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lunes, 10 de octubre de 2016

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 58

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 58


El Experimento de la Prisión Stanford, Cognición Restringida, Parte 8

azkaban escape
Escape por guciek-net

Nota del Autor: Un avance de la película Ejercito de las Tinieblas, semejante al que vio Harry, está en yCEgf2e_rYg en YouTube.

La cita clave es como sigue, hablada por un hombre de los tiempos modernos a unos espectadores de la Edad Media:

"¡Bien, chiflados primitivos! ¡Prestad atención! ¿Ven ésto? Ésto... ¡es mi escoba de fuego!"

***

En la oscuridad absoluta, un niño estaba de pie sosteniendo su varita contra la sólida pared de metal de Azkaban, ensayando una magia que sólo otras tres personas en el mundo habrían creído posible, y que ninguna excepto él podía esgrimir.

Por supuesto un mago poderoso podría cortar a través de la pared en segundos, con un gesto y una palabra.

Para un adulto promedio podría haber sido cuestión de minutos de esfuerzo, y después habrían quedado agotados.

Sin embargo para lograr lo mismo siendo un estudiante de primer año en Hogwarts, tenías que ser eficiente.

Por fortuna - bueno, no fortuna, la suerte no tenía nada que ver con ésto - concienzudamente, Harry había practicado Transformación por una hora extra cada día, hasta el punto en que ya estaba por delante incluso de Hermione en esa única clase; había practicado Transformación parcial hasta el punto en que sus pensamientos habían empezado a tomar el verdadero universo como algo concedido, asó que sólo requería un poco más de esfuerzo mantener su intemporal naturaleza cuántica en mente, aún cuando mantenía una firme separación mental entre el concepto de Forma y el concepto de substancia.

Y el problema con que ese arte se hubiera vuelto rutina...

...era que Harry podía pensar sobre otras cosas mientras lo estaba haciendo.

De alguna manera sus pensamientos se las habían arreglado para no ir allí, para no confrontar lo obvio, hasta que fue confrontado con el prospecto de en realidad llevarlo a cabo en unos cuantos minutos.

Lo que Harry estaba a punto de hacer...

...era peligroso.

Realmente peligroso.

Alguien-podría-ser-genuina-y-realmente-llegar-a-ser-asesinado peligroso.

Enfrentar doce Dementores sin un Encantamiento Patronus había sido aterrador, pero meramente aterrador. Harry podía haber invocado el Encantamiento Patronus, lo habría lanzado tan pronto como pensara que estuviera en peligro de poder hacerlo así, tan pronto como sintiera que su resistencia empezaba a fallar. E incluso si eso no había funcionado... aún así, a menos que a los Dementores se les hubiera dado la orden de Besar a cualquiera que encontraran, fallar no tendría porque haber sido fatal.

Ésto era diferente.

El dispositivo Muggle Transformado podía explotar y asesinarlos.

La interface entre la tecnología y magia podía fallar en un gran número de maneras y matarlos.

Los Aurores podían tener un tiro de suerte.

Era únicamente, bueno...

Seriamente peligroso.

Harry había atrapado su mente intentando discutir consigo misma para hacerse creer que era seguro.

Y claro, todo el asunto podría funcionar, sin embargo...

Mas aún dejando de lado que a los racionales no se les permitía convencerse a sí mismos en creer en algo a base de engaños, Harry sabía que no era posible llegar a convencerse de estimar una probabilidad inferior a un 20% de riesgo de morir.

Pierde, opinó Hufflepuff.

Pierde, concordó la voz del Profesor Quirrell en su mente.

Pierde, concluyeron sus modelos mentales de Hermione y la Profesora McGonagall y el Profesor Flitwick y Neville Longbottom y, bueno, básicamente todos a los que Harry conocía excepto por Fred y George, quienes lo habrían hecho en menos de un segundo.

