Capítulo 121 Capítulo 123
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Te puedo abrazar? Por DarthShana |
Capítulo 122: Conclusión, Algo Para Proteger, Hermione Granger
Y pasó la noche y llegó la mañana, del último día. Junio 15, 1992.
La principiante luz de la mañana, la pre-alba antes de la aparición del Sol, apenas e iluminaba el cielo. Al Este de Hogwarts, donde salía el Sol, la más débil nota de gris apenas hacía visible el horizonte montañoso más allá del estadio de Quidditch.
La terraza-plataforma de piedra donde ahora estaba sentado Harry era lo suficientemente alta como para ver hacia abajo el alba más allá de las montañas; él había pedido eso, cuando estaba describiendo su nueva oficina.
En ese momento Harry estaba sentado con las piernas cruzadas sobre un cojín, frías brisas anteriores a la mañana revolvían su cara y manos expuestas. Le ordenó a los elfos de casa que trajeran el trono bruñido a mano de su oficina anterior cuando era el General Caos... y luego les pidió a los elfos que lo pusieran de vuelta, cuando se le ocurrió a Harry empezar a preguntarse si su gusto decorativo provenía de que Voldemort hubiese poseído alguna vez un trono similar. Lo que, en sí mismo, no era un argumento aplastante - no era como si sentarse en un trono bruñido para observar las tierras debajo de Hogwarts fuera no ético de alguna manera en que la filosofía moral de Harry pudiera señalar - pero Harry decidió que necesitaba tiempo para pensarlo mejor. Mientras tanto, cojines simples bastarían.
En el cuarto debajo de la terraza, conectado al techo por una simple escalera de madera, estaba la nueva oficina de Harry dentro de Hogwarts. Un cuarto ancho, rodeado por cuatro paredes con ventanas para que la luz del Sol pudiera entrar por los cuatro lados; por ahora no tenía muebles excepto cuatro sillas y un escritorio. Harry le había dicho a la Directora McGonagall lo que quería, y la Directora McGonagall se había puesto el Sombrero Seleccionador e indicado a Harry la serie de giros y vueltas que lo llevarían a donde él quería estar. Tan alto dentro de Hogwarts que pudiera superar la altura exterior del castillo, tan alto dentro de Hogwarts que nadie desde afuera pudiera ver una pieza del castillo correspondiente a donde Harry estaba sentado en ese momento. Pareció una precaución elemental contra francotiradores que no tuvo razón para no tomar.
Aunque, por otro lado, Harry no tenía ni idea de dónde estaba en el sentido real de la palabra. Si su oficina no podía ser vista desde los terrenos de abajo, ¿entonces cómo era que Harry podía ver los terrenos, cómo llegaban los fotones desde los terrenos hasta él? En el lado Oeste del horizonte, las estrellas estaban titilando, claras en el aire pre-alba. ¿Eran esos fotones los mismos fotones que habían sido emitidos por los enormes hornos de plasma que estaban a una distancia inimaginable? ¿O Harry ahora estaba sentado dentro de alguna visión onírica del castillo de Hogwarts? ¿O todo era, sin mayor explicación, 'simplemente magia'? Necesitaba lograr que la electricidad pudiera funcionar mejor alrededor de la magia para poder experimentar con un láser brillante hacia abajo y hacia arriba.
Y sí, Harry ahora tenía su propia oficina en Hogwarts. Aunque no tenía un título oficial todavía, el Niño-Que-Vivió ya era un verdadero accesorio fijo de el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, próximamente el hogar de la Piedra Filosofal y la única institución mágica en el mundo con una educación superior genuina. La seguridad no era absoluta todavía, sin embargo la Profesora Vector había puesto algunos Encantamientos y Runas preliminares para proteger la oficina y su techo contra oídos curiosos.
Harry estaba sentado sobre su cojín, cerca del borde del techo de su oficina, y desde arriba contempló los árboles y los lagos y la hierba creciente. Mucho más abajo, los carruajes permanecían estáticos, aún sin enganchar a los caballos esqueleto. Los botes pequeños inundaban la costa, preparados para cargar a los jóvenes estudiantes a través del lago cuando fuera el momento. El Expreso de Hogwarts había llegado durante la noche, y ahora los vagones del tren y la enorme locomotora chapada a la antigua esperaban en el lado meridional del lago. Todo estaba preparado para llevarse a los estudiantes a casa tras el Festín de Despedida en la mañana.
Harry cruzó el lago con su mirada, sus ojos fijos sobre la locomotora chapada a la antigua en la que esta vez no se iba a subir para volver a casa. Otra vez. Había una extraña sensación de tristeza y preocupación ante ese pensamiento, como si Harry ya estuviera extrañando las experiencias emocionales con los otros estudiantes de su edad - si es que se podía decir tal cosa, considerando que una parte significativa de Harry había nacido en 1926. Harry había sentido, la noche anterior en la sala común de Ravenclaw, como si la diferencia entre los otros estudiantes y él se hubiese, sí, ampliado incluso más. Aunque eso podría ser únicamente producto de las preguntas que Padma Patil y Anthony Goldstein habían cruzado emocionados entre sí sobre la Niña-Que-Revivió, las especulaciones disparadas a toda prisa a través del aire entre Ravenclaw y Ravenclaw. Harry conocía las respuestas, conocía todas las respuestas, y no las había podido revelar.
Había una parte de Harry que estaba tentada a ir en el Expreso de Hogwarts y luego regresar a Hogwarts mediante el Flu. Pero cuando Harry se imaginó junto con otros cinco estudiantes en un mismo compartimiento, para luego pasar ocho horas guardando secretos de Neville o Padma o Dean o Tracey o Lavender... ya no le pareció un prospecto tan atractivo. Harry sentía como si tuviera que hacerlo para Socializar con los Otros Niños, sin embargo él no quería hacerlo. Podía volver a reunirse de nuevo con todos al inicio del próximo año escolar, cuando hubiese otros temas de los que pudiese hablar con mayor libertad.
Harry miró hacia el sur a través del lago, hacia la enorme y vieja locomotora, y meditó sobre el resto de su vida.
Sobre el Futuro.
La profecía que la carta de Dumbledore había mencionado sobre él destrozando las estrellas en el cielo... bueno, eso sonaba optimista. Esa parte tenía una interpretación obvia para cualquiera que hubiese tenido el desarrollo adecuado. Estaba describiendo un futuro donde la humanidad había ganado, más o menos. No era lo que Harry usualmente pensaba cuando contemplaba las estrellas, pero desde una perspectiva verdaderamente adulta, las estrellas eran enormes acumulaciones de materiales brutos valiosos que infortunadamente se habían encendido y necesitaban ser dispersados y apagados. Si estabas tocando las enormes reservas de hidrógeno-helio en busca de materiales brutos, eso indicaba que tu especie había crecido con éxito.
A menos que la profecía se estuviera refiriendo a algo completamente diferente. Dumbledore podría haber malinterpretado algunas palabras de los videntes... pero su mensaje para Harry parecía indicar que hubiese una profecía sobre Harry destrozando personalmente las estrellas, en un futuro cercano. Lo que parecía más potencialmente preocupante, aunque de ninguna manera una certeza verdadera, ni algo malo si resultaba ser verdad...
Harry dio un suspiró. Empezaba a entender, durante las largas horas antes de que lo venciera el sueño la noche anterior, justo lo que implicaba el último mensaje de Dumbledore.
En retrospectiva los eventos de 1991-1992 del año escolar de Hogwarts habían sido una experiencia aterradora hasta los huesos, ahora que Harry comprendía lo que estaba viendo.
No solamente porque Harry se hubiese mantenido en la frecuente compañía de su buen amigo el Señor Voldemort. Ni siquiera eso era tan importante.
Era la visión de una extraña línea del Tiempo que Albus Dumbledore había conducido a través de la estrecha cerradura del destino, como una hebra del tamaño de un cabello de posibilidades enhebrada a través del ojo de una aguja.
Las profecías habían instruido a Dumbledore para hacer que la inteligencia de Tom Riddle fuera copiada dentro del cerebro de un mago infante que luego creciera para aprender ciencia Muggle. ¿Qué decía eso sobre la posible forma del Futuro, si esa era la primera o mejor estrategia que los videntes podían hallar que no condujera a la catástrofe?
Harry podía ver en retrospectiva el Juramento Inquebrantable que había realizado, y concluir que de no ser por ese Juramento, el desastre podría haber sido puesto en movimiento ayer cuando Harry había querido destruir el Estatuto Internacional del Secreto. Lo que por lo tanto sugería fuertemente que las muchas profecías que Dumbledore había leído y cuyas instrucciones él había seguido, habían asegurado de alguna manera que Harry y Voldemort hicieran colisión de la manera exactamente correcta para causar que Voldemort pudiera forzar a Harry a realizar el Juramento Inquebrantable. Que el Juramento Inquebrantable había sido parte de la estrecha cerradura del Tiempo, una de las precondiciones improbables para permitir que las personas de la Tierra pudieran sobrevivir.
Un Juramento cuyo único propósito era proteger a todos de la actual estupidez de Harry.
Era como ver una cinta de vídeo de un accidente de tráfico que casi te había ocurrido a ti, donde recordabas que otro carro casi te había golpeado por unos pocos centímetros, y el vídeo mostraba también que alguien había arrojado un pedrusco de la manera exactamente correcta para causar que un enorme camión no fuera parte de la casi-colisión, y si ese pedrusco no hubiese sido arrojado entonces tú y toda tu familia en el automóvil y tu planeta entero habrían sido golpeados por el camión, lo que, en la metáfora, representa tu absoluta falta de inconsciencia.
Harry había sido advertido, había sabido en algún nivel que el Juramento no lo habría detenido por completo, y aún así él de todos modos casi había tomado la decisión incorrecta y destruido el mundo. Harry podía mirar para atrás y ver eso, sí, el Harry-alterno sin Juramento habría tenido problemas aceptando el razonamiento de que no podrías sanar mágicamente a los Muggles tan rápido como fuera posible. Si el Harry-alterno hubiese reconocido el peligro aunque fuera un poco, lo habría racionalizado, intentado descubrir alguna manera ingeniosa para bordear el problema y se hubiese rehusado a aceptar esperar unos cuantos años antes de hacerlo, y así el mundo habría llegado a su fin. Incluso tras todas las advertencias que Harry había recibido, todavía no habría funcionado sin el Juramento Inquebrantable.
