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viernes, 23 de septiembre de 2016

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 55

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 55


El Experimento de la Prisión Stanford, Parte 5

harry potter racional 55
Destruyendo evidencia por dinosaurusgede

En un destrozado y arruinado corredor, alumbrado por débiles luces de gas, un niño reptó lentamente, una mano estirada, hacia la inmóvil serpiente que era el cuerpo de su profesor.

Harry estaba a sólo un metro de distancia del cuerpo de la serpiente cuando lo sintió, cosquilleando al borde de su percepción.

Nunca había estado tan débil, una sensación de destrucción...

El Profesor Quirrell estaba vivo, después de todo.

El pensamiento no engendró un sentimiento de alegría, nada más una especie de desesperación vacía.

Harry sería capturado pronto de todos modos, y sin importar cómo intentara explicarlo, no había forma de que se viera bien. Nadie volvería a confiar en él, pensarían que sería el siguiente Señor Oscuro, no lo ayudarían cuando llegara el tiempo de combatir al Señor Voldemort, Hermione se rendiría con él, incluso Dumbledore probablemente buscaría otro héroe...

...quizá solamente lo enviarían al hogar de vuelta a sus padres.

Él había fallado.

Harry observó el derrumbado cuerpo del oficial de policía que había paralizado, la sangre ya secándose de los cortes y rasguños menores, los lugares quemados sobre la túnica roja intrínsecamente bordada.

Él había sido un estúpido. No debió haber paralizado al oficial de policía, debió quedarse con su historia original sobre haber sido secuestrado por el Profesor Quirrell...

Podría no ser demasiado tarde, susurró una voz en su interior. Todavía podrías ser capaz de reparar tu error. El Auror te vio, él recuerda que lo paralizaste... pero si estuviera muerto, si el Profesor Quirrell estuviera muerto, si Bellatrix estuviera muerta, no habría nadie para contradecir tu historia.

Lentamente, la mano de Harry empezó a levantarse, apuntando con su varita al oficial de policía y -

La mano de Harry se detuvo.

Tuvo la sensación distante de que se comportaba de manera no característica para él. Como si hubiera olvidado algo, algo importante, sin embargo tenía problemas para recordar qué era, exactamente.

Oh. Era cierto. Él era alguien que creía en el valor de la vida humana.


Una sensación de confusión acompañó el pensamiento, no podía recordar del todo por qué las vidas de otras personas parecían tener valor...

De acuerdo, dijo la parte lógica de él, ¿por qué ha cambiado mi mente entre el antes y el ahora?

Porque él estaba en Azkaban...

Y se había olvidado de volver a invocar el Encantamiento Patronus...

Hacer cualquier cosa, por alguna razón, parecía requerir un tremendo esfuerzo, como si el pensamiento de la acción misma fuera una carga demasiado pesada para alzar; sin embargo parecía una buena idea volver a invocar el Encantamiento Patronus, porque todavía podía sentir temor por los Dementores. Y aunque no podía recordar lo que era ser feliz, sabía que ésto no lo era.

La mano de Harry se levantó para sostener su varita delante suyo, sus dedos tomando las posiciones iniciales.

Y entonces Harry se pausó.

Él no podía... recordar del todo... qué solía usar como su pensamiento feliz.

Eso era raro, había sido algo muy importante, realmente debería ser capaz de recordarlo... ¿algo que ver con la muerte? Pero eso no era algo feliz...

Su cuerpo estaba temblando, Azkaban no había parecido tan frío antes, y era como si se pusiera aún más frío mientras lo pensaba. Era demasiado tarde para él, ya se había hundido demasiado profundo, ahora nunca sería capaz de lanzar el Encantamiento Patronus -

Esa podría ser la Dementación hablando en vez de un estimado preciso, observó la parte lógica de sí mismo, hábito que había sido codificado para que fuera un reflejo puro, que no requería energía para activarse. Piensa en el miedo del Dementor como un prejuicio cognitivo, y procura superarlo de la misma forma que superarías cualquier otro prejuicio cognitivo. Tus sentimientos de desesperanza podrían no indicar que la situación es de verdad desesperanzadora. Podría únicamente indicar que están en la presencia de Dementores. Todas las emociones negativas y los estimados pesimistas ahora deben ser considerados sospechosos, falacias hasta probadas validas.

(Si tú hubieras visto al niño mientras pensaba, habrías visto una distante, abstracta, confundida arruga moverse a través de su rostro, por debajo de las gafas y la cicatriz de relámpago. Su mano permaneció en la posición inicial para el Encantamiento Patronus, y no se movió.)

La presencia de los Dementores interfiere con la parte de ti que procesa la felicidad. Si no puedes alcanzar tus pensamientos felices mediante la asociación nemotécnica sobre la clave de la felicidad, quizá puedas llegar a la memoria de otro modo. ¿Cuándo fue la última vez que hablaste con alguien sobre el Encantamiento Patronus?

Harry no podía recordar tampoco eso.

Una aplastante ola de desesperación cayó sobre él, y fue disipada por la parte lógica de él como no confiable, externa, no-Harry, el peso aturdidor seguía presionando sobre él mas su mente siguió pensando, no requería mucho esfuerzo pensar...

¿Cuándo fue la última vez que hablaste con alguien sobre los Dementores?

