Buscar este blog

domingo, 7 de julio de 2019

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 81

Capítulo 80             Capítulo 82

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


dementor
Cuando Harry contempla el abismo por Karen Dutton

Capítulo 81: Intercambio de Tabúes, Parte 3


En medio-círculos elevados de piedra oscura, un gran mar de manos se alzaron.
Los Señores y Damas del Wizengamot, con túnicas de color ciruela marcadas con una 'W' plateada, descargaron su severa mirada como reprimenda a una joven niña que estaba temblando y encadenada. Si tenían, cualquier sistema de ética particular, no debía ser muy eficiente, era claro que pensaban muy bien de sí mismos por actuar como lo estaban haciendo.
La respiración de Harry estaba temblando dentro de su pecho. Su lado oscuro había inventado un plan - y luego cambió de nuevo hacia la luz porque hablar con demasiada frialdad no sería algo ventajoso para Hermione; un hecho del que únicamente no se había percatado el Harry-medio-frío...
"La votación termina, a favor," entonó la secretaria, cuando se hubo hecho todo el conteo, y las manos alzadas bajaron. "El Wizengamot reconoce la deuda de sangre que Hermione Granger tiene hacia la Casa de Malfoy por el intento de homicidio de su último heredero y de acabar con su linaje."
Lucius Malfoy estaba sonriendo con siniestra satisfacción. "Y ahora," dijo el mago de melena blanca, "afirmo que su deuda deberá ser pagada -"
Harry apretó su puño bajo la banca y gritó, "¡Por la deuda que la Casa Malfoy tiene con la Casa Potter!"
"¡Silencio!" espetó la mujer con demasiado maquillaje rosa sentándose al lado del Ministro Fudge. "¡Ya has interrumpido estos procedimientos demasiado! ¡Aurores, deben escoltarlo hasta la salida!"
"Esperen," demandó Augusta Longbottom desde uno de los asientos en la cima. "¿Qué deuda es esa?"
Las manos de Lucius se blanquearon sobre su bastón. "¡La Casa de Malfoy no te debe nada!"
No era la esperanza más sólida en el mundo, estaba basada en un artículo de periódico escrito por una mujer que había recibido el Encantamiento de Falsa Memoria, sin embargo Rita Skeeter había parecido encontrar plausible, la alegación de que el Sr. Weasley tenía una deuda hacia James Potter porque...
"Me sorprende que lo hayas olvidado," Harry declaró con voz controlada. "Seguramente fue un cruel periodo de tu vida, laborar bajo la maldición Imperius de Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, hasta que fuiste liberado por los esfuerzos de la Casa Potter. Por mi madre, Lily Potter, quien murió por ello, y por mi padre, James Potter, quien murió por ello, y por mí, por supuesto."
Se produjo un breve silencio dentro del Más Antiguo Tribunal.
"Vaya, que excelente punto, Sr. Potter," apuntó la vieja bruja que se había identificado como Madam Bones. "Yo, también, estoy bastante sorprendida que el Señor Malfoy haya olvidado tan significativo evento. Debe haber sido un día tan feliz para él."
"Sí," añadió Augusta Longbottom. "Debe haber estado tan agradecido."
Madam Bones asintió. "La Casa Malfoy no puede negar esa deuda - a menos, quizá, ¿que el Señor Malfoy nos quiera informar que recordó mal algo? Tomaré un interés bastante profesional en eso. Siempre estamos intentando saber más sobre aquellos días oscuros."
Las manos de Lucius Malfoy sujetaron la empuñadura de la serpiente plateada de su bastón como si estuviera apunto de golpear con aquello, de liberar cual fuera el poder que ocultaba -
Entonces el Señor Malfoy pareció relajarse, una sonrisa helada cayó sobre su cara. "Por supuesto," admitió fácilmente. "Aunque confieso que no lo había comprendido, el niño está muy en lo correcto. Pero no creo que las dos deudas se cancelen del todo - la Casa Potter nada más estaba intentando salvarse a sí misma -"
"No así," Dumbledore habló desde arriba.
"- y por lo tanto," entonó Lucius Malfoy, "voy a demandar compensación monetaria también, por la redención de la deuda de sangre que le pertenece a mi hijo. Esa, también, es la ley."
Harry sintió un extraño sentimiento interno. Eso también había estado en el artículo del periódico, El Sr. Weasley había demandado diez mil Galeones adicionales -
"¿Cuánto?" preguntó el Niño-Que-Vivió.
Lucius seguí usando esa fría sonrisa. "Cien mil Galeones. Si no tienes tal cantidad en tu bóveda, supongo que debo aceptar un pagaré por el resto."
Un rugido de protesta surgió desde el lado del cuarto aliado con Dumbledore, incluso algunas de las túnicas de color ciruela en el medio se mostraron conmocionadas.
"¿Deberíamos ponerlo a votación del Wizengamot?" propuso Lucius Malfoy. "Creo que pocos entre nosotros queremos ver a la pequeña homicida libre. Por votación a mano alzada, ¡la compensación adicional de cien mil Galeones será requerida para cancelar la deuda!"
