Capítulo 56 Capítulo 58
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Capítulo 57
El Experimento de
la Prisión Stanford, Cognición Restringida, Parte 7
Fan art por Karen Dutton |
Harry
tenía la esperanza
de haber alcanzado la fusión con su lado oscuro y que sería capaz
de invocar todos los beneficios sin ninguna de las desventajas,
invocar la prístina claridad y la voluntad indómita con un mero
comando, sin necesitar ponerse frío o enojado.
Una
vez más, había sobrestimado el progreso que había hecho. Algo
había pasado, pero Harry seguía teniendo un misterioso lado oscuro,
aún separado de él, y su yo ordinario todavía era domable. Y a
pesar del trabajo de reparación que había hecho en el temor de la
muerte que poseía a su lado oscuro, no se atrevía a sumergirse en
dicha oscuridad mientras estuviera desprotegido en Azkaban, eso era
tentar demasiado al destino.
Lo
que era infortunado, porque un poco de ese indómito ser le
habría venido muy útil en ese momento.
Lo que lo hacía más
difícil era que no podía estrellarse contra una pared, no podía
romper en lágrimas, ni siquiera podía soltar un suspiro. Su querida
Bella lo estaba observando y esas no eran el tipo de cosas que haría
su Señor Oscuro.
"Mi Señor -"
Bellatrix dijo. Su voz baja y extenuada. "Los Dementores –
están llegando – puedo sentirlos, mi Señor -"
"Gracias,
Bella," replicó una voz seca, "ya lo sé."
Harry
no podía sentir los huecos en el mundo de la misma forma que cuando
había estado usando la Reliquia de la Muerte, sin embargo podía
sentir el depresivo vacío incrementando su intensidad. Al principio
lo había confundido con el resultado de descender por la escalera,
hasta que él y Bellatrix ya no siguieron descendiendo y el vacío
siguió creciendo. Luego bajó, mientras los Dementores se movían
junto con la espiral, y volvió a crecer cuando ellos subieron otro
tramo de escaleras... Ahora había Dementores dentro del propio
Azkaban, e iban por él. Por supuesto que lo iban a hacer. Harry
podía haberse vuelto resistente, mas no estaba escondido.
Nuevo
requisito,
Harry le comunicó a su cerebro. Encuentra
una manera de derrotar a los Dementores que no involucre a mi
Encantamiento Patronus. Alternativamente, encuentra otra forma más
de esconder a alguien de los Dementores, a parte de la Capa de la
Invisibilidad
-
Renunció,
anunció su cerebro. Busca
tú mismo otra pieza de substrato de computación para resolver tus
problemas ridícula y excesivamente restringidos.
Lo
digo en serio,
pensó Harry.
Yo
también,
afirmó su cerebro.
Levanta tu Encantamiento Patronus y espera que los Aurores te
encuentren. Se sensato. Se acabó.
Rendirse...
El vacío abrumador
pareció jalar con más fuerza, mientras pensaba aquello; y Harry se
dio cuenta de lo que sucedía, se concentró más intensamente en las
estrellas, alejó su mente de la desesperación -
Sabes,
observó la parte lógica de sí mismo, si
no te permites considerar ningún pensamiento negativo porque eso le
abrirá tu mente a los Dementores, eso también es un prejuicio
cognitivo, ¿cómo sabrás de verdad cuando sea el momento de
rendirse?
Un desesperado grito
lloroso provino de abajo, palabras mezcladas con un "no" y
"váyanse". Los prisioneros sabían, los prisioneros lo
podían sentir.
Los Dementores se
aproximaban.
"Mi Señor,
usted – no debería arriesgarse por mí – vuelva a coger su Capa
-"
"Guarda
silencio, tonta," siseó una voz enojada. "Cuando decida
sacrificarte te lo haré saber."
Ella
tiene un punto válido,
intervino Slytherin. No
deberías arriesgarte por ella, de ninguna forma la vida de ella vale
más que la tuya.
