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domingo, 2 de junio de 2019

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 78

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad

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Personajes de Harry Potter

Capítulo 78: Preludio al Intercambio de Tabúes: Trampa


Era Sábado, 4 de Abril, en el año de 1992.
El Sr. y la Sra. Davis se veían bastante nerviosos, sentados en una sección especial de las gradas de Quidditch de Hogwarts - aunque el día de hoy las mullidas sillas no contemplaban escobas voladoras, sino que veían un cuadrado gigantesco de lo que parecía ser un pergamino; un gran vacío blanco que pronto iba a llenarse con ventanas de hierba y soldados. Por ahora únicamente mostraba el reflejo apagado del color gris de los cielos circundantes y encapotados. (Se mostraban bastante tormentosos, aunque los magos del clima habían prometido que la lluvia no caería antes del anochecer.)
Ordinariamente era una antigua tradición de Hogwarts que los simples padres debían Quedarse Afuera - por la misma razón que a los niños impacientes se les ordenaba salir de la cocina y no entrometerse en los asuntos del cocinero. La única razón para una conferencia padre-profesor era si el profesor sentía que un padre no era lo suficiente bueno. Requería una circunstancia excepcional lograr que la administración de Hogwarts sintiera que tenía que justificarse a sí misma para ti. En cualquier ocasión dada, en términos generales, la administración de Hogwarts estaba respaldada por ochocientos años de distinguida historia y tú no lo estabas.
Por lo que había sido con azoramiento que el Sr. y la Sra. Davis habían insistido en tener una audiencia con la Directora Adjunta McGonagall. Era difícil demostrar una sensación apropiada de indignación cuando estabas confrontando a la misma bruja digna que, doce años y cuatro meses antes, les había dado dos semanas de detención tras haberlos atrapado en el acto de concebir a Tracey.
Por el otro lado, el coraje del Sr. y la Sra. Davis había sido ayudado por el acto de agitar con ira una copia de El Quisquilloso cuyo titular mostraba, con brillante texto resaltado para que todo el mundo lo pudiera ver:
¿PACTOS CON POTTER?
BONES, DAVIS, GRANGER
EN UN RECTÁNGULO AMOROSO DE TERROR
Y así el Sr. y la Sra. Davis habían alegado hasta llegar a las Gradas de la Facultad en las bancas de Quidditch de Hogwarts, donde ahora estaban instalados con una excelente vista de las pantallas encantadas del Profesor Quirrell, para que ellos dos pudieran ver por sí mismos "¡Qué Condenados Diantres había estado sucediendo con esta escuela, si perdona la expresión, Directora Adjunta McGonagall!"
Sentado a la izquierda del Sr. Davis había otro padre preocupado, un hombre de cabello blanco con una elegante túnica negra de cualidad incomparable, un Lucius Malfoy, líder político de la facción más fuerte del Wizengamot.
A la izquierda del Señor Malfoy, un hombre aristocrático de mueca burlona y despreciativa que les había sido presentado como el Señor Jugson.
Luego un hombre anciano de afilados ojos amarillos llamado Charles Nott, quien se rumoreaba era casi tan rico como el Señor Malfoy, sentado a la izquierda del Señor Jugson.
A la derecha de la Sra. Davis, se encontraba la atractiva Dama y el aún más bello Señor de la Más Noble y Antigua Casa de Greengrass. Eran jóvenes de acuerdo a la manera que los magos contaban la edad, adornados con túnicas grises de seda con diminutas esmeraldas engastadas en la forma de hojas de hierba. La Dama Greengrass era considerada un voto clave indefinido en el Wizengamot, su propia madre se había retirado de la posición con sorprendente velocidad. Su encantador esposo, aunque su familia no era noble o rica en sí misma, había recibido una posición en el Consejo Escolar.
A su derecha, una bruja vieja e increíblemente ruda de mandíbula cuadra, quien había sacudido las manos del Sr. y la Sra. Davis sin la más mínima nota de condescendencia. Esta era Amelia Bones, Directora del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica.
A la derecha de Amelia había una mujer señorial que había puesto al sentido de la moda de la Bretaña mágica a hablar en su oreja al integrar un buitre vivo en su sombrero, era Augusta Longbottom. Aunque no era llamada Dama, la Señora Longbottom ejercía los derechos plenos de la familia Longbottom hasta que el último heredero alcanzara la mayoría de edad, y ella era considerada una figura prominente en la facción minoritaria del Wizengamot.
Al lado de la Señora Longbottom estaba sentado nadie más que el Gran Hechicero Jefe de Magos Director Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, legendario vencedor de Grindelwald, protector de Bretaña, re-descubridor de los fantásticos doce usos de la sangre de dragón, el mago más poderoso en el mundo.
Y finalmente, en el lado derecho más lejano, se encontraba el enigmático Profesor de Defensa de Hogwarts, Quirinus Quirrell, quien estaba recostado en la silla amoblada como si estuviera descansando; pareciendo entera y naturalmente en paz entre la rara compañía de un quórum de votación del Consejo Escolar de Hogwarts, que había caído en este lindo Sábado para descubrir qué Condenados Diantres había estado sucediendo en Hogwarts en general y con Draco Malfoy, Theodore Nott, Daphne Greengrass, Susan Bones, y Neville Longbottom en particular. El nombre de Harry Potter también había sido bastante discutido.
Oh, y no debía olvidarse a Tracey Davis, por supuesto. Las cejas de la Directora Bones se habían alzado con algo de interés tras escuchar que la joven pareja fue introducida como sus padres. El Señor Jugson les había otorgado  una breve, incrédula mirada antes de hacerlos a un lado con un bufido. Lucius Malfoy los saludó con educación, su sonrisa conteniendo una nota de siniestra diversión con una mezcla de lástima.
El Sr. y la Sra. Davis, cuya última votación de importancia había sido tocar sus varitas al nombre del Ministro Fudge, quienes tenían todos sus trescientos Galeones guardados en su bóveda de Gringotts, y quienes respectivamente trabajaban vendiendo calderos en una tienda de Pociones y encantando Omniculares, estaban presionados fuertemente entre sí, sentándose rígidamente erectos sobre sus mullidas sillas, y de manera desesperada deseando estar vistiendo túnicas más decentes.
El cielo sobre ellos era una sólida masa de nubes dispersas entre grises más oscuros y claros, siniestro con la promesa de tormentas futuras; aunque ningún rayo parpadeaba todavía, ningún retumbo de trueno distante había hecho eco; y solamente unas pocas gotas amenazantes habían caído.


...

Hacia su designado lugar de origen en un cierto bosque, el Regimiento Rayo de Sol marchó, aunque era más como una caminata lenta; no querían cansarse antes de que la batalla ni siquiera hubiera comenzado, y las brisas de Abril eran molestamente húmedas, y a pesar de ello frías. Adelante de ellos, una llama amarilla flotaba lentamente a través del aire, que los iba guiando de acuerdo a su ritmo.
Susan Bones siguió arrojando miradas de preocupación hacia la General Rayo de Sol mientras marchaban a través del bosque iluminado de gris. El que el Profesor Snape fuera tras Hermione parecía haberla sacudido realmente. Hermione incluso se había perdido su Encuentro de Planeación Oficial del Regimiento Rayo de Sol, lo que parecía bastante comprensible; sin embargo cuando Susan le había ofrecido simpatía después de eso, Hermione había balbuceado que había perdido la noción del tiempo, lo que no era una cosa usual dicha por ella, y la chica se veía exhausta y temerosa como si hubiera pasado tres días encerrada en un inodoro con un Dementor. Incluso ahora, cuando todo el enfoque de la General Rayo de Sol tendría que haber estado sobre la inminente batalla,  la vista de la chica de Ravenclaw estaba girando constantemente hacia todas las direcciones, como si estuviera esperando Magos Oscuros a punto de saltar desde los arbustos para sacrificarla.
"La prohibición en artefactos Muggle reduce mucho nuestras opciones," Anthony Goldstein estaba hablando con el tono austero que solía usar para denotar pesimismo deliberado. "Tenía la idea de intentar Transformar redes para arrojar sobre los otros, pero -"
"No estaría bien," intervino Ernie Macmillan. El chico de Hufflepuff sacudió su cabeza, mostrándose incluso más serio que Anthony. "O sea, es igual que arrojar un maleficio, ellos sólo lo tendrían que esquivar."
Anthony asintió. "Eso es lo que imaginé, también. ¿Tienes alguna idea, Seamus?"
El previamente Teniente Caótico seguía viéndose algo nervioso y fuera de lugar, marchando junto con sus nuevos camaradas del Regimiento Rayo de Sol. "Lo siento," reconoció el hace poco nombrado Capitán Finnigan. "Soy más del tipo de maestro estratégico."
"Yo soy del tipo de maestro estratégico," alegó Ron Weasley, sonando resentido.
"Hay tres ejércitos," la General Rayo de Sol regañó con acerbo, "lo que significa que combatimos dos ejércitos al mismo tiempo, lo que significa que necesitamos más de un estratega, ¡lo que significa cállate, Ron!"
Ron le dio a su General una sorprendida y preocupada mirada. "Oye," el chico de Gryffindor dijo en tono calmado, "no deberías permitir que Snape te perturbe tanto -"
"¿Qué crees  que debemos hacer, General?" Susan acusó rápidamente y en voy muy alta. "o sea, realmente no tenemos un plan para este punto." Su sección oficial de planificación había fracasado extremadamente con Hermione ausente y tanto Ron y Anthony pensando que estaban a cargo.
"¿Realmente necesitamos un plan?" la General Rayo de Sol replicó, sonando un poco distraída. "Te tenemos a ti y yo y Lavender y Parvati y Hannah y Daphne y Ron y Ernie y Anthony y al Capitán Finnigan."
"Eso -" empezó Anthony.
"Suena como una estrategia  bastante buena," Ron declaró con un asentimiento aprobador. "Tenemos tantos soldados fuertes ahora como ambos ejércitos combinados. A Caos nada más le quedan Potter y Longbottom y Nott - bueno, y Zabini también, supongo -"
"Y Tracey," añadió Hermione.
Varias personas tragaron saliva nerviosamente.
"Oh, paren ya," Susan argumentó de manera afilada. "Ella no es más que una miembro de S.P.I.B.H. endurecida en batalla, eso es todo a lo que la General Rayo de Sol se refiere."
"Aún así," Ernie insistió, girando para observar seriamente a Susan, "creo que es mejor si haces parte de cual sea el grupo que confronte a Caos, Capitán Bones. Sé que no puede usar sus dobles poderes mágicos excepto cuando hay inocentes en peligros, sin embargo - nada más en caso de que la Señorita Davis sí, ya sabes, se salga de control e intente comer el alma de alguien -"
"La puedo manejar," Susan afirmó, manteniendo su voz tranquila. Era de admitir, que Susan no había sido reemplazada por una Metamorfomaga en el momento, pero claro Tracey probablemente no era Dumbledore con Poción Multijugos o algo por el estilo.
El Capitán Finnigan entonó con una profunda, vibrante voz, "Encuentro tu falta de escepticismo perturbadora." Levantó su mano con su pulgar y dedo índice casi tocándose, apuntando hacia Ernie.
Por alguna razón Anthony Goldstein tuvo un repentino ataque de tos. "¿Qué se supone que significa eso?" inquirió Ernie.
"No es más que algo que el General Potter recita de vez en cuando," explicó el Capitán Finnigan. "Gracioso, cuando entras por primera vez a la Legión Caos todo parece loco, y tras un par de meses te das cuenta que de hecho todos los que no están en la Legión Caos son los locos -"
"Yo dije," Ron bramó, "que suena como una buena estrategia. No Transformamos nada, no nos agotamos, lidiamos con cualquier cosa que nos arrojen, y luego simplemente los sobrepasamos."
"De acuerdo," acordó Hermione. "Hagamos eso."
"Pero -" protestó Anthony, disparando con los ojos a Ron. "Pero General, Harry Potter tiene dieciséis personas en su ejército. Tanto Dragón como nosotros tenemos veintiocho cada uno. Harry sabe eso, él sabe que se le tiene que ocurrir algo increíble -"
"¿Cómo qué?" demandó Hermione, sonando estresada. "Si no sabemos lo que está planeando, bien podríamos guardar nuestra magia para hacer Finites masivos. ¡Como tendríamos que haber hecho la última vez!"
Susan tocó a Hermione gentilmente en el hombro. "¿General Granger?" habló Susan. "Creo que deberías tomar un descanso antes de la batalla."
Había estado esperando que Hermione discutiera, sin embargo Hermione nada más asintió y luego caminó un poco más rápido, alejándose del Grupo Oficial de Oficiales del Regimiento Rayo de Sol, sus ojos todavía observando el bosque, y a veces el cielo.
Susan la siguió. No sería bueno, que se viera como si la General Rayo de Sol hubiera sido exiliada de su propio Grupo Oficial de Oficiales.
"¿Hermione?" Susan preguntó suavemente, tras haber caminado por un rato. "Tienes que enfocarte. El Profesor Quirrell es quien está a cargo aquí, no Snape, y él no permitirá que nada malo te pase a ti o a cualquiera."
"No estás ayudando," Hermione anunció, sonando temblorosa. "No estás ayudando para nada, Capitán Bones."
Las dos caminaron con mayor velocidad, circulando alrededor de algunos soldados, inspeccionando el perímetro de marcha y echando miradas a los árboles circundantes.
"¿Susan?" Hermione dijo con reducida voz, cuando se alejaron aún más de los demás. "¿Crees que Daphne tiene la razón sobre Draco Malfoy planeando algo?"
"Sí," Susan afirmó en el acto, sin tan siquiera pensarlo. "Puedes tener la certeza, porque su nombre empieza con las letras M-A-L."
Hermione miró alrededor, como para asegurarse que nadie las estaba vigilando, aunque por supuesto esa era una maravillosa manera de lograr que otras personas te prestaran atención. "¿Podría Malfoy haber estado detrás de lo que hizo Snape?"
"Snape podría estar detrás de Malfoy," Susan propuso pensativa, recordando las conversaciones en la mesa de la cena de su Tía, "o Lucius Malfoy podría estar detrás de ambos." Un ligero escalofrío descendió por la espina dorsal de Susan al llegarle un nuevo pensamiento. De repente, recomendar a Hermione que nada más se enfocara en la inminente batalla parecía ser menos razonable. "Por qué, ¿encontraste alguna pista sobre eso?"
Hermione sacudió su cabeza. "No," respondió la chica de Ravenclaw, con una voz que sonaba como si estuviera a punto de llorar. "Yo nada más - estaba pensando sobre eso por mí misma - eso es todo."

