Capítulo 74 Capítulo 76
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
HPMOR Hermione Granger por perchh |
Capítulo 75: Auto-Actualización Final, Responsabilidad
Era un callejón serpentino y sinuoso en el medio de Hogwarts, errático como un mechón de cabello; a veces cruzándose sobre sí mismo, aparentemente, pero nunca llegarías al final si te entregabas a la tentación de los supuestos atajos.
Al final de ese embrollo, seis estudiantes estaban apoyados contra la áspera piedra, túnicas negras de bordes verdes contra las paredes grises, ojos clavados los unos sobre los otros. Antorchas ardían en el candelabro de la pared sin ventanas, lanzando luz para para repeler la oscuridad y calor para alejar los escalofríos de los calabozos de Slytherin.
"Tengo la certeza," Reese Belka espetó, "certeza absoluta, de que no era un ritual verdadero. Pequeñas brujas primerizas no pueden hacer ese tipo de magia, e incluso si pudieran, ¿quién ha escuchado de un ritual Oscuro que sacrificaría un horror sellado para - eso?"
"Estabas tú -" dijo Lucian Bole. "O sea - después que esa chica chasqueó sus dedos -"
La mirada de Belka tendría que haberlo derretido. "No," ella replicó, "No lo estaba."
"Claro, ella no estaba desnuda," Marcus Flint arrastró las palabras, sus anchos hombros apoyados en aparente relajación contra la rugosa superficie de piedra. "Aunque cubierta con crema de chocolate, sí, no estaba desnuda."
"Este día Potter ha traído un gran insulto a nuestras Casas," sentenció la siniestra voz de Jaime Astorga.
"Sí, bueno, lamento ser tan directo," Randolph Lee explicó con calma. El duelista de séptimo año acarició su barbilla, donde a una tenue pelusa de barba se le había permitido crecer. "Sin embargo cuando alguien te pega al techo, es un mensaje, Astorga. Es un mensaje que comunica: Soy un Mago Oscuro increíblemente poderoso que podría haberte hecho cualquier cosa que se me diera la maldita gana, y tampoco me importa si tu Casa está ofendida."
Robert Jugson III soltó una suave, baja risa ante esto, una risa sofocada que envió escalofríos por varias espinas dorsales. "Te hace cuestionar si elegiste el lado equivocado, ¿no es así? He escuchado cuentos sobre mensajes como este, enviados por orden de antiguos Señores Oscuros..."
"No estoy listo para arrodillarme ante Potter todavía," declaró Astorga, contemplando fijamente los ojos de Jugson.
"Yo tampoco," coreó Belka.
Jugson estaba sosteniendo su varita, y la giró de modo juguetón entre sus dedos, apuntando hacia arriba y abajo. "¿Son ustedes Gryffindor o Slytherin?" inquirió Jugson. "Todos tienen un precio. Todos los que son inteligentes."
Esta afirmación produjo un momento de silencio.
"¿No debería Malfoy estar aquí?" Bole inquirió tentativamente.
Flint hizo un movimiento despectivo con su mano. "Lo que sea que Malfoy está tramando, él quiere poner un aire de inocencia. No puede desaparecer al mismo tiempo que nosotros."
"Pero todos ya saben eso," señaló Bole. "Incluso en las otras Casas."
"Sí, muy torpe," dijo Belka. Ella bufó. "Malfoy o no, no es más que un pequeño primerizo y no lo necesitamos aquí."
"Le enviaré un búho a mi padre," Jugson habló suavemente, "y él va a hablar con el mismísimo Señor Malfoy -" De manera abrupta, Jugson cerró la boca.
"No sé ustedes, queridos," Belka propuso con falsa dulzura, "sin embargo yo no planeo salir corriendo a causa de un ritual falso, y yo no he terminado con Potter y su mascota sangre sucia."
Nadie respondió. Todas sus miradas estaban clavadas más allá de ella.
Lentamente, Belka se giró para ver lo que los demás contemplaban.
"Ustedes no van a hacer nada," siseó su Jefe de Casa. El rostro de Severus Snape estaba furioso, cuando les gritó pequeñas gotas de saliva volaron de su boca, manchando aún más su túnica ya mugrosa. "¡Ustedes tarados ya han hecho suficiente! Han avergonzado mi Casa - perdieron contra niñas de primer año - ¿ahora están intrigando para involucrar a los nobles Señores del Wizengamot en sus patéticas riñas infantiles? Yo me encargaré de lidiar con este asunto. Ustedes no van a avergonzar esta Casa otra vez, ¡ustedes no se van a arriesgar a avergonzar esta Casa de nuevo! Ustedes han terminado su lucha contra brujas, y si me doy cuenta de que hacen otra cosa -"
...
Si pensabas que iban a estar sentándose uno al lado del otro a la hora de la cena, después de todo eso, habrías estado equivocado.
"¿Qué es lo que ella quiere de mí?" surgió el lastimero grito de un chico quien, a pesar de sus extensas lecturas de literatura científica, seguía un poco inocente sobre ciertas cosas. "¿Ella quería ser apaleada?"
Los chicos más grandes de Ravenclaw que se sentaban a su lado en la mesa de la cena intercambiaron rápidas miradas entre sí, por algún protocolo tácito, el más experimentado de ellos habló.