El Profesor Quirrell había dicho que ya era capaz de sentir la presencia de los Dementores, y Harry le había explicado al Profesor Quirrell... le explicó al Profesor Quirrell...

...sujetar la memoria de las estrellas, de la caída incorporal a través del espacio, como una barrera de Oclumancia a través de toda su mente.

Su segunda clase de Defensa del año, un Viernes, ahí fue cuando el Profesor Quirrell le había mostrado las estrellas, y una vez más en Navidad.

No le tomó mucho esfuerzo recordarlas, los nítidos puntos de blancura contra la perfecta oscuridad.

Harry recordó la gran nube blanqueada de la Vía Láctea.

Harry recordó la paz.

Algo del frío en los bordes de sus extremidades pareció retroceder.

Había palabras que él había hablado en voz alta en el primer día que había invocado el Encantamiento Patronus, su mente podía recordar los sonidos y el discurso aunque los sentimientos se mostraran distantes...

...Pensé en mi absoluto rechazo de la muerte como el orden natural.

Invocas el Verdadero Encantamiento Patronus al pensar sobre el valor de la vida humana.

...Pero hay otras vidas que siguen con vida por las que luchar. Tu vida, y mi vida, y la vida de Hermione Granger, todas las vidas de la Tierra, y todas las vidas más allá, para ser defendidas y protegidas.

Entonces la idea de matar a todos... ese no había sido su verdadero ser, esa había sido la Dementación hablando...

La desesperación era la influencia de los Dementores.

Donde hay vida, hay esperanza. El Auror sigue con vida. El Profesor Quirrell sigue con vida. Bellatrix sigue con vida. Yo sigo con vida. Nadie ha muerto todavía en realidad...

Ahora, Harry podía visualizar la Tierra, en el medio de un campo de estrellas, el orbe azul-blanco.

¡...y no permitiré que mueran!

"¡Expecto Patronum!"

Las palabras salieron un poco atropelladas, y cuando la figura humana ardió en existencia era tenue al principio, luz de luna en vez de luz solar, blanca en vez de plateada.

Sin embargo se fortaleció, lentamente, al tiempo que Harry respiró con ritmo deliberado, recuperándose. Dejando que la luz alejara la oscuridad de su cabeza. Recordando las cosas que casi había olvidado, y enfocándolas de nuevo dentro de su Encantamiento Patronus.

Aún cuando la luz resplandeció por completo y era plateada una vez más, iluminando el corredor con más brillo que las lamparas de gas, desapareciendo en su totalidad el frío, los miembros de Harry seguían conmocionados. Eso había estado demasiado cerca.

Harry respiró profundamente. De acuerdo. Era tiempo de reconsiderar la situación ahora que sus pensamientos ya no estaba siendo oscurecidos artificialmente por los Dementores.

Harry repaso la situación.

...seguía viéndose bastante desesperanzadora, de hecho.

No era la aplastante desesperación de antes, mas Harry todavía se sentía tembloroso, para ponerlo a medias. No se atrevía a volverse oscuro y era su lado oscuro el que tenía la habilidad de encargarse con un problema de este nivel de un trancazo. Era su lado oscuro el que se hubiera reído desdeñosamente ante el concepto de rendirse nada más porque había perdido al Profesor Quirrell y estaba aislado en las profundidades de Azkaban y había sido visto por un oficial de policía. El Harry ordinario no era capaz de encargarse de éste tipo de cosas de un trancazo.

Pero no había opción alguna excepto seguir adelante como fuera. No podías llegar a ser más inútil que al rendirte antes de haber perdido.

Harry miró alrededor.

Luces tenues de gas iluminaban un corredor de metal gris, cuyos lados y suelo y techo estaban rasguñados por doquier, destrozados y derretidos, contando a cualquiera que se dignara a mirar que había ocurrido una batalla aquí.

El Profesor Quirrell lo podría haber reparado fácilmente, si él...

La sensación de traición golpeó a Harry con toda la fuerza, en ese momento.

Por qué... por qué él hizo... por qué...

Porque él es malvado, afirmaron Gryffindor y Hufflepuff, con calma y tristeza. Te lo dijimos.

¡No! Pensó Harry desesperadamente. No, no tiene sentido, íbamos a cometer el crimen perfecto, el Auror podría haber sido Desmemorizado, el corredor reparado, ¡no era demasiado tarde sin embargo hubiera SIDO demasiado tarde si hubiera muerto!

Mas el Profesor Quirrell nunca planeó cometer el crimen perfecto, intervino la siniestra voz de Slytherin. Él quería que el crimen fuera notado. Él quería que todos supieran que alguien había asesinado a un Auror y sacado a Bellatrix Black de Azkaban. Él hubiera preparado alguna clase de evidencia, alguna prueba que le permitiera revelar tu participación, para usarlo como chantaje contra ti; y habrías estado atado a él para siempre.

El Patronus de Harry casi se apagó.

No... Harry pensó.

, replicaron las otras tres partes de él con pesar.

No. Todavía no tiene sentido. El Profesor Quirrell tenía que saber que yo me opondría a él en el instante en que asesinara a un Auror. Que yo podría muy bien ir confesar ante Dumbledore, esperando defender el hecho verdadero de que yo fui engañado. Y... en términos de chantaje, ¿logra su asesinato de un Auror contra mi voluntad, en verdad añade más al hecho de sacar a Bellatrix de Azkaban por mi propia voluntad? Hubiera sido más astuto mantener la evidencia de mi involucración con el crimen básico, pero todavía pretendiendo ser mi aliado por tanto tiempo como pudiera, guardando lo del chantaje para ser usado únicamente de volverse necesario...

