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martes, 26 de mayo de 2015

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 41

Capítulo 40             Capítulo 42


Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 41

Anulación Directa

Dramione
Draco tienes que dejarme ir

El mordiente viento de Enero aulló alrededor de los vastos, limpios muros de piedra que demarcaban los limites materiales del castillo de Hogwarts, susurrando y silbando con extraños movimientos mientras soplaba contra ventanas cerradas y torres de piedra. La nieve más reciente había desaparecido casi por completo, pero ocasionalmente parches de derretido y recongelado hielo seguían pegándose a la superficie de piedra y destellaban con la reflejada luz del sol. Desde la distancia, debía verse como si Hogwarts estuviera parpadeando cientos de ojos.

Un repentino golpe de viento hizo retroceder a Draco, e intentó, imposiblemente, presionar su cuerpo un poco más a la piedra, que se sentía como hielo y olía como hielo. Un instinto completamente inútil parecía convencido de que iba a ser arrojado a los muros exteriores de Hogwarts, y que la mejor forma de prevenir esto era retorcerse alrededor con reflejos involuntarios y posiblemente vomitar.

Draco estaba intentando muy fuerte para no pensar en los seis pisos de aire vacío por debajo de él, y enfocarse, más bien, en cómo iba a matar a Harry Potter.

"Sabe, Sr. Malfoy," dijo la jovencita a su lado con una voz convencional, "si una vidente me hubiera revelado que algún día estaría colgando de los dedos en los muros de un castillo, intentando no bajar la mirada o pensar en qué tan duro gritaría Mamá si me pudiera ver, no hubiera tenido ni idea de cómo sucedería, excepto que sería la culpa de Harry Potter."

...

Antes:

Los dos Generales aliados pasaron por encima del cuerpo de Longbottom, sus botas pisando el suelo casi en perfecta sincronía.

Únicamente un soldado permanecía entre ellos y Harry, un chico de Slytherin llamado Samuel Clamons, cuya mano estaba blanca y aferrada sobre su varita, sostenida hacia arriba para mantener su Muro Prismático. La respiración del chico era muy agitada, sin embargo su expresión mostraba la misma fría determinación que encendía los ojos de su general, Harry Potter, quien estaba de pie atrás del Muro Prismático en un corredor sin salida que estaba al lado de una ventana abierta, con sus manos misteriosamente ocultas atrás de su espalda.

La batalla había sido ridículamente difícil, para un enemigo que estaba siendo superado en número dos-a-uno. Debió haber sido fácil, el Ejército Dragón y el Regimiento Rayo de Sol se habían combinado fácilmente en las sesiones de práctica, habían combatido el uno contra el otro lo bastante como para conocerse muy bien en efecto. La Moral estaba alta, ambos ejércitos sabían que en esta ocasión no estaban solamente luchando para ganar para sí mismos, sino peleando por un mundo libre de traidores. A pesar de las sorprendidas protestas de ambos generales, los soldados del ejército fusionado insistieron en llamarse a sí mismos el Ejérmiento Drayo Dramione, y produjeron parches para sus insignias con una carita feliz envuelta en llamas.

Mas los soldados de Harry habían oscurecido sus propias insignias – no se veía como pintura, más como si hubieran quemado esa parte de sus uniformes – y lucharon a través de los niveles superiores de Hogwarts con una furia desesperada. La fría ira que Draco a veces había visto en Harry parecía haber introducido dentro de sus soldados, y combatieron como si no se hubiera tratado de un juego. Y Harry había vaciado entera su bolsa de trucos, como las diminutas bolas de metal (Granger las había identificado como "bolas rodadoras") sobre los pisos y las escaleras, haciéndolas intransitables hasta que fueran limpiadas, sólo que el ejército de Harry ya había practicado el Encantamiento Levitador coordinado y podían hacer volar a sus propios miembros justo sobre los obstáculos que habían hecho...

No podías traer al juego dispositivos de afuera, pero podías Transformar cualquier cosa que desearas durante el juego, siempre y cuando fuera seguro. Y eso no era justo cuando estabas combatiendo a un chico criado por científicos, que conocía cosas como bolas rodadoras y patinetas y cuerdas elásticas.