"Mira," explicó Arty Grey, el chico de séptimo año que le sacaba ventaja a los demás por un margen de tres brujas y una Profesora de Defensa, "la cosa que tienes que entender es que, nada más porque ella está enojada no significa que hayas perdido puntos. La Señorita Granger está enojada porque está muy asustada y tú estás ahí para ser culpado, ¿comprendes? Aunque al mismo tiempo, incluso si ella no lo admite, estará conmovida porque su novio recurriera a tan ridículos y francamente locos extremos para poderla proteger."
"Esto no tiene que ver con puntos," argumentó Harry Potter, las palabras escapando visiblemente de entre sus dientes apretados. La cena permanecía ignorada frente a él. "Esto tiene que ver con justicia. Y yo. No. Soy. Su. ¡Novio!"
Esto fue recibido con una cierta cantidad de risas tontas de parte de todos los presentes.
"Sí, bueno," dijo un chico de Ravenclaw de sexto año, "creo que después que ella te besa para liberarte de la Dementación y tú pegas cuarenta y cuatro abusones al techo por ella, hemos dejado muy atrás el 'ella no es mi novia, en serio' y entrado a la cuestión de cómo se van a ver sus hijos. Vaya, eses es un pensamiento aterrador..." El Ravenclaw fue bajando la voz y luego añadió, "Por favor no me veas así."
"Mira," expuso Arty Grey, "lamento ser directo al respecto, sin embargo tú puedes tener justicia o puedes tener chicas, no puedes tener ambas al mismo tiempo." Puso una mano amistosa sobre el hombro de Harry Potter. "Aunque tienes potencial, niño, más potencial que cualquier mago que haya visto, tienes que aprender a cómo usarlo, ¿sabes? Se un poco más dulce con ellas, aprende algunos hechizos para arreglar ese desastre que llamas cabello. Sobre todo, necesitas esconder toda tu oscuridad mejor - no demasiado bien, pero mejor. Chicos bien acicalados consiguen chicas, y los Magos Oscuros también consiguen chicas, mas los chicos bien acicalados que son sospechosos de ser Oscuros en secreto consiguen más chicas de lo que puedas imaginar -"
"No me interesa," Harry declaró categóricamente, al tiempo que cogió la mano del chico y la apartó de su hombro sin ceremonia.
"Aunque lo estarás," insistió Arty Grey, su voz baja y profética. "¡Ah, lo estarás!"
En algún otro lado de la misma mesa -
"¿Romántico?" chilló Hermione Granger, tan fuertemente que algunas de las chicas a su lado hicieron una mueca. "¿Qué parte de eso fue romántico? ¡Él ni siquiera preguntó! ¡Él nunca pregunta! ¡Él nada más envía fantasmas a perseguir la gente y los pega a los techos y hace lo que se le da la gana con mi vida!"
"¿Pero no te das cuenta?" inquirió una bruja de cuarto año. "Significa que aunque es malvado, ¡él te ama!"
"No estás ayudando," apuntó Penelope Clearwater un poco alejada del grupo principal, pero fue ignorada. Varias brujas mayores se habían intentado acercar a Hermione, después de que esta se había sentado en el extremo opuesto de la mesa al de Harry Potter, sin embargo las brujas jóvenes fueron más rápidas y habían rodeado a Hermione dentro de una barrera impenetrable.
"A los chicos," sentenció Hermione Granger, "¡no se les debería permitir amar a las chicas sin haber pedido permiso antes! ¡Esto es verdadero en un gran número de formas y especialmente cuando se trata de pegar personas al techo!"
Esto también fue ignorado. "¡Es igual que una obra de teatro!" suspiró una chica de tercer año.
"¿Una obra?" preguntó Hermione. "¡Me gustaría ver una obra donde cualquier cosa similar a esto suceda!"
"Oh," se fue explayando la chica de tercer año, "estaba pensando de esa realmente romántica donde hay un chico muy bueno y dulce que hace una llamada Floo, sólo que él pronuncia mal su destino y se topa con un cuarto lleno de Magos Oscuros que están realizando un ritual prohibido que debió permanecer perdido en el tiempo, y están sacrificando siete víctimas con el objetivo de romper el sello de este antiguo horror que se supone le concederá un deseo a alguien si es liberado, así que por supuesto la presencia del chico interrumpe el ritual, y mientras el horror se está comiendo a todos los Magos Oscuros y todos están muriendo el último pensamiento del chico es que desearía haber tenido una novia, y lo siguiente que sabes es que el chico yace sobre las rodillas de esta bella mujer cuyos ojos están ardiendo con una luz tremenda, únicamente que ella no comprende nada sobre ser humana por lo que el chico siempre tiene que evitar que se coma a las personas. Esto es idéntico a esa obra, ¡sólo que tú eres el chico y Harry Potter es la chica!"
"Eso..." Hermione reconoció, sintiéndose bastante sorprendida. "Eso de hecho sí suena algo similar -"
"¿De verdad?" espetó una chica de segundo año sentada al otro lado de la mesa, inclinada hacia adelante, mostrándose aterrada y a pesar de eso incluso más fascinada.
"¡No!" rechazó Hermione. "O sea - ¡él no es mi novio!"
Dos segundos después, las orejas de Hermione captaron lo que sus labios acababan de exclamar.
