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sábado, 15 de junio de 2019

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 79

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


harry potter llora
Harry Potter llora por Ilae

Capítulo 79: Intercambio de Tabúes, Parte 1


"Hermione Granger," el Auror Komodo dijo con voz atonal, "está bajo arresto por el intento de homicidio de Draco Malfoy."
Las palabras cayeron dentro de la consciencia de Harry y destrozaron sus pensamientos en cientos de fragmentos de incredulidad, el impacto de la adrenalina al correr causando tanta confusión que -
"Ella -" Harry tartamudeó. "Ella - ella no lo haría - ¿QUÉ?"
Los Aurores no le estaban prestando ninguna atención a él. Komodo habló de nuevo, aún con esa voz sin color. "El Sr. Malfoy ha recuperado la consciencia en San Mungo y la nombró, Hermione Granger, como su asaltante. Ha repetido las acusaciones bajo dos gotas de Veritaserum. El Encantamiento Congelador de Sangre que lanzó sobre el Sr. Malfoy lo habría asesinado de no haber sido encontrado y tratado, y se debe presumir que usted sabía que esa era una maldición fatal. Por lo tanto la voy a arrestar bajo el serio cargo de intento de homicidio y será llevada bajo custodia al Ministerio para ser interrogada con tres gotas de Veritaserum -"
"¿Está demente?" las palabras explotaron en la boca de Harry, al tiempo que se puso de pie de un empellón en la mesa de Ravenclaw, un instante antes de que la mano del Auror Butnaru cayera fuertemente sobre su hombro. Harry lo ignoró. "Es a Hermione Granger a quien están intentando arrestar, la niña más amable en Ravenclaw, ella ayuda a los Hufflepuffs con su tarea, ella moriría antes de intentar asesinar a cualquiera -"
El rostro de Hermione Granger se había estropeado. "Yo lo hice," ella susurró con mermada voz. "Fui yo."
Otra enorme roca cayó sobre los pensamientos de Harry y aplastó su frágil orden, reduciendo fragmentos de comprehensión en polvo.
La cara de Dumbledore pareció envejecer décadas en el transcurso de unos segundos. "¿Por qué, Señorita Granger?" Dumbledore preguntó, su propia voz apenas más que un susurro. "¿Por qué haría semejante cosa?"
"Yo lo," Hermione titubeó, "yo lo, yo lo - lamento - no sé por qué yo -" Pareció colapsar sobre sí misma, su voz formada únicamente por sollozos, y las únicas palabras que se podían entender eran, "yo pensé - yo lo maté - lo siento -"
Y Harry tendría que haber dicho algo, debió haber hecho algo, debió haber saltado de su asiento y paralizado a los tres Aurores y luego realizar un movimiento increíblemente astuto, sin embargo los fragmentos doblemente destrozados de su proceso de pensamiento no podían generar salida alguna. La mano de Butnaru empujó a Harry gentil pero firmemente de vuelta a su asiento y Harry se encontró a sí mismo pegado ahí como si hubieran usado pegamento, intentó coger su varita para hacer un Finite y esta no salía de su bolsillo, los tres Aurores y Dumbledore escoltaron a Hermione por fuera del Gran Comedor en medio de los gritos que se iban generando y las puertas empezaron a cerrarse con un portazo tras ellos - nada tenía sentido, era surrealista más allá de todo cálculo, como si hubiera sido transportado a un universo alterno, y luego la mente de Harry regresó a otro día de confusión y en un momento de desesperada inspiración finalmente se dio cuenta qué habían hecho los gemelos Weasley con Rita Skeeter, y su voz se levantó en un grito, "¡HERMIONE NO LO HICISTE ES UN ENCANTAMIENTO DE MEMORIA FALSA!"
Pero las puertas ya se habían cerrado.



...