Por un instante
Harry consideró sacrificar a Bellatrix para salvarse a sí mismo -
Y en ese momento,
algo de la tenue luz naranja de gas abandonó el corredor, un toque
de frío trepó por las puntas de los dedos de Harry. Y supo,
entonces, que pensar en entregar a Bellatrix a las sombras de la
Muerte, lo haría vulnerable una vez más. Incluso en el momento de
hacer la decisión, podía ser que se volviera incapaz de invocar el
Encantamiento Patronus, porque habría renunciado al pensamiento que
lo había salvado antes.
Se
le ocurrió a Harry que todavía podía tomar la Capa de Bellatrix
después, aún si no podía lanzar el Encantamiento Patronus; por lo
que tuvo que atornillar sus pensamientos lejos de esa opción,
enfocarse firmemente en su decisión de no
hacerlo, o podría haberse desmayado ahí mismo. Porque el vacío
torbellino girando a su alrededor ahora era mortalmente fuerte; había
gritos proviniendo de arriba,
y los gritos de abajo se habían detenido.
Ésto
es ridículo,
dijo su parte lógica. Los
agentes de la racionalidad no tendrían que aguantar ésta clase de
proceso razonador tan censurado, todos los teoremas asumen que tu
manera de pensar no afecta la realidad como sí lo hacen tus
acciones, por lo cual eres libre de escoger un algoritmo optimo sin
preocuparte de cómo tus pensamientos interactúan con los Dementores
-
...
Esa
es realmente una idea tonta,
opinó Gryffindor. Incluso
yo creo que es una idea tonta y yo soy tu parte Gryffindor.
Seriamente no vas a limitarte a quedarte aquí de pie y
-
***
"¡Tenemos una
señal fija!" gritó Ora, sosteniendo su espejo mágico en señal
de triunfo. "El Dementor afuera de la pared interior apuntó al
nivel siete, de la espiral C, ¡ahí es donde están!"
Sus Aurores la
estaban mirando con expectación.
"No,"
Amelia expresó con voz neutral. "Ahí es donde uno
de ellos está. Los Dementores todavía no pueden hallar a Bellatrix
Black. No vamos a salir corriendo y permitir que ella se escape a
través de la confusión, y no vamos a dividir nuestras fuerzas para
que nos hagan una emboscada. Siempre y cuando nos movamos con
precaución, no podemos perder. Digan a Scrimgeour y Shacklebolt que
sigan bajando nivel por nivel, igual que antes -"
El anciano mago ya
estaba dando zancadas largas hacia adelante. Amelia ni se molestó en
insultarlo, ésta vez, pues una vez más sus escudos cuidadosamente
construidos se partieron como agua y ondularon gentilmente en su
partida.
***
Harry esperó al
principio del corredor, justo al lado de las escaleras que llevaban
hacia arriba. Bellatrix y la serpiente estaban detrás de él,
escondidos por la Reliquia de la Muerte que Harry había dominado; él
sabía, aunque no la podía ver, que la demacrada hechicera estaba
sentada en las escaleras, recostada, ya que Harry había retirado su
Encantamiento de Levitación para liberar su mente y magia.
Los ojos de Harry
estaban fijos en el otro lado del corredor, en las escaleras que
llevaban hacia abajo. Ya no en su mente, sino en la realidad
verdadera, la luz en el corredor se había reducido, la temperatura
había descendido. El miedo tronaba sobre él y a su alrededor como
un mar azotado por vientos huracanados, y el vacío abrumador se
había vuelto un aullido que lo arrastraba hacia un hoyo negro que se
aproximaba.
En lo más lejano de
las escaleras al otro lado, flotando con suavidad a través del aire
moribundo, llegaron los vacío, las ausencias, las heridas en el
mundo.
Y Harry esperó que
se detuvieran.
Con
toda la voluntad y enfoque que disponía, Harry
esperó que se detuvieran.
Anticipó que se
iban a detener.
Creyó
que se iban a detener.
...esa era la idea,
de todos modos...
Harry
cerró los peligrosos pensamientos errantes, y
espero que los Dementores se detuvieran.