...

En su lugar designado en un bosque cercano de Hogwarts, el General Dragón y los guerreros del Ejército Dragón esperaban donde su flama roja los había llevado, bajo los cielos grises.
Al lado derecho de Draco estaba Padma Patil de pie, su segunda al mando, quien una vez había liderado a todo el Ejército Dragón tras sufrir Draco una paralización. A espaldas de Draco estaba Vincent, el hijo de Crabbe, una familia que había servido a los Malfoys hasta la distancia de las memorias olvidadas; el musculoso chico estaba tan vigilante como siempre, sin importar si la batalla había sido declarada o no. Más allá, Gregory de los Goyles estaba esperando al lado de una de las dos escobas otorgadas al Ejército Dragón; aunque los Goyles no habían servido a los Malfoys tanto tiempo como los Crabbes, habían servido igual de bien.
Y al lado izquierdo de Draco, ahora, estaba Dean Thomas de Gryffindor, un sangre sucia o posiblemente un media sangre que no sabía nada de su padre.
Enviar a Dean Thomas al Ejército Dragón había sido un movimiento bastante deliberado de parte de Harry, Draco tenía la certeza. Otros tres Caoticos también habían sido transferidos al Ejército Dragón, y todos estaban observando a Draco como halcones para ver si le ofrecía al otrora Teniente el más mínimo de los insultos.
Alguien podría haberlo llamado sabotaje, sin embargo Draco lo conocía mejor. Harry también había enviado al Teniente Finnigan para el Regimiento Rayo de Sol, aún cuando el mandato del Profesor Quirrell únicamente requería que Harry cediera un Teniente. Eso también había sido un movimiento deliberado, poniendo de manifiesto para todos que Harry no estaba desechando a sus soldados menos favoritos.
En un sentido, podría haber sido más fácil para Draco ganar las verdaderas lealtades de sus nuevos soldados si ellos hubieran creído que Harry no los quería. En otro sentido... bueno, no era fácil ponerlo en palabras. Harry le había entregado buenos soldados con el orgullo intacto, pero era más que eso. Harry había mostrado bondad hacia sus soldados, pero era más que eso. No se trataba nada más de Harry jugando justo, era algo que... que no podías evitar contrastar con la forma en que el juego era jugado en la Casa de Slytherin.
Por lo que Draco no le había ofrecido ni el más mínimo insulto al Sr. Thomas, sino que lo trajo a su lado, subordinado únicamente al propio Draco y a Padma. Era una prueba, Draco le había explicado al Sr. Thomas y a todos, no una promoción. El Sr. Thomas tendría que mostrarse digno de tener un rango dentro del Ejército Dragón -  aunque se le daría una oportunidad, y la oportunidad sería justa. El Sr. Thomas se había mostrado sorprendido ante la ceremonia (la Legión Caos, por lo que había escuchado Draco, no se basaba en la formalidad) sin embargo el chico de Gryffindor se había enderezado un poco, y asintió.
Y luego, después de que el Sr. Thomas lo hizo lo suficientemente bien en las sesiones de entrenamiento del Ejército Dragón, había sido llevado a la sesión de estrategia en la enorme oficina del Ejército Dragón. Y unos pocos minutos después de iniciada la sesión, Padma  había preguntado - como si fuera una cuestión perfectamente normal - si el Sr. Thomas tenía cualquier idea sobre cómo derrotar a la Legión Caos.
El chico de Gryffindor había expuesto de manera animada que Harry había predicho que el General Malfoy haría que alguno de sus soldados le hiciera esa pregunta, y que Harry le había entregado el mensaje de que el General Malfoy debía cuestionarse a sí mismo al respecto sobre dónde yacían sus ventajas relativas - sobre lo que Draco Malfoy podía hacer, o lo que el Ejército Dragón podía hacer, que la Legión Caos no podía igualar - y luego intentar explotar toda la valía de eso. A Dean Thomas no se le ocurría cuál ventaja podría ser esa, pero si tenía alguna idea para vencer a Caos, las iba a compartir. Harry se lo había ordenado, después de todo.
Suspiro, Draco había pensado, ya que no podía suspirar en voz alta. Sin embargo era un buen consejo, y Draco lo había seguido, sentándose en el escritorio de su dormitorio con pluma y pergamino listando todo lo que podría ser una ventaja relativa.
Y, casi para la propia sorpresa de Draco, había tenido una idea, una verdadera. De hecho había tenido dos.
El hueco sonido de la campana sonó a través del bosque, de alguna manera sonando más ominosa que nunca antes. Al instante, los dos pilotos gritaron "¡Arriba!" y saltaron hacia sus escobas, dirigiéndose hacia el cielo gris.

...

El Sr. y la Sra. Davis se habían recostado ligeramente entre sí, más por el cansancio que por la disminución de la tensión. Ante ellos, el vasto pergamino en blanco parpadeó con tres grandes ventanas, como si se hubieran perforado hoyos a través del bosque, mostrando tres ejércitos en la marcha. Ventanas más pequeñas mostraban a los seis jinetes sobre sus escobas, y la esquina del pergamino enseñaba una vista del bosque entero, con puntos resplandecientes para indicar ejércitos y  exploradores.
La ventana de Rayo de Sol mostraba a la General Granger y sus Capitanes marchando en el centro del Regimiento Rayo de Sol, protegido por barreras de Contego junto con un número de otras jóvenes brujas. El Regimiento Rayo de Sol, el Profesor de Defensa había remarcado, sabía bien que ahora había adquirido una fuerte ventaja con los soldados experimentados, y quería proteger a esos soldados de un ataque sorpresa. Además de eso, los Soldados Rayo de Sol estaban moviéndose con una marcha regular, conservando así su fortaleza.
Los soldados en el ejército del General Malfoy, al menos aquellos con resultados altos en clase de Transformación, estaban levantando hojas y las iban Transformando en... bueno, si veías a Padma Patil, quien casi había terminado con la suya, se veía como una hoja que se convertía en un guante para la mano izquierda que portaba una correa colgante y un candado. (La ventana se había acercado para mostrar esto.)
Lord Jugson estaba observando la pantalla con expresión llana; su voz, cuando habló, pareció exudar y escurrir desdén. "¿Qué está haciendo tu hijo, Lucius?"
La bruja nacida en tierras extranjeras que estaba al lado derecho de Draco Malfoy había acabado de Transformar su guante, y ahora lo estaba trayendo ante el General Fragón como un sacrificio.
"No lo sé," contestó Lucius Malfoy, su tono aunque calmado seguía siendo aristocrático, "sin embargo debo confiar que él tiene una buena razón para hacerlo."
Todo el Ejército Dragón se detuvo por un momento mientras Padma deslizó el guante sobre su mano izquierda, lo amarro ajustadamente, y lo presentó ante Draco Malfoy; quien también se quedó quieto, respiró profundamente varias veces, alzó su varita, ejecutó un preciso conjunto de ocho movimientos y gritó Colloportus!"
La Guerrera Dragón levantó su mano enguantada, la hizo flexionar, y se arrodilló ligeramente hacia Draco Malfoy, quien retornó una inclinación más superficial, aunque el General Dragón estaba tambaleándose ligeramente. Padma luego regresó a su lugar al lado de Draco, y los Dragones empezaron a marchar otra vez.
"Bueno," remarcó Augusta Longbottom. "¿Supongo que alguien me podría explicar?" Amelia Bones estaba frunciendo el ceño ligeramente al contemplar fijamente la pantalla.
"Por una razón u otra," explicó la divertida voz del Profesor Quirrell, "parece que el heredero de Malfoy es capaz de lanzar magia increíblemente fuerte para un estudiante de primer año. Debido a la pureza de su sangre, por supuesto. Ciertamente el buen Señor Malfoy no habría burlado las leyes mágicas para los menores de edad al dar a su hijo una varita antes de su ingreso a Hogwarts."
"Le sugiero que sea más cuidadoso en sus implicaciones, Quirrell," Lucius Malfoy declaró fríamente.
"Oh, lo soy," el Profesor Quirrell replicó. "Un Colloportus no puede ser deshecho por un Finite Incantatem; requiere un Alohomora de igual fuerza. Hasta entonces, un guante Encantado resistirá fuerzas materiales menores, repelerá el Maleficio de Sueño y el Maleficio Paralizador. Y puesto que ni el Sr. Potter ni la Señorita Granger pueden invocar un contra-hechizo lo suficientemente poderoso, ese Encantamiento es invencible sobre este campo de batalla. No es la intención original del Encantamiento, ni la intención de quien fuera que le enseñó al Sr. Malfoy un hechizo de emergencia para escapar de sus enemigos. Aunque parece que el Sr. Malfoy ha estado aprendiendo creatividad."
Lucius Malfoy se había enderezado mientras hablaba el Profesor de Defensa; sentado erecto sobre su mullida silla, su cabeza se levantaba más alta que antes,y cuando habló fue con bastante orgullo. "Será el más grande Señor Malfoy que haya llegado a existir hasta ahora."
"Que débil alabanza," Augusta Longbottom habló por lo bajo; Amelia Bones se rió entre dientes, al igual que el Sr. Davis durante una diminuta, fatal fracción de segundo antes de pararse a sí mismo cerrando su garganta.
"Debo estar de acuerdo," reconoció el Profesor Quirrell, aunque no estaba claro de con quién estaba hablando. "Infortunadamente para el Sr. Malfoy, aún sigue siendo nuevo en el arte de la creatividad, y por eso ha cometido un error clásico de un Ravenclaw."
"¿Y cuál podría ser ese error?" inquirió Lucius Malfoy, su voz convertida en hielo una vez más.
El Profesor Quirrell se había recostado de nuevo sobre su asiento, los pálidos ojos azules sin enfocarse por un momento mientras las ventanas cambiaban iban cambiando al punto de vista en la pantalla más grande, acercándose para mostrar el sudor sobre la frente de Draco Malfoy. "Es una idea tan bella que el Sr. Malfoy ha pasado por alto sus dificultades pragmáticas."
"¿Le importaría a alguien explicarme eso?" preguntó la Dama Greengrass. "No todos los aquí presentes somos expertos en tales... asuntos."
Amelia Bones habló, la voz de la anciana bruja sonaba algo seca. "Los va a tentar a atrapar maleficios que sería más sabio y simple esquivar. Aún más, si tienen poca práctica atrapando con ellos. Y el lanzar tantos Encantamientos va a agotar a su luchador más fuerte."
El Profesor Quirrell le dio a la Directora del DALM un medio cabeceo de consentimiento. "Como usted dice, Madam Bones. el Sr. Malfoy es nuevo en este negocio de tener ideas, por lo que cuando tiene una, se vuelve orgullo de sí mismo por tenerla. Aún no ha tenido suficientes ideas para descartar sin vacilar las que son bellas en algunos aspectos e impracticables en otros; aún no ha adquirido confianza en su propia habilidad para pensar mejores ideas cuando las necesite. Lo que estamos viendo aquí no es la mejor idea del Sr. Malfoy, me temo, sino su única idea."
El Señor Malfoy simplemente se giró a observar las pantallas nuevamente, como si el Profesor de Defensa hubiera gastado su derecho a existir.
"Pero -" dijo el Señor Greengrass. "Pero en el nombre de Merlín qué está haciendo Harry Potter -"

...