Y así habían llegado a esto.

Los sobrevivientes de las fuerzas aliadas habían arrinconado los últimos remanentes del ejército de Harry Potter en un corredor sin salida.

Weasley y Vincent se habían lanzado sobre Longbottom al mismo tiempo, moviéndose juntos como habían practicado por semanas en vez de horas, y de algún modo Longbottom había logrado maldecirlos a ambos antes de desfallecer.

Y ahora eran Draco y Granger y Padma y Samuel y Harry, y por la expresión de Samuel, su Muro Prismático no podía durar mucho más.

Draco ya había levantado su varita hacia Harry, esperando a que el Muro Prismático cayera bajo su propio peso; no había necesidad de desperdiciar un Maleficio Perforador antes de eso. Padma alzó su propia varita a Samuel, Granger apuntó la suya a Harry...

Harry seguía escondiendo sus manos detrás de su espalda, en lugar de apuntarlos con su varita; y mirándolos con una cara que podría haber estado labrada en hielo.

Podría haber sido una finta. Probablemente no lo era.

Hubo un breve, tenso silencio.

Y ahí fue cuando Harry habló.

"Soy el villano ahora," el jovencito amenazó con frialdad, "y si creen que los villanos son fáciles de acabar, mejor piénsenlo de nuevo. Si me derrotan cuando estoy luchando seriamente, permaneceré derrotado; mas si pierden, estaremos haciendo esto una y otra vez."

El chico trajo sus manos adelante, y Draco vio que Harry estaba usando guantes extraños, con un material grisáceo sobre las puntas de los dedos, y hebillas que ajustaban los guantes a sus muñecas con firmeza.

A un lado de Draco, la General Rayo de Sol quedó con la boca abierta por el horror; y Draco, sin tan siquiera preguntar por qué, disparó un Maleficio Perforador.

Samuel se tambaleó, dejó escapar un grito al trastabillar, sin embargo mantuvo el Muro; y si Padma o Granger disparaban ahora, gastarían sus propias fuerzas tanto que podrían haberlo perdido todo.

"¡Harry!" gritó Granger. "¡No puedes hacerlo en serio!"

Harry ya estaba en movimiento.

Y mientras se escabullía por la ventana abierta, su voz fría dijo, "Avancen si se atreven."

...

El viento helado aulló alrededor de ellos.

Las brazos de Draco estaban comenzando a sentirse cansados.

...Había resultado que, ayer, Harry le había demostrado a Granger cuidadosamente exactamente como Transformar los guantes que él estaba usando ahora mismo, que usaban algo llamado 'setas gecko'; y cómo pegarlas a parches Transformados del mismo material a las puntas de sus zapatos; y Harry y Granger habían, en un inocente juego de niños, intentado trepar alrededor de las paredes y del techo.

Y que, también ayer, Harry había equipado a Granger con un gran total de exactamente dos dosis de Poción de Caída de Pluma para que cargara con ella en su monedero, "sólo por si las dudas".

No que Padma los hubiera seguido, de todos modos. Ella no estaba loca.

Draco despegó la mano derecha con maña, la estiró tanto como pudo, y la estampó sobre la piedra otra vez. A su lado, Granger hizo lo mismo.

Ya habían tragado la Poción de Caída de Pluma. Era doblar los limites de las reglas del juego, pero la poción no se activaría a menos que uno de ellos cayera realmente, y siempre y cuando no cayeran ellos no estaban usando el objeto.

El Profesor Quirrell los estaba observando.

Los dos estaban perfectamente, completamente, absolutamente a salvo.

Harry Potter, por otro lado, iba a morir.

"Me pregunto por qué Harry está haciendo esto," comentó la General Granger en un tono reflexivo, al tiempo que despegaba las puntas de los dedos de una mano en la pared con un sonido viscoso. Su mano volvió a bajar para pegarse casi tan pronto como la había levantado. "Tendré que preguntarle eso después de que lo mate."