Una diminuta hebra del Tiempo, siendo enhebrada a través del ojo de una aguja.
Harry no sabía cómo manejar esta revelación. Las emociones de los seres humanos no habían evolucionado para lidiar con ese tipo de situación. Todo lo que Harry podía hacer era contemplar lo cerca que había estado del desastre, desastre que podría ocurrir de nuevo si el Juramento estaba a destinado a activarse más de una vez, y pensar...
Pensar...
'No quiero que eso vuelva a ocurrir otra vez' no alcanzaba a ser el pensamiento correcto. Él nunca había querido destruir el mundo para empezar. Harry no carecía de sentimientos protectores hacia la población pensante de la Tierra, esos sentimientos protectores habían sido el problema de alguna manera. Lo que Harry carecía era algún elemento de la visión clara, o estar dispuesto a reconocer conscientemente lo que él ya había sabido muy en su interior.
Y todo lo relacionado con Harry habiendo pasado el año anterior acurrucado al lado del Profesor de Defensa tampoco hablaba muy bien de su intelecto. Incluso parecía apuntar al mismo problema. Había cosas que Harry había sabido o sospechado fuertemente en algún nivel, sin embargo nunca las promovió hacía su atención consciente. Así que había fracasado y casi murió.
Necesito elevar el nivel de mi juego.
Ese era el pensamiento que Harry estaba buscando. Tenía que hacerlo mejor que esto, convertirse en una persona menos estúpida que esto.
Necesito elevar el nivel de mi juego, o fracasar.
Dumbledore había destruido las grabaciones en el Salón de las Profecías y arreglado que ya no se hicieran más grabaciones. Aparentemente había una profecía de que Harry no debía mirar dichas profecías. Y el siguiente pensamiento obvio, que podría o no ser verdad, era que salvar el mundo estaba más allá del alcance de las instrucciones proféticas. Que ganar requería planes que eran demasiado complejos para los mensajes de los videntes, o que la Adivinación no podía ver por alguna razón. De haber algún camino para que Dumbledore pudiera salvar el mundo por sí mismo, entonces las profecías le habrían dicho a Dumbledore cómo hacer eso. En vez de eso las profecías le habían indicado a Dumbledore cómo crear las precondiciones para que un tipo de persona particular pudiera existir; una persona, quizá, que pudiera descifrar un reto más difícil de lo que una profecía podía solucionar directamente. Por eso Harry había sido dejado por su cuenta, para pensar sin guía profética. Si todo lo que Harry hacía era seguir órdenes misteriosas de las profecías, entonces él no iba a madurar en una persona que pudiera realizar dicha tarea desconocida.
Y ahora mismo, Harry James Potter-Evans-Verres seguía siendo una catástrofe ambulante que necesitaba ser limitado con un Juramento Inquebrantable para evitar que él inmediatamente pusiera la Tierra en un camino inevitable hacia la destrucción cuando ya se lo habían advertido. Eso había pasado literalmente ayer, justo un día antes de haber ayudado a Voldemort a casi apoderarse del planeta.
Una cierta línea de Tolkien seguía recorriendo la mente de Harry, la parte donde Frodo se puso el anillo en el Monte de Fuego, y Sauron de repente se dio cuenta del completo idiota que había sido. 'Y la magnitud de su propia locura le fue revelada en un relámpago enceguecedor', o algo por el estilo.
Había una enorme diferencia entre lo que Harry necesitaba ser, y quien era él ahora mismo.
Y Harry no creyó esta vez que, la experiencia de vida, y la pubertad se fueran a encargar de eso automáticamente, aunque podrían ser de ayuda. Aunque si Harry podía crecer en un adulto que en relación a su yo presente fuera lo que un adulto normal era con relación a un niño de once años normal, tal vez eso sería suficiente para conducir a través de la estrecha cerradura del Tiempo...
Tenía que crecer, de algún modo, y no había un camino tradicional establecido ante él para lograr eso.
Entonces le llegó otro pensamiento a Harry de parte de otro trabajo de ficción, más oscuro que Tolkien:
Sólo puedes llegar a la maestría al practicar las técnicas que has aprendido, encarando retos y aprendiendo de dichos retos, usando al máximo las herramientas que te han enseñado, hasta que se rompan en tus manos y quedes a la mitad del desastre absoluto... No puedo crear maestros. Nunca he sabido cómo crear maestros. Vete, entonces, y fracasa... Has sido moldeado en algo que podría emerger del desastre, determinado a rehacer tu Arte. No puedo crear maestros, pero de no haber recibido las enseñanzas, tus oportunidades serían inferiores. El camino superior empieza después de que el Arte parece haberte fallado; aunque la realidad es que fuiste tú quien le falló a tu Arte.
No era que Harry hubiese escogido el camino incorrecto, no era que el camino hacia la cordura estuviera en algún lugar por fuera de la ciencia. Sin embargo leer documentos científicos no había sido suficiente. Todos los documentos de psicología cognitiva sobre los errores conocidos en el cerebro humano y ese tipo de cosas habían ayudado, pero no habían sido suficientes. Había fracasado en alcanzar lo que Harry estaba comenzando a comprender era un estándar sorprendente por su superioridad de ser tan, asombroso e increíblemente racional que de hecho empiezas a lograr que las cosas salgan del modo correcto, y no solamente tener un lenguaje elegante para describir después todo lo que habías hecho mal. Harry podía ver en retrospectiva y aplicar ideas como 'cognición motivada' para ver dónde se había descarrilado durante el año anterior. Eso contaba para algo, cuando se trataba de ser más cuerdo en el futuro. Eso era mejor a no tener ni idea de lo que había hecho mal. Pero eso todavía no era ser la persona que podía pasar a través de la estrecha cerradura del Tiempo, la forma adulta cuya posibilidad Dumbledore había sido instruido por los videntes para crear.
Necesito pensar más rápido, crecer más rápido... ¿Cuán solo estoy, cuán solo voy a estar? ¿Estoy cometiendo el mismo error que cometí durante la primera batalla del Profesor Quirrell, cuando no me di cuenta que Hermione tenía capitanes? ¿El error que cometí cuando no informé a Dumbledore sobre la sensación de peligro, una vez que me di cuenta que Dumbledore probablemente no estaba loco ni era malvado?
Ayudaría que los Muggles tuvieran clases para este tipo de cosas, pero no era ese el caso. Quizá Harry podía reclutar a Daniel Kahneman, fingir su muerte, rejuvenecerlo con la Piedra, y ponerlo a cargo de inventar mejores métodos de entrenamiento...
Harry sacó la Varita de Saúco de su túnica, contempló de nuevo la madera gris-oscura que Dumbledore le había entregado a él. Harry había intentado pensar más rápido esta vez, e intentado completar el patrón implicado por la Capa de Invisibilidad y la Piedra de la Resurrección. La Capa de invisibilidad había poseído el poder legendario de esconder a su dueño, y el poder escondido de permitir a su dueño esconderse de la Muerte misma en la Forma de Dementores. La Piedra de la Resurrección tenía el poder legendario de invocar una imagen de los muertos, y luego Voldemort la había incorporado en su sistema horrocrux para permitir que su espíritu se moviera con libertad. La segunda Reliquia de la Muerte era un componente potencial de un sistema de verdadera inmortalidad que Cadmus Peverell nunca había completado, tal vez porque tenía ética.
Y quedaba la tercera Reliquia de la Muerte, la Varita de Saúco de Antioch Peverell, la leyenda afirmaba que pasaba de un mago a otro mago más fuerte, y hacía que su portador fuera invencible contra ataques ordinarios; esa era la característica más conocida y manifiesta...
La Varita de Saúco había pertenecido a Dumbledore, quien había estado intentando prevenir la Muerte del mundo mismo.
El propósito de la Varita de Saúco siempre yendo hacia el vencedor podría ser para encontrar al mago vivo más fuerte y darle aún más poder, en caso de que hubiese alguna amenaza para toda la especie; podría ser una herramienta secreta para derrotar a la mismísima Muerte en su forma como la destructora de mundos.
Aunque si había un poder más elevado dentro de la Varita de Saúco, no se había presentado así ante Harry basado en esa suposición. Harry había levantado la Varita de Saúco y le había hablado, nombrado a sí mismo como un descendiente de Peverell que había aceptado la misión de su familia; le prometió a la Varita de Saúco que haría lo mejor para salvar al mundo de la Muerte, y tomar el deber de Dumbledore. Y la Varita de Saúco no había respondido con más fuerza a su mano que antes, rehusando su intento de dar un salto en la historia. Tal vez Harry necesitaba primero dar su golpe verdadero contra la Muerte de los mundos antes de que la Varita de Saúco lo reconociera; el heredero de Ignotus Peverell ya había derrotado a la sombra de la Muerte, y el heredero de Cadmus Peverell ya había sobrevivido la Muerte de su cuerpo, cuando sus respectivas Reliquias de la Muerte revelaron sus secretos.
Al menos Harry se las había arreglado para deducir que, contrario a la leyenda, la Varita de Saúco no contenía un núcleo de 'pelo de Thestral'. Harry había visto a los Thestrals, y eran caballos esqueléticos con piel suave y sin crin sobre sus cabezas como de calavera, ni cresta sobre sus colas huesudas. Sin embargo lo que verdaderamente era el núcleo dentro de la Varita de Saúco, Harry todavía no sentía que lo supiera; ni había sido capaz de hallar, en ningún lugar de la Varita de Saúco, el círculo-triangulo-línea de las Reliquias de la Muerte que tendría que haber estado presente.
"Supongo que," Harry le murmuró a la Varita de Saúco, "¿no podrías simplemente decírmelo?"
Ninguna respuesta provino de la varita con globos nudosos; nada más una sensación de gloria y poder contenido, que lo vigilaba con escepticismo.
