Capítulo 54 Capítulo 56
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Capítulo 55
El Experimento de
la Prisión Stanford, Parte 5
Destruyendo evidencia por dinosaurusgede |
En un destrozado y
arruinado corredor, alumbrado por débiles luces de gas, un niño
reptó lentamente, una mano estirada, hacia la inmóvil serpiente que
era el cuerpo de su profesor.
Harry estaba a sólo
un metro de distancia del cuerpo de la serpiente cuando lo sintió,
cosquilleando al borde de su percepción.
Nunca había estado
tan débil, una sensación de destrucción...
El Profesor Quirrell
estaba vivo, después de todo.
El pensamiento no
engendró un sentimiento de alegría, nada más una especie de
desesperación vacía.
Harry sería
capturado pronto de todos modos, y sin importar cómo intentara
explicarlo, no había forma de que se viera bien. Nadie volvería a
confiar en él, pensarían que sería el siguiente Señor Oscuro, no
lo ayudarían cuando llegara el tiempo de combatir al Señor
Voldemort, Hermione se rendiría con él, incluso Dumbledore
probablemente buscaría otro héroe...
...quizá solamente
lo enviarían al hogar de vuelta a sus padres.
Él había fallado.
Harry observó el
derrumbado cuerpo del oficial de policía que había paralizado, la
sangre ya secándose de los cortes y rasguños menores, los lugares
quemados sobre la túnica roja intrínsecamente bordada.
Él
había sido un estúpido. No debió
haber paralizado al oficial de policía, debió quedarse
con su historia original sobre haber sido secuestrado por el Profesor
Quirrell...
Podría
no ser demasiado tarde,
susurró una voz en su interior. Todavía
podrías ser capaz de reparar tu error. El Auror te vio, él recuerda
que lo paralizaste... pero si estuviera muerto, si el Profesor
Quirrell estuviera muerto, si Bellatrix estuviera muerta, no habría
nadie para contradecir tu historia.
Lentamente, la mano
de Harry empezó a levantarse, apuntando con su varita al oficial de
policía y -
La mano de Harry se
detuvo.
Tuvo la sensación
distante de que se comportaba de manera no característica para él.
Como si hubiera olvidado algo, algo importante, sin embargo tenía
problemas para recordar qué era, exactamente.
Oh. Era cierto. Él
era alguien que creía en el valor de la vida humana.
Una
sensación de confusión acompañó el pensamiento, no podía
recordar del todo por
qué
las vidas de otras personas parecían tener valor...
De
acuerdo,
dijo la parte lógica de él, ¿por
qué ha cambiado mi mente entre el antes y el ahora?
Porque él estaba en
Azkaban...
Y se había olvidado
de volver a invocar el Encantamiento Patronus...
Hacer cualquier
cosa, por alguna razón, parecía requerir un tremendo esfuerzo, como
si el pensamiento de la acción misma fuera una carga demasiado
pesada para alzar; sin embargo parecía una buena idea volver a
invocar el Encantamiento Patronus, porque todavía podía sentir
temor por los Dementores. Y aunque no podía recordar lo que era ser
feliz, sabía que ésto no lo era.
La mano de Harry se
levantó para sostener su varita delante suyo, sus dedos tomando las
posiciones iniciales.
Y entonces Harry se
pausó.
Él no podía...
recordar del todo... qué solía usar como su pensamiento feliz.
Eso era raro, había
sido algo muy importante, realmente debería ser capaz de
recordarlo... ¿algo que ver con la muerte? Pero eso no era algo
feliz...
Su cuerpo estaba
temblando, Azkaban no había parecido tan frío antes, y era como si
se pusiera aún más frío mientras lo pensaba. Era demasiado tarde
para él, ya se había hundido demasiado profundo, ahora nunca sería
capaz de lanzar el Encantamiento Patronus -
Esa
podría ser la Dementación hablando en vez de un estimado preciso,
observó la parte lógica de sí mismo, hábito que había sido
codificado para que fuera un reflejo puro, que no requería energía
para activarse. Piensa
en el miedo del Dementor como un prejuicio cognitivo, y procura
superarlo de la misma forma que superarías cualquier otro prejuicio
cognitivo. Tus sentimientos de desesperanza podrían no indicar que
la situación es de verdad desesperanzadora. Podría únicamente
indicar que están en la presencia de Dementores. Todas las emociones
negativas y los estimados pesimistas ahora deben ser considerados
sospechosos, falacias hasta probadas validas.
(Si tú hubieras
visto al niño mientras pensaba, habrías visto una distante,
abstracta, confundida arruga moverse a través de su rostro, por
debajo de las gafas y la cicatriz de relámpago. Su mano permaneció
en la posición inicial para el Encantamiento Patronus, y no se
movió.)
La presencia de
los Dementores interfiere con la parte de ti que procesa la
felicidad. Si no puedes alcanzar tus pensamientos felices mediante la
asociación nemotécnica sobre la clave de la felicidad, quizá
puedas llegar a la memoria de otro modo. ¿Cuándo fue la última vez
que hablaste con alguien sobre el Encantamiento Patronus?
Harry no podía
recordar tampoco eso.
Una aplastante ola
de desesperación cayó sobre él, y fue disipada por la parte lógica
de él como no confiable, externa, no-Harry, el peso aturdidor seguía
presionando sobre él mas su mente siguió pensando, no requería
mucho esfuerzo pensar...
¿Cuándo fue la
última vez que hablaste con alguien sobre los Dementores?