La bruja de cuarto año puso su mano sobre el hombro de Hermione y le dio un apretón confortante. "Señorita Granger," ella habló con voz suave como la seda, "creo que si es realmente honesta con usted misma, admitirá que la verdadera razón por la que está enojada con su oscuro maestro es que él canalizó sus poderes innombrables a través de Tracey Davis en vez de usted."
Aunque la boca de Hermione se abrió su garganta se cerró antes de que saliera palabra alguna, lo que probablemente fue una cosa buena, porque de haber gritado tan fuertemente algo se habría roto.
"¿Cómo es eso posible, de hecho?" inquirió la chica de tercer año. "¿Me refiero a Harry Potter funcionando a través de otra chica incluso si él está atado a ti? ¿Acaso ustedes tres tienen uno de aquellos, ya sabe, arreglos?"
"¡Aaaaaaah," estalló Hermione Granger, su garganta aún bloqueada, su cerebro paralizado, y sus cuerdas vocales haciendo ruido espontáneamente como si ella estuviera expectorando un yak.
...
(Después.)
"No comprendo por qué estás siendo tan poco razonable," dijo una bruja de segundo año, que había reemplazado a la chica de tercer año cuando Hermione había amenazado con pedir a Tracey comer su alma. "O sea, de verdad, si alguien como Harry Potter me rescatara a mí, estaría - enviándole cartas de agradecimiento, y abrazándolo, y," la cara de la chica se puso un poco roja, "bueno, besándolo, espero."
"¡Sí!" concordó la otra bruja de segundo año. "nunca entendí por qué las chicas de las obras de teatro se enojan cuando el personaje principal se esfuerza por ser bueno con ellas. Yo no actuaría así si yo le gustara al héroe."
Hermione Granger había dejado caer su cabeza sobre la mesa de la cena, sus manos jalando su cabello lentamente.
"Ustedes simplemente no entienden la psicología masculina," la bruja de cuarto año declaró con voz autoritaria. "Granger tiene que aparentar como si misteriosamente pudiera resistir los encantos seductores de él."
...
(Mucho después.)
Y sin poderlo soportar más Hermione Granger había recurrido a la única persona que le quedaba con la que podía hablar, la única persona garantizada para comprender su punto de vista -
"Todos están locos," afirmó Hermione Granger dando vigorosas y largas zancadas hacia la torre de Ravenclaw, habiendo dejado la cena un poco temprano. "Todos excepto tú y yo, Harry, Me refiero a todos excepto nosotros en toda la escuela de Hogwarts, todos ellos están enteramente dementes. Y las chicas de Ravenclaw son las peores, Aunque no sé qué van leyendo por ahí las chicas de Ravenclaw cuando crecen, tengo la certeza de que no deberían estarlo leyendo. Una bruja me preguntó si los dos teníamos un vínculo de alma, lo que voy a investigar en la biblioteca esta noche, sin embargo estoy bastante segura de que eso nunca ha pasado en realidad -"
"Ni siquiera conozco un nombre para este tipo de razonamiento tan lleno de falacias," rezongó Harry Potter. El chico estaba caminando con normalidad, lo que significaba que a menudo tenía que dar un par de saltos para igualar la velocidad de ella alimentada por la indignación. "Seriamente creo que si dependiera de ellos, ya nos estarían arrastrando en un minuto para hacer que cambiemos nuestros nombres a Potter-Evans-Verres-Granger... Ugh, pronunciarlo en voz alta me hace dar cuenta de cuán horrendo suena."
"Querrás decir que tu nombre sería Potter-Evans-Verres-Granger y el mío sería Granger-Potter-Evans-Verres," corrigió Hermione. "Es demasiado horrible para imaginar."
"No," explicó el chico, "la Casa Potter es una Casa Noble, por lo que creo que ese nombre permanecerá al frente -"
"¿Qué?" protestó ella indignada. "Quién dice que nosotros tenemos que -"
Se produjo un repentino y horrendo silencio, roto únicamente por el golpeteo de sus zapatos.
"Como sea," Hermione habló de forma apresurada, "algunas de las cosas locas que dijeron durante la cena me hicieron pensar, así que nada más quería declarar esto, Harry, que realmente estoy agradecida por salvarme a mí y a todas las demás de recibir una paliza, e incluso si algunas de las partes de esta tarde me perturban, estoy segura de que lo podemos discutir de manera calmada."
"Ah..." Harry titubeó con una sonrisa débil y tentativa, sus ojos mostrando una mezcla de desconcierto y aprehensión, "eso es... bueno, ¿supongo?"
Para ser específicos, había sido la bruja de cuarto año explicando que, ya que Harry era el mago malvado quien se había enamorado de Hermione, y Hermione era la chica pura e inocente que lo redimirá o sería seducida por las Artes Oscuras a su vez, lo que tenía que seguir era que Hermione tuviera que estar indignada perpetuamente ante cualquier cosa que Harry hiciera, incluso si él la salvaba heroicamente de la destrucción segura, sólo para que su romance no se resolviera a sí mismo antes del final del Acto IV. Y entonces Penelope Clearwater, quien Hermione realmente había pensado era más inteligente que eso, había remarcado en voz alta que por idénticas razones era imposible para Hermione simplemente ir y hablar sensatamente con Harry sobre por qué ella se estaba sintiendo herida, y que de todos modos lo que le llamaba la atención a los Magos Oscuros en una mujer era la rebeldía apasionada, no la lógica. Este fue el punto en que Hermione se empujó a sí misma lejos de las bancas, pisoteó fuertemente hacia donde Harry estaba sentado, y le pidió con voz razonable si los dos podían ir a dar un paseo y arreglar las cosas.
