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lunes, 20 de abril de 2015

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 38

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 38


El Pecado Cardinal

Harry Un misterioso lado oscuro
Un Misterioso Lado Oscuro Original

Brillante el sol, brillante el aire, brillante los estudiantes y brillantes sus padres, limpio el suelo pavimentado de la Plataforma 9.75, el Sol de invierno paseando no muy alto en el cielo a las 9:45AM de la mañana de Enero 5, 1992. Algunos de los estudiantes más jóvenes vestían bufandas y guantes, pero la mayoría simplemente se cubrían son sus túnicas; eran magos, después de todo.

En cuanto Harry llegó a la plataforma de descenso, se quitó su bufanda y abrigo, abrió un compartimiento de su baúl, y metió allí sus cosas de invierno.

Por un largo momento, se quedó de pie permitiendo que el aire de Enero lo mordiera, nada más para ver qué se sentía.

Harry sacó su túnica de mago, las pasó por encima de sus hombros.

Y finalmente, Harry extrajo su varita; y no pudo evitar pensar en los padres a los que acababa de decir adiós con un beso, del mundo cuyos problemas estaba dejando atrás...

Con una extraña sensación de culpa inevitable, Harry pronunció, "Thermos."

La calidez descendió a través de él.

Y el Niño-Que-Vivió había regresado.

Harry bostezó y se estiró, sintiéndose más letárgico que cualquier otra cosa al final de sus vacaciones. No tenía ganas de leer sus libros de clase, ni siquiera alguna ciencia ficción seria, esta mañana; lo que necesitaba era algo completamente frívolo para ocupar su atención...

Bueno, eso no sería difícil de lograr, si estaba dispuesto a renunciar a cuatro Knuts.

Además, si el Diario el Profeta estaba corrompido y el Quibbler era el único periódico competente, podría haber alguna noticia real y censurada por allí.

Harry regresó al mismo quiosco de periódicos de la última vez, preguntándose si el Quibbler podía superar el encabezado que había visto antes.

El vendedor empezó a sonreír cuando Harry se aproximó, y entonces la expresión del hombre cambió de repente, al captar un vistazo de la cicatriz.

"¿Harry Potter?" jadeó el vendedor.

"No, Sr. Durian," dijo Harry, ojos saltando brevemente a la etiqueta con el nombre del sujeto, "no soy más que una asombrosa imitación -"

Y entonces la voz de Harry se detuvo en su garganta, cuando atrapó el encabezado sobre el Quibbler doblado.

VIDENTE BORRACHA ESCUPE SECRETOS:
EL SEÑOR OSCURO VA A REGRESAR,

Por tan sólo un instante, Harry intentó enmascarar su expresión, antes de darse cuenta de que no estar conmocionado sería igual de revelador, en otro sentido -

"Disculpe," Harry dijo. Su voz sonaba algo alarmada, y él ni siquiera sabía si era era revelar demasiado, o nada más lo que su reacción normal debería ser si el desconociera todo. Había pasado demasiado tiempo al lado de los Slytherins, estaba olvidando cómo ocultar secretos de las personas ordinarias. Cuatro Knuts golpearon el contador. "Una copia del Quibbler, por favor."

"¡Oh, no se preocupe, Sr. Potter!" exclamó el vendedor apresurado, agitando sus manos. "Es – no importa, sólo -"

Un periódico voló a través del aire y toco los dedos de Harry, y él lo desdobló.

VIDENTE BORRACHA ESCUPE SECRETOS:
EL SEÑOR OSCURO VA A REGRESAR,
PARA CASARSE CON DRACO MALFOY

"Es gratis," propuso el vendedor, "para ti, me refiero -"

"No," Harry rechazó, "iba a comprar uno de todos modos."

El vendedor cogió las monedas, y Harry leyó.

"Cielos," Harry espetó tras un minuto y medio, "pones ebria a una vidente con seis tragos de whisky Escocés y ella soltará todo tipo de cosas secretas. O sea, ¿quién hubiera pensado que Sirius Black y Peter Pettigrew eran en secreto la misma persona?"

