Páginas

sábado, 13 de octubre de 2018

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 72

Capítulo 71             Capítulo 73

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad



hermione harry draco
HPMOR comandor por  EJohni


Capítulo 72: Auto-Actualización, Negación Plausible, Parte 7


El Sol de invierno se había ocultado por completo para cuando terminó la cena, por lo que fue en medio de la pacífica luz de las estrellas titilando desde el techo del Gran Comedor que Hermione se fue para la Torre de Ravenclaw junto con su compañero de estudio Harry Potter, quien últimamente parecía tener una ridícula cantidad de tiempo para estudiar. Ella no tenía ni la más mínima idea de cuándo estaba Harry haciendo su tarea, excepto que estaba siendo hecha, quizá por elfos de casa mientras él dormía.

Casi cada par de ojos se posaron sobre ellos mientras pasaron a través de las poderosas puertas del Gran Comedor, demasiado parecidos a los portales cercados de un castillo para el gusto de los estudiantes que los tenían que cruzar en el camino de regreso de la cena.

Se fueron sin hablar, y caminaron hasta que el distante borboteo de las conversaciones estudiantiles se desvanecieron en silencio; y luego los dos avanzaron un poco más a través de los corredores de piedra antes de que Hermione finalmente hablara.

"¿Por qué hiciste eso, Harry?"



"¿Hacer qué?" replicó el Niño-Que-Vivió en un tono abstraído, como si su mente estuviera en otro lugar, pensando sobre cosas vastamente más importantes.

"O sea, ¿por qué simplemente no les contestaste que no?"

"Bueno," Harry explicó, mientras que sus zapatos aporrearon las baldosas, "simplemente no puedo ir por ahí respondiendo 'no' cada vez que alguien me pregunte sobre algo que no he hecho. Mira, supón que alguien me cuestionó, 'Harry, ¿hiciste la broma con la pintura invisible?' y yo digo 'No' y luego me siguen interrogando 'Harry, ¿sabes quién hizo fallar la escoba del Buscador de Gryffindor?' y yo contesto 'Me rehúso a contestar esa pregunta.' Es otra manera de confesar todo."

"Y por eso," Hermione expresó cuidadosamente, "le dijiste a todos..." Ella se concentró, recordando las palabras exactas. "Que si hipotéticamente había una conspiración, no podrías confirmar ni negar que el verdadero maestro de la conspiración fuera el fantasma de Salazar Slytherin, y que de hecho ni siquiera serías capaz de admitir que la conspiración existía por lo que las personas debían dejar de cuestionar al respecto."

"Ajá," concordó Harry Potter, sonriendo ligeramente. "Eso les enseñará a tomar escenarios hipotéticos con demasiada seriedad."

"Y me pediste a que no respondiera nada -"

"Ellos podrían no creerte, si lo niegas," señaló Harry. "Por lo que es mejor que no digas nada, a menos que quieras que ellos piensen que eres una mentirosa."

"Pero -" Hermione habló con impotencia. "Pero - ¡pero ahora las personas creen que yo estoy haciendo cosas para Salazar Slytherin!" La forma en que los Gryffindors la habían estado mirando - la forma en que los Slytherins la habían estado mirando -

"Es lo que termina ocurriendo por ser un héroe," Harry comentó. "¿Has visto lo que Quibbler escribe sobre ?"

Por un breve segundo Hermione imaginó que sus padres leían un artículo en el periódico sobre ella, y en vez de ser una historia sobre ella ganando un concurso de ortografía a nivel nacional o cualquiera de las otras cosas que ella había imaginado podían llevarla a las revistas, el titular rezaba "HERMIONE GRANGER EMBARAZA A DRACO MALFOY".

Fue suficiente como para hacerla reconsiderar el asunto de ser una heroína.

La voz de Harry se puso más formal. "Hablando de ello, Señorita Granger, ¿cómo va su última misión?"

"Bueno," contestó Hermione, "a menos que el fantasma de Salazar Slytherin realmente aparezca y nos informe de dónde hallar abusones, no creo que vayamos a tener mucha suerte." No que ella lamentará eso.

Miró a Harry de reojo, y vio que el niño la estaba observando con intensidad.

"Sabes, Hermione," el niño declaró en voz baja, como para asegurarse que nadie más en el mundo los iba a escuchar, "creo que estás en lo correcto. Creo que algunas personas reciben más ayuda que otras para volverse héroes.Y yo tampoco creo que eso sea justo."

Harry la sujetó por la parte de la túnica donde estaba su brazo, y la empujó hacía un estrecho pasillo en medio del corredor en que habían estado caminando, su boca abierta por la sorpresa mientras que Harry cogía la varita en su mano, ambos adentrándose en el estrecho pasillo que era tan pequeño que era casi como si los estuviera empujando sobre los brazos del otro, entonces Harry apuntó hacia el lugar por el que habían venido y suavemente pronunció "Quietus", luego un momento después, en la otra dirección, "Quietus" otra vez.

El niño buscó por los alrededores, no hacia todos los lados, aunque sí hacia arriba en el techo y hacia abajo en el suelo.

Y luego Harry introdujo una mano en su monedero y ordenó, "Capa de Invisibilidad."

"¿Ay?" dijo Hermione.

Harry ya estaba extrayendo pliegues de resplandeciente tela negra de su dispositivo de piel de moke. "No te preocupes," el niño comentó con una ligera mueca, "son tan raras que nadie se molestó en hacer una regla escolar contra ellas..."

Harry le ofreció la tela de terciopelo oscuro, y declaró, su voz extrañamente formal, "No te la regalo, sino que te la presto, mi capa, a ti Hermione Jean Granger. Protégela bien."

Se quedó mirando fijamente el terciopelo reluciente de la capa, tela que tragaba toda la luz que caía sobre ella excepto los centelleos de pequeños y extraños reflejos, tela tan perfectamente negra que tendría que haber mostrado polvo o hilos o algo sin embargo no lo hacía, mientras más la mirabas más sentías que lo observado no estaba allí realmente, pero entonces parpadeabas de nuevo y no era más que un manto negro.

"Tómala, Hermione."

Apenas y pensando, Hermione estiró su mano y casi rozó la tela; y ahí su cerebro despertó y ella empezó a retroceder su mano, Harry soltó la capa y esta se fue cayendo y ella la agarró por instinto. Y en el instante en que sus dedos tocaron y sostuvieron el manto sintió un voltio intangible que la recorrió al igual que la primera vez que sujetó su varita; y fue como escuchar una canción, muy débilmente, en el fondo de su mente.

"Ese es uno de mis objetos de aventurero, Hermione," Harry le dijo con suavidad. "Perteneció a mi padre, y no es algo que pueda reemplazar, de llegarlo a perder. No se lo prestes a nadie más, no se lo muestres a nadie más, no le reveles a nadie su existencia... aunque si quieres usarla por un rato, nada más ven y pídela prestada."

Hermione finalmente separó sus ojos del pliegue de oscuridad sin fondo y le devolvió la mirada a Harry.

