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miércoles, 31 de julio de 2013

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 3

Capítulo 2          Capítulo 4


Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad



Capítulo 3



Comparando La realidad Con Sus Alternativas


El niño que vivió
Fan Art por Rhaidot

...

Si J. K. Rowling les pregunta sobre esta historia, ustedes no saben nada.

...

"Pero entonces la pregunta es - ¿quién?"


...


"Buen Señor," dijo el cantinero, mirando atentamente a Harry, "¿Es éste - puede ser -?"

Harry se inclinó hacia la barra del Caldero Chorreante lo más que pudo, apenas llegó a un lugar alrededor de las puntas de sus cejas. Una pregunta como esa merecía lo mejor de él.

"Soy yo – pude ser - tal vez – nunca se sabe – si yo no soy – pero entonces la pregunta es - ¿quién? "

"Bendita mi alma," susurró el viejo cantinero. "Harry Potter... todo un honor."

Harry parpadeó, entonces se recuperó. "Bueno, sí, es usted bastante perceptivo; la mayoría de personas no se dan cuenta tan rápidamente -"

"Es suficiente," La Profesora McGonagall dijo. Su mano apretó el hombro de Harry. "No molestes al chico, Tom, es nuevo en todo esto."

"¿Pero es él?" dijo con voz trémula una anciana. "¿Es Harry Potter?" Con un sonido chirriador, ella se levantó de su silla.

"Doris -" McGonagall dijo en tono de advertencia. La severa mirada que dirigió alrededor debió haber sido suficiente para intimidar a cualquiera.

"Sólo quiero estrechar su mano," la mujer murmuró. Ella se inclinó y extendió una mano arrugada, la cual Harry, sintiéndose confundido y más incomodo de lo que había estado en toda su vida, cuidadosamente estrechó. Lagrimas cayeron desde los ojos de la mujer sobre sus manos apretadas. "Mi nieto era un Auror," ella le susurró. "Murió en el setenta y nueve. Gracias, Harry Potter. Gracias a los cielos por ti."

"De nada," Harry dijo automáticamente, y entonces giró su cabeza y le mandó a la Profesora McGonagall una aterrada, suplicante mirada.

La Profesora McGonagall golpeó su pie en el suelo cuando el asalto general estaba apunto de comenzar. Hizo un ruido que le dio a Harry un nuevo referente para la frase “Estallido de la perdición”, y todos se congelaron donde estaban.

"Tenemos prisa," la Profesora McGonagall dijo en una voz que sonó perfectamente, absolutamente normal.

Dejaron el bar sin ningún problema.

"¿Profesora?" Harry dijo, una vez que estuvieron en el patio. Tenía la intención de preguntar qué era lo que estaba pasando, pero extrañamente se encontró a si mismo preguntando una cuestión completamente diferente en su lugar. "¿Quién era el hombre pálido, en la esquina? ¿El hombre con el tic en el ojo?"

"¿Qué?" dijo la Profesora McGonagall, sonando un poco sorprendida; quizá ella tampoco había esperado esa pregunta. "Ese era el Profesor Quirinus Quirrell. Él enseñará Defensa Contra las Artes Oscuras este año en Hogwarts."

"Tuve el más extraño sentimiento de que lo conocía..." Harry se frotó la frente. "Y de que no debía darle la mano." Como encontrarse a alguien quien fue tu amigo, alguna vez, antes de que algo saliera drásticamente mal... esa no era toda la verdad, pero Harry no pudo hallar las palabras adecuadas. "¿Y que fue... todo eso?"

La Profesora McGonagall le dio una singular ojeada. "Sr. Potter... sabes... ¿qué tanto le han dicho... sobre cómo sus padres murieron?"

Harry le devolvió una mirada firme. "Mis padres están vivos y bien, y ellos se rehusaron a hablar sobre cómo murieron mis padres genéticos. De lo cual inferí que no era bueno."

"Una lealtad admirable," dijo la Profesora McGonagall. Su voz bajó. "Sin embargo me duele un poco escucharlo decirlo de ese modo. Lily y James eran amigos míos."

Harry desvió la mirada, repentinamente avergonzado. "Lo siento," él se disculpó con escasa voz. "Pero yo tengo una Mamá y un Papá. Y sé que me hago infeliz a mi mismo mediante la comparación de la realidad a... algo perfecto que construí en mi imaginación."

"Eso es increíblemente sabio de su parte," la Profesora McGonagall reconoció tranquilamente. "Pero sus padres genéticos murieron muy bien en realidad, protegiéndolo."

¿Protegiéndome?

Algo extraño embargó el corazón de Harry. "¿Qué... pasó?"

La Profesora McGonagall suspiró. Su varita tocó con suavidad la frente de Harry, y su visión se puso borrosa por un momento. "Una especie de disfraz," ella explicó, "para que esto no vuelva a pasar de nuevo, no hasta que este listo." Entonces su varita fue sacada de nuevo, y golpeó tres veces en una pared de ladrillos...

...que se ahuecó en un agujero, y se dilató y expandió y se retorció en un un pasaje abovedado, revelando una larga fila de tiendas con carteles publicitando calderos e hígados de dragón.

Harry ni pestañeó. No era como si alguien se estuviera transformando en gato.

Y avanzaron, juntos, hacia el mundo mágico.

Había mercaderes vendiendo Botas de Salto ("¡Hechas con verdaderos Mocos!") y “¡Cuchillos +3! ¡Tenedores +2! ¡Cucharas con una bonificación de +4!" Había gafas de aviador que volverían verde cualquier cosa que vieras, y una alineación de cómodos sillones con asientos eyectables para emergencias.