Racionalización, replicó Slytherin. ¿Entonces por qué lo hizo el Profesor Quirrell?

Y Harry pensó con una pizca de desesperación - sabiendo, aún mientras lo pensaba, que estaba motivado en parte por el deseo de rechazar la realidad, y así no era como la técnica se suponía que debía ser usada – caigo en cuenta de que estoy confundido.

Se produjo un silencio interno. Ninguna de sus partes parecía tener algo más para añadir.

Y Harry continuó en la valoración de lo que parecía una situación moderadamente desesperada.

¿Necesitaba Harry revaluar la probabilidad de que Bellatrix fuera malvada?

...no en ningún sentido relevante para la misión. Se daba por descontado que Bellatrix era mala en la actualidad. El que ella fuera una inocente que se había vuelto así por tortura y Legeremancia y rituales inenarrables, o si ella lo había escogido por voluntad propia, no tenía mucho peso en la situación actual. El hecho clave era que mientras Bellatrix pensara que Harry era el Señor Oscuro, ella lo obedecería.

Ese era un recurso, entonces. Sin embargo Bellatrix estaba desnutrida y nueve-decimos muerta...

'Oh, me siento un poco mejor ahora, que extraño...'

Bellatrix había dicho eso, con su voz echa pedazos, después de que el Patronus de Harry hubiera brillado sin control.

Harry pensó, y el no podría haber explicado del todo por qué pensó esto, pudo haber sido sólo su mente inventando cosas, pero... parecía probable que lo quitado por los Dementores desde hace mucho tiempo estaba perdido para siempre. Mas lo que los Dementores hubieran quitado de ti recientemente, el Verdadero Encantamiento Patronus podría recuperarlo. Como la diferencia entre vaciar una copa, y la copa sin usar desvaneciéndose. Bellatrix, entonces, podría haber recuperado lo perdido en la última semana más o menos. No las memorias felices, esas fueron comidas años atrás. Sin embargo cualquier fuerza y magia que le hubiera sido drenada en la semana pasada, podría recuperarla. Como el equivalente de conseguir una semana de descanso, una semana para fortalecer su magia de nuevo...

Harry observó la forma de serpiente del Profesor Quirrell.

...tal vez suficiente como para un Innervate.

Si despertar al Profesor Quirrell era, en realidad, una cosa inteligente por hacer.

Algo de la desesperación regresó a Harry. No podía confiar en el Profesor Quirrell, no podía confiar en que revivirlo fuera sabio, no después de lo que acababa de pasar.

Con calma, Harry pensó para sí mismo, y contempló la forma desmayada del Auror.

Bellatrix también podría arreglárselas para hacer un Encantamiento de Memoria.

Ese podía ser el paso uno, de todos modos. No era exactamente sacar a todos a salvo de Azkaban, y los Aurores sabrían que algo extraño había ocurrido, podrían tener sospechas sobre el cuerpo de Bellatrix y realizar una autopsia. Sin embargo era un paso.

¿...y sería tan difícil salir de Azkaban? Si podían regresar a la cima de Azkaban con suficiente rapidez, antes de que el Auror debiera regresar a reportarse, antes de que alguien notara que estaba perdido, entonces podrían volar a través del hoyo que había hecho el Profesor Quirrell, y alejarse lo necesario de Azkaban para activar el traslador que Harry ya tenía en su posesión. (Tanto el Profesor Quirrell y Harry tenían trasladores, y ambos eran tan poderosos como para transportar a dos humanos, más o menos una serpiente. Junto con su doblemente oculta salida del Cuarto de Mary, el Profesor Quirrell había puesto tal margen de seguridad en sus planes que hasta lograba impresionar a Harry.)

Bellatrix podía cargar la forma de serpiente del Profesor Quirrell, la cual Harry no se atrevía a tocar ni levitar.

Harry se giró y trotó con velocidad a donde Bellatrix estaba aguardando en las escaleras. Pudo sentir su espíritu reviviendo un poco. Empezaba a verse como un buen plan, y no había tiempo para perder en ejecutarlo.

¿Qué hacer con el Profesor Quirrell, o con Bellatrix, después de que el traslador los llevara a donde se suponía que tenían que entregar a Bellatrix al sanador psiquiatra... bueno, Harry podía resolver eso en el camino. Harry probablemente tendría que embaucar al sanador en hacer algo – lo que iba a requerir una embaucada grandiosa, y Harry ni siquiera estaba seguro de qué era lo que quería – mas él y Bellatrix tenían que seguir moviéndose ya.

El problema principal que Harry vio, tan pronto como recorrió todo el proceso hacia adelante en su imaginación, vendría cuando alcanzaran el techo. Se suponía que el Profesor Quirrell iba a deslizarse por ahí invisible y Confundir a los monitores que descubrirían a los visitantes en los alrededores aéreos de Azkaban, causando que vieran una repetición del escenario por unos minutos. El Profesor Quirrell había explicado que él no podía Desilusionar el Patronus de Harry; y si apagaban el Patronus, los Dementores notarían que Bellatrix estaba desaparecida, y alertarían a los Aurores...

