Capítulo 27 Capítulo 29
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Capítulo 28
Reduccionismo
Original |
Lo que sea que pueda
ir Rowling será Rowling.
De
nuevo
esto ni
siquiera
habría que decirlo,
pero las opiniones expresadas por Severus Snape no son necesariamente
las del autor.
(O del traductor,
tal vez.)
...
"De acuerdo,"
Harry habló, tragando saliva. "Está bien, Hermione, es
suficiente, puedes parar."
La blanca píldora
de azúcar en frente de Hermione todavía no había cambiado forma o
color, aún cuando ella se estaba concentrando con más fuerza de lo
que Harry la había visto antes, sus ojos cerrados, gotas de sudor en
su frente, mano temblorosa al sostener su varita -
"Hermione,
¡alto!
No va a funcionar, Hermione, ¡no creo que podamos crear cosas que no
existen aún!"
Lentamente, la mano
de Hermione relajó el agarre de su varita.
"Creí
sentirlo," ella exhaló con un susurro hueco. "Creí sentir
que empezaba a Transformarse, sólo por un segundo."
Se produjo un nudo
en la garganta de Harry. "Probablemente lo estabas imaginando.
Esperando demasiado."
"Probablemente
sí," ella reconoció. Se veía como si quisiera llorar.
Con pesadez, Harry
cogió su lapicero mecánico en su mano, y alcanzó la hoja de papel
con todo el listado tachado, y dibujó una linea a través del punto
que rezaba 'CURA PARA EL ALZHEIMER'.
Ellos
no podían darle de comer a nadie una píldora Transformada. Pero la
Transformación, al menos del tipo que ellos podían hacer, no
encantaba los objetivos – no Transformaría una escoba regular en
una voladora. Así que si Hermione hubiera sido capaz de crear
cualquier píldora, hubiera sido una píldora no
mágica,
una que funcionaba por ordinarias razones materiales. Ellos podrían
haber fabricado píldoras en secreto para un laboratorio de ciencia
Muggle, permitirles estudiar
las píldoras e intentar usar ingeniería-inversa antes de que la
Transformación desapareciera... nadie en ninguno de los mundos
necesitaría saber que la magia había estado involucrada, sería
sólo otro descubrimiento científico...
No
era el tipo de cosa que a un mago se le ocurriría, tampoco. No
respetaban mucho los meros patrones
de los átomos,
no consideraban los objetos materiales
sin encantamientos como objetos de poder. Si no era mágico, no era
interesante.
Más
temprano, Harry había con mucho
secreto – ni siquiera se lo había mencionado a Hermione –
procurado Transformar nanotecnología al estilo de Eric Drexler.
(Quiso producir una nano-fabrica escritorio, por supuesto, no
diminutas ensambladoras auto-replicadoras, Harry no estaba loco.)
Hubiera sido divinidad en un solo tiro de haber funcionado.
"Eso fue todo
por hoy, ¿cierto?" preguntó Hermione. Estaba recostada en su
silla, apoyando su cabeza contra el espaldar; y su rostro mostraba su
cansancio, lo que era muy inusual para Hermione. Le gustaba pretender
que no tenía limites, al menos cuando Harry andaba por ahí.
"Uno
más," Harry contestó con cautela, "pero es uno pequeño,
además en verdad podría salir bien. Lo dejé para el final porque
esperaba que pudiéramos finalizar con una nota positiva. Es algo
real, no como los phasers. Ya los han fabricado en un laboratorio, a
diferencia de la cura para el Alzheimer. Y es una sustancia genérica,
no específica como los libros perdidos de los cuales intentaste
Transformar copias. Hice un diagrama de la estructura molecular para
enseñarte. Nada más queremos hacer que dure
más
de lo que se ha logrado hasta ahora, y con todos los tubos alineados,
y las puntas incrustadas en el diamante." Harry extrajo una hoja
de papel gráfico.
Hermione
se enderezó en su silla, lo cogió, y lo estudió, quedándose
paralizada. "¿Todos
estos son átomos de carbón? Y Harry, ¿cómo se llama? No puedo
Transformarlo si desconozco como se llama."
Harry
hizo una cara de disgusto. Todavía tenía problemas acostumbrándose
a ese tipo de cosas, no tendría porque importar cómo se llamaba
algo si sabías lo que era. "Se llaman buckytubos, o nanotubos
de carbón. Es una clase de fullereno que apenas fue descubierto este
año. Es cien veces más fuerte que el acero y tiene un sexto de su
peso."
Hermione
levantó la vista del papel gráfico, con cara de sorpresa. "¿Eso
es real? "
"Sí,"
Harry contestó, "sólo que es difícil de hacer a la manera
Muggle. Si podemos conseguir suficiente de esa cosa, podríamos
usarla para construir un elevador espacial que llegue hasta la órbita
geosíncrona o más alto, y en términos de delta-v eso está a la
mitad del camino de cualquier lugar en el Sistema Solar. Además
podríamos lanzar satélites de energía solar como si fueran
confeti."
Hermione
estaba petrificada otra vez. "¿Es esta cosa segura? "
"No veo por
qué no lo sería," Harry argumentó. "Un buckytubo no es
más que una hoja de grafito enrollada en un tubo circular,
básicamente, y grafito es la misma cosa que se usa en los lapiceros
-"
"Sé
lo que es el grafito, Harry," Hermione lo interrumpió. Se echó
el cabello para atrás con mente ausente, sus cejas fruncidas al
contemplar la hoja de papel.
Harry alcanzó uno
de los bolsillos de su túnica, y sacó un hilo blanco amarrado en
sus extremos a dos pequeños anillos grises plásticos. Añadió
gotas de súper pegamento en donde el hilo se tocaba con cada anillo,
para convertirlo en un solo objeto que pudiera ser Transformado como
un todo. Cianoacrilato, si Harry recordaba correctamente, trabajaba
con enlaces covalentes, y eso era lo más cercano que podías llegar
para ser un "objeto sólido" en un mundo compuesto en
ultimas por diminutos átomos individuales. "Cuando estés
lista," Harry anunció, "intenta Transformar esto en un
conjunto de fibras alineadas de buckytubos incrustados en dos sólidos
anillos de diamante."
"De acuerdo..."
Hermione aceptó despacio. "Harry, siento como si olvidara
algo."
Harry
se encogió de hombros impotente. Quizá
estás cansada y nada más.
Él era lo bastante listo como para no expresarlo en voz alta, sin
embargo.
Hermione apoyó su
varita contra uno de los anillos de plástico, y lo contempló por un
rato.
Dos pequeños
círculos de brillante diamante yacían sobre la mesa, conectados por
un largo hilo negro.
"Cambió,"
señaló Hermione. Sonaba como si estuviera procurando ser entusiasta
pero se le hubiera acabado la energía. "¿Ahora qué?"
Harry se sintió un
poco desinflado por la falta de pasión de su compañera de
investigación, mas hizo lo mejor que pudo para no mostrarlo; tal vez
el mismo proceso a la inversa lograría animarla. "Ahora voy a
probar si posee peso."
Había una
estructura en forma de A que Harry había improvisado para hacer un
experimento anterior con bastones de diamante - podías hacer objetos
sólidos de diamante con facilidad, usando Transformación, sólo que
no sería permanente. El experimento anterior había mesurado si
Transformar un bastón largo de diamante en uno bastón más corto de
diamante le permitiría cargar una pesada carga mientras se contraía,
es decir, podías Transformar contra tensión, lo que de hecho sí
podías.