"No puedo -"

"Ciertamente puedes," Harry insistió. "Porque no hay nada mínimamente justo en que yo encontrara esto como una caja de regalo al lado de mi cama una mañana, y que tú... no." Harry se paró a pensar. "A menos que tú recibieras tu propia capa de invisibilidad, en cuyo caso perdona las molestias."

Entonces las implicaciones de manto de invisibilidad finalmente se adentraron dentro de sí, y ella apuntó un dedo conmocionado hacia Harry, aunque estaban tan pegados que ella no pudo estirar su brazo apropiadamente, y su voz se elevó con considerable indignación mientras ella acusó, "¡Conque fue así cómo desapareciste del armario de Pociones! Y la vez cuando -" y entonces se fue quedando callada, porque incluso con una capa de invisibilidad aún no podía ver cómo Harry había...

Harry pulió sus uñas sobre su túnica con despreocupado ingenio, y argumentó, "Bueno, sabías que tenía que haber algún truco en ello, ¿verdad? Y ahora la heroína sabrá misteriosamente dónde y cuándo hallar a los abusones - como si ella escuchara a los abusones planeando, aún cuando a nadie de su edad le sería posible volverse invisible para espiarlos."

Hubo una pausa y un silencio.

"Harry -" ella dijo. "Yo - ya no estoy segura de que combatir a los abusones sea una idea tan buena."
Los ojos de Harry permanecieron fijos sobre los de ella. "¿Porque las otras chicas podrían salir lastimadas?"

Ella asintió, simplemente asintió.

"Esa es su decisión, Hermione, al igual que la tuya. Yo decidí no hacer la estúpida cosa obvia que todos hacen en los libros, intentar mantenerte a salvo y protegida e impotente, y hacer que realmente te enojes mucho conmigo, y me alejes mientras te vas por tu cuenta y te metes en más problemas, y entonces heroicamente avanzas exitosamente, tras lo cual finalmente tengo mi epifanía y me doy cuenta de que bla bla bla etcétera. Yo sé cómo va esa parte de la historia de mi vida, por lo que simplemente me la voy a saltar. Si puedo predecir lo que voy a pensar después, puedo adelantarme y pensarlo ahora. Como sea, mi punto es que, no deberías sofocar a tus amigos para mantenerlos a salvo. Nada más les debes avisar directamente que va a salir horriblemente mal, y si ellas aún quieren ser heroínas después de eso, está bien."

Era en ocasiones como esa que Hermione dudaba si alguna vez ella se iba a acostumbrar a la forma de pensar de Harry. "Harry, de verdad," su voz se atascó por un segundo, "de verdad, ¡de verdad no quiero que ellas salgan lastimadas! ¡Especialmente por algo que yo inicié!"

"Hermione," Harry opinó con seriedad, "estoy muy convencido de que hiciste lo correcto. Realmente no puedo ver que podría sucederles a ellas que fuera peor, a largo plazo, que no intentarlo."

"¿Qué tal si ellas salen malheridas?" Hermione inquirió. Su voz se sintió bloqueada en su garganta; recordó al Capitán Ernie contando cómo Harry simplemente había mirado directamente a los ojos del abusón mientras éste iba doblando su dedo para atrás, antes de que la Profesora Sprout hubiera llegado a salvarlo; y hubo otro pensamiento que le llegó después de eso, sobre Hannah y sus delicadas manos con uñas que ella pintaba cuidadosamente en el amarillo de Hufflepuff cada mañana, pero eso ni siquiera estaba permitido para imaginarse. "Y luego - ellas nunca harán algo valiente, nunca jamás -"

"No creo que funcione de ese modo," Harry arguyó con firmeza. "Incluso si todo sale mal de una manera alucinante, no creo que funcione así dentro de la mente humana. Lo importante es que creas que eres alguien que puede romper sus propios límites. Intentarlo y salir lastimado no puede ser peor que quedarse... atascado."

"¿Qué pasa si estas equivocado, Harry?"

Harry hizo una pausa por un momento, y luego se encogió de hombros con un poco de tristeza, y respondió, "¿Qué tal si estoy en lo correcto?"

Hermione volvió a mirar el terciopelo negro recorriendo su mano. Por el lado interno la capa se sentía extrañamente suave y aún así firme contra su palma, como si estuviera intentando darle a su mano un abrazo consolador.

Entonces ella levantó su brazo, sosteniendo la capa para que Harry la cogiera.

Harry no se movió para recogerla.

"Yo -" dijo Hermione. "O sea, gracias, muchas gracias, pero todavía lo estoy considerando, por lo que puedes guardarla por ahora. Y... Harry, no creo que sea correcto espiar a las personas -"

"¿Ni siquiera a los abusones conocidos, para rescatar a sus víctimas?" Harry inquirió. "Yo nunca he sido abusado, sin embargo pasé a través de una simulación realista, y no se sintió muy placentera. ¿Has sido molestada alguna vez, Hermione?"

"No," ella respondió en voz baja, y prosiguió sosteniendo la capa de invisibilidad hacia Harry.
Finalmente Harry recuperó su capa - ella sintió un pequeño retorcijón de pérdida cuando la canción inaudible desapareció del fondo de su mente - y metió el material negro de vuelta en su monedero.

Cuando el monedero se comió el último pedazo de la tela, Harry se giró hacia ella, para romper la Barrera de Silencio -

"Y, pues," Hermione cuestionó. "Esa no es la Capa de Invisibilidad, ¿o sí? ¿Sobre la que leímos en la biblioteca en la página dieciocho de la traducción de Paula Vieira del escrito de Gottschalk Un Pergamino Ilustrado sobre Artefactos Perdidos?"

Harry la miró de reojo, medio haciendo una mueca, y expresó en el mismo tono de voz que había usado antes con los otros estudiantes durante la cena, "No puedo confirmar ni negar que poseo dispositivos mágicos de increíble poder."

...

Cuando Hermione se trepó en su cama esa noche aún estaba intentando decidir. Su vida había sido más simple durante la cena, cuando no había existido ninguna manera practica de encontrar abusones; y ahora tenía que escoger otra vez; no para sí misma, en esta ocasión, sino para sus amigas. En su mente siguió recordando la arrugada cara de Dumbledore y el dolor no del todo escondido, y también seguía escuchando la voz de Harry afirmando que 'Esa es su decisión, Hermione, al igual que la tuya.'

Y su mano siguió rememorando la sensación del manto contra sus dedos, reproduciendo ese momento una y otra vez en su cabeza. Había un poder en esa sensación que compelía sus pensamientos a regresar a la capa, y a la canción que había escuchado / que no había escuchado en una parte de su mente y su magia que ahora yacía en silencio.

Harry le había hablado a la capa como si fuera una persona, ordenando que la cuidara a ella. Harry había afirmado que la capa le había pertenecido a su padre, que no la podría reemplazar si la perdía...

Sin embargo... Harry no haría eso realmente, ¿o sí?

¿Nada más pasar una de las tres Reliquias de la Muerte creadas siglos antes de Hogwarts?

Podría decir que se sentía halagada, pero esto iba mucho más allá de sentirse halagada, hasta hacer que se cuestionara qué era ella para Harry, exactamente.