Ellos no tenían inteligencia propia, no eran más que heridas en el
mundo, su forma y estructura era tomada por las expectativas de los
demás. Las personas habían sido capaces de negociar con ellos,
ofrecerles victimas a cambio de cooperación, nada más porque ellos
creyeron
que los Dementores harían un intercambio.
Así que si Harry lo creía con suficiente fuerza los vacíos se
girarían y se irían, se girarían y se irían.
Sin embargo las
heridas en el mundo siguieron acercándose, el miedo arremolinándose
como si ya fuera una cosa sólida, el vacío desgarrando la materia
tanto como la mente, tanto la substancia como el espíritu, podías
ver el metal empezando a erosionarse a medida que los hoyos en el
mundo iban pasando.
Un pequeño sonido
provino detrás suyo, desde Bellatrix, mas ella no pronunció
palabra, porque se le había instruido a permanecer callada.
No
pienses en ellos como criaturas, piensa en ellos como objetos
psíquicamente sensible, pueden ser controlados si me controlo a mí
mismo
-
El
problema era que no
se podía
controlar a sí mismo tan fácilmente, no podía forzarse a sí mismo
a creer que el azul era verde por un mero acto de voluntad. No podía
suprimir aquellos pensamientos sobre cuán irracional era hacerte
creer algo a ti mismo. Qué tan imposible
era engañarte a ti mismo para creer en algo si sabías
que eso era lo que estabas haciendo. Todo el entrenamiento que Harry
se había dado a sí mismo contra el auto-engaño se rehusaba a
desactivarse sin
importar qué tan dañino fuera en éste caso único y especial -
Las sombras de la
Muerte cruzaron el punto medio del corredor, y Harry levantó su
mano, dedos separados, y comandó con voz firme y confiada, "Alto."
Las sombras de la
Muerte se detuvieron.
Detrás de Harry,
Bellatrix dejó escapar un resoplido ahogado, como si se lo
estuvieran desgarrando.
Harry
le hizo un gesto, la señal que le había indicado por adelantado y
que significaba, repite
lo que escuchaste decir a los Dementores.
"Ellos
dijeron," Bellatrix informó, su voz temblorosa, "ellos
dijeron, 'Bellatrix Black nos fue prometida. Revela dónde se
esconde, y serás perdonado.'"
"¿Bellatrix?"
Harry replicó, haciendo que su voz se oyera divertida. "Ella
escapó hace mucho."
Un momento después,
Harry se dio cuenta que en vez de eso debió afirmar que Bellatrix
estaba entre los Aurores en el nivel superior, eso habría causado
más confusión -
No,
era incorrecto pensar en los Dementores como personas que pudieran
ser engañadas, eran meras cosas,
eran controlados únicamente por las expectativas
-
"Ellos dicen,"
Bellatrix declaró con voz rota, "dicen que saben que estás
mintiendo."
Los vacíos
empezaron a avanzar otra vez.
Las
anticipaciones de ella son creencias más sólidas que las mías;
ella los está controlando, sin querer
-
"No te
resistas," Harry ordenó, apuntando su varita hacia atrás.
"Yo, te amo,
adiós, mi Señor -"
"Somnium."
Había ayudado, de
forma extraña, escuchar aquellas particulares y horrendas palabras,
entender el error de Bellatrix; le recordó a Harry porqué estaba
peleando.
"Alto,"
Harry demandó de nuevo. Bellatrix ya estaba dormida; ahora sólo su
propia voluntad, más bien sus propias expectativas, deberían
controlar a las esferas de la aniquilación -
Sin
embargo siguieron flotando hacia adelante, y Harry no pudo evitar
preocuparse porque quizá la experiencia previa había dañado su
confianza, lo que significaba que ya no
sería
capaz de detenerlos, y se dio cuenta de que estaba pensando en eso,
tuvo aún más dudas – necesitaba más tiempo para prepararse,
primero debió practicar controlar a un Dementor enjaulado -
Nada más quedaba un
cuarto de corredor entre Harry y las sombras de la muerte, los vacíos
vientos eran tan fuertes que Harry pudo sentir la erosión iniciando
entre las grietas de sí mismo.