La cabeza de Harry se mantuvo en rotación, rotando como si estuviera intentando salir volando de su cuello. Era como ir caminando a través de la sección de objetos mágicos del libro de reglas de Calabozos y Dragones Segunda Edición (él no había jugado, pero disfrutó leyendo el libro de reglas). Desesperadamente Harry no se quería perder ninguno de los objetos a la venta, en caso de que fuera uno de los tres que necesitabas para completar el ciclo de los hechizos de deseos infinitos.

Entonces Harry percibió algo que lo hizo, enteramente sin pensar, dar media vuelta desde la Directora Adjunta y dirigirse en linea recta hacia la tienda, un frente de ladrillos azules con un ajuste de bronce metálico. Fue traído de nuevo a la realidad unicamente cuando la Profesora McGonagall se paró en frente de él.

"¿Sr. Potter?" ella dijo.

Harry parpadeó, entonces se dio cuenta de lo que acababa de hacer. "¡Lo siento! Olvidé por un momento que estaba con usted y no con mi familia." Harry señaló el escaparate, que mostraba letras ardientes que alumbraron con penetrante brillo y aún así distante, deletreando Libros Brillantes de Bigbam. "Cuando pasas por una librería que no has visitado antes, tienes que ir y mirar alrededor. Esa es la regla de mi familia."

"Eso es lo más Ravenclaw que jamás escuché."

"¿Qué?"

"Nada. Sr. Potter, nuestra primera parada es visitar Gringotts, el banco del mundo mágico. La bóveda de su familia genética está allí, con la herencia que sus padres genéticos le dejaron, y usted necesitará dinero para el equipo escolar." Ella suspiró. "Y, supongo, una cierta cantidad de dinero para libros podría ser justificada también. Aunque tal vez quiera refrenarse por un tiempo. Hogwarts tiene una gran y completa biblioteca sobre temas mágicos. Y la torre en la cual, tengo la firme sospecha, usted estará viviendo, tiene una biblioteca de amplio alcance por su cuenta. Cualquier libro que compré ahora probablemente será un duplicado."

Harry asintió, y siguieron caminando.

"No me malentienda, es una gran distracción," Harry dijo mientra su cabeza seguía girando, "probablemente la mejor distracción que cualquiera ha intentado conmigo, pero no crea que he olvidado nuestra discusión pendiente."

La Profesora McGonagall suspiró. "Tus padres – o tu madre al menos – pudo haber considerado muy prudente no decírtelo."

"¿Así que usted desea que yo siga en feliz ignorancia? Hay una cierta falla en ese plan, Profesora McGonagall."

"Supongo que sería bastante inútil," la bruja dijo severamente, "cuando cualquiera en la calle podría decirle la historia. Muy bien."

Y ella le contó sobre El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, el Señor Oscuro, Voldemort.

"¿Voldemort?" Harry susurró. Debió haber sido gracioso, pero no lo era. El nombre quemaba con una fría sensación, cruel, con la claridad del diamante, un martillo de titanio puro descendiendo sobre un yunque de blanda carne. Un escalofrío invadió a Harry incluso cuando pronunció la palabra, y decidió en el acto usar términos seguros como Tú-Sabes-Quién.

El Señor Oscuro había azotado la Gran Bretaña mágica como un lobo salvaje, desgarrando y despedazando la fabrica de sus vidas cotidianas. Otros países retorcieron sus manos pero dudaron en intervenir, ya fuera por indiferente egoísmo o simple miedo, porque quien fuera el primero entre ellos en oponerse al Señor Oscuro, su paz sería el siguiente objetivo de su terror.

(El efecto del espectador, pensó Harry, recordando el experimento de Latane y Darley el cual había mostrado que era más probable que recibieras ayuda si tenías un ataque epiléptico en frente de una persona que en frente de tres. Difusión de responsabilidad, todos esperando que alguien más iría primero.)

Los Mortífagos habían seguido en el despertar del Señor Oscuro y en su vanguardia, buitres de carroña para recoger a los heridos, o serpientes para morder y debilitar. Los Mortífagos no eran tan terribles como el Señor Oscuro, pero eran terribles, y eran muchos. Y los Mortífagos empuñaban más que varitas; había riqueza entre aquellos rangos enmascarados, y poder político, y secretos guardados en chantaje, para paralizar a una sociedad intentando protegerse de si misma.

Un viejo y respetado periodista, Yermy Wibble, alegó por el aumento de los impuestos y la ley marcial. Expresó en voz alta que era absurdo para la mayoría encogerse de miedo por algunos pocos. Su piel, nada más que su piel, había sido encontrada clavada en la pared de redacción a la mañana siguiente, al lado de las pieles de su esposa y dos hijas. Todos deseaban que se hiciera algo más, y nadie se atrevió a tomar la iniciativa para proponerlo. Quien quiera que se destacara se convertía en el siguiente ejemplo.

Hasta que los nombres de James y Lily Potter subieron a la cima de la lista.

Y esos dos podrían haber muerto con sus varitas en sus manos, y no arrepentirse de sus decisiones, pues ellos eran héroes; pero ellos tenían un niño pequeño, su hijo, Harry Potter.

Las lagrimas salían de los ojos de Harry. Se las secó por la rabia o quizá por desesperación, no conocí a estas personas, no realmente, ellos no son mis padres ahora, sería inútil sentirme tan triste por ellos -

Cuando Harry terminó de sollozar en la túnica de la bruja, alzó la mirada, y se sintió un poco mejor al ver lagrimas en los ojos de la Profesora McGonagall también.

"¿Así que qué pasó?" Harry dijo, su voz estremeciéndose.