Minerva no podía quedarse quieta en un solo lugar, caminaba de un lado a otro en la oficina del Director, en el fondo de su mente medio esperando que Severus o Harry le pidieran que se callara y se sentara, aunque el Maestro de Pociones ni el Niño-Que-Vivió parecieron preocuparse por ella, ambos tenían la mirada fija y enfocada sobre Albus Dumbledore quien acababa de emerger de los polvos Flu. Había sonidos en el fondo que nadie escuchaba. Severus parecía tan desapasionado como siempre, sentado en un pequeña silla almidonada al lado del escritorio del Director. El anciano mago estaba de pie muy recto y terrible sobre la chimenea aún llameante, con una túnica tan negra como una noche sin estrellas, radiando poder y desaliento. Todos los pensamientos de ella eran total confusión y horror. Harry Potter estaba sentado en un banquillo de madera con sus dedos apretando la base del banquillo, y sus ojos eran furia y hielo congelado.
A las 6:33 AM, Quirinus Quirrell había usado la red Flu hacia San Mungo desde su oficina para entregar de inmediato a Draco Malfoy. El Profesor Quirrell había hallado al Sr. Malfoy en el cuarto de trofeos de Hogwarts, al borde de la muerte por los efectos continuados del Encantamiento Congelador de Sangre bajando su temperatura corporal. El Profesor Quirrell había deshecho el Encantamiento en el acto, lanzado hechizos estabilizadores sobre el Sr. Malfoy, y con levitación lo llevó a su oficina para enviarlo mediante el Flu a San Mungo para un mejor tratamiento. Después de eso, el Profesor Quirrell había informado al Director, señalando los hechos son brevedad antes de desaparecer mediante el Flu; los Aurores, notificados por San Mungo, habían demandado su presencia para interrogatorio.
La clara intención del Encantamiento Congelador de Sangre había sido asesinar a Draco Malfoy tan lentamente que los hechizos de detección de Hogwarts, puestos para detectar heridas repentinas, no se fueran a activar. Bajo interrogación, el Profesor Quirrell había informado a los Aurores que había invocado varios Encantamientos de rastreo sobre la persona del Sr. Malfoy desde Enero, poco después del regreso del Sr. Malfoy tras las vacaciones de Navidad. El Profesor Quirrell había lanzado los Encantamientos porque había sido informado sobre una persona con motivos para dañar al Sr. Malfoy. El Profesor Quirrell se había rehusado a identificar esta persona. Los Encantamientos de rastreo que el Profesor Quirrell había puesto fueron activados cuando la salud del Sr. Malfoy cayó por debajo de un nivel absoluto, en vez de cambios repentinos, y por lo tanto había alertado al Profesor Quirrell antes de que el Sr. Malfoy hubiera muerto.
Dos gotas de Veritaserum, suficiente para prevenir al Sr. Malfoy de retener o retocar o moderar cualquier información en sus afirmaciones, había mostrado que el Sr. Malfoy había - legalmente bajo las leyes de las Casas Nobles, ilegalmente bajo las regulaciones de Hogwarts - retado a Hermione Granger a un duelo. El Sr. Malfoy había ganado pero entonces, al retirarse, había sido atacado por la espalda por la Señorita Granger con un Maleficio de Paralización. Tras esto el Sr. Malfoy no sabía nada más.
Tres gotas de Veritaserum, obligando a que entregara toda información relevante, habían causado que Hermione Granger confesara que ella había paralizado a Draco Malfoy por la espalda, y luego, en un acceso de ira, invocó el Encantamiento Congelador de Sangre sobre él, con intención deliberada de matarlo lo suficientemente lento como para evadir la detección de los hechizos de protección en Hogwarts, cuyo mecanismo ella había leído en Hogwarts: Una Historia. Había estado horrorizada consigo misma al despertar al día siguiente, aunque no le contó a nadie lo que había hecho, creyendo que Draco Malfoy ya estaría muerto - como ciertamente habría sido tras siete horas, de no ser porque la magia de su propio cuerpo había estado resistiendo los efectos del Encantamiento Congelador de Sangre.
"Su juicio," comunicó Albus Dumbledore, "está programado para mañana al mediodía."
"¿Qué?" la palabra explotó en la boca de Harry Potter. El Niño-Que-Vivió no se levantó de su silla, sin embargo Minerva vio sus dedos blanquearse cuando apretaron el asiento de madera debajo de él. "¡Es una locura! No puedes hacer una investigación policial en un día -"
El Maestro de Pociones elevó su voz. "¡Esta no es Bretaña Muggle, Sr. Potter!" El rostro de Severus era tan inexpresivo como siempre, sin embargo la mordida en sus palabras era afilada. "Los Aurores tienen una acusación bajo Veritaserum y una confesión bajo Veritaserum. Hasta donde les concierne a ellos, la investigación ha terminado."
"No del todo," intervino Dumbledore, justo cuando Harry parecía apunto de explotar. "He insistido a Amelia que este asunto debe recibir el máximo de los escrutinios. Infortunadamente, como el funesto duelo fue a la medianoche -"
"Supuesto duelo," Harry recalcó agudamente.
"Puesto que el supuesto duelo fue a la medianoche - sí, estás muy en lo correcto, Harry - está más allá del rango de cualquier Giratiempo -"
"También algo supuesto," el Niño-Que-Vivió habló fríamente. "Y muy sospechosamente, ya que la presunta sospechosa de asesinato no sabe sobre los Giratiempos. Espero que un Auror invisible fuera enviado inmediatamente de vuelta en el tiempo tan lejos como fuera posible observar -"
Dumbledore inclinó su cabeza. "Fui yo mismo, Harry, al momento que escuché. Pero para el momento en que alcancé el cuarto de trofeos, el Sr. Malfoy ya estaba inconsciente y la Señorita Granger ya se había ido -"
"No," rechazó Harry Potter. "Usted llegó al cuarto de los trofeos y vio a Draco inconsciente. Eso es todo lo que usted observó, Director. Usted no observó a Hermione allí, ni la vio irse. Debemos distinguir observación de inferencia." La cabeza del niño se giró para mirarla a ella. "Imperius, Desmemorización, Encantamiento de Memoria Falsa, Legeremancia. Profesora McGonagall, ¿estoy dejando por fuera algún hechizo que afecte la mente que pudiera haber hecho que Hermione hiciera esto o la hiciera creer que lo ha hecho?"
"El Encantamiento Confundus," ella respondió. Y aunque las Artes Oscuras nunca habían sido su estudio, ella conocía - "Y ciertos rituales Oscuros. Sin embargo ninguno de aquellos puede ser realizado en Hogwarts sin activar las alarmas."
El niño asintió, sus ojos aún posados directamente sobre ella. "¿Cuáles de estos hechizos pueden ser detectados? ¿Cuáles intentarán detectar los Aurores?"
"El Encantamiento Confundus se disipará en un par de horas," ella informó, tras haber organizado sus pensamientos por un momento. "La Señorita Granger recordaría el Imperius. La Desmemorización no puede ser detectada por ningún medio conocido, pero sólo un Profesor podría haber lanzado ese hechizo sobre un estudiante sin activar los encantamientos de alarma en Hogwarts. Legeremancia - únicamente puede ser detectada por otro Legeremante, creo -"
"Solicité que la Señorita Granger sea examinada por un Legeremante de la corte," dijo Dumbledore. "El examen mostró -"
"¿Confiamos en él?" inquirió Harry.
"Ella," señaló Dumbledore. "Sophie McJorgenson, a quien recuerdo como una estudiante honesta de Ravenclaw, y está atada por un Juramento Inquebrantable para revelar la verdad de lo que ve -"
"¿Podría alguien más hacerse pasar por ella con Poción Multijugos?" Harry Potter interrumpió otra vez. "¿Qué observó, Director?"
Albus prosiguió pesadamente, "Una persona que se veía como Madam McJorgenson nos contó que un único Legeremante había tocado ligeramente la mente de la Señorita Granger algunos meses atrás. Eso fue en Enero, Harry, cuando le comuniqué a la Señorita Granger sobre el asunto de un cierto Dementor. Eso era de esperarse; aunque lo que no esperaba era el resto de lo que encontró Sophie." El mago anciano se volteó a contemplar el fuego Flu, permitiendo que las flamas naranjas se reflejaran en su cara. "Como bien propones, Harry, un Encantamiento de Memoria Falsa es una posibilidad; son, al ser lanzadas perfectamente, indistinguibles de la memoria verdad -"
"Eso no me sorprende," Harry interrumpió. "Estudios muestran que las memorias humanas son más o menos re-escritas cada vez que las recordamos -"
"Harry," Minerva apuntó con suavidad, y la boca del niño se cerró de golpe.
El mago anciano continuó. "- pero un Encantamiento de Memoria Falsa de tal calidad requiere tanto tiempo para crear como una memoria verdadera. Crear una memoria detallada de diez minutos demandaría diez minutos de trabajo. Y de acuerdo a la Legeremante de la corte," La cara de Albus ahora parecía más cansada y arrugada que antes, "La Señorita Granger ha estado obsesionada con el Sr. Malfoy desde el día en que Severus... le gritó. Ella ha estado pensando que el Sr. Malfoy podría estar de acuerdo con el Profesor Snape, sobre cómo podría estar planeando hacerle daño a ella y dañar a Harry - imaginarlo por horas cada día - sería imposible crear memorias falsas durante tanto tiempo."