Y
a Harry le llegó el pensamiento de que quizá estaba equivocado, tal
vez los Dementores sí
tenían sus propios deseos y capacidad de planeación. O podía ser
que fueran controlados por la forma en que todos
pensaban sobre ellos y su funcionamiento, no sólo por quien
estuviera cerca de ellos. Y en cualquier caso -
Harry sacó su
varita y se ubicó en la posición inicial del Encantamiento
Patronus, y habló.
"Uno de ustedes
fue a Hogwarts y no regresó. Ya no existe; esa Muerte está muerta."
Los Dementores se
pararon en seco, una docena de heridas en el mundo se quedaron
quietas, mientras los vacíos gritaban a su alrededor como un viento
mortal que no provenía de ningún lado.
"Dense vuelta y
no le cuenten a nadie sobre ésto, pequeñas sombras, o los destruiré
también."
Los dedos de Harry
se deslizaron hacia la posición inicial del Encantamiento Patronus,
y se preparó para invocarlo; en su mente, la Tierra resplandecía
entre las estrellas, el lado diurno brillaba azul por el reflejo de
la luz solar, el lado nocturno titilando con la luz de las ciudades
humanas. Harry no estaba fingiendo, no estaba intentando hacer algo
para engañar sus pensamientos. Las sombras de la Muerte avanzarían
y serían aniquiladas, o se irían, estaba igualmente preparado para
cualquiera de las dos...
Y los vacíos se
retiraron tan velozmente como llegaron, los vientos de la nada
disminuyendo con cada metro que se alejaban, mientras retrocedían
por las escaleras que descendían, y se fueron.
Ya
fuera que en verdad tuvieran su propia pseudo-inteligencia, o si
Harry finalmente había tenido éxito en tener la expectativa
de que se fueran... eso, Harry no lo sabía.
Pero se habían ido.
Harry
se tomó un momento para sentarse al lado de la inconsciente
Bellatrix en las escaleras, y se dejó caer al suelo al igual que
ella, cerrando sus ojos por un rato, nada más un poco, por supuesto
que no estaba planeando quedarse dormido en Azkaban, mas necesitaba
tomarse ese instante. Los Aurores seguirían descendiendo despacio,
esperaba Harry, así que no le iba a hacer daño tomarse tan sólo
cinco minutos para descansar. Harry fue lo suficientemente cuidadoso
como para mantener sus pensamientos positivos, felices, vaya,
nada más voy a tener un poco de descanso reparador por aquí, y
entonces me sentiré mejor, en vez de, digamos, vaya, simplemente
colapsar por el cansancio emocional y físico,
porque los Dementores todavía no se retiraban muy lejos.
Y
por cierto,
Harry le comunicó a su cerebro, estás
despedido.
***
"¡Lo
encontré!" gritó la voz del anciano mago.
¿A
quién?
pensó Amelia, al tiempo que se giró para ver el retorno de
Dumbledore, cargando en sus brazos -
- la única
aparición, la única persona, que ella nunca habría esperado
contemplar -
- un hombre envuelto
en una túnica roja desgarrada, viéndose quemado como si hubiera
combatido en una pequeña guerra, sangre seca sobre muchos cortes.
Sus ojos estaban abiertos, y estaba masticando una barra de
chocolate, sostenida por su única mano con vida.
Bahry
Una-Mano estaba con vida.
Un grito de alegría
se elevó, sus Aurores comenzaron a bajar sus varitas, algunos de
ellos ya hasta estaban corriendo hacia adelante.
"¡Permanezcan
en guardia!"
aulló Amelia. "Revísenlos para Poción Multijugos – escaneen
a Bahry en busca de un Animago pequeño o trampas -"
***
"Innervate.
Wingardium Leviosa."
Hubo una pausa.
Harry sintió, aunque no podía ver del todo, que la mujer invisible
estaba poniéndose a sí misma de pie, y girando su cabeza para mirar
alrededor. "¿Estoy... con vida...?"