"El Señor Oscuro llegó al Valle de Godric," la Profesora McGonagall dijo en un susurro. "Deberían haber estado escondidos, pero fueron traicionados. El Señor Oscuro asesinó a James, y asesinó a Lily, y llegó al final hasta ti, a tu cuna. Él lanzó la Maldición Asesina hacia ti, y ahí fue donde terminó. La Maldición Asesina está formada de odio puro, y ataca directamente al alma, cortándola del cuerpo. No puede ser bloqueada, y a quien sea que golpee, muere. Pero tu sobreviviste. Eres la única persona que la ha sobrevivido. La Maldición Asesina rebotó y golpeó al Señor Oscuro, dejando nada más que el cascaron quemado de su cuerpo y una cicatriz sobre tu frente. Ese fue el fin del terror, y fuimos libres. Eso, Harry Potter, es el por qué las personas quieren ver la cicatriz en tu frente, y el por qué quieren estrechar tu mano."

La tormenta de llanto que había mojado a través de Harry había usado todas sus lagrimas; no podía llorar otra vez, había acabado.

(Y en algún lugar en la parte trasera de su mente había una pequeña, pequeña nota de confusión, el sentimiento de que había algo equivocado sobre la historia; y debería haber sido una parte del arte de Harry reconocer esa pequeña nota, sin embargo estaba distraído. Porque es una regla lamentable que cada vez que estés en mayor necesidad de tu arte como racionalista, es ahí cuando es más probable que lo olvides.)

Harry se alejó del lado de la Profesora McGonagall. “Yo – tendré que pensar sobre esto," dijo, intentando mantener su voz bajo control. Miró a sus zapatos. "Este. Puede seguir llamándolos mis padres, si usted quiere, no tiene que decir 'padres genéticos' o algo así. Supongo que no hay ninguna razón por la cual no pueda tener dos madres y dos padres."

No hubo ningún sonido de parte de la Profesora McGonagall.


Y caminaron juntos en silencio, hasta que llegaron a un gran edificio blanco con enormes puertas de bronce, y palabras talladas arriba que decían Banco de Gringotts.


...

Fin del Capítulo 3

Fanfic escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot




Capítulo 2          Capítulo 4
 

martes, 30 de julio de 2013

Las "ventajas" de ser Freelancer

Crepes Y Waffles
¿Adónde van a ir ahora?


ADVERTENCIA: Este artículo es una mezcla de parodia y opinión.

Al igual que muchos otros, entré a Freelancer por curiosidad y con la esperanza de encontrar una fuente de ingreso extra. El proceso de registrar tus datos es tan tedioso como en otros sitios similares a este, pero después de haber hecho esto tantas veces como yo, no es más que otro proceso burocrático. La novedad es que en Freelancer existen niveles de usuario, consigues experiencia y créditos a medidas que colocas tu información, invitas a tus amigos a participar, optas por una oferta de trabajo, etc.

Existen dos modalidades de trabajo dignas de mencionar. La primera nos permite ofrecer nuestros servicios y dando una tarifa de lo que cobraremos. Este modo no me gusta, se vuelve una guerra de mendigos en que las empresas se pueden rascar la barriga y escoger al mejor y más barato postor. Algunos terminan practicamente regalando su trabajo. Desde luego, hay personas a las que les gusta y les funciona esta forma de trabajo por lo cual les respeto su parecer ( No no lo hago, están).

lunes, 29 de julio de 2013

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 2

Capítulo 1                     Capítulo 3


Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad



Capítulo 2



Todo lo que Creo es Falso


Profesor Michael Verres-Evans
Fan Art por Korn-Elia

...


#include "stddisclaimer.h"


...

"Por supuesto que fue mi culpa. No hay nadie más aquí que pudiera ser responsable por cualquier cosa.”

...

"Ahora, sólo para estar claros," Harry dijo, "si la profesora logra que levites, Papá, cuando sabes que no has sido conectado a ningún cable, eso será evidencia suficiente. No le vas a dar la vuelta y argumentar que es un truco de magos. No sería un juego limpio. Si te sientes de ese modo, deberías confesarlo ahora, y podemos elaborar un experimento diferente."

El padre de Harry, el Profesor Michael Verres-Evans, giró sus ojos. "Sí, Harry."

"Y tu, Mamá, tu teoría asevera que la profesora debería ser capaz de hacer esto, y si eso no sucede, admitirás que estás equivocada. Nada de que la magia no funciona cuando las personas son escépticas, ni nada de eso."

La Directora Adjunta Minerva McGonagall estaba mirando a Harry con una expresión perpleja. Se veía como una bruja dentro de su túnica negra y su sombrero puntiagudo, pero cuando habló sonó formal y Escocesa, lo cual no encajaba para nada con su apariencia. A primera vista parecía como alguien que debería reírse agudamente y poner bebes dentro de calderos, mas todo el efecto se arruinó tan pronto como abrió su boca. "¿Es eso suficiente, Sr. Potter?" preguntó ella. "¿Debo seguir adelante y demostrar?"

"¿Suficiente? Probablemente no," Harry habló. "Sin embargo por lo menos ayudará. Adelante, Directora Adjunta."

"Únicamente Profesora," corrigió ella, y entonces, "Wingardium Leviosa."

Harry miró a su padre.

"Eh," Harry espetó.

Su padre lo miró a él. "Eh," su padre repitió.

Entonces el Profesor Verres-Evans miró a la Profesora McGonagall. "De acuerdo, puede bajarme ahora."

Su padre fue bajado cuidadosamente al suelo.

Harry sacudió una mano a través de su cabello. Tal vez era la extraña parte de él que ya había estado convencida, pero... "Eso fue más bien un anticlímax," Harry dijo. "Se podría pensar que habría algún tipo de evento mental más dramático asociado con la actualización de una observación de probabilidad infinitesimal -" Harry se detuvo a si mismo. Mamá, la bruja, e incluso su Padre estaban dándole esa mirada de nuevo. "O sea, a descubrir que todo lo que creo es falso."

Seriamente, debió haber sido más dramático. Su cerebro debió haber evacuado todo su surtido actual de hipótesis sobre el universo, ninguna de las cuales permitía que esto sucediera. Mas en vez de eso su cerebro sólo parecía seguir, De acuerdo, vi a la Profesora de Hogwarts agitar su varita y hacer que tu padre ascendiera en el aire, ¿ahora qué?