Quizá Harry era el tipo de persona que iba por ahí prestando artefactos mágicos antiguos y perdidos a cualquiera que él considerara un amigo, aunque -

Aunque cuando ella pensó sobre cuál parte de su vida Harry había dicho que se había saltado, la parte donde él intentaba mantenerla a salvo y protegida...

Hermione se quedó con la mirada fija en el techo del dormitorio de Ravenclaw. En algún lugar más allá de la cama, Mandy y Su estaban hablando. Ella encendía su Encantamiento Silenciador hasta que no pudiera escuchar las palabras exactas, sin embargo aún podía oír un débil murmullo; había algo reconfortante sobre dormir al compartir el cuarto con otras chicas. Harry mantenía su Silenciador hasta el máximo, ella lo sabía.

Se estaba comenzando a preguntar si tal vez Harry en realidad , bueno...

Ya sabes...

Gustaba de ella.

Esa noche Hermione Granger se demoró un largo tiempo en caer dormida.

Y cuando despertó a la mañana siguiente había una pequeña esquina de pergamino asomándose por debajo de su almohada que informaba que A las diez y media encontrarás un abusón en el cuarto pasaje a la izquierda del pasillo al salir del salón de clases de Pociones - S.

...

Cuando Hermione entró al Gran Comedor esa mañana, su estómago estaba lleno con mariposas voladoras del tamaño de Hipogrifos; incluso cuando se aproximó a la mesa de desayuno de Ravenclaw seguía sin decidir qué hacer.

Vio que había un asiento libre al lado de Padma. Ahí sería donde se sentaría, si ella le iba a contar a Padma y luego pedir a Padma que le dijera a Daphne y Tracey.

Hermione caminó hacia el asiento disponible al lado de Padma.

Había palabras esperando en su garganta, Padma, recibí un mensaje misterioso -

Y pudo sentir una enorme pared de ladrillo dentro de ella, evitando que las palabras salieran afuera. Ella estaría poniendo a Hannah y Susan y Daphne en peligro. Las tomaría y las llevaría de la mano directo hacia los problemas. Eso era Incorrecto.

O podía ir e intentar manejar al abusón por su cuenta, sin contar nada a sus amigas, y eso, muy obviamente, también era Incorrecto.

Hermione sabía que estaba enfrentando un Dilema Moral, al igual que todos aquellos magos y brujas de los que había leído en historias. Sólo que en las historias las personas tenían una elección correcta y una elección incorrecta, no dos elecciones incorrectas, lo que parecía un poco injusto. Sin embargo tenía el presentimiento, de alguna manera - quizá venía de la manera en que Harry siempre hablaba sobre cómo los libros de historia los iban a percibir - de que estaba enfrentando una Decisión Heroica, y que su vida entera podría terminar yendo de una forma o de otra, dependiendo de lo que escogiera ahora mismo, esta mañana.

Hermione se sentó en la mesa sin mirar a ningún lado, nada más contemplando el plato y los cubiertos como si pudieran tener respuestas ocultas por dentro, pensando con tanta fuerza como había hecho siempre, y unos segundos después escuchó la voz de Padma susurrando casi en su oreja, "Daphne asevera que sabe dónde va a estar un abusón a las diez y media de hoy."

...

Condenadas.

Todas ellas estaban condenadas, en la opinión de Susan Bones.

Tía a veces contaba historias que empezaban así, con personas haciendo algo que sabían era estúpido, y las historias usualmente acababan con alguien quedando condenado por todo el suelo y las paredes y los zapatos de su Tía.

"Oye, Padma," murmuró Parvati, su voz apenas audible sobre el suave impacto de ocho chicas avanzando de puntillas a través del corredor llevando al salón de clases de Pociones, "sabes por qué Hermione ha estado suspirando toda la mañana -"

"¡Sin hablar!" chistó Lavender, el áspero susurro sonando mucho más duro que el murmullo de Parvati. "¡Nunca sabes cuando el Mal podría estar escuchando!"

"¡Shhh!" chistaron las otras tres chicas incluso más alto.

Completa, total, muy extremadamente condenadas.

Mientras se acercaban al cuarto pasillo a la izquierda del salón de clases de Pociones, donde el misterioso informante de Daphne había dicho que el abuso tomaría lugar, las ocho se movieron más lento, el sonido de sus pies se puso más suave, y finalmente la General Granger hizo el gesto que significaba Alto, voy a adelantarme para observar.

Lavender levantó una mano, entonces, y cuando Hermione se giró a mirarla, Lavender, mostrandose confundida, apuntó directo al corredor, se señaló a sí misma, y luego intentó gesticular algo más que Susan no comprendió -

La General Granger negó con su cabeza, y una vez más, esta vez más despacio, con movimientos más exagerados, hizo la señal para Alto, voy a adelantarme para observar.

Lavender, viéndose aún más confundida, apuntó al camino por el que habían llegado, e hizo un gesto de rebote con la otra mano.

Ahora todas las demás se mostraban aún más confundidas que Lavender, y Susan pensó con algo de acritud que evidentemente una hora de práctica hecha dos días atrás no era suficiente para recordar un nuevo conjunto de señales en código.

Hermione apuntó a Lavender, luego al suelo bajo los pies de Lavender, la expresión sobre su cara haciendo muy claro que el significado era Tú. Quédate. Aquí.

Lavender asintió.

Caos caos caos iban las palabras de la canción de marcha de la Legión del Caos a través de la mente de Susan, caos caos caos caos caos caos...

Hermione metió la mano dentro de su túnica, y extrajo un pequeño bastón con un espejo en la punta y una lente. Con mucha suavidad, la chica de Ravenclaw se arrastró pegada a la pared, justo al lado de donde el pasillo se abría hacia el corredor, y asomó únicamente la lente alrededor de la esquina.

Luego un poco más.

Luego un poco más.

Entonces la General Granger introdujo su cabeza por un lado con cautela.

La General Granger se volteó hacia ellas, asintió, e hizo la señal de mano para siganme.

Susan se sintió un poco mejor al avanzarse en arrastre. La parte del Plan en la que debían llegar treinta minutos antes que el abusón había, aparentemente, funcionado. ¿Tal vez ellas estaban condenadas únicamente un poco...?

...

A las diez y veintinueve, casi en punto, el abusón apareció. Si cualquiera hubiera estado presente para escuchar - aunque el corredor estaba aparentemente vacío - habrían escuchado sus zapatos cliqueando sólidamente a través del corredor principal, entrando por el pasillo, caminando hacia donde el pasillo se giraba hacia su primera esquina, volteando por esa esquina, y luego deteniéndose algo sorprendido al ver que el pasillo ahora terminaba en una sólida pared de ladrillos donde antes no había existido pared.

Entonces el abusón se encogió de hombros y se dio la vuelta, al tiempo que se echó para atrás para mirar el pasaje principal a la vuelta de la esquina.

Era el castillo de Hogwarts, después de todo.

Detrás de los delgados paneles Transformados a toda prisa que ellas habían ensamblado con la apariencia de una pared de ladrillos, las chicas siguieron aguardando; sin hablar, sin moverse, apenas y respirando, aunque observando a través de los huecos que habían dejado para sí mismas.