Harry estuvo
bastante tentado a decir no, nada más para ver cómo reaccionaba
ella ante eso. En su lugar siseó, "No hagas preguntas
estúpidas."
"¿Qué
sucedió?" susurró Bellatrix.
Y el Señor Oscuro
soltó una salvaje, aguda carcajada, y explicó, "Asusté a los
Dementores, mi querida Bella."
Hubo una pausa.
Harry deseó poder ver el rostro de Bellatrix; ¿había pronunciado
algo incorrecto?
Tras un rato, con
voz temblorosa, "Podría ser, mi Señor, que en tu nueva forma,
has empezado a preocuparte por mí -"
"No,"
Harry la cortó con frialdad, y le dio la espalda (aunque mantuvo su
varita sobre ella), y empezó a caminar. "Y encargate de no
ofenderme otra vez, o te abandonaré aquí, sirvas o no sirvas. Ahora
sígueme, o quedate atrás; yo tengo trabajo que hacer."
Harry dio zancadas
largas, sin prestar atención a los sonidos de jadeos que venían
detrás suyo; sabía que Bellatrix lo estaba siguiendo.
...porque lo último
que esa mujer necesitaba, la última de las cosas que necesitaba
comenzar a pensar antes de que el sanador psiquiátrico iniciara el
tratamiento para desprogramarla, era creer que el Señor Oscuro podía
llegar a amarla alguna vez.
***
El anciano mago se
peinó su barba plateada de modo contemplativo, observando hacia
donde el Auror Bahry estaba siendo cargado fuera del cuarto por dos
Aurores fuertes.
"¿Entiendes
ésto, Amelia?"
"No," ella
respondió simplemente. Ella sospechaba de alguna trampa que no
habían sido capaces de imaginar, por lo que el Auror Bahry iba a ser
mantenido por fuera del grupo principal y resguardado.
"Tal vez,"
el anciano mago expuso, "quien sea que entre ellos pueda invocar
el Encantamiento Patronus, es más que un mero rehén. ¿Alguien que
fue traído mediante engaños, quizá? Por la razón que sea, dejaron
a tu Auror con vida; no vayamos a ser los primero en esgrimir
maldiciones mortales, cuando los encontremos -"
"Ya
veo," declaró la anciana bruja dándose cuenta de repente, "ese
era su plan. No les costaba nada usar Obliviate
con él y dejarlo con vida, y nos hace a nosotros
titubear -" Amelia asintió con decisión, y le ordenó a su
gente, "Avanzamos al igual que antes."
El mago anciano
suspiró. "¿Alguna noticia de parte de los Dementores?"
"Si te cuento,"
Amelia espetó, "¿saldrás corriendo otra vez?"
"No te cuesta
nada, Amelia," el mago anciano contestó con calma, "y
podría salvar de la pelea a uno de los tuyos."
Me
cuesta nada excepto mi oportunidad de venganza
-
Sin embargo eso era
nada comparado a lo otro, el molesto mago anciano con frecuencia
estaba en lo correcto al fin de cuentas, eso era parte de lo que lo
hacía tan impertinente.
"Los Dementores
han cesado de responder preguntas sobre la otra persona que dijeron
haber visto," Amelia le reveló, "y no nos informan del por
qué, ni del dónde."
Dumbledore se giró
hacia el rutilante fénix plateado sobre su hombro, cuya luz
iluminaba todo el corredor, y recibió una silenciosa sacudida de
cabeza como respuesta. "Yo tampoco los puedo detectar,"
comentó Dumbledore. Luego se encogió de hombros. "Supongo que
tendré que caminar por la espiral completa desde la cima hasta el
fondo y ver si resulta algo, ¿correcto?"
Amelia le habría
comandado no hacerlo, de pensar que eso haría la más mínima
diferencia.
"Albus,"
habló Amelia al tiempo que el mago anciano se volteaba para partir,
"incluso tú puedes ser emboscado."
"No digas
disparates, querida mía," el mago anciano se despidió animado
al volver a alejarse con sus zancadas largas, agitando su varita de
quince pulgadas de desconocida madera gris-oscura como si fuera una
advertencia, "Yo soy invencible."