Harry suspiró, y puso la varita más poderosa del mundo de vuelta en su túnica escolar. La iba a dominar eventualmente, y ojalá a tiempo.
Quizá más rápido, si había alguien que lo pudiera ayudar en su investigación.
Harry era consciente en algún nivel - no, necesitaba dejar de ser consciente de las cosas en algún nivel y solamente empezar a ser consciente y punto - Harry era explícita y conscientemente consciente de que estaba rumiando sobre el Futuro principalmente para distraerse a sí mismo de la llegada inminente de Hermione Granger. Quien iba a recibir el alta de San Mungo, pues iba a despertar muy temprano esa mañana, y quien luego vendría por Flu con el Profesor Flitwick de vuelta a Hogwarts. Después de lo cual le iba a decir al Profesor Flitwick que necesitaba hablar con Harry Potter de inmediato. Ya Harry había recibido una nota de sí mismo sobre eso, cuando Harry había despertado tarde esa mañana cuando el Sol ya había salido en el dormitorio de Ravenclaw. Había leído la nota, y luego usó el Giratiempo para regresar antes de la hora del alba cuando Hermione Granger iba a llegar.
Ella realmente no va a estar enojada conmigo.
...
En serio. Hermione no es ese tipo de persona. Quizá lo era al principio del año pero ahora ella es demasiado consciente de sí misma como para caer en eso.
...
¿A qué te refieres con, '...'? Si tienes algo para comentar, voz interior, ¡sólo dilo! Estamos intentado ser más conscientes de nuestros propios procesos de pensamiento, ¿recuerdas?
...
El cielo se había puesto totalmente gris-azul, Sol apenas visible después del alba, para cuando Harry escuchó los sonidos de pasos proviniendo de la escalera que llevaba a la terraza desde su nueva oficina. A toda prisa Harry se puso de pie y empezó a alisar su túnica; y luego, dándose cuenta de lo que estaba haciendo, detuvo el movimiento producto de los nervios. Acababa de derrotar a Voldemort, maldición, no tenía por qué estar tan nervioso.
La cabeza de la joven bruja y sus rizos castaños aparecieron en la apertura de la terraza y echaron un vistazo alrededor. Luego siguió subiendo, parecía casi correr sobre los escalones de la escalera, como si estuviera caminando sobre un andén ordinario sólo que verticalmente; de haber parpadeado Harry no habría visto, como uno de los zapatos de ella se había apoyado sobre el escalón más alto de la escalera y luego tras un instante ella brincó ligera sobre la terraza.
Hermione. Los labios de Harry se movieron alrededor de la palabra, sin embargo no produjeron sonido alguno.
Había algo que Harry había tenido la intención de decir, pero se le había olvidado.
Tal vez pasó un cuarto de minuto, sobre la terraza, antes de que Hermione Granger pudiera hablar. Estaba vistiendo su uniforme de bordes azules, y la corbata de azul-bronce propia de su Casa.
"Harry," dijo Hermione Granger, una voz terriblemente familiar que casi pone lágrimas sobre los ojos de Harry, "antes de hacerte todas las preguntas, me gustaría empezar diciendo que muchas gracias por, pues, lo que sea que hayas hecho. Lo digo en serio, de verdad. Gracias."
"Hermione," Harry pronunció, y tragó saliva. La frase puedo tener el permiso para abrazarte, que Harry había imaginado usando como línea de apertura, parecía imposible de decir. "Bienvenida. Aguarda un momento mientras pongo algunos hechizos de privacidad." Harry sacó la Varita de Saúco de su túnica, sacó un libro de su monedero que abrió donde tenía un separador, y luego pronunció cuidadosamente "Homenum Revelio," junto con otros dos Encantamientos de seguridad recientemente adquiridos que Harry apenas y era capaz de invocar si usaba la Varita de Saúco. Aunque no era mucho, era mejor seguridad marginal que nada más confiar en la Profesora Vector.
"Tienes la varita de Dumbledore," Hermione declaró. Su voz era baja, y de todos modos imponía silencio como si fuera una avalancha en el aire de la mañana. "¿Y la puedes usar par lanzar hechizos de cuarto año?"
Harry asintió, haciendo una nota mental para ser cuidadoso sobre quién lo veía hacer eso. "¿Está bien si te abrazo?"
Hermione se movió ligera hacia él; sus movimientos eran peculiarmente ágiles, con mayor gracia que antes. Sus movimientos parecían irradiar un aire de algo puro e intacto, recordando a Harry otra vez lo pacífica que se veía Hermione cuando estaba durmiendo sobre el altar de Voldemort -
La realidad golpeó a Harry como una tonelada de ladrillos, o al menos como un kilogramo de ladrillos.
Y Harry abrazó a Hermione, sintiendo lo viva que ella parecía. Sintió deseos de llorar, y lo suprimió, porque no sabía si realmente era un deseo propio o si era el aura de ella que lo afectaba.
Los brazos de Hermione a su alrededor eran gentiles, excesivamente ligeros en su presión, como si ella fuera deliberadamente cuidadosa para no partir el cuerpo de él a la mitad como si fuera un palillo de dientes usado.
"Entonces," Hermione dijo, una vez que Harry la dejó ir. Su joven rostro se veía muy serio, e igualmente puro e inocente. "No le conté a los Aurores que estuviste allí, o que fue el Profesor Quirrell y no Quien-Tú-Sabes el que asesinó a todos los Mortífagos. El Profesor Flitwick únicamente permitió que me dieran una gota de Veritaserum, así que yo no lo tenía que responder. Nada más les informé que el trol era la última cosa que yo recordaba."
"Ah," Harry habló. Por alguna razón estaba mirando fijamente la nariz de Hermione en vez de sus ojos. "¿Qué es lo que crees que sucedió, exactamente?"
"Bueno," Hermione Granger contestó pensativa, "Yo fui devorada por un trol, lo que francamente no quisiera volver a experimentar, y luego hubo una explosión realmente fuerte y mis piernas habían regresado, y estaba acostada sobre un altar de piedra en la mitad de un cementerio dentro de un bosque oscuro iluminado por la luna que nunca había visto antes, con las manos cercenadas de alguien cogiendo mi garganta. Así que verá, Sr. Potter, encontrándome a mí misma en una situación tan rara y oscura y aterradora, no iba a cometer el mismo error que cometí la última vez con Tracey. supe de inmediato que tenías que haber sido tú."
Harry asintió. "Buena deducción."
"Te llamé por tu nombre, pero no respondiste," prosiguió Hermione. "Me senté y una de las manos ensangrentadas se deslizó por toda mi túnica, dejando pequeños pedazos de carne encima mío. Sin embargo no grité, ni siquiera cuando miré alrededor y observé todas las cabezas y cuerpos y me di cuenta de qué era el olor." Hermione se detuvo, respiró profundamente otra vez. "Vi las máscaras de calavera y comprendí que las personas muertas eran Mortífagos. Supe de inmediato que el Profesor de Defensa había estado allí contigo y los había matado a todos, aunque no me di cuenta de que el cuerpo del Profesor Quirrell también estaba allí. No me di cuenta que era él ni siquiera cuando el Profesor Flitwick estaba revisando el cuerpo. Se veía... diferente, al estar muerto." La voz de Hermione bajó un poco más. Se mostraba humilde por alguna razón, de un modo que Harry no recordaba haber visto a menudo. "Me dijeron que David Monroe sacrificó su vida para traerme de vuelta, del mismo modo en que tu madre se sacrificó para salvarte a ti, así que el Señor Oscuro explotó otra vez cuando intentó tocarme. Estoy bastante segura de que esa no es toda la verdad, pero... Pensé muchas cosas desagradables sobre nuestro Profesor de Defensa que nunca debí haber pensado."
"Ah," Harry pronunció.
Hermione asintió solemnemente, juntó sus manos frente a ella como si estuviera en penitencia. "Sé que probablemente eres demasiado bueno como para decirme las cosas que tienes el derecho de decirme, así que yo las voy a decir en tu lugar, Harry. Tú tenías la razón sobre el Profesor Quirrell, y yo estaba equivocada. Así me lo advertiste. David Monroe era un poco Oscuro y mucho de Slytherin, y fue infantil de mi parte creer que eso era lo mismo que ser malvado."
"Ah..." Harry habló. Esto era muy difícil de explicar. "De hecho, el resto del mundo no sabe esta parte, ni siquiera la Directora. Sin embargo de hecho tú tenías la razón sobre él en un ciento veinte por ciento al creer que él era malo, y para futuras referencias voy a recordar que aunque 'Oscuro' y 'malvado' no son técnicamente lo mismo, hay una correlación enormemente grande."
"Oh," dijo Hermione, y guardó silencio.
"¿No vas a recalcar que tú me lo advertiste?" preguntó Harry. Su modelo mental de Hermione estaba gritando: ¡TE LO DIJE! ¿ACASO NO TE LO DIJE, SR. POTTER? ¿ACASO NO TE LO DIJE? ¡EL PROFESOR QUIRRELL ES MAAAALOOO, TE LO DIJE, PERO NO ME ESCUCHASTE!
La Hermione real solamente sacudió su cabeza. "Sé que él te importaba mucho," ella declaró suavemente. "Ya que yo tenía la razón después de todo... Sabía que probablemente ibas a sufrir mucho cuando fuera revelado que el Profesor Quirrell era malo, y que no sería un buen momento para recalcar que yo te lo dije. O sea, eso fue lo que decidí cuando estaba pensando sobre esto varios meses atrás."
Gracias, Señorita Granger. Harry estaba contento de que ella hubiese pronunciado eso, porque, de otro modo no se habría sentido como que era Hermione.
"Entonces, Sr. Potter," inquirió Hermione Granger, tocando con sus dedos su túnica a la altura de sus muslos. "Después de que la medi-bruja extrajo mi sangre, dejó de doler de inmediato, y cuando me limpié la pequeña mancha de sangre en mi brazo, no pude encontrar dónde me había pinchado la aguja. Doblé algo del metal del marco de mi cama sin mucho esfuerzo, y aunque no he tenido oportunidad de comprobarlo todavía, siento que debo ser capaz de correr realmente rápido. Las uñas de mis manos son de un blanco perlado y brillantes aunque no recuerdo haberlas pintado. Y mis dientes también se ven iguales, lo que, siendo la hija de dentistas, me pone nerviosa. No es que no esté agradecida, ¿pero qué fue lo que hiciste exactamente?"
