento está bajando por el ascensor. Tiene puesto el Anillo de Ojos Negros y se hizo pasar por el Señorito Jiro.<br />
<br />
—Muy bien hecho Abdullah. Lo mejor es que te alejes de aquí todo lo posible. Intenta comunicarte con la Guardia Dragón para que envíen Sanadores lo más pronto posible. No creo que lo podamos vencer sin resultar heridas.<br />
<br />
—Como usted ordene, Señorita Masaki.<br />
<br />
Abdullah no sentía gran devoción a la causa del Dios Dragón. Para él, solamente se trataba del trabajo mejor pagado que podía aspirar a conseguir, por lo que procuraba ser eficiente.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
El primer indicio percibido por las bolas de cristal que fueron enviadas a espiar la batalla, fue la presencia de un hombre cuyo cabello gris se asomaba por debajo de su turbante, vestido de frac negro, merodeando por ahí con expresión severa, que no cambió ni siquiera cuando se produjo un terremoto que fue registrado por el Servicio Sismológico.<br />
<br />
Varias casas y carreteras fueron destruidas. Doscientos cincuenta mil metros cúbicos de roca y tierra fueron arrojados por el aire. Doce personas murieron, quince resultaron heridas, y mil quedaron sin hogar. El cráter de la explosión midió ciento noventa por noventa metros, con veinte metros de profundidad.<br />
<br />
Aunque hubo rumores de un posible ataque terrorista, y decenas de teorías de la conspiración, nunca se supo con certeza cuál fue la causa de la explosión pues, hasta donde todos sabían, en esa zona urbana no había nada de interés particular.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Riku y Masaki estaban casi en frente del ascensor, esperando que se abriera para atacar. Más atrás de ellas, detrás de la mesa de madera, Nana, Mory y Suki aguardaban en la retaguardia. Aunque no habían tenido mucho tiempo para prepararse, esas solían ser sus posiciones de combate. Todas tenían el cabello rubio y los ojos carmesí. Masaki era la que más sobresalía por su largo vestido rojo de volantes y su copete al estilo <i>pompadour</i>. Luego Nana y Suki, por usar faldas cortas y blusas de tiras poco apropiadas para niñas de diez años. Riku y Mori, con su armadura ligera y remaches de cuero, parecían las más normales.<br />
<br />
Estaban en una base subterránea, tres kilómetros bajo tierra. No lo parecía, pues las paredes eran de sólido concreto y había una excelente iluminación eléctrica.<br />
<br />
Aunque no lo hubiesen admitido, las cinco estaban nerviosas, pues estaban a punto de enfrentar a su hermano mayor. Masaki sentía miedo. Riku realmente no deseaba combatir, pero tampoco quería morir. Nana quería ver el deseo más recóndito de Zeferino hecho realidad, incluso si moría en el proceso. Suki quería convertir a su hermano en su esclavo personal, por lo que quería atraparlo con vida. Mori estaba confiada en que podría vencer al Vástago del Viento si se acercaba lo suficiente.<br />
<br />
La puerta del ascensor tembló, indicando que ya casi se iba a abrir. Masaki puso una mano encima del hombro de Riku, incrementando el poder de su magia de tierra.<br />
<br />
—El ascensor acaba de vibrar un poco más fuerte de lo usual. —Informó Riku.<br />
<br />
Eso podría no significar nada, o podría significar que Zeferino tenía algo planeado contra ellas. Lo único que sabían era que él traía una mochila consigo, y eso no reducía para nada la cantidad de objetos mágicos con que las podría atacar. Tenían diversos artilugios sobre ellas para anular diversos tipos de magia, pero no era posible protegerse contra todo. No disponían de tiempo para hablar entre ellas, sólo podían reaccionar y confiar en su trabajo en equipo.<br />
<br />
El ascensor se detuvo. Sonó la familiar campanilla. Las puertas se abrieron un par de centímetros, y Riku lanzó un puño de tierra del tamaño de un autobús contra el ascensor. El metal crujió al doblarse, y Riku sintió que había agarrado algo con su ataque.<br />
<br />