La bruja-señora estaba sonriendo con benevolencia sobre ellos, parecía muy divertida. "¿Quisiera una demostración adicional, Sr. Potter?"

"No tiene que," Harry contestó. "Hemos realizado un experimento definitivo. Sin embargo..." Harry titubeó. No podía evitarlo. De hecho, según las circunstancias, él mismo no debería evitarlo. Era correcto y apropiado ser curioso. "¿Qué más puede hacer?"

La Profesora McGonagall se transformó en un gato.

Harry se replegó sin pensarlo, retrocediendo tan rápido que se tropezó con una pila extraviada de libros y aterrizó duro sobre su trasero con un porrazo. Sus manos bajaron para atraparse a si mismo sin llegar a alcanzarse adecuadamente, y hubo una punzada de alarma en su hombro cuando el peso bajó sin apoyo.

De inmediato el pequeño gato atigrado se transformó de nuevo en una mujer de túnica. "Lo siento, Sr. Potter," se disculpó la bruja, sonando sincera, aunque las comisuras de sus labios temblaban hacia arriba. "Debí advertirle antes."

Harry estaba respirando de manera irregular. Su voz salió entrecortada. "¡Usted no puede HACER eso!"

"No es más que una Transfiguración," dijo la Profesora McGonagall. "Una transformación de Animago, para ser exactos."

"¡Se transformó en un gato! ¡Un gato PEQUEÑO! ¡Usted violó la Conservación de Energía! No sólo es una regla arbitraria, ¡es implícito por la forma del Hamiltoniano cuántico! ¡Rechazándolo destruye la unitariedad y entonces se obtiene señalización superlumínica! ¡Y los gatos son COMPLICADOS! Una mente humana simplemente no puede visualizar del todo la anatomía de un gato y, y toda la bioquímica del gato, ¿y qué hay de la neurología? ¿Cómo puede usted ir por ahí pensando si está usando un cerebro del tamaño de un gato?"

Los labios de la Profesora McGonagall estaban temblando más duro ahora. "Magia."

"¡La Magia no es suficiente para hacer eso! ¡Tendría que ser un dios!"

La Profesora McGonagall parpadeó. "Esta es la primera vez que me han llamado así."

La visión de Harry se puso borrosa, mientras su cerebro comenzaba a comprender lo que se acababa de romper. Toda la idea de un universo unificado matemáticamente con leyes ordinarias, eso era lo que había sido vaciado por el inodoro; toda la noción de la física. Tres mil años desmenuzando grandes cosas complicadas en piezas más pequeñas, descubriendo que la música de los planetas era de la misma melodía que la de una manzana cayendo, hallando que las verdaderas leyes eran perfectamente universales y no tenían excepciones en ningún lugar y tomaban la forma de matemática simple gobernando las partes más pequeñas, sin mencionar que la mente era el cerebro y el cerebro estaba hecho de neuronas, un cerebro era lo que una persona era -

Y entonces una mujer se transformó en un gato, todo eso para nada.

Ciento de preguntas lucharon por prioridad sobre los labios de Harry y el ganador se desparramó: "¿Y, y qué clase de conjuro es Wingardium Leviosa? ¿Quién inventa las palabras para estos hechizos, niños de guardería?"

"Suficiente, Sr. Potter," la Profesora McGonagall habló lacónicamente, aunque sus ojos brillaron con suprimida diversión. "Si usted desea aprender sobre magia, le sugiero que finalicemos el papeleo para que pueda ir a Hogwarts."

"Correcto," Harry declaró, algo aturdido. Compuso sus pensamientos al tiempo. La Marcha de la Razón tendría que empezar de nuevo, eso era todo; aún tenían el método experimental y eso era lo más importante. "¿Cómo llego a Hogwarts, entonces?"

Una risa sofocada escapó de la Profesora McGonagall, como si fuera extraída de ella con pinzas.

"Aguarda un momento, Harry," su padre intervinó. "¿Recuerdas por qué no has ido a la escuela hasta ahora? ¿Qué hay de tú condición?"

La Profesora McGonagall giró para encarar a Michael. "¿Su condición? ¿Cuál es?"

"No duermo bien," Harry explicó. Agitó sus manos impotente. "Mi ciclo de sueño dura veintiséis horas, Siempre voy a dormir dos horas tarde, cada día, no puedo dormirme más temprano, y al día siguiente voy a dormir dos horas más tarde que eso. 10PM, 12AM, 2AM, 4AM, hasta que le da la vuelta al reloj. Incluso si intentó madrugar, no hace diferencia y estoy descarrilado todo el día. Por eso es que no he ido a una escuela normal hasta ahora."

"Una de las razones," añadió su madre. Harry le echó una mirada penetrante.

McGonagall ofreció un largo mmmmm. "No puedo recordar haber escuchado sobre tal condición antes..." ella comentó lentamente. "Verificaré con la Señora Pomfrey para ver si conoce algún remedio." Entonces su cara se iluminó. "No, Estoy segura de que esto no será un problema – Encontraré una solución a tiempo. Ahora," y su mirada se afiló de nuevo, "¿cuáles son estas otras razones?"

Harry envió a sus padres una mirada feroz. "Soy un concienzudo objetor a la conscripción infantil, basado en que yo no debería sufrir por la desintegración de un sistema escolar y su fracaso para proveer profesores o material de estudio de incluso un mínimo de calidad adecuada."

Ambos padres de Harry aullaron con una risa a eso, como si pensaran que todo era un gran chiste. "Oh," dijo el padre de Harry, con ojos brillantes, "por eso es que mordiste a una profesora de matemáticas en tercer año."

"¡Ella no sabia lo que era un logaritmo! "

"Por supuesto," secundó la madre de Harry. "Morderla fue una respuesta muy madura."