El tren de pensamiento de Harry se estrelló.

Había veces en que 'Oh, rayos' no alcanzaba para describir algo.

***

Las manos de Li estaban firmes a pesar de la adrenalina, mientras él desbloqueaba las barras en el Armario Evanescente que enlazaban Azkaban a un muy bien custodiado cuarto en el interior del Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica. (Un Armario Evanescente que era sólo de un camino, por supuesto. Las protecciones permitían unas cuantas formas rápidas para entrar en Azkaban, todas altamente restringidas, y ninguna manera rápida para salir.)

Li retrocedió bastante, apuntó con su varita al Armario, pronunció el encantamiento "Harmonia Nectere Passus" y menos de un segundo después -

La puerta del Armario se abrió de par en par con un estruendo, y dentro del cuarto penetró una fornida, bruja de mandíbula cuadrada con cabello gris cortado al ras. No vestía ninguna joya ni ornamento, sólo la túnica ordinaria de un Auror era lo que consideraba digno para agraciarse a sí misma: la Directora Amelia Bones, jefa del Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica de quien se decía era la única bruja en el DRLM que podía enfrentarse a Ojo-Loco Moody en una lucha justa (no que alguno de esos dos fuera de los que luchaban sin hacer trampas). Li había escuchado rumores de que Amelia podía Aparecer dentro de los limites del DRLM, y esto era el tipo de cosas que le daba origen a rumores como ese, él había llamado la alarma apenas hace cincuenta y cinco segundos.

"¡Vayan al aire, ahora!" Amelia le ladró por encima del hombro al trío femenino de Auroras que la seguían por detrás con escobas de policías, debieron estar ahí todas apeñuscadas, esperando a que Li activara el Armario. "¡Quiero más cobertura aérea en éste lugar! ¡Y asegúrense de mantener sus Encantamientos anti-Desilusionadores!" Entonces su cabeza se giró hacia él. "¡Reporte, Auror Li! ¿Sabemos cómo penetraron ellos?"

Otro trío de Aurores sosteniendo escobas se materializó dentro del Armario Evanescente y corrió tras ellos mientras Li empezaba a hablar.

Fueron seguidos por un trío de Magos de Ataque con equipo de batalla completo.

Luego otro trío de Magos de Ataque.

Luego otro equipo de escobas.

***

La demacrada forma que era Bellatrix Black descansaba sin moverse sobre las escaleras cuando Harry llegó allí, ojos cerrados, y cuando Harry le preguntó con un frío, agudo susurro si estaba despierta, no obtuvo respuesta.

Una breve contracción de pánico fue contraatacada por el pensamiento de que el Profesor Quirrell la había noqueado para evitar que escuchara al sumiso sirviente del Señor Oscuro convertirse de repente en un endurecido criminal y después un experto mago de batalla. Lo que era bueno, porque ella no había escuchado la voz de Harry diciendo 'Expecto Patronum'.

Harry retiró la capucha de la Capa, apuntó su varita a Bellatrix, y murmuró con tanta gentileza como pudo, "Innervate."

Por la forma en que el cuerpo de Bellatrix se retorció, Harry no creyó que hubiera logrado ser lo suficientemente gentil.

Los hundidos ojos oscuros se abrieron.

"Bella querida," Harry explicó con su fría, aguda voz, "me temo que nos hemos encontrado con un pequeño problema. ¿Te has recuperado lo suficiente como para hacer magias pequeñas?"

Hubo una pausa, y luego la pálida cabeza de Bellatrix asintió.

"Muy bien," Harry habló con sequedad. "No te pediré que camines sin ayuda, Bella querida, pero me temo que tendrás que caminar." Apuntó su varita hacia ella. "Wingardium Leviosa."

Harry rebajó el flujo de fuerza a algo que pudiera mantener por un rato largo, y aún así estaba levantando como dos tercios del peso actual de su peso. Ella era... delgada.

Lentamente, como si fuera la primera vez en años, Bellatrix Black se irguió a sí misma con sus propios pies.

***

Amelia ingresó como una tromba al cuarto del deber, el Auror Li y su tejón plateado siguiéndola de cerca. Ella había girado su Giratiempo en el momento en que escuchó la alarma, y luego pasó una tensa hora preparando sus fuerzas para entrar. No podías regresar en el tiempo dentro del propio Azkaban, el futuro de Azkaban no podía interactuar con su pasado, así que ella no había podido llegar ante de que el DRLM hubiera recibido el mensaje, mas creía haber llegado a tiempo...

Sus ojos fueron directo al cadáver, sin manto y viéndose muy muerto, flotando más allá de la ventana visible.

"¿Dónde está Bellatrix Black?" Amelia demandó, sin mostrar miedo ante la criatura del miedo.

Incluso su propia sangre se congeló por un instante, cuando el cadáver separó sus labios, y gorgoteó, "No se sabe."

***

Harry observó, de nuevo totalmente invisible, como Bellatrix se agachó con lentitud, cogió la varita del Profesor Quirrell (que Harry no se atrevió a tocar), y despacio se enderezó otra vez.

Entonces Bellatrix apuntó con la varita a la serpiente, y dijo, su voz precisa aunque seguía siendo un susurro, "Innervate."

