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jueves, 29 de septiembre de 2016

Vamos a explicar el final de Sakamoto desu ga?

El anime Sakamoto desu ga? fue uno de los mejores animes del 2016. El estudiante de secundaria Sakamoto siempre se las arreglaba para verse cool sin importar lo que hiciera. Sin embargo, el final de la serie nos dejó una gran inquietud: ¿cómo lograba Sakamoto ser tan genial?


sakamoto desu ga

Se supone que a final de Octubre saldrá un capítulo 13 del anime, un especial exclusivo para la versión en DVD y Blue-Ray. Sea verdad o no, hay ciertas pistas que pueden seguirse y servir como indicios para llegar a la respuesta final.


Es simple y contundente, y para no andarme por los arbustos, es la siguiente: Sakamoto está muriendo a causa de una enfermedad terminal.


La evidencia para dicha hipótesis son las siguientes:


  1. Sakamoto a menudo va a la oficina de la enferma (ésto se muestra más en el manga), y afirma que su único arrepentimiento es desconocer cuántos huecos hay en dicho techo. La frase revela tres cosas: primero, que pasa mucho tiempo allí; segunda, que el año de vida escolar que se le permitió vivir no fue suficiente para contar dichos hoyos, y que no contaba con más que ése tiempo.
  2. En el Manga, Sakamoto aparece en una portada acostado, como si fuera un cadáver en un ataúd, dentro de un casillero.
  3. La canción que canta dentro del bar es Der Erlkönig por Johann Wolfgang von Goethe y la canción trata sobre un chico que es asesinado por un ser sobrenatural.
  4. Sakamoto le dice a Acchan que nunca antes había visto la nieve, lo que tiene sentido si estuvo dentro de un hospital durante toda su vida.
  5. Es un Héroe Célibe porque sabe que va a morir dentro de poco y no quiere entablar una relación condenada a una corta duración, así que prefiere rechazarlos a todos y todas.
  6. Encontrar vida en Marte es una meta casi imposible de alcanzar y no es probable que la NASA contrate a un estudiante de secundaria en dicho proyecto.
  7. Su discurso de graduación es sobre abalanzarse directamente hacia adelante cuando te ponen un obstáculo en el camino, y cómo puedes creer en tus amigos cuando ya no creas en ti mismo.
  8. Hablando del discurso, los colegios normalmente elijen estudiantes que se gradúan para el discurso de graduación, excepto en circunstancias especiales, como por ejemplo, permitir que lo haga un estudiante con una enfermedad terminal.
  9. Sakamoto le dice a Fukase que "saltará hacia la Noche y verá un nuevo continente" lo que es una metáfora para la muerte.
  10. Puede ser que sea tan genial porque vive la vida al máximo, sin preocuparse por el que dirán, pues no le queda tiempo que perder
  11. Siempre está preparado para la mayoría de circunstancias adversas, pues con un delicado estado de salud, debe procurar hacer todo lo posible para cuidarse.
  12. Sus padres ni ningún familiar aparecen, tal vez porque les costaría mucho mantener la farsa y prefieren mantenerse al margen del engaño de Sakamoto.


Conclusión


Considerando todo lo anterior, es probable que Sakamoto sea la persona que conocemos porque quiere dejar un impacto en la vida de otros antes de morir, mas al mismo tiempo no quiere que se acerquen demasiado emocionalmente a su persona.

¿Recibiremos confirmación de ésta teoría por parte del autor? ¿Revelará algo diferente el esperado capítulo 13 de Sakamoto desu ga?

+Rhaidot

Por cierto, la idea original de la teoría la encontré en Tv Tropes y le hice algunas añadiduras propias.

Información Extra


He recibido información sobre el famoso capítulo 13, y si bien es gracioso y ocurre después del capítulo 12, no aporta ninguna luz sobre el destino final de Sakamoto, así que la teoría de la enfermedad terminal sigue siendo válida.

Edición: Tras analizar un poco más el famoso episodio 13, he descubierto que ni siquiera está basado en el manga, y que el hecho de jugar con lo que pasó con Sakamoto sin realmente poner el dedo en la llaga es muy cobarde, y no sigue las pistas que fueron dadas en el manga, así que es mejor no verlo, sin el episodio 13, Sakamoto desu ga? es una historia de anime perfecta.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Reseña del anime Mob Psycho 100 Episodio 5

El siguiente artículo es una traducción de Mob Psycho 100 Episode 5 por Nick Creamer aparecido en Anime News Network


Mob Psycho 100 episodio 5

Reseña del anime Mob Psycho 100 Episodio 5


Teruki abre éste episodio con una característica linea agresiva: “antes de cualquier cosa, necesitamos establecer la jerarquía aquí.” Esa podría parecer ser una frase extraña. En contraste a la más convencional “Te derrotaré,” la elección de Teruki combina las rivalidades de escuela con las frases de niveles de poder del shounen. Él quiere estar en la cima, y eso significa que todos los demás tienen que estar por debajo. La jerarquía también era clave en la otra adaptación de ONE, One-Punch Man. Allí, la paga y popularidad de los héroes estaba determinada por un rígido sistema jerárquico, uno que el protagonista Saitama demostró rápidamente que tenía claras limitaciones. Saitama no estaba terriblemente interesado en jerarquías, y Mob tampoco lo está - su respuesta ante la ira de Teruki es nada mas preguntarse por qué no pueden ser amigos.