Nada más tendría que ir y encontrar a Dumbledore y entregarse. Debía, realmente en serio debería, era la única cosa cuerda para hacer en éste punto.

Y de haber estado Harry solo en la misión, nada más su propia vida en riesgo, de seguro lo haría; de seguro lo habría hecho.

La parte que casi le estaba causando perder su concentración en la Transformación parcial que estaba realizando, la parte que amenazaba con abrirlo a los Dementores...

...era el Profesor Quirrell, todavía inconsciente, todavía una serpiente.

Si el Profesor Quirrell iba a Azkaban por su parte en el escape, moriría. Probablemente no duraría ni una semana. Él era demasiado sensible.

Era así de simple.

Si Harry perdía aquí...

Perdía al Profesor Quirrell.

Aún cuando es probable que sea malo, dijo su parte Hufflepuff en voz baja. ¿Aún así?

No era un decisión que Harry hubiera hecho de una manera consciente. Simplemente no era capaz de hacerlo. Perder era para los puntos de Casa, no para las personas.

Si crees que tu propia vida es tan valiosa que no estás dispuesto a tomar un ochenta por ciento de probabilidad de morir para proteger a todos los prisioneros en Azkaban, observó su lado Slytherin, no hay forma en que puedas justificar un veinte por ciento para tu vida con tal de salvar a Bellatrix y al Profesor Quirrell. La matemática no encaja, no puedes asignar utilidades consistentes teniendo en cuenta tales resultados.

La parte lógica de él se dio cuenta que Slytherin acababa de ganar el argumento.

Harry mantuvo la Forma en su mente, siguió lanzando el hechizo. Siempre podía abortar la misión cuando hubiera completado la Transformación, no quería perder el esfuerzo que ya había invertido.

Y luego Harry consideró algo más que de repente hizo muy difícil hacer que la magia siguiera fluyendo, muy difícil sostener su resistencia contra los Dementores.

¿Qué tal si el traslador no nos lleva donde el Profesor Quirrell afirmó que nos llevaría?

Fue obvio en retrospectiva en el momento que lo pensó.

Aún si el escape planeado salía totalmente bien, aún si el dispositivo Muggle funcionaba y no explotaba y no interactuaba perjudicialmente con el objeto mágico combinado, incluso si los Aurores no conseguían un tiro de suerte, aún si Harry lograba llegar lo suficientemente lejos de Azkaban como para usar el traslador...

...podría no haber un sanador psiquiatra al final de aquello.

Eso era algo que Harry había creído cuando confiaba en el Profesor Quirrell, y se le había olvidado revaluar después de que el Profesor Quirrell ya no le pareciera de confianza.

No puedes hacelo, opinó Hufflepuff. A éstas alturas estamos hablando de mera estupidez.

El frío se esparció por el cuarto, mas Harry siguió con la Transformación, incluso cuando su resistencia contra los Dementores flaqueaba.

No puedo perder al Profesor Quirrell.

Él intentó asesinar a un oficial de policía, recordó Hufflepuff. Ya lo perdiste, en ese momento. Bellatrix probablemente es lo que todos piensan que es. Nada más recupera tu Capa, encuentra a Dumbledore e informa que fuiste engañado.

No, pensó Harry desesperado, no sin hablar con el Profesor Quirrell, podría haber una explicación, no lo sé, tal vez él estaba ubicado demasiado lejos de mi Patronus y lo influenciaron los Dementores... No comprendo, no tiene sentido como ninguna hipótesis, por qué él haría eso... es que no puedo...

Harry alejó su mente de esa cadena de pensamientos antes de que rompiera por completo su resistencia al miedo, porque no podía pensar en alimentar a los Dementores con el Profesor Quirrell y permanecer resuelto contra la Muerte, era una imposibilidad incognitiva.

Tu razonamiento artificial está desajustado, observó la parte lógica de sí mismo con calma, encuentra una manera de ajustarlo.