"Pues," Harry dudó. "¿Supongo que te estarás preguntando por qué estás irradiando un aura de pureza e inocencia?"
"¿Yo estoy QUÉ?"
"Esa parte no fue mi idea. Honestamente." La voz de Harry se redujo. "Por favor no me mates."
Hermione Granger levantó sus manos en frente de su cara, su mirada tan fija que sus ojos que casi se estaban poniendo bizcos. "Harry, estás insinuando que... o sea, yo irradiando inocencia y siendo tan rápida y grácil y mis dientes de un blanco perlado... ¿acaso mis uñas están hechas de alicornio?"
"¿Alicornio?"
"Es el término para el cuerno de unicornio, Sr. Potter." Hermione Granger intentó morder las uñas de sus dedos, sin mucha suerte. "Entonces, ¿supongo que si revives a una chica ella termina como, llamaban a Daphne, una Chispeante Princesa Unicornio?"
"Eso no es exactamente lo que sucedió," Harry dijo, aunque estaba aterradoramente cerca.
Hermione se sacó el dedo de su boca, con el ceño fruncido. "No lo puedo morder. Sr. Potter, ¿consideró los problemas que voy a tener ahora que es literalmente imposible para mí cortar las uñas de los dedos de mis manos y mis pies?"
"Los gemelos Weasley tienen una espada mágica que te puede servir," Harry ofreció.
"Creo," Hermione Granger declaró firmemente, "que me gustaría saber la historia completa detrás de todo esto, Sr. Potter. Porque conociendo al Profesor Quirrell y conociéndote a ti, tenía que haber algún tipo de plan."
Harry respiró profundamente. Luego exhaló. "Lo siento, es... clasificado. Te lo puedo contar si estudias Oclumancia, pero... ¿lo quieres hacer?"
"¿Quiero estudiar Oclumancia?" Hermione replicó, mostrándose ligeramente sorprendida. "Eso es algo como de sexto año, ¿no es así?"
"Yo la aprendí," Harry afirmó. "Aunque inicié con una ventaja inusual, dudo que realmente importe a la larga. O sea, estoy seguro de que puedes aprender cálculo si estudias con mucho esfuerzo, sin importar a qué edad la aprendan los Muggles usualmente. La pregunta es, pues." Harry estaba controlando su respiración conscientemente. "La pregunta es, si todavía quieres hacer... este tipo de cosas."
Hermione se giró, y contempló hacia el cielo que se estaba iluminando en el Este. "Te refieres a que," ella habló en voz baja, "si quiero seguir siendo un héroe después de recibir una muerte horrible."
Harry asintió, luego dijo "Sí" porque Hermione le estaba dando la espalda, aunque la palabra se sintió atascada en su garganta.
"He estado pensando sobre eso," Hermione comentó. "Fue, de hecho, una muerte excepcionalmente espantosa y dolorosa."
"Yo, pues. Organicé ciertas cosas por si acaso todavía querías ser un héroe. Tuve una breve oportunidad donde no tuve tiempo de consultarte, no podía permitir que me vieras porque esperaba que luego te dieran Veritaserum. Aunque si no te gusta, puedo deshacer la mayor parte de lo que te hice y el resto lo puedes ignorar."
Hermione asintió distante. "Como hacer que todos creyeran que yo... Harry, ¿realmente le hice algo a Quien-Tú-Sabes?"
"No, todo eso fui yo, aunque por favor no se lo digas a nadie. Para que sepas, aquella ocasión en que el Niño-Que-Vivió supuestamente derrotó a Voldemort, en la Noche de la Víspera de los Santos de 1981, esa fue la victoria de Dumbledore y él permitió que todos creyeran que fui yo. Así que ahora yo he derrotado a un Señor Oscuro por primera vez, por lo que ya había recibido crédito antes. Todo llega a un balance eventualmente, supongo."
Hermione siguió con la mirada fija sobre el Este. "Realmente no estoy cómoda con esto," ella pronunció tras un rato. "Las personas creen que he derrotado al Señor Oscuro Voldemort, cuando en realidad yo no he hecho nada... oh, eso es lo mismo por lo que tú has pasado, ¿no es así?"
"Sí. Lamento hacerte pasar por eso. Yo estaba... bueno, estaba intentando crear una identidad separada para ti en la mente de la gente, supongo. No tenía más que una oportunidad y todo tuve que hacerlo precipitadamente y... Después me di cuenta que quizá no tendría que haberlo hecho, pero ya era demasiado tarde." Harry se aclaró su garganta. "Sin embargo, pues. Si quieres hacer algo que de hecho sea digno del modo en que las personas piensan de la Niña-Que-Revivió, pues. Yo podría tener una idea para lo que puedes hacer. Muy pronto, si lo deseas."
Hermione Granger le estaba dando una mirada.
"¡Pero no tienes que hacerlo!" Harry declaró apresurado. "¡Simplemente puedes ignorar todo este asunto y ser la mejor estudiante de Ravenclaw! Si eso es lo que prefieres."
"¿Estás intentando usar psicología inversa conmigo, Sr. Potter?"
"¡No! ¡Honestamente!" Harry respiró profundamente. "Estoy intentando no decidir tu vida por ti. Creo que vi, ayer, creo que vi lo que podría ser tu futuro - pero luego recordé que gran parte de este año la pasé siendo un idiota total. Consideré algunas cosas que Dumbledore me dijo. Me di cuenta que verdaderamente la decisión no es mía. Que tú puedes hacer lo que quieras con tu vida, y que por encima de todas las cosas, la elección tenía que ser tuya. Tal vez tú no quieres ser un héroe después de esto, tal vez quieres convertirte en una gran investigadora mágica porque esa es quien era Hermione Granger realmente después de todo, sin importar de qué están hechas tus uñas ahora. O puedes ir al Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería en América en vez de Hogwarts. No voy a mentir y decir que me gustaría eso, sin embargo realmente depende de ti." Harry se giró hacia el horizonte e hizo un gesto amplio con su mano, como para indicar todo el mundo que estaba más allá de Hogwarts. "Puedes ir a cualquier lugar desde aquí. Puedes hacer cualquier cosa con tu vida. Si quieres ser un tritón rico de sesenta años, puedo hacerlo realidad. Lo digo en serio."
Hermione asintió lentamente. "Tengo curiosidad sobre cómo harías eso exactamente, pero lo que menos quiero es que otros hagan las cosas para mí."
Harry suspiró. "Lo entiendo. Pues..." Harry vaciló. "Creo... si te ayuda saberlo... en mi caso, las cosas fueron amañadas bastante para mí. Por Dumbledore, principalmente, aunque también por el Profesor Quirrell. Tal vez el poder para decidir cómo vivir tu propia vida es algo que te tienes que ganar."
"Vaya, eso suena muy sabio," Hermione dijo. "Como tener a mis padres pagando mi universidad, para que algún día yo pueda conseguir mi propio trabajo. El Profesor Quirrell haciendo que yo regrese a la vida como una Chispeante Princesa Unicornio y tú diciendo a todo el mundo que yo vencí al Señor Oscuro Voldemort es igual a eso, realmente."
"Yo lo siento," Harry habló. "Sé que tendría que haberlo hecho diferente, sin embargo... No tuve mucho tiempo para planear y estaba exhausto y realmente no estaba pensando con claridad -"
"Estoy agradecida, Harry," Hermione afirmó, con voz más suave. "Estás siendo demasiado duro contigo mismo, incluso. Por favor no te tomes seriamente lo que te digo cuando soy sarcástica. No quiero ser el tipo de chica que regresa de la muerte, y luego empieza a quejarse por los superpoderes que obtuvo y que sus uñas de alicornio son del tono incorrecto de blanco perlado." Hermione se dio la vuelta, otra vez estaba contemplando el Este. "Pero, Sr. Potter... si yo sí decido que morir una muerte horrible no es suficiente para hacerme re-pensar las decisiones de vida... no que ya haya decidido hacer eso... ¿entonces qué va a ocurrir después?"
"Haré lo mejor que pueda para apoyar tus decisiones de vida," Harry declaró firmemente. "Sin importar cuales sean."
"Ya tienes una misión preparada para mí, supongo. Una misión linda y segura donde no hay oportunidad de que yo salga lastimada otra vez."
Harry frotó sus ojos, sintiéndose cansado por dentro. Era como si pudiera escuchar la voz de Albus Dumbledore dentro de su cabeza. Perdóname, Hermione Granger... "Lo siento, Hermione. Si decides seguir ese camino voy a tener que ser tu Dumbledore, y eso implica no contarte algunas cosas. Manipularte, aunque sea sólo por un corto tiempo. Creo que hay algo que tú podrías ser capaz de hacer ahora, algo real, algo digno del modo en que las personas piensan sobre la Niña-Que-Revivió... que tú incluso podrías llamar destino... aunque al fin y al cabo no es más que una misión, Yo sé mucho menos de lo que Dumbledore sabía. ¿Estás dispuesta a arriesgar la vida que acabas de recuperar?"
Hermione se giró a verlo, sus ojos abiertos por la sorpresa. "¿Arriesgar mi vida?"
Harry no asintió, porque eso habría sido plena mentira. "¿Estás dispuesta a hacer eso?" Fue lo que Harry exclamó. "La misión que yo creo que podría ser tu destino - y no, no conozco ninguna profecía específica, no es más que una suposición - involucra descender dentro de un tipo de infierno literalmente."
"Pensé..." Hermione dijo. Sonaba incierta. "Pensé que seguramente después de esto, la Profesora McGonagall y tú no iban a... ya sabes... dejarme hacer cualquier cosa que fuera peligrosa nunca jamás."
Harry nada dijo, sintiéndose culpable por el falso crédito que estaba recibiendo en su relación. El hecho era que Hermione tenía un modelo tremendamente preciso de él, y que si no fuera porque Hermione tenía un horrocrux, la superficie del planeta Venus había descendido a la temperatura de una fracción Kelvin antes de que Harry hubiese intentado esto.