La secretaría empezó a contar, sin embargo esa votación también estaba clara.
Harry se quedó ahí de pie, respirando profundamente.
Mejor que ni siquiera lo tengas que considerar, el Gryffindor interior de Harry habló en tono amenazador.
Es una compra significativa, observó Ravenclaw. Tendríamos que invertir una gran cantidad de tiempo pensando al respecto.
No tendría que haber sido tan duro. No tendría que haberlo sido. Dos millones de libras no era más que dinero, y el dinero sólo valía lo que podía comprar...
Era extraño cuánto apego psicológico podrías tener al 'sólo dinero', o cuán doloroso podía ser imaginar perder una bóveda en el banco llena de oro cuya existencia no habías ni siquiera concebido el año anterior.
Kimball Kinnison no tendría vacilación, insistió Gryffindor. Seriamente. Como, decisión inmediata. ¿Qué clase de héroe eres tú? Ya te odio por tener que pensarlo durante más de 50 milisegundos.
Esta es la vida real, argumentó Ravenclaw. Perder todo tu dinero es mucho más doloroso para las personas en la vida real que en los libros de los héroes.
¿Qué? demandó Gryffindor. ¿En qué lado estás?
No estaba abogando por una respuesta en particular, respondió Ravenclaw, nada más lo dije porque es verdad.
¿Podrían usarse cien mil Galeones para salvar más de una vida si los gastamos de otra manera? preguntó Slytherin. Tenemos investigaciones para hacer, batallas para combatir, la diferencia entre ser 40,000 Galeones rico y estar 60,000 Galeones en deuda no es trivial -
Así que nada más usaremos alguno de nuestros métodos para hacer dinero rápido y lo recuperaremos todo, comentó Hufflepuff.
No hay certeza de que aquellos métodos van a funcionar, replicó Slytherin, y la mayoría requieren una inversión inicial -
Personalmente, interrumpió Gryffindor, voto para que salvemos a Hermione y luego nos combinemos todos para asesinar a nuestro Slytherin interior.
La voz de la secretaría anunció que la votación había pasado a favor...
Los labios de Harry se abrieron.
"Acepto tu oferta," pronunciaron los labios de Harry, sin duda alguna, sin haber tomado ninguna decisión; como si el debate interno no fuera más que pretensión e ilusión, el verdadero controlar de la voz no había sido parte de aquello.
La máscara de Lucius Malfoy se destrozó, sus ojos se abrieron de par en par, miró fijamente a Harry con un asombro puro y absoluto. Su boca se había abierto ligeramente, aunque no estaba hablando, y si estaba produciendo algún ruido peculiar no podía ser escuchado sobre los rugidos de simultáneos jadeos del Wizengamot -
Un golpe ligero de piedra silenció a la multitud.
"No," dijo la voz de Dumbledore.
La cabeza de Harry se torció alrededor para contemplar al antiguo mago.
La cara arrugada de Dumbledore estaba pálida, la barba plateada estaba temblando visiblemente, se veía como si estuviera en la agonía final de una enfermedad terminal. "Yo lo - lamento, Harry - pero esa decisión no es tuya - pues aún soy el guardián de tu bóveda."
"¿Qué?" espetó Harry, demasiado conmocionado para componer una réplica apropiada.
"¡No puedo permitir que te endeudes con Lucius Malfoy, Harry! ¡No puedo! No sabes - no te das cuenta -"
MUERE.
Harry ni siquiera sabía cuál parte de él había hablado, podría haber sido una votación unánime, la ira pura y la furia desbordando a través de él. Por un instante él creyó que la mera fuerza de su ira podría coger alas mágicas y salir volando a atacar el Director, hacerlo caer muerto desde el podio -
Sin embargo cuando la voz mental hubo hablado, el mago anciano seguía ahí de pie, observando a Harry, larga varita oscura en su mano derecha, corta vara negra en su izquierda.
Y los ojos de Harry también fueron hacia el ave rojo-dorada con sus garras reposando sobre el hombro de la túnica negra de Dumbledore, silencioso cuando ningún fénix tendría que haber estado silencioso. "Fawkes," Harry llamó, su voz sonando extraña en sus propios oídos, "¿le puedes gritar en mi lugar?"
La fiera ave sobre el hombro del anciano mago no gritó. Tal vez el Wizengamot había demandado que se pusiera un hechizo de silencio sobre la criatura, de otro modo probablemente habría estado gritando todo el tiempo. Aunque Fawkes sí golpeó a su maestro, un ala dorada abofeteando la cabeza del anciano mago.
"¡No puedo, Harry!" el mago anciano exclamó, la agonía era clara en su voz. "¡Estoy haciendo lo que debo hacer!"
Y Harry lo supo, entonces, cuando miraba al ave rojo-dorada, qué era lo que debía hacer. Tendría que haber sido obvia desde el principio, esa solución.
"Entonces yo también haré lo que debo," Harry se dirigió a Dumbledore, como si los dos estuvieran a solas en el cuarto. "¿Te das cuenta de eso, o no?"
El mago anciano negó con su temblorosa cabeza. "Cambiarás de parecer cuando seas mayor -"