El Profesor Quirrell
había dicho que ya era capaz de sentir la presencia de los
Dementores, y Harry le había explicado al Profesor Quirrell... le
explicó al Profesor Quirrell...
...sujetar la
memoria de las estrellas, de la caída incorporal a través del
espacio, como una barrera de Oclumancia a través de toda su mente.
Su segunda clase de
Defensa del año, un Viernes, ahí fue cuando el Profesor Quirrell le
había mostrado las estrellas, y una vez más en Navidad.
No le tomó mucho
esfuerzo recordarlas, los nítidos puntos de blancura contra la
perfecta oscuridad.
Harry recordó la
gran nube blanqueada de la Vía Láctea.
Harry recordó la
paz.
Algo del frío en
los bordes de sus extremidades pareció retroceder.
Había palabras que
él había hablado en voz alta en el primer día que había invocado
el Encantamiento Patronus, su mente podía recordar los sonidos y el
discurso aunque los sentimientos se mostraran distantes...
...Pensé en mi
absoluto rechazo de la muerte como el orden natural.
Invocas el Verdadero
Encantamiento Patronus al pensar sobre el valor de la vida humana.
...Pero hay otras
vidas que siguen con vida por las que luchar. Tu vida, y mi vida, y
la vida de Hermione Granger, todas las vidas de la Tierra, y todas
las vidas más allá, para ser defendidas y protegidas.
Entonces la idea de
matar a todos... ese no había sido su verdadero ser, esa había sido
la Dementación hablando...
La desesperación
era la influencia de los Dementores.
Donde hay vida,
hay esperanza. El Auror sigue con vida. El Profesor Quirrell sigue
con vida. Bellatrix sigue con vida. Yo sigo con vida. Nadie ha muerto
todavía en realidad...
Ahora, Harry podía
visualizar la Tierra, en el medio de un campo de estrellas, el orbe
azul-blanco.
¡...y no
permitiré que mueran!
"¡Expecto
Patronum!"
Las palabras
salieron un poco atropelladas, y cuando la figura humana ardió en
existencia era tenue al principio, luz de luna en vez de luz solar,
blanca en vez de plateada.
Sin embargo se
fortaleció, lentamente, al tiempo que Harry respiró con ritmo
deliberado, recuperándose. Dejando que la luz alejara la oscuridad
de su cabeza. Recordando las cosas que casi había olvidado, y
enfocándolas de nuevo dentro de su Encantamiento Patronus.
Aún cuando la luz
resplandeció por completo y era plateada una vez más, iluminando el
corredor con más brillo que las lamparas de gas, desapareciendo en
su totalidad el frío, los miembros de Harry seguían conmocionados.
Eso había estado demasiado cerca.
Harry respiró
profundamente. De acuerdo. Era tiempo de reconsiderar la situación
ahora que sus pensamientos ya no estaba siendo oscurecidos
artificialmente por los Dementores.
Harry repaso la
situación.
...seguía viéndose
bastante desesperanzadora, de hecho.
No era la aplastante
desesperación de antes, mas Harry todavía se sentía tembloroso,
para ponerlo a medias. No se atrevía a volverse oscuro y era su lado
oscuro el que tenía la habilidad de encargarse con un problema de
este nivel de un trancazo. Era su lado oscuro el que se hubiera reído
desdeñosamente ante el concepto de rendirse nada más porque había
perdido al Profesor Quirrell y estaba aislado en las profundidades de
Azkaban y había sido visto por un oficial de policía. El Harry
ordinario no era capaz de encargarse de éste tipo de cosas de un
trancazo.
Pero
no había opción alguna excepto seguir adelante como fuera. No
podías llegar a ser más
inútil que al rendirte antes de haber perdido.
Harry miró
alrededor.
Luces tenues de gas
iluminaban un corredor de metal gris, cuyos lados y suelo y techo
estaban rasguñados por doquier, destrozados y derretidos, contando a
cualquiera que se dignara a mirar que había ocurrido una batalla
aquí.
El Profesor Quirrell
lo podría haber reparado fácilmente, si él...
La sensación de
traición golpeó a Harry con toda la fuerza, en ese momento.
Por qué... por
qué él hizo... por qué...
Porque
él es malvado,
afirmaron Gryffindor y Hufflepuff, con calma y tristeza. Te
lo dijimos.
¡No!
Pensó Harry desesperadamente. No,
no tiene sentido, íbamos a cometer el crimen perfecto, el Auror
podría haber sido Desmemorizado, el corredor reparado, ¡no era
demasiado tarde sin embargo hubiera SIDO demasiado tarde si hubiera
muerto!
Mas
el Profesor Quirrell nunca planeó cometer el crimen perfecto,
intervino la siniestra voz de Slytherin. Él
quería que
el crimen fuera notado. Él quería que todos supieran que alguien
había asesinado a un Auror y sacado a Bellatrix Black de Azkaban. Él
hubiera preparado alguna clase de evidencia, alguna prueba que le
permitiera revelar tu participación, para usarlo como chantaje
contra ti; y habrías estado atado a él para siempre.
El Patronus de Harry
casi se apagó.
No...
Harry pensó.
Sí,
replicaron las otras tres partes de él con pesar.
No. Todavía no
tiene sentido. El Profesor Quirrell tenía que saber que yo me
opondría a él en el instante en que asesinara a un Auror. Que yo
podría muy bien ir confesar ante Dumbledore, esperando defender el
hecho verdadero de que yo fui engañado. Y... en términos de
chantaje, ¿logra su asesinato de un Auror contra mi voluntad, en
verdad añade más al hecho de sacar a Bellatrix de Azkaban por mi
propia voluntad? Hubiera sido más astuto mantener la evidencia de mi
involucración con el crimen básico, pero todavía pretendiendo ser
mi aliado por tanto tiempo como pudiera, guardando lo del chantaje
para ser usado únicamente de volverse necesario...