"No yo," respondió el vendedor.

"Incluso pusieron una foto de los dos juntos, para que sepamos quién es secretamente la misma persona."

"Aja," comentó el vendedor. "Un disfraz muy sagaz, ¿no es así?"

"Y en secreto tengo sesenta y cinco años de edad."

"Usted no luce ni la mitad de eso," el vendedor felicitó con amabilidad.

"Y estoy comprometido a Hermione Granger, y Bellatrix Black, y Luna Lovegood, y oh sí, Draco Malfoy también..."

"Va a ser una boda interesante," reconoció el vendedor.

Harry levantó la vista del periódico, y explicó en voz placentera, "Sabe, al principio escuché que Luna Lovegood estaba loca, y dude si en verdad lo estaba, o si nada más estaba inventando cosas y riéndose a solas todo el tiempo. Entonces cuando leí mi segundo titular del Quibbler, decidí que ella no podía estar loca, porque, no podía ser fácil inventar ese tipo de cosas, no podías hacerlo por accidente. ¿Y ahora sabe qué es lo que pienso? Creo que debe estar loca después de todo. Cuando la gente ordinaria intenta inventar cosas, no resultan así. ¡Algo tiene que estar realmente malo dentro de tu cabeza antes de que empieces a crear barbaridades como esta!"

El vendedor contempló a Harry.

"En serio," dijo Harry. "¿Quién lee esta cosa?"

"Tú," respondió el vendedor.

Harry se alejó para leer su periódico.

No se sentó en la misma mesa cercana en la que se había sentado con Draco, la primera vez que se preparó para abordar este tren. Eso era como tentar a la historia para que se repitiera.

No era sólo que su primera semana en Hogwarts hubiera sido, a juzgar por el Quibbler, de cincuenta y cuatro años de duración. Era que, en la humilde opinión de Harry, su vida no necesitaba nuevos enredos de complejidad.

Así que Harry encontró una pequeña silla de hierro en algún otro lugar, distante de la muchedumbre principal y los ocasionales crujidos apagados de los padres Apareciendo con sus hijos, y se sentó y leyó el Quibbler para ver si contenía alguna noticia censurada.

Y además de la obvia locura (que los socorrieran los cielos si algo de eso era real) había un montón de sarcástico rumores románticos; pero nada que realmente fuera importante de ser verdad.

Harry estaba leyendo sobre la propuesta para la ley matrimonial del Ministerio, prohibir todos los matrimonios, cuando -

"Harry Potter," saludó una voz de seda que envió una sacudida de adrenalina corriendo a través de la sangre de Harry.

Harry levantó la vista.

"Lucius Malfoy," Harry replicó, su voz alerta. La próxima vez iba hacer lo más inteligente, y esperar afuera en la parte Muggle de King's Cross hasta las 10:55am.

Lucius inclinó su cabeza con cortesía, mandando su largo cabello blanco a la deriva por encima de sus hombros. El hombre seguía cargando el mismo bastón, lacado en negro con la cabeza de una serpiente plateada como encabezado; y algo sobre su silencioso agarre insinuaba esto es un arma de poder letal, no soy débil y me estoy apoyando en esto. Su cara no tenía expresión.

Dos hombres se hicieron a sus costados, sus ojos escaneando continuamente, sus varitas ya sujetas por sus manos y apuntando hacia abajo. Los dos se movían como un único organismo con cuatro piernas y cuatro brazos, los adultos Crabbe-y-Goyle, y Harry pensó que podía adivinar cual era cuál, sin embargo eso no era en verdad importante. Ellos eran meros apéndices de Lucius, tan cierto como si hubieran sido los dos dedos más a la derecha de su pie izquierdo.

"Me disculpo por interrumpirlo, Sr. Potter," habló la suave, sedosa voz. "Mas usted no ha contestado a ninguno de mis búhos; y esta, considero, podría ser mi única oportunidad de encontrarlo."

"No he recibido ninguno de sus búhos," Harry aclaró con calma. "Dumbledore los interceptó, presumo. Pero no los hubiera contestado de tener que hacerlo, excepto a través de Draco. Para mí lidiar con usted directamente, sin conocimiento de Draco, sería traspasar nuestra amistad."

