Capítulo 92 Capítulo 94
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Harry Potter Retrato por Bayesian-Conspirator |
Capítulo 93: Roles, Parte 4
Harry llegó caminando al Gran Comedor, miró alrededor únicamente una vez, cogió suficientes calorías como para sustentarse a sí mismo, se fue caminando, se volvió a poner su Capa y encontró una pequeña esquina al azar en la cual comer. Viendo los estudiantes en sus mesas -
Sentir repugnancia cuando observas a otros humanos no es una buena señal, Hufflepuff comentó. No es razonable echarles la culpa por no haber tenido las oportunidades de aprender lo que tú aprendiste. Inacción durante las emergencias no tiene nada que ver con que las personas sean egoístas. Prejuicio de normalidad, como ese avión que se estrelló en Tener-algo donde algunas personas salieron corriendo y escaparon pero la mayoría se quedó sentada en sus asientos sin moverse mientras el avión estaba literalmente en llamas. Mira cuánto te tomó a ti empezar a reaccionar de verdad.
Odiar no tiene un propósito útil, opinó Gryffindor. Nada más va a dañar tu altruismo.
Intenta descubrir un método de entrenamiento que puedas usar para evitar que esto vuelva a suceder de nuevo, añadió Ravenclaw.
Me voy a adelantar y registrar la predicción experimental, argumentó Slytherin, que siempre observaremos exactamente lo que sería predecible sobre la hipótesis que las personas no pueden ser salvadas, no pueden ser enseñadas, y nunca nos van a ayudar con algo importante. Además, necesitamos alguna manera de llevar la cuenta de todas las veces en las que tengo la razón.
Harry ignoró las voces en su cabeza y nada más se comió las rebanadas de tostada tan pronto como pudo. Como política general no era una nutrición apropiada, pero una excepción de una vez no le haría daño siempre y cuando la fuera a compensar al día siguiente.
En medio de un bocado, la fulgurante silueta plateada de un fénix voló en frente de la nada y pronunció, con la voz de un cansado y anciano hombre, "Por favor remueve tu Capa, Harry, tengo una carta para entregarte."
Harry tosió un poco, tragó algo de tostada que se había ido por el camino equivocado, se puso de pie, se quitó la Capa de Invisibilidad, y dijo en voz alta "Informa a Dumbledore que estoy bien," y luego se sentó y continuó comiendo su tostada.
La tostada se había ido por completo para cuando Albus Dumbledore caminó hasta el escondrijo de Harry, cargando hojas de papel dobladas en su mano; papel real, con líneas, no pergamino de magos.
"Esas son -" Harry aventuró.
"De tu padre, y de tu madre," explicó el mago anciano. Sin más palabras, Dumbledore entregó las hojas dobladas, y sin más palabras Harry las aceptó. El mago anciano dudó, luego habló en voz baja, "El Profesor de Defensa me ha pedido que restrinja mis consejos, y yo pensé lo mismo cuando lo consideré un poco. Siempre me he demorado demasiado en aprender la virtud del silencio. Aunque si estoy equivocado, nada más necesitas decir una palabra -"
"No está equivocado," Harry lo cortó. Bajó la mirada a las dobladas, líneas de papel, sintiendo la pesadez en sus intestinos que era como su cuerpo indicaba una fuerte predicción pesimista. Sus padres no lo iban a desheredar, y no había mucho que ellos le pudieran hacer a él (alguna parte suya seguía temerosa de una manera muy visceral por perder los privilegios de televisión, sin importar lo insensato que fuera eso ahora). Sin embargo se había alejado del rol que los padres esperaban de niños que, en sus creencias internas, estaban muy abajo en la jerarquía de poder. Sería estúpido esperar cualquier cosa excepto completa furia e indignación, ira totalmente justa, cuando actuaste así hacia alguien que creía que era dominante sobre ti.
"Cuando termines de leer," el Director solicitó, "creo que deberías venir al Gran Comedor en el acto, Harry. Hay un anuncio que desearás escuchar."
"No estoy interesado en los funerales -"
"No. No es eso. Por favor, Harry, ven tan pronto como hayas terminado de leer, y hazlo sin tu Capa. ¿Lo harás?"