Racionalización,
replicó Slytherin. ¿Entonces
por qué lo hizo el Profesor Quirrell?
Y
Harry pensó con una pizca de desesperación - sabiendo, aún
mientras lo pensaba, que estaba motivado en parte por el deseo de
rechazar la realidad, y así no era como la técnica se suponía que
debía ser usada – caigo
en cuenta de que estoy confundido.
Se produjo un
silencio interno. Ninguna de sus partes parecía tener algo más para
añadir.
Y Harry continuó en
la valoración de lo que parecía una situación moderadamente
desesperada.
¿Necesitaba Harry
revaluar la probabilidad de que Bellatrix fuera malvada?
...no
en ningún sentido relevante para la misión. Se daba por descontado
que Bellatrix era mala en la actualidad. El que ella fuera una
inocente que se había vuelto así por tortura y Legeremancia y
rituales inenarrables, o si ella lo había escogido por voluntad
propia, no tenía mucho peso en la situación actual. El hecho clave
era que mientras Bellatrix pensara que Harry era el Señor Oscuro,
ella lo obedecería.
Ese era un recurso,
entonces. Sin embargo Bellatrix estaba desnutrida y nueve-decimos
muerta...
'Oh, me siento un
poco mejor ahora, que extraño...'
Bellatrix había
dicho eso, con su voz echa pedazos, después de que el Patronus de
Harry hubiera brillado sin control.
Harry
pensó, y el no podría haber explicado del todo por
qué
pensó esto, pudo haber sido sólo su mente inventando cosas, pero...
parecía probable que lo quitado por los Dementores desde hace mucho
tiempo estaba perdido para siempre. Mas lo que los Dementores
hubieran quitado de ti recientemente,
el Verdadero Encantamiento Patronus podría recuperarlo. Como la
diferencia entre vaciar una copa, y la copa sin usar desvaneciéndose.
Bellatrix, entonces, podría haber recuperado lo perdido en la última
semana más o menos. No las memorias felices, esas fueron comidas
años atrás. Sin embargo cualquier fuerza y magia que le hubiera
sido drenada en la semana pasada, podría recuperarla. Como el
equivalente de conseguir una semana de descanso, una semana para
fortalecer su magia de nuevo...
Harry observó la
forma de serpiente del Profesor Quirrell.
...tal
vez suficiente como para un Innervate.
Si
despertar al Profesor Quirrell era,
en realidad, una cosa inteligente por hacer.
Algo de la
desesperación regresó a Harry. No podía confiar en el Profesor
Quirrell, no podía confiar en que revivirlo fuera sabio, no después
de lo que acababa de pasar.
Con
calma,
Harry pensó para sí mismo, y contempló la forma desmayada del
Auror.
Bellatrix
también
podría arreglárselas para hacer un Encantamiento de Memoria.
Ese
podía ser el paso uno, de todos modos. No era exactamente sacar a
todos a salvo de Azkaban, y los Aurores sabrían
que algo extraño había ocurrido, podrían tener sospechas sobre el
cuerpo de Bellatrix y realizar una autopsia. Sin embargo era un paso.
¿...y
sería
tan difícil salir de Azkaban? Si podían regresar a la cima de
Azkaban con suficiente rapidez, antes de que el Auror debiera
regresar a reportarse, antes de que alguien notara que estaba
perdido, entonces podrían volar a través del hoyo que había hecho
el Profesor Quirrell, y alejarse lo necesario de Azkaban para activar
el traslador que Harry ya tenía en su posesión. (Tanto el Profesor
Quirrell y Harry tenían trasladores, y ambos eran tan poderosos como
para transportar a dos humanos, más o menos una serpiente. Junto con
su doblemente oculta salida del Cuarto de Mary, el Profesor Quirrell
había puesto tal margen de seguridad en sus planes que hasta lograba
impresionar a Harry.)
Bellatrix podía
cargar la forma de serpiente del Profesor Quirrell, la cual Harry no
se atrevía a tocar ni levitar.
Harry
se giró y trotó con velocidad a donde Bellatrix estaba aguardando
en las escaleras. Pudo sentir su espíritu reviviendo un poco.
Empezaba
a verse como un buen plan, y no había tiempo para perder en
ejecutarlo.
¿Qué
hacer con el Profesor Quirrell, o con Bellatrix, después de que el
traslador los llevara a donde se suponía que tenían que entregar a
Bellatrix al sanador psiquiatra... bueno, Harry podía resolver eso
en el camino. Harry probablemente tendría que embaucar al sanador en
hacer algo – lo que iba a requerir una embaucada grandiosa, y Harry
ni siquiera estaba seguro de qué era lo que quería
– mas él y Bellatrix tenían que seguir moviéndose ya.
El
problema principal que Harry vio, tan pronto como recorrió todo el
proceso hacia adelante en su imaginación, vendría cuando alcanzaran
el techo. Se suponía que el Profesor Quirrell iba a deslizarse por
ahí invisible y Confundir a los monitores que descubrirían a los
visitantes en los alrededores aéreos de Azkaban, causando que vieran
una repetición del escenario por unos minutos. El Profesor Quirrell
había explicado que él no podía Desilusionar el Patronus de Harry;
y si apagaban
el Patronus, los Dementores notarían que Bellatrix estaba
desaparecida, y alertarían a los Aurores...