El padre de Harry asintió. "Una bien-considerada política para tratar el problema de profesores que no entienden los logaritmos."

"¡Tenía siete años! ¿Cuánto tiempo van a seguir trayendo eso a colación?"

"Lo sé," se mofó su madre con simpatía, "muerdes una profesora de matemáticas y nunca dejan que lo olvides, ¿cierto?"

Harry se dirigió a la Profesora McGonagall. "¡Vaya! !¿Ve con lo que tengo que lidiar?"

"Discúlpeme," espetó Petunia, y huyó a través de la puerta trasera hacia el jardín, desde el cual sus gritos de risa eran claramente audibles.

"Ya, ah, ya," la Profesora McGonagall parecía estar teniendo problemas para hablar por alguna razón, "no hay que andar mordiendo a los profesores de Hogwarts, ¿está bastante claro, Sr. Potter?"

Harry le frunció el ceño. "Bien, no morderé a nadie que no me muerda primero."

El Profesor Michael Verres-Evans también tuvo que dejar el cuarto brevemente tras escuchar esto.

"De acuerdo," la Profesora McGonagall suspiró, después de que los padres de Harry se serenaron y regresaron. "Bien. Creo, en estas circunstancias, que debería evitar llevarlo a comprar sus materiales de estudio hasta un día o dos antes de que la escuela comience."

"¿Qué? ¿Por qué? Los otros niños ya saben magia, ¿o no? ¡Tengo que comenzar a ponerme al día de inmediato!"

"Quédese tranquilo, Sr. Potter," replicó la Profesora McGonagall, "Hogwarts es muy capaz de enseñar los fundamentos. Y sospecho, Sr. Potter, que si lo dejo por dos meses a solas con sus libros escolares, incluso sin una varita, regresaré a esta casa sólo para encontrar un cráter de humo purpura ondulante, una ciudad despoblada rodeándola y una plaga de cebras llameantes aterrorizando lo que quede de Inglaterra."

La madre y padre de Harry asintieron en perfecto unisono.


"¡Mamá! ¡Papá! "


...

Fin del Capítulo 2

Fanfic escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky


Traducido al español por Rhaidot



Capítulo 1                     Capítulo 3


viernes, 26 de julio de 2013

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 1

Capítulo 2


Harry Potter y los  Métodos de la Racionalidad



Renuncia: J. K. Rowling es dueña de Harry Potter y nadie es dueño de los métodos de la racionalidad.

La mayoría considera que este fic realmente comienza a encaminarse alrededor del Capítulo 5. Si aún no te gusta después del Capítulo 10, ríndete.

Por favor visita  HPMOR DOT COM para encontrar información en ingles sobre:

* Sistema de notificación vía email, RSS feed, y Twitter feed para nuevos capítulos;
* Una amorosa versión hecha por fans estilo libro-PDF;
* Un servidor mirror del texto libre de publicidad;
* Textos electrónicos ePUB y MOBI;
* Podcast de la historia en desarrollo;
* Fan art en vastas cantidades;
* Lista de cameos (personajes nombrados por un fan-artista);
* Fan-fanfiction de este fanfiction;
* Fan música, canciones, y animaciones;
* Traducciones hechas por Fans;
* La palabra clave de OKCupid para lectores de HPMOR;
* Enlaces a la página de discusión y foro de TV Tropes;
* Página de advertencias (advertencias sobre posibles eventos traumáticos para algunos lectores; para evitar spoilers para la mayoría de lectores, nohay advertencias dentro de la historia principal);
* Cómo aprender todo lo que el personaje principal sabe;
* Puestos de trabajo abiertos en una organización no lucrativa relacionada;
Y cada vez mucho más.

Las opiniones me hacen feliz. Puedes dejar una opinión sobre cualquier capítulo, y no hay necesidad de terminar de leerlo todo antes de que comiences a opinar - pero por favor deja máximo una opinión por capítulo.

Este no es un estricto fic de un solo-punto-de-partida - existe un punto primario de partida, algunas veces en el pasado, pero también con otras alteraciones. El mejor termino que he escuchado para este fic es “universo paralelo”.

El texto contiene muchas pistas: pistas obvias, pistas no-tan-obvias, claves verdaderamente obscuras que algunos lectores decodificaron satisfactoriamente para mi sorpresa, y masiva evidencia dejada a simple vista. Esta es una historia racionalista; sus misterios tienen solución, y fueron hechos para ser resueltos.

El ritmo de la historia es el de un seriado de ficción, i.e., el de un programa de TV trasmitido para un número de temporadas predeterminado, cuyos episodios son desarrollados individualmente pero en conjunto forman un arco que alcanza una conclusión final.

La historia ha sido corregida al Ingles Británico hasta el capítulo 17, más recolecciones Británicas están actualmente en progreso (ver el /HPMOR subreddit).

Toda la ciencia mencionada es ciencia verdadera. Pero por favor ten presente que, más allá del reino de la ciencia, las opiniones de los personajes pueden no ser las mismas que las del autor. No todo lo que el protagonista hace es una lección de sabiduría, y consejos ofrecidos por personajes oscuros podrían ser poco confiables o peligrosamente de doble-filo.


Capítulo 1




Un día de muy baja probabilidad




harry potter familia
Fan Art por Korn-Elia

...

Por debajo de los destellos de luna un delgado fragmento de plata, una fracción de una linea...

(túnicas negras, cayendo)

...sangre derramada en litros, y alguien grita una palabra.

...

Cada pulgada de espacio en la pared está cubierta por una librería. Cada librería tiene seis estanterías, llegando casi hasta el techo. Algunas estanterías están saturadas hasta el tope con libros de tapa dura: ciencia, matemáticas, historia y todo lo demás. Otras estanterías tienen dos capas de libros de bolsillo de ciencia ficción, con la capa de atrás apoyada sobre cajas de pañuelos viejos o un tramo de madera, así puedes ver la capa de atrás de libros encima de los libros de enfrente. Y aún eso no es suficiente. Los libros están desbordándose sobre las mesas y los sofás amontonándose bajo las ventanas.