De acuerdo, vamos a generar alternativas, Harry pensó. No elegir, no sopesar, ciertamente no comprometerse... nada más pensar sobre qué otra cosa podría yo hacer además del plan original.

Y Harry siguió cortando el hueco en la pared. Estaba usando la Transformación parcial sobre una concha delgada cilíndrica y de metal, dos metros de diámetro y medio milímetro de grueso, que atravesaba la pared de lado a lado. Estaba Transformando ese medio milímetro de grosor de metal en aceite de motor. El aceite de motor era un líquido y no debías Transformar líquidos porque se podían evaporar, pero él y Bellatrix y la serpiente todos tenían el Encantamiento Casco-Burbuja. Y Harry lanzaría un Finite sobre el aceite inmediatamente después, anulando su propia Transformación...

...tan pronto como el separado y lubricado pedazo de metal se desgajó de la pared y cayó sobre el piso de la celda, lo inclinó para que la gravedad lo jalara, una vez que la Transformación terminara.

Si Harry y Bellatrix no salían sobre su escoba a través del hueco resultante en la pared...

El cerebro de Harry sugirió que podía Transformar una superficie de cobertura sobre el hoyo en la pared, dejando un espacio para que Bellatrix y el Profesor Quirrell se escondieran, vistiendo la Capa, mientras que Harry se entregaba. Y el Profesor Quirrell eventualmente despertaría, y él y Bellatrix podían intentar descubrir cómo salir de Azkaban por sus propios medios.

Era, primero que todo, una idea tonta, y segundo, todavía habría un gran pedazo de metal sobre el piso de la celda, que lo delataría.

Y entonces el cerebro de Harry vio lo obvio.

Deja que Bellatrix y el Profesor Quirrell usen la ruta de escape que inventaste. Tú te quedas atrás, y te entregas.

Bellatrix y el Profesor Quirrell eran los que tenían sus vidas en riesgo.

Ellos estaban ganando, no perdiendo, de tomar el riesgo.

Y no había razón, ninguna razón cuerda, para que Harry fuera con ellos.

Una calma llego sobre Harry cuando lo pensó, el frío y la oscuridad que habían estado ondeando alrededor de los margenes de su mente se retiraron. Sí, eso era, esa era la ruta creativa por fuera de lo común, esa era la tercera alternativa escondida. La falsedad del dilema era obvia en retrospectiva. Si Harry se entregaba, no tenía porque entregar a Bellatrix y al Profesor Quirrell. Si Bellatrix y el Profesor Quirrell tomaban una ruta de escape peligrosa, Harry no necesitaba ir con ellos.

Harry ni siquiera tenía que afrontar la vergüenza de admitir que lo habían engañado, si le ordenaba a Bellatrix remover la memoria. Todos asumirían que había sido secuestrado, incluyendo al propio Harry. Admitiendo, que no había razón plausible para que el Señor Oscuro alguna vez le pidiera hacer eso a Bellatrix; sin embargo Harry podía simplemente sonreír y decir a Bellatrix que a ella no se le permitía saber, y así quedaría todo...

***

Su equipo de Aurores había recorrido tres cuartos del camino de descenso hacia Azkaban, al igual que los otros dos equipos en las otras dos espirales. Amelia ya se estaba sintiendo más tensa, aunque apostaba que los criminales se estaban escondiendo en el segundo nivel de abajo hacia arriba, parte de ella deseaba que Dumbledore hubiera pensado en revisar ese piso específico con más atención y parte de ella estaba alegre de que él no lo hubiera hecho.

Y luego se produjo un sonido distante, como un golpe proveniente de muy lejos. Como un sonido muy ruidoso que surgía del segundo nivel de abajo hacia arriba, digamos.

Amelia miró a Dumbledore antes de darse cuenta, antes de ser capaz de detenerse a sí misma.