Dieciséis soldados que le quedaban a la Legión Caos - o quince más Blaise Zabini, era mejor decir - marcharon con confianza a través del bosque, sus zapatos golpeando con fuerza la tierra todavía seca. Sus uniformes de camuflaje se iban confundiendo con el bosque aún más de lo usual, todos los colores se habían blanqueado por los tintes de un día nublado.
Dieciséis Caos Legionarios, contra veintiocho Guerreros Dragones y veintiocho Soldados de Rayo de Sol.
El consenso común había sido que, con una desventaja tan grande, perder era prácticamente imposible para ellos. Después de todo, el General Caos estaba obligado a inventar algo realmente espectacular, al enfrentar una desventaja como esa.
Había algo casi de pesadilla sobre cómo todos parecían esperar que Harry fuera extrayendo milagros de su sombrero, en demanda, cada vez que uno era necesario. Significaba que si no podías hacer lo imposible, estabas decepcionando a tus amigos y fracasando en alcanzar tu potencial...
Harry ni se había molestado en quejarse con el Profesor Quirrell sobre 'demasiada presión'. El modelo mental que Harry tenía del Profesor de Defensa había predicho que se mostraría severamente molesto, afirmando cosas más o menos como Usted es perfectamente capaz de resolver este problema, Sr. Potter; ¿tan siquiera lo intentó? y luego le quitaría varios cientos de puntos Quirrell.
Desde arriba, dónde dos escobas vigilaban su marcha, la aguda voz de Tess Walsh gritó "¡Amigo!" y un momento después, "¡Galleta de Jengibre!"
Varios segundos después, la soldado que se había nombrado a sí misma Galleta de Jengibre regresó cargando un doble puñado de bellotas, sudando ligeramente en el frío pero húmedo aire por causa del trote que la había llevado hacia el árbol de roble que Neville había observado. Galleta de Jengibre se aproximó hacia donde Shannon estaba sosteniendo una camisa uniforme con el cuello desamarrado, en vez de tener a cualquiera Transformando una bolsa. Cuando Galleta de Jengibre adelantó sus manos para intentar botar sus bellotas dentro de la camisa receptora, Caótica Shannon, riendo, movió la camiseta la derecha, luego a la izquierda cuenta Galleta de Jengibre intentó de nuevo dejar caer las bellotas, hasta que un agudo "¡Señorita Friedman!" de parte del Teniente Nott causó que Shannon suspirara y sostuviera la camisa con firmeza. Galleta de Jengibre dejó caer sus bellotas adentro, y luego salió a buscar más.
En algún lugar del fondo, Ellie Knight estaba cantando su propia versión de la canción de marcha de la Legión Caos, y alrededor de la otra mitad de soldados estaban intentando seguirla a pesar de no conocer el tono por adelantado. Cerca, Nita Berdine, quien tenía una puntuación alta en Transformación, terminó de crear otro par de gafas verdes para el sol, y las entregó a Adam Beringer, quien plegó las gafas de sol antes de introducirlas en el bolsillo de su uniforme. Otros soldados ya estaban usando sus propias gafas verdes para el sol, a pesar del cielo nublado.
Podrías suponer que había algún tipo de complicada y fascinante explicación detrás de esto, y habrías estado en lo correcto.
Dos días atrás Harry había estado sentado en medio de sus estanterías sobre la cómoda silla mecedora que había obtenido para el fondo de su baúl, reflexionando en silencio en el espacio entre las clases y  la cena, pensando sobre el poder.
Para que dieciséis Caóticos pudieran derrotar a veintiocho Soleados y veintiocho Dragones iban a necesitar un amplificador de fuerza. Había límites a lo que podías hacer con maniobras. Tenía que haber un arma secreta y tenía que ser invencible, o al menos moderadamente imparable.
Los artefactos Muggle ahora eran ilegales en las batallas simuladas de Hogwarts, prohibidas por edicto del Ministerio. Y el problema con encontrar algún hechizo inusual e ingenioso era que un ejército con el doble del tamaño de la tuya podía usar un Finite a lo bruto para acabar con cualquier cosa que intentaras. El Regimiento Rayo de Sol podría no haber caído en cuenta de esa táctica con la cota de malla Transformada, sin embargo nadie iba dejar de intentarlo ahora que el Profesor Quirrell lo había señalado. Y Finite Incantatem era un contra-hechizo de fuerza bruta que requería al menos tanta magia como el hechizo que estaba siendo cancelado... lo que, si estabas superado en número excesivamente, lo volvía un reto militar que estaba un nivel más allá. El enemigo podía hacer Finite a cualquier cosa que intentaras, y aún tener suficiente magia de sobra como para los escudos y descargas masivas de Maleficios de Sueño.
A menos que, de algún modo, pudieran invocar potencias más allá de la fuerza ordinaria de un estudiante de Hogwarts de primer año, algo demasiado poderoso para que el enemigo pudiera usar Finite.
Por lo que Harry le había preguntado a Neville si alguna vez había escuchado sobre algún pequeño, seguro ritual de sacrificio -
Y luego, después de que los gritos y aullidos hubieron mermado, tras Harry haber renunciado a intentar discutir sobre Juramentos Inquebrantables y nada más rendirse con todo ese asunto a causa de su imagen pública, Harry se había dado cuenta de que ni siquiera necesitaba llegar hasta allá. En las clases ordinarias de Hogwarts ya te enseñaban a invocar potencias más allá de tu propia fuerza.
Algunas veces, incluso cuando estabas mirando directamente a algo, no te dabas cuenta de qué estabas observando hasta que llegabas a realizar la pregunta correcta.
Defensa. Encantamientos. Transformación. Pociones. Historia de la Magia. Astronomía. Vuelo de Escoba. Herbología...
"¡Enemigo!" chilló la voz desde arriba.

...

Fue algo bueno que Neville Longbottom no tuviera ni la más mínima idea que su abuela lo estaba observando; o habría estado más consciente sobre soltar alaridos y gritos de batalla con toda la fuerza de sus pulmones mientras lanzaba Luminos cada tres segundos al tiempo que volaba a toda prisa a través de los árboles en el denso bosque, pisando los talones de Gregory Goyle.
("Pero -" Augusta Longbottom dijo, su expresión mostrando casi tanta sorpresa como preocupación. "¡Pero Neville le tiene miedo a las alturas!")
("No todos los miedos son eternos," explicó Amelia Bones. La vieja bruja estaba favoreciendo la gran pantalla verde ante ella con una mirada reflexiva. "O quizá halla encontrado el coraje. Es prácticamente lo mismo, al final de cuentas.")
Un centelleo rojo -
Neville esquivó, aunque casi se estrelló contra un árbol sí logró esquivar; y luego Neville se las arregló de alguna manera para esquivar casi todas las ramas antes de que lo golpearan en el rostro.
Ahora la escoba del Sr. Goyle se estaba alejando más y más lejos - incluso cuando los dos estaban montando exactamente la misma escoba y el Sr. Goyle pesaba más, de alguna manera Neville seguía quedándose atrás. Por lo que Neville mermó la velocidad, retrocedió, giró en ángulo para salir del bosque y empezó a acelerar de vuelta hacia donde la Legión Caos seguía marchando.
Veinte segundos después - no había sido una persecución larga, solamente una excitante - Neville estaba de regreso entre sus compañeros Caóticos, y desmontó su escoba para caminar por el suelo un poco.
"Neville -" llamó el General Potter. La voz de Harry era un poco distante, pues caminaba cuidadosa y firmemente a través del bosque, su varita aún aplicada sobre la casi finalizada Forma del objeto que estaba Transformando lentamente. A su lado, Blaise Zabini, trabajaba en una versión más pequeña de la misma Transformación, viéndose como un tembloroso Inferi pues tropezaba al avanzar. "Te dije - Neville - no tienes porque -"
"Sí, tengo que hacerlo," cortó Neville. Bajó la mirada hacia donde sus dedos habían sujetado la escoba, y vio que además de sus manos, sus brazos también estaban temblando. Sin embargo a menos que alguien más dentro de Caos hubiera estado practicando duelo durante una hora al día con el Sr. Diggory, y luego practicara su puntería a solas durante una hora más, Neville era probablemente la mejor opción sobre una escoba incluso teniendo en cuenta que él no era un buen volador.
"Buena demostración, Neville," Theodore felicitó desde la delantera en que se encontraba, liderando a la Legión del Caos a través del bosque.
(Augusta Longbottom y Charles Nott intercambiaron breves miradas de asombro y luego desviaron sus ojos a otro lado como si los hubiera picado un insecto.)
Neville respiró profundamente un par de ocasiones, intentando controlar sus manos, intentando pensar; Harry podría no ser tan bueno para pensamiento estratégico profundo cuando estaba en el medio de una Transformación Extendida. "Teniente Nott, ¿tiene alguna idea de por qué el Ejército Dragón hizo eso? Perdieron una escoba -" Los Dragones habían iniciado el combate con una finta para proveer una distracción para el acercamiento del Sr. Goyle a través del bosque; Neville no se había dado cuenta de que había dos escobas atacando hasta que fue demasiado tarde. Pero la Legión Caos había derribado al otro piloto. Por eso era que usualmente las escobas no atacaban antes de la confrontación de los ejércitos, significaba que todo un ejército concentraría sus disparos contra las escobas. "Y los Dragones ni siquiera eliminaron a nadie, ¿o sí?"
"¡No!" Exclamó Tracey Davis en voz alta. Ahora ella también estaba marchando al lado del General Potter, su varita sujeta por lo bajo y sus ojos vigilantes escaneaban los alrededores del bosque. "Arrojé una Esfera Prismática como medio segundo antes que el maleficio del Sr. Goyle le diera a Zabini, y por el modo en que el Sr. Goyle tenía su otro brazo estirado creo que también planeaba derribar al General." La bruja de Slytherin sonrió con viciosa confianza. "El Sr. Goyle intentó un Maleficio Perforador, ¡sin embargo aprendió para su desconsuelo que su débil magia no era rival para mis nuevos poderes oscuros, jajajaja!"
Algunos Caoticos se rieron con ella, aunque una sensación de mareo empezó dentro del estómago de Neville al darse cuenta de lo cerca que la Legión Caos había estado del completo desastre. Si el Sr. Goyle se las hubiera arreglado para interrumpir ambas Transformaciones -

...

"¡Reporte!" espetó el General Dragón, haciendo lo mejor para ocultar la fatiga que sentía tras haber invocado diecisiete Encantamientos Candado, con más por venir.
Parches de sudor estaban empapando la frente de Gregory. "El enemigo le dio a Dylan Vaughan," Gregory anunció formalmente. "Harry Potter y Blaise Zabini estaban Transformando algo gris-oscuro y redondeado, No creo que estuviera terminado pero se veía como si fuera a ser grande y hueco, medio en forma de caldero. El de Zabini era más pequeño que el de Potter. No pude derribar a ninguno de los dos ni interrumpir sus Transformaciones, Tracey Davis me bloqueó. Neville Longbottom estaba sobre una escoba y aunque sigue siendo un terrible volador su puntería es realmente buena."
Draco escuchó, frunció el ceño, y luego miró a Padma y Dean Thomas, con ambos sacudiendo sus cabezas, indicando que tampoco podían pensar en algo que pudiera ser grande y gris y en forma de un caldero.
"¿Alguna otra cosa?" inquirió Draco. Si eso había sido todo, habían perdido una escoba para nada -
"La única otra cosa rara que observé," Gregory añadió, sonando confundido, "fue que algunos Caóticos estaban usando... ¿algún tipo de gafas de protección?"
Draco pensó al respecto, sin notar que había dejado de marchar o que todo el Ejército Dragón se había detenido automáticamente junto con él.
"¿Había algo especial sobre esos lentes?" Draco preguntó.
"Pues..." Gregory dudó. "Eran... ¿verdosos, quizá?"
"De acuerdo," sentenció Draco. De nuevo y sin pensar, empezó a caminar una vez más y sus Dragones lo siguieron. "Aquí está nuestra nueva estrategia. Apenas vamos a enviar a once Dragones contra la Legión Caos, no catorce. Eso debería ser suficiente para derrotarlos, ahora que podemos neutralizar su ventaja especial." Aunque era una apuesta, a veces no tenías otra opción más que apostar, si querías quedar de primero en una batalla de tres frentes.
"¿Descubriste el plan de Caos, General Malfoy?" cuestionó el Sr. Thomas con considerable sorpresa.
"¿Qué están haciendo?" dijo Padma.
"No tengo ni la más mínima idea," contestó Draco, con una de sus muecas más refinadas y presuntuosas. "Simplemente haremos la cosa obvia."

...