—¡Lo cogiste! —Exclamó Masaki animada.<br />
<br />
Riku no se sumó a su canto de victoria. Ella ya había asesinado gente de ese modo, y no sintió que estuviese crujiendo carnes y huesos. Se sintió como aquella ocasión en que mató a un panadero que estaba cargando un bulto de harina.<br />
<br />
El detonador electrónico se activó e hizo que los diez kilos del explosivo plástico C4 fueran detonados. El radio de la explosión habría sido suficiente para destruir un bloque de casas, o un edificio de cinco pisos.<br />
<br />
Algunos de sus objetos mágicos redujeron el daño, pero no por completo.<br />
<br />
Masaki fue partida en dos a la altura del estómago.<br />
<br />
Tanto Riku como Nana perdieron su brazo derecho.<br />
<br />
La pierna derecha de Suki fue destrozada por la explosión.<br />
<br />
El rostro de Mori quedó desfigurado por completo.<br />
<br />
La estructura de la construcción subterránea se tambaleó, y acabó por resquebrajarse cuando un taladro que no era sólido ni gaseoso, sino de plasma, surgió desde la misma tierra y se dirigió directamente hacia las chicas rubias. Dentro de dicho taladro de color verde-transparente, estaba Zeferino, con expresión inmisericorde.<br />
<br />
Riku hizo un gesto con la mano izquierda, y el torso de Masaki fue levantado por un pilar de tierra que la arrojó directo hacia Riku. Masaki abrió los ojos carmesí, vio que iba volando hacia su hermana, y se aferró a ella por el cuello. Masaki dio a Riku todo el maná a su disposición, hasta el punto de perder el conocimiento, hasta el punto que hizo gritar a Riku de dolor.<br />
<br />
Zeferino intentó dirigirse hacia Riku, sin embargo no era fácil navegar cuando todo se estaba derrumbando a su alrededor.<br />
<br />
Otros pilares surgieron y arrojaron a cada una de ellas a los pies de Riku, quien al tener a todas sus hermanas cerca, construyó una bola de tierra para protegerlas a todas. Una bola que pronto adquirió la figura de una armadura.<br />
<br />
El taladro mágico que envolvía a Zeferino chocó contra la armadura de tierra que protegía a sus hermanas. La armadura se rompió y por un instante él pudo ver tres pares de ojos carmesí.<br />
<br />
Aunque las habilidades de Mori, Nana y Suki funcionaban mejor si podían tocar a su oponente, habían desarrollado sus habilidades hasta el punto que el contacto visual era suficiente como para manifestar su magia.<br />
<br />
El estómago de Zeferino se transformó en la cabeza de Melodie, que de inmediato se giró, estiró su cuello y le dio un mordisco tremendo en la entrepierna. Estaba aullando de dolor cuando de repente todo se volvió oscuridad. Zeferino estaba teniendo el pensamiento de que estaba atrapado en una ilusión y que no sabía si la cabeza de Melodie era real, cuando sus pensamientos se vieron interrumpidos por la imagen de su hermana Suki, la creciente sensación de que lo mejor para su hermana más amada era rendirse, dejar que lo mataran.<br />
<br />
Sin pensar, Zeferino desarmó una de las capas que constituían su taladro mágico y se cortó su propio estómago. El terrible dolor lo ayudó a romper los encantamientos de sus hermanas. De reojo pudo ver la cabeza sangrante de Melodie cayendo por fuera de su taladro. Él mismo estaba sangrando demasiado, se había producido a sí mismo una herida fatal, pues no había sido un ataque nacido de un cálculo preciso, sino de una reacción animal. Pudo ver una de sus tripas asomándose y la volvió a introducir con una mano.<br />
<br />
Al ver más allá, vio que toda la tierra a su alrededor se estaba compactando sobre él, como si fuera un ente vivo que lo quería aplastar. Estaba mareado y con naúseas. Lo único que lo sostenía de pie era su propio maná. No tenía tiempo para hacer otra cosa que mover el taladro sin rumbo con la esperanza de matar a alguna de sus hermanas por casualidad, antes de que terminase de desangrarse por completo.<br />
<br />
—Al final, todo es cuestión de suerte, ¿verdad? —Dijo Zeferino para sí mismo.<br />