Cuidadosamente Harry
encerró un círculo de resplandeciente diamante sobre el delgado
gancho de metal en la cima de la estructura, luego adjuntó una fina
percha de metal al fondo del anillo, y entonces empezó a añadir
pesos a la percha.
(Harry
le había pedido a los gemelos Weasley Transformar el aparato para
él, y los gemelos Weasley le habían otorgado una mirada de
incredulidad, como si no pudieran descubrir para qué tipo de broma
posiblemente
él la quería, pero no hicieron ninguna pregunta. Y sus
Transformaciones, de acuerdo a ellos, duraban alrededor de tres
horas, por lo que Harry y Hermione todavía tenían tiempo de sobra.)
"Cien
kilogramos," Harry expuso un minuto después. "No creo que
un hilo de acero así de delgado pueda sostener eso. Debería
elevarlo más, sin embargo ese es todo el peso que tengo."
Hubo aún más
silencio.
Harry
se enderezó, y regresó a su mesa, y se sentó en su silla, y
ceremoniosamente hizo una marca de chulo al lado de 'Buckytubos'.
"Listo," Harry celebró. "Ese
funcionó."
"Sin
embargo ese no es realmente útil,
Harry, ¿o sí?" Hermione cuestionó desde donde yacía sentada
con la cabeza reposando en sus manos. "Me refiero a que, incluso
si le diéramos esto a un científico ellos no podrían hacer un
montón de buckytubos por estudiar el nuestro."
"Ellos
podrían ser capaces de aprender algo,"
Harry replicó. "Hermione, míralo,
esa diminuta hebra de hilo sosteniendo todo ese peso, acabamos de
hacer algo que ningún laboratorio Muggle podría hacer -"
"Y que
cualquier otra bruja podría hacer," Hermione repuso. Su
cansancio estaba llegando hasta su voz, ahora. "Harry, no creo
que esto esté funcionando."
"¿Quieres
decir nuestra relación?" Harry bromeó. "¡Grandioso!
Vamos a separarnos."
Eso le sonsacó a
ella una ligera mueca. "Hablo de nuestra investigación."
"Oh,
Hermione, ¿cómo pudiste?"
"Eres
dulce cuando eres malo," ella prosiguió. "Aunque Harry,
esto es descabellado, Yo tengo doce, tú tienes once, es tonto
pensar que vamos a descubrir algo que nadie a encontrado antes."
"¿De
verdad estás proponiendo que deberíamos rendirnos con lo de revelar
los secretos de la magia tras haber tratado durante menos de un
mes? "
Harry inquirió, procurando poner una nota de desafío en su voz.
Honestamente él estaba sintiendo algo de la misma fatiga de
Hermione. Ninguna de las buenas
ideas había salido bien. Apenas hizo un descubrimiento digno de
mención, el patrón Mendeliano, y no le podía hablar a Hermione
sobre ello sin romper su promesa a Draco.
"No,"
Hermione respondió. Su joven rostro se mostraba muy serio y adulto.
"Lo que digo es que ahora tendríamos que estudiar
toda la magia que los magos ya saben, para que así podamos hacer
este tipo de cosas después de que nos graduemos de Hogwarts."
"Este..."
Harry insistió. "Hermione, odio ponerlo de esta forma, mas
imagina que decidimos suspender nuestra investigación hasta después,
y la primer cosa que intentamos tras graduarnos es Transformar una
cura para el Alzheimer, y es efectiva.
Nos sentiríamos... No creo que la palabra estúpidos
sea adecuada para describir cómo nos sentiríamos. ¿Qué tal si hay
algo más como eso y sí funciona?"
"¡Eso
no es justo,
Harry!" Hermione protestó. Su voz temblaba como si estuviera al
borde de estallar en llanto. "¡No puedes cargar
a las personas con eso! No es nuestro trabajo
hacer esa clase de cosas, ¡somos niños! "
Por un momento Harry
se preguntó que pasaría si alguien le informara a Hermione que ella
tenía que combatir a un Señor Oscuro inmortal, si ella se
convertiría en uno de esos héroes chillones que se compadecen a sí
mismos y sobre los cuales Harry nunca podía tolerar leer en sus
libros.
"Como sea,"
Hermione continuó. Con voz sacudida. "No quiero seguir haciendo
esto. No creo que los niños puedan hacer cosas que los adultos no
pueden, eso pasa únicamente en las historias."
Se produjo silencio
en el salón de clases.
Hermione comenzó a
verse un poco asustada, y Harry supo que su propia expresión se
había vuelto más fría.
Podría no haberle
dolido tanto si el mismo pensamiento ya no se le hubiera ocurrido a
Harry - que, mientras treinta podría ser viejo para un científico
revolucionario y veinte más apropiado, mientras que había personas
que obtenían doctorados cuando tenían diecisiete y herederos de
catorce años que habían sido grandes reyes o generales, no había
en verdad nadie que llegara a los libros de historia a los once.
"De acuerdo,"
Harry retó. "Descubrir cómo hacer algo que un adulto no puede.
¿Ese es tu desafío?"
"No quería
decir eso," Hermione aclaró, su voz surgiendo en un aterrado
murmullo.
Con
esfuerzo, Harry desvió su vista de Hermione. "No estoy molesto
contigo,"
Harry declaró. Su voz era helada, a pesar de su mejor pretensión.
"Estoy molesto con, no lo sé, todo. Pero no estoy dispuesto a
perder, Hermione. Perder no es siempre lo correcto para hacer.
Descubriré cómo hacer algo que un mago adulto no puede hacer, y
entonces regresaré a ti. ¿Qué tal eso?"
Hubo más silencio.
"Bueno,"
susurró Hermione, su voz temblando un poco. Ella se empujó a sí
misma para salir de su silla, y se dirigió hacia la puerta del salón
de clases abandonado en que habían estado trabajando juntos. Su mano
se posó sobre el pomo. "Seguimos siendo amigos, ¿verdad? Y si
no puedes descubrir nada -"
Su voz se detuvo.
"Entonces
estudiaremos juntos," Harry concluyó. Su voz era aún más fría
ahora.
"Este, adiós
por ahora, entonces," Hermione se despidió, y con rapidez salió
del cuarto y cerró la puerta tras ella.
A veces Harry odiaba
poseer un lado oscuro, incluso cuando él estaba adentro.
Y
la parte de él que había tenido el mismo pensamiento que Hermione,
que no, los niños no
podían
hacer cosas que los adultos no podían, estaba diciendo todas las
cosas que Hermione había estado demasiado temerosa para explicar,
como, Ese
es un infierno de desafío difícil el que acabas de agarrar por tu
cuenta
y chico
vas a terminar con un huevo en tu cara esta vez
y al
menos de este modo sabrás que has fallado.
Y
a la parte de él que no le gustaba perder replicó, con una voz muy
fría, Bien,
puede callarte y observar.
...
Casi era hora de
almuerzo, y a Harry no le importó. Ni siquiera se había molestado
en coger una barra de bocadillo de su monedero. Su estómago podía
soportar un poco de hambre.