Mientras Susan contemplaba fijamente al abusón, pudo sentir la presión de su pecho extendiéndose hasta las puntas de sus pies. El chico debía estar en su séptimo año si es que no más, y su túnica tenía los bordes en verde en vez del rojo que habían esperado, y tenía músculos, y tras verlo un poco más, Susan se dio cuenta de que su postura tenía el balance que indicaba que él era un duelista.

Entonces todas escucharon el sonido de más pies acercándose desde el corredor. Los Gryffindors y Slytherins de cuarto año acababan de salir de sus clases de Pociones.

Las pisadas fueron pasando, y disminuyeron y se desvanecieron, y el abusón no hizo nada. Por un momento Susan sintió un instante de alivio -

Entonces otro, más pequeño grupo de pasos se aproximó.

El abusón no hizo nada todavía, mientras las pisadas fueron pasando.

Eso sucedió unas cuantas veces más.

Y luego, mientras se iba acercando el apenas audible sonido de un último par de pisadas, las siete chicas escucharon la voz del abusón pronunciando, clara y fría y calmada, "Protego".

Alguien jadeó entonces, aunque por fortuna muy por lo bajo. Si ellas ni siquiera podían dar un golpe inicial -

Los abusones ya estaban aprendiendo, Susan se dio cuenta, ella no había esperado que S.P.I.H.B. fuera capaz de hacer esto a menudo antes de que los abusones se fueran preparando - sin embargo - Hermione ya había derrotado a tres abusones - y la escuela había estado vibrando con la especulación del fantasma de Salazar Slytherin, ayer -

¡Él nos está esperando!

Susan habría suspirado para que se rindieran, para abortar el plan, sólo que no había manera de expresar un mensaje para -

"Silencio," dijo el abusón con una suave, deliberada voz con su varita apuntada hacia el corredor, el halo azul de su Encantamiento Escudo reluciendo a su alrededor. "Accio víctima."

Cuando el chico de cuarto año entró en su campo de visión él estaba colgando al revés como si una mano invisible lo estuviera agarrando por una pierna, su túnica de bordes rojos empezando a deslizarse hasta sus muslos y revelando los pantalones que llevaba por debajo. Su boca se abría y cerraba impotentemente, sin que saliera sonido alguno.

"Supongo que te preguntas qué está sucediendo," el Slytherin de séptimo año saludó con calmada, helada voz. "No te preocupes. Es tan simple que incluso un Gryffindor podría comprenderlo."
Con eso, la mano izquierda del Slytherin formó un puño y se estrelló fuertemente contra el estómago del Gryffindor. Aunque el cuerpo del chico de cuarto año se sacudió frenéticamente, todavía ninguna palabra salió de su boca.

"Tú eres mi víctima," explicó el Slytherin. "Yo soy un abusón. Voy a golpearte. Y veremos si alguien me detiene."

Fue en ese momento que Susan se dio cuenta de que era una trampa.

Y casi en el mismo momento, resonó la poderosa y aguda voz de una joven chica, gritando, "¡Alto, malvado! ¡Finite Incantatem!"

Lavender, pensó Susan, agonizando. La chica de Gryffindor se había ofrecido para ser una distracción, mientras el resto de ellas ejecutaban un ataque sorpresa por donde el abusón menos se lo esperara, ese había sido el plan, sólo que ahora -

"En el nombre de Hogwarts," gritó la voz de Lavender, aunque ellas no pudieron verla, "¡y en el nombre de las heroínas en cualquier lugar, te ordeno que dejes ir a ese AYY!"

"Expelliarmus,"  pronunció el abusón. "Stupefy. Accio estúpida heroína."

Cuando Lavender flotó dentro de su campo de visión, colgando inconsciente por uno de sus pies, Susan parpadeó; la chica estaba vestida con una brillante falda escarlata-dorada y una blusa, en vez de su túnica usual de Hogwarts.

El abusón también le estaba dando una mirada extraña al cuerpo de la chica al revés, y entonces apuntó su varita hacia ella y dijo "Finite Incantatem," sin embargo las ropas permanecieron en su sitio.

Entonces el abusón se encogió de hombros, y, aún de frente a Lavender en vez del colgante niño de cuarto año,  retrajo su puño -

"¡Lagann!" gritaron cinco voces, y cinco espirales verdes se dispararon de cinco varitas apuntadas a través de cinco hoyos en la pared falsa, y un instante después la voz de Hermione aulló "¡Stupefy!"

Cinco espirales verdes se destruyeron contra el halo azul de manera inefectiva, y el voltio rojo de Hermione rebotó del halo y golpeó al chico de cuarto año, quien se sacudió y luego se quedó quieto.
Y el abusón de séptimo año se giró hacia ellas, sonriendo siniestramente, mientras las niñas de primer año gritaron y se lanzaron a la carga.

...

Los ojos de Susan se abrieron con violencia e instantáneamente ella giró para alejarse de donde había estado desmayada en el piso, sus pulmones todavía encendidos y todo su cuerpo seguía doliendo de cuando había sido golpeada, la batalla sólo había avanzado unos pocos segundos por lo que alcanzó a ver, el cuerpo de Hannah cayendo con su brazo aún estirado hacia Susan, "¡Glisseo!" exclamó Hermione pero el chico más grande que ellas simplemente sacudió su varita hacia abajo dejando un trazo de brillo verde tras de sí y el Encantamiento de Hermione fue visiblemente cortado en una lluvia de chispas blancas y azules, luego en casi el mismo movimiento el abusón dijo "¡Stupefy!" y Hermione fue lanzada para atrás y Susan reunió toda la magia que le quedaba y gritó "¡Innervate!" hacia el cuerpo de Hermione al tiempo que el abusón se giraba hacia ella, la varita del abusón apuntada hacia ella otra vez y entonces Padma gritó "¡Prismatis!" justo antes de que el abusón aullara "¡Impedimenta!", la esfera arcoiris formándose alrededor del abusón y el Slytherin de séptimo año se tambaleó cuando su propio maleficio rebotó hacia él, sin embargo un instante después la varita del abusón retrocedió para tocar a su dueño ligeramente y la Esfera Prismática de Padma se destrozó como una pompa de jabón cortada por la varita del abusón e "¡Innervate!" bramó Parvati hacia el cuerpo de Hannah y Tracey y Lavender gritaron al mismo tiempo, "¡Wingardium Leviosa!" -

...

Hannah Abbott sostuvo su varita con una mano que temblaba del agotamiento, ya no tenía magia suficiente ni para un Innervate.

El resto del pasillo estaba silencioso, los cuerpos de Padma y Tracey y Lavender desperdigados a través del piso. Hermione y Parvati inconscientes contra una pared. Susan de pie en petrificado rigor mientras sus ojos veían todo lo ocurrido sin poder hacer nada. Incluso el chico de Gryffindor estaba tumbado e inmóvil (aunque Hermione lo había despertado y él había luchado, no había sido suficiente).

Había sido una batalla muy corta.

El abusón seguía sonriendo, las únicas señales de su esfuerzo era una onda temblorosa en el halo azul que lo rodeaba, y unas cuantas gotas de sudor sobre su frente.