El mago anciano se encogió de hombros, le dedicó una pequeña sonrisa, y declaró, "Ya que tú lo pides, Amelia," y se alejó una vez más.

***

"Finite Incantatem," Harry pronunció al aceite revistiendo el gigante pedazo de metal sobre el piso. Apenas y se escuchó a sí mismo hablar, sus orejas seguían pitando a causa del gigantesco estruendo del sólido metal deslizándose por fuera de la pared y cayéndose. (Debió haber levantado un Encantamiento Silenciador, en retrospectiva, aunque eso no iba a evitar que el ruido se esparciera a través del sólido piso de metal.) Y luego Harry lo volvió a comandar, "Finite Incantatem" al aceite cubriendo el hueco de dos metros en la pared, esparciendo el efecto a lo ancho; era su propia magia la que Harry estaba cancelando, por lo que el hechizo casi no requería esfuerzo. Harry ya se estaba sintiendo un poco cansado, mas ese era el último uso de magia que iba a necesitar. Ni siquiera hubiera tenido que hacerlo, realmente, pero Harry no quería dejar líquido Transformado por ahí tirado, y tampoco quería traicionar el secreto de la Transformación parcial.

Parecía muy... incitador, ese hueco de dos metros llevando a la libertad.

La luz que provenía de afuera... no era exactamente el Sol brillando sobre su cara, sin embargo era más brillante que cualquier otra luz en el interior de Azkaban.

Harry estuvo tentado a seguir adelante, nada más saltar en la escoba con Bellatrix y la serpiente. Lo más probable era que salieran de allí a salvo. Y salían de allí a salvo, y Harry se iba con ellos, entonces el Profesor Quirrell y él podían regresar en el tiempo y verse perfectamente inocente, todo podía regresar a la normalidad.

Si Harry se quedaba atrás y se entregaba... entonces si incluso todos asumían que Harry había sido un rehén, asumían que Harry le había mentido al Patronus de la Profesora McGonagall mientras lo apuntaban con una varita... incluso si al propio Harry no lo castigaban tan severamente, bueno...

No era probable que el Profesor de Defensa volviera a enseñar en Hogwarts.

El Profesor Quirrell habría alcanzado el final predestinado de su carrera, en Febrero del año escolar.

Y sí, la Profesora McGonagall asesinaría a Harry, y sí, sería lento y doloroso.

Pero quedarse atrás era la cosa sensata, segura, y cuerda por hacer, y Harry se sentía más relajado que arrepentido.

Harry se giró hacia Bellatrix; abrió su boca para darle una instrucción por última vez -

Y se produjo un silbido, un silbido débil, un silbido que sonaba lento y confundido, y el silbido preguntó,

"¿Qué fue... esse ssonido?"

***

A través del corredor el mago anciano dio zancadas largas. Llegó a una puerta de metal y la abrió, sabiendo ya de memoria que las celdas adentro estaban vacías.

Siete poderosos y expertos encantamientos el mago pronunció entonces, antes de avanzar; haría el esfuerzo máximo final, con tan pocas celdas que quedaban por revisar.

***

"Professor," Harry siseó. Tantas emociones acumulándose dentro de él, todas al mismo tiempo. Sabía, aunque no podía ver, que la serpiente verde alrededor de los hombros de Bellatrix, estaba alzando su cabeza lentamente para mirar alrededor. "¿Esstá ussted... abssolutamente bien, Professor?"

"¿Professor?" surgió el débil, confundido silbido. "¿Dónde ess éssto?