"En otras palabras," Hermione declaró con la voz más calmada que nunca, "realmente no estás en problemas conmigo, aún te sigo hablando, seguimos siendo amigos, y aún seguiremos estudiando juntos. No estamos teniendo una pelea. ¿De acuerdo?"
De algún modo esto únicamente pareció incrementar la aprehensión de Harry Potter. "De acuerdo," concedió el Niño-Que-Vivió.
"¡Grandioso!" exclamó Hermione. "Así que, ¿has descubierto por qué estaba molesta, Sr. Potter?"
Hubo una pausa. "¿Querías que me mantuviera por fuera de tus asuntos?" Harry inquirió con cautela. "O sea - sé que querías hacer las cosas a tu manera. Y me estaba quedando por fuera de tu camino, hasta que escuché que habías sido emboscada por tres Mortífagos junior y, honestamente, yo no estaba esperando eso. Ni siquiera el Profesor Quirrell estaba esperando eso. Me empezó a preocupar que estuvieran abarcando demasiado y entonces, sin ofender Hermione, cuarenta y cuatro abusones en una emboscada masiva está más allá de lo que cualquiera podría manejar por su cuenta. Por eso es que pensé que realmente necesitabas ayuda en esta ocasión -"
"No, esa parte esta bien," reconoció Hermione. "Nosotras estábamos abarcando demasiado, honestamente. Por favor adivine de nuevo, Sr. Potter."
"Pues," dudó Harry. "Lo que hizo Tracey... ¿te sorprendió?"
"¿Sorprenderme, Sr. Potter?" Había un toque de acidez en su voz. "No, Sr. Potter, yo estaba aterrada. yo estaba asustada. No me gustaría admitir que tengo miedo de simples dragones o algo similar, las personas podrían pensar que soy una cobarde, sin embargo cuando puedes escuchar voces distantes aullando '¡Tekeli-li! ¡Tekeli-li!' y hay chorros de sangre filtrándose por debajo de todas las puertas, entonces está bien estar aterrada."
"Estoy arrepentido," Harry dijo con lo que sonaba como genuino arrepentimiento. "pensé que te darías cuenta que era yo."
"Y la razón por las que todas nos asustamos de ese modo, Sr. Potter, ¡fue que usted no preguntó primero!" A pesar de sus intenciones, Hermione descubrió que su voz se estaba alzando otra vez. "¡Tendrías que haberme preguntado antes de hacer algo como eso, Harry! Tendrías que haber sido muy específico, 'Hermione, ¿puedo hacer que salga sangre debajo de las puertas?' ¡Es importante ser específico cuando estás pidiendo permiso para ese tipo de situaciones!"
El chico frotó la parte de atrás de su cuello al caminar. "Yo... honestamente, nada más pensé que tú tenías que decir que no."
"Sí, Sr. Potter, yo podría haber dicho que no. ¡Esa es la importancia de preguntar primero, Sr. Potter!"
"No, me refiero a que tenías que responder que no, sin importar o no si era lo que querías realmente. Y luego todas ustedes habrían sido golpeadas y habría sido mi culpa por haber pedido permiso en primer lugar."
Las cejas de Hermione se levantaron por la sorpresa, y siguió caminando por unos pasos más mientras intentaba entender esto. "¿Qué?" ella inquirió.
"Bueno..." el niño explicó lentamente. "O sea... tú eres la General Rayo de sol, ¿no es así? Tú no podías contestar que sí sobre yo asustando gente, ni siquiera abusones, ni siquiera para salvar a tus amigas de ser golpeadas. Tú tendrías que decir que no, y luego habrías resultado lastimada. De este modo, puedes afirmar honestamente que no tenías ni idea y que no fue tu culpa. Por eso es que no te advertí."
Hermione dejó de caminar, se giró para enfrentar a Harry de cuerpo entero en vez de simplemente voltear la cabeza. Su voz fue cuidadosamente calmada y controlada cuando habló, "Harry, tú tienes que parar de inventar razones astutas para hacer cosas estúpidas."
Las cejas de Harry se levantaron. Tras un momento habló, "Mira... sé a lo que te refieres, por supuesto, sin embargo aún queda la pregunta de si realmente es una buena idea, no solamente una astuta -"
"Comprendo por qué hiciste lo que hiciste el día de hoy," Hermione insistió. "Pero quiero que prometas que de ahora en adelante, me vas a preguntar primero, siempre, incluso si se te llega a ocurrir una razón por la que no deberías."
Hubo una pausa que se estiró demasiado, y Hermione pudo sentir su corazón hundiéndose.
"Hermione -" Harry empezó a hablar.
"¿Por qué?" La frustración explotó dentro de su voz. "¿Por qué es tan horrendo? ¡Todo lo que tienes que hacer es preguntar!"
Los ojos de Harry estaban muy serios. "¿A quién en S.P.I.H.B. intentas defender con mayor esfuerzo, Hermione? ¿Por quién estás más temerosa, cuando combates?"