Era asombroso lo mucho que ellos dos estaban encontrando tener en común.

Draco en verdad no tenía ganas de hablar, sin embargo se las arregló para mascullar, a través de los dientes apretados, "Podría tratarse de venganza. Por la cita."

"En serio," dudó Granger. "Después de todo este tiempo."

Pega. Despega.

"Muy dulce de su parte," añadió Granger.

Pega. Despega.

"Supongo que encontraré alguna forma verdaderamente romántica de agradecérselo," juró Granger.

Pega. Despega.

"¿Qué tiene él contra ti?" preguntó Granger.

Pega. Despega.

El viento helado aulló a su alrededor.

...

Uno podría pensar que se sentiría más seguro tener suelo bajo tus pies de nuevo.

Pero si el suelo era un techo inclinado de azulejos con listones de madera sin aserrar, el cual tenía mucho más hielo que el que había en las paredes de piedra, y estabas corriendo por ahí a toda velocidad...

Entonces estarías tristemente equivocado.

"¡Luminos!" gritó Draco.

"¡Luminos!" exclamó Granger.

"¡Luminos!" clamó Draco.

"¡Luminos!" bramó Granger.

La figura distante estaba esquivando y virando al tiempo que corría, y ni uno solo de sus tiros lo alcanzó, sin embargo estaban ganando terreno.

Hasta que Granger se resbaló.

Era inevitable, en retrospectiva, en la vida real no era posible correr sobre tejados inclinados y congelados a una gran velocidad.

Y también inevitable, porque sucedió sin la más mínima reflexión, que Draco se giró y agarró el brazo derecho de Granger, y la atrapó, sólo que ella ya había perdido demasiado balance, ella estaba cayendo y arrastrando a Draco consigo, todo pasó tan rápido -

Se produjo un fuerte, doloroso impacto, por el peso de Draco al pegarse contra el tejado sumado al peso de Granger también, y si ella hubiera caído un poco más cerca del borde lo podrían haber logrado, mas en vez de eso su cuerpo se inclinó otra vez y sus piernas se resbalaron y su otra mano sujetó frenéticamente...

Y así fue como Draco terminó sosteniendo el brazo de Granger en un agarre desesperado, mientras que la otra mano de ella se asía frenéticamente del borde del tejado y las puntas de los zapatos de Draco se habían clavado en medio de una teja.

"¡Hermione!" la voz de Harry chilló distante.

"Draco," susurró la voz de Granger, y Draco bajó la vista.

Eso podría haber sido un error. Había mucho aire debajo de ella, nada excepto aire, estaban en el borde de un tejado que sobresalía de los muros principales de Hogwarts.

"Él va a venir a ayudarme," murmuró la chica, "sin embargo primero va a usar Luminos con nosotros dos, no hay forma de que no lo haga. Tienes que dejarme ir."

Debió haber sido la cosa más fácil del mundo.

No era más que una sangre sucia, sólo una sangre sucia, ¡una mera sangre sucia!

¡No siquiera iba a salir lastimada!

...El cerebro de Draco no estaba escuchando a nada de lo que Draco estaba diciendo ahora.

"Hazlo," Hermione Granger susurró, sus ojos brillando sin una pizca de temor, "hazlo, Draco, hazlo, ¡tú puedes vencerlo por tu cuenta tenemos que ganar Draco!"

Se produjo el sonido de alguien corriendo y que se estaba acercando.

Oh, se racional...

La voz en la cabeza de Draco se escuchaba horrendamente similar a las lecciones impartidas por Harry Potter.

¿...vas a permitir que tu cerebro gobierne tu vida?

...

Conclusión, 1:

Estaba requiriendo un poco de esfuerzo para Daphne Greengrass mantenerse a sí misma callada, mientras Millicent Bulstrode recontaba la historia en el cuarto común de las chicas de Slytherin (un lugar confortable y templado en los calabozos que cruzaban debajo del Lago de Hogwarts, con pescados nadando al lado de cada ventana, y muebles en los que podías acostarte si lo querías). Principalmente porque, en la opinión de Daphne, era una historia perfectamente buena sin todas las mejoras de Millicent.