El abusón alzó su brazo, se limpió el sudor de su frente, y se arrastró hacia ella como un Lethifold con la figura de un humano.

Hannah se dio la vuelta y huyó, se giró y corrió con gritos atados en su garganta asfixiada, pasó corriendo por el panel caído del falso muro de ladrillos, recorrió el pasillo con toda la velocidad que pudo lograr, balanceándose tanto como podía -

Justo antes de que Hannah pudiera girar por el pasaje, la voz del abusón detrás de ella gritó "¡Cluthe!" y a ella le dieron terribles calambres a través de sus piernas, se cayó y se golpeó su cabeza contra la pared, sólo que ella ni siquiera notó el dolor del impacto pues estaba gritando por los músculos acalambrados -

El abusón la siguió acechando, Hannah lo vio al voltear su cabeza; aproximándose lentamente, todavía exhibiendo esa espantosa sonrisa.

Y ella se giró, a pesar del dolor en los músculos de sus piernas al enredarse sobre sí mismos, dio vueltas hasta alcanzar la esquina del pasaje, y exclamó, "¡Vete!"

"Creo que no," replicó el abusón, su voz profunda y aterradora como la de un adulto, sonando muy cerca de ella.

El abusón dio la vuelta a la esquina y Daphne Greengrass lo acuchilló con su Más Antigua Hoja directamente en su entrepierna.

Se produjo un resplandor que iluminó todo el corredor -

...

Fue con un semblante subyugado que las siete chicas salieron de la oficina de Madam Pomfrey, dejando a una de las suyas en una cama de hospital.

Hannah estaría totalmente bien en unos treinta y cinco minutos, la sanadora había dictaminado; los músculos retorcidos eran fáciles de reparar.

Daphne había hecho toda la conversación, y de acuerdo a ella, Hannah había sufrido un accidente con un Encantamiento Correcaminos que le había causado calambres. Aunque Madam Pomfrey les había otorgado una mirada suspicaz no les discutió, incluso cuando ese Encantamiento estaba seis años por encima de su nivel.

Madam Pomfrey también le había dado a Daphne una poción para ayudar con su estado de total agotamiento mágico, y le advirtió que no lanzara ningún hechizo por las siguientes tres horas. Eso, supuestamente, fue porque Daphne usó demasiada magia para intentar Finite a Hannah, en vez de que la Más Antigua Hoja había drenado todo su poder para romper el Protego.

El resto de ellas había decidido no decir nada sobre las raspaduras debajo de sus túnicas hasta que pudieran lograr que algunas de las chicas mayores invocaran Episkey sobre ellas. Había límites a lo que Daphne podía argumentar.

Todo el asunto, Susan pensó, había estado demasiado cerca, mucho muy cerca. Si el abusón antes se hubiera asomado a la esquina - si se hubiera tomado un momento para relanzar su Encantamiento de Escudo -

"Deberíamos parar," declaró Susan, tan pronto como las siete salieron del rango de audición de la oficina de la sanadora. "Deberíamos dejar de hacer esto."

Por alguna razón, aunque se suponía que debían votar para este tipo de cosas, todas se voltearon a mirar a la General Granger.

La General Rayo de Sol pareció no darse cuenta de que la estaban observando, ella nada más siguió caminando de largo, con la vista al frente.

Tras un rato, Hermione Granger pronunció, con voz que sonaba pensativa y un poco triste, "Hannah dijo que ella no quería que nos detuviéramos. No estoy segura de que sea correcto para nosotras... ser menos valientes para ella, menos de lo que ella es."

El resto de chicas, excepto Susan, asintieron ante eso.

"No creo que se llegue a poner peor que esto," opinó Parvati. "Y podemos manejarlo. Ya lo hemos demostrado."

A Susan no se le ocurrió qué decir ante eso. No pensó que chillar a todo lo que sus pulmones pudieran dar sobre lo evidentemente estúpido y CONDENADO fuera a ser persuasivo. Y ella simplemente no podía abandonar a las demás, eso no. ¿No era suficiente ser maldecida con trabajo duro, por qué los Hufflepuffs encima tenían que ser leales?

"Por cierto, Lavender," inquirió Padma. "¿En el nombre de los calzones de Merlín qué estabas vistiendo ahora rato?"

"Mi disfraz de heroína," contestó la chica de Gryffindor.

Daphne sonó abatida, pues habló sin voltear a verlas y siguió recorriendo el pasillo con visible esfuerzo. "Es el disfraz de Soldado de Gryffindor de la obra Crónicas de las Soldados Lunares."

"¿Lo Transformaste?" preguntó Parvati, mostrándose confundida. "Pero el abusón lanzó Finite sobre ti -"

"¡No!" Lavender explicó. "¡Es real! Verán, nada más Transformé mi disfraz de heroína de antemano en una camisa y una falda, por lo que todo lo que tuve que hacer fue lanzar Finite sobre mí misma tras haber visto al abusón. ¿Quieres el tuyo propio, Parvati? El mio me lo hicieron ayer Katarina y Joshua de sexto año, por doce Sickles -"

"Pienso," la General Granger comentó con voz cuidadosa, "que eso nos haría ver un poco tontas."

"Bueno," replicó Lavender, "deberíamos votar sobre si vamos a -"

"Pienso," la General Granger insistió, "que sin importar lo que cualquiera vote, ni muerta me van a coger vistiendo uno de esos disfraces -"

Susan ignoró la discusión. Estaba intentando inventar alguna estrategia ingeniosa para que estuvieran menos condenadas.

...

Todo el Gran Comedor se puso en silencio, aunque fuera únicamente por un momento, cuando las siete penetraron a la hora del almuerzo.

Entonces el aplauso inició.

Fue desperdigado, no el masivo aplauso de todos aplaudiendo al mismo tiempo. Mucho provino de la mesa de Gryffindor, menos de Hufflepuff y Ravenclaw, y nada de parte de Slytherin.

Daphne sintió su cara endurecida. Ella había esperado - bueno, quizá después de hallar un abusón de Gryffindor al cual detener y un Slytherin al que rescatar, sus camaradas Slytherins se darían cuenta -

Ella observó la mesa de Hufflepuff.

Neville Longbottom estaba aplaudiendo con sus manos alzadas por encima de su cabeza, aunque no estaba sonriendo. Tal vez había escuchado sobre Hannah, o tal vez se preguntaba por qué Hannah no estaba allí.

Entonces, incapaz de detenerse del todo, echó una ojeada a la Mesa de Profesores.

El rostro de la Profesora Sprout estaba arrugado con preocupación. Ella y la Profesora McGonagall inclinaban sus cabezas hacia el Director Dumbledore, quien tenía una expresión solemne, y los labios de los tres se movían rápidamente. El Profesor Flitwick se mostraba más resignado que otra cosa, y Quirrell, con cara floja, estaba tomando temblorosos sorbos de su sopa usando una cuchara apretada con un puño.

El Profesor Snape estaba contemplando directamente a -

¿Ella?

O - ¿a Hermione Granger, de pie a su lado?