<br />
Con una sonrisa, puso todo el maná que le quedaba en el taladro y lo hizo girar como un loco que no tenía nada que perder.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Tras un tiempo prudencial, Abdullah había regresado. Se había rodeado con una capa de maná para pasar desapercibido por los ordinarios, era menos complicado así. Ignoró los chillidos de angustia y los llamados de ayuda, y se concentró en ver alguna señal de vida por parte de las quintillizas.<br />
<br />
—¡Explorador Abdullah!<br />
<br />
El llamado alzó la vista y vio un Escuadrón de la Guardia Dragón en el aire. Montaban, como era usual, unos lagartos alados que no merecían el nombre ni de dragón bebé. Eran cinco, todos engalanados con las armaduras completas que los cubrían de pies a cabeza. Cuatro de las armaduras eran de color plateado, mientras que una era de color dorado. Cuando descendieron, a esta última fue a la que se dirigió Abdullah.<br />
<br />
—Capitán Jace, ha llegado más pronto de lo que esperaba, lo que de seguro complacerá a nuestro amo. Pronto, ayúdenme a encontrar a las quintillizas.<br />
<br />
—Haremos lo que podamos, pero si están enterradas muy profundo nada podemos hacer.<br />
<br />
Abdullah asintió.<br />
<br />
—Por otro lado, si pueden encontrar la confirmación de que el Vástago del Viento está muerto, de seguro nuestro amo los recompensará con mayor generosidad.<br />
<br />
Ante esto, los miembros de la Guardia Dragón fueron a inspeccionar el cráter con más ahínco.<br />
<br />
Tras cinco minutos, Abdullah comenzó a pensar en la posibilidad de que todos estuvieran muertos. El Dios Dragón del Fuego estaría complacido si el Vástago del Viento no se interponía en su camino, aunque también estaría irritado por la pérdida de algunas de sus fichas más importantes.<br />
<br />
Eso estaba hilando la mente de Abdullah cuando vio la tierra moverse a unos metros de él. Aunque se acercó entusiasmado, cuando vio el rostro de Zeferino asomarse, paró en seco. Estuvo a punto de gritar y salir corriendo. Entonces se dio cuenta que tenía los ojos cerrados, que su rostro no solamente estaba gris por la tierra, que ya no respiraba y su cuerpo no emitía magia alguna.<br />
<br />
Era la cara de un muerto, que había sido llevado a la superficie por la mano de una armadura fabricada con tierra.<br />
<br />
—¡Capitán Jace, aquí!<br />
<br />
Detrás del cadáver de Zeferino, surgió Riku. Su brazo derecho estaba cortado por encima de la altura del codo. Ya no estaba sangrando gracias al Collar de Perlas Sagradas que todas portaban en su cuello. Sin embargo, Riku estaba en muy mal estado, al igual que Nana y Suki. A Abdullah se le revolvió el estómago cuando vio a Mori, pues su rostro era un amasijo de carne roja y sus ojos eran dos supuraciones achicharradas. Él se sobrepuso y la cogió de las manos para que pudiera recostarse sobre el suelo.<br />
<br />
La última en salir de la armadura fue Masaki. Riku manipuló la armadura, que estaba bastante resquebrajada, para depositar el torso de su hermana con la mayor delicadeza que pudo. Un vistazo le bastó a Abdullah para comprobar que estaba igual de muerta que el Vástago del Viento. Nadie lloró por ella. La única gracia que Abdullah tuvo para con sus restos fue cerrar sus párpados. Esos ojos carmesí, a pesar de la muerte, transmitían un odio espeluznante.<br />
<br />
Una vez que el Escuadrón de la Guardia Dragón atendió las heridas más urgentes de las cuatro, Abdullah determinó el curso que más beneficiaría a su amo.<br />
<br />
—Capitán Jace, llevé los cadáveres del Vástago del Viento y la Señorita Masaki ante nuestro amo, de seguro él les dará un buen uso. Permita que el resto del Escuadrón sea la escolta de las niñas y yo para llevarnos al palacio en la Ciudad Plateada.<br />
<br />
—Me temo que debo hacer algo con ese cuerpo antes de que se lo lleven, pequeños traviesos. —Dijo una sombra que salió desde el mismísimo hoyo excavado por la armadura de tierra.<br />