"No estoy hablando de eso," Harry lo interrumpió, su voz todavía extraña en sus propios oídos. "Me refiero a que no permitiré que Hermione Granger sea comida por Dementores bajo ninguna circunstancia. Punto. Sin importar lo que la ley diga, y sin importar lo que tenga que hacer para evitarlo. ¿Aún necesito explicarlo en voz alta?"
Una extraña voz masculina habló desde algún lugar lejano, "Asegúrense de que esa chica sea llevada directamente a Azkaban, y pongan vigilancia extra."
Harry esperó, contemplando fijamente al mago anciano, y luego habló de nuevo. "Iré a Azkaban," Harry prometió al mago anciano, como si estuviera a solas en el mundo, "antes de que Hermione pueda ser llevada allí, y empezaré a chasquear mis dedos. Aunque podría costar mi vida entera, para cuando ella llegue allí, ya no habrá un Azkaban."
Algunos miembros del Wizengamot jadearon sorprendidos.
Luego un gran número de ellos empezaron a reírse.
"¿Cómo harías para llegar allí, pequeño niño?" alguien inquirió, de entre aquellos que se estaban riendo.
"Tengo mis propios medios para ir los lugares que debo ir," contestó la distante voz del niño. Harry  mantuvo sus ojos sobre Dumbledore, sobre el mago anciano que lo miraba fijamente a causa de la conmoción. Harry no observó directamente a Fawkes, no reveló su plan; pero en su mente se preparó para invocar el fénix que lo pudiera transportar allí, se preparó para llenar su mente con la furia y la luz, para llamar al ave de fuego con todo su poder, podría tener que hacerlo en el instante que Dumbledore lo fuera a apuntar con su varita -
"¿Lo harías en verdad?" el mago anciano cuestionó a Harry, también como si los dos estuvieran a solas en el cuarto.
El cuarto se puso silencio otra vez cuando todos vieron sorprendidos al Jefe de Magos del Wizengamot, quien parecía estar tomando con completa seriedad la loca amenaza.
Los ojos del anciano mago estaban fijos únicamente sobre Harry. "¿Arriesgarías todo - todo - únicamente por ella?"
"Sí," Harry replicó.
Esa es la respuesta equivocada, lo sabes, señaló Slytherin. Seriamente.
Sin embargo es la respuesta verdadera.
"¿No escucharás a la razón?" cuestionó el anciano mago.
"Aparentemente no," fue la respuesta de Harry.
Las miradas permanecieron fijadas entre sí.
"Este es un terrible disparate," afirmó el anciano mago.
"Estoy consciente de esto," contestó el héroe. "Ahora sal de mi camino."
Extraña luz resplandeció en lo antiguos ojos azules. "Como desees, Harry Potter, aunque sabes que esto no ha terminado."
El resto del mundo volvió a materializarse.
"Retiro mi objeción," expuso el mago anciano, "Harry Potter podrá hacer como lo desea," y el Wizengamot explotó en un rugido de conmoción, únicamente para ser silenciado por un suave golpe final de la vara de piedra.
Harry giró su cabeza de vuelta al Señor Malfoy, quien parecía alguien que acababa de ver un gato convertirse en persona y empezado a devorar otros gatos. Llamar su expresión confundida no comenzaba a describirlo.
"Tú verdaderamente..." Lucius Malfoy habló lentamente. "Verdaderamente pagarás cien mil Galeones, para salvar a una niña sangre sucia."
"Creo que hay cuarenta mil en mi bóveda de Gringotts más o menos," Harry dijo. Era extraño como eso seguía causando más dolor interno que el pensamiento de tomar un riesgo para su vida superior al cincuenta por ciento para destruir Azkaban. "En cuanto los otros sesenta mil - ¿cuáles son las reglas, exactamente?"
"Se hace pagadero cuando te gradúes de Hogwarts," el mago anciano habló desde muy arriba. "Aunque el Señor Malfoy tiene ciertos derechos sobre ti antes de eso, me temo."
Lucius Malfoy permaneció quieto, con el ceño fruncido hacia Harry. "¿Quién es ella para ti, entonces? ¿Qué es ella para ti, que pagarías tanto para evitar que sufra?"
"Mi amiga," el niño afirmó con calma.
Los ojos de Lucius Malfoy se estrecharon. "Por el reporte que recibí, no puedes invocar el Encantamiento Patronus, y Dumbledore sabe esto. El poder de un solo Dementor casi te mata. No te atreverías a ir cerca de Azkaban en persona -"
"Eso fue en Enero," lo cortó Harry. "Ahora es Abril."
Los ojos de Lucius Malfoy permanecieron fríos y calculadores. "Pretendes que puedes destruir Azkaban, y Dumbledore pretende creerlo."
Harry no replicó.
El hombre de cabello blanco se giró ligeramente, hacia el centro del medio-círculo, como si fuera a dirigirse al más grande Wizengamot. "¡Retiro mi oferta!" gritó el Señor de Malfoy. "¡No aceptaré la deuda de la Casa Potter en pago, ni siquiera por cien mil Galeones! ¡La deuda de sangre de la chica hacia la Casa Malfoy sigue en pie!"
Otra vez el rugido de muchas voces. "¡Deshonroso!" alguien gritó. "Reconoces la deuda hacia la Casa Potter, y aún así vas -" y luego la voz fue cortada.