"Hannah Abbott," Hermione respondió sin tener que pensarlo mucho, y luego se sintió un poco triste, porque Hannah se estaba esforzando y ella había mejorado bastante -
"¿Te sentirías bien al confiar a alguien más, digamos Tracey, con la responsabilidad final de proteger a Hannah? Si supieras que Hannah se dirige a una emboscada, y se te ocurre un plan para protegerla, ¿te sentirías bien al permitir que Tracey tuviera la palabra final sobre si te es permitido hacerlo o no?"
"Pues... ¿no?" contestó Hermione, confundida.
Los ojos verdes del Niño-Que-Vivió estaban fijos sobre los de ella. "¿Confiarías a Hannah el tener la palabra final sobre si ella necesita protección o no?"
"Yo -" vaciló Hermione, y luego se detuvo. Era extraño, ella sabía la respuesta correcta y también sabía que la respuesta correcta no era de hecho verdadera. Hannah estaba intentando con tanto ahínco demostrar que no tenía miedo, incluso cuando ella lo sentía, y era fácil ver cómo la chica de Hufflepuff podría exigirse demasiado -
Entonces Hermione se dio cuenta de la implicación. "¿Tú crees que soy como Hannah? "
"No... exactamente..." Las manos de Harry recorrieron su cabello alborotado. "Escucha, Hermione, ¿qué habrías sugerido tú para hacer, si yo te hubiera advertido sobre una emboscada por cuarenta y cuatro abusones?"
"Habría hecho la cosa responsable e informado a la Profesora McGonagall y dejar que ella se encargara del asunto," Hermione afirmó prontamente. "Y en ese caso no habría existido la oscuridad y las personas gritando y esa horrible luz azul -"
Sin embargo Harry nada más sacudió su cabeza. "Esa no es la cosa responsable por hacer, Hermione. Es lo que haría alguien representando el rol de una chica responsable. Sí, pensé en ir con la Profesora McGonagall. Pero ella únicamente habría detenido el desastre una vez. Probablemente antes de que cualquier perturbación tuviera oportunidad de suceder, como avisando a los abusones que ella sabía. Si los abusones eran castigados por complot, sería perdiendo Puntos de Casa, o en el peor caso un día de detención, nada que realmente los fuera a asustar. Y luego los abusones lo habrían intentado de nuevo. Menos de ellos, con mejor seguridad operacional para que así yo no escuchara al respecto. Probablemente habrían emboscado a una de ustedes, sola. La Profesora McGonagall no tiene la autoridad para hacer algo lo suficientemente aterrador como par protegerte - y ella no habría sobrepasado su autoridad, porque ella no es responsable realmente."
"¿La Profesora McGonagall no es responsable?" Hermione cuestionó incrédula. Posó sus manos sobre sus caderas, mirándolo abierta y fijamente. "¿Estás demente?"
El chico no parpadeó. "Podrías llamarlo heroicamente responsable, quizá," Harry Potter explicó. "No lo que se llama responsable usualmente. Significa que sea lo que sea que pase, sin importar qué, siempre es tu culpa. Incluso si informas a la Profesora McGonagall, ella no es responsable por lo que ocurra, tú lo eres. Seguir las reglas de la escuela no es una excusa, que alguien más esté a cargo no es una excusa, incluso dar tu mejor esfuerzo no es una excusa. Simplemente no hay excusas, tienes que llevar el trabajo a cabo sin importar qué." El rostro de Harry se endureció . "Por eso es que afirmó que tú no piensas de manera responsable, Hermione. Pensar que tu trabajo termina cuando hablas con la Profesora McGonagall - eso no es pensamiento heroico. Como si el que Hannah fuera golpeada está bien entonces, porque ya no es tú culpa. Ser una heroína significa que tu trabajo no ha terminado hasta que hayas hecho lo que sea que se requiera para proteger las otras chicas, permanentemente." En la voz de Harry había un toque de acero que había adquirido desde el día en que Fawkes había estado sobre su hombro. "No puedes pensar como si simplemente seguir las reglas fuera lo mismo a cumplir tu deber."
"Creo," Hermione arguyó con calma, "que tú y yo podríamos estar en desacuerdo sobre algunas cosas, Sr. Potter. Por ejemplo si la Profesora McGonagall o usted es más responsable, y sobre si ser responsable usualmente involucra a personas corriendo y gritando por ahí, y cuánto es una buena idea seguir las reglas de la escuela. Y nada más porque estemos en desacuerdo, Sr. Potter, no implica que usted tenga la palabra final."
"Bueno," expuso Harry, "tú preguntaste qué era tan horrendo para no pedirte permiso primero, y fue una pregunta sorprendente por su acertamiento, por lo que examiné mi mente y esto es lo que descubrí. Creo que mi temor real es que si Hannah está en problemas y se me ocurre una manera de salvarla que parezca rara u oscura o algo, tú podrías no sopesar las consecuencias para Hannah. Podrías no aceptar la responsabilidad de la heroína de inventar algún modo para salvarla, de cualquier manera, sin importar qué. En vez de eso nada más cargas el rol de Hermione Granger, la sensata chica de Ravenclaw; y el rol de Hermione Granger automáticamente dice que no, sin importar si ella tiene un mejor plan en mente o no. Y entonces cuarenta y cuatro abusones se tomarían turnos para golpear a Hannah Abbott, y todo sería mi culpa porque yo sabía, incluso si yo no quería que la realidad fuera de esa forma, sabía que así sería como sucedería. Estoy bastante seguro de que ese era mi temor secreto, innombrable, indecible."