<br />
La sombra adquirió la forma de una túnica negra, con un gorro viejo y bombacho sobre su cabeza.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
Una de las bolas de cristal que espiaba el cráter, que estaba algo alejada del epicentro, vio algo muy interesante. Una cabeza de cabello negro y ojos avellana, de cuyo cuello surgieron una serie de diminutos tentáculos que la ayudaron a arrastrarse para alejarse del lugar.<br />
<br />
La bola de cristal flotó dudosa por un rato, hasta que al final se decidió y siguió el trayecto de la cabeza.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
...</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-17.html">Capítulo 17</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/p/libros-y-descargas.html">Índice</a> <a href="https://rhaidot.blogspot.com/2020/06/memorias-de-un-mago-enamorado-19.html">Capítulo 19</a></b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<h4 style="text-align: center;">
Nota de autor (20 de Junio de 2.020)</h4>
<br />
Espero publicar mañana el capítulo final del primer libro, que espero presentar pronto para descargar. ¿Alguien más está sorprendido por la muerte del protagonista? Yo lo estoy un poco. Yo no lo pensé hasta el capítulo quince, y aunque pueda parecer que ya lo tenía planeado desde el principio, o desde la aparición de Celestino, la verdad es que no.<br />
<br />
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp y Kbrem.</b><br />
<br />
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:<br />
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995tag:blogger.com,1999:blog-7395274195976453366.post-10442575443811362742020-06-19T01:00:00.000-05:002020-06-19T01:00:06.876-05:00Fotos de un perro negro<h2 style="clear: both; text-align: center;">
Gohan es el perro de mi hermano que originalmente pertenecía a mi hermana pero las cosas no son de quien se las encuentra sino de quien paga su alimento.</h2>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="foto perro negro" border="0" height="112" src="https://lh3.googleusercontent.com/-zNZeeZouUxw/Xt1dgb2FrwI/AAAAAAAAEKI/GwHO_DxGvY81ATok0Qm8mNtqGyObikRtwCLcBGAsYHQ/s200/1591565686798116-0.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="foto perro negro" width="200" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gohan esperando a cualquiera para ladrar como loco.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-zNZeeZouUxw/Xt1dgb2FrwI/AAAAAAAAEKI/GwHO_DxGvY81ATok0Qm8mNtqGyObikRtwCLcBGAsYHQ/s1600/1591565686798116-0.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="foto perro" border="0" height="112" src="https://lh3.googleusercontent.com/-yhao8Sp-6QI/Xt1ddSHr89I/AAAAAAAAEKE/k6kcD_SZ3VwnyXsx1yX7_KzFjm2H28k3gCLcBGAsYHQ/s200/1591565674492327-1.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" title="foto perro" width="200" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La leyenda cuenta que todavía sigue esperando. El pobre se lastimó su pata derecha delantera hace poco y no se queda quieto, por lo que su recuperación es demorada y lenta.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://lh3.googleusercontent.com/-yhao8Sp-6QI/Xt1ddSHr89I/AAAAAAAAEKE/k6kcD_SZ3VwnyXsx1yX7_KzFjm2H28k3gCLcBGAsYHQ/s1600/1591565674492327-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
</a>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<h3>
<b>Esta entrada fue posible gracias a Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp y Kbrem.</b></h3>
<br />
<h4>
Si te gustó lo que acabas de leer y quieres apoyarme puedes:</h4>
<br />
<ol>
<li>Ser un <a href="http://patreon.com/rhaidot" target="_blank">Patrocinador de Rhaidot.</a></li>
<li>Dejar un comentario</li>
<li>Recomendarme en tus redes sociales</li>
</ol>
<br />
Gracias por leer.<br />
<br />Rhaidothttp://www.blogger.com/profile/00260268462312451199noreply@blogger.com0Colombia4.570868 -74.297333-11.424937 -94.95163 20.566673 -53.643035999999995