En cambio Lindsay Lohan no tenía ningún tipo de intención de convencernos que era dos niñas diferentes. Ella solamente era adorable y punto. Era todo lo que necesitaba, su gran secreto era sonreír y poner acentos tontos. No se trataba de fingir todo tipo de minucias con su actuación, se trataba de ser adorable. Esa niña lo tenía muy claro en ese entonces, a lo mejor ni siquiera tenía consideraciones al respecto, únicamente se estaba divirtiendo.
¿Lo ven? No quiero llamar al exorcista cuando veo esta imagen. Fuente |
Y luego creció y llegaron sus años locos, la ebriedad, las drogas y la rehabilitación que la transformaron de un pequeño angelito en una decadente Sailor Moon. Lohan no dejó de cosechar algunos éxitos en su camino hacia la destrucción. En Un viernes de locos su papel de mujer de cuarenta y más en el cuerpo de una adolescente es creíble, aún retenía ese encanto, todavía los escándalos de la vida real no llegaban a empañar su realización en el escenario.
Y creyeron que bromeaba con lo de Sailor Moon. Fuente |
No quiero decir que Lohan, o Lindsay como prefiere ser llamada, este acabada ni mucho menos. Su talento aún puede ser disfrutado como cantante y como actriz de cintas independientes, roles en los cuales su agresividad y desprecio por la vida encajan a la perfección, sin embargo la chispa que la convertía en oro puro ya no está allí.
Ella está tan mal que hasta sus memes están trabados. Fuente |
Si alguien tiene dudas de que las drogas son malas, nada más vean como le robaron el mojo a esta pobre mujer.
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