"Aunque reconozco la deuda, la ley no me obliga estrictamente a aceptarla para su cancelación," explicó el Señor Malfoy con una sonrisa siniestra. "La chica no es parte de la Casa Potter; la deuda que tengo con la Casa Potter no es una deuda con ella. En cuanto al deshonor -" Lucius Malfoy hizo una pausa. "Por la grave vergüenza que siento ante mi ingratitud con los Potters, quienes han hecho tanto por mí -" Lucius Malfoy inclinó su cabeza. "Puedan mis ancestros perdonarme."
"¿Bueno, niño?" llamó el hombre cicatrizado al lado de la mano derecha del Señor Malfoy. "¡Ve y destruye Azkaban, entonces!"
"Me gustaría ver eso," añadió otra voz. "¿Vas a vender boletos?"
Está de más decir que Harry no eligió este momento en particular para rendirse.
La chica no es parte de la Casa Potter -
Él había, de hecho, visto la salida obvia del dilema casi instantáneamente.
Le podría haber tomado más tiempo de no ser porque recientemente había escuchado de lejos varias conversaciones entre chicas mayores de Ravenclaw, y leído un cierto número de historias de El Quibbler.
Él tenía, no obstante, problemas en aceptarlo.
Esto es ridículo, declaró una parte de Harry que se había nombrado a sí mismo el Revisor de Coherencia Interna. Nuestras acciones aquí son completamente incoherentes. Primero sientes menos reluctancia emocional a arriesgar tu condenada VIDA y probablemente MORIR por Hermione, que separarte de un estúpido montón de oro. ¿Y ahora estás paralizado nada más por casarte?
ERROR DEL SISTEMA.
¿Sabes qué? acusó el Revisor de Coherencia Interna. Eres estúpido.
No he dicho que no, pensó Harry. Nada más estaba diciendo ERROR DEL SISTEMA.
Voto porque destruyamos Azkaban, propuso Gryffindor. De todos modos es necesario hacerlo.
Realmente, realmente estúpido, insistió el Revisor de Coherencia Interna. Oh, al diablo con esto, voy asumir control de nuestro cuerpo.
El niño respiró profundamente, y abrió su boca -
Para este punto Harry Potter había olvidado enteramente la existencia de la Profesora McGonagall, quien había estado sentada ahí todo este tiempo experimentando una serie de interesantes cambios en su expresión facial que Harry no había estado mirando porque estaba distraído. Habría sido demasiado severo afirmar que Harry se había olvidado de ella porque no la consideraba un Personaje Jugador. Habría sido más amable decir que la Profesora McGonagall no era una solución visible para ninguno de sus problemas actuales, y por lo tanto ella no era parte del universo.
Por lo que Harry, quien para este punto tenía una gran cantidad de adrenalina en su flujo sanguíneo, se asustó y sobresaltó muy visiblemente cuando la Profesora McGonagall, con ojos resplandeciendo con esperanza imposible y las lágrimas sobre sus mejillas medio secas, se puso de pie con un brinco y gritó, "¡Conmigo, Sr. Potter!" y, sin esperar una respuesta, bajó las escaleras que llevaban al fondo de la plataforma donde esperaba una silla de metal oscuro.
Aunque le tomó un momento, Harry corrió tras ella; pero se demoró un poco más alcanzando el fondo, mientras que la Profesora McGonagall saltó la mitad de las escaleras con un extraño movimiento como de gato y aterrizó con el trío de asombrados Aurores ya apuntándole con sus varitas.
"¡Señorita Granger!" llamó la Profesora McGonagall. "¿Ya es capaz de hablar?"
Al igual que con la Profesora McGonagall, había una cierta sensación sobre la que se podía aseverar que Harry había olvidado la existencia de Hermione Granger, porque Harry había estado estirando su cuello hacia arriba en vez de hacia abajo, y porque no la había considerado una solución a ninguno de sus problemas actuales. Sin embargo era duramente cierto, era más un hecho que una probabilidad, que Harry recordando mirar a Hermione o pensar sobre lo que ella estaba sintiendo, no le habría ayudado en lo más mínimo.
Harry llegó al fondo de las escaleras y vio a Hermione Granger de pies a cabeza -
Sin pensarlo, sin ser capaz de evitarlo, Harry cerró sus ojos, pero la había visto.
La túnica escolar alrededor de su cuello, empapada por completo con lágrimas.
El modo en que ella estaba apartando la mirada de él.
Y el ojo de la memoria y la simpatía, que no podía ser cerrado, no podía dejar de ver, sabía que Hermione había revivido la peor vergüenza de su vida en frente de la nobleza de la Bretaña mágica y la Profesora McGonagall y Dumbledore y Harry; y luego sentenciada a Azkaban donde sería expuesta a la oscuridad y al frío y todas sus peores memorias hasta enloquecer y morir; y cuando escuchó que Harry iba a entregar todo su dinero y endeudarse para salvarla a ella, y quizá incluso sacrificar su vida
y con el Dementor parado apenas a unos cuantos pasos detrás de ella
ella no había dicho nada...
"S-sí," murmuró la voz de Hermione Granger. "Yo p-puedo hablar."