"Sí."
El mago anciano se fue.
Harry tuvo que forzarse a sí mismo a abrir la carta. Lo importante era mantener a tus amigos y relaciones vulnerables por fuera del peligro, podría ser un cliché pero hasta donde Harry sabía la lógica era válida. Las relaciones dañadas podían ser reparadas después.
La primera carta decía, con una escritura a mano que requirió un cuidadoso enfoque para que Harry la pudiera leer,
Sin importar lo que hayas leído en los libros, mantenernos lejos del peligro no es tan importante como tener adultos que puedan ayudar cuando te metas en problemas. Decidiste sin darnos derecho a opinar que te íbamos a abandonar a causa de tu 'lado oscuro'. El fantasma de Shakespeare sabe que he visto cosas en este último año que no fueron soñadas en mi filosofía - a veces me pregunto si tu Mamá simplemente no me está siguiendo la corriente y que las autoridades te llevaron cuando comencé a pensar que eras un usuario de magia - así que no puedo negar que te las hayas arreglado para desarrollar algún... no estoy seguro cómo de cómo llamarlo, sin embargo 'lado oscuro' parece prematura si no sabemos lo que está pasando. ¿Estás seguro que no se trata de un floreciente talento telepático y que únicamente estás captando las mentes de otros magos a tu alrededor? Sus pensamientos le podrían parecer malvados a un niño que creció en una civilización más cuerda. Estas son especulaciones sin fundamentos, lo admito, aunque tú tampoco deberías saltar a conclusiones.
Las dos cosas más importantes que tengo para contarte son estas. Primero, hijo, tengo plena confianza en tu habilidad para permanecer en el Lado Luminoso de la Fuerza siempre y cuando lo escojas así, y tengo plena confianza que eso vas a escoger. Si hay algún espíritu malvado susurrando horribles sugerencias en tus oídos, nada más ignora las sugerencias. Sintiendo la necesidad de enfatizar que deberías ejercer precaución especial para ignorar este espíritu malvado incluso si está sugiriendo lo que parecen ser maravillosas ideas creativas y espero no necesitar recordarte sobre el Incidente con el Proyecto de Ciencia que, admito, tendría mucho más sentido si estuvieras luchando contra la posesión demoníaca.
La segunda cosa que tengo para contarte es que no necesitas temer que Mamá o yo te vayamos a abandonar a causa de tu 'lado oscuro'. Puede que no estuviéramos esperando que fueras a obtener poderes mágicos o desarrollado una afinidad por la magia negra, aunque sí esperábamos que te volvieras un adolescente. Lo que, si lo piensas desde la pobre perspectiva de tu padre, ya es un prospecto suficientemente preocupante cuando tiene que ver con un niño que, para los nueve años, había sido parte de la invocación de un total de cinco camiones de bomberos. Los niños crecen. No te voy a mentir y afirmar que te sentirás igual de cerca a nosotros a los 20 como te sientes ahora. Pero tu Mamá y yo nos sentiremos igual de cerca a ti cuando estemos viejos y grises y molestando los robots en el asilo de ancianos. Los niños siempre crecen y se alejan de sus padres, y los padres siempre van a seguir detrás de ellos, ofreciendo consejos útiles. Los niños crecen, y sus personalidades cambian, y hacen cosas que sus padres desearían que ellos no hicieran, y actúan irrespetuosamente hacia sus padres y los sacan a rastras de sus escuelas mágicas, y los padres los siguen amando de todos modos. Así funciona la Naturaleza. Aunque en el caso que todavía no hayas llegado a la pubertad y tus años adolescentes sean proporcionalmente peores que esto, nos reservamos el derecho a reconsiderar este sentimiento.
Sin importar lo que esté sucediendo, recuerda que te amamos y siempre te amaremos pase lo que pase. No sé si nuestro amor tiene algún poder mágico bajo tus reglas, pero si lo hace, no dudes en invocarlo.