La serpiente no reaccionó.

"¿Debería intentarlo una vez más, mi Señor?" ella murmuró

"No," Harry contestó. Se tragó su sensación de malestar. Harry había decidido enviar todo al infierno y procurar revivir al Profesor Quirrell después de darse cuenta que los Dementores probablemente habían alertado a los Aurores a estas alturas. Su aguda, fría voz prosiguió, sin perturbar, "¿Crees ser capaz de realizar un Encantamiento Desmemorizador, querida Bella?"

Bellatrix hizo una pausa, y luego habló, titubeando, "creo que sí, mi Señor."

"Elimina la última media hora de la memoria del Auror," Harry comandó. Él pensó en una justificación en caso de que Bellatrix le cuestionara porque no simplemente lo mataban, en cuyo caso Harry le explicaría que estaban pretendiendo ser un grupo de poder diferente y entonces le diría que se callara -

Sin embargo Bellatrix simplemente apuntó con su varita al Auror, se quedó de pie en silencio por un rato, y al final murmuró, "Obliviate."

Ella tambaleó, mas no se cayó.

"Muy bien, mi querida Bella," Harry declaró, y se rió un poco. "Y te pediré que cargues esa serpiente."

De nuevo, la mujer no dijo nada, no demandó explicaciones, no inquirió por qué Harry o el aparentemente-invisible invocador del Patronus no podía hacerlo. Ella nada más se arrastró adonde yacía la larga serpiente, se agachó con lentitud, la recogió, y la pasó por encima de su hombro.

(Una pequeña parte de Harry observó que era muy relajante tener un secuaz que siguiera tus ordenes sin cuestionar, e incluso llegó tan lejos como pensar que él podía llegar a acostumbrarse a tener un secuaz como Bellatrix, antes de que esa fracción-mental fuera silenciada a gritos por el resto de sí mismo ofendido moralmente.)

"Sigue," el niño le ordenó a su secuaz, y empezó a caminar.

***

Comenzaba a ponerse apretado el cuarto del deber, casi demasiado apretado como para respirar, aunque seguía habiendo espacio alrededor de la propia Amelia; si la necesidad de respirar significaba que tenías que apretarte al lado de la Directora Bones, era mejor no respirar.

Amelia miró hacia donde Ora estaban discutiendo asuntos triviales con el espejo del Auror McCusker. "Especialista Weinbach," ladró, causando que la joven bruja diera un brinco. "¿Alguna respuesta del espejo de Una-Mano?"

"Ninguna," Ora contestó nerviosa, "es... o sea tiene que estar trucado, no muerto, trucado con cuidado porque no activó las alarmas, pero la linea está tan blanca que daría lo mismo si el espejo estuviera roto..."

Amelia no permitió que su expresión cambiara, aunque la parte de ella que ya estaba plañendo a Una-Mano se puso un poco más triste y mucho más furiosa. Siete meses, tenía siete meses hasta su retiro tras casi cien años de servicio. Ella lo recordaba como un ansioso joven Auror, hace tanto tiempo, y toda su carrera él había servido al DRLM con perfecta lealtad, al menos cuando se trataba de algo realmente importante...

Alguien iba a arder por esto.

El Dementor seguía flotando afuera de la ventana, lanzando su inútil sombra de pavor sobre sus operaciones; todo lo que la criatura podía hacer era gorjear su falta de conocimiento o fracasar por completo en replicar, cuando se la hacían preguntas como '¿Escapó Bellatrix Black?' y '¿Por qué no la puedes encontrar?' y '¿Cómo la están escondiendo?' Amelia empezaba a preocuparse que los criminales ya se hubieran ido, cuando -

"¡Hallamos un huevo en el techo encima de la espiral C!" alguien gritó desde la puerta. "¡Sigue abierto, las protecciones circundantes aún activas!"

Los labios de Amelia se abrieron hacia atrás como las mandíbulas de un lobo abriéndose para comer.

Bellatrix Black todavía en Azkaban.

Y en Azkaban, Bellatrix Black permanecería por siempre.

Ella trotó hacia la ventana, ignorando al Dementor esta vez, y levantó la mirada hacia el cielo, para revisar con sus propios ojos las escobas patrullando. No podía ver todo el cielo desde aquí, mas observó diez escobas pasar en un patrón de patrulla y eso debía ser suficiente para atrapar a cualquiera, aunque tenía la intención de poner cada escoba que pudiera en el aire. Sus Aurores estaban equipados con las escobas de carrera más rápidas en el mercado actual, la Nimbus 2000; ninguna persecución infructuosa para su gente.

Amelia le dio la espalda a la ventana, y se quedó paralizada. El cuarto se estaba poniendo ridículamente amontonado, y dos tercios de aquellas personas ni siquiera necesitaban estar allí, nada más querían estar cerca del centro de la acción. Si había una cosa que Amelia no podía tolerar, eran personas que hicieran lo que quisieran en vez de lo que se necesitaba.

