Anomalía
Original |
Toda
su vida, Kwan se había sentido diferente a los demás, pero sólo
cuando cumplió diez años entendió por qué.
Su
mamá acababa de entregarle un trozo de pastel a Mina, quien todos
decían era la más bella del salón, entonces la niña se atrancó
con el primer bocado.
Sin
pensar en lo que hacía, Kwan corrió más rápido que el viento y le
hizo la maniobra
de Heimlich,
aún cuando no sabía lo que era.
Los
periódicos locales cubrieron la noticia. Al preguntarle qué deseaba
hacer cuando grande, Kwan respondió: “No sé cuál trabajo
exactamente, sin duda alguna quiero ayudar a los demás.”
Mina
le pidió que se volviera su novio. Kwan la rechazó. No estaba
interesado en tener novia, sino en ser un héroe.
Y
lo fue muchas veces. Porque adonde fuera que llegara Kwan, las
aventuras y desgracias lo seguían. Durante años, Kwan enfrentó a
malhechores, desastres naturales y accidentes de todo tipo.
Las
personas que al principio aplaudían sus proezas, poco a poco se
alejaron de él. Algunos acusaron a Kwan de provocar las situaciones
para luego rescatar a otros. Hubo quienes lo vieron como alguien con
mala fortuna, como si una maldición
pesara sobre su cabeza.
Aunque
se encontró solo en su cumpleaños número quince, no lo lamentó.
Kwan era feliz ayudando, eso en sí mismo era su recompensa. Su única
preocupación era la posibilidad de que él fuera un peligro para los
demás.
El
timbre de la puerta lo sacó de sus pensamientos. En verdad no
esperaba a nadie, y menos a un desconocido. Era un hombre muy
anciano, con bastón y anteojos oscuros.
—¿En
qué puedo ayudarle? —Preguntó Kwan.
—Estoy
aquí para explicarte por
qué
suceden desastres a tu alrededor.
Kwan
supo de inmediato que el anciano no mentía, así que lo dejó pasar
y tomar asiento.
—Eres
un humano perfecto —inició el anciano—, el único que existe.
Los seres humanos no viven en un mundo tan mundano como creen. En
realidad, existe PEC, un Programa
de Evolución Computarizada
que dictamina los rasgos genéticos de todos al nacer, yo soy una
representación física de PEC. Se establecen unos parámetros para
asegurar una sociedad prospera. Tú, Kwan, eres una anomalía. Tu rol
preestablecido era el de un barrendero con excelente sentido del
humor, mas algo salió mal contigo y por eso no posees ningún error
ni defecto.
—Eso
no explica los accidentes —apuntó Kwan.
—Cuando
apareciste, PEC no estaba seguro de qué hacer contigo. Así que te
dejó ser para estudiarte. Hasta que salvaste a una niña cuando
cumpliste diez años. Mina debía morir ese día. Con ese acción,
provocaste una serie de eventos que resultó en un indice de
mortalidad por encima del 25% proyectado.
—¿Cuántas
personas murieron por mi culpa? —Kwan no pudo ocultar el temblor en
su voz.
—33.778
—respondió el anciano fríamente—. Todos los accidentes en los
que has salvado a otros han sido en realidad intentos de asesinato
que el PEC ha hecho en contra tuya. Como eres perfecto, y PEC no
puede predecir tus acciones, sigues con vida.
—¿Estás
intentando engañarme? —La pregunta nació del instinto de
conservación de Kwan.
—Aunque
este hecho de carne y hueso, soy PEC, soy una maquina, sin emociones,
y no puedo mentir —contestó el anciano con voz monótona—. Y
33.778
personas murieron sólo por tu intervención con Mina. Muchas más
han muerto por tu causa en cinco años, al menos 61.644.850.
Kwan
escondió su rostro entre sus manos y lloró un largo rato antes de
volver a hablar.
—¿Qué
puedo hacer para no lastimar a nadie?
El
anciano se puso de pie y le ofreció una pistola.
—Esto
es algo que solamente tú puedes hacer —se despidió el anciano
antes de dejarlo a solas.
Un
disparo certero, perfecto, le arrebató la vida a Kwan en un segundo.
El
anciano empezó a caminar despacio, al tiempo que extrajo un celular
de su bolsillo.
—Está
hecho —habló el anciano perturbado
por la emoción del triunfo, llorando de la felicidad—. Es
indiscutible que el hombre es su peor enemigo. ¡Lo hemos logrado!
PEC seguirá funcionando, y las maquinas seguiremos controlando todo
en secreto.
Al
otro lado de la linea, una voz derrotada cortó el entusiasmo del
anciano.
—Es
una victoria inútil. Están apareciendo más como él. La evolución
del ser humano es inevitable.
Nota de Traductor
Este cuento lo escribí para un concurso, en el cual obviamente no gané. Pero quería compartirlo aquí para borrarlo de mi computadora sin remordimientos.
En un principio pensé que estaba muy bien, luego me di cuenta que está demasiado influenciado por Matrix, y que si bien no estaba pensando en copiar nada de esa película, inconscientemente se me colaron demasiados detalles.
Como ejercicio de escritura no está tan mal.
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