Entre los dos programas, es claro que ONE tiene un hueso para roer con sus percepciones sobre el orden social en general. Mob sólo quiere ser aceptado como una “persona normal,” mas el mundo a su alrededor se rehúsa a permitir eso - en su lugar, personas como Hoyuelo, Teruki, y posiblemente Ritsu todos dividen su mundo en términos de relaciones adversas. La existencia de una ostensible meritocracia, conflictiva, y en últimas un sistema lleno de falencias al asignar una valorización asumida - es una simplificación, pero una que claramente resuena con la visión del mundo que tiene ONE. En su peor punto, poner el mundo como una cruel meritocracia lleva a fantasías como Mahouka, sin embargo aunque personalmente veo la perspectiva de ONE como juvenil, las cuestiones temáticas de Mob Psycho son completamente elevadas por la humanidad de sus personajes.

Éste episodio juega por entero como un “duelo” entre Mob y Teruki, mientras Teruki intenta probar su predominancia, y Mob se rehúsa a usar sus poderes contra otro ser humano. Al inicio, Teruki trata ésto como una verdadera guerra de poderes, donde su victoria será determinada por su habilidad para hacer que Mob se rinda. Pero a medida que avanza la pelea, el contexto cambia - proyectado a través de un enojado discurso de Teruki y vividas memorias de Mob, su batalla física se convierte en una guerra de ideales.

La identidad de Teruki está basada en la idea de que su poder lo hará el protagonista del mundo. Bajo esa luz, la mera existencia de Mob como un psíquico igualmente poderoso es una afrenta para él - implica que él no es más que otra persona, y que los poderes psíquicos por sí mismos no lo hacen especial. Mientras que Hoyuelo ofrece a Teruki como un ejemplo de alguien que “usa sus poderes para vivir su vida al máximo,” es claro que Teruki no está feliz, que de hecho es muy inseguro. Como Mob eventualmente lo señala, al colgar su valor propio en la presencia de sus poderes, Teruki únicamente muestra su vacío por fuera de ellos, y la falta de cualquier cosa que haya construido por sí mismo para estar orgulloso.

En contraste, Mob es guiado por las palabras de su mentor y las cicatrices de sus propias experiencias. Pensando en un encuentro anterior con Reigen, él recuerda cómo su maestro afirmó que los poderes no lo hacen especial, y que no debería poner a una persona sobre otra. Mob no es una persona expresiva, sin embargo está profundamente afectado por las acciones de aquellos a su alrededor y las consecuencias teóricas de sus propias acciones. Incluso las pocas veces que Hoyuelo lo llamó grandioso parecen haber dejado un claro impacto sobre él - y la memoria de haber herido a su hermano con sus poderes una vez permanece como un escudo psicológico contra usarlos de nuevo sobre otra persona.

El rechazo de Mob para usar sus poderes es el ataque más poderoso que podría usar contra Teruki. Mientras Mob sinceramente le pregunta a Teruki por qué se siente mejor al aplastar a otros, Teruki sólo puede ver los gestos amables y la preocupación de Mob por su seguridad como engreimiento o burla. Cuando se da cuenta que Mob nunca va a contraatacar con sus poderes, se pone aún más indignado. La elección de Mob no es solamente un rechazo del ataque de Teruki, lo hace “mejor” que Teruki - si puede atenerse a sus ideales pacifistas frente al ataque directo de Teruki, entonces es más fuerte tanto en cuerpo como espíritu, una afirmación más implacable de sus ideales que Teruki no puede superar. Y así Teruki es reducido eventualmente a un desastre gritador, estrangulando físicamente a  Mob cuando todos sus grandes poderes le han fallado.

En el núcleo de la fuerza de hay un deseo honesto de convertirse en una mejor versión de sí mismo - una versión de sí mismo que él pueda ver como valiosa. Mob cree que puede moverse más allá de sus poderes; que puede levantar pesas y hacer amigos y nunca tener que depender de peligrosos poderes psíquicos que nunca se “ganó” realmente. Ésta meta aterroriza a  Teruki; si Mob tiene éxito, significa que ha eclipsado todo lo que Teruki había escogido creer para la seguridad de su propia confianza. Por lo que ahorca a Mob hasta que queda inconsciente, gritando que “las personas no pueden cambiar tan fácilmente” al tiempo que Mob se rehúsa a ceder.

Al final, ningún héroe gana ésta batalla. Una vez que Mob ha caído inconsciente, la bestia dentro de él toma el control, destrozando las defensas de Teruki y destruyendo la escuela en un cataclismo de explosión psíquica. Teruki es derrotado por completo tanto en poder como filosofía - pero tras ver la destrucción que su poder ha causado, Mob no puede hacer otra cosa más que llorar. No fue capaz de cambiar. Él no fue capaz de volverse mejor. Teruki estaba en lo correcto.