El
mundo mágico era diminuto, ellos no pensaban como científicos,
ellos no conocían ciencia, ellos no cuestionaban las cosas con que
habían crecido, no le habían puesto corazas protectoras a sus
maquinas de tiempo, jugaban Quidditch, toda la Bretaña mágica era
más pequeña que una ciudad Muggle pequeña, la más grande de las
escuelas mágicas únicamente educaba hasta la edad de diecisiete,
tonto
no era retar eso a los once años, tonto
era asumir
que los magos sabían lo que estaban haciendo y que ya habían
agotado todas las frutas que colgaban por lo bajo y que un científico
polímata podría ver.
Paso Uno había sido
realizar una lista de cada constricción mágica que Harry pudo
recordar, todas las cosas que supuestamente no podías hacer.
Paso
Dos, marcar las constricciones que parecían tener menos
sentido desde la perspectiva científica.
Paso
Tres, priorizar las constricciones que un mago probablemente no
cuestionaría si no
conociera
ciencia.
Paso Cuatro,
inventar diversas formas para atacar.
...
Hermione seguía
sintiéndose un poco agitada cuando se sentó al lado de Mandy en la
mesa de Ravenclaw. El almuerzo de Hermione tenía dos frutas (rodajas
de tomate y mandarina pelada), tres vegetales (zanahorias,
zanahorias, y más zanahorias), una carne (muslos asados de Diricawl
cuya insalubre piel ella removería cuidadosamente), y una pequeña
pieza de pastel de chocolate que se ganaría al comerse las otras
partes.
Había
sido tan malo como en la clase de Pociones, a veces tenía pesadillas
al respecto. Pero esta vez ella
había hecho que sucediera y se
había sentido su objetivo.
Por tan sólo un momento, antes de que la terrible y fría oscuridad
alejara su vista y pronunciara que no estaba molesto con ella, porque
no había querido asustarla.
Y todavía tenía
esa sensación de que había olvidado algo antes, algo realmente
importante.
Sin embargo ellos no
habían violado ninguna de las reglas de Transformación... ¿o sí?
No habían hecho ningún liquido, ningún gas, no habían recibido
ordenes del Profesor de Defensa...
¡La
píldora!
¡Eso había sido algo para ser comido!
...bueno,
no, nadie iría y se comerían una píldora que yaciera por ahí, de
hecho no había funcionado,
nada más hubieran tenido que usar Finite
Incantatem
de haberlo hecho, aún así ella tendría que contarle a Harry sobre
eso y asegurarse que no lo mencionaran en frente de la Profesora
McGonagall, en case de que nunca se les permitiera estudiar
Transformación de nuevo...
Hermione estaba
empezando a ponerse muy enferma del estómago. Empujó su plato de
regreso hacia la mesa, no podía almorzar estando así.
Y cerró sus ojos y
comenzó a recitar mentalmente las reglas de la Transformación.
"Nunca
Transformaré algo en líquido o gas."
"Nunca
Transformaré algo para que se vea como comida o en cualquier otra
cosa que vaya dentro de un cuerpo humano."
No,
en verdad no debieron
haber intentado Transformar la píldora, o al menos se tendrían que
haber dado
cuenta...
había quedado tan atrapada en la brillante idea de Harry que ella no
había pensado...
La sensación de
malestar en el estómago de Hermione estaba empeorando. Hubo una
impresión en su mente de que algo vacilaba al borde del
reconocimiento, una percepción apunto de invertirse en sí misma,
una joven mujer apunto de convertirse en arpía, una vasija apunto de
convertirse en dos rostros...
Y volvió a recordar
las reglas de la Transformación.
...
Los
nudillos de Harry se habían puesto blancos sobre su varita para
cuando cesó de intentar Transformar el aire en frente de su varita
en un sujetapapeles. No hubiera sido seguro Transformar el
sujetapapeles en gas, por supuesto, mas Harry no veía razón alguna
para que fuera peligroso de ser lo contrario. Sólo se suponía que
no era posible.
¿Pero por qué no? El aire era una sustancia real como cualquier
otra cosa...
Bueno,
quizá esa limitación sí
tenía sentido. El aire era desorganizado, todas las moléculas
cambiaban constantemente su relación con respecto a las otras. Tal
vez no podías imponer una nueva forma en la sustancia a menos que la
sustancia se quedara quieta el tiempo suficiente para poderla
dominar, incluso cuando los átomos sólidos estaban en constante
vibración todo el tiempo...
Mientras Harry más
fallaba, más frío se sentía, más claro todo parecía volverse.
De acuerdo. Lo
siguiente en la lista.
Únicamente
podías Transformar objetos enteros como un todo. No podías
Transformar medio
fósforo en una aguja, tenías que Transformar la cosa
completa.
Cuando Harry había sido atrapado en el salón de clases por Draco,
esa había sido la razón por la que él no había podido Transformar
una delgada sección cruzada cilíndrica de las paredes en una
esponja, y tumbar de un puño un pedazo de piedra lo suficientemente
grande como para que él pasara por el agujero. Hubiera necesitado
imponer una nueva forma en toda la pared, y tal vez en toda una
sección de Hogwarts, tan sólo para poder cambiar la pequeña
sección cruzada.
Y
eso era ridículo.
Las
cosas estaban compuestas de átomos.
Montones de diminutos puntos. No había
contigüidad, no había
solidez, sólo fuerzas electromagnéticas sosteniendo los pequeños
puntos relacionados los unos con los otros...
...
Mandy Brocklehurst
pausó su tenedor cuando iba camino a su boca. "Eh," ella
le dijo a Su Li, sentada al otro lado del ahora vacío asiento a su
lado, "¿qué le pasó a Hermione?"
...
Harry quería matar
a su borrador.
Había estado
procurando cambiar un único punto del rectángulo rosado en acero,
aparte del resto de la goma, y el borrador no estaba cooperando.
Tenía
que ser una limitación conceptual, no una real. Tenía
que serlo.
Las
cosas estaban hechas de átomos,
y cada átomo era una cosa pequeña separada. Los átomos se
sostenían juntos por una niebla cuántica de electrones compartidos,
por enlaces covalentes, o en ocasiones por nada más que magnetismo
en espacios cercanos, por enlaces iónicos o las fuerzas de van der
Waals.
Si
se reducía a eso, los protones y neutrones dentro de los núcleos
eran cosas diminutas y separadas. ¡Los quarks dentro de los protones
y neutrones era cosas diminutas y separadas! Simplemente no había
nada en realidad, el mundo-allá-afuera, que correspondía al
concepto que las personas tenían de los objetos sólidos. Todo no
era más que pequeños puntos.
Y la Transformación
libre estaba totalmente en la mente para empezar, ¿no era así? Sin
palabras, sin gestos. Únicamente el concepto puro de la forma,
mantenidos estrictamente separados de la sustancia, impuesto sobre la
sustancia, concebido aparte de su forma. Eso y la varita y lo que
fuera que te hiciera mago.
Los
magos no podían transfigurar partes de las cosas, sólo podían
convertir lo que sus mentes percibían como completo, porque ellos no
eran conscientes hasta el tuétano
que todo no era más que átomos.
Harry
había enfocado su conocimiento tan fuerte como pudo, el hecho
verdadero
de que el borrador no era más que una colección de átomos, cada
cosa no era más que colección de átomos, y los átomos del pequeño
parche que él estaba intentado Transformar formaban una colección
igual
de valida
a cualquier otra colección que a él le importara pensar.