Harry, habiendo terminado su caldero, estaba añadiendo cuidadosamente las bellotas mientras los exploradores buscaban una fuente cercana de agua que pudiera ser usada como un liquido base. Antes se habían topado con frecuentes sumideros y riachuelos miniaturas en el bosque, por lo que no deberían necesitar demasiado tiempo. Otro explorador había traído un palo que les serviría como atizador, para que Harry no tuviera que Transformar uno.
A veces, incluso cuando estabas viendo algo directamente, no te dabas cuentas de qué estabas mirando hasta que hacías exactamente la pregunta correcta...
¿Cómo puedo invocar poderes mágicos que deberían estar más allá del alcance de un estudiante de primer año?
Había una fábula que el Maestro de Pociones les relató (con muchas burlas y risas para hacer que quedara claro que era una estupidez y no algo tierno o romántico) sobre una bruja de segundo año en Beauxbatons quien había robado unos ingredientes extremadamente restringidos y costosos, e intentó fabricar una Poción Multijugos para tomar prestada la forma de otra chica para propósitos que era mejor dejar sin mencionar. Sólo que ella se las arregló para contaminar la poción con pelos de gato, y luego en vez de buscar a un sanador de inmediato, la bruja se había escondido en el baño, esperando que los efectos se le pasaran; y cuando finalmente fue encontrada, había sido demasiado tarde para invertir la transformación por completo, condenando a esa chica-gato a una vida de desesperación como híbrido.
Harry no se había dado cuenta de lo que eso significaba hasta el instante de pensar la pregunta correcta - la implicación de que un joven mago o bruja podía hacer cosas con Fabricación de Pociones a las que ni siquiera podían llegar cerca con Encantamientos. La Poción Multijugos era una de las pociones conocidas más potentes... sin embargo lo que hacía a la Poción Multijugos una poción de nivel EXTASIS, aparentemente, no era la edad requerida para que tuvieras suficiente poder mágico; era lo difícil que era fermentar la poción con precisión y lo que sucedía si la arruinabas.
Nadie en alguno de los ejércitos había intentado fabricar pociones hasta entonces. Pero el Profesor Quirrell te dejaría salir con la tuya en casi cualquier cosa, si era algo que también podías hacer en una guerra real. La trampa es una técnica, había discurrido el Profesor de Defensa una vez. O aún mejor, trampa es lo que los perdedores llaman a la técnica, y será recompensada con puntos Quirrell extra cuando sea ejecutada de manera exitosa. En principio, no era traído de los cabellos Transformar un par de calderos y fabricar pociones de lo que estuviera a mano, si tenías suficiente tiempo antes de que se encontraran los ejércitos.
Por lo que Harry había cogido su copia de Filtros y Pociones Mágicas, y empezó a buscar por una opción segura y útil que pudiera fabricar en los primeros minutos antes de que iniciara la batalla - una poción que diera la victoria en batalla con demasiada velocidad para evitar contra-hechizos, o producir efectos de hechizo demasiado fuertes para que los de primer año pudieran usar Finite.
A veces, incluso cuando estabas viendo algo directamente, no te dabas cuentas de qué estabas mirando hasta que hacías exactamente la pregunta correcta...
¿Qué poción podía ser fabricada usando solamente los componentes reunidos de un bosque ordinario?
Cada receta en Filtros y Pociones Mágicas usaba al menos un ingrediente de una planta o animal mágico. Lo que era infortunado, porque todas las plantas mágicas y animales estaban en el Bosque Prohibido, no en los bosques menores y más seguros donde las batallas eran realizadas.
Alguien más podría haberse rendido para ese momento.
Harry había pasado las páginas de una receta a otra, rozando más y más rápido con la incipiente conciencia, confirmando lo que ya había leído y que ahora estaba viendo por primera vez.
Cada receta de Pociones parecía demandar al menos un ingrediente mágico, ¿pero por qué debía eso ser verdad?
Los Encantamientos no requerían componentes materiales de ningún tipo; nada más decías las palabras y agitabas tu varita. Harry había estado pensando sobre la Fabricación de Pociones como esencialmente análoga: En vez de las sílabas pronunciadas activando un efecto de hechizo sin razón aparente, coleccionabas un montón de ingredientes asquerosos y removidos cuatro veces en la misma dirección que las agujas del reloj, y eso activaba arbitrariamente un efecto de hechizo.
En cuyo caso, dado que la mayoría de pociones usaban componentes ordinarios como púas de puercoespín o babosas guisadas, esperarías ver algunas pociones usando únicamente componentes ordinarios.
Sin embargo había resultado que cada receta en Filtros y Pociones Mágicas demandaba al menos un componente de una planta o animal mágico - un ingrediente como seda de Acromantula o pétalos de una Venus de Fuego Atrapamoscas.
A veces, incluso cuando estabas viendo algo directamente, no te dabas cuentas de qué estabas mirando hasta que hacías  exactamente la pregunta correcta...
Si hacer una poción es como invocar un Encantamiento, ¿por qué no me desmayo del cansancio tras fabricar un filtro tan poderoso como una Poción para curar Forúnculos?
El viernes anterior, la doble clase de Pociones de Harry había fermentado una Poción Para Curar Forúnculos... aunque incluso los Encantamientos de sanación más triviales, si los intentaban lanzar con varita y palabras, eran como mínimo hechizos de cuarto año. Y después de eso, todos se habían sentido como usualmente se sentían tras la clase de Pociones, o sea, no agotados mágicamente de un modo observable.
Harry había cerrado su copia de Filtros y Pociones Mágicas de un golpe, y corrió hacia la Sala Común de Ravenclaw. Harry había hallado a un Ravenclaw de séptimo año haciendo su tarea de pociones de nivel E.X.T.A.S.I.S. y le pagó al joven más grande que él un Sickle para que le prestara Moste Potente Potions durante cinco minutos; porque Harry no había querido correr todo el camino hasta la biblioteca para encontrar confirmación.
Tras pasar las páginas y echar un vistazo a cinco recetas en el libro de séptimo año, Harry había leído la sexta receta, para una poción para respirar fuego, que requería huevos de Ashwinder... y el libro hacía la advertencia de que el fuego resultante no podría ser más caliente que el fuego mágico generado por el Ashwinder que había puesto los huevos.
Harry había exclamado Eureka!" justo en el medio de la Sala Común de Ravenclaw, y había sido severamente regañado por un prefecto cercano, quien creyó que el Sr. Potter estaba intentando invocar un hechizo. Nadie en el mundo mágico conocía o le importaba un antiguo Muggle llamado Archimedes, ni el descubrimiento primitivo de que el agua desplazada de una bañera sería igual al volumen del objeto que entrara en la bañera...
Leyes de la Conservación. Habían sido la profundidad crítica en más descubrimientos Muggle de los que Harry podía contar a la ligera. Con la tecnología Muggle no podías levantar una pluma un metro por encima del suelo sin que requiriera poder de algún lado. Si veías la lava fundida derramándose desde un volcán y te preguntabas de dónde provenía el calor, un físico te hablaría sobre metales pesados radioactivos en el centro del núcleo derretido de la Tierra. Si cuestionamos de dónde provenía la energía para poder a la radioactividad, el físico señalaría una era antes de que la Tierra se hubiera formado, y una supernova primordial en los primeros días de la galaxia que había cocinado núcleos atómicos más pesados que el límite natural, la supernova comprimiendo protones y neutrones dentro de un apretado paquete inestable que rebosaba algo de la energía de la supernova cuando se partía. Una bombilla era alimentada por la electricidad, alimentada a su vez por una planta de poder nuclear, alimentada por una supernova... Podrías hacer ese juego de regreso completo hasta el Big Bang.
La magia no parecía funcionar de ese modo, por decir lo menos. La actitud de la magia hacia las leyes de la Conservación de Energía estaba en un punto entre un gigantesco dedo corazón, y un encogimiento de hombros de total indiferencia. Aguamenti creaba agua de la nada, hasta donde todos sabían; no se sabía de un lago donde el nivel del agua se viera reducido en cada ocasión. Ese era un hechizo simple de quinto año, no considerado impresionante por los magos, porque crear un mero vaso de agua no parecía sorprendente para ellos. No tenían la loca noción de que la masa debía ser conservada, o que crear un gramo de masa era de algún modo equivalente a crear 90,000,000,000,000 joules de energía. Había un hechizo de años superiores que Harry se había topado cuya pronunciación literal era Arresto Momentum!' y cuando Harry había inquirido si el impulso se iba para algún otro lado nada más había recibido una mirada de confusión. Harry había seguido manteniendo un ojo abierto cada vez más desesperado por algún tipo de principio de conservación en la magia, en cualquier lugar que fuera...
...y todo el tiempo había estado justo en frente de él en cada clase de Pociones. La Fabricación de Pociones no creaba magia, preservaba la magia, por esa razón cada poción requería al menos un ingrediente mágico. Y al seguir instrucciones como 'revolver cuatro veces en sentido contrario a las agujas del reloj y una vez en el sentido de las agujas del reloj' - Harry había hecho la hipótesis - estabas haciendo algo como lanzar un pequeño hechizo que reformaba la magia en los ingredientes. (Y desdoblar la forma física para que los ingredientes como las púas de erizo se disolvieran suavemente hasta ser un líquido bebible; Harry sospechaba fuertemente que si un Muggle seguía la misma receta únicamente iba a terminar con un desastre puntiagudo.) Eso era lo que Fabricación de Pociones era realmente, el arte de transformar esencias mágicas existentes. Por lo que quedabas un poco cansado tras la clase de Pociones, aunque no demasiado, porque no estabas dando poder a la poción por ti mismo, nada más estabas reformando la magia que ya estaba dentro de ellas. Y por esa razón una bruja de segundo año podía fabricar Poción Multijugos, o al menos casi hacerlo.
Harry había seguido buscando a través de Moste Potente Potions, buscando por algo que pudiera desacreditar su brillante y nueva teoría. Tras cinco minutos le había tirado al chico mayor otro Sickle (a causa de sus protestas) y siguió investigando.
La poción de fuerza de gigante requería que un Uro hubiera pisoteado los Dugbogs aplastados que ibas a remover dentro de las pociones. Era raro, Harry se dio cuenta tras un momento, porque los Dugbogs aplastados no era fuertes en sí mismos, nada más eran... muy, muy aplastados después de que el Uro había terminado con ellos.
Otra receta decía 'tocar con bronce forjado', o sea, agarrar un Knut con alicates para que pudieran rozar la superficie de la poción; y si dejabas caer el Knut hasta el fondo, el libro advertía, la poción se iba a súper-calentar instantáneamente y a hervir hasta derramar el caldero.
Harry había contemplado las recetas y sus advertencias, formando una segunda y aún más extraña hipótesis. Por supuesto que no sería tan simple como que la Fabricación de Pociones usando el potencial mágico imbuido en los ingredientes, al igual que los carros Muggle alimentados por la combustión potencial de gasolina. La Magia nunca sería tan sensata como eso...
Y luego Harry había ido con el Profesor Flitwick - porque no quería acercarse al Profesor Snape por fuera del salón de clases - y Harry le había explicado al Profesor Flitwick que quería inventar una nueva poción, y sabía cuáles debían ser los ingredientes y qué debía hacer la poción, sin embargo no conocía cómo deducir el patrón requerido para revolver -
Después de que el Profesor Flitwick dejó de gritar a causa del horror y de correr en pequeños círculos, y la Profesora McGonagall fue llamada para la fiera interrogación que siguió para prometer a Harry que en este caso era tanto aceptable como importante que él revelara su teoría subyacente, había resultado que Harry no había hecho un descubrimiento mágico original, sino que re-descubrió una ley tan antigua que nadie sabía quién era el primero que la había formulado:
Una poción usa lo que es invertido en la creación de sus ingredientes.
El calor de las forjas de los duendes que había producido el bronce del Knut, la fuerza del Uro que había aplastado los Dugbogs, el fuego mágico que había engendrado el Ashwinder: todas esas potencias pueden ser llamadas de nuevo, desbloqueadas, y reestructuradas por el proceso estilo-hechizo de remover los ingredientes en un patrón exacto.
(Desde el punto de vista de un Muggle nada más era raro, una trastornada versión de la termodinámica inventada por alguien que creyó que la vida debía ser justa. Desde el punto de vista de un Muggle, el calor invertido en forjar el Knut no se había pasado al bronce, el calor se había ido y disipado en el ambiente, volviéndose permanentemente menos disponible. La energía era conservada, no podía ser creada ni destruida; la entropía siempre se incrementa. Pero los magos no pensaban de esa manera: desde su perspectiva, si pones alguna cantidad de trabajo en hacer un Knut, lo razonable era que pudieras extraer exactamente la misma cantidad de trabajo de vuelta. Harry había intentado explicar por qué esto sonaba un poco raro si habías sido criado por Muggles, y la Profesora McGonagall había replicado divertida por qué la perspectiva Muggle iba a ser mejor que la de los magos.)
El principio fundamental de la Fabricación de Pociones no tenía nombre ni una frase exacta, ya que te podrías ver tentado a escribirlo.
Y alguien que no fuera lo suficientemente sabio como para descubrir el principio por sí mismo podría leerlo.
Y empezarían a tener toda clase de ideas brillantes para inventar nuevas pociones.
Y luego se convertirían en chicas-gato.
Le habían dejado muy claro a Harry que no debía compartir este descubrimiento particular con Neville, y Hermione. Harry había intentado decir algo sobre que Hermione parecía estar desanimada últimamente y que algo como esto podía ser el tipo de cosa que podía animarla. La Profesora McGonagall había decretado categóricamente que ni siquiera debería considerarlo, y el Profesor Flitwick había alzado sus pequeñas manos e hizo un gesto de partir una varita por la mitad.
Aunque los dos Profesores habían sido lo suficientemente amables como para sugerir que si el Sr. Potter creía saber cuáles debían ser los ingredientes de las pociones, podría ser capaz de hallar una receta ya existente que hiciera la misma cosa; y el Profesor Flitwick había mencionado varios volúmenes en la biblioteca de Hogwarts que podrían ser útiles...

...

El vasto pergamino similar a una pantalla ahora sólo mostraba una vista aérea del bosque, del cual apenas y podías determinar las formas camufladas de los tres ejércitos, divididos en dos grupos cada uno, convergiendo para combatir su batalla a tres frentes.
Las bancas del estadio de Quidditch ahora estaban llenándose rápidamente con el tipo de espectador aburrido que únicamente quería estar ahí para la batalla final y evitar todos los puntos aburridos antes de eso. (Si había algo malo con las batallas de Profesor Quirrell, era un acuerdo de todos, era que sus espectáculos no duraban tanto como los partidos de Quidditch, una vez que de hecho empezaban. Ante lo cual el Profesor Quirrell había replicado solamente, Tal es el realismo, y así se había quedado.)
Dentro de la enorme ventana - era una sola ventana ahora, observando desde una gran altura - la vaga colección de pequeñas figuras camufladas se fueron acercando.
Más cerca.
Casi tocándose -

...