El tren de
pensamiento de Harry se estrelló.
Había veces en que
'Oh, rayos' no alcanzaba para describir algo.
***
Las
manos de Li estaban firmes a pesar de la adrenalina, mientras él
desbloqueaba las barras en el Armario Evanescente que enlazaban
Azkaban a un muy bien custodiado cuarto en el interior del
Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica. (Un Armario Evanescente
que era sólo de un camino, por supuesto. Las protecciones permitían
unas cuantas formas rápidas para entrar
en Azkaban, todas altamente restringidas, y ninguna
manera rápida para salir.)
Li
retrocedió bastante, apuntó con su varita al Armario, pronunció el
encantamiento "Harmonia
Nectere Passus"
y menos de un segundo después -
La puerta del
Armario se abrió de par en par con un estruendo, y dentro del cuarto
penetró una fornida, bruja de mandíbula cuadrada con cabello gris
cortado al ras. No vestía ninguna joya ni ornamento, sólo la túnica
ordinaria de un Auror era lo que consideraba digno para agraciarse a
sí misma: la Directora Amelia Bones, jefa del Departamento de
Refuerzo de la Ley Mágica de quien se decía era la única bruja en
el DRLM que podía enfrentarse a Ojo-Loco Moody en una lucha justa
(no que alguno de esos dos fuera de los que luchaban sin hacer
trampas). Li había escuchado rumores de que Amelia podía Aparecer
dentro de los limites del DRLM, y esto era el tipo de cosas que le
daba origen a rumores como ese, él había llamado la alarma apenas
hace cincuenta y cinco segundos.
"¡Vayan al
aire, ahora!" Amelia le ladró por encima del hombro al trío
femenino de Auroras que la seguían por detrás con escobas de
policías, debieron estar ahí todas apeñuscadas, esperando a que Li
activara el Armario. "¡Quiero más cobertura aérea en éste
lugar! ¡Y asegúrense de mantener sus Encantamientos
anti-Desilusionadores!" Entonces su cabeza se giró hacia él.
"¡Reporte, Auror Li! ¿Sabemos cómo penetraron ellos?"
Otro trío de
Aurores sosteniendo escobas se materializó dentro del Armario
Evanescente y corrió tras ellos mientras Li empezaba a hablar.
Fueron seguidos por
un trío de Magos de Ataque con equipo de batalla completo.
Luego otro trío de
Magos de Ataque.
Luego otro equipo de
escobas.
***
La demacrada forma
que era Bellatrix Black descansaba sin moverse sobre las escaleras
cuando Harry llegó allí, ojos cerrados, y cuando Harry le preguntó
con un frío, agudo susurro si estaba despierta, no obtuvo respuesta.
Una breve
contracción de pánico fue contraatacada por el pensamiento de que
el Profesor Quirrell la había noqueado para evitar que escuchara al
sumiso sirviente del Señor Oscuro convertirse de repente en un
endurecido criminal y después un experto mago de batalla. Lo que era
bueno, porque ella no había escuchado la voz de Harry diciendo
'Expecto Patronum'.
Harry
retiró la capucha de la Capa, apuntó su varita a Bellatrix, y
murmuró con tanta gentileza como pudo, "Innervate."
Por la forma en que
el cuerpo de Bellatrix se retorció, Harry no creyó que hubiera
logrado ser lo suficientemente gentil.
Los hundidos ojos
oscuros se abrieron.
"Bella
querida," Harry explicó con su fría, aguda voz, "me temo
que nos hemos encontrado con un pequeño problema. ¿Te has
recuperado lo suficiente como para hacer magias pequeñas?"
Hubo una pausa, y
luego la pálida cabeza de Bellatrix asintió.
"Muy
bien," Harry habló con sequedad. "No te pediré que
camines sin ayuda, Bella querida, pero me temo que tendrás que
caminar." Apuntó su varita hacia ella. "Wingardium
Leviosa."
Harry rebajó el
flujo de fuerza a algo que pudiera mantener por un rato largo, y aún
así estaba levantando como dos tercios del peso actual de su peso.
Ella era... delgada.
Lentamente, como si
fuera la primera vez en años, Bellatrix Black se irguió a sí misma
con sus propios pies.
***
Amelia
ingresó como una tromba al cuarto del deber, el Auror Li y su tejón
plateado siguiéndola de cerca. Ella había girado su Giratiempo en
el momento en que escuchó la alarma, y luego pasó una tensa hora
preparando sus fuerzas para entrar. No podías regresar
en el tiempo dentro del propio Azkaban, el futuro de Azkaban no podía
interactuar con su pasado, así que ella no había podido llegar ante
de que el DRLM hubiera recibido el mensaje, mas creía haber llegado
a tiempo...
Sus ojos fueron
directo al cadáver, sin manto y viéndose muy muerto, flotando más
allá de la ventana visible.
"¿Dónde está
Bellatrix Black?" Amelia demandó, sin mostrar miedo ante la
criatura del miedo.
Incluso
su propia sangre se congeló por un instante, cuando el cadáver
separó sus labios, y gorgoteó, "No
se sabe."
***
Harry observó, de
nuevo totalmente invisible, como Bellatrix se agachó con lentitud,
cogió la varita del Profesor Quirrell (que Harry no se atrevió a
tocar), y despacio se enderezó otra vez.
Entonces
Bellatrix apuntó con la varita a la serpiente, y dijo, su voz
precisa aunque seguía siendo un susurro, "Innervate."
La serpiente no
reaccionó.