"¡De acuerdo, todos ustedes!" Amelia les aulló. "¡Dejen de haraganear por aquí y empiecen a asegurar el nivel superior de cada espiral! Es correcto," ella dijo a las miradas de sorpresa, "¡los tres! Ellos podrían hacer un túnel a través de un piso o un techo para su escape, ¡en caso de que no se les haya ocurrido! ¡Vamos a bajar nivel por nivel hasta que los atrapemos! Yo me encargaré de la espiral C, Scrimgeour, tú estás en la B..." Hizo una pausa, entonces, recordó que Ojo-Loco se había retirado el año pasado, a quién podía... "Shacklebolt, tú estás en la espiral A, ¡vayan con los luchadores más fuertes! ¡Revisen cada conjunto de celdas que pasen, miren bajo las sabanas, hagan el grupo completo de Encantamientos de detección en cada corredor! Nadie abandona Azkaban hasta que los criminales sean atrapados, ¡nadie! Y..." Las personas miraron a Amelia sorprendidos de que hubiera perdido el hilo.

Los criminales habían inventando alguna manera de prevenir que los Dementores pudieran hallar a Bellatrix Black.

Eso tendría que haber sido imposible.

Le enfrió la sangre, contemplar que. Era como si...

Amelia respiró profundamente, y habló una vez más, ordenando con voz de acero. "Y cuando los atrapen, estén condenadamente seguros de que son los criminales reales y no nuestra propia gente forzada a tomar poción Multijugos. Cualquiera que se comporte raro, revísenlos contra la Maldición Imperius. Manténganse los unos a los otros bajo vigilancia constante. No asuman que un uniforme de Auror es amistoso si no reconocen la cara." Se giró hacia los especialistas de comunicación. "Digan a las escobas. Si una de las escobas se cae sin razón, la mitad de ellas deben cazarla mientras el resto sigue patrullando. Y cambien los armónicos en todo lo que sea cambiable, es posible que hayan robado nuestras llaves." De nuevo se dirigió al resto del cuarto. "Ningún Auror está libre de sospechas a menos que no les quede familia que pueda ser amenazada."

Ella lo vio, las frías miradas cayendo sobre los rostros viejos, observó que algunos Aurores jóvenes tambalearon, y supo que habían entendido.

Mas lo reiteró en voz alta, nada más para asegurarse.

"Hoy estamos luchando la vieja Guerra Mágica, todos. Nada más porque Ustedes-Saben-Quien esté muerto no significa que los Mortífagos hayan olvidado sus trucos. ¡Ahora vayan!"

***

Harry caminó en silencio a través del corredor gris iluminado por gas, invisible al lado de Bellatrix y la figura plateada siguiéndolos, procurando en pensar un mejor plan.

Al principio, cuando se dio cuenta que probablemente los Aurores ya sabían, y lo peor, el Profesor Quirrell no estaba despertando...

Sus pensamientos se habían congelado ahí, por un segundo.

Y ahí se quedaron congelados, aún cuando se había puesto a Bellatrix y a sí mismo a caminar hacia abajo, para comprar tanto tiempo como fuera posible; los Aurores, Harry se figuró, empezarían desde la cima y bajarían nivel por nivel. Los Aurores podían permitirse moverse con lentitud y seguridad; sabían que su presa no tenía forma de escapar.

Harry no había sido capaz de pensar en ninguna forma de salir.

Hasta que Harry se preguntó a sí mismo, bueno, de no ser más que un juego de guerra, ¿que haría el General Caos?

Lo cual fue seguido por una respuesta instantánea.

Y luego Harry había pensado, pero si fuera así de fácil, ¿porque nadie ha escapado de Azkaban antes?

Y tras darse cuenta del posible problema: De acuerdo, ¿qué haría el General Caos sobre eso?

Después de lo cual el General Caos había hecho una rectificación a su primer plan.

Era...

Era la cosa más locamente Gryffindor que Harry jamas había...

Así que ahora estaba intentando pensar en un mejor plan, sin tener nada de suerte.

Exigente exigente exigente, dijo Gryffindor. ¿Quién era el que se estaba quejando por no tener ningún plan un minuto antes? Deberías estar alegre de que al menos tengamos algo, Señor Ahora-Estamos-Perdidos.

"Mi Señor," Bellatrix susurró con vacilación, mientras navegaba la siguiente sección de escaleras descendentes, "¿voy a regresar a mi celda, mi Señor?"

El cerebro de Harry estaba distraído, por lo que le tomó bastante procesar las palabras, y luego otro momento procesar el horror, mientras Bellatrix continuó hablando.

"Yo preferiría... por favor, mi Señor, yo por sobretodo preferiría morir," su voz anunció. Y luego, bajando la voz, un murmullo que apenas estaba allí, "sin embargo regresaré si me lo pides, mi Señor..."

"No vamos a regresar a tu celda," siseó la voz de Harry, en automático. A nada de lo que sentía se le permitió alcanzar su cara.

Este... intervino Hufflepuff. ¿Seriamente acabas de pensar, 'Tú deberías trabajar para mí, yo sí te apreciaría?'

Incluso una piedra respondería a ese nivel de lealtad, Harry replicó. Aún si pensarlo es incorrecto, no puedo evitarlo pero -

Ella es la leal asesina y torturadora del Señor Oscuro, y la supuesta razón por la que es leal es porque una chica inocente fue rota en pedazos y usada como materia pura para crearla, prosiguió Hufflepuff. ¿Se te olvidó?

Si alguien me muestra tanta lealtad, aunque sea por error, hay una parte de mí que no puede evitar sentir algo. El Señor Oscuro debió haber sido... malvado no parece una palabra tan fuerte como para ser adecuada, debió haber estado vacío... para no apreciar su lealtad, artificial o no.