"La apariencia de la locura..." Severus murmuró suavemente, como si estuviera hablando consigo mismo. "¿Podría ser natural? No, es demasiado desastroso para ser puro accidente; demasiado conveniente para alguien, No tengo duda. ¿Una droga Muggle, tal vez? Pero eso no sería suficiente - La locura de la Señorita Granger tendría que ser guiada -"
"¡Ah!" Harry espetó de repente. "Ya lo tengo. El primer Encantamiento de Memoria Falsa fue invocado sobre Hermione después que el Profesor Snape le gritó, y mostraba, por ejemplo, a Draco y el Profesor Snape planeando asesinarla. Entonces anoche esa Memoria Falsa fue removida por Desmemorización, dejando atrás las memorias de su obsesión sobre Draco sin ninguna razón aparente, al mismo tiempo que ella y Draco recibieron las memorias falsas del duelo."
Minerva parpadeó por la sorpresa. Habrían pasado mil años para que a ella se le ocurriera esa posibilidad.
El Maestro de Pociones estaba frunciendo el ceño de manera pensativa, ojos intensos. "La reacción a un Encantamiento de Memoria Falsa es difícil de predecir por adelantado, Sr. Potter, sin Legeremancia. Los sujetos no siempre actúan como se espera, la primera vez que recuerdan las memorias falsas. Sería una táctica arriesgada. Aunque supongo que esa es una manera en que el Profesor Quirrell podría haberlo hecho."
"¿Profesor Quirrell?" exclamó Harry. "Qué motivo tiene él para -"
El Maestro de Pociones cortó secamente, "El Profesor de Defensa siempre es un sospechoso, Sr. Potter. Se dará cuenta del patrón, eventualmente."
Albus levantó una mano, un gesto silencioso, y todas las cabezas se voltearon a observar. "Sin embargo en este caso hubo otro sospechoso," Albus sentenció en voz baja. "Voldemort."
La más letales de las palabras innombrables parecieron hacer eco alrededor del cuarto, cancelando todo el calor de las flamas naranjas de la chimenea.
"No lo sé," el mago anciano explicó lentamente, "sé demasiado poco, de los métodos de inmortalidad de Voldemort. Él investigó aquellos libros antes que yo lo hiciera. Todo lo que pude hallar fue relatos antiguos, esparcidos a través de demasiados volúmenes para que él los pudiera remover. Pero encontrar la verdad entre muchas historias es también una habilidad de los magos, y esto me he empeñado en hacer. Hay un sacrificio humano, un homicidio, de eso estoy seguro; cometido con la sangre más fría, la víctima muriendo en medio del horror. Una vieja, viejas historias de magos poseídos, cometiendo maldades dementes, clamando los nombres de Señores Oscuros que se creía ya habían sido derrotados; y usualmente hay un dispositivo, de ese Señor Oscuro, que ellos portan..." Albus contempló a Harry, los antiguos ojos buscando los del joven. "creo, Harry - aunque tú solamente la llamarías interferencia - que el acto de asesinar parte el alma. Que por el ritual del más oscuro horror, el fragmento desgarrado del alma queda amarrado a este mundo. A una cosa material de este mundo. Que debe ser, o que entonces se vuelve, un dispositivo de poder."
Horrocrux. El terrible nombre hizo eco en la mente de Minerva, aunque parecía que - por alguna razón que ella desconocía - Albus no pronunciaría esa palabra en frente de Harry.
"Y por lo tanto," el mago anciano finalizó en voz baja, "el remanente del alma está unida a su parte atada, prolongándose aquí cuando su cuerpo es destruido. Una triste y dolorosa existencia, creo que lo sería; menos que espíritu, menos que el más vil de los fantasmas..." Los ojos del mago anciano estaban fijos sobre Harry, quien devolvió la mirada con ojos estrechos. "Tomaría tiempo para que esa alma mutilada recuperara una pobre imitación de la vida. Por eso es que tuvimos nuestros diez años de indulto, creo; por qué Voldemort no regresó de inmediato. Sin embargo con el tiempo... esa aparición se volvería capaz de levantarse de nuevo." El mago anciano habló con siniestra precisión "Está claro, por las historias, que los Señores Oscuros que regresan poseyendo otra forma, poseen menos magia que por la que eran conocidos. No creo que Voldemort estuviera satisfecho con eso. Él tomaría otra ruta hacia la vida. Aunque Voldemort era más Slytherin que Salazar, agarrándose a cualquier oportunidad. Él usaría su estado miserable, usaría su poder de posesión, si tuviera una razón. Si se pudiera beneficiar de la ajena... inexplicable furia." La voz de Albus había caído hasta casi un susurro. "Eso es lo que sospecho le sucedió a la Señorita Granger."
La garganta de Minerva estaba muy seca. "Él está aquí," ella jadeó. "Aquí, en Hogwarts -"
Luego se detuvo, porque la razón que Voldemort había venido a Hogwarts -
El mago anciano le echó a ella un breve vistazo, y admitió, todavía con un susurro, "Lo lamento, Minerva, estabas en lo correcto."
La voz de Harry era afilada. "¿En lo correcto sobre qué?"
"La más poderosa ruta de Voldemort para la vida," Dumbledore reconoció pesadamente. "El camino más deseable para él, por el cual se alzara más grande y más terrible que nunca antes. Está protegido aquí, dentro de este castillo -"
"Disculpe," Harry comentó con cortesía. "¿Es estúpido?"
"Harry," ella intervino, aunque no había fuerza en su voz.
"O sea, quizá no se haya dado cuenta de esto, Director Dumbledore, pero este castillo está lleno de NIÑOS -"
"¡No tuve elección!" bramó Dumbledore. Los ojos azules estaban fulgurando, bajo los anteojos de media luna. "Yo no la poseo, esa cosa que Voldemort desea. Pertenece a otro, ¡y está guardada aquí por su consentimiento! Le pregunté si podía guardarla en el Departamento de Misterios. Sin embargo él no permitirá eso - afirmó que debe ser dentro de las protecciones de Hogwarts, en el lugar donde está la protección de los Fundadores -" Dumbledore pasó su mano a través de su frente. "No," el mago anciano prosiguió con una voz aún más baja. "No puedo echar esta culpa a él. Él está en lo correcto. Hay demasiado poder en esa cosa, demasiado que los hombres desearían. Estoy de acuerdo con que la trampa debe yacer dentro de las protecciones de Hogwarts, en el lugar de mi propio poder." El mago anciano inclinó su cabeza. "Sabía que Voldemort iba a serpentear su camino hasta aquí de algún modo, y planeaba atraparlo. No creí - no soñé - que iba a entretenerse en un fortaleza enemiga un minuto más del necesario."
"Pero," cuestionó Severus con algo de confusión, "¿qué ganaría el Señor Oscuro al asesinar al único heredero de Lucius?"
"Llamado al orden," Harry Potter habló, un duro filo dentro de su voz. "Los motivos de quien fuera que estuviera detrás de esto no son el punto principal. ¡Nuestra máxima prioridad en este momento es que una estudiante inocente de Hogwarts está en problemas!"
Los ojos verdes se chocaron contra los azules, cuando Albus Dumbledore volvió a fijarse en el Niño-Que-Vivió -
"Bastante correcto, Sr. Potter," Minerva declaró, sin tan siquiera pensarlo, las palabras nada más salieron de sus labios. "Albus, ¿quién está vigilando a la Señorita Granger en este momento?"
"El Profesor Flitwick se fue con ella," el Director contestó.
"Ella necesita un abogado," Harry protestó. "Cualquiera que simplemente espetó 'Lo hice' a la policía -"
"Infortunadamente," Minerva dijo, su tono tomando algo de la severidad de la Profesora McGonagall sin pensarlo, "Dudo que un abogado vaya a ser de algún uso para la Señorita Granger en este punto, Sr. Potter. Ella va a encarar el juicio del Wizengamot, y con ellos es extremadamente improbable que la liberen por un tecnicismo."
Harry la estaba observando con una expresión de completa incredulidad, como si al sugerir que Hermione Granger no necesitaba un abogado fuera lo mismo que sugerir que la encendiera en llamas.
"Ella está en lo correcto, Sr. Potter," Severus añadió con calma. "Pocos procesos de corte en este país involucran abogados."
Harry alzó sus gafas y frotó sus ojos por un instante. "Bueno. ¿Cómo sacamos a Hermione de este atolladero, exactamente? ¿Supongo que es demasiado esperar que sin abogados, los jueces comprendan el concepto de 'sentido común' y 'probabilidad previa' lo suficientemente bien como para darse cuenta que las niñas de doce años básicamente nunca cometen asesinatos a sangre fría?"
"Es el Wizengamot lo que ella encara," declaró Severus. "La más antiguas de las Casas Nobles, y otros ciertos magos de influencia." El rostro de Severus se retorció en algo acercándose a su acostumbrado sarcasmo. "En cuanto a ellos mostrando sentido común - podría igualmente esperar que le hagan un sándwich de tocino, Potter."
Harry asintió, su boca endurecida. "¿Exactamente qué tipo de pena está enfrentando Hermione? Varita rota y expulsión -"
"No," Severus lo cortó. "Nada tan ligero. ¿Está malentendiendo a propósito, Potter? Ella está enfrentando al Wizengamot. Allí no se impone pena. Únicamente hay votación."
Harry Potter murmuró, "El dominio de la ley, durante tiempos complejos, ha demostrado ser deficiente en sí mismo; preferimos mucho más el juicio de los hombre, es vastamente más eficiente... ¿No hay reglas legales restrictivas en lo absoluto, entonces?"