Habiendo dicho todo eso... Harry, lo que hiciste allí no es aceptable. Creo que ya sabes eso. Y también sé que no es el momento para darte un regaño. Sin embargo debes escribir y contarnos qué está pasando. Puedo entender muy bien porque tú querías sacarnos de tu escuela de inmediato, y sé que no podemos forzarte a hacer nada, pero por favor, Harry, se razonable y comprende cuán aterrados debemos estar.
Me gustaría ordenarte que se te prohíbe absolutamente hacer tonterías con cualquier magia que los adultos a tu alrededor consideran insegura, aunque por todo lo que sé, los profesores en tu escuela le están dando clases cada Lunes a todos los estudiantes en necromancia avanzada. Por favor, por favor ejerce tanta precaución como tu situación lo permita, sea cual sea tu situación. A pesar de tu apresurado resumen no tenemos ni la más mínima idea de lo que ocurre y espero que nos escribas tanto como puedas. Es claro que estas, al menos en algunas maneras, creciendo, e intentaré no comportarme como los padres en los libros para niños que solamente empeoran las cosas - empero espero que aprecies cuán difícil es eso - y tu Mamá me ha contado un número de cosas aterradoras sobre cómo la hechicería se mantiene secreta y cómo podría meterte en problemas al hacer un escándalo. No puedo ordenarte que evites cualquier cosa insegura, porque tu escuela es insegura y tu Director no va a permitir que salgas de allí. No puedo ordenarte que no tomes responsabilidad por cualquier cosa que suceda a tu alrededor, porque por todo lo que sé hay otros niños en peligro. Sin embargo recuerda que no es tu responsabilidad moral proteger a ningún adulto, su deber es protegerte a ti, y cualquier adulto bueno estaría de acuerdo con eso. Por favor escríbenos y cuéntanos más tan pronto como puedas.
Ambos estamos desesperados por ayudar. Si hay algo que podamos hacer, por favor debes informarnos sin tardanza. No hay nada que pudiera pasarnos a nosotros que fuera peor que descubrir que algo te pasó a ti.
Con amor, Papá.
La última página únicamente decía,
Me prometiste que no ibas a permitir que la magia te fuera a alejar de mí. No te crié para ser un niño que pudiera romper una promesa a su Mamá. Debes regresar a salvo, porque me lo prometiste.
Con amor, Mamá.
Lentamente, Harry bajó las cartas y comenzó a caminar hacia el Gran Comedor. Sus manos estaban temblando, todo su cuerpo estaba temblando, y parecía estar tomando un gran esfuerzo no llorar; que él sabía sin palabras que no debía hacer. No había llorado a lo largo del día. Y no iba a llorar. Llorar era lo mismo que admitir la derrota. Y esto no había terminado. Así que no iba a llorar.
...
La comida servida en el Gran Comedor esa noche era simple, tostada y mantequilla y mermelada, agua y jugo de naranja, avena y otras comidas similares, sin postre. Algunos estudiantes usaban sus simples túnicas negras sin los colores de Casa. Otros todavía usaban los suyos. Tendría que haber sido suficiente para una discusión, pero en vez de eso había silencio, el sonido de las personas comiendo sin hablar. Se necesitaban dos bandos para hacer un debate, y uno de los bandos, esta noche, no estaba muy interesado en debatir.
La Directora Adjunta Minerva McGonagall estaba sentada en la Mesa de Profesores sin comer. Tendría que haberlo hecho. Quizá lo haría en poco tiempo. Sin embargo no podía forzarse a hacerlo ahora mismo.
Para un Gryffindor no había más que un camino. Únicamente le había requerido un momento a Minerva recordar eso, cuando aún después de la incitación del Profesor de Defensa su mente había seguido vacía sin planes astutos para ensayar. Ese no era el camino de un Gryffindor; o quizá ella debía reconocer que solamente no era su camino, Albus sí parecía ensayar su mano con los planes... y aún así cuando ella volvía a pensar en la historia que ambos compartían, no había planes en los momentos de crisis, ni astucia ni juegos eran su último recurso. Tanto para Albus Dumbledore, como para ella, la regla in extremis era decidir lo que era correcto por hacer, y hacerlo sin importar el costo para ti. Incluso si significaba romper tus límites, o cambiar tu rol, o dejar ir esa foto de ti misma. Ese era el último recurso de un Gryffindor.
