"Incluso sin ningún sonido en la imagen en movimiento, se podía saber que la mujer con la piel horriblemente descolorida estaba gritando." |
El amor como tú Rowling.
La golosina histórica de hoy: Los
antiguos Hebreros consideraban que el limite de un día era el ocaso
y no el amanecer, así que ellos decían "tarde y mañana"
no "mañana y tarde". (Y como muchos lectores notaron,
Judíos modernos halajá afirman lo mismo.) (1)
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"Estoy seguro de que encontraré
el tiempo en alguna parte."
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"¡Frigideiro!"
Harry sumergió un dedo en el vaso de
agua sobre su escritorio. Debería haber estado fría. Pero tibia
estaba, y tibia había permanecido. De nuevo.
Harry se estaba sintiendo muy, muy
estafado.
Había cientos de novelas fantásticas
esparcidas a lo largo de la casa Verres. Harry había leído un buen
número de ellas. Y estaba comenzando a parecer que él tenía un
misterioso lado oscuro. Por lo que después de que el vaso de agua se
rehusara a cooperar las primeras veces, Harry había echado un
vistazo alrededor en la clase de Encantamientos para asegurarse que
nadie estaba viendo, y tras respirar profundamente, se concentró, y
se hizo enojar. Pensó sobre los Slytherins molestando a Neville, y
el juego donde alguien te tumbaba los libros cada vez que intentabas
recogerlos de nuevo. Pensó sobre lo que Draco Malfoy había dicho
sobre la chica de diez años Lovegood y cómo operaba el Wizengamot
realmente...
Y la furia había entrado en su sangre,
había sostenido su varita en una mano que temblaba por el odio y
pronunció con un tono helado "¡Frigideiro!" y
absolutamente nada había pasado.
Harry había sido embaucado.
Quería escribirle a alguien y exigir un reembolso para su
lado oscuro el cual claramente debería otorgarle
irresistible poder mágico pero había resultado ser defectuoso.
"¡Frigideiro!"
pronunció Hermione desde el escritorio al lado suyo. Su agua era
solido hielo y había cristales blancos formándose en el borde de su
vaso. Ella parecía estar totalmente enfocada en su propio trabajo y
para nada consciente de los otros estudiantes observándola con ojos
llenos de odio, lo que podía ser (a) peligrosamente descuidado de su
parte o (b) una actuación perfectamente comparable al nivel del más
fino arte.
"¡Oh, muy bien, Señorita
Granger!" chilló Filius Flitwick, su Profesor de Encantamientos
y Jefe de Ravenclaw, un diminuto hombrecillo sin señas visibles de
haber sido un campeón duelista en el pasado. "¡Excelente!
¡Estupendo!"
Harry había esperado ser, en el peor
de los casos, segundo detrás de Hermione. Harry hubiera preferido
que ella estuviera rivalizando con él, por supuesto,
pero también lo hubiera aceptado del otro modo.
A partir del Lunes, Harry estaba
llegando al último lugar de la clase, una posición por la cual
estaba compitiendo amigablemente con todos los demás estudiantes
criados por Muggle excepto Hermione. Quien estaba sola y sin rival en
la cima, pobrecita.
El Profesor Flitwick estaba de pie
sobre el escritorio de otro de los hijos de Muggle y ajustando
tranquilamente el modo en que ella estaba sosteniendo su varita.
Harry miró a Hermione. Trago saliva.
Era el rol evidente para ella por como se habían organizado las
cosas... "¿Hermione?" Harry pidió tentativamente.
"¿Tienes alguna idea de lo que yo podría estar haciendo mal?"
Los ojos de Hermione brillaron con una
terrible luz de amabilidad y algo en la parte trasera del cerebro de
Harry gritó en desesperada humillación.
Cinco minutos después, el agua de
Harry parecía notablemente más fría que la temperatura del cuarto
y Hermione le dio unas cuantas palmaditas verbales en la cabeza y le
dijo que pronunciara con más cuidado la próxima vez y se fue a
ayudar a alguien más.
El Profesor Flitwick le había dado un
punto de Casa por haberlo ayudado.
Harry estaba apretando los dientes con
tanta fuerza que su mandíbula le dolía y eso no le estaba ayudando
con la pronunciación.
No me importa si se trata de
competencia desleal. Sé exactamente que voy a estar haciendo con las
dos horas extras de cada día. Voy a sentarme en mi baúl y a
estudiar hasta que este al mismo nivel de Hermione Granger.