Harry abrió sus ojos otra vez y vio su rostro, ahora viéndolo a él. No revelaba nada sobre lo que él pensaba que Hermione estaba sintiendo, las caras no podían expresar nada tan complicado, todos lo que los músculos faciales podían hacer era contorsionarse a sí mismos en nudos.
"H-H-Harry, Yo-Yo estoy tan, estoy tan -"
"Cállate," Harry sugirió.
"l-l-lamento -"
"De no haberme conocido en el tren nunca te habrías metido en tantos problemas. Así que cállate," declaró Harry Potter.
"Los dos están siendo tontos," la Profesora McGonagall opinó con su firma acento Escocés (era extraño lo mucho que eso ayudaba). "Sr. Potter, extienda su varita de tal modo que los dedos de la Señorita Granger puedan tocarla. Señorita Granger, repita después de mí. Sobre mi vida y mi magia -"
Harry hizo como le fue indicado, adelantando su varita para tocar los dedos de Hermione; y luego la desfallecida voz de Hermione pronunció, "Sobre mi vida y mi magia -"
"Juro servir a la Casa de Potter -" dijo la Profesora McGonagall.
Y Hermione, sin esperar más instrucciones, repitió, derramando las palabras a toda prisa, "Juro servir a la Casa de Potter, obedecer a su Maestro o Maestra, y permanecer a su mano derecha, y combatir bajo sus órdenes, y seguirlos a donde vayan, hasta el día en que muera."
Todas esas palabras habían sido pronunciadas con un jadeo desesperado antes de que Harry pudiera pensar o decir nada, de haber estado lo suficientemente loco como para interrumpir.
"Sr. Potter, repita estas palabras," indicó la Profesora McGonagall. "Yo, Harry, heredero y último vástago de los Potters, acepto tu servicio, hasta el final del mundo y su magia."
Harry respiró profundamente y repitió, "Yo, Harry, heredero y último vástago de los Potters, acepto tu servicio, hasta el final del mundo y su magia."
"Eso es todo," concluyó la Profesora McGonagall. "Bien hecho."
Harry levantó la vista, y observó que el Wizengamot entero, cuya existencia él había olvidado, los contemplaba fijamente.
Y luego Minerva McGonagall, quien era la Jefe de Casa de Gryffindor incluso si no siempre actuaba como si lo fuera, levantó la mirada hacia donde Lucius Malfoy estaba; y le dijo delante de todo el Wizengamot, "Lamento cada punto que te llegue a dar en Transformación, pequeño y vil gusano."
Lo que fuera que Lucius estuviera por responder fue silenciado por un golpe ligero de la corta vara en la mano de Dumbledore. "¡Ejem!" espetó el mago anciano desde su podio de piedra oscura. "Esta sesión se ha alargado considerablemente, y si no la terminamos pronto, algunos entre nosotros podríamos perdernos la hora del almuerzo. La ley en este asunto es clara. Ya han votado en los términos legales del acuerdo, y el Señor Malfoy no lo puede declinar legalmente. Como hemos excedido nuestro tiempo asignado, ahora, en acuerdo con la última decisión de los sobrevivientes del Wizengamot ochenta y ocho, voy a suspender esta sesión."
El mago anciano golpeó suavemente la vara oscura de piedra tres veces.
"¡Tontos!" bramó Lucius Malfoy. El cabello blanco estaba sacudiéndose como si existiera viento, el rostro por debajo estaba pálido y furioso. "¿Creen que se van a salir con la suya el día de hoy? ¿Creen que esa chica puede intentar asesinar a mi hijo y escapar ilesa?"
La mujer sapo con maquillaje rosa, cuyo nombre Harry ya no podía recordar, se había levantado de su asiento. "Vaya, por supuesto que no," ella habló con una sonrisa enfermiza. "Después de todo, la chica es todavía una asesina, y creo que el Ministerio la tendrá que vigilar muy de cerca - difícilmente sería sabio que se le permita andar por las calles, después de todo -"
Harry ya estaba colmado para este punto.
Sin esperar a seguir escuchando, Harry se giró sobre sus tobillos y dio largas zancadas hacia -
El horror que únicamente él podía ver verdaderamente, la ausencia de color y espacio, la herida en el mundo, sobre el que flotaba un manto andrajoso; muy imperfectamente guardado por una corredora ardilla luz de luna y un gorrión plateado batiendo sus alas.
Su lado oscuro también se había dado cuenta, cuando estaba auscultando todo el cuarto por cualquier cosa que posiblemente pudiera ser usada como un arma, que el enemigo había sido tan tonto como para traer un Dementor ante la presencia de Harry. Esa era un arma poderosa en efecto, y una que Harry podría esgrimir mejor que cualquiera que sus supuestos maestros. Hubo una vez en Azkaban que Harry le había ordenado a doce Dementores voltearse e irse, y así lo habían hecho.
Los Dementores son Muerte, y el Encantamiento Patronus funciona al concentrarse en pensamientos felices en vez de la Muerte.
Si la teoría de Harry era correcta, esa frase sería todo lo que se necesitaría para explotar los Encantamientos Patronus de los Aurores como si fueran burbujas de jabón, y asegurarse que nadie dentro del rango de su voz pudiera invocar otro.