Luz salió reflejada de los anteojos de media luna del mago anciano; habló cuidadosamente, y no sin ira. "Legalmente, Harry, estamos lidiando con una deuda de sangre de Hermione Granger hacia la Casa de Malfoy. El Señor Malfoy propone una retribución de esa deuda, y luego el Wizengamot vota sobre su propuesta. Eso es todo."
"Pero..." Harry expuso lentamente. "Lucius fue Seleccionado en Slytherin, él tiene que darse cuenta de que Hermione no es más que un peón. No la persona con la que realmente debería estar enojado. ¿Correcto?"
"No, Harry Potter," Albus Dumbledore rechazó pesadamente. "Así es como desearías que Lucius Malfoy llegara a pensar. El propio Lucius Malfoy... no compartirá tu deseo de que él piense de ese modo."
Harry fijó sus ojos sobre el Director, su mirada poniéndose más fría, al mismo tiempo que la propia Minerva tuvo que derribar sus propias emociones, dejar de caminar e intentar respirar. Había estado intentando no pensar al respecto, intentando alejar sus pensamientos lejos de eso, aunque ella sabía. Ella lo había sabido desde el instante en que lo escuchó. Podía verlo en los ojos de Albus -
"¿Está encarando una pena capital?" Harry preguntó en voz baja, y los escalofríos bajaron por toda la espina dorsal de Minerva ante el suave matiz de esa voz.
"¡No!" Albus exclamó. "No, no el Beso, ni Azkaban, no para una niña de primer año en Hogwarts. Nuestro país no está tan perdido, no todavía."
"Aunque Lucius Malfoy," Severus arremetió sin tono, "de seguro no estará satisfecho únicamente con partir su varita."
"De acuerdo," Harry comandó. "Como yo lo veo, tenemos dos líneas esenciales de ataque. Línea uno, hallar el culpable real. Línea dos, otra influencia sobre Lucius. El Profesor Quirrell salvó la vida de Draco, ¿crea eso una deuda de sangre de la Casa Malfoy que él pueda redimir para cancelar la de Hermione?"
Minerva parpadeó por la admiración de nuevo.
"No," Dumbledore contestó. El mago sacudió su cabeza. "Es un pensamiento astuto - pero no, Harry, me temo que no. Hay una excepción cuando el Wizengamot sospecha que las circunstancias de una deuda de vida podrían haber sido creadas deliberadamente. Y el Profesor de Defensa difícilmente está libre de sospecha. Por lo que Lucius protestará."
Harry asintió una vez, rostro endurecido. "Director, sé que hice un compromiso para no hacerlo - sin embargo bajo las circunstancias - esa vez que Draco lanzó el maleficio de tortura sobre mí, es esa deuda suficiente -"
"No," el mago anciano explicó (mientras ella soltaba un "¿Qué?" y Severus enarcó una ceja). "No habría sido suficiente, y ahora mismo ya no es una deuda. Eres un Oclumante y no puedes testificar bajo Veritaserum. Draco Malfoy podría ser Desmemorizado de su propia memoria antes de que pudiera testificar -" Albus vaciló. "Harry... sea lo que sea que hayas hecho con Draco, debes asumir que Lucius Malfoy pronto lo conocerá."
La cabeza de Harry se hundió entre sus manos. "Le dará Veritaserum a Draco."
"Sí," contestó en voz baja.
El Niño-Que-Vivió no pronunció nada, permaneció sentado con su cabeza dentro de sus manos.
El Maestro de Pociones se veía sorprendido de una manera genuina. "Draco realmente estaba intentando ayudar a la Señorita Granger," Severus concluyó. "Tú - Potter, tú de hecho -"
"¿Cambiar de bando?" Harry habló desde sus manos. "Estaba como a tres-cuartos de lograrlo. Le enseñé el Encantamiento Patronus y todo. No sé lo que sucederá ahora."
"Voldemort nos ha dado un golpe muy grave, este día," Albus sentenció. El sonido de la voz del mago anciano era como la apariencia del niño con su cabeza entre sus manos. "Ha tomado dos de nuestras piezas, con un... No. Debía haberlo visto antes. Ha tomado dos de las piezas de Harry con un movimiento. Voldemort ha empezado su juego otra vez, no contra mí, sino contra Harry. Voldemort conoce la profecía, sabe quién será su último enemigo. No está esperando para enfrentar a Hermione Granger y Draco Malfoy al lado de Harry cuando sean adultos. Los está atacando ahora."
"Quizá se trata de Quién-Tú-Sabes y quizá no," Harry señaló, su voz sonando un poco inestable. "No vayamos reduciendo el espacio para hipótesis prematuramente." Harry respiró y bajó sus manos. "La otra cosa que podemos intentar es atrapar al culpable real antes del juicio - o al menos hallar evidencia sólida de que alguien más lo hizo."
"Sr. Potter," propuso Minerva, "El Profesor Quirrell le contó a los Aurores que sabía de alguien con un motivo para lastimar al Sr. Malfoy. ¿Usted sabe de quién estaba hablando?"
"Sí," Harry respondió, tras dudar. "Aunque creo que debo conducir esa parte de mi investigación con el Profesor de Defensa - al igual que no tendría al Profesor Quirrell en el cuarto mientras discutimos sobre cómo investigarlo a él."
"¿Él sospecha de mí?" Severus cuestionó, luego dejó escapar una corta sonrisa. "Vaya, por supuesto que lo hace."
"Mi propio plan," indicó Harry, "es ir a buscar el cuarto de los trofeos donde ocurrió el supuesto duelo y ver si puedo descubrir cualquier cosa anómala. Si pueden pedir a los Aurores investigando que me dejen pasar -"
"¿Cuáles Aurores investigando?" Severus interrogó sin tono.
Harry Potter respiró profundamente, dejándolo salir lentamente, y luego habló de nuevo. "En los libros de misterio usualmente toma más que un día resolver un crimen, pero veinticuatro horas es - no, treinta horas son mil ochocientos minutos. Y puedo pensar al menos de otro lugar importante para buscar pistas - aunque tendría que hacer que alguien más penetre en los dormitorios de las chicas de Ravenclaw. Cuando Hermione estaba combatiendo abusones, estaba encontrando notas bajo su almohada cada mañana, informando a dónde tenía que ir ella -"
"Albus..." gruñó Minerva.
"Yo no las envié," se defendió el mago anciano. Sus cejas blancas enmarcadas por la sorpresa. "No sabía nada de esto. ¿Crees que estaban jugando con ella, Harry?"
"Es una posibilidad," Harry reconoció. "Más aún, porque hay una parte de este rompecabezas que ustedes no conocen todavía." La voz de Harry bajó, creció en intensidad. "Director, usted ya sabe que obtuve la capa de invisibilidad de mi padre de alguien que dejó una nota bajo mi almohada, afirmando que era un regalo adelantado de Navidad. Creo que tenemos que asumir que es la misma persona que le dejó las notas a Hermione -"
"Harry," el mago anciano lo interrumpió, y vaciló por un momento. "Devolver la capa de tu padre, no me parece un acto de villanía -"
"Escuche," Harry Potter insistió con urgencia. "La parte que usted no conoce es que cuando Bellatrix Black escapó de Azkaban, encontré otra nota sobre mi almohada, firmada por 'Papá Noel', diciendo que había escuchado que usted me iba a encerrar dentro de Hogwarts, y que estaban dándome una ruta de escape al Instituto de las Brujas de Salem en América. Esa nota venía con una baraja de cartas, en el cual el Rey de Corazones se supone era un traslador -"
"¡Sr. Potter!" chilló la Profesora McGonagall, ella ni siquiera había pensado antes de hablar. "¡Eso podría ser un intento de secuestro! Usted tendría que haber contado - "
", Profesora, hice la cosa sensata," el niño argumentó con voz llana. "Adaptado a las circunstancias, hice la cosa sensata. Le conté al Profesor Quirrell. Y de acuerdo al Profesor Quirrell, ese traslador va a algún lugar de Londres - definitivamente no es lo suficientemente fuerte como ser un traslador internacional. Es posible que la persona que enviara la nota sea honesta, y que el punto en Londres no es más que una estación." El niño introdujo una mano dentro de su túnica y extrajo una baraja de cartas, junto con una nota de papel doblado. "Voy a confiar en que no van a ir con las pistolas disparando - o sea las varitas disparando - sólo en el caso de que el que lo envió sea un aliado mío, si no de ustedes. Sin embargo si es una trampa, propongo que la activemos ahora. Y quien sea que sea, hay que atraparlo vivo para que lo podamos exhibir ante el Wizengamot, no puedo dejar de hacer hincapié en esa parte."
Severus se levantó de su silla, sus ojos intensos, y se movió hacia Harry. "Necesitare un cabello suyo para la Poción Multijugos, Sr. Potter -"
"¡No seamos precipitados!" apremió Albus. "Aún no hemos examinado las notas enviadas a la Señorita Granger; podría no haber semejanza alguna. Severus, ¿entrarías a su dormitorio y verías si puedes encontrar aquellas notas?"
Las cejas de Harry Potter se habían enarcado, al tiempo que se había puesto de pie para ofrecer un mejor acceso al Maestro de Pociones hacia su cabello desarreglado. "¿Usted cree que hay dos personas diferentes recorriendo Hogwarts dejando notas debajo de las almohadas?"
Severus soltó una carcajada breve y sardónica, mientras su mano se adelantó y arrancó un cabello, que prontamente estaba siendo cuidadosamente envuelto en seda. "Bastante posible. si he aprendido algo en mi ocupación de Jefe de Slytherin, he aprendido los ridículos embrollos que se producen cuando hay más de un planeador y más de un plan. Aunque Director - creo que el Sr. Potter está en lo correcto en que debería seguir este traslador y ver a dónde lleva."
Albus dudó, y luego asintió con reluctancia. "Hablaré contigo antes de que te vayas, entonces."