Tras un episodio repleto de explosiones psíquicas y desastres emocionales, sazonado con casi nada de la comedia usual de Mob Psycho, ésta historia de angustia concluye con un momento de genuina ternura. Mob pasa tres horas bajo la lluvia buscando a Hoyuelo, y cuando finalmente regresa a casa, todavía se siente vacío por los eventos del día. Sin embargo Ritsu hace una breve revisión sobre él, y Mob es capaz de disculparse por esa explosión psíquica de hace mucho tiempo. Mob Psycho 100 sería una experiencia sofocante de estar totalmente dedicado a sus ideas sociales, y emocionalmente flaco de estar dedicado en su totalidad sobre sus piezas audiovisuales. Mas al centrarse en aquellas dos fortalezas con el importante núcleo emocional de Mob y sus amigos cercanos, los eventos de éste programa reciben un brillante toque humano.

Éste episodio de Mob Psycho 100 fue menos inventivo visualmente que los anteriores, en términos tanto de diseño como en sus momentos de animación. También fue el más rico en sus temas y más cargado emocionalmente que cualquier otro programa que podamos ver en ésta temporada de anime. Mob Psycho se ha superado a sí mismo de nuevo.

Calificación general: 5

Mob Psycho 100 está siendo emitido actualmente en Crunchyroll.

Nota del traductor


Ya casi llegamos a la mitad de las reseñas, me dan ganas de llorar de la felicidad :)

Ya me vi el final de la serie, estuvo genial y ojalá le hagan una segunda temporada, al igual que con One-Punch Man

+Rhaidot

sábado, 24 de septiembre de 2016

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 57

Capítulo 56             Capítulo 58

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 57

El Experimento de la Prisión Stanford, Cognición Restringida, Parte 7

dumbledore fenix
Fan art por Karen Dutton

Harry tenía la esperanza de haber alcanzado la fusión con su lado oscuro y que sería capaz de invocar todos los beneficios sin ninguna de las desventajas, invocar la prístina claridad y la voluntad indómita con un mero comando, sin necesitar ponerse frío o enojado.

Una vez más, había sobrestimado el progreso que había hecho. Algo había pasado, pero Harry seguía teniendo un misterioso lado oscuro, aún separado de él, y su yo ordinario todavía era domable. Y a pesar del trabajo de reparación que había hecho en el temor de la muerte que poseía a su lado oscuro, no se atrevía a sumergirse en dicha oscuridad mientras estuviera desprotegido en Azkaban, eso era tentar demasiado al destino.

Lo que era infortunado, porque un poco de ese indómito ser le habría venido muy útil en ese momento.

Lo que lo hacía más difícil era que no podía estrellarse contra una pared, no podía romper en lágrimas, ni siquiera podía soltar un suspiro. Su querida Bella lo estaba observando y esas no eran el tipo de cosas que haría su Señor Oscuro.

"Mi Señor -" Bellatrix dijo. Su voz baja y extenuada. "Los Dementores – están llegando – puedo sentirlos, mi Señor -"

"Gracias, Bella," replicó una voz seca, "ya lo sé."

Harry no podía sentir los huecos en el mundo de la misma forma que cuando había estado usando la Reliquia de la Muerte, sin embargo podía sentir el depresivo vacío incrementando su intensidad. Al principio lo había confundido con el resultado de descender por la escalera, hasta que él y Bellatrix ya no siguieron descendiendo y el vacío siguió creciendo. Luego bajó, mientras los Dementores se movían junto con la espiral, y volvió a crecer cuando ellos subieron otro tramo de escaleras... Ahora había Dementores dentro del propio Azkaban, e iban por él. Por supuesto que lo iban a hacer. Harry podía haberse vuelto resistente, mas no estaba escondido.

Nuevo requisito, Harry le comunicó a su cerebro. Encuentra una manera de derrotar a los Dementores que no involucre a mi Encantamiento Patronus. Alternativamente, encuentra otra forma más de esconder a alguien de los Dementores, a parte de la Capa de la Invisibilidad -

Renunció, anunció su cerebro. Busca tú mismo otra pieza de substrato de computación para resolver tus problemas ridícula y excesivamente restringidos.

Lo digo en serio, pensó Harry.

Yo también, afirmó su cerebro. Levanta tu Encantamiento Patronus y espera que los Aurores te encuentren. Se sensato. Se acabó.

Rendirse...

El vacío abrumador pareció jalar con más fuerza, mientras pensaba aquello; y Harry se dio cuenta de lo que sucedía, se concentró más intensamente en las estrellas, alejó su mente de la desesperación -

Sabes, observó la parte lógica de sí mismo, si no te permites considerar ningún pensamiento negativo porque eso le abrirá tu mente a los Dementores, eso también es un prejuicio cognitivo, ¿cómo sabrás de verdad cuando sea el momento de rendirse?

Un desesperado grito lloroso provino de abajo, palabras mezcladas con un "no" y "váyanse". Los prisioneros sabían, los prisioneros lo podían sentir.

Los Dementores se aproximaban.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 56

Capítulo 55             Capítulo 57

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 56


El Experimento de la Prisión Stanford, Optimización Restringida, Parte 6

harry potter racionalidad 56
Escondiendo a Bellatrix por dinosaurusgede

Silenciosa, por fortuna estaba silenciosa, la puerta de metal en el siguiente nivel inferior. O bien no había alguien detrás de ella, o estaban sufriendo en silencio, quizá estaban gritando pero su voz ya se había rendido, o estaban susurrándose a sí mismos en voz baja en la oscuridad...