Y Harry todavía no
había sido capaz de cambiar esa sola parte del borrador, la
Transformación no estaba llegando a ningún lado.
Eso. Era.
Ridículo.
Los
nudillos de Harry se estaban blanqueando sobre su varita otra vez.
Estaba harto
de obtener resultados experimentales que no
tenían sentido.
Quizá
el hecho de que alguna
parte de su mente seguía pensando en términos de objetos estaba
deteniendo la progresión de la Transformación. Él había pensado
en una colección de átomos que era un borrador.
Él había pensado en una colección que era un pequeño
parche.
Hora de pasar a un
nivel superior.
Harry presionó su
varita con más fuerza contra la pequeña sección del borrador, e
intentó ver a través de la ilusión que los no científicos
pensaban que era la realidad, el mundo de escritorios y sillas, aire
y borradores y personas.
Cuando
caminas a través de un parque, el mundo inmerso que te rodea es algo
que existe en tu mente como un patrón de neuronas disparándose. La
sensación de un brillante cielo azul no era algo alto que estaba
sobre ti, era algo en tu corteza visual, y tu corteza visual estaba
en la parte de atrás de tu cerebro. Todas las sensaciones de este
brillante mundo en verdad estaban pasando en esa silenciosa cueva de
huesos que llamabas cráneo, el lugar donde tú
vivías y nunca, jamás abandonabas. Si en verdad le querías decir
hola a alguien, a la persona
actual,
tú no estrecharías su mano, golpearías con gentileza en su cráneo
y pronunciarías "¿Cómo estás por allí?" Eso era lo que
las personas eran, ahí era donde realmente vivían. Y la imagen
del parque en el cual pensabas estabas caminado
era algo que visualizabas dentro de tu cerebro mientras procesaba las
señales enviadas desde tus ojos y retina.
No
era una mentira
como el pensamiento Budista, ahí no había algo terriblemente
místico e inesperado detrás del velo de Maya, lo que yacía más
allá de la ilusión del parque no era más que el verdadero
parque,
y aún así todo era ilusión.
Harry no estaba
sentado dentro del salón de clases.
Él no estaba
mirando al borrador.
Harry estaba dentro
del cráneo de Harry.
Él estaba
experimentando una imagen procesada que su cerebro había
decodificado a partir de las señales enviadas por su retina.
El borrador real
estaba en otro lugar, en algún lugar que no era una imagen.
Y
el borrador real no era como la imagen que tenía el cerebro de
Harry. La idea del borrador como un objeto
sólido
era algo que existía únicamente dentro de su propio cerebro, dentro
de la corteza parietal que procesaba su sentido de la forma y el
espacio. El borrador real era una colección de átomos sostenidos
juntos por fuerzas electromagnéticas y electrones covalentes
compartidos, mientras cercanos, las moléculas de aire rebotaban unas
sobre las otras y rebotaban hacia las moléculas-borrador.
El
borrador real estaba muy lejos, y Harry, dentro de su cráneo, nunca
lo podría tocar del todo, sólo podía imaginar ideas al respecto.
Mas su
varita tenía el poder,
podía cambiar las cosas allá afuera en la realidad,
nada más eran los propios preconceptos de Harry que la estaban
limitando.
En algún lugar más allá del velo de Maya, la verdad
detrás del concepto de Harry de "mi varita" estaba tocando
las colecciones de átomos que la mente de Harry pensaba como "un
parche en el borrador", y si esa varita podía cambiar las
colecciones de átomos que Harry consideraba "el borrador
completo", absolutamente no había razón por la cual no pudiera
cambiar otras colecciones también...
La Transformación
seguía sin proceder.
Los
dientes de Harry se apretaron juntos, y subió otro
nivel.
El
concepto que la mente de Harry tenía del borrador como un solo
objeto era obviamente
un sin sentido.
Era
un mapa que no hacía ni podía
encajar el territorio.
Los
seres humanos modelaban el mundo usando niveles estratificados de
organización, ellos tenían pensamientos
separados
sobre cómo funcionaban los países, cómo funcionaban las personas,
cómo funcionaban los órganos, cómo funcionaban las células, cómo
funcionaban las moléculas, cómo funcionaban los quarks.
Cuando el cerebro de
Harry necesitaba pensar sobre el borrador, pensaría sobre las reglas
que gobernaban a los borradores, como "los borradores pueden
deshacerse de las marcas de lápiz". Sólo si el cerebro de
Harry necesitaba predecir lo que pasaría en un nivel químico más
bajo, sólo entonces el cerebro de Harry empezaría a pensar – como
si fuera un hecho separado – sobre las moléculas de goma.
Pero
todo eso estaba en la mente.
La
mente de Harry podría tener creencias
separadas sobre las reglas que gobernaban a los borradores, sin
embargo no había leyes
separadas de la física
que gobernaban a los borradores.
La
mente de Harry modelaba la realidad usando múltiples niveles de
organización, con diferentes creencias en cada nivel. Pero todo eso
estaba en el mapa,
el verdadero territorio no era así, la realidad
misma
únicamente tenía un
nivel de organización, los quarks, era un proceso de bajo nivel
unificado obedeciendo simples reglas matemáticamente.
O al menos eso era
lo que Harry había creído antes de descubrir la magia, sin embargo
el borrador no era mágico.
Y
aún si el borrador hubiera
sido mágico, la idea de que pudiera realmente
existir
un solo borrador sólido era imposible.
Cosas como los borradores no
podían
ser elementos básicos de la realidad, eran demasiado grandes y
complicados para ser átomos, tenían
que estar hechos de partes. No podías tener cosas que fueran
fundamentalmente
complicadas.
La creencia implícita que el cerebro de Harry poseía sobre el
borrador como un objeto único no sólo estaba mal,
era una confusión en el mapa-territorio, el borrador nada más
existía como un concepto separado en el multi-nivel que Harry
modelaba
del mundo, no como un elemento separado de un único-nivel de
realidad.
...la
Transformación todavía
no estaba sucediendo.
Harry
estaba respirando con pesadez, la Transformación fallida era casi
tan agotadora como una Transformación exitosa, pero condenado
fuera si se fuera a rendir ahora.
De acuerdo, que se
joda toda esa basura del siglo diecinueve.
La realidad no eran
átomos, no era un conjunto de enanas bolas de billar bailando por
ahí. Eso no era más que otra mentira. La noción de átomos como
pequeños puntos no era más que otra alucinación conveniente a la
cual las personas se agarraban porque no querían confrontar la forma
inhumanamente extraterrestre de la subyacente realidad. No es
sorpresa, entonces, que sus intentos para Transformar basados en eso
no hubieran funcionado. Si él quería el poder, él tenía que
abandonar su humanidad, y forzar sus pensamientos para conformarse a
la verdadera matemática de la mecánica cuántica.
No
había partículas,
sólo había nubes
de amplitud
en una configuración
de espacio de multi-partículas
y lo que su cerebro había imaginado entrañablemente que era un
borrador no era nada excepto un factor
gigantesco en una función de onda que ocurría
para factorizar,
no tenía una existencia separada más de lo que había un factor
sólido particular de 3 escondido dentro del número 6, si su varita
era capaz de alterar
factores en una función de onda aproximadamente factorizable
entonces debería ser capaz condenadamente bien de alterar el factor
ligeramente más
pequeño
que el cerebro de Harry visualizaba como un parche de materia en el
borrador -
...