La frustración se estaba incrementando dentro de ella otra vez. "¡Es mi vida!" Hermione estalló. Podía imaginar cómo sería si Harry se metía con ella todo el tiempo, inventando constantemente justificaciones para no preguntarle antes y sin escuchar sus objeciones. Ella no tendría por qué ganar una discusión nada más para - "Siempre habrá alguna razón, ¡siempre puedes decir que no estoy pensando del modo correcto! ¡Quiero mi propia vida! De otro modo me voy a alejar, realmente lo haré, es en serio Harry."
Harry suspiró. "Aquí es donde no quería que terminaran las cosas, y aquí estamos. Tienes miedo justamente de la misma cosa que yo, ¿no es así? Temor de que si tú sueltas el manubrio, nos vamos a estrellar." Aunque las esquinas de sus labios se torcieron, no se vieron como una sonrisa real. "Eso es algo que puedo comprender."
"¡No creo que lo entiendas para nada!" Hermione señaló bruscamente. "¡Prometiste que íbamos a ser compañeros, Harry!"
Eso lo paró, pude verlo detenerse.
"¿Qué tal esto?" Harry propuso al fin. "Te prometo hablar contigo antes de hacer cualquier cosa que pueda ser interpretada como interferir en tus asuntos. Sólo que tú tienes que prometerme a mí ser razonable, Hermione. Me refiero a realmente, de modo genuino, parar y pensar por veinte segundos primero, tratarlo como una elección real. El tipo de razonamiento donde te das cuenta que te estoy ofreciendo una manera de proteger a las otras chicas, y que si automáticamente respondes que no sin considerarlo apropiadamente, existe la consecuencia verdadera donde Hannah Abbott termina en un hospital."
Hermione se quedó viendo a Harry, hasta que su recitación culminó.
"¿Bien?" inquirió Harry.
"No tendría por qué hacer promesas," ella contestó, "nada más para ser consultada sobre mi propia vida." Ella se giró para alejarse de Harry y empezó a caminar hacia la torre de Ravenclaw, sin mirarlo. "Aunque lo voy a considerar, de todos modos."
Escuchó a Harry suspirar, y tras haber caminado en silencio por un rato, pasando a través de un arco hecho de algún metal rojizo similar al cobre, entraron a un corredor que era idéntico al que habían dejado atrás excepto que las baldosas eran de pentágonos en vez de cuadrados.
"Hermione..." dijo Harry. "He estado observándote y pensando, desde el día que afirmaste que ibas a ser una heroína. Tú tienes el coraje. Vas a pelear por lo que es correcto, incluso frente a enemigos que podrían aterrar a otras personas. Ciertamente tienes la inteligencia pura para eso, y probablemente eres una mejor persona que yo en el interior. Pero incluso así... bueno, para ser honesto, Hermione... No puedo verte llenando los zapatos de Dumbledore, liderando a la Bretaña mágica al combate contra Quién-Tú-Sabes. No todavía, al menos."
Hermione volteó su cabeza para contemplar a Harry, quien nada más siguió caminando, como perdido en sus pensamientos. ¿Llenar esos zapatos? Ella nunca había intentado imaginarse a sí misma de esa manera. Nunca se había imaginado imaginando a sí misma de esa forma.
"Y a lo mejor estoy equivocado," Harry prosiguió sin dejar de avanzar. "Tal vez he leído demasiadas historias donde los héroes nunca hacen lo sensato y siguen las reglas e informan a su Profesora McGonagalls, así que mi cerebro no cree que eres una heroína apropiada de libro. Tal vez eres tú quien está cuerda, Hermione, y yo el que simplemente está siendo un tonto. Sin embargo cada vez que hablas sobre seguir las reglas o confiar en los profesores, me da la misma sensación, como si fuera la última barrera que te detiene, una última cosa que pone tu ser de Personaje Jugador a dormir y de nuevo te conviertes en un Personaje No Jugador..." Harry dejó escapar un suspiro. "Quizá por eso Dumbledore dijo que yo debí tener padrastros malvados."
"¿Él dijo qué?"
Harry asintió. "Todavía no sé si el Director estaba bromeando o... la cosa es que, él estaba en lo correcto de alguna manera. Aunque yo tenía padres amorosos, nunca sentí como si pudiera confiar en sus decisiones, no eran lo suficientemente cuerdos. Siempre supe que si no pensaba las cosas por mí mismo, podría salir lastimado. La Profesora McGonagall hará lo que sea necesario para terminar el trabajo si yo estoy ahí para fastidiarla al respecto, ella no rompe las reglas por sí misma sin una guía heroica. El Profesor Quirrell realmente es alguien quien realiza el trabajo sin importar qué, y él es el único aparte de mí que se da cuenta de cosas como la Snitch arruinando el Quidditch. Sin embargo con él no puedo confiar para que sea bueno. Incluso si es triste, pienso que esa es la parte del ambiente que crea lo que Dumbledore llama un héroe - personas que no tienen a nadie más para que cargue con la responsabilidad final, y por eso es que se forman en el hábito mental de revisar todo por sí mismos."