"En una escala de cero a cien, ¿de cuánto descenso literal al Infierno estamos hablando?" preguntó Hermione. La niña se mostró un poco preocupada.
Harry calibró su escala mentalmente, recordando Azkaban. "¿Quizá ochenta y siete?"
"Eso suena como algo que debería hacer cuando sea mayor, Harry. Hay una diferencia entre ser un héroe y ser un completo lunático."
Harry sacudió su cabeza. "No creo que el riesgo vaya a cambiar demasiado," Harry afirmó, dejando de lado la cuestión de cuánto riesgo había realmente, "y es el tipo de cosas que es mejor hacer pronto, si hay alguien para que las haga."
"Y mis padres no pueden votar al respecto," Hermione inquirió. "¿O sí?"
Harry se encogió de hombros. "Ambos sabemos lo que ellos votarían, y puedes tomar eso en consideración si lo deseas. Ah, pedí que el Doctor y la Doctora Granger no fueran informados todavía de que tú estabas con vida. Se pueden enterar cuando regreses de tu misión, si eliges aceptar. Eso me pareció más... amable con los nervios de tus padres, así sólo reciben una sorpresa placentera, en vez de tener que preocuparse sobre, pues, cosas."
"Vaya, eso es muy considerado de tu parte," Hermione dijo. "Es lindo ver que estás tan preocupado por sus sentimientos. ¿Puedo considerar esto por un par de minutos?"
Harry hizo un gesto hacia el cojín que había puesto frente al suyo, y Hermione se movió hacia allí con gracia fluida, y se sentó para mirar más allá de los límites del castillo, todavía irradiando paz por todo el lugar. Realmente necesitaban hacer algo sobre eso, quizá pagar a alguien para inventar una Poción Anti-pureza.
"¿Tengo que decidir sin conocer cuál es la misión?" Hermione interrogó.
"Oh rayos que no," Harry exclamó, pensando en una conversación similar antes de su propio viaje a Azkaban. "Este es el tipo de cosa que tienes que elegir por ti misma si la vas a hacer. Me refiero a que es uno de los requerimientos de la misión. Si dices que quieres seguir siendo un héroe, después te voy a contar sobre la misión - después de que hayas tenido algo de tiempo para comer y hablar con las personas y te puedas recuperar un poco - y entonces tú decidirás si es algo que quieres hacer. Y por adelantado vamos a comprobar si regresar de la muerte te ha permitido invocar el hechizo que los magos normales creen que es imposible, antes de que vayas."
Hermione asintió, y volvió a guardar silencio.
El cielo se había iluminado más para cuando Hermione volvió a hablar.
"Tengo miedo," Hermione le confió, casi con un susurro. "No de volver a morir, o no solamente eso. Tengo miedo de no ser lo suficientemente buena. Tuve mi oportunidad de derrotar a un trol, y en vez de eso yo resulté muerta -"
"Ese era un trol potenciado por Voldemort como un arma, además él saboteó tus objetos mágicos, para que sepas."
"Yo morí. Y tú mataste al trol, de alguna manera, Creo que recuerdo esa parte, ni siquiera te retrasó." Hermione no estaba llorando, ninguna lágrima fulguraba sobre sus mejillas, simplemente tenía la mirada perdida sobre el cielo luminoso donde el Sol iba a aparecer. "Y luego me hiciste regresar como una Chispeante Princesa Unicornio. Yo sé que yo no podría haber hecho eso. Tengo miedo de que nunca seré capaz de hacer eso, sin importar lo que las personas crean de mí."
"Esta situación es donde tu viaje empieza, creo -" Harry hizo una pausa. "Disculpa, no debería intentar influenciar tu decisión."
"No," Hermione murmuró, todavía contemplando fijamente las montañas por debajo de ella. "No, Harry, quiero escuchar eso."
"De acuerdo. Pues. Creo que este es tu punto de partida. Todo lo que ha pasado hasta ahora... te pone en el mismo lugar donde yo inicié en Septiembre, cuando yo pensaba que no era más que un niño prodigio, y entonces descubrí algo nuevo con lo que yo me necesitaba comparar. Si no te estuvieran comparando conmigo y mi," patrón cognitivo adulto copiado de Tom Riddle, "lado oscuro... entonces habrías sido la estrella más brillante de Ravenclaw, quien organizó su propia compañía para combatir a los abusones de la escuela y mantuvo su cordura al ser atacada por Voldemort, todo eso con tan sólo doce años. Lo investigué, tú tienes mejores calificaciones que Dumbledore en su primer año." Caso aparte la calificación de Defensa, porque eso no fue más que Voldemort siendo Voldemort. "Ahora tienes algunos poderes, y un reputación con la que vivir, y el mundo está a punto de entregarte algunas tareas difíciles. Ahí es donde todo inicia para ti, al igual que inició para mí. No te creas tan poca cosa." Y en ese momento Harry cerró su boca con fuerza, porque estaba convenciendo a Hermione con sus palabras y eso no era lo correcto. Al menos se las había arreglado para detenerse antes de la parte donde le preguntaba, si ella no podía ser un héroe con todo eso, exactamente quién pensaba ella que lo podía ser.
"Sabes," Hermione le dijo al horizonte, aún sin ver a Harry, "tuve una conversación como esta con el Profesor Quirrell, una vez, sobre ser un héroe. Él me estaba tratando de disuadir, por supuesto. Aunque aparte de eso, esto se siente como cuando él discutió conmigo, por alguna razón."
Harry mantuvo sus labios cerrados. Dejar que las personas pudieran tomar sus propias decisiones era difícil, porque significaba que se les permitía tomar las decisiones incorrectas, sin embargo era como debía ser.
Hermione habló cuidadosamente, los bordes azules de su uniforme de Hogwarts parecieron resplandecer más contra su túnica negra a medida que el cielo a su alrededor se ponía más luminoso; ya no había más estrellas en el Oeste. "El Profesor Quirrell me contó, afirmó que él fue un héroe una vez. Pero que las personas no lo ayudaron lo suficiente, así que se rindió y se fue a hacer algo más interesante. Le dije al Profesor Quirrell que no había sido correcto de su parte hacer eso - lo que en realidad pronuncié fue 'eso es horrible'. El Profesor Quirrell replicó que, sí, tal vez él era una persona horrenda, ¿sin embargo en dónde dejaba eso al resto de personas que ni siquiera habían llegado a intentar ser héroes alguna vez? ¿Eran ellos peores que él? Y en ese momento no supe qué responder. O sea, está mal afirmar que únicamente los héroes estilo Gryffindor son buenas personas - aunque pienso que desde la perspectiva del Profesor Quirrell solamente las personas con grandes ambiciones tienen derecho a respirar. Y yo no creo eso. Sin embargo también parece incorrecto dejar de ser un héroe, alejarse como él lo hizo. Así que nada más me quedé ahí parado viéndome como una tonta. Pero ahora sé lo que yo tendría que haberle dicho en ese momento."
Harry controló su respiración.
Hermione se levantó de su cojín, y se giró para encarar a Harry. "Ya no voy a seguir intentando ser una heroína," anunció Hermione Granger con el cielo del Este resplandeciendo a su alrededor. "Nunca tendría que haber seguido esa línea de pensamiento. Solamente hay personas que hacen lo que pueden, cada vez que pueden. Y también hay personas que ni siquiera intentan hacer lo que pueden, y sí, esas personas están haciendo algo malo. No voy a volver a intentar ser un héroe de nuevo. No voy a pensar en términos heroicos si puedo evitarlo. Pero no voy a dejar de hacer lo que puedo hacer - o algo por el estilo, o sea, no soy más que humana." Harry nunca había comprendido lo que se suponía era tan misterioso con respecto a la Mona Lisa, aunque de haber podido tomar una foto de la sonrisa de resignación/regocijo de Hermione en ese momento, tenía la sensación de que la podría haber observado durante horas sin entender, y que Dumbledore la podía haber leído de un vistazo. "No voy a aprender mi lección. yo voy a ser así de estúpida. Voy a seguir intentando hacer todo lo que pueda, o al menos algo de lo que puedo - oh, ya sabes a qué me refiero. Incluso si significa arriesgar mi vida otra vez, siempre y cuando valga la pena el riesgo y no sea algo, ya sabes, realmente estúpido. Esa es mi respuesta." Hermione respiró profundamente, su rostro resuelto. "Así que, ¿hay algo que yo pueda hacer?"
La garganta de Harry estaba cerrada. Metió la mano dentro de su monedero, y con lenguaje de señas transmitió C-A-P-A ya que era incapaz de hablar, y sacó el derrame fuliginoso que era la Capa de Invisibilidad, y se la ofreció a Hermione por última vez. Harry tuvo que forzar las palabras por fuera de su garganta. "Esta es la Verdadera Capa de Invisibilidad," Harry declaró casi con un susurro, "la Reliquia de la Muerte que pasó desde Ignotus Peverell a sus herederos, los Potter. Y ahora es tuya -"
"¡Harry!" Hermione protestó. Sus manos se cruzaron sobre su pecho, como para protegerse a sí misma del regalo atacante. "¡No tienes que hacer esto!"
"Yo sí tengo que hacer esto. he abandonado el camino que me deja ser un héroe, No puedo correr el riesgo de una aventura, jamás. Y tú... puedes." Harry levantó la mano que no sostenía la Capa, y se limpió sus ojos. "Esto fue fabricado para ti, creo. Para la persona en que te vas a convertir." Un arma para combatir la Muerte, en su forma como la sombra de la desesperación que cae sobre las mentes humanas y les quita su esperanza para el futuro; vas a combatir eso, espero, en más formas que los meros Dementores... "No te la prestó a ti, mi Capa, sino que te la regalo, Hermione Jean Granger. Para siempre debes protegerla bien."
Lentamente, Hermione extendió su mano, y cogió la Capa, mostrándose como si ella misma estuviera intentando no llorar. "Gracias," ella murmuró. "Creo... aunque ya no me rijo por la noción heroica... Creo que siempre fuiste, desde el día en que te conocí, mi misterioso mago anciano."