Hubo una pausa.
("Él no acaba
de pronunciar eso -" susurró la Auror más nueva que estaba
presente, una joven señorita todavía remilgada que respondía al
nombre de Noelle Curry, al miembro con más experiencia de su trío,
el Auror Brooks. "¿O sí?")
("Puede
salirse con la suya," Isabel le murmuró a ella, "él es
Dumbledore,
ni siquiera el Destino se lo puede tomar en serio a éstas alturas.")
"Y eso,"
Amelia señaló con pesadez, para el beneficio de los Aurores más
jóvenes, "es por lo que nunca lo llamamos para nada a menos que
absolutamente no tengamos otra opción."
***
Harry se quedó
acostado muy quieto sobre el duro camastro que servía como cama en
esa celda, una manta puesta sobre él, permaneciendo sin moverse
tanto como pudo mientras esperaba que regresará el miedo. Había un
Patronus aproximándose, y uno poderoso. Bellatrix estaba escondida
por una Reliquia de la Muerte, ningún Encantamiento sencillo iba a
penetrar eso; mas Harry no sabía que otras artes los Aurores podrían
emplear para detectar a su propia persona, y no se atrevía a mostrar
su ignorancia al preguntarle a ella. Por lo que Harry yació sobre la
cama dura, en una celda con una puerta bloqueada, y la poderosa
puerta de metal cerrada detrás de él, en la más absoluta
oscuridad, con una diminuta manta cubriéndolo, esperando que fuera
quién fuera no echaría una mirada adentro, o que no miraría
demasiado cerca si lo hacían -
Ese no era un punto
que Harry pudiera afectar, realmente, esa parte de su destino
reposaba enteramente en las manos de las Variables Desconocidas. La
mayor parte de su mente se estaba concentrando en la Transformación
que estaba realizando.
Escuchando en el
silencio, Harry oyó los rápidos pasos aproximarse; hicieron una
pausa afuera de su puerta, y después -
- continuaron
avanzando.
Pronto el miedo
regreso.
Harry
no se permitió a sí mismo darse cuenta de su propio alivio, no más
de lo que se permitía darse cuenta del miedo. Estaba sosteniendo en
su mente la figura de un dispositivo Muggle mucho más grande que una
batería de carro, y lentamente aplicando esa Forma a la substancia
de un cubo de hielo (que Harry había congelado usando Frigideiro
sobre el agua de una botella que tenía en su monedero). No se
suponía que Transformaras cosas que fueran a ser quemadas, sin
embargo entre que la sustancia original fuera de agua, y el
Encantamiento Casco-Burbuja para proteger su suplemento de aire,
Harry esperaba que ésto no lo haría enfermar a él u otra persona.
Ahora era cuestión
de si tendría o no tiempo suficiente antes de que los Aurores
hicieran una búsqueda detallada en su celda, para que Harry
finalizara éste Transformación, y la Transformación parcial que
haría después de eso -
***
Cuando el mago
anciano regresó con pasos largos y las manos vacías, incluso Amelia
comenzó a sentir una pizca de preocupación. Ella y los otros dos
equipos de Aurores habían recorrido un tercio del camino hacia abajo
de las tres espirales, en sincronía para no permitir ninguna
abertura en su redada que pudiera ser aprovechada al cortar a través
de una celda y saltar hacia el techo, y aún así no habían hallado
ni una pista.
"¿Puedo pedir
tu reporte?" Amelia inquirió, dejando la agudeza por fuera de
su voz.
"Primero hice
una simple caminata desde la cima hasta el fondo," informó el
mago anciano. Estaba haciendo muecas, su cara más arrugada de lo
usual. "Examiné la celda de Bellatrix, y hallé una muñeca
muerta en su lugar. Se suponía que éste escape no fuera
descubierto, creo. Hay algo escondido en la esquina debajo de un
montón de ropa; dejé eso sin perturbar para que lo examinen tus
Aurores. En el viaje de regreso, abrí cada puerta y miré dentro de
las celdas. No vi nada que estuviera bajo el Encantamiento
Desilusionador, únicamente los prisioneros -"
Fueron interrumpidos
por el grito de un fénix rojo-dorado, y todos los Aurores de ella
tambalearon por su causa. Condenación había en aquel grito, y una
urgente demanda que casi hizo que Amelia saliera corriendo del
corredor en el acto.