"¿Y entonces qué?" corearon Flora y Hestia Carrow.

"General Granger alzó la vista hacia él," Millicent continuó dramáticamente, "y pronunció, '¡Draco! ¡Tienes que dejarme ir! No te preocupes por mí, Draco, ¡prometo que estaré bien!' ¿Y qué suponen ustedes que Malfoy hizo entonces?"

"¡Él respondió '¡Nunca!'," gritó Charlotte Wiland, "¡y la agarró con más firmeza!"

Todas las chicas que estaban escuchando excepto Pansy Parkinson asintieron.

"¡No!" reveló Millicent. "Él la dejó caer. Y luego dio un salto y le disparó al General Potter. El fin."

Hubo una pausa paralizante.

"¡No puedes hacer eso!" protestó Charlotte.

"Ella es una sangre sucia," opinó Pansy, sonando confundida. "¡Por supuesto que la dejó caer!"

"Bueno, Malfoy no debió haberla sujetado en primer lugar, ¡entonces!" replicó Charlotte. "Pero una vez que la agarró, ¡él tenía que seguir sosteniéndola! ¡Especialmente en la cara de un cierto peligro aproximándose!" Tracey Davis, sentada al lado de Daphne, estaba asintiendo para mostrar que estaba de acuerdo.

"No veo por qué," dijo Pansy.

"Eso es porque no tienes ni la más mínima pizca de romance dentro de ti," replicó Tracey. "Además, no se puede andar por ahí dejando caer a las chicas. Un chico que bota a una chica de ese modo... él dejaría caer a cualquiera. Él te botaría a ti, Pansy."

"¿A qué te refieres, botarme?" Pansy preguntó.

Daphne ya no lo pudo resistir más. "Sabes," Daphne añadió siniestramente, "estás desayunando un día en nuestra mesa, y sin previo aviso, Malfoy te suelta, ¡y estás cayendo de lo más alto de Hogwarts! ¡Eso es lo que pasa!"

"¡Sí!" concordó Charlotte. "¡Él es un tirador de brujas!"

"¿Sabes por qué cayó Atlantis?" se mofó Tracey. "Porque alguien como Malfoy la dejó caer, ¡ese es el por qué!"

Daphne bajo su voz. "De hecho... que tal si fue Malfoy el que hizo que Hermione, o sea la General Granger, ¿se resbalara en primer lugar? ¿Qué tal si se ha revelado para hacer que todos los hijos de Muggle se tropiecen y caigan?"

"¿Estás insinuando que - ?" Tracey se quedó con la boca abierta.

"¡Correcto!" Daphne exclamó dramáticamente. "¿Qué tal si Malfoy es – el heredero de Resbaladín?"

"¡El próximo Señor Resbalón!" aulló Tracey.

Lo que era una linea demasiado buena para que alguna se quedara callada, así que al caer la noche se había esparcido por todo Hogwarts, y a la mañana siguiente era el encabezado del Quibbler.

...

Conclusión, 2:

Esa tarde Hermione se aseguró de ir al acostumbrado salón de clases bien temprano, sólo para poder estar a solas, en una silla, pacíficamente leyendo un libro, cuando Harry llegara allí.

Si había alguna forma en que una puerta crujiera de manera apologética, así fue como crujió la puerta al abrirse.

"Este," inició la voz de Harry Potter.

Hermione siguió leyendo.

"Yo, este, como que lo siento, no era mi intención que en verdad te cayeras del techo o algo así..."

Había sido una experiencia bastante entretenida, en realidad.

"Yo, ah... no tengo mucha experiencia pidiendo disculpas, me arrodillaré si lo deseas, o te voy a comprar algo costoso, ¿Hermione no sé cómo disculparme contigo por esto qué puedo hacer nada más dime?"

Ella siguió leyendo el libro en silencio.

No era como si ella tuviera idea de cómo podía disculparse Harry, tampoco.