No estoy seguro de que pueda hacer ésto, Harry pensó, y tampoco pudo culpar a los Dementores por el pensamiento desesperado. Hubiera sido mejor estar más abajo, era más seguro estar más abajo, su plan requeriría tiempo para implementarse y los Aurores probablemente ya estaban en la labor de bajar. Mas si Harry tenía que pasar más de esas puertas de metal al mismo tiempo que se quedaba callado y mantenía su respiración perfecta y regular, se iba a enloquecer; si tenía que dejar un pedazo de sí mismo detrás de cada una, pronto no habría nada de él para dejar -

Un gato luminoso como la luna apareció de la nada y brincó en frente del Patronus de Harry. Harry casi gritó, lo que no le habría ayudado con su imagen ante Bellatrix.

"¡Harry!" dijo la voz de la Profesora McGonagall, sonando más alarmada de lo que Harry la había llegado a escuchar. "¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¡Éste es mi Patronus, responde!"

Con un esfuerzo convulsivo, Harry aclaró su garganta, cambió el propósito de su garganta, forzó la calma, cambió a una personalidad diferente como si fuera una barrera de Oclumancia. Le tomó un par de segundos y esperó ansioso que la Profesora McGonagall no notara un problema con eso gracias a un retraso en la comunicación, al igual que esperaba con ansias que los Patronus no reportaran nada sobre los alrededores.

Una inocente y joven voz de niño anunció, "Estoy en el Lugar de Mary, Profesora, en el Callejón Diagon. Yendo al restaurante de hecho. ¿Qué hay de malo?"

El gato desapareció con un salto, y Bellatrix comenzó a carcajear por lo bajo, una polvorienta risa de apreciación, sin embargo cerró la boca abruptamente cuando Harry le siseó.

Un momento después el gato regreso, y habló con la voz de la Profesora McGonagall, "Voy a recogerte ahora mismo. No vayas a ningún lado, si no estás cerca del Profesor de Defensa no regreses con él, no le hagas ningún comentario a nadie, ¡estaré allí tan pronto como pueda!"

Y el brillante gato siguió avanzando hasta volverse borroso y se desvaneció.

Harry bajó la mirada a su reloj, fijándose en la hora, para que después de sacar a todos de aquí, y que el Profesor Quirrell anclara el Giratiempo de nuevo, pudiera regresar y estar en el Lugar de Mary en el momento apropiado...

Sabes, intervino la parte de su cerebro que resolvía problemas, hay un limite a cuántas restricciones puedes añadir a un problema antes de que sea realmente imposible, ¿sabes eso?

No debió haber importado, y en verdad no lo hacía, no se comparaba al sufrimiento de un solo prisionero en Azkaban, y aún así Harry se halló a sí mismo sintiéndose muy consciente de que si su plan no acababa con él siendo recogido en el Lugar de Mary como si nunca se hubiera ido, y el Profesor de Defensa viéndose completamente inocente de cualquier posible crimen, la Profesora McGonagall iba a asesinarlo.

***

Mientras su equipo se preparaba para comer otra mordida del territorio de la espiral C, escudando y escaneando antes de desencantar el escudo previo en su retaguardia, Amelia estaba golpeando sus caderas con sus dedos y preguntándose si debía consultar al experto obvio. Si tan sólo él no fuera tan -

Amelia escuchó el familiar crujido de fuego y supo lo que vería antes de voltearse.

Un tercio de sus Aurores se estaban girando y alzando sus varitas hacia el anciano mago con gafas de media luna y una larga barba plateada que había aparecido justo en medio de ellos, con un brillante fénix de color rojo y dorado sobre su hombro.

"¡No disparen!" La Poción Multijugos hacía sencillo forjar una cara, sin embargo falsear el viaje de fénix hubiera sido mucho más difícil – las protecciones la permitían como una de las formas rápidas para ingresar a Azkaban, aunque no servía como vía rápida para salir.

La anciana bruja y el anciano mago se contemplaron el uno al otro por un largo momento.

(Amelia se cuestionó, en la parte trasera de su mente, cuál de sus Aurores había enviado la palabra, había varios antiguos miembros de la Orden del Fénix con ella; procuró recordar si había visto el gorrión de Emmeline o el gato de Andy alejarse del conjunto de criaturas resplandecientes; pero supo que era fútil. Podría no haber sido ninguno de su propio grupo, pues el viejo entrometido a veces sabía cosas que no tenía forma de haber conocido.)

Albus Dumbledore inclinó su cabeza hacia Amelia en señal de cortes gesto. "Espero ser bienvenido aquí," el anciano declaró con calma. "Estamos todos en el mismo bando, ¿no es así?"

"Eso depende," Amelia replicó con dura voz. "¿Estás aquí para ayudarnos a atrapar criminales, o para protegerlos de las consecuencias de sus acciones?" ¿Estás aquí para intentar evitar que la asesina de mi hermano reciba su bien merecido Beso, viejo entrometido? De lo que Amelia había escuchado, Dumbledore se había vuelto más listo al final de la guerra, en especial gracias a los constantes regaños de Ojo-Loco; mas había regresado a su tonta misericordia en el instante en que el cuerpo de Voldemort fue encontrado.