Aunque Hermione no pronunció palabra ante eso, estaba pensando sobre algo que Godric Gryffindor había escrito cerca del final de su muy corta autobiografía. Breve y sin ningún contexto, porque se suponía que el pergamino iba a ser copiado a mano, siglos antes de que la imprenta Muggle le diera inspiración a los magos para inventar la Pluma de Lectura-Escritura.
No existe salvador para el salvador, Godric Gryffindor había escrito. Ningún defensor tuvo el campeón, ni madre ni padre, únicamente la nada por encima.
Si ese era el precio de ser un héroe, Hermione no estaba segura de quererlo pagar. O quizá - aunque no era el tipo de cosas que habría pensado antes de comenzar a juntarse con Harry - quizá Godric Gryffindor se había equivocado.
"¿Confías en Dumbledore?" Hermione inquirió. "O sea, él está aquí mismo en nuestra escuela y es el héroe más legendario en el mundo entero -"
"Él era el héroe más legendario," corrigió Harry. "Ahora enciendo gallinas en llamas. Honestamente, ¿Dumbledore te parece confiable a ti?"
Hermione no respondió.
Lado a lado, los dos empezaron a ascender por las anchas y enormes escaleras en espiral, los pasos alternando entre el bronce metálico y la piedra azul; el acercamiento final donde el retrato de Ravenclaw esperaba para proteger su dormitorio con acertijos tontos.
"Oh, y acabo de pensar en algo que debería comentarte," Harry añadió cuando iban a la mitad del camino. "Ya que afecta tu vida y todo eso. Puede considerarse una especie de pago inicial -"
"¿De qué se trata?" preguntó Hermione.
"Predigo que S.P.I.B.H. está apunto de retirarse."
"¿Retirarse?" Hermione espetó, casi tropezando en una de las escaleras.
"Sí," Harry explicó. "o sea, podría estar equivocado, pero sospecho que los profesores están a punto de reprimir con dureza lo de luchar en los corredores." Harry sonrió siniestramente mientras hablaba, un destello en sus ojos detrás de las gafas insinuando un conocimiento secreto. "Lanzar nuevos hechizos para detectar maleficios ofensivos, o empezar a verificar reportes de abuso usando Veritaserum - puedo pensar en varias maneras en que podría pararlo. Aunque si estoy en lo correcto, es algo para celebrar, Hermione, para ti y todas las demás. Provocaron suficiente jaleo público que lograron que ellos de hecho tuvieran que hacer algo sobre el abuso. Todo el abuso."
Lentamente, entonces, una sonrisa empezó a colarse sobre sus labios, y cuando ella alcanzó la cima de las escaleras y empezó a caminar hacia el retrato de Ravenclaw para obtener su acertijo, Hermione sintió sus pies más ligeros, una maravillosa sensación de elevación esparciéndose a través de ella como si la hubieran inyectado por completo de helio.
De alguna forma, a pesar de todo el esfuerzo que las ocho habían puesto, no había esperado tanto, no había esperado que en realidad fuera a funcionar.
Habían hecho una diferencia...
...
Fue al final de la hora del desayuno a la mañana siguiente.
Los estudiantes de cada año se quedaron muy quietos en sus asientos, todas las cabezas giradas en la misma dirección, hacia la Mesa de Profesores, ante la cual estaba de pie una solitaria chica de primer año rígida y sin moverse, su cabeza inclinada para mirar fijamente al Jefe de Casa de Slytherin.
El rostro del Profesor Snape estaba retorcido con furia y triunfo, vindicativo como cualquier retrato de un Mago Oscuro; y detrás de él estaban sentados los otros Profesores de la Mesa de Profesores, observando con caras tan duras como la piedra.
"- permanentemente desbandadas," espetó el Maestro de Pociones. "Su autoproclamada Sociedad está proscrita dentro de Hogwarts, ¡por mi decisión como Profesor! Si su Sociedad o cualquiera de sus miembros es descubierta luchando en los pasillos de nuevo, Granger, usted será declarada responsable personalmente y expulsada, por mí, ¡del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería!"
Esa chica de primer año se quedó ahí de pie, ante la Mesa de Profesores donde antes únicamente la habían llamado para recibir elogios y sonrisas; se quedó ahí parada con su espalda tan erguida y tan alta como el arco de un centauro, sin conceder nada al enemigo.
Esa bruja de primer año se quedó ahí de pie con todas sus lágrimas e ira contenidas, su cara inmóvil, nada cambiando en su apariencia exterior, mientras algo se rompía lentamente en su interior, ella pudo sentirlo romperse.
Se rompió aún más cuando el Profesor Snape le dio dos semanas de detención por el crimen de violencia dentro de la escuela, burlándose con la cara despectiva que les había enseñado a todos el primer día de Pociones, y con una pequeña torcedura en la esquina de su sonrisa que revelaba que el Maestro de Pociones sabía exactamente cuán injusto estaba siendo.
Lo que fuera eso dentro de ella se rompió del todo, desde la cima hasta el fondo, cuando el Profesor Snape le quitó cien puntos a Ravenclaw.
Terminó, entonces, y Snape le informó que podía retirarse.
Ella se giró y vio que en la mesa de Ravenclaw, Harry Potter seguía sentado en su lugar, no pudo ver su expresión desde donde estaba, solamente vio sus puños sobre la mesa pero no pudo saber si estaban blancos y apretados como los de ella misma. Ella le había susurrado, cuando el Profesor Snape la había llamado, que él no debía hacer nada sin preguntar primero.