Ahora mismo únicamente estaba sintiendo una especie de rara curiosidad por lo que sucedería si seguía leyendo su libro por un rato más.

Capítulo 40             Capítulo 42


Nota del traductor

Para más información sobre las setas gecko. 


Y pues sí, regresó a poner las notas de traducción al final del capítulo. Reitero que estaré una semana en compañía de mi novia por unos días así que el siguiente capitulo de HPMOR tendrá algo de retraso, quiero disfrutar al máximos el tiempo con mi pareja.

Muchas gracias por su paciencia y por este esta traducción.

martes, 19 de mayo de 2015

3 HAIKUS SOBRE LA RUTINA

Trabajo duro
Y constancia son clave
Para triunfar hoy.

Sí al rigor, no
A la monotonía; yo
Seré creativo.

Rutina sigue
Adelante, atrás va
Mi sombra floja.

Un vlog para hablar de mi rutina en estos días tan locos en que no estoy en mi casa:


rutina diaria

MI RUTINA ACTUAL


lunes, 18 de mayo de 2015

3 HAIKUS SOBRE LA MÚSICA

Las palabras del
Alma son tonadas que
Cantan como luz.

La música sí
Calma a las bestias, y
También mata.

Si sólo una
Nota pudiera guardar,
Sería Do Re Mí.

Si lo anterior no tuvo sentido, a lo mejor un vlog sobre la música gratuita le de un poco de claridad al asunto:


VIOLINISTA

¿QUÉ ES MÚSICA ROYALTY FREE?


3 HAIKUS SOBRE EL ENGAÑO

Yo no lo dije
Del modo en que creíste,
Pero casi sí.

La mentira es
Perfecta cuando usa
Rasgos de verdad.

En apariencia
Las ilusiones buscan
La felicidad.

Qué fue primero, ¿el vlog o el haiku?


rhaidot

NO SUBIRÉ MÁS VÍDEOS (Por un tiempo)


domingo, 17 de mayo de 2015

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 40

Capítulo 39             Capítulo 41


Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 40

Pretendiendo Ser Sabio, Parte 2

ORIGINAL


Harry, sosteniendo la taza de té en la forma exactamente correcta que el Profesor Quirrell había necesitado demostrar tres veces, bebió un pequeño, cuidadoso sorbo. Al otro lado de la larga, ancha mesa que era la pieza central del Cuarto de Mary, el Profesor Quirrell tomó un sorbo de su propia copa, haciendo que se viera mucho más natural y elegante. El te en sí mismo era algo cuyo nombre ni siquiera podía pronunciar, o al menos, cada vez que Harry había intentado repetir las palabras Chinas, el Profesor Quirrell lo había corregido, hasta que finalmente Harry se había rendido.

Harry había maniobrado hasta obtener un vistazo de la cuenta la última vez, y el Profesor Quirrell había permitido que él se saliera con la suya.

Antes sintió un impulso de beber Comedia-Té.

Aún teniendo eso en cuenta, Harry casi pierde la piel por la conmoción.

Y para él seguía sabiendo como, bueno, té.

Había una silenciosa, regañona sospecha en la mente de Harry de que el Profesor Quirrell era consciente de esto, y que deliberadamente estaba comprando un té ridículamente caro que Harry no podía apreciar nada más para molestarlo. Al propio Profesor Quirrell podría no gustarle tanto que digamos. Tal vez a nadie le gustaba ese té en realidad, y su único punto era ser ridículamente caro y hacer que la víctima sintiera que no lo apreciaba. De hecho, quizá era sólo un té ordinario, sólo que tú lo solicitabas en un cierto código, y ellos ponían un falso precio gigantesco en la cuenta...

La expresión del Profesor Quirrell era estirada y pensativa. "No," el Profesor Quirrell dijo, "no debiste haberle contado al Director sobre tu conversación con el Señor Malfoy. Por favor procure pensar más rápido la próxima vez, Sr. Potter."

"Lo siento, Profesor Quirrell," Harry comentó con docilidad. "Sigo sin verlo." Había unas veces en las que Harry se sentía como un impostor, pretendiendo ser astuto en la presencia del Profesor Quirrell.