"Y yo creo," Harry dijo, su propia garganta medio cerrada, "incluso si ahora niegas esa manera de pensar, creo que siempre estuviste destinada a volverte, desde el mismo principio de la historia, el héroe." ¿En quién debe convertirse Hermione Granger, qué forma adulta debe ella tomar al crecer, para atravesar la estrecha cerradura del Tiempo? Tampoco conozco la respuesta a eso, al igual que no puedo imaginarme a mí mismo como adulto. Pero los próximos pasos delante de ella me parecen más claros que los míos...
Harry permitió que la Capa se fuera, y pasó de sus manos a las de ella.
"Está cantando," Hermione dijo. "Está cantando para mí." Ella levantó su mano, y limpió sus propios ojos. "No puedo creer que hiciste eso, Harry."
La otra mano de Harry salió de su monedero, ahora con una larga cadena dorada, al final de la cual colgaba un caparazón dorado cerrado. "Y esta es tu máquina del tiempo personal."
Hubo una pausa, durante la cual el planeta Tierra avanzó un poco más en la rotación de su órbita.
"¿Qué?" cuestionó Hermione.
"Un Giratiempo, así la llaman. Hogwarts tiene unos cuantos a su disposición para entregar a algunos estudiantes, yo recibí uno al principio del año para tratar mi desorden de sueño. Permite que su usuario regrese en el tiempo, entre una y seis horas, que yo usé para tener seis horas de estudio extra al día para estudiar. Y para desaparecer de clase de Pociones entre otras cosas. No te preocupes, un Giratiempo no puede cambiar la historia ni generar paradojas que puedan destruir el universo."
"Estabas siguiéndome el paso durante las lecciones con seis horas de estudio extra al día usando una máquina del tiempo." Hermione Granger parecía tener problemas con este concepto por alguna razón inexplicable.
Harry hizo que su cara pareciera confundida. "¿Hay algo raro con eso?"
Hermione extendió su mano y cogió el collar dorado. "Supongo que no para los estándares mágicos," ella replicó. Por alguna razón su voz sonó bastante afilada. Organizó la cadena alrededor de su cuello, ubicando el reloj de arena dentro de su túnica. "Aunque me siento mejor de haber seguido tu ritmo, así que gracias por eso."
Harry aclaró su garganta. "Además, ya que Voldemort eliminó a la Casa de Monroe y entonces, hasta donde todo el mundo cree, tú los vengaste al asesinar a Voldemort, hice que Amelia Bones hiciera presión sobre lo que resta del Wizengamot para aprobar una moción, declarando que Granger ahora es una Casa Noble de Bretaña."
"¿Disculpa?" espetó Hermione.
"Eso también te hace la única heredera de una Casa Noble, lo que significa que para obtener tus derechos legales nada más necesitas superar tu Título Indispensable de Magia Ordinaria, ya organicé todo para que los hagamos juntos al final del verano por lo que tenemos algo de tiempo para estudiar. Si estás de acuerdo con eso, claro."
Hermione Granger produjo un tipo de sonido agudo que, en un dispositivo menos orgánico, habría indicado un fallo del motor. "¿Tengo dos meses para estudiar para mis TIMOS?"
"Hermione, es una prueba diseñada para que la mayoría de estudiantes de quince años la puedan pasar. Estudiantes de quince años ordinarios. Podemos obtener una calificación con hechizos de poder de bajo nivel de tercer año si aprendemos el conjunto correcto de hechizos, y eso es todo lo que necesitamos para la mayoría de clases. Aunque tendrás que aceptar las calificaciones de Aceptable en vez de los Extraordinarios a los que estas acostumbrada."
Los ruidos agudos proviniendo de Hermione Granger se hicieron aún más agudos.
"Aquí está tu varita." Harry la sacó de su monedero. "Y tu propio monedero, me aseguré de que pusieran de vuelta todo lo que estaba allí cuando tú moriste." Ese monedero Harry lo extrajo de una de los bolsillos normales de su túnica, ya que tenía reluctancia de poner una bolsa de contención dentro de una bolsa de contención sin importar qué se suponía que fuera inofensivo siempre y cuando ambos dispositivos hubiesen sido fabricados observando todas las precauciones de seguridad.
Hermione cogió su varita, y luego su monedero, los movimientos de alguna manera se veían gráciles aún cuando sus dedos estuvieran temblando un poco.
"Veamos, qué otra cosa... el juramento que hiciste hacia la Casa Potter requería que me sirvieras hasta 'el día de tu muerte', por lo que ahora eres libre por completo. Y justo después de tu muerte yo hice que los Malfoy hicieran la declaración pública de que tú eras inocente de todos los cargos en el intento de homicidio de Draco."
"Vaya, gracias de nuevo, Harry," reiteró Hermione Granger. "Eso fue muy amable de tu parte, y de ellos también, supongo." Repetidamente ella estaba peinando sus rizos castaños con sus dedos, como si, al organizar su cabello, ella pudiera restaurar la cordura en su vida.
"Por último pero no menos importante, hice que los duendes dieran inicio al proceso de construir una bóveda en Gringotts para la Casa Granger," Harry informó. "Aún no he puesto ningún dinero allí, porque eso era algo con lo que podía esperar y preguntarte primero. Sin embargo si vas a ser un superhéroe que va por ahí corrigiendo cierto tipo de maldades, te ayudaría mucho si las personas consideran que eres parte del estrato social superior y, pues, creo que te podría ayudar si ellos saben que puedes pagar buenos abogados. Puedo poner allí adentro tanto oro como quieras, ya que después de que Voldemort hubiese matado a Nicolás Flamel, terminé como dueño de la Piedra Filosofal."
"Siento como que tendría que estarme desmayando," Hermione dijo con una voz aguda, "¿sólo que no puedo por mis superpoderes y por qué es que los tengo?"
"Si está bien contigo, tus lecciones de Oclumancia empezarán el Miércoles con el Sr. Bester, él puede trabajar contigo una vez al día. Hasta entonces, creo que es mejor que el verdadero origen de tus poderes no sea revelado nada más porque un Legeramente te miré a los ojos. O sea, obviamente hay una explicación mágica normal, nada super-supernatural, pero las personas tienen la tendencia a adorar su propia ignorancia y, bueno, creo que la Niña-Que-Revivió sería más efectiva si permaneces como un misterio. Una vez que el Sr. Bester te de su aprobación y puedas vencer el Veritaserum, te voy a contar toda la historia, lo prometo, incluyendo todos los secretos que nunca le puedes decir a nadie más."
"Eso suena adorable," dijo Hermione Granger. "Espero eso con mucho entusiasmo."
"Aunque vas a necesitar tomar un Juramento Inquebrantable para no hacer cualquier cosa que podría destruir el mundo antes de que te pueda revelar las partes más peligrosas de la historia. Me refiero a que, literalmente no te lo puedo revelar de otro modo, porque yo también tomé un Juramento Inquebrantable. ¿Te parece bien?"
"Seguro," accedió Hermione. "¿Por qué no estaría bien? De todos modos no quiero destruir el mundo."
"¿Necesitas volverte a sentar?" Harry preguntó, sintiéndose alarmado por la forma en que Hermione se balanceaba ligeramente, como siguiendo el ritmo de las palabras que eran pronunciadas.
Hermione Granger respiró profundamente varias veces. "No, estoy perfectamente genial," ella afirmó. "Hay algo más que yo debería saber?"
"Eso es todo. He terminado, al menos por ahora." Harry hizo una pausa. "Comprendo que quieres hacer las cosas por ti misma, no que alguien más las haga por ti. sólo que... tú vas a ser un tipo de héroe más serio, y la única opción sensata para mí es darte todas las ventajas que yo pueda -"
"Entiendo eso bastante bien," Hermione lo interrumpió. "Tras haber perdido una pelea y muerto. Antes yo no lo había entendido, pero ahora sí." Una briza agitó la túnica y el cabello castaño de Hermione, haciendo que se viera más pacífica por el aire del alba, mientras ella alzó una mano y con cuidado la apretó hasta formar un puño. "Si voy a hacer esto, voy a hacerlo bien. Necesitamos medir cuán fuerte yo puedo golpear, y cuán alto yo puedo saltar, y descubrir una forma segura de comprobar si mis uñas pueden matar Lethifolds como el cuerno de un unicornio real, y debería practicar usar mi velocidad para esquivar hechizos que no puedo permitir que me golpeen y... y suena como que podrías arreglar que yo reciba entrenamiento de Auror, de quien fuera que le enseñó a Susan Bones." Hermione estaba sonriendo de nuevo, con una luz extraña en sus ojos que habría confundido a Dumbledore durante horas y que Harry comprendió de inmediato, no sin una nota de aprehensión. "¡Oh! Y quiero empezar a cargar armas Muggle, quizá escondidas para que nadie sepa que yo las tengo. Pensé en granadas incendiarias cuando estaba peleando con el trol, sin embargo yo sabía que no las podía Transformar con suficiente rapidez, incluso después de que dejé de preocuparme por obedecer las reglas."
"Tengo la sensación," Harry habló, imitando lo mejor que pudo el acento Escocés de la Profesora McGonagall, "que yo debería estar haciendo algo para detener esto."
"Oh, es demasiado, demasiado, DEMASIADO tarde para eso, Sr. Potter. Oye, ¿me puedes conseguir una bazuca? Apuesto que nadie va a esperar eso de una chica joven, especialmente si estoy irradiando un aura de inocencia y pureza."
"De acuerdo," Harry dijo con calma, "ahora estás empezando a asustarme."
Hermione hizo una pausa de su experimentación al balancearse sobre la punta de su zapato izquierdo, su brazo estirado en una dirección y su pierna derecha estirada en la otra dirección, como una bailarina de ballet. "¿Te asusto? Justo estaba pensando que no me veo capaz de hacer más que un escuadrón del Ministerio de Magos Golpeadores. Ellos tienen escobas para mejorar su movilidad y hechizos que golpean con más fuerza de la que yo podría." Con gracia fue bajando su pierna. "O sea, ahora que puedo ensayar unas cuantas cosas sin preocuparme sobre quién me esté mirando, estoy empezando a real real realmente disfrutar el tener superpoderes. Aunque todavía no veo cómo podría ganar una pelea que el Profesor Flitwick tampoco pueda, no a menos que implique coger a un Mago Oscuro por sorpresa."