Hermione atravesó
los pasillos, zapatos golpeando con fuerza sobre la piedra, su
aliento saliendo en jadeos, el impacto de la adrenalina todavía
recorriendo su sangre.
Como la imagen de
una joven mujer convirtiéndose en una vieja arpía, como la copa
volviéndose en dos caras.
¿Qué habían
estado haciendo?
¿Qué habían
estado haciendo?
Ella llegó al salón
de clases y en un principio sus dedos se deslizaron sobre el
pasamanos, demasiado sudorosa, ella sujetó la puerta con fuerza y la
abrió -
- en un mero vistazo
de percepción ella vio a Harry contemplando un pequeño rectángulo
rosado sobre la mesa en frente de él -
- mientras que a
unos pocos metros el diminuto hilo negro, casi invisible desde esa
distancia, soportaba todo ese peso -
"¡Harry sal
del salón de clases!"
Pura conmoción
llenó el rostro de Harry, y él se levantó tan rápido que casi se
tropieza, deteniéndose apenas para agarrar el pequeño rectángulo
rosado de la mesa, y él cruzó la puerta, ella ya se había hecho a
un lado, su varita ya en su mano subiendo para apuntar al hilo -
"¡Finite
Incantatem! "
Y Hermione cerró la
puerta de nuevo con un portazo, justo cuando surgió el gigantesco
estruendo de cientos de kilogramos de metal cayendo desde adentro.
Ella estaba
jadeando, boqueando por aire, había corrido todo el camino sin
parar, estaba empapada en sudor y sus piernas y muslos ardían como
flamas vivas, no podría haber respondido las preguntas de Harry ni
por todos los Galeones en el mundo.
Hermione parpadeó,
y se dio cuenta que había empezado a caer, y que Harry la había
atrapado, y la estaba bajando gentilmente para que se sentara en el
suelo.
"...saludable..."
se las arregló ella para murmurar.
"¿Qué? "
cuestionó Harry, viéndose más pálido de lo que ella jamás lo
hubiera visto.
"...estás,
sintiendo, saludable..."
Harry pareció aún
más asustado cuando la pregunta se asentó. "Yo, yo no creo que
tenga ningún síntoma -"
Hermione cerró sus
ojos por un momento. "Bueno," ella susurró. "Coger,
aliento."
Eso tomó un rato.
Harry seguía mostrándose asustado. Eso también era bueno, tal vez
le enseñaría una lección.
Hermione alcanzó el
monedero que Harry le había comprado, susurró "agua" a
través de su seca garganta, extrajo la botella y la bebió en
grandes y enormes tragos.
Y entonces pasó un
buen tiempo antes de que ella pudiera hablar otra vez.
"Rompimos las
reglas, Harry," habló con voz ronca. "Rompimos las
reglas."
"Yo..."
Harry tragó saliva. "Sigo sin ver cómo, he estado pensando
pero -"
"Te
pregunté si la Transformación era segura y
me contestaste! "
Se produjo una
pausa.
"¿Eso es
todo?" Harry dudó.
Ella podría haber
gritado.
"Harry,
¿no lo entiendes?" ella insistió. "Está hecho de hebras
diminutas, qué tal si es desenredado,
quien sabe
que podría ir mal, ¡no
le preguntamos a la Profesora McGonagall!
¿No vez lo que estábamos haciendo? Estábamos experimentando con
Transformación. ¡Estábamos experimentando
con Transformación! "
Hubo otra pausa.
"De
acuerdo..." Harry dijo con lentitud. "Esa es probablemente
una de esas cosas que ni siquiera se molestan en informarte no
hacer porque son demasiado obvias. No pruebes brillantes nuevas ideas
para Transformación por tu cuenta en un salón de clases sin usar
sin consultar a ningún profesor."
"¡Podrías
habernos matado, Harry!" Hermione sabía que no era justo, ella
había cometido el error también, pero todavía se sentía enojada
con él, quien siempre sonaba tan confiado y que la había arrastrado
sin pensar en su aventura. "¡Podríamos haber arruinado
el
registro perfecto de la Profesora McGonagall! "
"Sí,"
reconoció Harry, "no vayamos a contarle sobre esto, ¿te
parece?"
"Tenemos que
parar," Hermione declaró. "Tenemos que parar esto o vamos
a terminar heridos. Somos demasiado jóvenes, Harry, no podemos hacer
esto, aún no."
Una débil mueca
cruzó la cara de Harry. "Este, estás medio equivocada en eso."
Y él alzó un
pequeño rectángulo rosado, un borrador de goma con un brillante
parche de metal encima.
Hermione lo observó,
confundida.
"La
mecánica cuántica no fue suficiente," Harry explicó. "Tuve
que descender todo el camino hacia la física atemporal antes de
lograrlo. Tuve que percibir la varita como una relación
reforzadora entre el pasado separado y realidades futuras, en lugar
de que algo cambiara
con el tiempo – mas lo hice, Hermione, vi a través de la ilusión
de los objetos, y apuesto que no hay ningún otro mago en el mundo
que pudiera haberlo hecho. Aún si algún hijo de Muggle supiera
sobre formulaciones atemporales de la mecánica cuántica, sería una
rara creencia sobre extraña materia cuántica distante, no habría
visto que era la realidad,
aceptado que el mundo que conocía no era más que una alucinación.
Transformé parte
del borrador sin cambiar el objeto
completo."
Hermione alzó su
varita de nuevo, y la apuntó al borrador.
Por un momento la
ira se asomó en el rostro de Harry, pero no hizo ningún movimiento
para detenerla.
"Finite
Incantatem,"
pronunció Hermione. "Consulta con la Profesora McGonagall antes
de volver a intentarlo."
Harry asintió,
aunque su cara seguía un poco tiesa.
"Y de todos
modos tenemos que parar," afirmó Hermione.
"¿Por
qué? "
cuestionó Harry. "¿No entiendes lo que esto significa,
Hermione? ¡Los magos no
lo saben todo! Hay muy pocos de ellos, aún menos los que conocen
cualquier ciencia, ellos no han acabado con la fruta que cuelga por
lo bajo -"
"No
es seguro,"
Hermione interrumpió. "¡Si podemos
descubrir cosas nuevas es incluso menos
seguro! ¡Somos demasiado
jóvenes!
Ya cometimos un gran error, ¡la próxima podríamos morir! "
Entonces Hermione
retrocedió.
Harry alejó su
mirada de ella, y empezó despacio, a respirar profundamente.
"Por favor no
intentes hacerlo solo, Harry," Hermione suplicó, su voz
temblando. "Por favor."
Por favor no
hagas que tenga que decidir si contarle o no al Profesor Flitwick.
Hubo una pausa
larga.
"Así que
quieres que estudiemos," Harry dijo. Ella pudo darse cuenta que
él procuraba mantener la furia por fuera de su voz. "Sólo
estudiar."
Hermione no estaba
segura si debía hablar, pero... "Como estudiaste, este, física
atemporal, ¿correcto?"
Harry la volvió a
mirar.