A través de una entrada lateral del Gran Comedor ella vio a Harry Potter deslizarse en silencio.
Era tiempo.
La Profesora Minerva McGonagall se levantó de su silla, enderezó la gastada punta de su sombrero, caminó lentamente hacia el atril que estaba delante de la Mesa de Profesores.
Los sonidos en el Gran Comedor, ya apagados, desaparecieron por completo cuando todos los estudiantes se giraron para verla.
"A estas alturas todos ustedes lo habrán escuchado," ella declaró, su voz no del todo estable. Que Hermione Granger está muerta. Ella no pronunció aquellas palabras en voz alta, puesto que todos ya lo sabían. "De alguna manera, un trol se infiltró en el castillo de Hogwarts sin alertar nuestras antiguas protecciones. De alguna manera este trol tuvo éxito para lastimar a una estudiante, sin alertar las protecciones hasta que estuvo a punto de morir. Hay investigaciones en curso para determinar cómo ocurrió esto. El Consejo Escolar se está reuniendo para determinar cómo responderá Hogwarts. A su debido tiempo la justicia será servida. Mientras tanto hay otro asunto de justicia, que debe ser manejado de inmediato. George Weasley, Fred Weasley, por favor den un paso al frente donde todos los puedan ver."
Los gemelos Weasley intercambiaron miradas desde sus asientos en la mesa de Gryffindor, y luego se pusieron de pie y caminaron hacia ella, lentamente, con reluctancia; y Minerva se dio cuenta que los gemelos Weasley pensaban que iban a ser expulsados.
Honestamente pensaban que ella los iba a expulsar.
Eso era lo que la foto de la Profesora McGonagall que vivía en su cabeza había conseguido.
Los gemelos Weasley caminaron hacia el atril, alzando la vista hacia ella con rostros que tenían temor, pero también resolución; y ella sintió que algo se rompió en su corazón un poco más.
"No los voy a expulsar," ella afirmó, y se puso todavía más triste por las expresiones de sorpresa en sus caras. "Fred Weasley, George Weasley, den la vuelta y muestren el rostro a sus compañeros de clase, deben permitir que los vean."
Todavía viéndose sorprendidos, los gemelos Weasley lo hicieron así.
Ella invocó todo el acero en su corazón, y dijo lo que era correcto.
"Estoy avergonzada," reconoció Minerva McGonagall, "de los eventos de este día. Estoy avergonzada de que únicamente fueran ustedes dos. Avergonzada de lo que yo he hecho a Gryffindor. De todas las Casas, tendría que haber sido Gryffindor la que fuera ayudar a Hermione Granger cuando necesitaba a alguien, cuando Harry Potter pidió la asistencia de los valientes. Era cierto, alguien de séptimo año podría haber repelido a un trol de la montaña mientras buscaban a la Señorita Granger. Y ustedes tendrían que haber creído que la Jefe de la Casa de Gryffindor," su voz se rompió, "habría creído en ustedes. Si ustedes la llegaban a desobedecer para hacer lo que era correcto, ante eventos que ella no previó. Y la razón por la que ustedes no creyeron esto, es que yo nunca se lo mostré a ustedes. Yo no creí en ustedes. Yo no creí en las virtudes propias de Gryffindor. Yo me propuse aplastar su rebeldía, en vez de entrenar su coraje en la sabiduría. Fuera lo que fuera lo que el Sombrero Seleccionador hubiese visto en mí que me llevó a mi lugar en Gryffindor, lo he traicionado. He ofrecido mi renuncia al Director como Directora Adjunta y como Jefa de la Casa de Gryffindor."
...
Hubo gritos de sorpresa y desmayo, y no únicamente de la Mesa de Gryffindor, mientras el corazón de Harry se congeló dentro de su pecho. Harry necesitaba correr hacia adelante, decir algo, no había tenido la intención de que esto -
...