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"La Transfiguración es una de las
más complejas y peligrosas magias que aprenderán aquí en
Hogwarts," exclamó la Profesora McGonagall. No había rastro de
frivolidad sobre el rostro de la estricta vieja bruja. "Cualquiera
que haga tonterías en mi clase se ira y no regresará. Han sido
advertidos."
Su varita salió y golpeó su
escritorio, que sin problemas se reformó a si mismo en un cerdo. Un
par de estudiantes hijos de Muggle exhalaron pequeños gritos. El
cerdo miró alrededor y estornudo, aparentemente confuso, y luego
volvió a ser un escritorio de nuevo.
La Profesora de Transfiguración echó
un vistazo al salón de clases, y sus ojos se posaron en un
estudiante.
"Sr. Potter," habló la
Profesora McGonagall. "usted sólo recibió sus libros escolares
hace unos días. ¿Ha comenzado a leer su texto de Transfiguración?"
"No, lo siento profesora,"
Harry respondió.
"No necesita disculparse, Sr.
Potter, si se hubiera requerido que usted leyera por adelantado se le
hubiera pedido así." Los dedos de McGonagall rasparon el
escritorio en frente de ella. "Sr. Potter, ¿le importaría
adivinar si este es un escritorio que yo Transformé en un cerdo, o
comenzó como un cerdo y yo removí brevemente la Transformación? De
haber leído el primer capítulo de su texto escolar, lo sabría."
Las cejas de Harry se
fruncieron ligeramente. "Me imagino que sería más fácil
comenzar con un cerdo, ya que si se hubiera iniciado como un
escritorio, podría no saber cómo ponerse de pie."
La Profesora McGonagall
meneó la cabeza. "No es culpa suya, señor Potter, pero la
respuesta correcta es que en la Transformación no es importante
adivinar. Las respuestas incorrectas se marcarán con extrema
severidad, preguntas dejadas en blanco se marcará con gran
indulgencia. Tienen que aprender a saber qué no saben. Si le hago
cualquier pregunta, por obvia o elemental que sea, y la respuesta es
"no estoy seguro", no voy a tomar ninguna represalia contra
usted y cualquier persona que se ríe perderá puntos de Casa. ¿Me
puede decir por qué existe esta regla, Sr. Potter?"
Porque un solo error en
Transformación puede ser increíblemente peligroso. "No."
"Correcto. La
Transformación es más peligrosa que la Aparición, que no se enseña
hasta el sexto año. Infortunadamente, la Transformación debe ser
aprendida y practicada a una edad temprana para maximizar su
capacidad cuando adultos. Así que esta es una materia peligrosa, y
ustedes deben estar muy asustados de cometer errores, porque ninguno
de mis alumnos se ha lesionado nunca permanentemente y seré
extremadamente severa si ustedes
son la primera clase en echar a perder mi récord."
Varios estudiantes tragaron saliva.
La profesora McGonagall se
levantó y se acercó a la pared detrás de su escritorio, que
sostenía un tablero de madera blanca. "Hay muchas razones por
las cuales la Transformación es peligrosa, pero una de las razones
se destaca por encima del resto." Ella produjo un marcador
aparentemente de la nada, y dibujó las letras en rojo brillante, que
luego subrayó, con el mismo marcador, en azul:
¡LA TRANSFORMACIÓN NO
ES PERMANENTE!
"¡La Transformación
no es permanente!" reiteró la profesora McGonagall. "¡La
Transformación no es permanente! ¡La Transformación no es
permanente! Sr. Potter, supongamos que un estudiante Transforme un
bloque de madera en una taza de agua, y usted se la tomé. ¿Qué se
imagina que podría suceder cuando la Transformación desaparezca?"
Se produjo una pausa. "Disculpe, no debería habérselo pedido a
usted, Sr. Potter, me olvidé que usted está bendecido con una
imaginación particularmente pesimista -"
"Estoy bien," la
interrumpió Harry, tragando saliva. "Así que la primera
respuesta es que no lo sé," la profesora asintió con la
cabeza, "pero me imagino que puede haber ... madera en el
estómago, y en mi torrente sanguíneo, y si algo del agua que había
absorbido llegara a mis tejidos corporales - sería pulpa de madera o
madera sólida o..." La comprensión que Harry tenía de la
magia le falló. No podía entender cómo la madera se convertía en
agua en primer lugar, por lo que no podía entender lo que sucedería
después de que las moléculas de agua fueran perturbadas por los
movimientos térmicos normales y la magia se disipara y la
transformación se invirtiera.