Por favor váyase, por favor váyase...

Sus ojos verdes brillaron hacia él. "Es esa su pose, entonces..." dijo el Malfoy adulto. "Bueno. Deberé seguir la corriente por un rato. ¿Cuál fue su propósito al maniobrar a su buen amigo, mi hijo, en hacer una alianza pública con esa chica?"

"Oh," Harry replicó ligeramente, "eso es obvio, ¿no es así? Al trabajar Draco al lado de Granger se dará cuenta que los hijos de Muggle son humanos después de todo. Mua. Ja. Ja."

Un delgado rastro de sonrisa movió los labios de Lucius. "Sí, eso suena como uno de los planes de Dumbledore. Lo cual no es."

"En efecto," reconoció Harry. "Es parte de mi juego con Draco, y no trabajo de Dumbledore, y eso es todo lo que explicaré."

"Dispense para nosotros los juegos," espetó el Malfoy adulto, los ojos grises de repente endurecidos. "Si mis sospechas son verdaderas, usted difícilmente haría la voluntad de Dumbledore en cualquier caso, Sr. Potter."

Se produjo una corta pausa.

"Así que lo sabes," Harry declaró, su voz helada. "Cuéntame. ¿En qué punto, exactamente, te diste cuenta?"

"Cuando leí su respuesta al pequeño discurso del Profesor Quirrell," contestó el hombre de cabello blanco, y soltó una carcajada baja y siniestra. "Estaba confundido, al principio, porque parecía no ser por su propio interés; me demoré días para entender qué interés estaba siendo servido, y entonces finalmente se volvió claro. Y también es obvio que eres débil, en algunas formas sino en otras."

"Muy sagaz de tu parte," felicitó Harry, todavía frío. "Pero quizá confundes mis intereses."

"Tal vez lo hago." Un indicio de acero se introdujo a su voz de seda. "Cierto, eso es precisamente lo que temo. Usted está haciendo extraños juegos con mi hijo, para un propósito que no puedo adivinar. Ese no es un acto amistoso, ¡y usted no puede esperar otra cosa que mi preocupación!"

Ahora Lucius estaba apoyándose sobre su bastón con ambas manos, y las dos manos blancas, y sis guardias de repente se habían tensionado.

Algún instinto dentro de Harry afirmó que sería una muy mala idea demostrar su miedo, permitir que Lucius viera que podía ser intimidado. Estaban en una estación de tren pública al fin y al cabo -

"Encuentro curioso," Harry habló, poniendo acero en su propia voz, "que tú creas que me puedo beneficiar de hacerle daño a Draco. Sin embargo es irrelevante, Lucius. Él es mi amigo, y yo no traiciono a mis amigos."

"¿Qué?" susurró Lucius. Su expresión era de pura sorpresa.

Entonces -

"Compañía," anunció uno de los secuaces, y Harry pensó, por la voz, que debía ser el Crabbe adulto.

Lucius se enderezó y se giró, entonces dejó escapar un siseó de desaprobación.

Neville se estaba acercando, con expresión temerosa pero determinada, remolcado por una mujer alta que no se veía nada amedrentada.

"Madam Longbottom," Lucius saludó fríamente.

"Sr. Malfoy," retornó la mujer con igual hielo. "¿Está siendo una molestia para nuestro Harry Potter?"

El ladrido de risa que surgió de Lucius parecía extrañamente amargo. "Oh, mucho creo que no. Han venido a protegerlo de mí, ¿verdad?" La cabeza de cabello blanco se volteó hacia Neville. "Y este debe ser el leal teniente del Sr. Potter, el último heredero de Longbottom, Neville, auto-estilizado de Caos. Que extraño resulta el mundo. A veces pienso que debe haberse vuelto loco."

Harry no tenía ni idea de que decir a eso, y Neville se mostraba confundido, y asustado.