Una docena de pequeños puntos de blanco y plata, reflejos de los fulgurantes animales, destellaron desde las gafas de media luna del anciano al hablar. "Aún menos que tú desearía ver yo liberada a Bellatrix Black," el anciano mago afirmó. "Ella no debe dejar ésta prisión con vida, Amelia."

Antes de que Amelia pudiera volver a hablar, aún para expresar su sorprendida gratificación, el anciano mago hizo un gesto con su larga varita negra y un brillante fénix plateado brotó en existencia, más luminoso que todos los otros Patronus puestos juntos. Era la primera vez que ella había visto ese hechizo lanzado sin palabras. "Ordena a todos tus Aurores que cancelen su Encantamiento Patronus por diez segundos," pidió el anciano mago. "Lo que la oscuridad no pueda encontrar, la luz podría hallar."

Amelia espetó la orden al oficial de comunicaciones, quien notificaría a todos los Aurores mediante sus espejos, comandando que la voluntad de Dumbledore fuera hecha.

Eso requirió unos momentos, y se volvió una periodo de horrible silencio, ninguno de los Aurores se había atrevido a hablar, mientras Amelia intentaba sopesar sus propios pensamientos. Ella no debía dejar ésta prisión con vida... Albus Dumbledore no se convertiría en Bartemius Crouch sin una razón fuerte. Si su intención fuera contarle el por qué, ya lo habría hecho; pero ciertamente no era una señal positiva.

Aún así, era bueno saber que serían capaces de trabajar juntos en éste caso.

"Ahora," dijeron un coro de espejos, y el resto de Encantamientos Patronus parpadearon y desaparecieron excepto por el fulgurante fénix plateado.

"¿Hay otro Patronus todavía presente?" el anciano mago le preguntó con claridad a la resplandeciente criatura.

La brillante criatura ladeó su cabeza en asentimiento.

"¿Puedes encontrarla?"

La cabeza plateada asintió otra vez.

"¿Lo recordarás, en caso de que se vaya y regrese?"

Una afirmación de cabeza final de parte del luminoso fénix.

"Está hecho," anunció Dumbledore.

"Suficiente," ordenaron todos los espejos un momento después, y Amelia alzó su varita y comenzó a invocar de nuevo su propio Patronus. (Aunque le tomó algo de concentración extra, con esa sonrisa lobuna ya en su cara, pensar en la primera vez que Susan había besado su mejilla, en vez de regodearse en el oscuro destino de Bellatrix Black. Ese otro Beso era un pensamiento feliz en efecto, pero no del tipo correcto para el Encantamiento Patronus.)

***

No habían ni siquiera llegado al final de ese corredor antes de que el Patronus de Harry alzara su mano, con educación, como si estuviera en un salón de clases.

Harry pensó con rapidez. La cuestión era cómo – no, eso también era obvio.

"Parece," Harry explicó con una voz divertida y fría, "que alguien ha instruido éste Patronus para compartir su mensaje únicamente conmigo." Se rió. "Bien entonces. Perdoname, Bella querida. Quietus."

De inmediato el humanoide plateado pronunció con la misma voz de Harry, "Hay otro Patronus que busca éste Patronus."

"¿Qué?" exclamó Harry. Y entonces, sin hacer pausa para pensar en lo que estaba a punto de suceder, "¿Lo puedes bloquear? ¿Evitar que te encuentre?"

El humanoide plateado negó con su cabeza.

***

En cuanto Amelia y los otros Aurores acabaron de relanzar sus Encantamientos Patronus, entonces -

El fulgurante fénix plateado salió volando, y el verdadero fénix rojo-dorado lo siguió, y el anciano mago dio calmados pasos largos detrás de los dos con su larga varita apretada con fuerza y apuntando hacia abajo.

Los escudos alrededor de su territorio se abrieron como agua al paso del anciano mago, y se cerraron detrás de él con apenas y un murmullo.

"¡Albus!" gritó Amelia. "¿Qué piensas que estás haciendo?"

Pero ella ya lo sabía.

"No me sigan," la voz del anciano mago replicó con severidad. "Puedo protegerme a mí mismo, no puedo proteger a otros."

La grosería que Amelia soltó tras él hizo que incluso sus propios Aurores retrocedieran.

***

¡Ésto no es justo, no es justo, no es justo! ¡Hay un limite a cuántas restricciones añadir a un problema antes de que sea realmente imposible!

Harry bloqueó los pensamientos inútiles, ignoró la fatiga que sentía, y forzó su mente a confrontarse con los nuevos requerimientos, tenía que pensar rápido, usar la adrenalina para seguir la cadena de lógica con velocidad y sin titubear, en vez de perder tiempo en la desesperación.

Para que la misión tuviera éxito,

(1) Harry tendría que desconvocar a su Patronus.

(2) Bellatrix necesitaba estar escondida de los Dementores después de que el Patronus fuera desconvocado.

(3) Harry necesitaba resistir la absorción de los Dementores después de que su Patronus fuera desconvocado.

...