La cara de McGonagall estaba rígido.
"Como el Sr. Potter ha razonado correctamente, él se pondría
muy enfermo y requeriría ser llevado de inmediato mediante los
polvos Flu al Hospital de San Mungo si va a tener alguna posibilidad
de sobrevivir. Por favor abran sus libros de texto en la página 5."
Incluso sin ningún sonido
en la imagen en movimiento, se podía saber que la mujer con la piel
horriblemente descolorida estaba gritando.
"El criminal que
originalmente Transformó el oro en vino y se lo dio a esta mujer
para beber, 'en pago de la deuda", como él lo explicó, recibió
una condena de diez años en Azkaban. Por favor continúen en la
página 6. Eso es un Dementor. Ellos son los guardianes de Azkaban.
Ellos chupan su magia, su vida, y los pensamientos felices que traten
de tener. El retrato de la página 7 es el del criminal diez años
más tarde, en su liberación. Ustedes notarán que está muerto -
¿sí , señor Potter?"
" Profesora,"
Harry preguntó, "si lo peor sucede en un caso así, ¿hay
alguna manera de mantener la Transformación?"
"No," afirmó la
profesora McGonagall secamente." Mantener una transformación es
una sangría constante de la magia que es igual al tamaño del blanco
destinado. Y usted tendría que re-contactar de nuevo el blanco pocas
horas después, lo cual es, en un caso como éste, imposible.
¡Desastres como este son irrecuperables!"
La profesora McGonagall se
inclinó hacia delante, con la cara muy dura. "A pesar de todo
nunca, y bajo ninguna circunstancia Transformen cualquier cosa en un
líquido o un gas. Ni el agua, ni el aire. Nada que sea como el agua,
ni nada que sea como el aire. Aunque no se suponga que sea bebido. El
líquido se evaporara, pequeños trozos y pedazos de ello
llegaran hasta el aire. No van a transformar algo que vayan a quemar.
¡Hará humo y alguien podía respirar ese humo! Nunca transformaran
algo que posiblemente podría ir de algún modo concebible dentro del
cuerpo de cualquier persona por cualquier medio. No la comida. Nada
que se parezca a la comida. Ni siquiera como una pequeña
broma divertida donde pretendes revelar que se trata de un pastel de
barro antes de que se lo coman. Nunca lo harán. Punto. Dentro de
esta clase o fuera de ella o en cualquier parte. ¿Está bien
claro para cada estudiante?"
" Sí," corearon
Harry, Hermione, y algunos otros. El resto parecía estar mudo.
"¿Está bien
claro para cada estudiante?"
"Sí," ellos dijeron o
murmuraron o susurraron.
"Si rompen alguna de estas reglas
ya no estudiaran Trasformación durante su estadía en Hogwarts.
Repitan junto a mí. Nunca transformaré nada en algo líquido o
gaseoso."
"Nunca transformaré nada en algo
líquido o gaseoso," corearon los estudiantes de un modo
desigual.
"¡De nuevo! ¡Más fuerte! Nunca
transformaré nada en algo líquido o gaseoso."
"Nunca transformaré nada en algo
líquido o gaseoso."
"Nunca Transformaré algo que
parezca comida o cualquier cosa que vaya adentro de un cuerpo
humano."
"Nunca Transformaré algo que vaya
a ser quemado porque podría volverse humo."
"Ustedes nunca Transformaran algo
que se vea como el dinero, incluyendo dinero Muggle," expresó
la Profesora McGonagall. "Los duendes tienen formas de averiguar
quien lo hizo. Como cuestión de ley reconocida, la nación duende
está en estado de guerra permanente contra todos
los falsificadores mágicos. Ellos no enviaran a los Aurores.
Ellos enviaran a un ejercito."
"Nunca Transformaré nada que se
vea como el dinero," repitieron los estudiantes.
"Y por sobre todas las cosas,"
reiteró la Profesora McGonagall, "no Transformaran a ningún
ser viviente, especialmente ustedes mismos. Los podrá muy
enfermos y posiblemente muertos, dependiendo de cómo se Transformen
ustedes mismos y cuánto mantengan el cambio." La Profesora
McGonagall hizo una pausa. "El Sr. Potter se encuentra apretando
sus manos porque él ha visto la transformación de un Animago –
específicamente, una humana transformándose en una gata y volver a
su estado original. Pero la transformación de un Animago no es una
Transformación libre."