...

Al tiempo que Harry Potter salió del cuarto para realizar su propia investigación, Severus giró sobre sus talones y con rápidas zancadas se dirigió hacia el jarrón con el polvo Flu, su manto levantándose a causa de su velocidad. "Iré a conseguir algo de Poción Multijugos, añadir el cabello, y partir. Director, va a quedarse a la espera de -"
"Albus," Minerva inquirió, sorprendida ante lo firme que era su propia voz, "¿dejaste tú esas notas bajo la almohada del Sr. Potter?"
La mano de Severus se detuvo un instante antes de lanzar el polvo Flu dentro del fuego.
Dumbledore asintió ante ella, aunque la sonrisa que siguió pareció un poco hueca. "Me conoces demasiado bien, querida."
"¿Y supongo que el traslador irá a un hogar amistoso donde el Sr. Potter sería mantenido a salvo hasta que tú llegaras a recogerlo para traerlo de vuelta a Hogwarts?" Su voz era dura - era sensato, ella no podía negar que era sensato, pero por alguna razón parecía demasiado cruel.
"Dependería de las circunstancias," el mago anciano replicó con calma. "Si Harry hubiera llegado tan lejos - podría haberlo dejado escapar, por un tiempo. Mejor saber a dónde está yendo, y asegurarse que está en un lugar seguro, con amigos -"
"Y pensar," lo cortó la Profesora McGonagall, "¡que pensé en dar una reprimenda al Sr. Potter por no hablar sobre este importante asunto! ¡Reprenderlo por no tener el sentido común de confiar en nosotros!" Su voz había crecido en volumen. "¡Tendré que saltarme ese regaño, supongo!"
Severus estaba mirando fijamente al Director con ojos estrechos. "Y las notas para la Señorita Granger -"
"El Profesor de Defensa, probablemente," aventuró el mago anciano. "Aún así - sólo es una suposición."
"Tendré que buscarlas," Severus expuso. "Y luego, supongo, empezar a buscar a Quien-Tú-Sabes." Un ceño fruncido cruzó el rostro del Maestro de Pociones. "Una tarea que no tengo ni la más mínima idea de dónde iniciar. ¿Sabe de alguna magia para encontrar un alma, Director?"