Si resuelvo ésto, demandó el cerebro de Harry, quiero una galleta cuando todo acabe, y si tú haces el problema más difícil de lo que ya es, aun si es nada más un poquito más difícil, voy a salir trepando de tu cabeza y me iré para Tahití.

Harry y su cerebro consideraron el problema.

Azkaban había sido invencible durante siglos, confiando en la imposibilidad de evadir la mirada de los Dementores. Así que si Harry encontraba otra forma de esconder a Bellatrix de los Dementores, iba a confiar en su conocimiento científico o en que se había dado cuenta que los Dementores eran Muerte.

El cerebro de Harry sugirió un camino obvio para detener a los Dementores de ver a Bellatrix que consistía en evitar que siguiera existiendo, por ejemplo, asesinándola.

Harry felicitó a su cerebro por pensar por fuera de lo establecido y le dijo que continuara buscando.

Asesinarla y luego traerla de regreso, llegó la siguiente sugerencia. Usa Frigideiro para enfriar a Bellatrix hasta el punto en que su actividad cerebral se detenga, después la calientas usando Thermos, al igual que las personas que caen dentro de agua muy fría y pueden ser revividas media hora después sin daño cerebral notable.

Harry consideró ésto. Bellatrix podría no sobrevivir con su estado tan débil. Y podía ser que no evitara que la Muerte la viera. Y él tendría problemas para llegar lejos cargando a una fría e inconsciente Bellatrix. Y Harry no podía recordar la investigación sobre en qué punto exacto la temperatura corporal era no-fatal pero detenía el cerebro temporalmente.

Era otra buena idea por fuera de lo común, sin embargo Harry le pidió a su cerebro que siguiera pensando en...

...formas de esconderse de la Muerte...

Una arruga se movió por el rostro de Harry. Había escuchado algo así, en algún lugar.

Uno de los requisitos para volverse un mago poderoso es una excelente memoria, había dicho el Profesor Quirrell. La clave para un rompecabezas es con frecuencia algo que leíste veinte años atrás en un pergamino viejo, o un anillo peculiar que viste en el dedo de un hombre que nada más conociste una vez...

Harry se enfocó tan duro como pudo, mas no lo pudo recordar, estaba en la punta de su lengua; así que le pidió a su subconsciente que procurara recordarlo, y volvió a enfocar su atención en la otra mitad del problema.

¿Cómo puedo protegerme a mí mismo de los Dementores sin un Encantamiento Patronus?

El Director había estado expuesto repetidamente a un Dementor a unos cuantos metros de distancia, una y otra vez a través de todo el día, y sólo había resultado meramente cansado. ¿Cómo había hecho el Director eso? ¿Podía Harry hacer eso también?

Podía ser que fuera una cosa azarosa de la genética, en cuyo caso Harry estaba perdido. Mas asumiendo que el problema tuviera solución...

Entonces la respuesta obvia era que Dumbledore no le tenía miedo a la muerte.

Dumbledore en verdad no le tenía miedo a la muerte. Dumbledore honestamente, en realidad creía que la muerte era la siguiente gran aventura. Lo creía desde el interior, no eran palabras convenientes usadas para suprimir una disonancia cognitiva, no solamente pretender ser sabio. Dumbledore había decidido que la muerte era natural y un orden normativo, y cualquier pequeño miedo restante que quedara dentro de él, había requerido un largo tiempo y exposición repetida para que el Dementor lo drenara a través de esa pequeña falla.

Ese camino estaba cerca de Harry.

Y entonces Harry consideró el otro lado, la pregunta inversa obvia:

¿Por qué soy mucho más vulnerable que el promedio? Otros estudiantes no se desmayaron cuando enfrentaron al Dementor.

Harry tenía la intención de destruir la Muerte, eliminarla si podía. Pretendía vivir por siempre, si podía; tenía esperanza de ello, el pensamiento de la Muerte no le traía una sensación de desesperación ni creía que fuera inevitable. No estaba atado ciegamente a su propia vida; de hecho le había tomado esfuerzo no quemar toda su vida ante la necesitad de proteger a otros de la Muerte. ¿Por qué las sombras de la Muerte tenían tanto poder sobre Harry? Él no habría pensado que tenía tanto miedo.

¿Había estado Harry, desde un principio, haciendo razionalización? ¿Era él quien en secreto le tenía tanto miedo a la muerte que había estado retorciendo sus propios pensamientos, como Harry había acusado a Dumbledore?

Harry consideró ésto, evitando para sí mismo la opción de huir. Se sentía incomodo, pero...

Mas...

Sin embargo los pensamientos incómodos no siempre eran la verdad, y éste en particular no sonaba exactamente correcto. Como si hubiera un grano de verdad, pero no se estaba escondiendo donde se decía que estaba la hipótesis -

Y ahí fue cuando Harry se dio cuenta.

Oh.

Oh, ya lo entiendo.

El que tiene miedo, es...

Harry le preguntó a su lado oscuro sobre lo que pensaba de la muerte.