"Esa
cosa que hiciste," Hermione arguyó, su voz tentativa, "no
fue por nuestros
experimentos, ¿verdad? Pudiste hacerlo porque leíste un montón de
libros."
Harry abrió su
boca, y la tuvo que cerrar de nuevo. Había una expresión frustrada
en su rostro.
"De
acuerdo," Harry concilió. "Que tal esto. Estudiamos, y si
creo que cualquier cosa parece realmente
digna
de un intento, lo haremos después de que le haya preguntado a un
profesor."
"Bueno,"
Hermione concordó. No se cayó del alivió, sólo porque ya estaba
sentada en el suelo.
"¿Deberíamos
ir a almorzar?" Harry propuso cautelosamente.
Hermione asintió.
Sí. Almorzar sonaba bien. De verdad, esta vez.
Con cuidado ella
inicio un empujón para levantarse del suelo de piedra, doblándose
del dolor mientras su cuerpo le gritaba -
Harry
la apuntó con su varita y conjuró "Wingardium
Leviosa."
Hermione parpadeó
cuando el enorme peso de sus piernas disminuyó hasta ser aguantable.
Una
sonrisa socarrona cruzó la cara de Harry. "Puedes alzar
algo sin que llegue a Levitar por completo," él comentó.
"¿Recuerdas ese experimento?"
Hermione le devolvió
la sonrisa impotente, aunque pensó que su obligación era seguir
enojada.
Y empezó a caminar
de regreso hacia el Gran Comedor, sintiéndose notable y
maravillosamente ligera en sus pies, mientras Harry con maña
mantenía su varita dirigida sobre ella.
Sólo pudo
continuarlo por cinco minutos, sin embargo era la intención lo que
contaba.
...
Minerva observó a
Dumbledore.
Dumbledore le
regresó la vista de manera inquisitiva. "¿Comprendiste algo de
eso?" el Director preguntó, sonando perplejo.
Había sido la más
completa y absoluta cháchara que Minerva pudiera recordar haber
escuchado jamás. Se estaba sintiendo un poco avergonzada de haber
convocado al Director para oírlo, mas le habían dado instrucciones
explicitas.
"Me temo que
no," la Profesora McGonagall reconoció con remilgo.
"Así que,"
Dumbledore prosiguió. La barba plateada osciló lejos de ella, la
anciana mirada del mago centelleando en otro lugar una vez más.
"Sospechas de que podrías hacer algo que otros magos no pueden
hacer, algo que pensamos es imposible."
Los
tres estaban de pie dentro del cuarto de trabajo privado para
Transformación del Director, donde el brillante Patronus en forma de
fénix de Dumbledore le había pedido que trajera a Harry, momentos
después de que su propio Patronus hubiera llegado hasta él. Luz
descendió a través de las claraboyas e iluminó los grandes
diagramas de alquimia de siete puntas dibujados en el centro del
salón circular, enseñando que estaba un poco polvoriento, lo que
entristeció a Minerva. La investigación de la Transformación era
uno de los grandes divertimentos de Dumbledore, y ella sabía cuán
presionado de tiempo él había estado últimamente, pero no que
estuviera así
de presionado.
Y
ahora Harry Potter iba a desperdiciar aún más del tiempo del
Director. Ciertamente no podía culpar a Harry
por eso. Él había hecho lo apropiado en venir a ella y revelar que
tenía una idea para hacer algo en Transformación que actualmente se
creía era imposible, y ella misma había hecho exactamente lo que
le habían indicado: le ordenó a Harry permanecer callado y no
discutir nada con ella hasta que hubiera consultado al Director y se
hubieran trasladado a una localización segura.
Si
Harry hubiera iniciado diciendo específicamente
lo que él pensaba hacer, no se habría tomado la molestia.
"Miren, sé que
es difícil de explicar," Harry expuso, sonando un poco apenado.
"Además de que sus creencias van en contra con lo que creen los
científicos, en una caso donde genuinamente espero que los
científicos sepan más que los magos."
Minerva hubiera
suspirado muy fuerte, si Dumbledore no aparentara tomarse todo el
asunto seriamente.
La
idea de Harry nacía de la simple ignorancia, nada más. Si cambiabas
la mitad de una bola de metal en vidrio, la bola
entera
tendría una Forma diferente. Cambiar la parte era
cambiarlo todo, y eso quería decir remover la Forma completa y
reemplazarla con una diferente. ¿Qué hubiera significado
Transformar sólo la mitad de una bola de metal? ¿Que la bola de
metal como
un todo
tenía la misma Forma de antes, pero la mitad
de la bola ahora tenía una Forma diferente?
"Sr.
Potter," acusó la Profesora McGonagall, "lo que usted
quiere hacer no es sólo imposible, es ilógico.
Si cambia la mitad de algo, usted sí
cambió el todo."
"En efecto,"
concordó Dumbledore. "Sin embargo Harry es el héroe, así que
el podría hacer cosas que son lógicamente imposible."
Minerva hubiera
girado sus ojos, si no se hubieran adormecido hace mucho tiempo.
"Suponiendo
que fuera
posible," teorizó Dumbledore, "¿puedes pensar en alguna
otra razón por la cual los resultados serían diferentes de la
Transformación ordinaria?"
Minerva se quedó
paralizada. El hecho de que el concepto fuera literalmente
inimaginable le estaba presentando alguna dificultad, mas se esforzó
por afrontarlo apropiadamente. Una Transformación impuesta sólo en
la mitad de una bola de metal...
"¿Cosas
extrañas sucediendo en la interfaz?" aventuró Minerva. "Pero
eso no sería diferente que Transformar el objecto como un todo, en
una Forma con dos partes diferentes..."
Dumbledore
asintió. "Ese es mi propio pensamiento. Y Harry, si tu teoría
es correcta, implicaría que lo que deseas hacer es exactamente
como cualquier otra Transformación, ¿nada más que aplicado a una
parte del sujeto en lugar del todo? ¿Sin
ningún
otro cambio? "
"Sí,"
Harry dijo firmemente. "De eso se trata."
Dumbledore la miró
de nuevo. "Minerva, ¿puedes pensar en cualquier razón por la
cual eso podría ser peligroso?"
"No,"
respondió Minerva, cuando finalizó de buscar a través de su
memoria.
"Pienso igual,"
reveló el Director. "De acuerdo, entonces, ya que esto por
fuerza es exactamente análogo a la Transformación ordinaria en
todos los aspectos, y no podemos pensar en razón alguna por la que
pudiera ser peligroso, creo que el segundo grado de precaución será
suficiente."
Minerva
estaba sorprendida, pero ella no objetó. Dumbledore era por mucho su
superior en Transformación, y él había intentado literalmente
miles de nuevas Transformaciones sin nunca escoger un grado de
precaución que fuera demasiado bajo. Él había usado Transformación
en
combate
y seguía
con vida.
Si el Director consideraba que el segundo grado de precaución era
suficiente, era suficiente.
El que Harry fuera a
fallar desde luego era, por supuesto, completamente irrelevante.
Los dos comenzaron a
posicionar las protecciones y redes de detección. La red más
importante era la que se aseguraba de buscar que ningún material no
Transformado hubiera entrado en el aire. Harry estaría encerrado en
un caparazón de fuerza separado con su propio suplemento de aire
nada más para tener la certeza, sólo a su varita se le permitiría
dejar el escudo, y la apretada interfaz. Estaban dentro de Hogwarts
así que no podían Aparecer automáticamente cualquier material que
mostrara signos de combustión espontanea, mas lo podían lanzar por
la claraboya casi tan rápido, las ventanas todas dobladas hacia
afuera por exactamente esa razón. El mismo Harry saldría por una
claraboya diferente a la primera señal de problemas.