"- en
condiciones bastante estresantes," Dumbledore continuó con
calma. Por un momento los ojos azules estuvieron muy fríos bajo las
gafas de media luna. "¿Alguno de ustedes me hablará de las
consecuencias de sus acciones?"
"Yo
no sabía que -" Amelia inició.
"Lo sé,"
la cortó el mago anciano. "Mis disculpas, Amelia." Él
suspiró. "Algunos de los prisioneros más recientes tienen
rezagos de su magia, cuando miré sobre ellos, mas no sentí poder
que no estuviera comido; al más fuerte le quedaba tanta magia como a
un niño de primer año. Escuché a Fawkes gritar estresado muchas
veces, pero nunca a manera de reto. Parece que tendrás que continuar
tu búsqueda; ellos se pueden esconder lo suficientemente bien como
para escapar de mi mera percepción."
***
Cuando
Harry finalizó su primera Transformación, se sentó, se quitó la
sabana que lo había cubierto, lanzó un Lumos
rápido, observó su reloj, y se sorprendió de ver que había pasado
casi una hora y treinta minutos. Cuánto de ese tiempo había pasado
desde que alguien había abierto la puerta y la había vuelto a
cerrar – Harry no había estado mirando en esa dirección, por
supuesto - eso, Harry no lo podía adivinar.
"¿Mi
Señor...?" murmuró la voz de Bellatrix, blanda y muy dudosa.
"Puedes hablar
ahora," Harry indicó. Le había ordenado permanecer en silencio
mientras trabajaba.
"Era Dumbledore
quien nos echó una ojeada."
Pausa.
"Interesante,"
Harry dijo neutral. Estaba feliz de no haberlo notado en ese momento.
Eso se oía como una afeitada
demasiado cercana.
Harry le comunicó
una palabra a su monedero, y comenzó a extraer el dispositivo mágico
que iba a combinar con el producto de una hora de su labor. Luego,
cuando eso fue extraído, otra palabra sacó un tubo de pegamento de
fuerza industrial; antes de usarlo, Harry invocó el Encantamiento
Casco-Burbuja sobre Bellatrix y sobre sí mismo, e hizo que Bellatrix
lanzara el mismo Encantamiento sobre la serpiente, para que los humos
del pegamento en la celda cerrada no los fueran a lastimar.
Cuando el pegamento
había empezado a secarse, uniendo tecnología a la magia, Harry la
dejó caer sobre la cama, y se sentó sobre el piso, permitiendo que
su magia y voluntad descansaran por un rato antes de ensayar la
siguiente Transformación.
"Mi Señor..."
Bellatrix habló con titubeos.
"¿Si?"
replicó la voz seca.
"¿Qué es ese
dispositivo que hiciste?"
Harry pensó con
rapidez. Parecía ser una buena oportunidad para revisar sus planes
para ella, bajo la pretensión de preguntas instructivas.
"Considera, mi
querida Bella," inició Harry con suavidad. "¿Cuán
difícil es para un mago poderoso cortar las paredes de Azkaban?"
Hubo una pausa, y
luego la voz de Bellatrix surgió, lenta y confundida, "¿Nada
difícil, mi Señor...?"
"En efecto,"
concordó la seca, aguda voz del maestro de Bella. "Supongamos
que alguien fuera a hacer ésto, cruzar por el hoyo, volar en una
escoba, y remontarse e irse. Rescatar a un prisionero de Azkaban
parecería ser fácil entonces, ¿o no?"