Esta es la sala de la casa ocupada por el eminente Profesor Michael Verres-Evans, y su esposa, la Sra. Petunia Evans-Verres, y su hijo adoptivo, Harry James Potter-Evans-Verres.

Hay una carta posada en la mesa de la sala, y un sobre de pergamino amarillento sin estampilla, dirigido al Sr. H. Potter en tinta verde-esmeralda.

El Profesor y su esposa están hablándose bruscamente el uno al otro, mas no están gritando. El Profesor considera que gritar es incivilizado.

"Estás bromeando," Michael dijo a Petunia. Su tono indicaba que le asustaba que ella hablara en serio.

"Mi hermana era una bruja," Petunia repitió. Parecía espantada, pero se mantuvo firme. "Su esposo era un mago."

"¡Esto es absurdo!" Michael exclamó con aspereza. "Ellos fueron a nuestra boda - ellos nos visitaron para Navidad -"

"Les dije que no debías enterarte," Petunia susurró. "Pero es verdad. He visto cosas -"

El Profesor giró sus ojos. "Querida, entiendo que no estés familiarizada con la literatura escéptica. Puede que no te des cuenta que tan fácil es para un mago entrenado falsear lo aparentemente imposible. ¿Recuerdas cómo le enseñé a Harry a doblar cucharas? Si parecía que ellos siempre podían adivinar lo que estabas pensando, eso es lectura en frío -"

"No eran cucharas dobladas -"

"¿Qué era, entonces?"

Petunia se mordió los labios. "No puedo decírtelo así como así. Pensaras que estoy -" Ella tragó saliva. "Escucha. Michael. Yo no fui - siempre de éste modo -" Hizo un gesto a sí misma, como señalando su esbelta figura. "Lily hizo esto. Porque yo - porque yo se lo pedí. Durante años, le rogué. Lily siempre había sido más bella que yo, y yo fui... mala con ella, por su belleza, y entonces ella obtuvo magia, ¿puedes imaginar cómo me sentí? Y le supliqué que usara algo de magia en mí para que yo pudiera ser hermosa también, incluso si yo no podía tener su magia, al menos podría ser hermosa."

Las lágrimas se juntaron en los ojos de Petunia.

"Y Lily me decía no, e inventaba las más ridículas excusas, como que el mundo terminaría si ella era amable con su hermana, o que un centauro le dijo que no - las cosas más ridículas, y la odié por eso. Y cuando recién me había graduado de la universidad, salía con un chico, Vernon Dursley, era gordo y era el único chico que me hablaba. Y dijo que quería niños, y que su primer hijo se llamaría Dudley. Y pensé, ¿qué clase de padre nombra a su hijo Dudley Dursley? Fue como si viera toda mi vida futura derrumbándose en frente de mí, y no lo pude soportar. Y le escribí una carta a mi hermana asegurando que si ella no me ayudaba prefería simplemente -"

Petunia se detuvo.

"De cualquier modo," Petunia continuó, su voz baja, "ella se rindió. Me aseveró que era peligroso, y yo le repliqué que ya no me importaba, y bebí una poción y estuve enferma por semanas, pero cuando me recuperé mi piel se limpió y finalmente tuve curvas y... Yo era bella, las personas eran amables conmigo," su voz se rompió, "y después de eso no pude seguir odiando a mi hermana, especialmente cuando supe lo que su magia le trajo al final -"

"Querida," Michael insistió con gentileza, "te enfermaste, ganaste algo de peso mientras guardabas cama, y tu piel se limpió por si sola. O estar enferma te hizo cambiar tu dieta -"

"Ella era bruja," Petunia repitió. "Lo vi."

"Petunia," Michael insistió. La molestia estaba progresando en su voz. "Sabes que eso no puede ser verdad. ¿Tengo realmente que explicarte por qué?"

Petunia retorció sus manos. Parecía estar al borde de las lágrimas. "Mi amor, sé que no puedo ganar una discusión contigo, aunque por favor, tienes que confiar en mí ésta vez -"

"¡Papá! ¡Mamá!"

Los dos se detuvieron y miraron a Harry como si hubieran olvidado que había una tercera persona en el cuarto.

Harry respiró profundamente. "Mamá, tus padres no tenían magia, ¿cierto?"

"No," Petunia admitió, pareciendo intrigada.

"Entonces nadie en tu familia sabía sobre magia cuando Lily recibió su carta. ¿Cómo se convencieron ellos?"

"Ah..." Petunia dudó. "No enviaron una carta. Enviaron un profesor de Hogwarts. Él -" Los ojos de Petunia retaron a Michael. "Él nos mostró algo de magia."

"Entonces no tienes que pelear por esto," Harry declaró firmemente. Esperando contra la esperanza que ésta vez, nada más esta vez, ellos lo escucharían. "Si es verdad, podemos hacer que un profesor de Hogwarts venga aquí y ver la magia por nosotros mismos, y Papá admitirá que es verdad. Y si no lo es, entonces Mamá admitirá que es falso. Para eso es el método experimental, así no tenemos que resolver cosas sólo discutiendo."

El Profesor se volvió y lo miró, desdeñoso como de costumbre. "Oh, vamos, Harry, ¿De verdad, magia? Pensé que tú serías tan listo como para no tomar ésto en serio, hijo, incluso si sólo tienes diez años. ¡La magia es precisamente lo menos científico que hay!"