...

El salón de clases de Adivinación estaba iluminado por la mortecina luz roja de cien pequeños fuegos donde ardían cientos de inciensos diferentes, por lo que si te pidieran definir ese cuarto con una palabra, la respuesta sería 'humo'. (Asumiendo que te tomaras la molestia de mirar cualquier cosa, cuando tu nariz amenazaba con sobrecargarse y morir.) Si tu mirada podía perforar esas viscosas neblinas, verías un pequeño, apretujado cuarto con cuarenta sillones almidonados, la mayoría sin usar, estaban atiborrados alrededor de un pequeño espacio en el centro del cuarto, donde una puerta-trampa circular esperaba para tu escape.
"¡La parca!" exclamó la Profesora Trelawney con voz temblorosa, mientras oteaba la taza para té de George Weasley. "¡La parca! ¡Es una señal de muerte! Una que tú conoces, George - ¡alguien va a morir! Y pronto - sí, será muy pronto, creo - a menos que sea después desde luego -"
Habría sido una predicción muy aterradora, pensaron Fred y George, de no ser porque le había dicho lo mismo a cada uno de los estudiantes en su clase de Adivinación. Apenas y estaban pensando al respecto para esas alturas; todos sus pensamientos eran para el desastre de hoy -
La puerta-trampa se abrió del todo con un sopetón que causó que la Profesora Trelawney chillara y derramara todo el té de George sobre su túnica, y un instante después Dumbledore entró como el viento a través del piso con una ave de fuego sobre su hombro.
"¡Fred!" el mago anciano comandó. Su túnica era tan negra como la noche sin luna, sus ojos tan duros como diamantes azules. "¡George! ¡Conmigo, ya!"
Se produjo un jadeo colectivo y para cuando Fred y George estaban bajando la escalerilla tras el Director, la clase entera ya estaba especulando sobre qué rol habían tenido ellos en el intento de asesinato de Draco Malfoy.
La puerta-trampa no había acabado de cerrarse con un portazo cuando todos los sonidos cercanos fueron silenciados y el mago anciano giró hacia ellos y sosteniendo una varita en alto ordenó, "¡Entreguen el mapa!"
"¿M-mapa?" dijo Fred o George en total conmoción. Ellos ni habían sospechado siquiera que Dumbledore sospechara. "Qué, n-no sabemos de qué está -"
"Hermione Granger está en peligro," afirmó el mago anciano.
"El Mapa está en nuestro dormitorio," George o Fred informó inmediatamente. "Nada más denos un par de minutos para cogerlo y se lo -"
Los brazos del mago los atraparon como si ellos fueran almohadas, se produjo un grito perforador y un destello de fuego y luego los tres estaban en el dormitorio de los chicos de tercer año en Gryffindor.
Unos pocos momentos después, Fred y George estaban entregando el Mapa al Director, haciendo únicamente una mueca ante el sacrilegio de dar su preciosa pieza del sistema de seguridad de Hogwarts a la persona que en realidad era su dueña, y el mago anciano tenía el ceño fruncido ante la aparente nada.
"Tiene que decir," ellos explicaron, "Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas -"
"Voy a declinar mentir," juró el mago anciano. Sostuvo el Mapa por lo alto y bramó, "¡Escúchame, Hogwarts! ¡Deligitor prodi!" Un instante después el Director estaba usando el Sombrero Seleccionador, que se veía correctamente aterrador sobre su cabeza, como si Dumbledore hubiera estado esperando siempre por un sombrero puntiagudo y remendado para completar su existencia.
(Fred y George inmediatamente memorizaron esta frase, por si acaso funcionaba en alguien más aparte del Director, y empezaron a intentar pensar bromas que tuvieran que ver con el Sombrero Seleccionador.)
El mago anciano no desperdició un momento para quitar el Sombrero Seleccionador de su cabeza y lo volteó al revés - era difícil saberlo a ciencia cierta con el Sombrero de cabeza, aunque se veía un poco cruzado en el fondo - y luego hundió su mano para extraer una varita de cristal. Con este instrumento empezó a trazar patrones de runas sobre el Mapa, murmurando extraños encantamientos que no sonaban del todo a Latín e hicieron eco en sus oídos de una manera horripilante e inusual. A la mitad de trazar una runa él los miró a los dos, otorgándoles un vistazo afilado. "Les regresaré esto después, hijos de Weasley. Regresen a clase."
"Sí, Director," ellos hablaron, y titubearon. "Ah - sobre Hermione Granger,  realmente ella va a estar obligada a servir a Draco Malfoy para siempre como su -"
"Váyanse," demandó el mago anciano.
Ellos se fueron.
Cuando estuvo a solas en el cuarto, el mago anciano bajó la mirada hacia el Mapa, que ahora tenía dibujado en finas líneas los dormitorios de Gryffindor, el único nombre que quedaba era el de Albus P.W.B. Dumbledore escrito a mano.
El mago anciano alisó el Mapa, lo dobló, y susurró, "Encuentra a Tom Riddle."

...

El cuarto de interrogación del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica usualmente era iluminado por una pequeña luz naranja, para que el Auror interrogador se apoyara sobre tu incómoda silla de metal con su cara envuelta por las sombras casi totalmente, evitando que pudieras leer su expresión, mientras que ellos podían leer la tuya.
Tan pronto como el Sr. Quirrell hubo entrado en el cuarto, la pequeña luz naranja había mermado y empezado a parpadear como una vela a punto de ser apagada por el viento. El cuarto ahora era iluminado por un resplandor sin fuente del color del hielo que iluminaba toda la piel pálida del Sr. Quirrell como alabastro, excepto, de algún modo, sus ojos, que permanecieron en la oscuridad.
El Auror en turno que estaba afuera había intentado subrepticiamente deshacer este efecto cuatro veces sin el más mínimo asomo de éxito, a pesar del hecho que el Sr. Quirrell había rendido con educación su varita tras ser detenido para interrogación, y no había mostrado señal de hablar o entonar o ejercer alguna otra clase de poder.
"Quirinus... Quirrell," arrastró las palabras el hombre sentado al otro lado de donde el Profesor de Defensa había esperado con cortesía. El interrogador tenía el cabello grueso y lo agitaba de un lado para otro como la melena de un león, con ojos amarillentos fijos dentro de la cara severamente arrugada de un hombre al final de su décima década. El hombre estaba, para este momento, pasando las hojas a través de una gran carpeta de pergaminos que había extraído de un negro y muy sólido maletín tras haber penetrado en el cuarto cojeando y haberse sentado, aparentemente no mirando el rostro del hombre que estaba interrogando. No se había introducido a sí mismo.
Tras hojear unos cuantos pergaminos más, lo que hizo en silencio, el Auror habló de nuevo. "Nacido el 26 de Septiembre, 1955, de Quondia Quirrell, tras una cita aceptada con Lirinus Lumblung..." entonó el Auror. "Seleccionado en Ravenclaw... T.I.M.O. bastante buenos... E.X.T.A.S.I.S. en Encantamientos, Transformación... un Extraordinario en Estudios Muggle, impresionante... Runas Antiguas, y oh sí, Defensa. Un Extraordinario en eso también. Se convirtió en un gran turista, visitando toda clase de lugares. Visas de traslador para Transilvania, el Imperio Prohibido, la Ciudad de la Noche Interminable... vaya vaya, Texas." El hombre levantó la vista del portafolio, ojos estrechos. "¿Qué estaba haciendo allí, Sr. Quirrell?"
"De excursión, principalmente en las áreas Muggle," el Profesor de Defensa dijo sin complicaciones. "Como usted afirmó, soy un gran turista."
El hombre escuchó con el ceño fruncido, luego bajó la vista, luego la alzó otra vez. "También veo que visitó la Ciudad de Fuyuki en 1983."
El Profesor de Defensa levantó una ceja con leve desconcierto. "¿Qué hay de ello?"
"¿Qué hizo usted en la Ciudad de Fuyuki?" La pregunta salió como una hoja afilada.
El Profesor de Defensa frunció el ceño ligeramente. "Nada digno de mención. Visité algunos lugares conocidos, otros menos conocidos, y aparte de eso, estuve a solas."
"¿En serio?" el Auror habló con suavidad. "Encuentro esa réplica bastante interesante."
"¿Por qué?" inquirió el Profesor de Defensa.
"Porque no hubo visa alguna para la Ciudad de Fuyuki." El hombre cerró la carpeta con un golpe. "Usted no es Quirinus Quirrell. ¿Quién rayos es usted?"