Una pequeña, delgada sonrisa cruzó la cara del Maestro de Pociones, y él levantó sus manos, las juntó con un solo movimiento que era demasiado lento para ser una palmada real; y entonces el Maestro de Pociones se giró hacia su plato, ignorando las conversaciones a su alrededor.

Daphne sintió un pequeño escalofrío recorrer su espalda, y apresuradamente se volteó hacia la mesa de Slytherin. Susan y Lavender y Parvati se separaron para ir a sus grupos, dirigiéndose hacia las mesas de Hufflepuff y Gryffindor al otro lado del Gran Comedor.

Ocurrió cuando estaban pasando la parte de la mesa de Slytherin donde el equipo de Quidditch de Slytherin se sentaba.

Ahí fue cuando Hermione se tropezó de repente, se tropezó con fuerza como si la hubieran jalado de un pie, y cayó desmadejada en el espacio que había entre Marcus Flint y Lucian Bole, y se produjo un triste sonido cuando la cara de Hermione terminó en el plato de bistec y puré de papas que pertenecía a Flint.

Todo pareció suceder demasiado rapido entonces, o quizá era sólo la propia Daphne quien pensaba demasiado lento, cuando Flint dejó escapar un aullido de indignación y su mano jaló a Hermione y la arrojó de vuelta a la mesa de Ravenclaw, y ella rebotó en la espalda de un estudiante y colapsó contra el suelo -

El silencio se esparció hondamente.

Hermione se levantó a sí misma con sus manos, aunque no alcanzó a ponerse de pie, Daphne pudo ver que todo su cuerpo estaba temblando, y que su cara seguía cubierta con puré de papas y algunos pedazos de bistec.

Por un largo momento, nadie habló, nadie se movió. Como si nadie en todo el Gran Comedor pudiera imaginar, al igual que Daphne, qué iba a ocurrir a continuación.

Luego la poderosa voz de Flint, la voz del Capitán de Slytherin que gritaba órdenes en el campo de Quidditch, expresó con una peligrosa vibración, "Arruinaste mi comida, niña."

Otro momento de congelado silencio. La cabeza de Hermione - Daphne la pudo ver temblando - se giró para mirar al Capitán de Quidditch de Slytherin.

"Discúlpate conmigo," demandó Flint.

Harry Potter empezó a levantarse a sí mismo de la mesa de Ravenclaw, y entonces se detuvo abruptamente, a la mitad, como si acabara de pensar en algo -

Luego otros cinco se pusieron de pie en la mesa de Ravenclaw.

Todo el equipo de Quidditch de Slytherin se levantó, con varitas en sus manos, y entonces estudiantes de la mesa de Gryffindor se pararon y también de la mesa de Hufflepuff y sin pensarlo Daphne se volteó a observar la Mesa de Profesores y vio que el Director seguía sentado, contemplando, nada más contemplando, Dumbledore estaba nada más contemplando y tenía una mano afuera como para retener a la Profesora McGonagall - en tan sólo un segundo alguien pronunciaría un hechizo y ahí sería demasiado tarde, por qué no estaba el Director haciendo nada -

Y una voz dijo, "Mis disculpas."

Daphne volvió a mirar, su boca abierta en absoluta sorpresa.

"¡Scourgify," comandó la suave voz, y el puré de papa se desvaneció del rostro de Hermione, revelando la expresión de conmoción de la Ravenclaw ante el acercamiento de Draco Malfoy, quien guardó su varita de nuevo, y luego se arrodilló con un pie a su lado y le ofreció una mano.

"Lamento eso, Señorita Granger," dijo la cortés voz de Draco Malfoy. "Supongo que alguien pensó que estaba siendo gracioso."

Hermione tomó la mano de Draco, y repentinamente Daphne se dio cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir -

Pero Draco Malfoy no levantó a Hermione a medio camino para luego dejarla caer.

Él simplemente la ayudó a ponerse de pie.

"Gracias," agradeció Hermione.

"Con gusto," Draco Malfoy habló en voz alta, sin mirar a ningún lado de las cuatro Casas de Hogwarts que lo miraban fijamente y en total conmoción. "Nada más recuerde, ser astuto y ambicioso no es lo mismo que ser de ese modo."

Y luego Draco Malfoy regresó a su asiento en la banca de Slytherin y se sentó como si él no hubiera - no acabara de - él acaba de -

Hermione se fue al puesto vacío más cercano en la banca de Ravenclaw y se sentó.

Un número de otras personas, muy lentamente, se sentaron.

"¿Daphne?" preguntó Tracey. "¿Estás bien?"

...

El corazón de Draco estaba martillando su pecho tan fuerte que estaba preocupado de que pudiera explotar y salir en una lluvia de sangre, como la maldición que Amycus Carrow había usado una vez con un perrito.

El rostro de Draco permaneció completamente controlado, porque él sabía (había sido taladrado dentro de él una y otra vez) que si mostraba la más mínima señal del temor que estaba sintiendo, sus compañeros de Casa lo iban a partir en pedazos como una manada de Acromantulas.

No había tenido tiempo de revisar con Harry Potter, nada de tiempo para planear, ni tiempo para pensar, sólo el instante para darse cuenta que el momento para empezar a rescatar la reputación de Slytherin era justo ahí.

De todos los lados de la larga mesa de Slytherin, caras enojadas contemplaban a Draco.

Sin embargo eran superadas en número por las caras que simplemente se veían confundidas.

"De acuerdo, me rindo," comentó un chico de sexto año que Draco no reconoció, sentándose al frente suyo y dos lugares a la derecha. "¿Por qué hiciste eso, Malfoy?"

Aunque su boca estaba muy seca, Draco no tragó saliva. Eso habría sido una muestra de temor. En vez de eso mordió una zanahoria, que contenía la mayor humedad de todo lo que había en su plato, y masticó y tragó, pensando tan rápido como pudo.

"Sabes," Draco comentó, haciendo sonar su voz tan cortante como pudo - mientras que su corazón palpitaba aún con más fuerza sobre su pecho, mientras que todos a su alrededor dejaban de hablar para escuchar - "hay probablemente algunas maneras de hacer que Slytherin se vea peor que atacando a ocho niñas de todas las Casas que están trabajando juntas para detener a los abusones, sin embargo no se me ocurre cómo. De este modo recibimos el beneficio por lo que Greengrass está haciendo."

Las caras confundidas permanecieron confundidas.

"¿Qué?" espetó el chico de sexto año, y "Espera, ¿cuál beneficio?" inquirió una chica de quinto año sentada a su derecha.

"Hace que la Casa de Slytherin se vea mejor," simplificó Draco.

Los Slytherins a su alrededor lo estaban contemplando con extrañeza como si él estuviera intentando explicar álgebra.

"¿Verse mejor para quién?" cuestionó el chico de sexto año.

"Pero acabas de ayudar a una sangre sucia," acusó la chica de quinto año. "¿Cómo se supone que eso se vea bien?"