Voy a cancelar los Encantamientos Patronus y prevenir que cualquier otro Patronus sea invocado. Y luego mi Dementor, volando más veloz que cualquier escoba, va a Besar a todos los presentes que han votado para enviar a una niña de doce años a Azkaban.
Dilo así, pon las si-entonces expectaciones, y espera que las personas entiendan y se rían. Luego habla la verdad fatal; y cuando los Patronus de los Aurores desaparezcan con un parpadeo para demostrar el punto, ya fueran las anticipaciones del vacío sin mente, o la amenaza de Harry sobre su destrucción, harían que el Dementor obedeciera. Aquellos que se habían comprometido con la oscuridad serían consumidos por ella.
Era la otra solución que su lado oscuro había desarrollado.
Ignorando los jadeos levantándose detrás de él, Harry cruzó el radio de los Patronus, con largas zancadas se ubicó a un paso de la Muerte. Su temor sin obstáculos explotó a su alrededor como un torbellino, como pararse al lado de un drenaje chupador de alguna enorme bañera vaciando su agua; sin embargo los falsos Patronus ya no estaban oscureciendo el nivel en el cual tenían interacción, Harry podía alcanzar al Dementor incluso si este lo podía alcanzar a él. Harry miró directo hacia el vacío chupador y -
la Tierra entre las estrellas
todo su triunfo al salvar a Hermione
algún día la realidad de la cual eres una sombra dejará de existir
Harry cogió toda la emoción de plata que alimentaba su Encantamiento Patronus y lo empujó hacia el Dementor; y esperó que la sombra de la Muerte huyera de él -
- y mientras Harry hizo eso, arrojó sus manos hacia arriba y bramó "¡BUU!"
El vacío se retiró bruscamente de Harry hasta que se topó contra la piedra oscura en su espalda.
En el Tribunal hubo un silencio mortal.
Harry le dio la espalda al hueco vacío, y levantó la vista hacia donde estaba parada la mujer-sapo. Estaba pálida bajo el maquillaje rosa, su boca abriéndose y cerrándose como un pescado.
"Te haré esta única oferta," habló el Niño-Que-Vivió. "Nunca me daré cuenta que has estado interfiriendo contra mí o cualquiera de los míos. Y tú nunca descubrirás por qué el monstruo come-almas inmortal me tiene miedo. Ahora siéntese y cállese."
La mujer-sapo cayó sobre su banco sin una palabra.
Harry levantó aún más la vista.
"¡Un acertijo, Señor Malfoy!" el Niño-Que-Vivió exclamó a través del Más Antiguo Tribunal. "Sé que no estuviste en Ravenclaw, ¡pero intenta responder de todos modos! ¿Qué destruye Señores Oscuros, atemoriza a los Dementores, y te debe sesenta mil Galeones?"
Por un instante el Señor Malfoy se quedó parado con los ojos ligeramente abiertos; luego su rostro volvió a la calma y el desprecio, y su voz habló fríamente al replicar. "¿Está amenazándome abiertamente, Sr. Potter?"
"No te estoy amenazando," corrigió el Niño-Que-Vivió. "Te estoy aterrando. Hay una diferencia."
"Suficiente, Sr. Potter," pidió la Profesora McGonagall. "Ya vamos retrasados para la tarde de Transformación. Y regrese aquí, aún está asustando a ese pobre Dementor." Ella se giró hacia los Aurores. "¡Sr. Kleiner, si pudiera hacer el favor!"
Harry regresó con largas zancadas hacia ellos, mientras el Auror señalado se adelantó y presionó una corta vara de metal oscuro contra la silla de metal oscuro, murmurando una inaudible palabra de liberación.
Las cadenas se deslizaron para ocultarse tan suavemente como habían surgido; y Hermione se empujó a sí misma por fuera de la silla tan pronto como pudo, y medio-corrió medio-tropezó unos cuantos pasos hacia adelante.
Harry extendió sus brazos -
- y Hermione medio-saltó medio-cayó dentro de los brazos de la Profesora McGonagall, empezando a sollozar de modo histérico.
Mmmmm, dijo una voz dentro de Harry. Como que pensé que nos habíamos ganado eso para nosotros mismos.
Oh, cállate.
La Profesora McGonagall estaba sosteniendo a Hermione tan firmemente que podrías haber pensado que se trataba de una madre abrazando a su hija, o tal vez una abuela. Tras unos cuantos momentos los sollozos de Hermione se redujeron, y luego pararon. La Profesora McGonagall de repente cambió su postura y la sujetó con más fuerza; las manos de la chica estaban colgando flojamente, ahora, y sus ojos estaban cerrados -
"Ella estará bien, Sr. Potter," explicó la Profesora McGonagall suavemente en dirección a Harry, sin verlo a él. "Nada más necesita unas cuantas horas en una de las camas de Madam Pomfrey."
"De acuerdo, entonces," Harry aceptó. "Vamos a llevarla con Madam Pomfrey."
"Sí," añadió Dumbledore, mientras descendía al fondo de las escaleras de piedra oscura. "Vayamos todos a casa, en efecto." Sus ojos azules estaban fijos sobre Harry, tan duros como zafiros.