...

El Maestro de Pociones entró con calma al dormitorio de chicas de Ravenclaw, el dormitorio de primer año, un lugar festivo donde el bronce y el azul competían para ser el color los peluches, bufandas y vestidos, pequeñas piezas de joyería barata, y afiches de gente famosa. La cama de Hermione Granger era fácil de identificar; era la que había sido atacada por un monstruo de libros.
Nadie más parecía estar por ahí, en ese momento del día, y un buen número de hechizos verificaron esto.
El Maestro de Pociones buscó bajo la almohada de Hermione Granger, y debajo de su cama, y luego empezó a revisar su baúl, inspeccionando sin cambiar de expresión objetos que se podrían mencionar y otros que no se podían mencionar, y finalmente tuvo éxito en encontrar una serie de papeles describiendo lugares y tiempos donde los abusones serían hallados, todos los papeles firmados únicamente con una 'S' elaborada.
Tras una breve llamarada de fuego después, los papeles se habían ido, y el Maestro de Pociones se fue a reportar el fracaso de su misión.

...

El Profesor de Defensa estaba sentado calmado aún con sus manos unidas sobre su regazo. "Si consulta al Director Dumbledore," explicó el Profesor de Defensa, "descubrirá que él está muy enterado de este asunto, y que accedí a enseñar su clase de Defensa con la condición explícita de que ninguna indagación fuera realizada sobre mi -"
Con un movimiento de rayo, el interrogador azotó su varita y espetó Polyfluis Reverso!" al mismo tiempo que el Profesor de Defensa estornudó, lo que causó que el rayo de color plateado-espejo se deshiciera en una lluvia de chispas blancas.
"Disculpe," el Profesor de Defensa dijo con educación.
La sonrisa que el Auror soltó no tenía ni un asomo de regocijo. "¿Así que dónde está el Quirinus Quirrell real, eh? ¿Bajo un Imperius en el fondo de un baúl en algún lado, mientras coges un cabello de vez en cuando para tu Multijugos ilegal?"
"Está haciendo suposiciones altamente cuestionables," el Profesor de Defensa replicó con afilada voz. "¿Qué le hace pensar que no robé directamente su cuerpo usando una magia increíblemente Oscura?"
Esto fue seguido por una pausa certera.
"Le sugiero," el Auror amenazó, "que tome esto seriamente, Sr. Quien.Quiera-Que-Sea."
"Lo lamento," expuso el Profesor de Defensa, recostándose en su silla, "sin embargo veo pocas razones para humillarme a mí mismo en esta ocasión en particular. ¿Qué me va a hacer, matarme?"
"No aprecio su humor," el Auror insistió con suavidad.
"Que infortunado para usted, Rufus Scrimgeour," concluyó el Profesor de Defensa. "Tiene mi más profunda simpatía." Inclinó su cabeza, pareciendo estudiar al interrogador; e incluso dentro de la sombra de luz-hielo, los ojos destellaron.

...