La garganta de Draco se cerró. Su cerebro estaba experimentando una horrenda falla durante la cual no podía pensar en otra cosa excepto decir la verdad -

Entonces, "Probablemente se trata de alguna especie de plan extremadamente astuto de parte de Malfoy," opinó un chico de quinto año. "Ya saben, como en La Tragedia de Light, donde todo lo que parecía un problema es parte del plan. Y termina con la cabeza de Granger sobre una pica y nadie sospechando que se trató de él."

"Eso tiene sentido," alguien concordó en alguna parte lejana de la mesa, y hubo muchos asentimientos de cabeza.

...

"¿sabes qué es lo que trama el jefe?" Vincent murmuró por lo bajo.

Gregory Goyle no replicó. En su mente podía escuchar con suma claridad la voz de su amo, expresando, No puedo creer que haya creído cada palabra de eso, el día que el rumor había iniciado sobre Salazar Slytherin mostrando a Potter y Granger dónde hallar los abusones.

"¿Sr. Goyle?" susurró Vincent.

Los labios de Gregory Goyle formaron las palabras, Oh no, aunque ninguno sonido surgió.

...

Hermione había salido del almuerzo bastante temprano ese día, por alguna razón no había sentido tanta hambre. Aquellos pocos segundos de horrible humillación seguían quemando a través de su mente, una y otra vez, el sentimiento en su rostro de chapotear contra el puré de papas y luego ser arrojada en el aire y después la voz del chico de Slytherin ordenando 'Discúlpate conmigo'... podría ser la primera vez en toda su vida que ella había sentido odio por alguien. El chico que la había arrojado (Marcus Flint, le habían informado que ese era su nombre) y quien fuera que le hubiera lanzado el Maleficio para tropezar... ella sintió, por un horrible instante que quería pedir a Harry que empezara a ponerse creativo de parte de ella, que ella no lo iba a objetar.

No había estado ni un minuto por fuera del Gran Comedor cuando escuchó el sonido de pies corriendo detrás suyo, y se giró para ver a Daphne apresurandose hacia ella.

Y oyó lo que su Soldado Rayo de Sol tenía para exponer...

"¿No lo comprendes?" La voz de Daphne apenas y estaba por debajo de un chillido. "¡Nada más porque alguien es amable contigo eso no significa que es tu amigo! ¡Él es Draco Malfoy! Su padre es un Mortífago, todos los padres de todos sus amigos son Mortífagos - Nott, Goyle, Crabbe, todos a su alrededor, ¿lo comprendes? Todos desprecian a los hijos de Muggle, quieren que todos los que sean como tú mueran, ¡creen que eres una buena para nada excepto para ser un sacrificio en horribles rituales Oscuros! ¡Draco es el próximo Lord Malfoy, ha sido criado desde que nació para odiarte y ha sido criado para mentir!" Los ojos verde-grises de Daphne la contemplaron fiera y fijamente, demandando aceptación y asimilación.

"Él -" Hermione vaciló. Ella recordaba el techo, la horrenda sacudida cuando comenzó a caer, la mano de Draco Malfoy agarrando la suya y sosteniéndola con tanta fuerza que ella después tendría marcas. Había tenido que pedírselo dos veces antes de que él finalmente la dejara caer. "Quizá Draco Malfoy no es como ellos -"

El susurro de Daphne fue casi un grito. "Si él no termina haciendo algo diez veces peor de lo que acaba de suceder, sería el fin de su vida, ¿lo captas? ¡O sea Lucius Malfoy literalmente lo tendría que desheredar! ¿Sabes cuál es la probabilidad de que él no esté tramando algo?"

"¿Diminuta?" repuso Hermione con voz mermada.

"¡Cero!" siseó Daphne. "¡O sea nula! ¡Me refiero a menos que cero! ¡O sea que la probabilidad es tan pequeña que no podríamos hallarla con tres Encantamientos Aumentadores y un hechizo Apuntame y - y - y un mapa antiguo y la profecía de un centauro! Todos en Slytherin saben que él está tramando hacerte algo y no quiere que sospechen, escuché que alguien afirmó que él fue visto apuntando su varita a ti justo antes de que tropezaras - ¿no lo ves? ¡Todo esto es parte del plan de Malfoy!"

...

Draco estaba sentado y comiendo su bistec con floretes de coliflor asada y salsa de Ashwinder (no estaba hecha de huevos de Ashwinder verdaderos, nada más sabía a fuego), intentando no reír e intentando no llorar.

Había escuchado sobre la negación plausible, pero no se había dado cuenta de cuánto importaba hasta que descubrió que los Malfoys no tenían ninguna.

"¿Quieren saber mi plan?" comentó Draco. "Aquí está mi plan. No voy a hacer nada y luego la próxima vez que las personas crean que estoy tramando algo, no tendrán certeza alguna."

"Eh..." replicó el chico de quinto año. "No pienso creerte, eso no suena para nada astuto -"

"Eso es lo que él quiere que tú creas," concluyó la chica de quinto año.

...

"Albus," Minerva dijo peligrosamente, "¿acaso tú planeaste todo esto?"

...

"Bueno, si yo chasqueé mis dedos bajo la mesa, simplemente no te voy a revelar eso -"

...

La mano temblorosa del Profesor de Defensa dejó caer su cuchara dentro de la sopa nuevamente.

...

"¿A qué te refieres con, ponerte una trampa?" protestó Millicent. Las dos estaban sentadas con las piernas cruzadas sobre la cama de Daphne, habiendo llegado directo ahí tras el almuerzo en el Gran Comedor. "Con mis ojos de Vidente que contemplan más allá del Tiempo Mismo, te vi ganando."

Daphne miró fijamente a Millicent, sus propios ojos meramente mortales bastante estrechos en ese momento. "Ese chico nos estaba esperando."

"¡Bueno, pues claro!" declaró Millicent. "¡Todo el mundo sabe que ustedes están cazando abusones!"

"Hannah fue golpeada por un maleficio realmente doloroso," Daphne reiteró. "¡Ella tuvo que visitar a una sanadora, Millicent! ¡Si somos amigas deberías haberme advertido!"

"Mira, Daphne, te dije que -" La chica de Slytherin hizo una pausa, como procurando recordar algo, y luego pronunció, "O sea, te dije, lo que Veo tiene que llegar a ocurrir. Si intento cambiarlo, si cualquiera procura cambiarlo, realmente terribles, horrendas, no buenas, cosas extremadamente malas van a ocurrir. Y luego terminarán pasando de todos modos. Si yo Veo que recibes una paliza, no puedo contarte eso, porque vas a intentar no ir, y luego -" Millicent se detuvo.

"¿Y luego?" Daphne inquirió escéptica. "O sea, ¿qué pasa si simplemente no vamos?"

"¡No lo !" exclamó Millicent. "¡Aunque probablemente hace que ser comida por Lethifolds parezca una fiesta de té!"

"Mira, incluso yo sé que así no es como las profecías funcionan," Daphne reclamó, entonces hizo una pausa. "Al menos las profecías no funcionan así en las obras de teatro..." Había que admitir, que existían todo tipo de tragedias donde intentar evadir una profecía hacía que ocurriera, o por el otro lado, procurar seguir la corriente de una profecía era la única razón por la que terminaba sucediendo. Pero podrías hacer que las profecías sucedieran si eras lo suficientemente inteligente; o si alguien te amaba lo suficiente como para tomar tu lugar; o con suficiente esfuerzo era posible romper una profecía directamente... Desde luego, en las obras de teatro los Videntes nunca recordaban lo que Veían, por lo que...