Minerva respiró profundamente, y continuó. "Como sea, el Director ha declinado aceptar mi renuncia," ella prosiguió. "Por lo que continuaré sirviendo, e intentar deshacer lo que yo misma he provocado. De alguna manera debo enseñar a mis estudiantes cómo hacer lo que es correcto. No lo que es seguro, no lo que es fácil, no lo que se nos ordena que hagamos. Si todo lo que les puedo enseñar es entregar sus ensayos a tiempo, sería igual a que no existiese una Casa de Gryffindor. Este camino será el más difícil para mí, y quizá para todos nosotros. Pero ahora sé que antes nada más estaba tomando el camino fácil."
Ella se bajó del atril, acercándose a donde los gemelos Weasley yacían de pie.
"Fred Weasley, George Weasley," ella declaró. "Ustedes dos no siempre han hecho lo que es correcto. El camino de la sabiduría no está en la rebeldía flagrante e innecesaria de la autoridad. Y aún así ustedes probaron ser los últimos de nuestra Casa en sobrevivir mis errores. Porque era lo correcto por hacer, desafiaron una amenaza de expulsión y arriesgaron sus vidas para encarar a un trol de la montaña. Por su asombroso coraje que honra la Casa a la que pertenecen, le concedo a cada uno de ustedes doscientos puntos para Gryffindor."
Otra vez la expresión de sorpresa en sus rostros, de nuevo el dolor como un cuchillo a través de su corazón.
Ella se giró para dar la cara al resto de estudiantes.
"No le voy a conceder ningún punto a Ravenclaw," ella concluyó. "Sospecho que el Sr. Potter no los va a querer. Si estoy equivocada, me podría corregir y tomar tantos puntos de Casa como desee. Aunque para lo que pueda valer, Sr. Potter, lo lamento," su voz desfallecida, "lo lamento -"
...
"¡Alto!" Harry gritó, y luego, otra vez, "Alto." La palabra pegándose en su garganta. "Usted no tiene que hacerlo, Profesora." Algo dentro de él se estaba retorciendo, amenazando con partirlo en dos, como las manos de un gigante que lo iban a desgarrar para abrirlo a la mitad. "Y, y no debería olvidar a Susan Bones, y Ron Weasley - ellos también ayudaron, ellos también deberían obtener puntos de Casa -"
"¿La Señorita Bones y el joven Weasley?" dijo la Profesora McGonagall. "Rubeus no mencionó nada de eso - ¿qué fue lo que hicieron?"
"La Señorita Bones intentó paralizar al Sr. Hagrid cuando intentó detenerme, y el Sr. Weasley le disparó a Neville cuando Neville intentó detenerme. Ambos deberían recibir puntos, y, e igual debería Neville," a Harry no se le había ocurrido imaginarlo antes, la forma en que Neville debía estarse sintiendo ahora, sin embargo en el instante en que lo pensó, lo supo, "porque Neville intentó hacer algo, incluso si no era lo correcto, hacer lo que es correcto es la segunda lección, puedes empezar a practicar después de que hayas aprendido a hacer cualquier cosa -"
"Diez puntos para Hufflepuff, Señorita Bones," la Profesora McGonagall otorgó, su voz rompiéndose a la mitad. "Diez puntos para Gryffindor, Ron Weasley, tu familia puede llenarse de orgullo, este día. Y diez puntos a Hufflepuff por Neville Longbottom, por oponerse al Sr. Potter y hacer lo que creyó que era correcto -"
"¡No debería!" gritó una joven voz desde la mesa de Hufflepuff, seguida por un único sonido ahogado.
Harry miró para allá, y rápidamente volvió a contemplar a la Profesora McGonagall y habló, tan firmemente como pudo, "Neville está en lo correcto, de hecho, no puedes otorgar literalmente cero puntos para la parte donde obtienes la acción correcta, eso envía el mensaje incorrecto también, pero él estuvo a medio camino así que más bien podrían ser cinco puntos."
La Profesora McGonagall se vio, por un momento, como si no pudiera pensar en qué pronunciar; aunque luego sus ojos fueron hacia el lugar de Neville en la mesa, y dijo, "Como desee, Sr. Potter. ¿Qué sucede, Señorita Bones?"