Puedes tomar riesgos que otras personas no deberían, e intentar de nuevo con el conocimiento de qué te asesinó. Puedes experimentar con hechizos nuevos, más que cualquier otra persona lo podría hacer sin morir con certeza. Pero Harry no podía pronunciar eso todavía, por lo que terminó diciendo, "Creo que está bien pensar más sobre el futuro, no solamente lo que puedas hacer en este mismo minuto."
Hermione saltó muy alto en el aire, juntó sus tacones tres veces en el aire antes de caer, y aterrizó sobre las puntas de sus zapatos, con una pose perfecta. "Sin embargo dijiste que hay algo que yo puedo hacer ya mismo. ¿O me estabas probando?"
"Esa parte es un caso especial," Harry explicó, sintiendo el escalofrío del aire del alba contra su piel. Se estaba incrementando su aprehensión a tener que decirle a super-Hermione que su Misión tenía que ver con enfrentar literalmente su peor pesadilla, bajo condiciones en las que su recién mejorada fortaleza física sería inútil.
Hermione asintió, luego miró hacia el Este. Con un brinco llegó hasta el borde de la terraza y se sentó, sus pies colgando por encima de dicho borde. Harry se acercó a ella y también se sentó, con las piernas cruzadas y bien alejado del borde de la terraza.
En la distancia, un brillante destello rojo estaba elevándose por encima de las colinas al Este de Hogwarts.
Observar la punta del amanecer hizo que Harry se sintiera mejor, por alguna razón. Siempre y cuando hubiese un Sol en el cielo, las cosas seguían estando bien en algún nivel, pues indicaba que no había destruido el Sol todavía.
"Entonces," Hermione dijo. Su voz se elevó un poco. "Hablando del futuro, Harry. tuve tiempo de pensar sobre muchas cosas mientras estaba esperando en San Mungo, y... tal vez es tonto de mi parte, pero hay una cuestión sobre la que todavía quiero conocer la respuesta. ¿Recuerdas la última cosa de la que conversamos? ¿Antes, me refiero?"
"¿Qué?" Harry dijo con sinceridad.
"Oh..." Hermione replicó. "Fue hace dos meses para ti... supongo que por eso no lo recuerdas."
Y Harry recordó.
"¡No entres en pánico!" Hermione exclamó, cuando un gorgoteo ahogado provino de la garganta de Harry. "¡Prometo que sin importar lo que digas, no voy a ponerme a llorar y salir corriendo y ser comida por un trol de nuevo! Sé que apenas han pasado dos días para mí, ¡sin embargo creo que morir ha hecho que muchas cosas que antes me preocupaban ahora parezcan menos importantes en comparación a todo lo que he pasado!"
"Oh," Harry comentó, su propia voz muy aguda. "Eso es un buen uso de un trauma mayor, ¿supongo?"
"Sólo que, verás, yo todavía me lo estaba preguntando, Harry, porque para mí no ha pasado mucho tiempo desde nuestra última charla, y no terminamos de hablar y admito que fue mi culpa por perder control de mis emociones y luego ser devorada por un trol lo que definitivamente no pienso repetir. He estado pensando que te debería prometer que eso no va a pasar cada vez que le digas algo incorrecto a una chica." Hermione estaba inquieta, cambiando el peso de su cuerpo de un lado al otro donde estaba sentada, hacia adelante y atrás ligeramente. "Aunque, bueno, ni siquiera la mayoría de personas que están enamoradas hacen literalmente ni una centésima parte de lo que tú has hecho por mí. Entonces, Sr. Harry James Potter-Evans-Verres, si no es amor, quiero saber exactamente lo que soy para ti. Nunca lo has dicho."
"Esa es una buena pregunta," Harry comentó, controlando el pánico creciente. "¿Te importa si lo medito un poco?"
Poco a poco, más del ardiente y brillante círculo se volvió visible más allá de las montañas.
"Hermione," Harry inquirió cuando el Sol era visible hasta la mitad en el horizonte, "¿alguna vez llegaste a inventar alguna hipótesis para explicar mi misterioso lado oscuro?"
"Solamente la más obvia," Hermione contestó, pateando sus piernas ligeramente por encima del borde de la terraza. "Pensé que quizá cuando Quien-Tú-Sabes murió a tu lado, te había traspasado la explosión de mágica que produce un fantasma, que algo de eso se había impreso sobre tu cerebro en vez del suelo. Aunque eso nunca se sintió correcto del todo, como si no fuera más que una explicación ingeniosa que en realidad no era verdadera, y tiene menos sentido si resulta que Quien-Tú-Sabes realmente no había muerto esa noche."
"Bastante bien," Harry dijo. "Por ahora imaginemos este escenario." Su racional interior estaba viendo en retrospectiva y dándose palmadas en la cara otra vez por no haber considerado hipótesis como esa. No era la verdad aunque era razonable y Harry nunca había pensado en ningún modelo causal así de concreto, nada más sospechaba vagamente una conexión.
Hermione asintió. "Probablemente ya sabes esto, pero voy a decirlo para estar segura: Tú no eres Voldemort, Harry."
"Lo sé. Y eso es lo que tú significas para mí." Harry respiró profundamente, encontrando que todavía era doloroso pronunciarlo en voz alta. "Voldemort... él no era una persona feliz. No sé si fue feliz alguna vez, aunque fuera un solo día de su vida." Nunca fue capaz de invocar el Encantamiento Patronus. "Esa es una razón por la cual sus patrones cognitivos no se apoderaron de mí, mi lado oscuro no se sintió como un buen lugar en el cual estar, allí no había refuerzo positivo. Ser tu amigo significó que mi vida no tenía que seguir el mismo camino que la de Voldemort. Y yo estaba bastante solo antes de Hogwarts, aunque entonces yo no me di cuenta, así que... sí. puede ser que haya estado un poco más desesperado para hacer que volvieses de la muerte de lo que un niño promedio de mi edad habría estado. Sin embargo sostengo que mi decisión era estrictamente un razonamiento moral normal, y si el resto de personas se preocupan menos por sus amigos, ellos son los que tienen un problema, no yo."
"Ya veo," Hermione habló con suavidad. Ella vaciló. "Harry, no tomes esto de mala manera, pero no me siento cien por ciento cómoda con eso. Es una gran responsabilidad que yo no escogí, y no creo que sea saludable para ti depender tanto de una sola persona."
Harry asintió. "Lo sé. Sin embargo aún no termino mi explicación. Había una profecía que afirmaba que yo iba a vencer a Voldemort -"
"¿Una profecía? ¿Había una profecía sobre ti? ¿En serio, Harry?"
"Sí, lo sé. Como sea, parte de la profecía decía, 'Y el Señor Oscuro lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Oscuro no conoce.' ¿Qué habrías pensado tú en cuanto a su significado?"
"Mmm," Hermione dijo. Sus dedos tocaron de manera pensativa la piedra de la terraza una y otra vez. "Tu lado misterioso es la marca de Quien-Tú-Sabes que te convirtió en su igual. El poder que él no conoce... ¿era el método científico, correcto?"
Harry sacudió su cabeza. "Eso fue lo mismo que yo pensé al principio - que iba a ser la ciencia Muggle, o los métodos de la racionalidad. Pero..." Harry exhaló. El Sol ya estaba completamente por encima de las montañas. Esto era vergonzoso de contar, sin embargo tenía que hacerlo de todos modos. "El Profesor Snape, quien originalmente escuchó la profecía - sí, eso es algo que también pasó - el Profesor Snape creía que no podía ser únicamente la ciencia, que el 'poder que el Señor Oscuro no conoce' necesitaba ser algo más extraterrestre para Voldemort que algo así. Incluso si lo meditaba en términos de racionalidad, bueno, resulta que la persona que Voldemort era realmente," por qué, Profesor Quirrell, por qué, el pensamiento seguía produciendo punzadas en el corazón de Harry, "también habría sido capaz de aprender los métodos de la racionalidad, de haber leído los mismos documentos científicos que yo. Excepto, quizá, por una última cosa..." Harry respiró otra vez. "Al final de todo, durante mi confrontación final con Voldemort, amenazó con poner a mis padres, y mis amigos, dentro de Azkaban. A menos que yo le pudiera contar secretos interesantes a él, una persona salvada por cada secreto. Pero sabía que no podía descubrir suficientes secretos como para salvar a todos. Y en el momento que vi que me era imposible salvar a todos... ahí fue cuando en realidad comencé a pensar. Tal vez por primera vez en mi vida, empecé a pensar. Pensé más rápido que Voldemort, aún cuando él era más inteligente y con más experiencia que yo, porque... porque yo tenía una razón para pensar. Voldemort tenía el impulso para ser inmortal, él prefería fuertemente no morir, sin embargo eso no era un deseo positivo, era miedo, y Voldemort cometió errores por ese miedo. Creo que el poder que Voldemort no conocía... era que yo tenía algo para proteger."
"Oh, Harry," Hermione dijo gentilmente. Ella titubeó. "¿Es eso lo que yo soy para ti, entonces? ¿La cosa que tú proteges?"
"No, o sea, la verdadera razón por la que te estoy contando esto, es que Voldemort no estaba amenazando con ponerte a ti en Azkaban. Incluso si él se hubiese apoderado de todo el mundo, tú habrías estado bien. Él ya había realizado una promesa para no hacerte daño, porque, pues, por varias razones. Así que en mi momento de crisis supremo, cuando llegué a lo más profundo y encontré el poder que Voldemort no conocía, lo hice para proteger a todos excepto a ti."
Hermione consideró esto, una lenta sonrisa esparciéndose por su rostro. "Vaya, Harry," ella opinó. "Esa es la cosa menos romántica que he escuchado en toda mi vida."
"De nada."
"No, en serio, eso sí ayuda," Hermione insistió. "O sea, hace que tú parezcas mucho menos acosador."
"Lo sé, ¿verdad?"
Los dos compartieron un asentimiento de cabeza de camaradas, ambos mostrándose más relajados, y observaron el amanecer juntos.