Y el Patronus de Harry parpadeó, se redujo, casi desapareció en un instante, por ese desesperado, lloroso, terror aullador, un indecible miedo que haría cualquier cosa para no morir, hacer todo a un lado para no morir, que no podía pensar con regularidad o sentir con regularidad ante la presencia del horror absoluto, que no podía mirar dentro del abismo de la no-existencia al igual que no hubiera podido mirar directo al Sol, una cegada y terrible cosa que únicamente quería hallar una esquina oscura y esconderse y no tener que pensar más al respecto -

La figura plateada se había oscurecido hasta ser una luz de luna, estaba vacilando como una vela agonizante -

Todo está bien, pensó Harry, todo está bien.

Se visualizó a sí mismo arrullando a su lado oscuro como si fuera un niño asustado en sus brazos.

Es correcto y apropiado estar aterrorizado, porque la muerte es horrible. No tienes por qué esconder tu horror, no tienes por qué sentir vergüenza por ello, puedes llevarlo como una medalla de honor, a plena luz del sol.

Era extraño, sentirse partido en dos así, el rastro de sus pensamientos que daba confort, el rastro de sus pensamientos que seguía a su lado oscuro para quien era incomprehensible la forastera forma ordinaria de pensar de Harry; todas las cosas que su lado oscuro asociaba con su propio temor de la muerte, la única cosa que nunca se había imaginado o esperado que podría encontrar, era aceptación y alabanza y ayuda...

No tienes que luchar solo, Harry afirmó en silencio a su lado oscuro. El resto de mí te apoyará en ésto. No me permitiré morir, y tampoco dejaré que mis amigos mueran. Ni tú/yo, ni Hermione, ni Mamá o Papá, ni Neville o Draco ni nadie, ésta es la voluntad para proteger... Visualizó alas de luz solar, como las alas del Patronus que tenía que abrir de par en par, para dar protección a ese asustado niño.

El Patronus brilló otra vez, ¿el mundo giraba alrededor de Harry o era su propia mente la que estaba girando?

Toma mi mano, Harry pensó y lo visualizó, ven conmigo, y haremos ésto juntos...

Hubo una vacilación en la mente de Harry, como si su cerebro hubiera dado un paso a la izquierda, o el universo hubiera dado un paso a la derecha.

Y en un resplandeciente corredor de Azkaban, con pequeñas luces de gas que eran sobrepasadas por la estable e inconmovible luz de un Patronus con forma humana, un niño invisible estaba de pie con una diminuta y rara sonrisa en su cara, apenas temblando un poco.

Harry supo, de algún modo, que acaba de hacer algo significativo, algo que iba más allá de fortalecer su resistencia a los Dementores.

Y más que eso, había recordado. Pensar en la Muerte como una figura antropomórfica había logrado el truco, bastante irónico. Ahora Harry lo recordaba, qué tenía la reputación de esconder a alguien de la mirada de la propia Muerte...

***

En un corredor de Azkaban, un mago que daba largas zancadas se detuvo abruptamente; porque la luminosa cosa plateada que era su guía, se había detenido en medio del aire, batiendo sus alas con estrés. El brillante fénix blanco ladeó su cabeza, viendo hacia atrás y hacia adelante como si estuviera confundido; y luego se giró hacia su maestro y sacudió su cabeza en señal de disculpa.

Sin otra palabra, el anciano mago se volteó y dando pasos largos regresó por donde había venido.

***

Harry se quedó de pie recto y erguido, sintiendo que el miedo se desprendía y se caía de él. Algunas pequeñas partes suyas podrían haber sido corroídas un poco por las olas de vacío que se habían estrellado continuamente contra su roca inamovible, sin embargo sus extremidades no estaban frías, y su magia estaba con él. Con el tiempo esas olas podrían haberlo corroído y consumido, deslizándose por cualquier parte diminuta suya que siguiera acobardada ante la Muerte en vez de usar su miedo para darse energía a sí mismo durante la batalla. Mas esa destrucción hubiera llevado tiempo, con las sombras de la Muerte muy lejos y sin preocuparse por él. La debilidad, la fisura, la linea de fallo que estaba adentro suyo había sido reparada, y las estrellas resplandecieron luminosas en su mente, vastas y sin temor, y fulgurantes en medio del frío y la oscuridad.

Para los ojos de cualquier otra persona, hubiera parecido que el niño estaba de pie y a solas en un corredor de metal pobremente alumbrado, exhibiendo esa extraña sonrisa.

Porque Bellatrix Black y la serpiente enrollada alrededor de sus hombros estaban ocultas por la Capa de la Invisibilidad, una de las tres Reliquias de la Muerte y con la reputación de esconder a su usuario de la mirada de la propia Muerte. El acertijo cuya respuesta había estado perdida, y que Harry había encontrado de nuevo.

Y Harry sabía, ahora, que la ocultación de la Capa era más que la mera transparencia del Desilusionador, que la Capa te mantenía escondido y no solamente invisible, imposible de ver como los Thestrals para los que no conocían la muerte. Y Harry también supo que era sangre de Thestral lo que pintaba el símbolo de las Reliquias de la Muerte en el interior de la Capa, atando en la capa esa porción del poder de la Muerte, permitiendo a la Capa confrontar a los Dementores en su propio nivel y bloquearlos. Se había sentido como adivinar, y al mismo tiempo una deducción certera, el conocimiento llegando a él en el instante de resolver el acertijo.