El vasto y blanco pergamino-ventana mostró el primer toque de batalla entre Rayo de Sol y Caos, una masa de niños gritando y corriendo con caras felices sobre sus pechos, yendo hacia adelante con escudos Contego levantados muy alto y otros aullando Somnium!" -
Hasta que uno de sus números chilló Prismatis!" con voz aterrorizada y la avanzada se detuvo repentinamente ante la chispeante pared de fuerza que apareció en frente de ellos.
Tracey Davis había salido caminando de entre los árboles.
"Es correcto," saludó Tracey, su voz baja y siniestra al alzar su varita hacia la barrera. "Deberían tenerme miedo. Pues yo soy Tracey Davis, ¡la Dama Obscura! ¡Es Dama Obscura deletreada O-B-S-C-U-R-A, con B!"
(Amelia Bones, Directora del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, estaba enviando una mirada inquisitiva al Sr. y la Sra. Davis, ambos mostrándose como si hubieran preferido morir ahí mismo donde estaban.)
Tras la Barrera Prismática, se produjo alguna clase de discusión susurrada entre los Soldados Rayo de Sol, una de las cuales parecía estar siendo particularmente regañada por muchos otros.
Luego, un momento después, Tracey se tambaleó.
Susan Bones había salido al frente del contingente Rayo de Sol.
("Vaya," celebró Augusta Longbottom. "¿Qué supone usted que su sobrina ha estado aprendiendo en Hogwarts?")
("No lo sé," Amelia Bones dijo con calma, "pero le enviaré una Rana de Chocolate por búho e instrucciones para que aprenda más de eso.")
La Barrera Prismática se desvaneció.
Los Soldados Rayo de Sol resumieron su avance.
Tracey exclamó, su voz tensa por el esfuerzo, Inflammare!" y la carga de los Rayo de Sol se tuvo que detener de golpe otra vez al surgir una linea de fuego resplandeciente entre ellos y la hierba medio seca, extendiéndose para seguir el camino que la varita de Tracey había apuntado; un instante después Susan Bones gritó Finite Incantatem!" y las flamas se mermaron, brillaron más, apagándose en el enfrentamiento de sus voluntades, otros soldados levantando sus varitas para apuntar a Tracey; y ahí fue cuando Neville Longbottom cayó gritando desde el cielo.

...

Uno de los Guerreros Dragón, Raymond Arnold, hizo una señal de mano, apuntando hacia adelante y la izquierda de manera oblicua; y se produjo un repentino murmullo de bajos siseo entre el contingente del Ejército Dragón mientras todos se reorientaron silenciosamente en la dirección del enemigo. Los Soleados sabían que ellos estaban ahí, por supuesto que ambos ejércitos lo sabían; aunque de algún modo, en ese momento, todos se pusieron silenciosos por instinto.
Los Dragones se arrastraron un poco más hacia adelante, y luego un poco más, las sombrías formadas camufladas de los Soleados empezando a aparecer entre los árboles distantes, y aún así nadie habló, nadie bramó para llamar a la carga.
Draco estaba al frente de sus soldados, Vincent detrás de él y Padma únicamente un paso por detrás; si los tres podían recibir el impacto de lo mejor de Rayo de Sol, el resto del Ejército Dragón podría tener una oportunidad.
Luego Draco vio a una Soleada mirándolo fijamente desde la distancia, en la vanguardia de su propio ejército; contemplando con ojos de furia -
A través del boscoso campo de batalla, sus ojos se encontraron.
Draco apenas tuvo una fracción de segundo antes de preguntarse, en el fondo de su mente, por qué Hermione Granger estaba tan enojada, antes de que se alzara el grito en ambos ejércitos; y todos estaban corriendo hacia adelante para cargar.

...

Los otros Caóticos habían aparecido ahora entre los árboles, algunos habían caído desde las cimas de los árboles, y la batalla estaba en toda su fuerza, todos disparando en cada dirección a cualquier cosa que se viera como un enemigo. Además había un número de Soleados gritando "¡Luminos! " hacia Neville Longbottom mientras el Hufflepuff de Caos giraba y maniobraba a través del aire con movimientos que únicamente podían ser descritos como, en efecto, "caóticos" -
Y sucedió, de la manera que solamente pasaba una de cada veinte veces en combate aéreo simulado, que la escoba de Neville Longbottom brilló de color rojo bajo sus manos apretadas.
No significaba que Longbottom estuviera por fuera del juego.
Entonces, entre las gradas de Hogwarts, entre la multitud de estudiantes observando, un griterío se alzó -
Combate realista. Era la regla maestra del Profesor Quirrell. Podías hacer cualquier cosa si era realista, y en la vida real, un soldado no se desvanecía así no más cuando su escoba era golpeada por una maldición.
Neville estaba cayendo hacia el suelo y aullando "¡Aterrizaje Caótico!" y los Caóticos apartaron su atención de los combates para lanzar el Encantamiento de Levitación (y correr al mismo tiempo para que no fueran un blanco estático), casi todos los demás parando para quedarse mirando con la boca abierta -
Y Neville Longbottom se estrelló contra el suelo cubierto de hojas del bosque, aterrizando sobre una rodilla, un pie, y ambas manos, como si se hubiera arrodillado para que lo nombraran caballero.
Todos se detuvieron. Incluso Tracey y Susan hicieron una pausa en su duelo.
En el estadio, todos los ruidos de la muchedumbre se desvanecieron.
Se produjo un silencio universal compuesto de asombro, preocupación, y pura estupefacción manifestada con la boca abierta, mientras todos esperaban para ver que ocurriría a continuación.
Y luego Neville Longbottom se puso de pie lentamente, y levantó su varita hacia los Soldados Rayo de Sol.
Aunque nadie en el campo de batalla lo escuchó, un largo segmento de la audiencia había empezado a cantar, en notas que se elevaban progresivamente cada vez que la palabra era pronunciada, "CAOS CAOS CAOS CAOS CAOS", porque no podías ver eso y no creer que requería acompañamiento musical.
"La multitud está animando a tu nieto," dijo Amelia Bones. La anciana bruja estaba favoreciendo a la pantalla con una mirada atenta.
"Así lo hacen," acordó Augusta Longbottom. "Algunos, si escucho correctamente, están bramando, ¡Nuestra sangre para Neville! ¡Nuestras almas para Neville!"
"Correcto," señaló Amelia, tomando un sorbo de una copa de té que no había estado ahí momentos antes. "Demuestra que el joven tiene potencial de liderazgo."
"Estos gritos," continuó Augusta, su voz poniéndose aún más pasmada, "parecen provenir de las bancas de Hufflepuff."
"Es la Casa de los leales, mi querida," acotó Amelia.
"¡Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore! ¿En el nombre de Merlín qué ha estado ocurriendo en esta escuela?"
Lucius Malfoy estaba observando las pantallas con una sonrisa irónica, sus dedos golpeando suavemente el brazo que reposaba sobre la silla sin un patrón discernible. "No sé qué es más aterrador, el pensamiento de que tenga un plan escondido detrás de todo esto, o el pensamiento de que no lo tiene."
"¡Miren!" aulló el Señor de Greengrass. El apuesto y aún joven hombre se había levantado a medias de su silla, apuntando su dedo a la pantalla. "¡Allá va ella!"

...

"Ambas lo atacaremos al mismo tiempo," Daphne susurró. Ella sabía que unos cuantos minutos llenos de tenebrosas experiencias de combate real, unas cuantas veces cada semana, podrían no ser suficientes para igualar la constante práctica de duelo de Neville con Harry y Cedric Diggory durante el mismo periodo. "Es demasiado para una de las dos, pero nosotras dos juntas - yo usaré mi Encantamiento, tú simplemente intenta paralizarlo -"
Hannah, a su lado, asintió, y luego ambas bramaron con toda la fuerza de sus pulmones y cargaron hacia adelante, con los Encantamientos de Levitación de dos Soldados Rayo de Sol que las iban apoyando para que se movieran más rápido con sus pies ligeros, Daphne ya aullando Tonare!" al tiempo que Hannah mantenía un enorme escudo Contego moviéndose en frente de ellas, y con un breve saltó extra brincaron por encima de las cabeza de los soldados que estaban en frente y aterrizaron delante de Neville con sus cabellos ondeando por todo lo alto -
(Las fotografías estaban estrictamente prohibidas en todos los juegos de Hogwarts, sin embargo de algún modo este momento todavía terminó en la página del frente de la edición del Quibbler del día siguiente.)
- y en el mismo instante, porque luchar contra abusones más grandes había quemado hasta las cenizas cualquier resquicio de titubeo, Hannah disparó su primer Maleficio de Sueño contra Neville (había empezado la entonación mientras seguía en el aire) al tiempo que Daphne, concentrándose más en la velocidad que en la fuerza, descargó su Antigua Hoja hacia donde ella creyó que estarían las caderas de Neville después al intentar esquivar -
Pero Neville saltó, no hacia un lado, sino que brincó más alto de lo que tendría que haber sido capaz de hacer, para que así su espada brillante nada más cortara el aire bajo sus pies. De algún modo Daphne se dio cuenta lo que esto significaba, que Neville todavía tenía otros Caóticos haciéndolo Levitar, a tiempo para alzar su Hoja sobre su cabeza, sin embargo Neville cayó demasiado rápido y cuando la Hoja de él se estrelló contra la de ella fue como ser golpeada por una Bludger. Derribó a Daphne desde sus pies y la envió para atrás desmadejada sobre la hierba, golpeando el duro suelo con su espalda. Todo podría haber terminado para ella en ese momento, si Neville no hubiera aterrizado a su vez con demasiada fuerza y caído sobre sus rodillas con un jadeo de dolor. Y luego antes de que Neville pudiera bajar su resplandeciente Hoja, Hannah gritó Somnium!" y Neville se tambaleó frenéticamente para atrás - aunque por supuesto ningún hechizo había salido en realidad de la varita de Hannah, la chica de Hufflepuff realmente no podría haber disparado de nuevo tan pronto - lo que le dio a Daphne un segundo para ponerse de pie forzosamente y poner ambas manos alrededor de su varita otra vez -

...

"Querido Merlín," habló la Dama de Greengrass. Su voz parecía inestable, la aristocrática pose bien porfiada. "Mi hija está combatiendo con el Encantamiento de la Más Antigua Hoja. En su primer año. Nunca supe que ella poseyera - un talento tan extraordinario -"
"Excelente sangre," Charles Nott congratuló de forma aprobadora, causando que Augusta soltara un bufido.
"Mi buena Dama," declaró el Profesor Quirrell, sonando grave. "No menosprecie a su hija de ese modo. Lo que usted ve no es mero talento." Su voz se puso un poco más seca. "Más bien, es lo que sucede cuando los niños ponen su esfuerzo competitivo en un juego que requiere hechizos reales."

...

Expelliarmus!" exclamó Draco, intentando no permitir que su voz se rompiera y simultáneamente esquivar el fulgurante voltio rojo paralizante que Hermione Granger le había disparado, sus músculos retorciéndose con la necesidad de esquivar en la dirección incorrecta - ella había apuntado hacia su izquierda, y luego con un misterioso movimiento disparó a su derecha -
Hermione esquivó el veloz maleficio de duelo, y gritó casi sin hacer una pausa, Steleus!", un Maleficio de ángulo ancho que Draco no podía esquivar, pero se las arregló para apuntar su varita a su propia cara y exclamar Quiescus!" antes de que la repentina urgencia por inhalar se pudiera convertir en un ataque de estornudos que habría terminado la batalla.
Draco Malfoy ya estaba medio exhausto de todos los Encantamientos Candado y Transformaciones de antes, sin embargo su confusión estaba empezando a darle la sensación de que su propia sangre estaba hirviendo, aunque no sabía por qué Granger lo estaba atacando con tanta furia salida de la nada, si ella quería pelea él le iba a dar una -
(Los Dragones y los Soleados no se detuvieron a observar el duelo de sus Generales, los Dragones eran demasiado disciplinados como para quedarse quietos a mirar y eso significaba que los Soleados tenían que seguir combatiendo también; pero la audiencia boquiabierta en las gradas de Quidditch de Hogwarts estaban siendo distraídos incluso del espectáculo de Neville y Daphne, pasando sus ojos al duelo de los dos Generales mientras que Malfoy y Granger se lanzaban hechizo tras hechizo y maleficio tras maleficio entre sí, invocando más rápido que cualquier otro estudiante de su mismo año lo hubiera logrado, la entrenada danza duelista del General Dragón era igualada por la frenética energía de la General Rayo de Sol, el combate entre ambos empezaba a asemejar más un duelo de adultos pues los dos estudiantes más poderosos de primer año recurrían a hechizos más exóticos que el usual Maleficio de Sueño.)
- aunque, Draco estaba comenzando a darse cuenta, que cuando él y Harry y el Profesor Quirrell desacreditaron a la Señorita Granger al comparar su intención de matar con la de un plato de uvas, era porque nunca la habían visto enojada.

...