Las mejores partes de Harry no tenían mucho más para agregar.

Y fue ahí cuando Harry lo oyó.

Inició débil, y se volvió más ruidoso con cada paso que daban hacia adelante.

Una voz de mujer, distante, indistinta.

Sus orejas, automáticamente, se esforzaron para comprender las palabras.

"...por favor no..."

"...no era mi intención..."

"...no mueras..."

Entonces su cerebro supo a quién estaba escuchando, y en casi el mismo momento, se figuró qué estaba oyendo.

Porque el Profesor Quirrell ya no estaba allí para mantener el silencio, y Azkaban no estaba, de hecho, silencioso.

Débilmente la voz de la mujer, repitió:

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

Se volvió más ruidoso con cada paso que Harry tomó, ahora podía escuchar las emociones en las palabras, el horror, el remordimiento, la desesperación de...

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

...la peor memoria de la mujer, repitiéndose una y otra vez...

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

...el asesinato que la había enviado a Azkaban...

"No, no era mi intención, ¡por favor no mueras!"

...donde estaba sentenciada por los Dementores a observar a quien fuera que hubiera asesinado, morir y morir en un ciclo que continuaba sin fin. Aunque no debía llevar mucho tiempo en Azkaban, a juzgar por la cantidad de vida que le quedaba en su voz.

Harry tuvo el pensamiento, entonces, de que el Profesor Quirrell había pasado esas puertas, oído aquellos sonidos, sin dar la más mínima señal de perturbación; y Harry lo habría llamado una prueba positiva de maldad, de no ser porque los propios labios de Harry permanecieron cerrados en la presencia de Bellatrix, su respiración regular, mientras algo dentro de él gritaba y gritaba y gritaba.

El Patronus resplandeció, no fuera de control, pero se iluminó más, con cada paso que Harry dio hacia adelante.

Brilló aún más a medida que Harry y Bellatrix iban descendiendo las escaleras, ella trastabilló y Harry le ofreció su brazo izquierdo por fuera de la Capa, soportando la sensación de destrucción que provenía de estar tan cerca de la serpiente enrollada en el cuello de ella. Hubo una expresión de sorpresa en su cara, mas ella aceptó, y no dijo nada.

Ayudó a Harry, ser capaz de ayudar a Bellatrix, pero no fue suficiente.

No cuando vio la enorme puerta de metal en el centro del corredor de ese nivel.

No cuando se acercaron, y la voz de la mujer se silenció, porque ahora había un Patronus cerca, y ella ya no estaba reviviendo su peor memoria.

Bueno, dijo una voz dentro de sí. Eso fue el paso uno.

Los pasos de Harry lo cargaron inevitablemente hacia la puerta de metal.

Y...

Ahora a desbloquear la puerta -

...Harry siguió caminando...

¿Qué crees que estás haciendo? ¡Regresa y sácala de allí!

...siguió caminando...

¡La tienes que salvar! ¿Qué estás haciendo? ¡Ella está sufriendo LA TIENES QUE SALVAR!

El traslador que Harry llevaba podía trasportar a dos humanos, sólo dos, más o menos una serpiente. De haber tenido el traslador del Profesor Quirrell también... sin embargo no era así, La forma humana de Profesor Quirrell lo estaba cargando, no había manera de conseguirlo... Harry nada más podía salvar una persona el día de hoy, y había únicamente una persona en el nivel más bajo de Azkaban, con la necesidad más desesperada...

"¡NO TE VAYAS!" La voz vino con un grito por detrás de la puerta de metal. "No, no, no, no te vayas, no te lo lleves, no no no -"

Había una luz en el corredor y se volvió más brillante.

"Por favor," lloró la voz de mujer, "por favor, ya no recuerdo los nombres de mis niños -"

"Siéntate, Bella," la voz de Harry ordenó, de alguna manera mantuvo su voz en un frío susurro, "Debo lidiar con esto," el Encantamiento Levitador disminuyendo y apagándose en cuanto Bella se sentó obediente, su figura esquelética oscura contra el aire brillante.

Moriré, pensó Harry.

El aire siguió resplandeciendo.

Después de todo, no era una certeza que Harry iba a morir.

No era más que una probabilidad de muerte, ¿y no había algunas cosas que merecían una probabilidad de muerte?

El aire siguió iluminándose, el Patronus más grande estaba empezando a coger forma a su alrededor, la brillante figura humana se iba volviendo indistinguible dentro del aire caliente, a medida que la vida de Harry alimentaba el fuego.

Si eliminó a los Dementores, entonces aún si salgo con vida, sabrán que fui yo, que fui yo quien hizo ésto... perderé mi apoyo, perderé la guerra...

¿Sí? Replicó la voz interna que lo urgía a seguir. ¿Después de que destruyas todos los Dementores en Azkaban? Creo que eso probaría tus credenciales como un Señor de la Luz, en realidad, así que LA TIENES QUE SALVAR LA TIENES QUE SALVAR LA TIENES QUE SALVAR -

La forma humanoide ya no podía ser vista como una entidad separada.

El corredor ya no podía ser visto.

El propio cuerpo de Harry era invisible dentro de la Capa.

Únicamente había un punto visible sin cuerpo dentro de una extensión infinita de luz plateada.