"¿Debería
intentarlo una vez más, mi Señor?" ella murmuró
"No,"
Harry contestó. Se tragó su sensación de malestar. Harry había
decidido enviar todo al infierno y procurar revivir al Profesor
Quirrell después de darse cuenta que los Dementores probablemente
habían alertado a los Aurores a estas alturas. Su aguda, fría voz
prosiguió, sin perturbar, "¿Crees ser capaz de realizar un
Encantamiento Desmemorizador, querida Bella?"
Bellatrix hizo una
pausa, y luego habló, titubeando, "creo que sí, mi Señor."
"Elimina la
última media hora de la memoria del Auror," Harry comandó. Él
pensó en una justificación en caso de que Bellatrix le cuestionara
porque no simplemente lo mataban, en cuyo caso Harry le explicaría
que estaban pretendiendo ser un grupo de poder diferente y entonces
le diría que se callara -
Sin
embargo Bellatrix simplemente apuntó con su varita al Auror, se
quedó de pie en silencio por un rato, y al final murmuró,
"Obliviate."
Ella tambaleó, mas
no se cayó.
"Muy bien, mi
querida Bella," Harry declaró, y se rió un poco. "Y te
pediré que cargues esa serpiente."
De nuevo, la mujer
no dijo nada, no demandó explicaciones, no inquirió por qué Harry
o el aparentemente-invisible invocador del Patronus no podía
hacerlo. Ella nada más se arrastró adonde yacía la larga
serpiente, se agachó con lentitud, la recogió, y la pasó por
encima de su hombro.
(Una
pequeña parte de Harry observó que era muy relajante
tener un secuaz que siguiera tus ordenes sin cuestionar, e incluso
llegó tan lejos como pensar que él podía llegar a acostumbrarse a
tener un secuaz como Bellatrix, antes de que esa fracción-mental
fuera silenciada a gritos por el resto de sí mismo ofendido
moralmente.)
"Sigue,"
el niño le ordenó a su secuaz, y empezó a caminar.
***
Comenzaba a ponerse
apretado el cuarto del deber, casi demasiado apretado como para
respirar, aunque seguía habiendo espacio alrededor de la propia
Amelia; si la necesidad de respirar significaba que tenías que
apretarte al lado de la Directora Bones, era mejor no respirar.
Amelia miró hacia
donde Ora estaban discutiendo asuntos triviales con el espejo del
Auror McCusker. "Especialista Weinbach," ladró, causando
que la joven bruja diera un brinco. "¿Alguna respuesta del
espejo de Una-Mano?"
"Ninguna,"
Ora contestó nerviosa, "es... o sea tiene que estar trucado, no
muerto, trucado con cuidado porque no activó las alarmas, pero la
linea está tan blanca que daría lo mismo si el espejo estuviera
roto..."
Amelia no permitió
que su expresión cambiara, aunque la parte de ella que ya estaba
plañendo a Una-Mano se puso un poco más triste y mucho más
furiosa. Siete meses, tenía siete meses hasta su retiro tras casi
cien años de servicio. Ella lo recordaba como un ansioso joven
Auror, hace tanto tiempo, y toda su carrera él había servido al
DRLM con perfecta lealtad, al menos cuando se trataba de algo
realmente importante...
Alguien
iba a arder
por esto.
El Dementor seguía
flotando afuera de la ventana, lanzando su inútil sombra de pavor
sobre sus operaciones; todo lo que la criatura podía hacer era
gorjear su falta de conocimiento o fracasar por completo en replicar,
cuando se la hacían preguntas como '¿Escapó Bellatrix Black?' y
'¿Por qué no la puedes encontrar?' y '¿Cómo la están
escondiendo?' Amelia empezaba a preocuparse que los criminales ya se
hubieran ido, cuando -
"¡Hallamos un
huevo en el techo encima de la espiral C!" alguien gritó desde
la puerta. "¡Sigue abierto, las protecciones circundantes aún
activas!"
Los labios de Amelia
se abrieron hacia atrás como las mandíbulas de un lobo abriéndose
para comer.
Bellatrix Black
todavía en Azkaban.
Y en Azkaban,
Bellatrix Black permanecería por siempre.
Ella
trotó hacia la ventana, ignorando al Dementor esta vez, y levantó
la mirada hacia el cielo, para revisar con sus propios ojos las
escobas patrullando. No podía ver todo el cielo desde aquí, mas
observó diez escobas pasar en un patrón de patrulla y eso debía
ser suficiente para atrapar a cualquiera, aunque tenía la intención
de poner cada escoba que pudiera en el aire. Sus Aurores estaban
equipados con las escobas de carrera más rápidas en el mercado
actual, la Nimbus 2000; ninguna persecución infructuosa para su
gente.
Amelia
le dio la espalda a la ventana, y se quedó paralizada. El cuarto se
estaba poniendo ridículamente amontonado, y dos tercios de aquellas
personas ni siquiera necesitaban
estar allí, nada más querían
estar cerca del centro de la acción. Si había una cosa que Amelia
no podía tolerar, eran personas que hicieran lo que quisieran en vez
de lo que se necesitaba.