Hermione se volteó de nuevo para observar la Mesa de Profesores, justo cuando Snape se estaba alejando de ella para regresar a su lugar.
"Le dije que podía retirarse, niña," declaró la voz burlona, aunque había una sonrisa placentera sobre el rostro de Snape, como si estuviera esperando que ella hiciera algo -
Hermione dio cinco largas zancadas hacia la Mesa de Profesores y pronunció con voz rota, "¿Director?"
Silencio total llenó el Gran Corredor.
El Director Dumbledore nada habló, ni se movió. Fue como si él, también, estuviera labrado en piedra.
Hermione se giró para contemplar al Profesor Flitwick, cuya cabeza, apenas visible sobre la mesa, parecía estar mirando hacia su regazo. Detrás de él, el rostro de la Profesora Sprout estaba muy serio, parecía que se estaba forzando a sí misma a observar, y aunque sus labios estaban temblando, ella no abrió la boca.
La silla de la Profesora McGonagall estaba vacía, la Directora Adjunta no se había mostrado para el desayuno de esa mañana.
"¿Por qué ninguno de ustedes dice algo?" preguntó Hermione Granger. Su voz temblando con lo último de su esperanza, el último intento desesperado para obtener ayuda desde ese lugar dentro de ella. "¡Ustedes saben que lo que él está haciendo está mal!"
"Dos semanas más de detención, por insolencia," Snape sentenció con voz sedosa.
Se destrozó.
Miró hacia la Mesa de Profesores durante unos cuantos segundos más, hacia el Profesor Flitwick y la Profesora Sprout y el lugar vacío donde debería haber estado la Profesora McGonagall. Luego Hermione Granger se giró y comenzó a caminar hacia la mesa de Ravenclaw.
Se produjo un balbuceo de voces inicial, pues los estudiantes se estaban descongelando de donde habían estado sentados.
Y entonces, cuando ella casi estaba en la mesa de Ravenclaw -
La seca voz del Profesor Quirrell cortó a través de todo, y la voz pronunció, "Cien puntos para la Señorita Granger por hacer lo que es correcto."
Hermione casi cayó sobre sus propios pies; y luego continuó hacia adelante, incluso cuando Snape gritó algo furioso, incluso cuando el Profesor Quirrell se recostó en su silla y empezó a carcajearse, incluso cuando la voz de Dumbledore estaba diciendo algo que ella no captó y tras todo eso se estaba sentando en la mesa de Ravenclaw otra vez al lado de Harry Potter.
Harry Potter estaba congelado a su lado, se veía como alguien que no se atrevía a moverse.
"Todo está bien," su voz le informó a él, automáticamente sin que hubiera alguna elección o pensamiento involucrado, aunque realmente nada estuviera bien. "¿Pero puedes ver si me sacas de la detención de Snape, al igual que lo hiciste contigo en esa ocasión?"
Harry Potter asintió, un único movimiento brusco de su cabeza. "Yo -" dijo Harry. "Yo - lo lamento, esto - todo esto es mi culpa -"
"No seas ridículo, Harry." Era raro cómo su voz surgía con normalidad, y sin que ella pensará en qué decir. Hermione bajó la vista hacia su plato del desayuno, sin embargo comer parecía estar claramente fuera de cuestión, había una agitación y revoloteo en su estómago que sugería que ya estaba a punto de vomitar, lo que era curioso porque ella podría haber jurado que todo su cuerpo se sentía entumecido, como si no estuviera sintiendo nada, al mismo tiempo.
"Y," su voz habló, "si quieres romper las reglas escolares o algo similar, me puedes preguntar al respecto, prometo que no voy a decir que no sin más."
...
Non est salvatori salvator,
neque defensori dominus,
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nihil supernum.
- Godric Gryffindor,
1202 E.C.
1202 E.C.
Capítulo 74 Capítulo 76
Nota del Traductor
Para beneficio de todos, vuelvo a poner la traducción de las palabras de Gryffindor al final:
No existe salvador para el salvador,
ningún defensor tuvo el campeón,
ni madre ni padre,
únicamente la nada por encima.
- Godric Gryffindor,
1202 de la Era Común
Muchas cosas han pasado en mi vida últimamente. Tengo un trabajo de tiempo completo, me mude a una nueva casa cuyo arriendo y gastos comparto con mi hermano. Pasaron un par de días de total desorden, pero ya me estoy acostumbrando a la situación.
Estoy luchando por sacar tiempo para ver los animes de la temporada, pero está siendo difícil en este periodo de transición.
Ya estamos a punto de concluir esta parte de HPMOR, por lo que pronto compilare toda la saga Hermione Granger en un libro PDF y EPUB..
Es una locura todo ese asunto de la desaparición de Google+ porque mi blog estaba muy dependiente de esa herramienta, algo que me fue impuesto de manera obligatoria por Google en su momento. Espero sólo sufrir inconvenientes temporales.
No voy a extenderme más en esta nota porque pienso grabar dentro de un poco hablando de la traducción de HPMOR, probablemente lo subiré a mi blog de Rhaidot.
Gracias a Rocio Tou y Sergio Andres Rodriguez Vargas por su apoyo en Patreon.
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