Daphne cortó el aire con su Antigua Hoja, otra vez no intentando golpear fuerte sino mover la Hoja lo más rápido posible, al mismo tiempo que Hannah gritó Somnium!" y Neville saltó otra vez, aunque había sido otra finta y ya Hannah estaba ubicándose para disparar un hechizo real casi a quemarropa -
- y Neville Longbottom hizo exactamente lo que - explicaría después - Cedric Diggory lo había entrenado para hacer si estaba peleando contra Bellatrix Black, que fue girar y dar una patada a Hannah realmente fuerte en la boca de su estómago.
La chica de Hufflepuff soltó un pequeño y triste sonido, un jadeo de dolor y llanto, al ser derribada por completo a causa del duro zapato hundiéndose dentro de su abdomen con toda la fuerza del cuerpo de Neville.
Por un instante el campo de batalla se quedó paralizado, todo quieto excepto el cuerpo desfallecido de Hannah.
Luego el rostro de Neville se llenó de absoluto desmayo y bajó su varita, el Teniente Caótico acercándose instintivamente hacia su compañera de Casa para cogerla con su otra mano libre -
Al ir cayendo Hannah convirtió su caída en un giro que terminó con su varita alzada y disparando.
Una fracción de segundo después, Daphne, quien tampoco había titubeado, hundió su Más Antigua Hoja directamente dentro de la espalda de Neville, causando que los músculos del Teniente Caótico fueran convulsionando por la magia paralizante descargada dentro de él al tiempo que el Maleficio de Sueño de Hannah cogió efecto, y entonces el último heredero de Longbottom se desparramó por el suelo con una expresión de sorpresa total sobre su cara.

...

"Hoy el Sr. Longbottom ha aprendido una valiosa lección sobre sus sentimientos de compasión y remordimiento," declaró el Profesor Quirrell.
"Y caballerosidad," añadió Amelia, sorbiendo su té otra vez.

...

"¿Estás bien?" susurró Daphne, muy protectora y erguida al lado de donde Hannah yacía sobre el suelo apretando su estómago. La chica no dio réplica alguna excepto más sonidos de arcadas que se oían como si Hannah estuviera intentando no vomitar mientras intentaba no llorar.
De algún modo, aún cuando podría no haber sido una buena táctica - habría sido mejor si Hannah hubiera recibido un maleficio directo, que tener los otros soldados atados a protegerla - un número de Soleados parecía estar de pie en frente de Hannah con sus varitas apretadas fuertemente, mirando fija y rabiosamente a los Caóticos. Alguien había arrojado una barrera Prismática entre los dos grupos, Daphne no pudo ver quién.
Y por alguna razón los Caóticos no parecían presionar el ataque. Incluso Tracey había abandonado por completo la siniestra expresión en su cara y nerviosamente pasaba de apoyarse en un pie al otro, como si estuviera teniendo problemas en recordar cuál era su bando -
"¡Alto!" bramó una voz. "¡Alto a la batalla!"
Aunque no había mucha batalla de todos modos, todos se detuvieron.
El General Potter, viéndose como el Niño-Que-Vivió hasta el último centímetro, salió de entre los árboles con largas zancadas con algo grande y camuflado por un manto que cargaba bajo un brazo.
"¿Está respirando adecuadamente la Señorita Abbott?" aulló el General Potter.
Daphne no miró para atrás. Ella no confiaba en que esto no fuera una trampa - era absolutamente cierto que si los Caóticos tomaban la oportunidad para atacar, el Profesor Quirrell no solamente lo iba a decretar como legal sino que también les daría puntos extra después. Sin embargo Daphne podía escuchar la respuesta bastante bien con sus oídos, no era como si Hannah estuviera intentando respirar silenciosamente, por lo que respondió, "Más o menos."
"Ella debería salir de aquí y buscar a alguien que pueda usar Encantamientos de sanación," Harry propuso. "Nada más en caso de que algo esté roto."
Por detrás de Daphne, una pequeña voz jadeante dijo, "Yo - aún - puedo - pelear -"
"Señorita Abbott, no -" Harry  replicó, justo cuando se produjo el sonido de alguien detrás de Daphne colapsando sobre la hierba tras haber intentado ponerse de pie y fallado. Aunque todos hicieron una mueca de dolor, Daphne no le dio la espalda a Harry.
"¿Por qué los profesores no han parado la batalla?" inquirió Susan, su voz enojada.
"Espero que sea porque la Señorita Abbott no está en peligro de daño permanente y el Profesor Quirrell cree que estamos aprendiendo valiosas lecciones," Harry explicó con voz rasposa. "Mire, Señorita Abbott, si se va, Tracey también se retirará de la batalla. Ya nos superan en número, por lo que ese es un muy buen negocio para su bando. Por favor acepte."
"¡Hannah, tan sólo vete!" pidió Daphne. "¡O sea, nada más di que estás eliminada!"
Cuando Daphne miró para atrás descubrió que Hannah estaba negando con la cabeza, todavía echa un ovillo sobre la hierba.
"Oh, con un demonio," concluyó Harry. Caóticos! Mientras más pronto los paralicemos, ¡más rápido estará ella fuera de aquí! ¡Vamos a hacer esto muy rápido, incluso si tenemos bajas! ¡Fin de la tregua! ¡ATÚN!"
El cerebro posterior político de Daphne apenas había tenido un instante para admirar cómo unas cuantas palabras de Harry acababan de convertir a los Caóticos en los tipos buenos, y luego casi en perfecto unísono, los Caóticos metieron sus manos dentro de los bolsillos de sus uniformes y extrajeron unas gafas para sol verdes con un estilo poco familiar. No como las que llevarías a la playa, más como las gafas de protección para las Pociones avanzadas -
Luego Daphne se dio cuenta de lo que estaba apunto de suceder e interpuso su otra mano para escudar sus ojos, justo cuando Harry desgarró el manto que cubría el caldero.
El fluido que se derramó cuando Harry Potter arrojó los contenidos del caldero en el aire era demasiado brillante para ser visto, demasiado luminoso para ser imaginado, incandescente como el Sol magnificado una docena de veces -
(eso es lo que era exactamente)
(la luz solar que había sido invertida para crear las bellotas, la resplandeciente energía que había alimentado a un árbol creciendo desde el sucio barro)
(fulgurando como un mordaz púrpura, longitudes de onda color azul y rojo combinado que la clorofila absorbió)
(con casi nada de las longitudes verdes que la clorofila refleja para crear el color verde de las hojas)
(que era el color de los lentes de sol de la Legión Caos, hechas para pasar a través de las longitudes de ondas verde, bloqueando rojo y azul, reduciendo incluso el púrpura más incandescente a algo tolerable)
- el fulgor de la luz violeta siguió y siguió, aunque Daphne intentó apartar su brazo de sus ojos descubrió que ella no podía mirar directamente a nada, incluso el resplandor púrpura indirecto era tan luminoso que ella tenía que entrecerrar los ojos; y únicamente tuvo tiempo para invocar un Finite Incantatem, que no funcionó, antes de que un Maleficio de Sueño la derribara.
El resto de la batalla no demoró demasiado.

...

"¡AHORA!" exclamó Blaise Zabini, anteriormente de Rayo de Sol, ahora comandando un destacamento de Caos Legionarios. "Digo, ¡ATÚN!" La mano del chico de Slytherin cogió el manto cubriendo el caldero para evitar que se activara bajo el toque de la luz de día, y lo empezó a mover hacia un lado.
"¡AHORA!" exclamó Dean Thomas, anteriormente de Caos, comandando un destacamento de Guerreros Dragones. "¡HAGAN LO MISMO QUE ELLOS HAGAN!"
El destacamento de Caóticos de Zabini metieron sus dedos dentro de los bolsillos de sus uniformes, y las sacaron sosteniendo los anteojos para sol verdes -
- una acción casi perfectamente imitada por Dean y los Guerreros Dragones, quienes sacaron gafas de protección verdes para Pociones, y rápidamente pasaron las correas sobre sus propias cabezas, al mismo tiempo que los Caóticos se ponían sus lentes de sol y la incandescencia violeta se desparramó.
(Como había explicado el General Malfoy, si el Sr. Goyle reportó que la Legión Caos estaba usando gafas de protección de color verde para Pociones, no tenías que saber por qué para Transformar algunas copias.)
"¡ESO ES TRAMPA!" protestó Blaise Zabini.
"¡ES TÉCNICA!" Dean gritó a su vez. "¡DRAGONES, ATAQUEN!"
("Disculpe," la Dama de Greengrass pidió. "¿Puede dejar de reírse de ese modo, Sr. Quirrell? Es desconcertante.")
"¡HAGAN FINITE A SUS GAFAS DE PROTECCIÓN!" gritó Blaise Zabini, mientras los dos ejércitos corrían para encontrarse a través del omnipresente y mordaz deslumbrante ojo púrpura. "¡AÚN PODEMOS GANAR!"
"¡LO ESCUCHARON!" rugió Dean. "¡ACABEN CON SUS GAFAS!"
La réplica de Blaise Zabini a esto no fue algo articulado.
Esa batalla fue mucho más larga.

...

Stupefy!" chilló el General Rayo de Sol.
Draco no esquivó, no contraatacó, no tenía suficiente energía para ninguna de las dos, todo lo que podía hacer era azotar su mano izquierda en posición y esperar -
El voltio de parálisis rojo se disipó de nuevo sobre el guante Colloportus de Draco, que él había Transformado y unido por hechizo a su mano al igual que con el resto del Ejército Dragón. Era todo lo que lo estaba salvando ahora, ese escudo.
Aunque debería haber sido el momento para contraatacar, Draco sólo fue capaz de recuperar su aliento, mientras los dos bailaban hacia atrás y adelante bajo los árboles en los movimientos casi infinitos de su duelo. Al otro lado, la General Granger estaba respirando con fuerza, el rostro de la joven niña estaba reluciente con sudor como si fuera rocío, su crespo cabello castaño estaba tan mojado que se habían vuelto como trenzas marrones. Su uniforme camuflado estaba manchado con parches de humedad, sus hombros temblando visiblemente por el cansancio, sin embargo su varita seguía firme como el acero al apuntar a Draco a través de todos sus movimientos. Sus ojos mirando fijamente, sus mejillas enrojecidas por la ira.
Entonces, pequeña niña, ¿por qué estás pretendiendo combatir como un adulto el día de hoy?
La mofa le vino a la mente, pero realmente no creyó necesario hacer que Granger se pusiera más molesta; por lo que en vez de eso Draco sólo dijo - aunque podía escuchar su propia voz quebrarse - "¿Alguna razón para estar enojada conmigo, Granger?"
La chica tenía la boca abierta para respirar, su propia voz bamboleándose al hablar. "Sé qué estás tramando," acusó Hermione Granger, su voz alzándose. "Sé lo que están tramando Snape y tú, Malfoy, ¡y sé quién está detrás de todo!"
"¿Eh?" Draco espetó sin tan siquiera pensarlo.
Eso solamente pareció incrementar la furia de Granger, y sus dedos se pusieron blancos sobre la varita que apuntó hacia él.
Y luego Draco lo entendió, e hizo hervir la propia sangre de sus venas. Incluso ella creía él estaba tramando secretamente contra ella -
"¿Tú también?" Draco gritó. "¡Te ayudé, chiquilla dientes de leche! Tú, tú, tú," - tartamudeando mentalmente todas las maldiciones Oscuras que se le ocurrieron hasta que encontró algo que de hecho le podía lanzar - DENSAUGEO!"
Sin embargo Granger brincó y giró alrededor del Maleficio Alargador de Dientes, y luego su propia varita danzó y quedó casi a rango de quemarropa, al tiempo que Draco atravesó su mano izquierda como si fuera un escudo, ubicando el guante protegido mágicamente entre sí mismo y lo que fuera que ella estuviera apunto de disparar, y la propia voz de la General Rayo de Sol creció hasta ser un chillido audible a través de todo el campo de batalla -
ALOHOMORA!"
El tiempo tendría que haberse detenido.
Pero no lo hizo.
En vez de eso se oyó un candado abrirse desde el guante.
Así no más.
Así no más.
Las pantallas lo mostraron todo muy claramente, al estadio entero de Hogwarts.
Y el silencio que cayó hasta los huesos de todos los que estaban en las bancas al comprender con bastante claridad lo que eso significaba, que el heredero de la Casa Malfoy había sido superado en magia por una hija de Muggles.
Hermione Granger no hizo una pausa en su combate, ni siquiera dio señal de que supiera lo que había hecho; en vez de eso su pie descargó una patada estilo Muggle que tumbó limpiamente la varita de la mano de Draco, cuyos conmocionados cuerpo y mente se movieron muy lentamente. Draco se zambulló hacia su varita, hurgando frenéticamente sobre el suelo, pero tras él llegó la voz rota de una chica pronunciando Somnium!" y Draco Malfoy cayó y no se levantó de nuevo.
Se produjo un momento de congelado silencio. La General Rayo de Sol estaba tambaleándose sobre sus pies, viéndose como si estuviera apunto de desmayarse.
Luego los Guerreros Dragones gritaron a pleno pulmón y avanzaron a la carga para vengar a su comandante caído.

...