La boca de Harry se retorció con amargura. Era bien tratado, probablemente mejor de lo que la mayoría de padres genéticos trataban a sus propios hijos. Harry había ido a las mejores escuelas de primaria - y cuando eso no funcionó, le proveyeron con tutores de la inagotable fuente de universitarios hambrientos. Harry fue animado siempre a estudiar cualquier cosa que llamara su atención, compró todos los libros que quiso, fue patrocinado en cualquier competición de matemáticas o ciencia a la que entró. Se le dio cualquier cosa razonable que quiso, excepto, tal vez, la mínima pizca de respeto. Difícilmente se podría esperar que un Doctor enseñando bioquímica en Oxford escuchara el consejo de un pequeño. Podrías escuchar para Mostrar Interés, por supuesto; eso es lo que un Buen Padre haría, y así, si te concibes a ti mismo como un Buen Padre, lo harías. ¿Pero tomar seriamente-a-alguien-de-diez-años? Difícilmente.

A veces Harry quería gritarle a su padre.

"Mamá," habló Harry. "Si quieres ganarle ésta discusión a Papá, mira en el capítulo dos del primer libro de Las Conferencias de Feynman sobre Física. Hay una cita allí de cómo los filósofos dicen mucho sobre lo que la ciencia requiere, y están equivocados por completo, porque la única regla en la ciencia es que el arbitro final es la observación - únicamente tienes que mirar al mundo y reportar lo que ves. Este... no recuerdo dónde puede encontrarse algo sobre cómo es un ideal de la ciencia resolver las cosas por experimentos en lugar de argumentos -"

Su madre lo miró y sonrió. "Gracias, Harry. Pero -" alzó su cabeza para mirar fijamente a su esposo. "No quiero ganar un argumento con tu padre. Quiero que mi esposo escuche, que escuche a su esposa que lo ama, y confié en ella al menos en esta ocasión -"

Harry cerró sus ojos brevemente. Irremediable. Ambos padres eran irremediables.

Ahora sus padres se estaban metiendo en otra de aquellas discusiones, donde su madre intentaba hacer sentir culpable a su padre, y su padre intentaba hacer sentir a su madre estúpida.

"Me voy a mi cuarto," anunció Harry. Su voz tembló un poco. "Por favor intenten no pelear mucho por ésto, Mamá. Papá, muy pronto sabremos cómo sale, ¿correcto?"

"Por supuesto, Harry," dijo su padre, y su madre le dio un beso tranquilizador, y siguieron peleando mientras Harry subía las escaleras a su cuarto.

Cerró la puerta tras él e intentó pensar.

Lo gracioso era que, él debería estar de acuerdo con su Papá. Nadie había visto nunca alguna evidencia de magia, y de acuerdo a Mamá, había todo un mundo mágico allá afuera. ¿Cómo podía alguien mantener algo así en secreto? ¿Más magia? Esa parecía una clase de excusa bastante sospechosa.

Tendría que haber sido un claro caso de Mamá bromeando, mintiendo o siendo loca, en orden ascendente de horror. Si su propia Mamá había enviado la carta, eso explicaría cómo había llegado al buzón sin una estampilla. Un poco de locura era mucho, mucho menos improbable a que el universo funcionara de otro modo.

Excepto que una parte de Harry estaba absolutamente convencido de que la magia era real, y había sido así desde el instante que vio la carta putativa proveniente del Colegio de Hogwarts de Magia y Hechicería.

Harry se rascó la frente, haciendo una mueca. No creas todo lo que pienses, uno de sus libros había dicho.

Sin embargo ésta bizarra certeza... Harry se encontró a si mismo esperando; sí, esperando que un profesor de Hogwarts apareciera y agitara su varita y la magia apareciera. La extraña certeza no hacia ningún esfuerzo para protegerse a si misma contra la falsificación - no estaba inventando excusas por adelantado sobre por qué no habría un profesor, o si el profesor solamente sería capaz de doblar cucharas.

¿De dónde vienes, pequeña y extraña predicción? Harry dirigió el pensamiento a su cerebro. ¿Por qué creo en lo que creo?

Usualmente Harry era muy bueno para responder esa pregunta, pero en éste caso en particular, él no tenía idea de lo que su cerebro estaba pensando.

Harry se encogió de hombros mentalmente. Una placa metálica plana en una puerta permite empujar, y un asa en una puerta permite tirar y lo que hay que hacer con una hipótesis comprobable es ir y probarla.

Tomó una pieza de papel alineado de su escritorio, y comenzó a escribir.

Querida Directora Adjunta

Harry se pausó, reflexionando; entonces desechó el papel por otro, extrayendo otro milímetro de grafito de su lápiz mecánico. Esto requería una cuidadosa caligrafía.

Querida Directora Adjunta Minerva McGonagall,

O a quien pueda interesar:

Recientemente recibí su carta de aceptación a Hogwarts, dirigida al Sr. H. Potter. Puede que usted no sepa que mis padres genéticos, James Potter y Lily Potter (anteriormente Lily Evans) están muertos. Fui adoptado por la hermana de Lily, Petunia Evans-Verres, y su esposo, Michael Verres-Evans.

Estoy extremadamente interesado en asistir a Hogwarts, condicionado a que un lugar así de hecho exista. Solamente mi madre Petunia dice saber sobre la magia, y ella no puede usarla por sí misma. Mi padre es muy escéptico. Yo mismo estoy muy inseguro. No sé dónde conseguir ninguno de los libros o del equipamiento listado en su carta de aceptación.

Madre mencionó que ustedes enviaron un representante de Hogwarts a Lily Potter (entonces Lily Evans) con el fin de demostrarle a su familia que la magia era real, y, presumo, ayudarle a Lily a obtener sus materiales escolares. Si usted pudiera hacer esto para mi propia familia sería extremadamente útil.

Sinceramente,

Harry James Potter-Evans-Verres.