Harry los observó
trabajar, su rostro expresando un poco de temor.
"No
se preocupe," declaró la Profesora McGonagall en la mitad de su
apresurada descripción, "esto casi de seguro no será
necesario, Sr. Potter. Si esperáramos
que algo fuera a salir mal no se le permitiría intentarlo. No son
más que precauciones normales para cualquier Transformación que
nadie ha intentado antes."
Harry tragó saliva
y asintió.
Y unos pocos minutos
después, Harry estaba atado en la silla de seguridad y reposando su
varita contra una bola de metal – una que, basado en los resultados
de sus exámenes actuales, debería haber sido demasiado grande para
que él la Transformara en menos de treinta minutos.
Y
unos pocos minutos después de eso,
Minerva estaba apoyándose contra la pared, apunto de desmayarse.
Había un pequeño
parche de vidrio en la bola donde la varita de Harry se había
posado.
Harry
no exclamó se
los dije,
pero la sardónica expresión en su sudorosa cara lo decía por él.
Dumbledore estaba
conjurando Encantamientos analíticos sobre la bola, viéndose más y
más intrigado a cada momento. Treinta años se habían caído de su
rostro.
"Fascinante,"
reconoció Dumbledore. "Es exactamente como lo aseveraste. Él
simplemente Transformó una parte del sujeto sin Transformar el todo.
Dices que realmente no es más que una limitación conceptual,
¿Harry?"
"Sí,"
Harry reiteró, "pero una profunda, sólo saber que es una
limitación conceptual no fue suficiente. Tuve que suprimir la parte
de mi mente que estaba cometiendo el error y pensar en su lugar sobre
la realidad subyacente que los científicos han descubierto."
"En verdad
fascinante," Dumbledore juró. "¿Supongo que para
cualquier otro mago hacer lo mismo requeriría meses de estudio si es
que alguno es capaz de ello? ¿Y puedo pedirte que Transformes
parcialmente algunos otros sujetos?"
"Probablemente
sí y por supuesto," Harry respondió.
Media hora después,
Minerva se seguía sintiendo igual de desconcertada, pero
considerablemente tranquilizada con respecto a la seguridad.
Era lo mismo, aparte
de ser lógicamente imposible.
"Creo que es
suficiente, Director," Minerva opinó finalmente. "Sospecho
que la Transformación parcial es más agotadora de la variante
ordinaria."
"Se reduce con
la práctica," clamó el exhausto y pálido chico, voz
inestable, "sin embargo sí, usted está en lo correcto."
El proceso de
extraer a Harry de las protecciones tomó otro minuto, y entonces
Minerva lo escoltó hacía una mucho más confortable silla, y
Dumbledore produjo una gaseosa de helado.
"¡Felicitaciones,
Sr. Potter!" celebró la Profesora McGonagall, y era en serio.
Ella hubiera apostado casi cualquier cosa en contra de ese éxito.
"Felicitaciones
en efecto," repitió Dumbledore. "Incluso yo no hice ningún
descubrimiento original en Transformación antes de los catorce años.
Desde los tiempos de Dorotea Senjak ningún genio ha florecido tan
tempranamente."
"Gracias,"
Harry dijo, sonando un poco sorprendido.
"No obstante,"
Dumbledore explicó de manera pensativa, "creo que lo más sabio
será mantener este feliz evento como un secreto, al menos por ahora.
Harry, ¿discutiste tu idea con alguna otra persona antes de hacerlo
con la Profesora McGonagall?"
Se produjo un
silencio.
"Este..."
Harry vaciló. "No quiero aventar a nadie a la Inquisición,
pero sí le conté a otro estudiante -"
La
palabra casi explotó en los labios de la Profesora McGonagall.
"¿Qué?
¿Discutiste una total novedad de Transformación con un estudiante
antes de consultar a una autoridad reconocida? ¿Tiene alguna idea de
cuán irresponsable
fue eso?"
"Lo siento,"
se disculpó Harry. "No me di cuenta."
El chico se veía
apropiadamente atemorizado, y Minerva sintió que algo dentro de ella
se relajó. Al menos Harry comprendía que tan tonto había sido.
"Debe hacer que
la Señorita Granger se comprometa a guardar el secreto,"
Dumbledore ordenó con gravedad. "Y no se lo revele a nadie más
a menos que haya una razón extremadamente buena para eso, y ellos
también deben jurar."
"Ah... ¿por
qué?" Harry inquirió.
Minerva estaba
preguntándose lo mismo. Una vez más el Director estaba pensando
demasiado aprisa como para que ella lo siguiera.
"Porque puedes
hacer algo que nadie más creería que puedes hacer," Dumbledore
explicó. "Algo completamente inesperado. Podría demostrar ser
tu ventaja crítica, Harry, y tenemos que preservarla. Por favor,
confía en mí al respecto."
La Profesora
McGonagall asintió, su firme rostro enseñando nada de su confusión
interna. "Por favor hágalo, Sr. Potter," ella pidió.
"De acuerdo..."
Harry aceptó con lentitud.
"Una
vez que hayamos finalizado de examinar sus materiales,"
Dumbledore añadió, "usted puede practicar Transformación
parcial, de vidrio a acero y de acero a vidrio únicamente,
con la Señorita Granger actuando como su observadora. Naturalmente,
si alguno de los dos sospecha de cualquier síntoma de enfermedad por
Transformación, informen a un profesor de inmediato."
Antes de que Harry
saliera del cuarto de trabajo, con su mano en el picaporte, el chico
se volteó e indagó, "Ya que estamos aquí, ¿alguno de los dos
ha notado cualquier cosa diferente sobre el Profesor Snape?"
"¿Diferente?"
cuestionó el Director.
Minerva no permitió
que su irónica sonrisa apareciera en su cara. Por supuesto que el
chico estaba aprehensivo sobre el 'malvado Maestro de Pociones', ya
que él no tenía forma de conocer por que se podía confiar en
Severus. Hubiera sido raro por decir lo menos, explicarle a Harry que
Severus seguía enamorado de su madre.
"Me refiero,
¿su comportamiento a cambiado de cualquier forma recientemente?"
preguntó Harry.
"No que yo haya
visto..." el Director respondió lentamente. "¿Por qué
preguntas?"
Harry negó con su
cabeza. "No quiero contestar y hacer que sus observaciones se
vuelvan prejuiciosas. Nada más mantengan un ojo abierto, ¿pueden?"
Eso envió un veloz
escalofrío a través de Minerva en un modo que ninguna acusación
directa sobre Severus podría haber logrado.
Harry le hizo a
ambos una respetuosa reverencia, y se fue.
...
"Albus,"
Minerva habló después de que el chico se había ido, "¿cómo
supiste
que había que tomar en serio a Harry? ¡Yo hubiera considerado que
su idea era meramente imposible!"
El rostro del
anciano mago se puso grave. "Por la misma razón que debe ser
mantenido en secreto, Minerva. La misma razón por la que te pedí
que vinieras, si Harry hacía alguna declaración similar. Porque es
un poder que Voldemort no conoce."