El Sr. y la Srs. Davis estaban temblando al levantarse de las confortables sillas de la sección de Quidditch para la facultad; no podían agarrarse del todo entre sí mientras caminaban, sin embargo se tomaban de las manos fuertemente, pretendiendo arduamente que era invisibles. De haber sido niños lo suficientemente jóvenes como para la magia accidental probablemente se habrían Desilusionado a sí mismos.
El mayor Charles Nott no dijo nada al pararse de su silla. El cicatrizado Señor Jugson no dijo nada, al pararse de su propia silla.
Lucius Malfoy no dijo nada al ponerse de pie.
Los tres se giraron sin hacer pausa y con largas zancadas se dirigieron a las escaleras que llevaban hacia las bancas más elevadas, moviéndose en un misterioso unísono similar al de un trío de Aurores -
"Señor Malfoy," el Profesor de Defensa habló con un tono apacible. El hombre seguía sentado en su propia silla, mirando su pergamino-pantalla, los brazos caídos a su lado, como si por alguna razón no tuviera ganas de moverse.
El hombre de cabello blanco se detuvo justo antes de llegar al arco de salida, y el hombre mayor y el hombre cicatrizado se detuvieron también, flanqueando. La cabeza del Señor Malfoy se giró, demasiado poco como para ser alguna forma de reconocimiento, aunque en la dirección del Profesor de Defensa.
"Su hijo actuó de manera excepcional el día de hoy," comentó el Profesor Quirrell. "Debo confesar que lo subestimé. Y se ha ganado la lealtad de su ejército, como usted mismo lo ha presenciado." Aún muy apacible, la voz del Profesor de Defensa. "Hablando como el maestro de su hijo, es mi opinión que él no se beneficiará si usted interfiere en su -"
El Señor Malfoy y sus compatriotas se desvanecieron bajando las escaleras.
"Un buen intento, Quirinus," Dumbledore reconoció en voz baja. La cara del anciano mago mostraba pequeñas líneas de preocupación; tampoco se había levantado de su propio asiento, mirando fijamente el pergamino-pantalla como si siguiera activa. "¿Crees que te escuchará?"
Los hombros del Profesor de Defensa se torcieron con un pequeño encogimiento de hombros, el único movimiento que había mostrado desde que había terminado la batalla.
"Bueno," dijo la Dama de Greengrass, al ponerse de pie y crujir sus nudillos, estirando, su esposo silencioso a su lado. "Debo reconocer, que eso fue bastante... interesante..."
Amelia Bones se había alzado de su propio asiento mullido sin mucho alboroto. "Interesante en efecto," repitió la Directora Bones. "Debo confesar, me encuentro perturbada por la habilidad con que esos niños estaban combatiendo entre sí."
"¿La habilidad?" Cuestionó el Señor Greengrass. "Sus hechizos no me parecieron tan impresionantes. Excepto por Daphne, por supuesto."
La anciana bruja no movió sus ojos de donde estaba mirando fijamente la cabeza calva del Profesor de Defensa. "El Maleficio Candado no es un hechizo de primer año, Señor Greengrass, sin embargo esa no es la habilidad que tenía en mente. Se apoyaron entre sí con aquellos hechizos simples, reaccionaron a una velocidad sorprendente..." La Directora del DALM hizo una pausa, como si estuviera buscando palabras que un mero civil pudiera entender. "En el medio de la batalla," ella añadió finalmente, "con hechizos volando en cada dirección... aquellos niños parecían sentirse como en casa."
"En efecto, Directora Bones," replicó el Profesor de Defensa. "Algunas artes son mejores si se empiezan desde jóvenes."
Los ojos de la vieja bruja se estrecharon. "Los está preparando para convertirse en una fuerza militar, Profesor. ¿Con qué fin?"
"¡Espere un momento!" intervino el Señor Greengrass. "¡Hay varias escuelas donde enseñan duelo en su primer año!"
"¿Duelo?" explicó el Profesor de Defensa. Desde atrás no era visible si la cara pálida estaba sonriendo. "Eso no es nada, Señor Greengrass, en comparación a lo que mis estudiantes han aprendido. Han aprendido a no dudar frente las emboscadas y enemigos más grandes. Han aprendido a adaptarse cuando las condiciones de combate cambien y vuelvan a cambiar. Han aprendido a proteger sus aliados, a proteger a aquellos que son más valiosos, a abandonar piezas que no pueden ser rescatadas. Han aprendido que para sobrevivir deben seguir órdenes. Algunos incluso han aprendido un poco de creatividad. Oh, no, Señor Greengrass, estos magos no se van a esconder en sus mansiones y esperarán a ser protegidos, cuando la siguiente amenaza llegue. Ellos sabrán que saben cómo pelear."
Augusta Longbottom aplaudió ruidosamente con sus manos tres veces.

...

Ganamos.
Fue la primera cosa que Draco escuchó cuando despertó en el campo de batalla, Padma explicándole cómo sus soldados se habían replegado tras su caída. Como, gracias a la previsión del General Dragón, el Sr. Thomas había llevado a su destacamento hacia la victoria sobre Caos. Como el General Potter había derrotado la porción del Regimiento Rayo de Sol que chocó contra él. Como los Guerreros Dragones del Sr. Thomas se habían reincorporado al cuerpo principal de soldados ambos usando sus propias gafas de protección y también los lentes para sol de los derrotados Caóticos. Como, únicamente momentos después, el contingente remanente del General Potter había atacado a su ejército con una poción que emitía una cegadora luz púrpura. Sin embargo los Dragones habían mantenido la ventaja numérica sobre Rayo de Sol y Caos, y suficientes lentes de sol para sus guerreros; por lo que Padma se las había arreglado para liderar su ejército hacia la victoria.
Por la luz en los ojos de Padma y su arrogante sonrisa que habría hecho orgulloso a un Malfoy, ella estaba esperando felicitaciones. Draco se las arregló para forzar alguna forma de elogio entre sus apretados dientes, y después no pudo recordar qué era. La bruja nacida en el extranjero, aparentemente, no tenía ninguna idea de lo que había sucedido, o lo que implicaba.
Perdí.
Los Dragones regresaron a Hogwarts arrastrando los pies bajo el cielo gris, heladas goteras aterrizando pesadamente sobre la piel de Draco, una por una. Mientras él había estado incapacitado, había empezado, la largamente prometida lluvia finalmente había empezado a caer. Ahora a Draco únicamente le quedaba una opción. Un movimiento forzado, como el Sr. MacNair, quien le había enseñado ajedrez a Draco, lo habría nombrado. A Harry Potter probablemente no le iba a gustar, si realmente estaba enamorado de Granger del modo en que todos afirmaban. Sin embargo el movimiento forzado, como el Sr. MacNair lo había definido, era uno que necesitabas hacer si querías que el juego pudiera continuar.
Se seguía repitiendo en la mente de Draco, una y otra vez, incluso mientras caminaba como un autómata a través de los masivos portales de Hogwarts, despachó a Vincent y Gregory con dos palabras afiladas, y se quedó solo dentro de su cuarto privado, sentado en su cama, contemplando fijamente la pared sobre su escritorio. Llenando su mente como si un Dementor lo hubiera encerrado dentro de esa memoria.
El candado de su guante haciendo clic y cayéndose -
Draco sabía, sabía qué era lo que él había hecho mal. Había estado demasiado cansado tras invocar veintisiete Encantamientos Candado para el resto de los Guerreros Dragones. Menos de un minuto no era tiempo suficiente para recuperarse tras cada hechizo. Por lo que simplemente había lanzado el Colloportus sobre su propio guante con candado, nada más lanzó el hechizo, sin poner toda su fuerza para que fuera superior a lo que Harry Potter o Hermione Granger pudieran hacer.
Pero nadie iba a creer eso, incluso si era una verdad. Incluso en Slytherin, nadie creería eso. Sonaría como una excusa, y una excusa sería lo único que iban a escuchar.
Granger se arremolinaba y giró y gritó '¡ALOHOMORA!' -
La mente de Draco lo siguió repitiendo una y otra vez haciendo que el resentimiento fuera aumentado. Había ayudado a Granger - cooperado con ella para prohibir los traidores - sostuvo su mano mientras ella colgaba del techo - evitó se desatara un amotinamiento en el Gran Comedor a causa de ella - tenía ella alguna idea de lo que él había arriesgado, de lo que probablemente ya había perdido, lo que significaba para el heredero de la Casa Malfoy hacer eso por una sangre sucia -
Y ahora sólo le quedaba un movimiento, y la qué sucedía con un movimiento forzado era que tú tenías que hacerlo, incluso si implicaba recibir detención y perder puntos de Casa. Aunque el Profesor Snape lo sabría y comprendería, había límites (Padre le había advertido) a lo que el Maestro de Pociones podía pasar por alto.
Retar a Granger a un duelo de magos, desafiando abiertamente las regulaciones de Hogwarts. Atacar ahí mismo, si ella intentaba rehusarse. Poderla derrotar sin interferencia de otros, en público, no con astutas técnicas de duelo, sino aplastando su magia. Vencerla sólidamente, completamente, la tenía que arrollar por completo al igual que el propio Señor Tenebroso había arrollado a sus enemigos. Hacerlo absolutamente claro para todos, para que nadie pudiera dudarlo, que Draco simplemente había estado exhausto de haber invocado el hechizo tantas veces. Demostrar que la sangre de Malfoy era más fuerte que la de cualquier sangre sucia -
Sólo que no es así, la voz de Harry Potter susurró dentro de la mente de Draco. Es fácil olvidar lo que es realmente verdadero, Draco, una vez que comienzas a intentar ganar en lo político. Sin embargo en la realidad únicamente hay una cosa que te hace un mago, ¿recuerdas?
Draco sabía, entonces, sabía la razón para la intranquilidad en el fondo de su mente, mientras observaba fijamente la vacía pared sobre su escritorio contemplando su movimiento forzado. Tendría que haber sido simple - cuando nada más tenías un movimiento, lo que restaba por hacer - pero -
Granger arremolinándose, girando, cabello empapado de sudor volando a su alrededor, voltios volando de su varita tan rápida como la de él, maleficios y contra-maleficios, golpes resplandecientes volando hacía el rostro de él, y en medio de todo la expresión de furia en los ojos de Granger -
Hubo una parte de él admirando eso, antes de que todo saliera mal, admirando la furia de Granger y su poder; una parte de él se había exaltado en la primera batalla real de su vida, contra...
...un oponente que era su igual.
Si retaba a Granger, y perdía...
No tendría porque ser posible, Draco había recibido su varita dos años antes que cualquier otro en su clase de Hogwarts.
Excepto que había una razón por la que usualmente nadie se molestaba en dar varitas a niños de nueve años. La edad era un factor también, no era solamente cuánto tiempo habías sostenido una varita. El cumpleaños de Granger había sido unos pocos días después de empezado el año, cuando Harry le había comprado ese monedero. Eso quería decir que ella tenía doce ahora, que había tenido doce casi desde el principio de Hogwarts. Y la verdad era que, Draco no había estado practicando mucho por fuera de clases, probablemente ni de cerca tanto como Hermione Granger de Ravenclaw. Draco no había considerado que necesitaba más práctica para permanecer en la delantera...
Y Granger estaba exhausta también, susurró la Voz de la Evidencia Contraria dentro de él. Granger debió haber estado exhausta por lanzar todos esos Maleficios de Paralización, e incluso en ese estado había sido capaz de deshacer su Encantamiento Candado.
Y Draco no podía permitirse retar a Granger públicamente, uno contra uno sin excusas, y perder.
Draco sabía lo que se suponía debías hacer en este tipo de situación. Se suponía que debías hacer trampa. Pero si cualquiera descubre que Draco hacía trampa, sería desastroso, perfecto material de chantaje incluso si nunca salía a la luz, y cualquier Slytherin observando sabría eso, ellos estarían buscando...
Y entonces, de haber estado observando, habrías visto a Draco Malfoy levantarse de su cama, ir a su escritorio, sacar una hoja de pergamino de la más fina piel de carnero, un tintero perlado, lo llenó con una tinta de un plateado verdoso que había sido hecha con plata verdadera y esmeraldas aplastadas. Del gran baúl que estaba a los pies de su cama, el Slytherin extrajo un libro también adornado con plata y esmeraldas, titulado La Etiqueta de las Casas de Bretaña. Y con una nueva, limpia pluma, Draco Malfoy empezó a escribir, frecuentemente mirando al libro abierto como referencia. Había una sonrisa siniestra sobre la cara del muchacho, haciendo que el joven Malfoy se pareciera mucho a su padre, mientras cuidadosamente dibujaba cada letra como una obra de arte individual.
De Draco, hijo de Lucius hijo de Abraxis Señores de la Noble Y Más Antigua Casa de Malfoy, hijo también de Narcissa hija de la Dama Druella de la Noble y Más Antigua Casa de Black, retoño y heredero de la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy:
A Hermione, la primera Granger:
(Esa forma se había inventado para sonar amable, hace mucho tiempo cuando había sido creada; en la actualidad, tras siglos de ser usada para referirse a los sangre sucia, cargaba una adorable pizca de refinado veneno.)
Yo, Draco, de la Más Antigua Casa, estoy demandando compensación, por
Draco hizo una pausa, moviendo cuidadosamente la pluma a un lado para que no fuera a gotear. Necesitaba un pretexto para esto, al menos si quería imponer las condiciones del duelo. El retado tenía la elección de los términos a menos que hubieran insultado una Casa Noble. Necesitaba hacer que pareciera que Granger lo había insultado...
¿Qué estaba pensando? Granger lo había insultado.
Draco recorrió las páginas del libro hasta llegar a las fórmulas estándar, y halló una que consideró apropiada.
Yo, Draco, de la Más Antigua Casa, estoy demandando compensación, porque en tres ocasiones te presté ayuda que fue ofrecida únicamente por mi buena voluntad, y a cambio usted me acusó falsamente de realizar un complot contra usted,
Draco tuvo que parar para respirar, controlando la ira ardiente; ahora estaba empezando a sentir el insulto de manera genuina, y acababa de escribir la última frase y subrayarla sin pensar, como si fuera una carta ordinaria. Tras un momento de reflexión, decidió dejarlo así; podría no ser la formalidad exacta pero tenía un crudo, enojado tono que parecía apropiado.
un insulto que cometiste ante los ojos de Bretaña.
Por lo tanto yo, Draco, te conmino, Hermione, por tradición, por ley, por
"La decimoséptima regla del Wizengamot trigésimo-primero ," Draco habló en voz alta sin mirar el libro abierto, era una línea usada en muchas obras; se sentó más enderezado al pronunciarla, sintiendo cada pulso de la sangre noble dentro de sus venas.
Por lo tanto yo, Draco, te conmino, Hermione, por tradición, por ley, por la decimoséptima regla del Wizengamot trigésimo-primero, a reunirnos en un duelo de magos bajo los siguientes términos: Que cada uno de nosotros venga solo y en silencio, hablando a nadie más ni antes ni después,
Si el duelo salía mal, Draco podía no decir nada y dejarlo así. Y si lograba derrotar a Granger, aprendería experimentalmente que podía vencerla de nuevo en un reto público. No era hacer trampa, sino Ciencia, lo que era casi igual de bueno.
compitiendo únicamente con magia, sin muerte o herida permanente,
¿...dónde? A Draco le habían contado sobre un cuarto en Hogwarts que era bueno para los duelos, donde todo lo que era valioso ya estaba protegido por escudos mágicos, y no había retratos para espiarte... cuál había sido...
en el cuarto de los trofeos del Castillo de Hogwarts Escuela de Magia y Hechicería,
Y su segundo y público duelo mejor que fuera pronto, como mañana, tomaría muy poco tiempo para que su reputación en Slytherin se volviera irremediablemente fangosa. Necesitaba combatir a Granger  por primera vez esta misma noche.
al inicio de la medianoche que le pondrá fin a este mismo día.
Draco, de la Noble y Más Antigua Casa de Malfoy.
Draco firmó el pergamino formal, y luego extrajo su pergamino ordinario y más pequeño, y su tinta regular, para su post scriptum:
Si no saben cómo funcionan las reglas, Granger, es así. Insultaste una Más Antigua Casa, y tengo el derecho legal de lanzarte un reto. Y si afrontas las condiciones del duelo, como haciendo que Flitwick aparezca en el cuarto de trofeos, o nada más contarle a cualquiera, mi padre te llevará a ti y tu falso honor directo al Wizengamot.
Draco Malfo
En la última letra su pluma presionó el pergamino tan viciosamente que la punta se rompió, creando una raya de tinta y una pequeña perforación en el pergamino, que Draco decidió también se veía apropiado.