"Dudo que sea el mundo el que haya enloquecido," comentó Madam Longbottom. Su voz adquirió un tono de regodeo. "Aparenta estar de un pobre humor, Sr. Malfoy. ¿Acaso el discurso de nuestro querido Profesor Quirrell le costó unos cuantos aliados?"

"Fue una difamación de mis habilidades lo suficientemente astutas," Lucius admitió con frialdad, "aunque únicamente efectiva con aquellos tontos que creen que yo era un verdadero Mortífago."

"¿Qué?" espetó Neville.

"Estaba bajo el Imperius, jovencito," dijo Lucius, oyéndose cansado. "El Señor Oscuro difícilmente podría haber iniciado su reclutamiento entre las familias de sangre pura sin el apoyo de la Casa Malfoy. Yo me opuse, y él simplemente se aseguró conmigo. Sus propios Mortífagos no lo supieron hasta después, por eso cargo con una falsa Marca; mas como yo no di mi consentimiento genuino, no me obliga a nada. Algunos Mortífagos siguen creyendo que yo era de los principales entre sus números, y por la paz de esta nación dejé que lo pensaran, para mantenerlos controlados. Sin embargo yo no fui tan tonto como para apoyar ese aventurero con un destino tan aciago por elección propia -"

"Ignóralo," Madam Longbottom interrumpió, la instrucción dirigida tanto a Harry como a Neville. "Él debe pasar el resto de su vida pretendiendo, por miedo de su testimonio bajo Veritaserum." Terminó con maliciosa satisfacción.

Lucius le dio la espalda despectivamente, y encaró de nuevo a Harry. "¿Le pedirá a esta bruja anciana que se vaya, Sr. Potter? "

"No lo creo," respondió Harry con voz seca. "Prefiero lidiar con la parte de la Casa Malfoy que tiene mi propia edad."

Hubo una larga pausa, en ese momento. Los ojos grises lo auscultaron.

"Por supuesto..." murmuró Lucius lentamente. " me siento como un bobo ahora. Todo este tiempo usted nada más estuvo pretendiendo que no tenía ni idea de lo que estábamos hablando."

Harry confrontó su mirada, y no soltó palabra.

Lucius elevó su bastón unos pocos centímetros y aporreó con fuerza el suelo.

El mundo desapareció en una pálida neblina, todos los sonidos desaparecieron, no había nada en el universo excepto Harry y Lucius Malfoy y el bastón con cabeza de serpiente.

"Mi hijo es mi corazón," dijo el Malfoy adulto, "la última cosa valiosa que me queda en este mundo, y esto lo comento en un espíritu de amistad: si él fuera lastimado, daría mi vida por la venganza. Pero siempre y cuando mi hijo no resulte perjudicado, le deseo la mejor de las suertes en sus esfuerzos. Y como usted no me ha pedido nada más, yo no pediré nada más de usted."

Entonces la pálida neblina se desvaneció, mostrando a una furiosa Madam Longbottom que estaba siendo bloqueada en su avance por el Crabbe adulto; su varita estaba en su mano, ahora.

"¡Cómo se atreve!" ella siseó.

La oscura túnica de Lucius se batió a su alrededor, también su cabello blanco, cuando se volteó para encarar al Goyle adulto. "Regresamos a la Mansión Malfoy."

Hubo tres estallidos de Aparición, y se había ido.

Un silencio siguió.

"Queridos cielos," exclamó Madam Longbottom. "¿Qué fue todo eso?"

Harry se encogió de hombros impotente. Entonces miró a Neville.

Había sudor sobre la frente de Neville.

"Muchas gracias, Neville," agradeció Harry. "Tú ayuda fue enormemente apreciada, Neville. Y ahora, Neville, creo que deberías sentarte."

"Sí, General," farfulló Neville, y en lugar de ir a una de las sillas cerca de Harry, él semi-colapsó en una postura de sentado sobre el pavimento.

"Has traído muchos cambios sobre mi nieto," protestó Madam Longbottom. "Apruebo algunos, mas no otros."

"Envíeme una lista de cual es cual," solicitó Harry. "Veré lo que puedo hacer."

Neville gimió, sin embargó no pronunció palabra.