Harry podía sentir la vida que lo abandonaba, alimentando el hecho; muy lejos, pudo sentir las sombras de la Muerte empezando a destrozarse.

Pretendo conseguir más con mi vida que ésto... iba a combatir al Señor Oscuro, iba a combinar los mundos de los magos y los Muggles...

Metas sublimes parecen muy distantes, muy abstractas, comparadas a una mujer que ruega por ayuda, no era una certeza que Harry alguna vez iba a hacer algo más importante que ésta única cosa, ésta única cosa que él podía hacer aquí y ahora.

Y con lo que pudo ser su último aliente, Harry pensó:

Hay otros Dementores, probablemente otros Azkabans... si voy a hacer ésto, debería hacerlo cuando esté cerca del pozo central, tomará menos de mi vida de ese modo, lo que incrementa la probabilidad de que sobreviviré para destruir a otros Dementores... aún asumiendo que ésta es la cosa optima por hacer, si hay un lugar y tiempo correcto para hacerlo, no es aquí y ahora, ¡NO ES AQUÍ Y AHORA!

¿Qué? Dijo la otra parte suya con indignación, como si buscara un contra-argumento que no existía -

Con lentitud la luz fue muriendo, mientras que Harry se concentraba en ese hecho indiscutible, la obvia verdad de que no estaba en el lugar optimo, el tiempo no podía ser ahora...

Despacio la luz fue muriendo.

Parte de la vida de Harry regresó hacia él.

Parte había sido perdida como radiación.

Sin embargo Harry había tenido suficiente como para permanecer de pie, y mantener la forma humana en un plateado brillante; y cuando el brazo en que sostenía la varita se levantó y su voz murmuró "Wingardium Leviosa", la magia fluyó obediente de sí mismo hacia los pies de Bellatrix. (Porque no era magia lo que él había gastado, nunca había sido su magia lo que alimentaba el Encantamiento Patronus.)

Juro, Harry pensó, respirando con tanta regularidad como podía ante la presencia de Bellatrix, mientras caían lagrimas sobre sus mejillas invisibles, juro sobre mi vida y mi magia y mi arte como racionalista, juro por todo lo que considero sagrado y por todas mis memorias felices, doy mi promesa de que algún día terminaré éste lugar, por favor, por favor pueda yo ser perdonado...

Y los dos siguieron caminando, al tiempo que la voz de una asesina gritaba y suplicaba por alguien que regresara y la salvara.

Debió haber más tiempo, debió haber una ceremonia, para el sacrificio de una pieza del propio Harry, sin embargo Bellatrix estaba a su lado y por ello Harry tuvo que seguir avanzando sin pausa, sin pronunciar palabra, respirando con normalidad.

Así que Harry caminó, dejando una pieza de sí mismo detrás. Viviría en éste lugar y tiempo por siempre, lo sabía. Aún después de que Harry regresará algún día en compañía de otros invocadores del Verdadero Patronus y destruyeran a todos los Dementores aquí. Aún si derretía la construcción triangular y quemaba la isla tan bajo como para que el mar le pudiera pasar por encima, sin dejar rastro de tal lugar como si nunca hubiera existido. Aún entonces no la iba a recuperar.

***

El conjunto de criaturas luminosas dejó de mirar hacia abajo, y empezaron a patrullar el corredor de metal como si nada hubiera sucedido.

"¿Igual que la última vez?" Espetó la Directora Bones en la dirección del Auror Li, y el joven Auror replicó, "Sí, señora."

El Director disparó otra serie de preguntas a los Dementores para ver si ahora podían hallar a su objetivo, y no mostró sorpresa al escuchar la respuesta negativa unos segundos después.

Emmeline Vance estaba sintiéndose desgarrada entre sus lealtades.

Emmeline ya no era un miembro de la Orden del Fénix, se habían desbandado tras el final de la última guerra. Y durante la guerra, ella había sabido, todos lo habían sabido, que el Director Crouch había aprobado en silencio su batalla por-fuera-de-los-libros.

La Directora Bones no era Crouch.

Mas ahora estaban cazando a Bellatrix Black, quien había sido una Mortífaga, y quien ciertamente estaba siendo rescatada por Mortífagos. Sus Patronus se estaban comportando de manera extraña – todas las criaturas brillantes se detenían y bajaban la mirada, antes de regresar a seguir a sus maestros. Y los Dementores no podían encontrar a su objetivo.

Le parecía a ella que sería un tiempo extremadamente bueno para consultar a Albus Dumbledore.

¿Debería sugerir a la Directora Bones que contactaran a Dumbledore? Pero si la Directora Bones no lo había contactado ya...

Emmeline dudó por un rato, probablemente demasiado largo, y al final se decidió. Al infierno con todo, ella pensó. Todos estamos en el mismo bando, necesitamos mantenernos juntos le guste a la Directora Bones o no.

A un pensamiento, su gorrión plateado revoloteó sobre su hombro.


"Quedate atrás para proteger nuestra retaguardia," Emmeline le murmuró con suavidad, casi sin mover sus labios, "espera hasta que nadie te esté mirando directamente, entonces ve con Albus Dumbledore. Si no está a solas, esperas hasta que lo esté. Y dile lo siguiente: Bellatrix Black está escapando de Azkaban, y los Dementores no pueden encontrarla."

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