...

Esa noche a la hora de la cena, Susan Bones se acercó a Harry Potter y le contó que ella pensaba que Draco Malfoy iba a dirigir su plan contra Hermione muy pronto. Ella había advertido a todos los miembros de S.P.I.H.B., y había advertido a la Profesora Sprout, y había advertido al Profesor Flitwick, y le iba enviar una carta a su Tía esa misma noche, y ahora le estaba advirtiendo a Harry Potter, también. Sólo que no podía hablar al respecto con Padma - Susan explicó, mostrándose muy sería - porque Padma estaba sintiéndose dividida entre su lealtad a Hermione y su lealtad a su General.
Harry James Potter-Evans-Verres, quien para este punto se estaba sintiendo más frustrado con toda la situación que realmente productivo, le espetó a ella un , él sabía que algo tenía que hacerse.
Cuando Susan Bones se fue, Harry miró hacia el otro lado de la mesa de Ravenclaw, donde Hermione se había sentado lejos de él o Padma o Anthony o cualquiera de sus otros amigos.
Sin embargo Hermione no parecía estar de humor para tratar bien a cualquiera que fuera a molestarla.
Después, pensando en retrospectiva, Harry pensaría de cómo, en sus novelas de Ciencia Ficción y fantasía, las personas siempre hacían sus grandes, importantes decisiones para grandes, importantes razones. Hari Seldon había creado su Fundación para reconstruir las cenizas del Imperio Galáctico, no porque se fuera a ver más importante si podía estar a cargo de su propio grupo de investigación. Raistlin Majere había cortado los nexos con su hermano porque quería convertirse en un dios, no porque fuera incompetente en las relaciones personales y sin la disposición para pedir consejo sobre cómo hacerlo mejor. Frodo Baggins había llevado el Anillo porque él era un héroe que quería salvar la Tierra Media, no porque hubiera sido muy incómodo no hacerlo. Si cualquiera llegaba a escribir una verdadera historia del mundo - no que alguien fuera capaz o lo fuera a llegar a ser - probablemente 97% de todos los momentos claves del Destino iban a resultar estar construidos por mentiras y pañuelos de papel y pequeños pensamientos triviales que alguien podría muy fácilmente haber pensado de manera diferente.
Harry James Potter-Evans-Verres observó a Hermione Granger, donde estaba sentada al otro lado de la mesa, y tuvo una sensación de reluctancia a molestarla cuando ella ya se veía de un muy mal humor.
Por lo que Harry consideró que probablemente tenía más sentido hablar con Draco Malfoy primero, para que así pudiera asegurar absoluta y positiva y definitivamente a Hermione que Draco realmente no estaba tramando nada contra ella.
Y luego tras terminar su cena, cuando Harry bajó al calabozo de Slytherin y fue informado por Vincent que el jefe no debía ser perturbado... entonces Harry pensó que tal vez debería ver si Hermione hablaría con él en ese mismo momento. Que debería empezar a desenmarañar todo este enredo antes de que se enredara mucho más. Harry se cuestionó si quizá él estaba procrastinando, si su mente estaba buscando una excusa ingeniosa para retrasar algo desagradable aunque necesario.
En realidad tuvo ese pensamiento.
Y luego Harry James Potter-Evans-Verres decidió que simplemente iba a hablar con Draco Malfoy en la mañana del día siguiente, tras el desayuno del Domingo, y luego hablar con Hermione.
Los seres humanos hacían ese tipo de cosas todo el tiempo.

...

Era la mañana del Domingo, del 5 de Abril, 1992, y el cielo simulado sobre el Gran Comedor de Hogwarts mostraba grandes torrentes de lluvia cayendo en tal densidad que los relámpagos eran reducidos y esparcidos en pequeños pulsos de luz blanca que a veces transformaba las mesas de las Casas, haciendo sus caras pálidas y logrando que todos los estudiantes parecieran fantasmas por un breve momento.
Harry se sentó en la mesa de Ravenclaw, comiendo cansadamente un waffle, esperando a que Draco hiciera su aparición para poder empezar a solucionar todo este asunto. Había un Quibbler circulando por ahí que de algún modo tenía a Hannah y Daphne en la primera página, pero todavía no le había llegado a él.
Unos pocos minutos después Harry acabó de comer su waffle, y luego miró alrededor otra vez para ver si Draco ya había llegado a desayunar a la mesa de Slytherin.
Era raro.
Draco Malfoy casi nunca llegaba tarde.
Ya que Harry estaba contemplando en dirección a la mesa de Slytherin, no vio a Hermione Granger entrando a través de las enormes puertas del Gran Comedor. Por lo que se espantó bastante cuando se giró y descubrió a Hermione sentada directamente a su lado en la mesa de Ravenclaw, como si no hubiera hecho eso por más de una semana.
"Hola, Harry," Hermione saludó, su voz sonando casi exactamente normal. Empezó a poner tostada sobre su plato y una selección de frutas saludables y vegetales. "¿Cómo estás?"
"Dentro de una desviación estándar de mi propio y pequeño promedio peculiar," Harry replicó automáticamente. "¿Cómo estás tú? ¿Dormiste bien?"
Había bolsas oscuras bajo los ojos de Hermione Granger.
"Vaya, sí, estoy bien," respondió Hermione Granger.
"Pues," Harry vaciló. Cogió una rebanada de pastel y la depositó sobre su plato (mientras su cerebro estaba ocupado con otras cosas, la mano de Harry simplemente había tomado lo más delicioso dentro de su rango, sin evaluar conceptos complejos como si estaba listo para comer postre). "Pues, Hermione, voy a necesitar hablar contigo más rato, ¿eso está bien?"
"Por supuesto," contestó Hermione. "¿Por qué no lo estaría?"
"Porque -" Harry dudó. "o sea - tú y yo no hemos - por los últimos días -"
Cállate, sugirió una parte interna de Harry que parecía haberse localizado recientemente para gobernar asuntos relacionados con Hermione.
Hermione Granger no parecía estarle prestando mucha atención de todos modos. Nada más contempló fijamente su plato, y luego, tras diez segundos de incómodo silencio, empezó a comer rodajas de tomate, una tras otra, sin pausa.
Harry apartó la mirada de ella y empezó a comer una rebanada de pastel que, descubrió, se había materializado de alguna manera sobre su plato.
"¡Entonces!" Hermione Granger exclamó de repente tras haber pulido la mayoría de su plato en silencio. "¿Ha pasado algo interesante el día de hoy?"
"Pues..." Harry dijo. Observó alrededor frenéticamente, como buscando algo interesante que pudiera usar como relleno conversacional.
Y por eso Harry fue uno de los primeros en verlo, y señaló sin pronunciar palabra, aunque el repentino aumento de murmullos que recorrió el Gran Comedor demostró que un buen número de personas también lo habían visto.
El distintivo matiz escarlata de las túnicas habría sido reconocible en cualquier parte, sin embargo le requirió unos pocos momentos al cerebro de Harry ubicar los rostros. Un hombre de aspecto Asiático, solemne, y hoy mostrándose bastante siniestro. Un hombre con ojos perforadores que recorrían todo el cuarto, su largo cabello negro agitándose tras él en una cola de caballo. Un hombre delgado y pálido y sin afeitar, con una cara tan vacía que parecía de piedra. Le tomó a Harry unos cuantos momentos ubicar los rostros, y recordar los nombres, de ese largo día en Enero cuando el Dementor había venido a Hogwarts: Komodo, Butnaru, Goryanof.
"¿Un trío de Aurores?" Hermione habló con extraña voz animada. "Vaya, me pregunto qué estarán haciendo aquí."
Dumbledore estaba en su compañía, viéndose más preocupado de lo que Harry lo hubiera llegado a ver hasta ahora; y tras un momento de pausa en que los ojos del anciano mago escanearon el Gran Comedor y los estudiantes susurraron sobre sus desayunos, él señaló -
- directo hacia Harry.
"Oh, ahora qué," Harry habló por lo bajo. Sus pensamientos internos fueron más llenos de pánico que eso, mientras se cuestionaba frenéticamente si alguien lo había conectado al escape de Azkaban de alguna manera. Miró hacia la Mesa de Profesores, intentando que pareciera un vistazo casual, y se dio cuenta que el Profesor Quirrell no se veía por ningún lado, esta mañana -
Los Aurores giraron hacia él con rápidas zancadas, el Auror Goryanof acercándose desde el otro lado de la mesa de Ravenclaw como para bloquear cualquier escape en esa dirección, el Auror Komodo y el Auror Butnaru aproximándose desde el lado de Harry, el Director pisando los talones de Komodo.
Todas las conversaciones fueron cayendo en un silencio absoluto.
Los Aurores llegaron a donde estaba la mesa de Harry, rodeándolo desde tres ángulos.
"¿Sí?" Harry inquirió, tan normalmente como podía. "¿Qué sucede?"
"Hermione Granger," el Auror Komodo dijo con voz monótona, "está bajo arresto por el intento de homicidio de Draco Malfoy."

Capítulo 77             Capítulo 79




Nota del Traductor


Uno de esos capítulos que tomó más tiempo del que había pensado en un principio. Además, me ayudó a descubrir que la parte que más detesto sobre escribir es la edición, la odio tanto que me hacía cuestionar si realmente quería y servía para ser escritor. Sin embargo, la animadversión por la edición es algo común entre escritores, sólo hay que llegar al punto económico donde le pueda pagar a otros para editar por mí.

El próximo episodio es de 7984 palabras, por lo que considerando mi mínimo rendimiento hasta ahora, máximo me debería tardar un mes en traducirlo por completo. También considerando mi máximo rendimiento hasta ahora, mínimo me debería tardar una semana. Por lo que sacando un promedio, lo más probable es que lo termine en dos semanas, con algo de suerte.

Siento que estamos muy cerca del final, aunque en realidad faltan 44 capítulos. Por lo que es más certero afirmar que nos falta una tercera parte del viaje. Aunque como este último tercio es el más intenso de la historia, se siente como ir en bajada por una pendiente.

Estoy procurando escribir más a menudo en mi blog, por lo que los conmino a que le echen un vistazo.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard y Kbrem


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Gracias por leer.



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