"El Señor Malfoy es el oponente de Albus Dumbledore," explicó el Profesor Quirrell. "Al menos por el tiempo presente. Toda Bretaña es su tablero de ajedrez, todos los magos sus piezas. Considere: El Señor Malfoy amenazó con hacer todo a un lado, abandonar su juego, para tomar venganza en usted si el Sr. Malfoy es herido. ¿En cuyo caso, Sr. Potter...?"

Harry requirió más largos segundos para entenderlo, pero era claro que el Profesor Quirrell no le iba a dar más pistas, no que Harry las quisiera.

Entonces la mente de Harry finalmente hizo la conexión, y quedó horrorizado. "Dumbledore asesina a Draco, lo hace parecer como que yo lo hice, ¿y Lucius sacrifica su juego contra Dumbledore para llegar a mí? Eso... no parece ser el estilo del Director, Profesor Quirrell..." La mente de Harry regresó a una escena con una advertencia similar de parte de Draco, que había hecho que Harry pronunciara lo mismo.

El Profesor Quirrell se encogió de hombros, y sorbió su té.

Harry sorbió su propio té, y se quedó sentado en silencio. El mantel puesto sobre la mesa tenía un patrón muy pacífico, pareciendo al principio una tela sin gracia, pero si la contemplabas por suficiente tiempo, o guardabas silencio por un rato largo, empezabas a ver un débil rastro de flores resplandecientes encima; las cortinas del cuarto habían cambiado su patrón para combinar, y parecía brillar como si fuera una brisa silenciosa. El Profesor Quirrell estaba en un humor contemplativo ese Sábado, e igual estaba Harry, y el Cuarto de Mary, aparentemente, no había sido negligente en notarlo.

"Profesor Quirrell," Harry dijo de repente, "¿hay una vida después de la muerte?"

Harry había escogido la pregunta cuidadosamente. No, ¿usted cree en la vida después de la muerte? Sino simplemente, ¿hay una vida después de la muerte? Lo que las personas realmente creían no se presentaban a ellos como creencias. Las personas no pronunciaban, '¡Fuertemente creo que el cielo es azul!' Nada más aseveraban, 'el cielo es azul'. Lo que era tu mapa interno del mundo se sentía igual que la forma en que era el mundo...

El Profesor de Defensa alzó su taza de nuevo antes de contestar. Su expresión era pensativa. "Si la hay, Sr. Potter," replicó el Profesor Quirrell, "entonces una gran cantidad de magos han desperdiciado una gran cantidad de esfuerzo en sus búsquedas por la inmortalidad."

"Esa no es una respuesta real," Harry observó. Ya había aprendido a darse cuenta de ese tipo de cosas cuando hablaba con el Profesor Quirrell.

El Profesor Quirrell descansó su taza de té con un pequeño, agudo sonido de viscosidad sobre su platillo. "Algunos de esos magos eran razonablemente inteligentes, Sr. Potter, así que usted podría tomar eso como indicativo de que una existencia después de la muerte no es obvia. Yo mismo he investigado en ese asunto. Ha habido muchas afirmaciones de ese tipo que esperan producir esperanza y temor. Entre aquellos reportes cuya veracidad no está en duda, no hay nada que no pueda ser el resultado de mera magia. Hay ciertos dispositivos que dicen sirven para comunicarse con los muertos, sin embargo estos, sospecho, únicamente proyectan una imagen de la mente; el resultado parece indistinguible de la memoria porque es la memoria. El supuesto espíritu no cuenta secretos que sabían en vida, ni que podrían haber aprendido después de la muerte, que no sean conocidas por el portador -"

"Razón por la cual la Piedra de la Resurrección no es el artefacto mágico más valioso en el mundo," supuso Harry.

"Precisamente," concordó el Profesor Quirrell, "aunque no le negaría una oportunidad para intentarlo." Hubo una seca, fina sonrisa en sus labios; y algo frío, más distante, en sus ojos. "También hablaste con Dumbledore de eso, asumo."