La Profesora McGonagall tomó una
pequeña pieza de madera de su bolsillo. Con un golpe de su varita se
convirtió en una bola de cristal. Luego dijo "¡Crystferrium!"
y la bola de vidrio se volvió una bola de acero. La golpeó con su
varita una última vez y la bola de acero se convirtió en una pieza
de madera una vez más. "Crystferrium transforma un
sujeto de vidrio solido en un objetivo de tamaño similar cubierto de
acero solido. No puede hacer lo inverso, ni puede transformar un
escritorio en un cerdo. La forma más general de Transformación –
Transformación libre, la cual estarán aprendiendo aquí – es
capaz de transformar cualquier sujeto en cualquier objetivo, al menos
mientras se tenga en cuenta la forma física. Por esta razón, la
Transformación libre debe ser hecha sin palabras. Usar
Encantamientos requeriría diferentes palabras para diferentes
transformaciones entre sujeto y objetivo."
La Profesora McGonagall de dedicó a
sus estudiantes una aguada mirada. "Algunos profesores
comienzan a enseñar con Encantamientos de Transformación y luego
siguen a Transformaciones libres. Sí, eso sería mucho más fácil
al principio. Pero puede ajustarlos a una pobre base que desmejorara
sus habilidades después. Aquí aprenderán Transformaciones libres
desde el inicio, lo que requerirá que conjuren el hechizo sin
palabras, al agarrar la forma del sujeto, la forma del objetivo, y la
transformación dentro de su propia mente."
"Y para
responder a la pregunta del Sr. Potter," continuó la Profesora
McGonagall, "es la Transformación libre lo que nunca
deben hacerle a ningún sujeto viviente. Hay Encantamientos y
pociones que pueden de manera segura, revertir transformaciones en
sujetos vivientes de modo limitado. Un Animago con una
extremidad perdida aún tendrá esa parte perdida tras transformarse,
por ejemplo. La Transformación libre no es segura. Su cuerpo
cambiara mientras este transformado - respiración, por ejemplo,
resulta en una pérdida constante de material
corporal del aire circundante. Cuando la Transformación
desaparece y tu cuerpo intenta revertirse a su forma original,
no será capaz de hacerlo así. Si presionas tu varita hacia tu
cuerpo y te imaginas a ti mismo con el cabello dorado, después de
eso tu cabello se caerá. Si te visualizas a ti mismo como alguien
con una piel más clara, estarán pasando una larga estadía en San
Mungo. Y si se transforman a ustedes mismos en la forma de un cuerpo
adulto, entonces, cuando la Transformación termine, ustedes
morirán."
Eso explicaba por qué había visto
cosas tales como chicos gordos, o chicas menos que perfectamente
bellas. O personas ancianas, para empezar. Eso no pasaría si
pudieras solamente Transformarte a ti mismo cada mañana... Harry
alzó su mano e intentó señalar a la Profesora McGonagall con sus
ojos.
"¿Sí, Sr. Potter?"
"Es posible Transformar a un
sujeto vivo en un objetivo que es estático, como una moneda por
ejemplo - no, discúlpeme, lo siento muchísimo, digamos mejor una
bola de acero."
La Profesora McGonagall sacudió su
cabeza. "Sr. Potter, incluso los objetos inanimados sufren
cambios internos todo el tiempo. No habría cambios visibles en su
cuerpo al terminar, y en el primer minuto, no notaria que algo vaya
mal. Pero en una hora usted enfermaría, y en un día usted estaría
muerte."
"Mmm,
discúlpeme, así que de haber leído el primer capítulo podría
haber adivinado que el escritorio era originalmente un
escritorio y no un cerdo," Harry propuso, "pero únicamente
si yo hubiera hecho además la asunción
de que usted no quería matar al cerdo, eso podría haber parecido
altamente probable pero -"
"Puedo predecir que calificar sus
exámenes será una interminable fuente de deleite para mí, Sr.
Potter. ¿Pero si usted tiene otras preguntas puedo por favor pedirle
que espere hasta después de la clase?"
"No más preguntas, profesora."
"Ahora repitan después de mí,"
prosiguió la Profesora McGonagall. "Nunca intentaré
Transformar ningún ser viviente, específicamente yo mismo, a menos
que específicamente sea instruido para hacerlo usando un
Encantamiento especializado o una poción."