"Sin embargo mi
Señor..." opinó Bella. "Los Aurores harían – ellos
tienen sus propias escobas, mi Señor, de las veloces -"
Harry escuchó, era
como él lo había planeado. El Señor Oscuro replicó, de nuevo en
tonos de suave inquietud Socrática, y Bellatrix realizó una
pregunta más, que Harry no había esperado, pero la propia
contra-pregunta de Harry demostró que eso no importaría al final. Y
en respuesta al último interrogante de Bellatrix, el Señor Oscuro
sólo sonrió, y dijo que ya era tiempo de regresar a su trabajo.
Y luego Harry se
levantó del piso de la celda, fue hacía la pared más profunda, y
puso su varita sobre la dura superficie de la pared – el muro de
Azkaban, el sólido metal que los separaba del contacto directo con
el pozo de los Dementores.
Y Harry inició una
Transformación parcial.
Éste hechizo sería
más rápido, esperaba Harry. Había pasado horas y horas practicando
la magia única, lo que la había hecho rutinaria, no mucho más
difícil para él que la Transformación ordinaria. La forma que
estaba cambiando no tenía tanto volumen en total, la figura
Transformada iba a ser alta y larga, mas era muy delgada. Medio
milímetro, Harry había pensado, que sería suficiente, considerando
la perfecta lisura...
Sobre
la larga banca que servía como cama de prisión, donde Harry había
depositado el dispositivo tecnológico Transformado y el objeto de
combinación mágica para que se secara el pegamento, pequeñas
letras en escritura dorada brillaban sobre el artefacto Muggle. Harry
no había planeado
realmente que estuvieran allí, sin embargo habían seguido corriendo
en la parte de atrás de su mente, y así se habían convertido en
parte de la forma Transformada.
Había
muchas cosas diferentes que Harry podría pronunciar antes de usar
éste particular triunfo del ingenio tecnológico. Cualquier número
de cosas que serían, en un sentido u otro, apropiadas. O al menos
cosas que Harry podría
haber exclamado, que habría
gritado a los cuatro vientos, si Bellatrix no hubiera estado ahí.
Sin
embargo había una sola cosa que decir, que Harry únicamente tendría
la oportunidad de usar en ésta ocasión, y probablemente no tendría
una mejor oportunidad para expresarlas nunca más. (O pensarlas,
como fuera, si no las podía hablar en voz alta.) No había visto la
película en realidad, pero había visto un avance, y por alguna
razón la frase se había quedado pegada en su mente.
Las pequeñas letras
doradas sobre el dispositivo Muggle rezaban así,
¡Bien, chiflados
primitivos! ¡Prestad atención!
***
Nota del Traductor
Bueno, oficialmente puedo declarar que la traducción de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad, mi querido HPMOR, ha regresado a mi blog.
El capítulo 57 está lleno de mucha información y emoción, suspenso por doquier, pues no hay combates, pero todavía resuenan los ecos de la batalla entre Quirrell y Bahry Una Mano.
Los que hayan visto la película Ejercito de las Tinieblas, entenderán la referencia al final del episodio. Para favor de los que no hayan visto la película, les dejo el trailer.
Yo soy de la opinión de que los Dementores son controlados por las expectativas de todos, y que Harry no logró controlar sus expectativas, simplemente les infundió miedo.
Me preció de haber adivinado qué tipo de aparato iba a usar Harry, pero me lo imaginaba a una escala mucho más pequeña.
Creo que había prometido éste capítulo en menos tiempo del que me tomó, sin embargo hubo muchas Variables Desconocidas en mi camino. No voy a hacer una predicción de cuándo estará listo el próximo capítulo, más bien los dejo con la promesa de traducir una página todos los días, excepto los Domingos, porque necesito un día para desconectarme de todo o me convierto en asesino serial. Lo último es una broma, obviamente.
Los capítulos que vienen son cada vez más emocionantes, eso se los prometo. Muchas gracias por leer y comentar, mención especial a Ermac18 y Trece DB quienes han comentado en la versión de HPMOR para Fan Fiction Net.
¡Qué la racionalidad los acompañe!
***
Escrito
por Less
Wrong / Eliezer Yudkowsky
Traducido
al español por +Rhaidot
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