Harry asintió.

Las cortinas estaban tomando un tenue patrón azul, y un turbio rastro de elaborados copos de nieve parecía ponerse visible sobre el mantel. La voz del Profesor Quirrell se oía muy calmada. "El Director puede ser muy persuasivo, Sr. Potter. Espero que no lo haya persuadido a usted."

"Rayos no," infirmó Harry. "No me engañó ni por un segundo."

"Espero que no," reiteró el Profesor Quirrell, todavía con un tono muy sosegado. "Estaría extremadamente descompuesto si descubriera que el Director lo ha convencido de desperdiciar su vida en algún tonto plan al contarle que la muerte es la próxima gran aventura."

"No pienso que el Director mismo lo crea, de hecho," Harry opinó. Sorbió su té de nuevo. "Me preguntó que podría hacer yo con la eternidad, me dio la linea usual sobre que sería aburrido, y aparentemente no vio ningún conflicto entre eso y su propia declaración de tener un alma inmortal. Además, me dio todo un discurso sobre que tan horroroso era querer la inmortalidad antes de reclamar que tenía un alma inmortal. No puedo visualizar del todo que debió estar sucediendo dentro de su cabeza, pero no creo que él tenga un verdadero modelo de sí mismo continuando eternamente en la vida después de la muerte..."

La temperatura del cuarto parecía estar descendiendo.

"Usted percibe," dijo una voz como el hielo al otro lado de la mesa, "que Dumbledore realmente no cree en lo que habla. No es que él haya comprometido sus principios. Es que nunca los tuvo desde el inicio. ¿Se está volviendo cínico, Sr. Potter?"

Harry bajó sus ojos a la taza de té. "Un poco," Harry respondió hacia su posiblemente-ultra-de-gran-calidad, quizá-ridículamente-costoso té Chino. "Ciertamente me estoy volviendo un poco frustrado con... lo que sea que esté fallando dentro de las cabezas de las personas."

"Sí," afirmó esa voz helada. "Yo también lo encuentro frustrante."

"¿Hay alguna forma de hacer que las personas no actúen así?" inquirió Harry hacia su taza de té.

"Hay en efecto un hechizo ciertamente útil que puede resolver el problema."

Ante eso Harry alzó la vista esperanzado, y vio una fría, fría sonrisa sobre la cara del Profesor de Defensa.

Entonces Harry lo captó. "O sea, aparte de Avada Kedavra."

El Profesor de Defensa se rió. Harry no lo hizo.

"Como sea," Harry añadió apresuradamente, "Yo pensé lo suficientemente rápido como para no sugerir la idea obvia sobre la Piedra de la Resurrección en frente de Dumbledore. ¿Ha visto alguna vez una piedra con una linea, dentro de un circulo, dentro de un triangulo?"

El escalofrío mortal pareció retroceder, doblarse sobre sí mismo, al tiempo que el ordinario Profesor Quirrell replicó. "No que yo lo recuerde," el Profesor Quirrell añadió después de un rato, una pensativa mueca sobre su rostro. "¿Esa es la Piedra de la Resurrección?"

Harry dejó a un lado su taza de té, entonces dibujó sobre su platillo el símbolo que había sobre el reverso de su capa. Y antes de que Harry pudiera extraer su varita para lanzar el Encantamiento Levitador, el platillo se fue flotando oblicuamente a través de la mesa hacia el Profesor Quirrell. Harry realmente quería aprender esa cosa de la magia sin varita, sin embargo eso, aparentemente, estaba muy por encima de su actual currículum.

El Profesor Quirrell estudió el platillo para té de Harry por un momento, luego sacudió su cabeza; y un momento después, el platillo se fue flotando de regreso a Harry.

Harry puso su taza de té de regreso en el platillo, notando de manera ausente que el símbolo que había dibujado se había desvanecido. "Si por casualidad ve una piedra con ese símbolo," dijo Harry, "y habla con los que ya han muerto, déjeme saberlo. Tengo unas cuantas preguntas para Merlín o cualquiera que viviera en los tiempos de Atlantis."