"Prissión," Harry siseó, "la prissión con loss comedoress de vida, ibamoss a resscatar a una mujer, ussted y yo. Ussted intentó assesinar al hombre protector, yo bloqueé ssu maldición assesina, hubo una ressonancia entre nossotross... ussted cayó inconssciente, tuve que derrotar al hombre protector yo missmo... mi Encantamiento guardián fue desshecho, loss comedoress de vida informaron a loss protectoress que la mujer había esscapado. Hay alguien aquí que puede ssentir mi Encantamiento guardián, probablemente el director... assí que tuve que desshacer mi Encantamiento guardián, hallar forma diferente de essconderlo a ussted y a la mujer de loss comedoress de vida ssin Encantamiento guardián, aprender a protegerme a mí missmo sin Encantamiento guardián, assustar a loss comedoress de vida ssin Encantamiento guardián, luego elaborar un nuevo plan de esscape para ussted y la mujer, y finalmente, cortar hoyo ssobre la gruessa pared de metal de la prissión aún cuando no ssoy máss que un esstudiante de primer año. No hay tiempo de explicar, debess irte ahora. Ssi alguna vez noss encontramoss de nuevo, professor, entoncess esstuve feliz de conocerlo por un tiempo, inclusso ssi ess probable que ussted ssea malvado. Ess bueno tener oportunidad de decir al menoss ésto: Adióss."

Y Harry cogió la escoba y se la presentó a Bellatrix, simplemente ordenando, "Súbete."

Había decidido guardar las memorias. Por un lado, eran importantes. Por el otro, el Profesor de Defensa y él habían empezado a planear ésto desde una semana atrás, y Harry no iba a perder una semana entera, o explicar a Bellatrix exactamente lo que necesitaba ser borrado. Probablemente Harry podía engañar al Veritaserum, y si Dumbledore insistía en que Harry bajara sus escudos de Oclumancia para un examen más profundo... bueno, Harry había actuado heroicamente de cabo a rabo.

"¡Alto!" habló la serpiente. Su voz ya estaba más fuerte. "¡Alto, alto, alto! ¿A qué te refieress, adióss?"

"Plan de esscape ess riessgosso," contestó Harry. "Mi vida no esstá amenazada, ssólo la ssuya y la de ella. Assí que me voy a quedar, entregar a mí missmo -"

"¡No!" exclamó la serpiente. El siseó era forzado. "¡No debess! ¡No permitido!"

Bellatrix montó la escoba; Harry pudo sentir (pero nunca ver) su cabeza girando para verlo a él, ella no pronunció palabra. Esperándolo a él, quizá, o meramente aguardando a sus ordenes.

"Ya no confío en ussted," Harry siseó simplemente. "No dessde que intentó assessinar al hombre protector."

Y la serpiente silbó, "¡Yo no intentaba assessinar al hombre protector! ¿Eress tonto, niño? ¡Assessinarlo no tendría ssentido, ssiendo malvado o no!"

La Tierra cesó de girar sobre su eje, hizo una pausa sobre su órbita alrededor del Sol.

El silbido de la serpiente le pareció a Harry más furioso que lo que jamás había escuchado del Profesor Quirrell como humano. "¿Assessinarlo? ¡De haber busscado assessinarlo él hubiera esstado muerto en pocoss ssegundoss, niño tonto, él no era rival para mí! Yo busscaba ssubyugar, dominar, forzarlo a bajar ssuss esscudoss mentaless, necessitaba leerlo, para ssaber quién essperaba ssu resspuessta, aprender detalless para el hechizo de memoria -"

"¡Ussted lanzó la maldición assessina!"

"Ssabía que el essquivaría!"

"¿Valía ssu vida tan poco? ¿Qué tal ssi él no hubiera essquivado?"

"¡Lo habría empujado a un lado con mi propia magia, niño esstúpido!"

Otra vez la pausa en el giro del planeta. Harry no había considerado eso.

"Zopenco consspirador y ssin ingenio," silbó la serpiente, tan enojada que los silbidos se sobreponían y deslizaban sobre la cola del anterior, "imbécil asstuto, idiota ssagaz, Sslytherin tonto y ssin entrenar, tu dessconfianza mal ubicada ha arruinado -"

"Ésste no ess un momento jussto para disscutir," Harry observó suavemente. La fuente de alivio intentando fluir a través de él era cancelada por el incremento de la tensión. "Ya que no puedo molesstarme apropiadamente con ussted, ssin abrirme a loss comedoress de vida. Debemoss apressurarnoss, alguien podría haber esscuchado el ssonido -"

"Explica el plan de esscape," la serpiente ordenó imperiosamente. "¡Rápido!"