Harry agregó su dirección actual, entonces plegó la carta y la puso dentro del sobre, el cual dirigió a Hogwarts. Tras considerarlo un poco consiguió una vela y escurrió cera sobre la solapa del sobre, dentro del cual, usando la punta de una navaja, estampó las iniciales H.J.P.E.V. Si iba a descender hacia la locura, iba a hacerlo con estilo.

Entonces abrió su puerta y bajó las escaleras. Su padre estaba sentado en la sala y leyendo un libro de matemáticas avanzadas para demostrar cuán inteligente era; y su madre estaba en la cocina preparando una de las comidas favoritas de su padre para demostrar lo amorosa que era. No parecía que estuvieran hablándose el uno al otro. Tan aterradoras como pudieran ser las discusiones, no discutir era de algún modo mucho peor.

"Mamá," Harry dijo en el desconcertante silencio, "Voy a probar la hipótesis. De acuerdo a tu teoría, ¿cómo envío un búho a Hogwarts?"

Su madre se apartó del fregadero de la cocina para mirarlo fijamente, aparentemente sorprendida. "Yo - no lo sé, creo que sólo tienes que poseer un búho mágico."

Eso debería haber sonado muy sospechoso, oh, así que no hay manera de probar tu teoría entonces, pero la peculiar certeza en Harry parecía dispuesta a arriesgar su cuello incluso aún más.

"Bien, la carta llegó aquí de algún modo," Harry dijo, "así que la agitaré afuera y llamaré '¡carta para Hogwarts!' y veré si un búho la recoge. Papá, ¿quieres venir y ver?"

Su padre sacudió su cabeza minuciosamente y siguió leyendo. Por supuesto, Harry pensó para sí mismo. La magia era una cosa vergonzosa en la cual únicamente creía la gente estúpida; si su padre llegara a probar su hipótesis, o incluso verla siendo probada, eso se sentiría como asociarse él mismo con eso...

Sólo cuando Harry salió afuera por la puerta trasera, hacia el jardín trasero, se le ocurrió que si un búho bajaba y le arrebataba la carta, iba a tener algunos problemas contándole a Papá sobre eso.

Pero - bueno - eso no podría pasar de verdad, ¿o sí? Sin importar lo que mi cerebro parezca creer. Si un búho realmente baja y atrapa este sobre, voy a tener cosas más importantes para preocuparme qué lo que mi Papá piense.

Harry respiró hondo, y alzó el sobre hacia el aire.

Tragó saliva.

Llamar ¡Carta para Hogwarts! Mientras se sostenía un sobre en el aire en medio de tu propio jardín trasero era... de hecho muy embarazoso, ahora que lo pensaba.

No. Soy mejor que Papá. Usaré el método científico incluso si me hace sentir estúpido.

"Carta -" Harry dijo, pero salió más como un gruñido susurrado.

Harry templó su voluntad, y gritó hacia el cielo vacío, "¡Carta para Hogwarts! ¿Puedo conseguir un búho?"

"¿Harry?" preguntó una asombrada voz de mujer, una de sus vecinas.

Harry bajó su mano como si estuviera en llamas y escondió el sobre detrás de su espalda como si fuera dinero para drogas. Toda su cara estaba roja por la vergüenza.

Una vieja cara de mujer se asomó por encima de una cerca vecina, canoso cabello gris escapando de su red para el cabello. La Sra. Figg, la niñera ocasional. "¿Qué estás haciendo, Harry?"

"Nada," Harry dijo con voz enredada. "Sólo - probando una teoría verdaderamente tonta -"

"¿Recibiste tu carta de aceptación de Hogwarts?"

Harry se congeló donde estaba.

"Sí," respondieron los labios de Harry poco después. "Recibí una carta de Hogwarts. Dicen que quieren mi búho para el 31 de Julio, pero -"

"Pero tú no tienes un búho. ¡Pobrecito! No puedo imaginar lo que alguien estaría pensando, enviándote la carta estándar nada más."

Un brazo arrugado se extendió por encima de la cerca, y abrió una mano expectante. Apenas pensando en este punto, Harry le dio su sobre.

"Déjamelo a mi, querido," habló la Sra. Figg, "y en un instante o dos haré que alguien la lleve."

Y su cara desapareció por encima de la cerca.

Hubo un largo silencio en el jardín.


Entonces la voz de un chico dijo, calmada y tranquilamente, "Que."

...

Fin del Capítulo 1

Fanfic escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky


Traducido al español por Rhaidot



Capítulo 2



Nota del Traductor


Mi propósito es que la traducción sea lo más fiel al original. Dicho lo anterior, hay algunos términos que he debido cambiar para conservar el sentido de la narración. Un ejemplo es la frase “le proveyeron con tutores de la inagotable fuente de universitarios hambrientos”; Yudkowsky utiliza “estudiantes” y no “universitarios”, la razón para esto es la particularidad del sistema educativo (ingles para el mundo de HPMOR y norteamericano para Yudkowsky, donde es de conocimiento general que al hablar de estudiantes hambrientos se refiere a estudiantes universitarios con empleos de medio tiempo, no a los estudiantes que cursan lo que es más o menos equivalente a la educación secundaría), por lo cual sentí que de utilizar “estudiantes” se podía prestar para confusiones, mi prioridad era dejar en claro que Harry Potter veía clases particulares con tutores que a su vez eran estudiantes de educación superior.

La adaptación explicada anteriormente es uno de los mayores cambios con respecto al original, otros alteraciones menores fueron realizadas. Las cursivas y negrillas se conservan como en el original.

Intenté conservar el patrón de habla exclusivo de Harry, el cual será una constante a lo largo de la historia. En cuanto al uso de metáforas científicas, me veo forzado a admitir que es una de las partes más aterradoras de traducir, algunas son bastante complejas. Pero quede bastante complacido con la traducción de la puerta con palanca y la puerta con asa, espero seguir haciendo un buen trabajo en los próximos capítulos. Mi intención es traducir todo en Fan Fic al español con regularidad y presteza.