"Comprendo," comentó el Profesor Quirrell. Luego el Profesor de Defensa levantó su taza de té otra vez, y la sorbió hasta finalizar todo lo que quedaba allí. "Por cierto, Sr. Potter, me temo que tendremos que acortar la visita de hoy al Callejón Diagon. Estaba esperando que sería – pero ya no importa. Que quede claro que hay algo más que debo hacer esta tarde."

Harry asintió, y acabó su propio té, entonces se levantó de su silla al mismo tiempo que el Profesor Quirrell.

"Una última pregunta," Harry añadió, mientras el abrigo del Profesor Quirrell se elevaba a sí mismo del perchero e iba flotando hacia el Profesor de Defensa. "La magia está suelta en el mundo, y ya no confío en mis propias suposiciones como alguna vez lo hice. Así que sobre su propia y mejor suposición y sin pretender ser sabio, ¿usted cree que hay una vida después de la muerte?"


"Si lo hiciera, Sr. Potter," replicó el Profesor Quirrell pasándose el abrigo sobre sus hombros, "¿seguiría yo aquí?"

Capítulo 39             Capítulo 41


Nota del Traductor


Un capítulo corto pero muy, extremadamente muy importante y revelador.

Harry la embarró muchísimo en este capítulo. Las proporciones de su error son tremendas.

El próximo capítulo debería estar listo en una semana, en teoría. Pero lo estoy dudando, porque estoy bastante ocupado con la publicación del Cazador. Trabajando en la música, en la precuela/prólogo y en un dibujos que quisiera aportar.

Así que, dudo que lo tenga listo en una semana, sin embargo, haré todo lo posible para lograrlo.

...

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky

Traducido al español por Rhaidot

3 HAIKUS SOBRE ESCRIBIR

Desde niño yo
Soñé con ser escritor:
Ya es realidad.

La aventura
De escribir no tiene
Ningún limite.

Un guerrero que
Nunca se rinde, así
Será mi lector.

Ahora, para un vídeo más concreto y explicativo, pincha el enlace debajo de la imagen:


escritor

¡VOY A PUBLICAR UN LIBRO!


sábado, 16 de mayo de 2015

3 HAIKUS SOBRE BEEDRILL

Apariencia fea
Y un súper ataque:
¡El Hiperrayo!

Y así el que
era indeseable ya
Es mi gran campeón.

Cuando todo me
falla, Hiperrayo no
Defrauda, ¡kawaii!

Ahora, para ver lo mismo pero en forma de Let's Play de Super Pokémon Eevee Edition, click en el enlace abajo de la imagen:


beedrill shiny

VANISH_23: SUPER POKÉMON EEVEE EDITION 15


3 HAIKUS SOBRE EL EGOISMO

Nadie más que yo
Y solamente yo, yo
Sí soy el mundo.

La soledad es
El destino de los que
Son muy egoístas.

Viviremos en
El cielo cuando seamos
Considerados.

No sólo escribí haikus, también hice un vlog para hablar de lo egoísta que he sido y cómo espero cambiar.


EGOISMO

DEJAR DE SER EGOÍSTA


viernes, 15 de mayo de 2015

3 HAIKUS SOBRE SUPER POKÉMON EEVEE EDITION

Eevee bizarro
Escasez de Pokeballs
El fin del mundo.

Equipo Rocket
Secuaces sin cerebro
Me dan gran pesar.

SINHUEVOS es mi
Nombre, y sin huevos mis
Enemigos son.

Y este es el vídeo que ha inspirado tan grandiosa poesía:


super pokemon eevee edition

VILLA MORS: SUPER POKÉMON EEVEE EDITION 14


3 HAIKUS SOBRE GATOS

Misteriosos son,
Pero es apariencia,
Porque son bobos.

Me gustan mucho
Aunque sean muy patanes;
Soy superficial.

Las gato-chicas
Son perturbadoras y
Sexys: miau miau miau.

Ahora lo mismo pero en forma de un vlog sensato:


LOS GATOS SON IDIOTAS