Harry explicó. La Lengua Parsel no tenía palabras para la tecnología Muggle, mas Harry le describió la función y el Profesor Quirrell pareció entender.

Hubo unos cuantos silbidos, el equivalente serpentino de una estruendosa risa sorprendida, y luego espetó comandos. "Ordena a la mujer que mire para otra lado, invoca al hechizo de ssilencio, pon el Encantamiento guardián afuera de la puerta. Me transsformaré a mí missmo, haré unass cuantass mejorass a tu invento, le daré a la mujer una poción de emergencia para que pueda esscudarnoss, me transsformaré de nuevo antess de que desshagass el Encantamiento. El plan sserá máss sseguro, entoncess."

"Y debo creer," Harry siseó, "¿que el ssanador para la mujer realmente aguarda por nossotross?"

"¡Ussa la ssenssatez, niño! Ssupón que yo ssea malvado. Acabar el usso de tu perssona aquí ess obviamente lo que no planeo. La missión ssurgió por la oportunidad, inventada desspuéss de ver tu Encantamiento guardián, todo el assunto no debía sser desscubierto, esscondersse bien cuando dejáramoss el lugar de comida. ¡Obviamente veráss perssona pretendiendo sser un ssanador al llegar! ¡Desspuéss de esso regressar al lugar de comida, el plan original continua ssin perturbación!"

Harry se quedó mirando a la serpiente invisible.

Por un lado, expuesto de ese modo Harry se sentía bastante tarado.

Y por el otro, no era exactamente tranquilizador.

"Assí," Harry siseó, "¿cuál ess tu plan para mí, precissamente?"

"Dijisste que no había tiempo," surgió el silbido de la serpiente, "pero el plan ess que tú gobierness paíss, evidentemente, incluso tu joven y noble amigo ya lo ha entendido a esstas alturass, preguntale ssi desseas al regressar. No explicaré máss por ahora, ess tiempo de volar, no de hablar."

***

El mago anciano llegó hasta otra puerta de metal, del otro lado provino un interminable murmullo agónico, "Yo no soy serio, yo no soy serio, yo no soy serio..." El fénix rojo-dorado sobre su hombro ya estaba gritando con urgencia, y el mago anciano ya estaba parpadeando, cuando -

Otro grito desgarró el corredor, como si fuera un fénix mas no el verdadero llamado del fénix.

La cabeza del mago se giró, miró a la resplandeciente criatura de plata sobre su otro hombro, al tiempo que las garras efímeras y sin sustancia lanzaron la entidad-hechizo dentro del aire.

El falso fénix descendió por el corredor.

El mago anciano salió corriendo detrás, piernas alborotadas como si fuera un ágil jovenzuelo de sesenta.

El verdadero fénix gritó una vez más, dos veces, y una tercera vez, flotando ante la puerta de metal; y luego, cuando fue claro que su maestro no regresaría a pesar de sus llamados, voló reluctante detrás de él.

***

El Profesor Quirrell había asumido su verdadera forma, ésta vez – la Poción Multijugos únicamente duraba una hora si no se repetía la dosis – y aunque el Profesor de Defensa estaba pálido, apoyándose contra las barras de metal de la celda más cercana, su magia fue lo suficientemente fuerte como para invocar su varita sin una palabra, al tiempo que Bellatrix se quitaba la Capa y la ubicaba obedientemente sobre la mano expectante de Harry. La sensación de destrucción se estaba acumulando una vez más, aunque no con la intensidad total, pues el poder del Profesor de Defensa estaba regresando, los resquicios de su vasto poder chocando con la pequeña aura infantil de Harry.