"¡De acuerdo,
todos ustedes!" Amelia les aulló. "¡Dejen de haraganear
por aquí y empiecen a asegurar el nivel superior de cada espiral! Es
correcto," ella dijo a las miradas de sorpresa, "¡los
tres! Ellos podrían hacer un túnel a través de un piso o un techo
para su escape, ¡en caso de que no se les haya ocurrido! ¡Vamos a
bajar nivel por nivel hasta que los atrapemos! Yo me encargaré de la
espiral C, Scrimgeour, tú estás en la B..." Hizo una pausa,
entonces, recordó que Ojo-Loco se había retirado el año pasado, a
quién podía... "Shacklebolt, tú estás en la espiral A,
¡vayan con los luchadores más fuertes! ¡Revisen cada conjunto de
celdas que pasen, miren bajo las sabanas, hagan el grupo completo de
Encantamientos de detección en cada corredor! Nadie abandona Azkaban
hasta que los criminales sean atrapados, ¡nadie! Y..." Las
personas miraron a Amelia sorprendidos de que hubiera perdido el
hilo.
Los criminales
habían inventando alguna manera de prevenir que los Dementores
pudieran hallar a Bellatrix Black.
Eso
tendría que haber sido imposible.
Le enfrió la
sangre, contemplar que. Era como si...
Amelia
respiró profundamente, y habló una vez más, ordenando con voz de
acero. "Y cuando los atrapen, estén condenadamente seguros de
que son los criminales reales y no nuestra propia gente forzada a
tomar poción Multijugos. Cualquiera que se comporte raro, revísenlos
contra la Maldición Imperius. Manténganse los unos a los otros bajo
vigilancia constante. No asuman que un uniforme de Auror es amistoso
si no reconocen la cara." Se giró hacia los especialistas de
comunicación. "Digan a las escobas. Si una de las escobas se
cae sin razón, la mitad
de ellas deben cazarla mientras el resto
sigue patrullando. Y cambien los armónicos en todo lo que sea
cambiable, es posible que hayan robado nuestras llaves." De
nuevo se dirigió al resto del cuarto. "Ningún Auror está
libre de sospechas a menos que no les quede familia que pueda ser
amenazada."
Ella lo vio, las
frías miradas cayendo sobre los rostros viejos, observó que algunos
Aurores jóvenes tambalearon, y supo que habían entendido.
Mas lo reiteró en
voz alta, nada más para asegurarse.
"Hoy
estamos luchando la vieja Guerra Mágica, todos. Nada más porque
Ustedes-Saben-Quien esté muerto no significa que los Mortífagos
hayan olvidado sus trucos. ¡Ahora vayan!"
***
Harry caminó en
silencio a través del corredor gris iluminado por gas, invisible al
lado de Bellatrix y la figura plateada siguiéndolos, procurando en
pensar un mejor plan.
Al principio, cuando
se dio cuenta que probablemente los Aurores ya sabían, y lo peor, el
Profesor Quirrell no estaba despertando...
Sus
pensamientos se habían
congelado
ahí, por un segundo.
Y ahí se quedaron
congelados, aún cuando se había puesto a Bellatrix y a sí mismo a
caminar hacia abajo, para comprar tanto tiempo como fuera posible;
los Aurores, Harry se figuró, empezarían desde la cima y bajarían
nivel por nivel. Los Aurores podían permitirse moverse con lentitud
y seguridad; sabían que su presa no tenía forma de escapar.
Harry no había sido
capaz de pensar en ninguna forma de salir.
Hasta
que Harry se preguntó a sí mismo, bueno,
de no ser más que un juego de guerra, ¿que haría el General Caos?
Lo cual fue seguido
por una respuesta instantánea.
Y
luego Harry había pensado, pero
si fuera así de fácil, ¿porque nadie ha escapado de Azkaban antes?
Y
tras darse cuenta del posible problema: De
acuerdo, ¿qué haría el General Caos sobre
eso?
Después de lo cual
el General Caos había hecho una rectificación a su primer plan.
Era...
Era
la cosa más locamente Gryffindor
que Harry jamas había...
Así
que ahora estaba intentando pensar en un mejor
plan, sin tener nada de suerte.
Exigente
exigente exigente,
dijo Gryffindor. ¿Quién
era el que se estaba quejando por no tener ningún plan un minuto
antes? Deberías estar alegre de que al menos tengamos algo, Señor
Ahora-Estamos-Perdidos.
"Mi Señor,"
Bellatrix susurró con vacilación, mientras navegaba la siguiente
sección de escaleras descendentes, "¿voy a regresar a mi
celda, mi Señor?"
El cerebro de Harry
estaba distraído, por lo que le tomó bastante procesar las
palabras, y luego otro momento procesar el horror, mientras Bellatrix
continuó hablando.
"Yo
preferiría... por favor, mi Señor, yo por sobretodo preferiría
morir," su voz anunció. Y luego, bajando la voz, un murmullo
que apenas estaba allí, "sin embargo regresaré si me lo pides,
mi Señor..."
"No vamos a
regresar a tu celda," siseó la voz de Harry, en automático. A
nada de lo que sentía se le permitió alcanzar su cara.
Este...
intervino Hufflepuff. ¿Seriamente
acabas de pensar, 'Tú deberías trabajar para mí,
yo sí
te apreciaría?'
Incluso
una piedra respondería a ese nivel de lealtad,
Harry replicó. Aún
si pensarlo es incorrecto, no puedo evitarlo pero -
Ella
es la leal asesina y torturadora del Señor Oscuro, y la supuesta
razón por la que es leal es porque una chica inocente fue rota en
pedazos y usada como materia pura para crearla,
prosiguió Hufflepuff. ¿Se
te olvidó?
Si alguien me
muestra tanta lealtad, aunque sea por error, hay una parte de mí que
no puede evitar sentir algo. El Señor Oscuro debió haber sido...
malvado no parece una palabra tan fuerte como para ser adecuada,
debió haber estado vacío... para no apreciar su lealtad, artificial
o no.
Las mejores partes
de Harry no tenían mucho más para agregar.