"He estado pensando," Harry argumentó, su propia voz se había suavizado, "sobre el Harry Potter alternativo, la persona que yo podría haber sido si Voldemort no hubiese atacado a mis padres." Si Tom Riddle no hubiese intentado copiarse a sí mismo en mí. "Que el otro Harry Potter no habría sido tan listo, supongo. Probablemente no habría estudiado mucha ciencia Muggle, incluso si su madre era una hija de Muggle. Pero ese otro Harry Potter habría tenido... la capacidad para amar, que habría heredado de James Potter y Lily Evans, se habría preocupado por otras personas y habría intentado salvar a sus amigos, Sé que eso habría sido verdad, porque eso es algo que el Señor Voldemort nunca hizo, verás..." Los ojos de Harry se estaban aguando. "Así que esa parte debe ser, el remanente."
El Sol ya estaba muy por encima del horizonte, la luz dorada los iluminaba a ambos, lanzando largas sombras hasta el otro lado de la plataforma de la terraza.
"Creo que estás bien así como eres," Hermione afirmó. "O sea, el otro Harry Potter podría haber sido un buen niño, quizá, pero suena como que yo tendría que haber pensado en su lugar."
"Siguiendo la herencia, Harry-alternativo habría estado en Gryffindor como sus padres, y ustedes dos no se habrían vuelto amigos. Aunque James Potter y Lily Evans fueron ambos Premio Anual de Hogwarts en su tiempo, así que él no habría estado tan mal."
"Me lo puedo imaginar," Hermione celebró. "Harry James Potter, Seleccionado en Gryffindor, aspirante a jugador de Quidditch -"
"No. Simplemente no."
"Recordado por la historia como el secuaz de Hermione Jean Granger, quien habría enviado al Sr. Potter para meterse en problemas en lugar de ella, y entonces resolvía el misterio desde la biblioteca al leer libros y usando su increíble memoria."
"Realmente estás disfrutando este universo alternativo, no es así."
"Tal vez habría sido el mejor amigo de Ron Weasley, el niño más inteligente de Gryffindor, y habrían combatido a mi lado codo a codo en mi ejército de la clase de Defensa, y después se habrían ayudado entre sí con su tarea -"
"De acuerdo, suficiente, esto está comenzando a darme repelús."
"Lo siento," Hermione dijo, aunque seguía sonriendo para sí misma, pareciendo raptada en alguna visión privada.
"Disculpa aceptada," Harry comentó con sequedad.
El Sol se elevó un poco más en el cielo.
Tras un rato, Hermione habló. "¿Acaso tú supones que nos vamos a enamorar en el futuro?"
"Al igual que tú no lo sé, Hermione. ¿Pero por qué tiene que ser sobre eso? Seriamente, ¿por qué siempre tiene que tratar sobre eso? Quizá cuando seamos mayores nos vamos a enamorar, o quizá no. Tal vez seguiremos enamorados, y tal vez no." Harry giró su cabeza ligeramente, el Sol estaba caliente sobre su mejilla y él no estaba usando protector solar. "Sin importar qué suceda, no deberíamos intentar forzar nuestras vidas en un patrón. Creo que cuando las personas intentan forzar patrones en este tipo de cosas, ahí es cuando terminan siendo infelices."
"¿Sin patrones forzados?" Hermione repitió. Sus ojos habían adquirido una expresión maliciosa. "Eso suena como una manera más complicada de decir sin reglas. Lo que supongo ahora me parece mucho más razonable de lo que me habría parecido al principio del año. Si voy a ser una Chispeante Princesa Unicornio con mi propia maquina del tiempo, sería mejor que renuncie a las reglas, supongo."
"No digo que las reglas siempre sean malas, especialmente cuando son acordes a las personas, en vez de imitarlas ciegamente como con el Quidditch. ¿Pero no eras tú la que había rechazado el patrón de 'héroe' en favor de hacer solamente lo que pudieras hacer?"
"Supongo que sí." Hermione giró su cabeza otra vez para contemplar los terrenos inferiores de Hogwarts, pues el Sol ya estaba demasiado brillante para verlo directamente - aunque, Harry pensó, las retinas de Hermione siempre iban a sanar, sólo para ella era seguro ver la luz directamente. "Tu dijiste, Harry, que creías que yo siempre estuve destinada a ser el héroe. Lo he estado considerando, y sospecho que estás completamente equivocado. De estar destinado a ser, las cosas habrían sido más fáciles. Solamente hacer las cosas que tú puedes hacer - tú tienes que hacer que eso pase, lo tienes que elegir, una y otra vez."
"Eso podría no estar en conflicto con tu destino para ser un héroe," Harry dijo, pensando en teorías compatibles del libre albedrío, y profecías que él no debía mirar para poder hacerlas realidad. "Pero podemos hablar de eso después."
"Lo tienes que elegir," Hermione repitió. Se levantó a sí misma con sus manos, luego saltó para atrás y aterrizó en la mitad de la terraza, poniéndose de pie con un movimiento elegante. "Así como estoy eligiendo hacer esto."
"¡Sin besos!" Harry exclamó, poniéndose de pie con torpeza y preparándose para esquivar; aunque se dio cuenta que la Niña-Que-Revivió sería mucho, mucho más rápida.
"No voy a intentar besarte de nuevo, Sr. Potter. No hasta que tú me lo pidas, si es que lo llegas a hacer. Sin embargo tengo muchos sentimientos cálidos burbujeando dentro de mí y siento que voy a explotar si no hago algo, aunque ahora se me ocurre que es poco saludable que las chicas no conozcan otra manera de expresar gratitud hacia los chicos aparte de besarlos." Hermione sacó su varita y la ofreció de manera transversal, en la posición que ella había usado para realizar su juramento de lealtad hacia la Casa Potter delante del Wizengamot.
"Oh rayos que no," Harry protestó. "Te das cuenta de lo que tuvo que pasar para liberarte del juramento la última vez -"
"Tú, no saques tus propias conclusiones. No iba a jurar lealtad a tu Casa otra vez. Tienes que empezar a confiar en mi sensatez si vas a ser mi misterioso mago joven. Ahora por favor saca tu varita."
Lentamente, Harry sacó la Varita de Saúco y la cruzó con la varita de Hermione de 27.3 centímetros de vid, formándose a sí mismo a tragarse la última preocupación de que ella fuera a tomar la decisión incorrecta. "¿Al menos puedes no decir algo como 'hasta que la muerte me lleve', porque recuerdas que ahora tengo la Piedra Filosofal? ¿O algo como 'hasta el final del mundo y su magia'? Ahora me pongo mucho más nervioso alrededor de frases como esa."
Sobre una terraza decorada con losas de piedra cuadrada, el brillante Sol de la mañana descendiendo sobre aquellos dos que ya no eran niños realmente, ambos dentro de túnicas negras de bordes azules, frente a frente con sus varitas cruzadas. Una tenía ojos cafés bajo sus rizos castaños, e irradiaba un aura de fuerza y belleza que no era solamente magia; el otro tenía ojos verdes debajo de sus gafas, con cabello negro alborotado sobre su cicatriz recientemente inflamada. Abajo, una torre de piedra que nadie recordaba haber visto desde los terrenos exteriores descendía hasta la misma ancha base del castillo Hogwarts. Muy por debajo de ellos eran visibles las montañas verdes, y el lago. A la distancia una enorme línea roja y negra de vagones y una locomotora, pareciendo diminutos desde esa altura, un tren que no era completamente Muggle ni mágico. El cielo casi no tenía nubes, excepto por débiles matices de naranja-blanco en los que briznas de humedad reflejaban la luz solar. Una ligera brisa cargaba el frío fresco del amanecer, y la humedad de la mañana; sin embargo el gran globo dorado fulgurante ya estaba muy por encima del horizonte, y su incandescencia lanzaba calor sobre todo lo que tocaba.
"Bueno, quizá esto te hará sentir menos nervioso," el héroe le dijo a su mago enigmático. Ella sabía que no conocía toda la historia, pero el fragmento de verdad que sí tenía resplandecía brillante dentro de ella con igual fuerza que la luz solar, lanzando calor dentro de ella del mismo modo que el Sol calentaba su rostro. "Ahora, yo sí escojo esto."
Sobre mi vida y mi magia juro amistad a Harry Potter,
Para ayudarlo y confiar en él,
Para estar con él y, pues, estar a su lado,
Y a veces ir a donde él no puede ir,
Hasta el día en que la muerte me lleve realmente, me refiero a si alguna vez lo hace,
Y si el mundo o su magia llegan a su fin, lo vamos a solucionar juntos.
...
Nota del autor
Este es el fin de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad.
Yo mismo no voy a escribir una secuela; he dicho lo que me había propuesto decir, y ha terminado.
Tienes mi consentimiento con entusiasmo para escribir dentro de este universo, si lo deseas.
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En hpmor punto com puedes encontrar mis pensamientos sobre el proyecto tras haber terminado, incluyendo la Opinión del Creador en algunas preguntas que me han hecho.
Estoy feliz de haber escrito este libro para ti,
y es un honor para mí que lo hayas leído.
Muchos de ustedes se han declarado mis amigos,
y ese conocimiento brilla cálido dentro de mí.
Te deseo una larga vida, y prospera -
¡EXPECTO PATRONUM!
...
Capítulo 121 Capítulo 123
Nota del Traductor (4 de Mayo de 2.020)
La frase sobre el “Arte” es un fragmento de un cuento escrito por Eliezer Yudkowsky titulado “Final Words” (Palabras Finales) disponible en su sitio web LessWrong.
Voy a escribir mi propia despedida en el próximo capítulo, un episodio omake escrito por mí y con la participación de algunos lectores. A lo sumo debería ser publicado en un par de días, espero, Esta semana también espero publicar el libro 6 de HPMOR, el libro final, en formatos EPUB y PDF. Primero estará disponible para los Patrocinadores de Rhaidot y una semana después para todos los demás en FFN y el blog de Rhaidot.
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.
Si lo deseas puedes apoyarme siendo un Patrocinador de Rhaidot.
Gracias por leer.
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