...

Los Señores y Damas del Wizengamot están abandonando sus bancas de madera, yéndose como vinieron, viéndose bastante nerviosos.
La vasta mayoría están pensando '¡El Dementor le tenía miedo al Niño-Que-Vivió!'
Algunos de los más perspicaces ya se están preguntando cómo esto afectará el delicado balance del poder del Wizengamot - si una nueva pieza había aparecido en el tablero.
Casi ninguno está pensando algo como 'Me pregunto cómo hizo eso.'
Esta es la verdad del Wizengamot: Muchos son nobles, muchos son ricos magnates de negocios, unos pocos obtuvieron su estatus de otro modo. Algunos entre ellos son estúpidos. La mayoría son astutos en los reinos de los negocios y la política, sin embargo su astucia está circunscrita. Casi ninguno ha caminado el camino de un mago poderoso. No han leído a través de libros antiguos, escrutado pergaminos viejos, buscado verdades demasiado poderosas para caminar abiertamente que se disfrazan como acertijos, cazando la verdadera magia entre cientos de cuentos de hadas fantásticos. Cuando no están mirando el contrato de una deuda, abandonan la astucia que poseen y se relajan con alguna tontería confortable. Ellos creen en las Reliquias de la Muerte, pero también creen que Merlín combatió al tremendo Totoro y encerró al Ree. Ellos saben (porque eso también es parte de la leyenda estándar) que un mago poderoso debe aprender a distinguir la verdad entre cientos de mentiras plausibles. Aunque no se les ha ocurrido que ellos podrían hacer lo mismo.
(¿Por qué no? ¿Por qué, en efecto, magos con suficiente estatus y fortuna como para poner sus manos encima de casi cualquier proyecto, escogen pasar sus vidas peleando sobre monopolios lucrativos de importación de tinta? El Director de Hogwarts apenas y consideraría la cuestión; por supuesto que la mayoría de personas no deberían ser magos poderosos, al igual que la mayoría de personas no deberían ser héroes. El Profesor de Defensa podía explicar con una gran y cínica extensión por qué sus ambiciones eran tan triviales; para él, tampoco, hay un acertijo. Solamente Harry Potter, a pesar de todos los libros que ha leído, es incapaz de entender; para el Niño-Que-Vivió las decisiones de vida de los Señores y las Damas parecen incomprensibles - no lo que una persona buena haría, ni tampoco lo que haría una persona malvada. ¿Cuál de los tres es el más sabio?)
Por la razón que fuera, entonces, la mayoría del Wizengamot nunca había recorrido el camino que lleva a la hechicería poderosa; no buscan lo que está oculto. Para ellos, no hay un por qué. No hay explicación. No hay causalidad. El Niño-Que-Vivió, quien ya estaba a la mitad del magisterio de leyenda, ahora había sido promovido completamente hasta allí; y es un hecho bruto, simple e inexplicable, que el Niño-Que-Vivió aterra a los Dementores. Diez años atrás les dijeron que un niño de un año había derrotado al más terrible Señor Oscuro de su generación, quizá el más malvado Señor Oscuro que había existido; y ellos nada más lo habían aceptado como siempre.
No se supone que cuestiones ese tipo de cosas (lo saben de un modo tácito). Si el más terrible Señor Oscuro de la historia, confronta a un bebé inocente - por qué, ¿cómo podría no ser vencido? El ritmo de la obra lo demanda. Se supone que aplaudas, no que te levantes del asiento en la audiencia y preguntes '¿Por qué?' No es más que la presunción de la historia, que al final el Señor Oscuro es derrotado por un pequeño infante; y si vas a cuestionar eso, lo mejor sería que no vayas a la obra en primer lugar.
No se les ocurre hacer conjeturas sobre la aplicación de tal razonamiento a los eventos que acaban de ver con sus propios ojos en el Más Antiguo Tribunal. En efecto, no son conscientes de que están utilizando el razonamiento de la ficción en la vida real. En cuanto a escrutar al Niño-Que-Vivió con la misma cuidadosa lógica que usarían para sus alianzas políticas o arreglos económicos - ¿qué cerebro iba a asociar eso, cuando una parte del legendario magisterio estaba a la mano?
Sin embargo había unos pocos, sentados entre aquellas bancas de madera, quienes no pensaban de ese modo.
Hay algunos cuantos en el Wizengamot quienes han leído a través de pergaminos medio-desintegrados y escuchado cuentos de cosas que le sucedieron al primo del hermano de alguien, no por entretenimiento, sino como parte de una búsqueda por poder y verdad. Ya han marcado la Noche del Valle de Godric, como fue reportada por Albus Dumbledore, como un evento potencialmente importante y anómalo. Se han preguntado por qué ocurrió, si realmente pasó; o si no, por qué Dumbledore está mintiendo.
Y cuando un niño de once años alza una mano y llama "Lucius Malfoy" con una fría voz de adulto, y sigue hablando con palabras que uno no esperaría escuchar de alguien en su primer año en Hogwarts, no permiten que el hecho se deslice dentro de las borrosas leyendas sin ley y las premisas de las obras de teatro.
Lo marcan como una pista.
Lo añaden a la lista.
Esta lista está comenzando a verse bastante alarmante.
No ayuda particularmente que cuando el niño aúlla "¡BUU!" a un Dementor y el cuerpo descomponiéndose se presiona a sí mismo contra la pared opuesta y su horrible voz rasposa que lastima los oídos pide, "Hagan que se vaya."