Y fue ahí cuando
Harry lo oyó.
Inició débil, y se
volvió más ruidoso con cada paso que daban hacia adelante.
Una voz de mujer,
distante, indistinta.
Sus orejas,
automáticamente, se esforzaron para comprender las palabras.
"...por favor
no..."
"...no era mi
intención..."
"...no
mueras..."
Entonces
su cerebro supo a quién
estaba escuchando, y en casi el mismo momento, se figuró qué
estaba oyendo.
Porque el Profesor
Quirrell ya no estaba allí para mantener el silencio, y Azkaban no
estaba, de hecho, silencioso.
Débilmente la voz
de la mujer, repitió:
"No, no era mi
intención, ¡por favor no mueras!"
"No, no era mi
intención, ¡por favor no mueras!"
Se volvió más
ruidoso con cada paso que Harry tomó, ahora podía escuchar las
emociones en las palabras, el horror, el remordimiento, la
desesperación de...
"No, no era mi
intención, ¡por favor no mueras!"
...la peor memoria
de la mujer, repitiéndose una y otra vez...
"No, no era mi
intención, ¡por favor no mueras!"
...el asesinato que
la había enviado a Azkaban...
"No, no era mi
intención, ¡por favor no mueras!"
...donde estaba
sentenciada por los Dementores a observar a quien fuera que hubiera
asesinado, morir y morir en un ciclo que continuaba sin fin. Aunque
no debía llevar mucho tiempo en Azkaban, a juzgar por la cantidad de
vida que le quedaba en su voz.
Harry tuvo el
pensamiento, entonces, de que el Profesor Quirrell había pasado esas
puertas, oído aquellos sonidos, sin dar la más mínima señal de
perturbación; y Harry lo habría llamado una prueba positiva de
maldad, de no ser porque los propios labios de Harry permanecieron
cerrados en la presencia de Bellatrix, su respiración regular,
mientras algo dentro de él gritaba y gritaba y gritaba.
El Patronus
resplandeció, no fuera de control, pero se iluminó más, con cada
paso que Harry dio hacia adelante.
Brilló aún más a
medida que Harry y Bellatrix iban descendiendo las escaleras, ella
trastabilló y Harry le ofreció su brazo izquierdo por fuera de la
Capa, soportando la sensación de destrucción que provenía de estar
tan cerca de la serpiente enrollada en el cuello de ella. Hubo una
expresión de sorpresa en su cara, mas ella aceptó, y no dijo nada.
Ayudó a Harry, ser
capaz de ayudar a Bellatrix, pero no fue suficiente.
No cuando vio la
enorme puerta de metal en el centro del corredor de ese nivel.
No cuando se
acercaron, y la voz de la mujer se silenció, porque ahora había un
Patronus cerca, y ella ya no estaba reviviendo su peor memoria.
Bueno,
dijo una voz dentro de sí. Eso
fue el paso uno.
Los pasos de Harry
lo cargaron inevitablemente hacia la puerta de metal.
Y...
Ahora
a desbloquear la puerta -
...Harry siguió
caminando...
¿Qué crees que
estás haciendo? ¡Regresa y sácala de allí!
...siguió
caminando...
¡La tienes que
salvar! ¿Qué estás haciendo? ¡Ella está sufriendo LA TIENES QUE
SALVAR!
El
traslador que Harry llevaba podía trasportar a dos humanos, sólo
dos, más o menos una serpiente. De haber tenido el traslador del
Profesor Quirrell también... sin embargo no
era así, La forma humana de Profesor Quirrell lo estaba cargando, no
había manera de conseguirlo... Harry nada más podía salvar una
persona el día de hoy, y había únicamente una persona en el nivel
más bajo de Azkaban, con la necesidad más desesperada...
"¡NO TE
VAYAS!" La voz vino con un grito por detrás de la puerta de
metal. "No, no, no, no te vayas, no te lo lleves, no no no -"
Había una luz en el
corredor y se volvió más brillante.
"Por favor,"
lloró la voz de mujer, "por favor, ya no recuerdo los nombres
de mis niños -"
"Siéntate,
Bella," la voz de Harry ordenó, de alguna manera mantuvo su voz
en un frío susurro, "Debo lidiar con esto," el
Encantamiento Levitador disminuyendo y apagándose en cuanto Bella se
sentó obediente, su figura esquelética oscura contra el aire
brillante.
Moriré,
pensó Harry.
El aire siguió
resplandeciendo.
Después
de todo, no era una certeza
que Harry iba a morir.
No era más que una
probabilidad de muerte, ¿y no había algunas cosas que merecían una
probabilidad de muerte?
El aire siguió
iluminándose, el Patronus más grande estaba empezando a coger forma
a su alrededor, la brillante figura humana se iba volviendo
indistinguible dentro del aire caliente, a medida que la vida de
Harry alimentaba el fuego.
Si eliminó a los
Dementores, entonces aún si salgo con vida, sabrán que fui yo, que
fui yo quien hizo ésto... perderé mi apoyo, perderé la guerra...
¿Sí?
Replicó la voz interna que lo urgía a seguir. ¿Después
de que destruyas todos los Dementores en Azkaban? Creo que eso
probaría tus credenciales como un Señor de la Luz, en realidad, así
que LA TIENES QUE SALVAR LA TIENES QUE SALVAR LA TIENES QUE SALVAR -
La forma humanoide
ya no podía ser vista como una entidad separada.
El corredor ya no
podía ser visto.
El propio cuerpo de
Harry era invisible dentro de la Capa.
Únicamente había
un punto visible sin cuerpo dentro de una extensión infinita de luz
plateada.