Bellatrix seguía transparente dentro de la Capa, sin embargo ya no estaba escondida para Harry, sabía que ella estaba allí, igual de obvio para él que un Thestral. Porque Harry nada más había prestado su Capa, no regalado; y había logrado comprehender y dominar la Reliquia de la Muerte que había pasado de generación en generación en la linea Potter.

Harry miró directamente a la mujer invisible, y preguntó, "¿Pueden alcanzarte los Dementores, Bella?"

"No," respondió la mujer con una suave, curiosa voz. Luego, "Pero mi Señor... ..."

"Si pronuncias alguna tontería, me molestará," Harry la interrumpió con frialdad. "¿O estás bajo la impresión de que me sacrificaría por ti?"

"No, mi Señor," la sirviente del Señor Oscuro replicó, oyéndose confundida, y quizá maravillada.

"Sigue," habló el helado susurro de Harry.

Y continuaron su viaje hacia abajo, mientras el Señor Oscuro cogió su monedero, y tomó una galleta, y se la comió. Si Bellatrix hubiera inquirido, Harry habría declarado que era por el chocolate, mas ella no lo interrogó.

***

El anciano mago dio zancadas largas hasta quedar en medio de los Aurores, el fénix plateado y el rojo-dorado siguiéndolo de cerca.

"Tú -" Amelia empezó a bramar.

"Han desactivado su Patronus," anunció Dumbledore. El anciano mago no alzó su voz pero sus palabras calmadas de alguna forma superaron las de ella. "Ya no puedo encontrarlos."

Amelia apretó los dientes, y puso un buen numero de mordaces afirmaciones en espera, y se dirigió al oficial de comunicaciones. "Digan al cuarto del deber que le pregunten a los Dementores otra vez si pueden sentir a Bellatrix Black."

El especialista de comunicaciones habló con su espejo por un momento, y unos pocos segundos después, levantó la vista, sorprendido. "No -"

Amelia ya estaba espetando groserías violentas en su mente.

"- sin embargo pueden ver a alguien más en los niveles inferiores que no es un prisionero."

"¡Perfecto!" exclamó Amelia. "¡Diga a los Dementores que una docena de su clase están autorizados para entrar a Azkaban y atrapar a quienquiera que sea y a cualquiera en su compañía! ¡Y si ven a Bellatrix Black, deben darle el Beso de inmediato!"

Amelia se giró y fijó sus ojos directo sobre Dumbledore, retándolo a que discutiera; mas el anciano mago sólo le devolvió una mirada un poco triste, y se quedó en paz.

***

El Auror McCusker terminó de hablar con el cadáver que flotaba a la deriva afuera de la ventana, pasando las ordenes de la Directora.

El cadáver le otorgó una sonrisa letal que casi le desencajó sus miembros, y luego descendió flotando.

Poco después, una docena de Dementores se levantó de donde habían estado divagando en el centro del foso de Azkaban, y se dirigieron al exterior, hacia las paredes de la vasta estructura de metal que se erguía sobre ellos.


Entrando a través de hoyos ubicados en la base de Azkaban, las más oscuras de las criaturas iniciaron su marcha del horror.

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 55

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 55


El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 5

harry potter racional 55
Destruyendo evidencia por dinosaurusgede

En un destrozado y arruinado corredor, alumbrado por débiles luces de gas, un niño reptó lentamente, una mano estirada, hacia la inmóvil serpiente que era el cuerpo de su profesor.

Harry estaba a sólo un metro de distancia del cuerpo de la serpiente cuando lo sintió, cosquilleando al borde de su percepción.

Nunca había estado tan débil, una sensación de destrucción...

El Profesor Quirrell estaba vivo, después de todo.

El pensamiento no engendró un sentimiento de alegría, nada más una especie de desesperación vacía.

Harry sería capturado pronto de todos modos, y sin importar cómo intentara explicarlo, no había forma de que se viera bien. Nadie volvería a confiar en él, pensarían que sería el siguiente Señor Oscuro, no lo ayudarían cuando llegara el tiempo de combatir al Señor Voldemort, Hermione se rendiría con él, incluso Dumbledore probablemente buscaría otro héroe...

...quizá solamente lo enviarían al hogar de vuelta a sus padres.

Él había fallado.

Harry observó el derrumbado cuerpo del oficial de policía que había paralizado, la sangre ya secándose de los cortes y rasguños menores, los lugares quemados sobre la túnica roja intrínsecamente bordada.

Él había sido un estúpido. No debió haber paralizado al oficial de policía, debió quedarse con su historia original sobre haber sido secuestrado por el Profesor Quirrell...

Podría no ser demasiado tarde, susurró una voz en su interior. Todavía podrías ser capaz de reparar tu error. El Auror te vio, él recuerda que lo paralizaste... pero si estuviera muerto, si el Profesor Quirrell estuviera muerto, si Bellatrix estuviera muerta, no habría nadie para contradecir tu historia.

Lentamente, la mano de Harry empezó a levantarse, apuntando con su varita al oficial de policía y -

La mano de Harry se detuvo.

Tuvo la sensación distante de que se comportaba de manera no característica para él. Como si hubiera olvidado algo, algo importante, sin embargo tenía problemas para recordar qué era, exactamente.

Oh. Era cierto. Él era alguien que creía en el valor de la vida humana.