"Si no estoy seguro de que la
Transformación sea segura, no lo intentaré hasta que le haya
preguntado a la Profesora McGonagall o al Profesor Flitwick o al
Profesor Snape o al Director, quienes son las únicas autoridades
reconocidas en Transformación dentro de Hogwarts. Preguntarle a otro
estudiante no es aceptable, incluso si ellos cuentan que
recuerdan haber hecho la misma pregunta."
"Incluso si el actual Profesor de
Defensa en Hogwarts me dice que una Transformación es segura, e
incluso si yo veo al Profesor de Defensa hacerlo y nada malo parece
pasar, yo no lo intentaré."
"Tengo el absoluto derecho de
excusarme a realizar cualquier Transformación sobre la cual me
sienta ligeramente nervioso. Ya que ni siquiera el Director de
Hogwarts puede algo diferente, yo ciertamente no aceptaré tal orden
del Profesor de Defensa, incluso si el Profesor de Defensa me amenaza
con restar cien puntos de Casa y hacer que me expulsen."
"Si rompo cualquiera de ests
reglas ya no estudiaré más Transformación durante mi tiempo en
Hogwarts."
"Repetiremos estas reglas al
principio de cada clase durante el primer mes," señaló la
Profesora McGonagall. "Y ahora, empezaremos con cerillas como
sujetos y agujas como objetivos... guarden sus varitas, gracias, por
'empezar' quiero decir que empezaremos tomando apuntes."
Media hora antes del final de la clase,
la Profesora McGonagall entregó los cerillos.
Al final de la clase Hermione tenía un
cerrillo plateado y el resto de la clase, hijos de Muggle y otros,
tenían exactamente lo mismo con lo que habían comenzado.
La Profesora McGonagall la recompensó
con otro punto para Ravenclaw.
…...........................................................................................
Después de que se dio por terminada la
clase de Transformación, Hermione se acercó al escritorio de Harry
mientras Harry estaba guardando sus libros y su monedero.
"Sabes," Hermione habló con
una inocente expresión sobre su rostro, "gané dos puntos para
Ravenclaw el día de hoy."
"Así lo hiciste," Harry
respondió en breve.
"Pero eso no fue tan buen como tus
siete puntos," ella se lamentó. "Supongo que no soy tan
inteligente como tú."
Harry terminó de alimentar su monedero
con la tarea y se volteó a Hermione con sus ojos entrecerrados. En
verdad se había olvidado de eso.
Ella sacudió sus pestañas hacia
él. "Tenemos lecciones todos los días, sin embargo. Me
pregunto cuánto te llevará encontrar más Hufflepuffs para
rescatar? Hoy es Lunes. Por lo que tienes hasta el Jueves."
Los dos se quedaron contemplaron los
ojos del otro, sin pestañear.
Harry habló primero. "Por
supuesto te das cuenta de que esto significa la guerra."
"No sabía que estábamos en paz."
Todos los demás estudiantes estaban
viéndolos con ojos fascinados. Todos los estudiantes, además,
infortunadamente, la Profesora McGonagall.
"Oh, Sr. Potter," cantó la
Profesora McGonagall desde el otro lado del cuarto, "Tengo
buenas noticias para usted. Madam Pomfrey ha aprobado su sugerencia
para prevenir que los instrumentos Spimster se rompan, y el plan es
terminar el trabajo para el final de la siguiente semana. Yo pensaría
que eso merece... digamos que unos diez puntos para Ravenclaw."
La cara de Hermione estaba boquiabierta
por la traición y la sorpresa. Harry imaginó que su propia cara no
se veía muy diferente.
"Profesora..." Harry
siseó.
"Aquellos diez puntos son
merecidos de manera incuestionable, Sr. Potter. No entregaría
puntos de Casa llevada por un capricho. Para usted pudo haber sido
una simple cuestión de ver algo frágil y sugerir un modo de
protegerlo, pero los instrumentos Spimster son costosos, y el
Director no estuvo complacido la última vez que uno se
rompió." La Profesora McGonagall se veía pensativa. "Mmm,
me preguntó si algún otro estudiante ha ganado diecisiete puntos de
Casa en su primer día de clases. Tendré que revisarlo, pero
sospecho que es algo sin antecedentes. ¿Quizá deberíamos tener un
anuncio a la hora de la cena?"
"¡PROFESORA!" Harry
chilló. "¡Esta es nuestra guerra! ¡Deje de
entrometerse!"