Las palabras
tardaron un poco en asentarse.
Y el helado
escalofrío descendió por su columna, como siempre lo hacía cuando
ella recordaba.
Había iniciado como
una entrevista de trabajo ordinaria, Sybill Trelawney aplicando para
la posición de Profesora de Adivinación.
EL ÚNICO CON EL
PODER PARA DERROTAR AL SEÑOR OSCURO SE ACERCA,
NACIDO DE
AQUELLOS QUE LO HAN DESAFIADO TRES VECES,
NACIDO CUANDO EL
SÉPTIMO MES MUERE,
Y EL SEÑOR
OSCURO LO SEÑALARÁ COMO SU IGUAL,
PERO ÉL TENDRÁ
UN PODER QUE EL SEÑOR OSCURO NO CONOCE,
Y UNO DEBE
DESTRUIR AL OTRO EXCEPTO POR UN REMANENTE,
PORQUE DOS
ESPÍRITUS TAN DIFERENTES NO PUEDEN EXISTIR EN EL MISMO MUNDO.
Aquellas espantosas
palabras, dichas con esa terrible voz resonante, no parecían encajar
con algo como la Transformación parcial.
"Quizás no,
después de todo," Dumbledore añadió cuando Minerva se lo
intentó explicar. "Confieso que había estado esperando algo
que ayudaría a encontrar el horrocrux de Voldemort, donde sea que lo
esconda. Sin embargo..." El anciano mago se encogió de hombros.
"Las profecías son asuntos engañosos, Minerva, y es mejor no
dejar nada al azar. La más pequeña cosa podría demostrar ser
decisiva si permanece inesperada."
"¿Y
que supones con respecto a lo que insinuó de Severus? "
preguntó Minerva.
"No tengo ni
idea sobre eso," suspiró Dumbledore. "A menos que Harry
esté haciendo un movimiento contra Severus, y pensará que una duda
abierta podría ser tomada con mayor seriedad mientras que una
alegación directa sería desestimada. Y si eso fue lo que en efecto
sucedió, Harry razonó correctamente que yo no confiaría en ello de
ser así. Simplemente vamos a seguir vigilando, sin prejuicio, como
él solicitó."
...
Conclusión, 1:
"Este,
¿Hermione?" Harry titubeó con débil voz. "Creo que en
verdad te debo, en verdad, una disculpa verdaderamente grande."
...
Conclusión, 2:
Los
ojos de Alissa Cornfoot estaban ligeramente vidriosos mientras posaba
su mirada en el Maestro de Pociones que le otorgaba a su clase un
discurso severo, sosteniendo un pequeño fréjol de bronce y diciendo
algo sobre charcos chillones de carne humana. Desde el inicio de este
año había estado teniendo problemas para poner atención en
Pociones. Seguía observando a su horrendo, malvado, grasiento
profesor y fantaseando con detenciones especiales. Probablemente
había algo realmente malo
con ella pero no podía dejar de hacerlo -
"¡Ouch!"
Alissa exclamó entonces.
Snape acababa de
darle un golpe certero con el fréjol de bronce a la frente de
Alissa.
"Señorita
Cornfoot," regañó el Maestro de Pociones, con voz cortante,
"esto es una poción delicada y si no puede poner atención
lastimará a sus compañeros, no solamente a usted misma. Quédese
cuando termine la clase."
Las últimas cuatro
palabras no la ayudaron para nada, mas hizo un mayor esfuerzo, y se
las arregló para pasar el día sin derretir a nadie.
Al
final de la clase, Alissa se aproximó al escritorio. Parte de ella
quería pararse ahí dócilmente con su cara avergonzada y las manos
juntas detrás de su espalda en forma penitente, sólo por si las
dudas, pero algún instinto silencioso le avisó que esto podría ser
una mala
idea.
En su lugar se quedó de pie con su cara neutral, en una postura que
era muy apropiada para una joven dama, e inquirió, "¿Profesor?"
"Señorita
Cornfoot," Snape susurró son levantar la vista de las hojas que
estaba calificando, "Yo no retornó sus afectos, empiezo a
hallar sus miradas perturbadoras, y por lo tanto usted restringirá
sus ojos de ahora en adelante. ¿Está suficientemente claro?"
"Sí,"
murmuró Alissa con un chirrido ahogado, y Snape le ordenó irse, y
ella huyó del salón de clases con sus mejillas ardiendo como lava
fundida.
Capítulo 27 Capítulo 29
Nota del traductor
Opté por no traducir el nombre de la famosa arma de Star Trek. La única serie de Star Trek que vi con cierta regularidad fue la que era protagonizada por Picard, hoy en día más conocido como el viejo Profesor Xavier. Como estaba muy niño, no recuerdo como le llamaban a los dichosos phasers.
El Diricawl es el nombre que los magos le dan al dodo. Tiene la habilidad de aparecer y desaparecer, al igual que un fénix.
Tomado de Wikipedia: "En fisicoquímica, las fuerzas de Van der Waals, o interacciones de Van der Waals, es la fuerza atractiva o repulsiva entre moléculas (o entre partes de una misma molécula) distintas a aquellas debidas al enlace covalente o a la interacción electrostática de iones con otros o con moléculas neutras."
Leer más sobre Maya.
Este episodio si que estuvo lleno de palabras complicadas, cuando lo hacen en Plaza Sésamo se ve tan fácil.
Este capítulo es de mis favoritos, porque por fin Harry hace algo espectacular. Una magia considerada imposible, y que más adelante le será de mucha utilidad. Si bien es cierto que los niños están en etapa de formación y aprendizaje, siguen siendo personas. Cuando un niño es más listo que un adulto, la sociedad intenta machacarlos como insectos. Es horrible de ver, y peor, de vivir.
Me pregunto si en verdad no todo tenemos un lado así de oscuro. Me conozco bien, y puedo decir que yo sí. Y mi amada novia también, tal vez más oscuro que el mio. Quisiera saber si ustedes pueden relacionarse con el lado oscuro de Harry o se les hace una cosa extraña y de locos.
Lastima que el descubrimiento de Harry se mantenga en secreto, pudo haber ganado un reconocimiento, una Orden de Merlín o que se yo. Sobre lo conveniente de mantenerlo en secreto contra Voldemort, sigue en debate hasta cien capítulos después.
Poco a poco, se insinúa que Snape puede estar cocinando algo desagradable. ¿Hay alguna Alissa Cornfoot entre los lectores de HPMOR en español?
Confieso que fue emocionante traducir la profecía. Es ligeramente diferente de la profecía del canon, pero de todos modos transmite esa sensación de inminente peligro.
Me enfermé gravemente del estómago cuando estaba en las últimas cinco páginas de este capítulo. Por casualidad terminé escuchando bastante a Ed Sheeran y fue lo único que me animo a seguir traduciendo cuando me recompuse lo suficiente. Así que pueden agradecerle a él por esas últimas cinco páginas. Había visto antes un par de canciones de él, sin volverme fan. La primera vez que vi un vídeo suyo fue Lego House, y recuerdo que pensé "Oh por Dios, ¡Ron Weasley puede cantar!"
Este será el último capítulo de HPMOR hasta el próximo año, felices navidades.
Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky
Traducido al español por Rhaidot
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