Las películas ya no hubieran sido para niños, sino que hubieran pertenecido al género de terror, y se hubieran hecho en el estilo de los años ochenta, con mucho estilo y escenas escabrosas que nos obligarían a mojar los pantalones.
Muñecos que cobran vida, carros parlantes, insectos que libran una guerra que funge como metáfora de la segunda guerra mundial, monstruos que nos temen, padres que pierden a sus hijos, mutantes que se esconden a plena vista... ¿Son tan diferentes las ideas de Pixar de las de Stephen King?
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La primera película de Stephen King y Pixar, una mezcla de horror y comedia. Los monstruos en esta historia no son los juguetes que cobran vida, son los humanos que los han forzado a esconder su secreto, so pena de ser erradicados por completo. Y un juguete sin dueño está forzado a permanecer encerrado, eternamente. ¿Acaso Woody está enamorado de su peor enemigo? ¿Quién está más loco? ¿El juguete que cree que es un astronauta, o el vaquero que llama amigo a su opresor?
Tras el inesperado éxito de Toy Story, tanto King como Pixar llegaron a las grande ligas. Desde entonces el guionista sintió la necesidad de escribir su nombre en la misma forma, y Pixar creyó que sería una buena idea hacer una cinta de corte histórico, y nada mejor que los nazis para ello. Stephen King se sintió muy presionado en esta ocasión, y confiesa que se drogó con todo lo que tuvo al alcance de su mano para terminar el proyecto a tiempo.
A Bichos no le fue mal, pero tampoco tan bien. Por lo que Pixar se decidió a poner toda la carne en el asador y pusieron a King a convertir su primer éxito en una saga, cosa que King jamás había considerado. Habiendo hecho las paces con su dueño, King llevó a Woody a enfrentarse a otros humanos y juguetes en una búsqueda por su propia identidad. Por temor a perder a su esposa, King decidió escribir esta película sin usar ninguna sustancia alucinógena en su cuerpo.
Dándose cuenta de que era capaz de embotellar el rayo sin drogas, King mismo fue quien propuso la idea para Monsters, Inc. Desarrollando temas que ya había tocado en Toy Story, Stephen King refrescó el conflicto del hombre contra los monstruos imaginarios. Algunos grupos religiosos critican esta película porque presuntamente es una alegoría para la homosexualidad, pero Pixar siempre ha rechazado dichas acusaciones, aunque King sonríe y guarda silencio cuando se le cuestiona al respecto.
Para muchos, esta es la obra maestra de su época. Las audiencias salieron aterradas, personas sufrieron ataques cardíacos y cientos dieron testimonio de que no era apta para nadie, sin embargo nadie quería perdérsela y por ello rompió todos los records de taquilla. De repente, Stephen King y Pixar se hallaron con tanto dinero que creyeron tener el mundo en sus manos. Y así, en la cúspide de su edad dorada, la arrogancia los hizo descender lentamente la escalera de la mediocridad.
Los Increíbles es una buena película, mas no es una obra maestra. King y Pixar usaron los mismos trucos de escritura y animación con los que ya nos habíamos familiarizado. La taquilla no fue tan bien como se esperaba. Aún cuando no fue un desastre, los planes para una segunda parte se fueron a un limbo incierto. Preocupado por no haber cumplido con las altas expectativas que Pixar tenía de él, King recayó y volvió a ser drogadicto.
En la superficie, Cars fue un éxito. Otra taquilla millonaria, una secuela en camino, y críticas positivas. Pero debajo de toda esa luz, se escondía una gran oscuridad. Stephen King no pudo conservar a su querida esposa, quien se llevó a los niños y la mitad de su dinero. Y los críticos que fueron todo alabanzas en un principio, se transformaron en buitres cuando se hizo evidente que King había casi plagiado por completo la trama de Doctor Hollywood. Para Pixar no había problema alguna, tenían sus bolsillos llenos y Cars era lo suficientemente diferente como para que nadie pudiera demandarlos. King, por otro lado, se sentía miserable sin importar cuánto se hundiera en su decadencia. Fue entonces cuando empezó a oír voces y a contemplar la idea del suicidio, el periodo más oscuro de su vida se avecinaba, y ni siquiera el escritor de terror animado podía sospechar lo terrible que sería.
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Espero que les haya gustado mucho esta fotoplastía, le eché muchas ganas. Así que si pueden compartirla con todos, se los agradecería mucho. Muy pronto la segunda parte :)
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