"Ahora usted tiene hasta el Jueves
de la siguiente semana, Sr. Potter. A menos que, por supuesto,
usted se inmiscuya en alguna clase de travesura y pierda
puntos de Casa antes de eso. Dirigirse un profesor irrespetuosamente,
por ejemplo." La Profesora McGonagall puso un dedo sobre su
mejilla y se vio reflexiva. "Espero que usted estará llegando a
números negativos antes del final del Viernes."
La boca de Harry se cerró. Envió su
mejor Mirada Letal hacia McGonagall pero pareció que ella únicamente
lo encontró divertido.
"Sí, definitivamente un anuncio
para la cena," La Profesora McGonagall reflexionó. "Pero
no sería bueno ofender a los Slytherins, por lo que el anuncio
debería ser breve. Sólo el número de puntos y la mención del
hecho sin antecedentes... y si alguien llega hacia usted buscando
ayuda con sus trabajos escolares y está decepcionado de que usted ni
siquiera haya comenzado a leer los libros de texto, usted siempre
puede mandarlos donde la Señorita Granger."
"¡Profesora!" exclamó
Hermione con una voz muy aguda.
La Profesora McGonagall la ignoró.
"Mmm, ¿me pregunto que tanto tiempo pasará antes de que la
Señorita Granger haga algo que merezca un anuncio a la hora de la
cena? Estaré ansiosa por verlo, sea lo que sea."
Harry y Hermione, por consenso mutuo
tácito, dieron la vuelta y salieron del salón de clases. Fueron
seguidos por una estela de hipnotizados Ravenclaws.
"Eh," Harry cuestionó.
"¿Sigue en pie lo de después de la cena?"
"Por supuesto," contestó
Hermione. "No quisiera que te quedes más atrasado en tus
estudios."
"Por qué, gracias. Y déjame
decirte que tan brillante como ya eres, no puede evitar preguntarme
cómo serás una vez que tengas algún entrenamiento básico en
racionalidad."
"¿Es realmente tan útil? No
pareció ayudarte con Encantamientos o Transformación."
Hubo una pequeña pausa.
"Bueno, sólo recibí mis libros
de texto hace cuatro días. Es por eso que tuve que ganarme esos
diecisiete puntos de Casa sin usar mi varita."
"¿Hace cuatro días? Tal vez no
pudiste leer ocho libros en cuatro días pero pudiste haber leído al
menos uno. ¿Cuántos días te llevará terminarlos a ese
ritmo? Tu sabes toda esa matemática, ¿así que puedes decirme
cuanto es ocho, veces cuatro, dividido por cero?"
"Tengo clases ahora, que tú no
tuviste, pero los fines de semana son libres, por lo que... el limite
de ocho veces cuatro dividido por épsilon mientras épsilon se
aproxima a cero positivo... 10:47AM del Domingo." (2)
"De hecho lo hice en tres
días."
"2:47PM del Sábado será,
entonces. Estoy seguro de que encontraré el tiempo en algún lado."
Y hubo tarde y hubo mañana, el primer
día.
…...........................................................................................
Notas del traductor
(1) Halajá
(2) De Wikipedia: “En
matemáticas, ε suele designar a pequeñas cantidades, o cantidades
que tienden hacia cero, en particular en el estudio de los límites o
de la continuidad.” Pueden leer más aquí
Estúpidas traducciones oficiales de
Harry Potter al español... A vece usan Transfiguración (que es la
más apropiada considerando el original) y otras Transformación (que
parece una metida de pata que desde luego es la que más reconocemos
los fans). Supongo que me quedaré con la última, para no tener que
dar explicaciones después. Cielos, espero no sonar de tan mal genio
en estas notas XD
Este capítulo me recordó una clase de
educación sexual que me dieron en la universidad, la misma sensación
de terror provocada por la irresponsabilidad desmedida X.X
Quiero aprovechar para darle un
agradecimiento a Loquin, a quien he querido agradecerle sus
comentarios desde hace varios capítulos pero se me ha olvidado por
dejarlo para el final. ¡Gracias Loquin!
Y es muy probable que obtenga un
trabajo en el transcurso del fin de semana, un trabajo de verdad de
Lunes a Sábado, por lo cual creo que subiré el próximo capítulo
dentro de dos semanas, y sería muy probable que ese se volviera el
nuevo horario para los capítulos de HPMOR. Soldado avisado no muere
en guerra ._.
Les agradezco mucho a todos quienes
siguen la traducción, y espero que les gusté la ilustración de
este capítulo hecha por mi novia Melissa. ¡Hasta pronto!
Visita HPMOR para encontrar todo sobre
esta historia en inglés.
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