Madam Longbottom se rió. "Debería, jovencito, agradecerte." Bajó su voz. "Sr. Potter... el discurso dado por el Profesor Quirrell es algo que nuestra nación necesitaba escuchar desde hace tiempo. No puedo opinar lo mismo sobre su comentario al respecto."

"Tomaré su parecer como un consejo," Harry declaró suavemente.

"Realmente espero que así lo haga," pidió Madam Longbottom, y se giró hacia su nieto. "Es necesario que yo -"

"Está bien que te vayas, Abuela," se despidió Neville. "Estaré bien por mi cuenta, esta vez."

"Eso sí es algo que apruebo," ella señaló, y estalló y se desvaneció como una pompa de jabón.

Los dos chicos se sentaron en silencio por un momento.

Neville habló primero, su voz precavida. "¿Vas a intentar arreglar todos los cambios que ella apruebe, correcto?"

"No todos," Harry respondió inocentemente. "Nada más quiero asegurarme de que no te estoy corrompiendo."

...

Draco se veía muy preocupado. Su cabeza fisgoneando a todos lados, a pesar del hecho de que Draco había insistido en que bajaran al baúl de Harry, y que usaran un verdadero Encantamiento Silenciador y no sólo la barrera que obstruía el sonido.

"¿Qué le dijiste a Padre?" espetó Draco, en el momento en que el Encantamiento Silenciador se activó y los sonidos de la Plataforma 9 3/4 cesaron.

"Yo... mira, ¿puedes contarme qué te reveló él a ti, antes de que te trajera?" preguntó Harry.

"Que yo debería expresar de inmediato si alguna vez parecía que me amenazabas," contestó Draco. "¡Que debía informarle en el acto si había algo que yo estaba haciendo que podía ser un riesgo para ti! Padre piensa que eres peligroso, Harry, ¡lo que sea que le hayas dicho hoy lo asustaste! ¡No es buena idea asustar a Padre!"

Oh, demonios...

"¿De qué hablaron?" demandó Draco.

Harry se recostó con cuidado sobre la pequeña silla que se podía desdoblar en el fondo de la caverna de su baúl. "Sabes, Draco, al igual que la pregunta fundamental de la racionalidad es '¿Qué creo que sé y cómo creo que lo sé?', hay también un pecado cardinal, una forma de pensar que es opuesta a esa. Como los antiguos filósofos Griegos. Ellos no tenían ni una pista de lo que sucedía, así que iban por allí afirmando cosas como 'Todo es agua' o 'Todo es fuego', y ellos mismos nunca se cuestionaron a sí mismos, 'Esperen un minuto, aún si todo es agua, ¿cómo podría ser posible que yo conozca eso?' No se interrogaron a sí mismos si poseían la evidencia que podía discriminar esa posibilidad de todas las otras posibilidades que tú pudieras imaginar, evidencia que era muy improbable contrariar si la teoría no era verdadera -"

"Harry," Draco lo cortó, con voz constreñida, "¿De qué hablaste con mi Padre?"

"No lo sé, de hecho," replicó Harry, "así que es muy importante que yo no vaya por ahí inventando cosas -"


Harry nunca antes había escuchado a Draco chillar horrorizado en un tono tan agudo.

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Nota del traductor


Es muy gracioso caer en cuenta, tras releer muy bien, que Lucius ha quedado convencido que Harry es en realidad el Señor Oscuro vuelto a la vida de algún modo. Porque está sobre-estimando a Harry. Sin embargo, a estas alturas hay evidencia muy fuerte que, hasta cierto punto, apoya la conclusión de Lucius. De hecho, hasta lo que hemos leído hasta este episodio, Harry sí podría ser Voldemort y haberlo olvidado.

Puntos extra a Lucius por ser buen padre. Si bien no está dispuesto a confrontar a Vordemort ni quiere oponerle resistencia, le dijo muy claro, a quien él está convencido es Voldemort, que si le hace daño a su hijo lo combatirá sin importar si vive o muere. ¡Eres grande Lucius!

El próximo capítulo es largo, así que estará listo en dos semanas como mínimo.

...

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot


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