Harry describió en voz alta su aparato Muggle, nombrándolo para el mago observador, y luego un Finite de Harry convirtió todo su trabajo duro en un cubo de hielo. El Profesor Quirrell no podía lanzar hechizos sobre algo que Harry había Transformado, porque eso sería una interacción, aunque fuera pequeña, entre sus magias, sin embargo -

Tres segundos después, el Profesor Quirrell estaba sosteniendo su propia versión Transformada del dispositivo Muggle. Una sola palabra espetada y un movimiento de su varita, y el residuo de pegamento ya no estaba en el objeto mágico; tres encantamientos después, lo mágico y lo tecnológico estaban fusionados juntos como si fueran una sola cosa, y Encantamientos Irrompibles y de funcionamiento perfecto habían sido lanzados sobre el aparato Muggle.

(Harry se sintió mucho mejor de hacer ésto bajo supervisión adulta.)

Una poción fue arrogada a Bellatrix, y tanto el Profesor Quirrell como Harry comandaron, "Bebe," como si estuvieran hablando con la misma voz. La demacrada mujer ya había estado elevándola a sus labios, sin esperar; pues era evidente para cualquiera que el Animago serpiente era un sirviente del Señor Oscuro, y uno poderoso y confiable.

Harry terminó de cubrirse la cabeza con la capucha de la Capa de la Invisibilidad.

Una breve y terrible magia arremetió desde la varita del Profesor de Defensa, agrandando el hoyo en la pared, desgarrando el gran pedazo de metal que yacía en el medio de cuarto; a petición de Harry, argumentando que el método que había usado lo podría delatar.

"Guante mano izquierda," Harry le pidió a su monedero, y lo extrajo, y se lo puso.

Un gesto de parte del Profesor de Defensa hizo aparecer un arnés sobre los hombros de Bellatrix, y otro, dispositivo de tela más pequeño en su mano, y algo así como unas esposas para sus muñecas, mientras la mujer finalizaba de tomar la poción.

Un extraño, insalubre color pareció sobreponerse en el pálido rostro de Bellatrix, ella se enderezó, sus hundidos ojos se hicieron más brillantes y mucho más peligrosos...

...pequeñas volutas de vapor estaban surgiendo de sus orejas...

(Harry decidió no pensar sobre esa parte.)

...y Bellatrix Black se rió, entonces, repentina risa enloquecida que resonó con demasiada fuerza en medio de las pequeñas celdas de prisión en Azkaban.

(Muy pronto, el Profesor de Defensa explicó, Bellatrix caería inconsciente y permanecería de ese modo por un buen rato, el precio de la poción que había ingerido; pero por unos momentos recuperaría una veinteava parte del poder que alguna vez había esgrimido.)

El Profesor de Defensa arrojó su varita hacia Bellatrix, y en un instante se difuminó hasta volverse una serpiente verde.

Un instante después de eso el temor a los Dementores regresó al cuarto.

Bellatrix titubeó nada más ligeramente, atrapó la varita, y gesticuló sin pronunciar palabra; la serpiente voló y fue insertada dentro del arnés en su espalda.

Harry ordenó "¡Arriba!" a la escoba.

Bellatrix ubicó la varita dentro de la funda sobre su mano.

Harry brincó en el asiento delantero de la escoba para dos.

Bellatrix lo siguió detrás, cogió los aparatos que eran como esposas sobre sus muñecas y encadenó sus manos a las empuñaduras de la escoba, mientras que la mano derecha de Harry metió su varita dentro de su monedero.

Y los tres salieron disparados a través del hueco en la pared -

- emergiendo en el aire libre, directamente sobre el pozo de los Dementores, en el interior del vasto prisma triangular que era Azkaban, el cielo azul claramente visible sobre ellos, irradiando su luz de día.