Millicent debió percibir la vacilación de Daphne, porque la otra chica empezó a verse un poco más confiada. "Bueno," Millicent propuso con agudeza, "¡esto no es una obra de teatro! Mira, te voy a avisar si Veo una batalla difícil o fácil. Eso es todo lo que puedo hacer, ¿lo captas? ¡Y si yo digo 'difícil' no puedes no aparecer! O - o -" los ojos de Millicent se pusieron blancos, y ella entonó profundamente, "Aquellos que intentan engañar a su destino encontrarán finales tristes y sombríos -"

...

La Profesora Sprout negó con su cabeza, su rostro mostrándose ceñudo.

"Sin embargo -" insistió Susan. "Sin embargo usted ayudó a Harry Potter en esa ocasión -"

"Y fue dejado bastante claro para mí," la Profesora Sprout explicó en una voz que sonaba como si alguien estuviera usando un Encantamiento Encogedor para apretar su garganta, "que era el trabajo del Profesor Snape, y no el mio, mantener el orden en la Casa de Slytherin - Señorita Bones, por favor, usted no tiene que hacer esto si -"

"Sí, yo tengo que hacer esto," Susan expresó infeliz. "Soy una Hufflepuff, tenemos que ser leales."

...

"¿Un misterioso pergamino bajo tu almohada?" cuestionó Harry Potter, levantando la vista de donde había estado sentado, en el Silenciado rincón donde estaban estudiando. Luego los ojos verdes del chico se estrecharon. "Fue de parte de Santa Claus, ¿cierto?"

Pausa.

"De acuerdo," exclamó Hermione. "Yo no voy a preguntar, y tú no vas a contarme, y ambos vamos a pretender que tú nunca dijiste eso y yo no sé nada al respecto -"

...

Susan se acercó a la mesa tan pronto como la chica que era mayor que ella estuvo a solas, mirando alrededor de la sala común de Hufflepuff para asegurarse de que nadie estaba observando (del modo en que su Tía le había enseñado a hacerlo, para que no fuera obvio que ella estaba vigilando).

"Hola, Susie," saludó la Hufflepuff de séptimo año. "Acaso necesitas más -"

"¿Puedo hablar un momento contigo en privado?" Susan solicitó.

...

Jaime Astorga, séptimo año de Slytherin, y hasta hace poco considerado una prometedora estrella en ascenso en el circuito de jóvenes duelistas, se mantuvo erguido dentro de la oficina del Profesor Snape, con sus dientes apretados y sudor bajando a gotas por su espina dorsal.

"Recuerdo claramente," dijo el Jefe de su Cabeza arrastrando las palabras sardónicamente, "que le advertí a usted, y a un número de otros esta misma mañana, que había ciertas niñas de primer año que podrían demostrar ser problemáticas, si un luchador era incauto y se permitía sí mismo ser tomado por sorpresa."

El Profesor Snape acechó lentamente circulando a su alrededor.

"Yo -" titubeó Jaime, mientras más sudor se acumulaba sobre su frente. Sabía cuán ridículo sonaba, cuán patética era su excusa. "Señor, ellas no tendrían por qué haber sido capaces de -" Una niña de primer año no debería haber sido capaz de romper su Protego, sin importar qué tipo antiguo Encantamiento ella hubiera usado - Greengrass debió tener ayuda -

Sin embargo estaba muy claro que su Jefe de Casa no creería eso.

"Oh, estoy muy de acuerdo con eso," murmuró Snape con tono bajo, empapado de amenaza. "No tendrían por qué haber sido capaces. Me empiezo a preguntar si el Sr. Malfoy, cual sea su plan, tiene un punto, Astorga. No puede ser bueno para la reputación de la Casa de Slytherin que nuestros luchadores, en vez de demostrar su fuerza, ¡pierdan con unas niñas!" La voz de Snape se había elevado. "Está bien que hayas tenido el buen gusto de haber sido derrotado por una niña que es compañera de la Noble Casa de Slytherin, Astorga, ¡o yo mismo le habría quitado puntos!"

Aunque los puños de Jaime Astorga se apretaron en sus costados, no se le ocurrió nada que decir.

Un tiempo después le fue permitido a Jaime Astorga abandonar la presencia de su Jefe de Casa.

Y después de eso, sólo las paredes, el suelo, y el techo pudieron ver la sonrisa de Severus Snape.

...

Esa noche Draco fue visitado por el búho de su padre, Tanaxu, quien no era verde únicamente porque no había tal cosa como búhos verdes. Lo mejor que Padre había sido capaz de hallar era un búho con las plumas plateadas más puras, con grandes ojos verdes luminosos, y un pico tan afilado y cruel como el colmillo de una serpiente. El pergamino amarrado alrededor de la pierna de Tanaxu era corto y al grano:

¿Qué estás haciendo, hijo mío?

El pergamino que Draco envió fue igualmente corto,

Estoy intentando evitar que se haga daño a la reputación de Slytherin, padre.

En el tiempo que le requería a un búho para volar desde Hogwarts a la Mansión Malfoy y de regreso, el búho de la familia trajo otro mensaje para Draco, y este únicamente decía:

¿Qué estás haciendo realmente?

Draco miró fijamente el pergamino que había desenvuelto de la pierna del búho. Sus manos temblaban, mientras sostenía el pergamino bajo la luz de su chimenea. Cinco palabras, cinceladas en tinta negra, no deberían haber sido más aterradoras que la muerte.

No había mucho tiempo para pensar. Padre sabía exactamente cuánto tardaba un mensaje para ir desde la Mansión Malfoy a Hogwarts y de regreso; sabría si Draco se demoraba para componer una mentira cuidadosa.

Sin embargo Draco siguió esperando hasta que su mano dejó de temblar, antes de escribir su réplica, la única respuesta que pensó que Padre podría aceptar.

Me estoy preparando para la siguiente guerra.

Draco envolvió el pergamino alrededor de la pierna del búho y lo amarró, y luego envió a Tanaxu aleteando por fuera de su cuarto, a través de los pasillos de Hogwarts, dentro de la noche.

Él esperó, pero ninguna respuesta llegó.

...

Capítulo 71             Capítulo 73

Segunda nota del traductor 


Si se preguntan que pasó con la primera nota, sólo está disponible para los Patreon. Aprovecho para agradecer a Rocio Tou y Sergio Andres Rodriguez Vargas por su apoyo.

Ya pasó mi tiempo oficial de convalecencia tras la cirugía pero aún no me siento al 100%. Aún no voy a regresar a mi trabajo de medio tiempo, pero sí a traducir HPMOR a partir de mañana. Por lo menos ya estoy caminando un par de cuadras por fuera de la casa, y como estoy comiendo más saludable me siento mejor conmigo mismo.

Gracias por leer y les deseo mucha suerte a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos sentiremos halagados de recibir tus opiniones.