Padma se quedó con la mirada agachada hacia su plato.
"¡Hermione simplemente no haría eso!" gritó Mandy Brocklehurst, quien prácticamente estaba llorando, de hecho ella estaba llorando, su voz habría sido lo suficientemente alta como para silenciar el Gran Comedor de no ser por todos los otros estudiantes que se estaban gritando entre sí. "Yo - yo apuesto que Malfoy intentó - hacer cosas con ella -"
"¡Nuestro General nunca haría eso!" Kevin Entwhistle exclamó aún más fuerte que Mandy.
"¡Por supuesto que él lo haría!" bramó Anthony Goldstein. "¡Malfoy es el hijo de un Mortífago!"
Padma se quedó con la mirada agachada hacia su plato.
Draco era el General de su ejército.
Hermione era la fundadora de S.P.I.H.B.
Draco había confiado en ella para ser su segunda al mando.
Hermione era su compañera de Ravenclaw.
Ambos eran sus mejores amigos, quizá los dos mejores amigos que tenía.
Padma se quedó con la mirada agachada hacia su plato. Estaba contenta de que el Sombrero Seleccionador no le hubiera ofrecido Hufflepuff. De haber sido Seleccionada en Hufflepuff probablemente habría sido más doloroso, intentar decidir dónde yacían sus lealtades divididas...
Parpadeó y se dio cuenta que su visión se había puesto borrosa de nuevo, y levantó una mano temblorosa para limpiar sus ojos una vez más.
Morag MacDougal resopló tan fuertemente que fue audible incluso en medio del pandemónium del almuerzo, y declaró en voz alta, "Apuesto que Granger hizo trampa en la batalla de ayer, apuesto que por esa razón Malfoy la retó -"
"¡Todos ustedes CÁLLENSE!" rugió Harry Potter, al tiempo que golpeó la mesa con sus puños tan duro que los platos vibraron por todos lados.
En cualquier momento habría recibido la reprimenda de los Profesores, esta vez apenas y logró que unos pocos estudiantes cercanos lo vieran.
"Quería comer mi almuerzo," Harry Potter anunció, "y luego regresar a mi investigación, por lo que no iba a hablar con nadie. Pero todos ustedes están siendo bobos, y cuando la verdad salga a la luz van a lamentar lo que dijeron sobre personas inocentes. Draco no hizo nada, Hermione no hizo nada, ¡ambos estaban bajo el Encantamiento de Memoria Falsa!" La voz de Harry Potter había ido creciendo en las últimas palabras. "¿Cómo es que eso no es MALDITAMENTE OBVIO?"
"¿Crees que vamos a creer eso?" Kevin Entwhistle le gritó de vuelta. "¡Eso es lo que todos afirman! '¡Yo no lo hice, fue solamente un Encantamiento de Memoria Falsa!' ¿Crees que somos estúpidos?"
Y Morag asintió junto con él, con una mirada condescendiente.
La expresión que surgió en el rostro de Harry Potter hizo que Padma se encogiera.
"Ya veo," Harry Potter clamó, no era un grito por lo que Padma tuvo que esforzarse para escucharlo. "El Profesor Quirrell no está aquí para explicar lo estúpida que es la gente, aunque apuesto que en esta ocasión puedo hacerlo por cuenta propia. Las personas hacen algo tonto y son atrapados y se les da Veritaserum. Ningún romántico maestro criminal, porque esos nunca serían atrapados, esos habrían aprendido Oclumancia. Tristes, patéticos, incompetentes criminales son atrapados, y confiesan bajo Veritaserum, y estarían desesperados por no entrar a Azkaban así que alegan que recibieron el Encantamiento de Memoria Falsa. ¿Correcto? Así que tu cerebro, por pura asociación Pavloviana, enlaza la idea del Encantamiento de Memoria Falsa con los criminales que tienen excusas increíbles. No tienes que considerar los detalles específicos, tu cerebro nada más ajusta los patrones de la hipótesis en un balde de cosas que no crees, y ya acabaste. Al igual que mi padre creía que las hipótesis mágicas nunca podrían ser creíbles, porque escuchó a muchas personas estúpidas hablando sobre la magia. Creer en una hipótesis que involucre los Encantamientos de Memoria Falsa es de bajo estatus."
"¿Qué tonterías estás hablando?" replicó Morag, mirando al Niño-Que-Vivió por encima de su nariz.
"¿Piensas que vamos a creer cualquier cosa que  digas?" bramó una bruja de Ravenclaw que se veía ligeramente mayor y a la que Padma no reconoció. "¿Siendo  el que volvió a Granger Oscura?"
"No me voy a quejar," Harry Potter habló con una voz perturbadora por su calma, "sobre magos que que no tienen ninguna lógica y que creen las cosas más dementes. Porque se lo comenté una vez al Profesor Quirrell, y nada más me otorgó esta mirada y afirmó que de no estar cegado por mi crianza podría pensar cien cosas más ridículas que muchos Muggles creían. Lo que todos ustedes están haciendo es muy humano y muy normal y no los hace personas malas de un modo inusual, por lo que no me voy a quejar." El Niño-Que-Vivió se levantó de su banco. "Los veré después."
Y Harry Potter se alejó de ellos, se fue alejando de todos ellos.
"No crees que él está en lo correcto, ¿o sí?" inquirió Su Li a su lado, en un tono que dejaba muy claro lo que ella pensaba.
"Yo -" dudó Padma. Sus palabras parecían quedarse atrapadas en su garganta, sus pensamientos parecían quedarse atrapados en su cabeza. "Yo - o sea - yo -"

...

Si te esfuerzas lo suficiente para pensar puedes hacer lo imposible.
(Siempre había sido una articulación de la fe de Harry. Había existido un tiempo en que había reconocido las leyes de la física como una limitación última, y ahora sospechaba que no había límites verdaderos.)
Si piensas lo suficientemente rápido a veces puedes hacer lo imposible rápidamente...
...a veces.
Sólo a veces.
No siempre.
No seguramente.
El Niño-Que-Vivió contempló el cuarto de trofeos, rodeado por premios y copas y placas y escudos y estatuas y medallas guardadas detrás de miles, quizá decenas de miles, de pantallas de cristal. Por tantos siglos como había existido Hogwarts, este cuarto había estado acumulando detalles. Una semana, un mes, tal vez incluso un año, no habría sido suficiente para tomar la opción de 'examinar' cada objeto en el cuarto. No estando el Profesor Flitwick, Harry le había preguntado al Profesor Vector si había alguna manera de detectar el daño hecho a las protecciones alrededor de los estuches de cristal, verificar los residuos que tendrían que haber quedado tras un duelo real. Harry había recorrido la biblioteca de Hogwarts buscando hechizos para descubrir la diferencia entre huellas dactilares viejas y nuevas, o para detectar exhalaciones persistentes en un cuarto. Y todos aquellos intentos para jugar al detective habían fracasado.
No había pistas, ninguna que él fuera lo suficientemente listo como para encontrar.
El Profesor Snape había informado que el traslador llevaba a una casa vacía en Londres, sin ninguna señal de alguien o algo en la casa.
El Profesor Snape no había hallado ninguna nota en el dormitorio de Hermione.
El Director Dumbledore había argumentado que el espíritu de Voldemort probablemente estaba oculto en la Cámara de los Secretos donde el sistema de seguridad de Hogwarts no podía encontrarlo. Harry se había introducido en los calabozos de Slytherin bajo la Capa de Invisibilidad y pasó el resto de la tarde buscando en todos los lugares obvios, sin embargo no había descubierto nada serpentino que le respondiera cuando le hablaba. La entrada a la Cámara de los Secretos, aparentemente, no había sido hecha para ser encontrada en un día.
Harry se había comunicado con todos los amigos de Hermione que todavía le hablaban, y ninguno de ellos había recordado que Hermione dijera cualquier cosa específica sobre por qué creía que Draco estaba tramando contra ella.
El Profesor Quirrell no había regresado del Ministerio para la hora de la cena. Los estudiantes mayores parecían pensar que el Profesor de Defensa de este año probablemente terminaría recibiendo la culpa por el incidente, y despedido por enseñar a los estudiantes de Hogwarts a ser demasiado violentos. Hacían comentarios sobre el Profesor de Defensa como si ya se hubiera ido.
Harry había usado las seis horas enteras de su Giratiempo, y todavía no había pistas, y ya tenía que irse a dormir si quería estar funcional para el juicio de Hermione al día siguiente.
El Niño-Que-Destruyó-Un-Dementor estaba de pie en el medio del cuarto de trofeos de Hogwarts, su varita tirada a sus pies.
Estaba llorando.
A veces llamabas a tu cerebro y no respondía.
El juicio de Hermione Granger empezó a la hora debida al día siguiente.

Capítulo 78             Capítulo 80


Nota del Traductor


Es aterrador que todas las predicciones de la Profesora Trelawney se vuelvan realidad.

Me encanta la referencia a Fate/Stay Night, y es asombroso imaginar lo que el Profesor Quirrell podría haber hecho en la Guerra del Santo Grial, para bien y para mal.

El próximo capítulo es de 6.000 palabras, por lo que espero terminar de traducirlo y publicarlo en semana y media. También les informo que hace poco actualicé las metas y rangos del Patreon.

Esta semana fue mi cumpleaños y fue mejor de lo que esperaba, a veces envejecer no es tan malo. Aunque claro, ser inmortal sería mejor.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel


Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad. Si quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en Patreon


Gracias por leer.

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