Harry apuntó la escoba y empezó a acelerar, hacia arriba y directo al centro del espacio triangular. Su mano izquierda, enguantada para prevenir contacto directo entre su piel y algo que el Profesor Quirrell había Transformado, sostenía el mando para controlar el dispositivo Muggle.

Muy lejos por encima de ellos, sonaron gritos distantes.

¡Bien, chiflados primitivos!

Aurores montados en veloces escobas de carrera se descolgaron del cielo, zambulléndose directo hacia ellos, débiles chispas de luz ya destellando hacia ellos pues eran disparados los primeros ataques.

¡Prestad atención!

"¡Protego Maximus!" gritó Bellatrix con una poderosa, voz rota, seguida por una agitada carcajada al tiempo que un reluciente campo azul los rodeaba.

¿Ven ésto?

Del decadente pozo en el centro de Azkaban, más de cien Dementores se elevaron hacia el aire, apareciendo para algunos como una gran masa de cadáveres, un cementerio volador; asemejando para otro un conglomerado de ausencias que parecían formar un gran desgarro en el mundo mientras se deslizaban en ascenso.

Ésto...

La voz de un mago antiguo y poderoso bramó un terrible conjuro, y un gran estallido de fuego blanco-dorado surgió del hueco en la pared de Azkaban, sin forma por nada más un momento antes de comenzar a producir alas.

Es...

Y los Aurores activaron el Maleficio Anti-Anti-Gravedad que había sido construido en los terrenos de Azkaban, desactivando todos los hechizos de vuelo cuyo encantamiento no hubiera sido lanzado con la frase código recientemente cambiada.

La ascensión en la escoba de Harry se apagó.

La gravedad, por otro lado, permaneció.

La elevación de su escoba se hizo lenta, empezando a desacelerar, iniciando el proceso de convertirse en una caída.

Mi...

Sin embargo los encantamientos que mantenían la escoba apuntando en una dirección y que permitían que se pudiera maniobrar, los encantamientos que mantenían a los jinetes pegados y de alguna manera protegidos de la aceleración, esos encantamientos seguían funcionando.

¡ESCOBA!

Harry activó el mando de ignición del General Technics, modelo Berserker PFRC, Clase-N, compuesto propulsor de amonio y perclorato, cohete de combustible sólido que había sido fusionado a su escoba Nimbus X200 para dos personas.

Y hubo bullicio.

Capítulo 57             Capítulo 59


***

Nota del Traductor

Cuando llegue al capítulo 63, voy a hacer una pausa de la traducción para producir una versión PDF de HPMOR, dividida al igual que la versión en inglés: HJEPV y los Métodos de la Racionalidad, HJEPV y los Juegos del Profesor, y HJEPV y las Sombras de la Muerte. Iré produciendo los otros tres libros en PDF a medida que traduzca los capítulos que los componen, y cuando haya culminado con mi tarea, crearé una versión final del libro con los 122 capítulos más los cuatro omakes. Lo más probable es que se podrán descargar todos los PDF en mi blog.

Si alguien quiere colaborar con el diseño de una portada para cada libro, teniendo en cuenta que la única recompensa que puedo ofrecer es el reconocimiento público, les estaré muy agradecido.

Me demoré un par de días más de lo calculado con éste episodio, pudo haber sido mucho peor supongo.

No se puede negar que el escape de Harry y compañía es bastante épico, y es como si Quirrell y Bellatrix fueran una extraña y bizarra contrapartida del Ron y Hermione en el canon, sobretodo en la escena en que el trío escapa de Gringotts.

Hay una palabra en éste capítulo que es clave para determinar las verdaderas intenciones de Quirrell, pero está tan bien escondida que yo no la vine a comprender hasta después del capítulo 100.

Como mínimo, el próximo episodio estará traducido en dos semanas.

Muchas gracias por leer.

***

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky


Traducido al español por +Rhaidot 

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