Harry observó y vio que Susan Bones se había adelantado, limpiando sus propios ojos, y la niña de Hufflepuff añadió, "En realidad - Profesora McGonagall - el General Potter no lo vio - pero el Capitán Weasley y yo no fuimos los únicos que intentaron interponerse en el camino del Sr. Hagrid, después de que el General se fue. Antes de que los estudiantes más grandes nos detuvieran. Sin embargo logramos demorar al Sr. Hagrid por un minuto, para que el General Potter se pudiera escapar."
"Les tiene que dar puntos también," declaró Ron Weasley desde la mesa de Gryffindor. "O yo no voy a recibir ninguno."
"¿Quién más?" interrogó la Profesora McGonagall, su voz inestable.
Otros siete niños se pusieron de pie.
¿Qué era lo que nuestro lado Slytherin estaba afirmando sobre predecir que nada iba a funcionar jamás? cuestionó Hufflepuff.
Algo dentro de Harry se rompió, así que tuvo que ejercer toda su fuerza de voluntad para mantenerse bajo control.
...
Cuando todo había sido dicho, y todo había sido hecho, Minerva fue hacia donde Harry Potter estaba. Aunque no era su más grande habilidad ella invocó una protección sobre ambos para nublar la visión, y tras pensarlo también bloqueó los sonidos.
"Tú, tú no tenías que -" habló Harry Potter. "No tendrías que haber dicho -" Sonó como si se estuviese ahogando. "P-Profesora, todo lo que le dije fue hiriente, y odioso, y equivocado -"
"Ya sabía eso, Harry," ella dijo. "Incluso así, desearía haberlo hecho mejor." Había una sensación de ligereza en su pecho, como la que podrías experimentar tras haber superado una montaña, cuando tus piernas ya no parecían ser capaces de sostener tu cuerpo de pie. Ella no estaba segura de cómo podía hacer esto, desconocía el camino; y aún así por primera vez parecía posible que Hogwarts no se convirtiera en el triste fantasma de lo que era antes, cuando ella se volviera su Directora.
Harry se la quedó viendo fijamente, luego hizo un extraño sonido que sonó como si hubiese sido forzado a través de su garganta, y cubrió su rostro con ambas manos.
Así que ella se arrodilló, y lo abrazó. Podría salir mal, aunque también podría salir bien, y ella no iba a permitir que esa incertidumbre la detuviera; era tiempo de empezar a aprender el coraje de un Gryffindor, para que así ella también fuera capaz de enseñarlo.
"Yo tuve una hermana hace tiempo," ella murmuró. Nada más eso, y nada más.
...
Nada más para estar seguros, dijo alguna parte de Harry, mientras el resto de él sollozaba dentro de los brazos de la Profesora McGonagall, esto no significa que hayamos aceptado la muerte de Hermione, ¿verdad?
NO respondieron todas las partes restantes de él, cada parte de su mente en un acuerdo unánime, calor y frío y un lugar de acero escondido. Nunca, jamás, por siempre.
...
Y un antiguo mago para quien esa protección no significaba nada los contempló a ambos, la bruja y el lloroso mago joven. Albus Dumbledore estaba sonriendo con una extraña expresión de tristeza sobre sus ojos, como alguien que había tomado un paso más hacia un destino previsto.
...
El Profesor de Defensa los observó a ambos, la mujer y el niño llorando. Sus ojos eran muy fríos, y muy calculadores.
Él no creyó que esto fuera suficiente.
...
No fue hasta la mañana del día siguiente que fue descubierta la desaparición del cuerpo de Hermione Granger.
...
Capítulo 92 Capítulo 94
Nota del Traductor (23 de Noviembre de 2.019)
El próximo capítulo está alrededor de las 4.000 palabras, y añadiendo el tiempo de corrección, espero subirlo a mi Patreon el 30 de Noviembre, mientras que el 7 de Diciembre estará disponible para todos en mi blog y en FFN.
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem.
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad. Si quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en el Patreon de Rhaidot.
Gracias por leer.
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