Harry podía sentir
la vida que lo abandonaba, alimentando el hecho; muy lejos, pudo
sentir las sombras de la Muerte empezando a destrozarse.
Pretendo
conseguir más con mi vida que ésto... iba a combatir al Señor
Oscuro, iba a combinar los mundos de los magos y los Muggles...
Metas
sublimes parecen muy distantes, muy abstractas, comparadas a una
mujer que ruega por ayuda, no era una certeza
que Harry alguna vez iba a hacer algo más importante que ésta única
cosa, ésta única cosa que él podía hacer aquí y ahora.
Y con lo que pudo
ser su último aliente, Harry pensó:
Hay otros
Dementores, probablemente otros Azkabans... si voy a hacer ésto,
debería hacerlo cuando esté cerca del pozo central, tomará menos
de mi vida de ese modo, lo que incrementa la probabilidad de que
sobreviviré para destruir a otros Dementores... aún asumiendo que
ésta es la cosa optima por hacer, si hay un lugar y tiempo correcto
para hacerlo, no es aquí y ahora, ¡NO ES AQUÍ Y AHORA!
¿Qué?
Dijo la otra parte suya con indignación, como si buscara un
contra-argumento que no existía -
Con
lentitud la luz fue muriendo, mientras que Harry se concentraba en
ese hecho indiscutible, la obvia verdad de que no estaba en el lugar
optimo, el tiempo no podía
ser ahora...
Despacio la luz fue
muriendo.
Parte de la vida de
Harry regresó hacia él.
Parte había sido
perdida como radiación.
Sin embargo Harry
había tenido suficiente como para permanecer de pie, y mantener la
forma humana en un plateado brillante; y cuando el brazo en que
sostenía la varita se levantó y su voz murmuró "Wingardium
Leviosa", la magia fluyó obediente de sí mismo hacia los pies
de Bellatrix. (Porque no era magia lo que él había gastado, nunca
había sido su magia lo que alimentaba el Encantamiento Patronus.)
Juro,
Harry pensó, respirando con tanta regularidad como podía ante la
presencia de Bellatrix, mientras caían lagrimas sobre sus mejillas
invisibles, juro
sobre mi vida y mi magia y mi arte como racionalista, juro por todo
lo que considero sagrado y por todas mis memorias felices, doy mi
promesa de que algún día terminaré éste lugar, por favor, por
favor pueda yo ser perdonado...
Y los dos siguieron
caminando, al tiempo que la voz de una asesina gritaba y suplicaba
por alguien que regresara y la salvara.
Debió haber más
tiempo, debió haber una ceremonia, para el sacrificio de una pieza
del propio Harry, sin embargo Bellatrix estaba a su lado y por ello
Harry tuvo que seguir avanzando sin pausa, sin pronunciar palabra,
respirando con normalidad.
Así que Harry
caminó, dejando una pieza de sí mismo detrás. Viviría en éste
lugar y tiempo por siempre, lo sabía. Aún después de que Harry
regresará algún día en compañía de otros invocadores del
Verdadero Patronus y destruyeran a todos los Dementores aquí. Aún
si derretía la construcción triangular y quemaba la isla tan bajo
como para que el mar le pudiera pasar por encima, sin dejar rastro de
tal lugar como si nunca hubiera existido. Aún entonces no la iba a
recuperar.
***
El conjunto de
criaturas luminosas dejó de mirar hacia abajo, y empezaron a
patrullar el corredor de metal como si nada hubiera sucedido.
"¿Igual que la
última vez?" Espetó la Directora Bones en la dirección del
Auror Li, y el joven Auror replicó, "Sí, señora."
El Director disparó
otra serie de preguntas a los Dementores para ver si ahora podían
hallar a su objetivo, y no mostró sorpresa al escuchar la respuesta
negativa unos segundos después.
Emmeline Vance
estaba sintiéndose desgarrada entre sus lealtades.
Emmeline ya no era
un miembro de la Orden del Fénix, se habían desbandado tras el
final de la última guerra. Y durante la guerra, ella había sabido,
todos lo habían sabido, que el Director Crouch había aprobado en
silencio su batalla por-fuera-de-los-libros.
La Directora Bones
no era Crouch.
Mas ahora estaban
cazando a Bellatrix Black, quien había sido una Mortífaga, y quien
ciertamente estaba siendo rescatada por Mortífagos. Sus Patronus se
estaban comportando de manera extraña – todas las criaturas
brillantes se detenían y bajaban la mirada, antes de regresar a
seguir a sus maestros. Y los Dementores no podían encontrar a su
objetivo.
Le parecía a ella
que sería un tiempo extremadamente bueno para consultar a Albus
Dumbledore.
¿Debería
sugerir
a la Directora Bones que contactaran a Dumbledore? Pero si la
Directora Bones no lo había contactado ya...
Emmeline
dudó por un rato, probablemente demasiado largo, y al final se
decidió. Al
infierno con todo,
ella pensó. Todos
estamos en el mismo bando, necesitamos mantenernos juntos le guste a
la Directora Bones o no.
A un pensamiento, su
gorrión plateado revoloteó sobre su hombro.
"Quedate atrás
para proteger nuestra retaguardia," Emmeline le murmuró con
suavidad, casi sin mover sus labios, "espera hasta que nadie te
esté mirando directamente, entonces ve con Albus Dumbledore. Si no
está a solas, esperas hasta que lo esté. Y dile lo siguiente:
Bellatrix Black está escapando de Azkaban, y los Dementores no
pueden encontrarla."
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