Capítulo 80             Capítulo 82




Nota del Traductor

El Ree es el equivalente al monstruo del lago Ness, pero en Irlanda.

Espero publicar el omake hoy y el capítulo del audiolibro mañana. Si eso no sucede, significa que he sido secuestrado por extraterrestres. O que tomó más tiempo del que pensé. En todo caso, lo correspondiente a Junio será entregado, aunque no sea exactamente durante Junio.

Demasiado tarde se me ha ocurrido un mejor acrónimo para el grupo de Hermione: B.A.B.A.S. que significa Brujas Asociadas Buscando Ayudar y Salvar. El acrónimo original hace un juego de palabras que suena similar a "ESCUPIR"; originalmente opté por una traducción literal, aunque ahora lamento haber perdido el chiste en la traducción. Creo que haré el cambio de acrónimo en algún momento, probablemente cuando termine esta saga y antes de pasar a la siguiente. Aplicaré esa mejora a la versión en mi blog y las versiones para descarga, no en FFN porque eso sería ir al infierno por voluntad propia.

El próximo capítulo es de más o menos 4.000 palabras, por lo que espero publicarlo el próximo fin de semana. Espero adelantar el omake número 2 y el capítulo 7 del audiolibro desde el principio.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard, Kbrem y Javier Cruz Esquivel


Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad. Si quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en Patreon


Gracias por leer.




No hay comentarios: