Capítulo 64 Capítulo 66
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Serpiente Quirrell por Randolph Lee |
Capítulo
65: Mentiras Contagiosas
Hermione
Granger había leído alguna vez, que una de las claves para
permanecer delgada era prestar atención a la comida que ingieres,
para que tú mismo te dieras cuenta de que la estabas comiendo, y así
estar satisfecha con la comida. Esta mañana se había preparado una
tostada, y puso mantequilla en la tostada, y canela sobre la
mantequilla, y realmente debió haber sido suficiente como para que
ella notara,
esta vez, lo sabroso que estaba en frente de ella...
Sin
notar la canela o la mantequilla, sin notar la comida o que ella
estaba comiendo, Hermione tragó otra mordida de tostada, y dijo,
"¿Puedes intentar explicar eso de nuevo? Sigo completamente
asombrada."
"Es
algo muy simple, si piensas como un Slytherin en el Lado de la Luz,"
respondió el niño que todos los demás en la escuela, exceptuando
solamente a ellos dos, ahora creían que era su verdadero amor. La
cuchara de Harry Potter movió distraídamente su cereal para el
desayuno; él no había cogido muchas porciones esta mañana, no que
Hermione hubiera visto. "Cada cosa buena en el mundo trae su
propia oposición en existencia. Los fénix no son la excepción."
Hermione
dio otra mordida sin notar sobre la tostada con mantequilla y canela,
y pronunció, "¿Cómo puede alguien no
entender
que Fawkes piensa que eres una persona lo suficientemente buena como
para montar sobre tu hombro? ¡Él no haría eso con un Mago
Tenebroso! ¡Simplemente no lo haría!"
Y
ella no le había gritado a nadie sobre el toque que Fawkes hizo en
su propia
mejilla, porque sabía que no sería correcto - que si un fénix te
tocaba, no se suponía que fueras presumida al respecto, para
eso no
eran los fénix.
Sin
embargo ella realmente había esperado
que aplastará los rumores sobre Harry Potter volviéndose malo y
Hermione Granger siguiendo su descenso.
Y
no había sido así.
Y
ella verdaderamente no podía comprender por qué no.
Harry
comió otra mordida de su cereal, sus ojos poniéndose distantes, ya
sin encontrarse con los de ella. "Piensalo del siguiente modo:
No vas a la escuela un día, y mientes y le cuentas a tu profesora
que estabas enferma. La profesora te pide que le traigas una nota del
doctor, por lo que falsificas una. La profesora te informa que va a
llamar al doctor para estar segura, así que le das un numero falso
para el doctor, y consigues un amigo que pretenda ser el doctor
cuando ella llame -"
"¿Hiciste
qué?"
Harry
alzó la mirada de su cereal, y estaba sonriendo. "No estoy
diciendo que yo realmente hice
eso, Hermione..." Entonces sus ojos abruptamente bajaron de
vuelta a su cereal. "No. No es más que un ejemplo. Las mentiras
se propagan, a eso es lo que me refiero. Tienes que contar más
mentiras para cubrirlas, mentir sobre cada hecho que conecte a la
primera mentira. Y si sigues
mintiendo, y sigues
intentando cubrir la verdad, tarde o temprano tienes que empezar a
mentir incluso sobre las leyes general del pensamiento. Como, alguien
te está vendiendo algún tipo de medicina alternativa que no
funciona, y cualquier estudio experimental a doble ciego confirmará
que no funciona. Por lo que si alguien quiere seguir
defendiendo la mentira, tienen que hacer que dejes de creer en el
método experimental. Como, que el método experimental únicamente
es para el tipo de medicina meramente científica,
no para la asombrosa medicina alternativa como la de ellos. O que una
persona buena y virtuosa debería creer tan fuerte como puede, sin
importar que diga la evidencia. O que la verdad no existe y no existe
tal cosa como la realidad objetiva. Un montón de sabiduría popular
como esa no está simplemente equivocada,
es anti-epistemológica, está sistemáticamente
equivocada. Por cada regla de la racionalidad que te dice cómo
encontrar la verdad, hay alguien ahí afuera que necesita que tú
creas lo opuesto. Si alguna vez cuentas una mentira, la verdad
siempre será tu enemigo; y hay muchas personas por ahí afuera
diciendo mentiras -" La voz de Harry se detuvo.
"¿Qué
tiene que ver eso con Fawkes?" ella inquirió.
Harry
retiró su cuchara de su cereal, y apuntó en la dirección de la
Mesa de Profesores. "El Director tiene un fénix, ¿correcto? ¿Y
él es el Jefe de Magos del Wizengamot? Por lo que tiene oponentes
políticos, como Lucius. Ahora, ¿crees que la oposición nada más
se va a hacer a un lado y rendirse, porque Dumbledore tiene un fénix
y ellos no? ¿Crees que ellos admitirán que Fawkes es tan siquiera
evidencia
de que Dumbledore es una buena persona? Por supuesto que no. Tienen
que inventar algo
para hacer que Fawkes sea... no
importante.
Por ejemplo, que los fénix únicamente siguen a las personas que se
lanzan directo a cualquiera que crean que es malo, por lo que tener
un fénix nada más significa que eres un idiota o un fanático
peligroso. O, que los fénix nada más siguen a las personas que son
puro Gryffindor, tan Gryffindor que no tienen las virtudes de otras
Casas. O que sólo muestra cuánto coraje cree un animal mágico que
tú tienes, nada más, y que no sería justo juzgar a los políticos
basado en eso. Tienen que decir algo
para negar los fénix. Apuesto que Lucius ni siquiera tuvo que
inventarse nada nuevo. Apuesto que todo ya había sido dicho antes,
hace siglos, desde la primera vez que apareció alguien con un fénix
montando en su hombro, y alguien más quería que las personas no
tomaran eso en cuenta como evidencia. Apuesto que para cuando llegó
Fawkes ya era sabiduría popular, habría parecido extraño
tomar en consideración a quién le cae bien o no un fénix. Sería
como un periódico Muggle poniendo a prueba los candidatos políticos
para probar su nivel de literatura científica. Por cada fuerza de
Bondad que existe en el universo, hay alguien más que se beneficia
de que las personas no lo tomen en cuenta, o de encerrarlo dentro de
una caja estrecha donde nadie lo pueda alcanzar."
"Pero
-" Hermione dijo. "Bueno, veo por qué Lucius Malfoy no
quiere que nadie crea que Fawkes importa, ¿sin embargo por qué
cualquiera que no
sea
un tipo malo lo creería?"
Harry
Potter se encogió ligeramente de hombros. Su cuchara cayó de nuevo
sobre su cereal, y lo siguió removiendo sin pausa. "¿Por qué
apela cualquier tipo de cinísmo a las personas? Porque parece una
marca de madurez, de sofisticación, como que has visto todo y sabes
mucho. O porque reducir algo se siente como si te elevaras a ti
mismo. O porque ellos mismos no tienen un fénix, por lo que su
instinto político les dice que no hay ventaja para ser ganada al
decir cosas buenas sobre los fénix. O porqué ser cínico se siente
como conocer un secreto verdadero que las personas comunes no
conocen..." Harry Potter observó en dirección de la Mesa de
Profesores, y su voz bajó hasta casi ser un susurro. "Creo que
quizá eso es lo que él
no logra entender - que es cínico sobre todo lo demás, excepto
sobre el cínismo mismo."
Sin
pensar, Hermione también miró en dirección a la Mesa de
Profesores, pero el asiento del Profesor de Defensa seguía vacío,
como lo había estado el Lunes y el Martes; la Subdirectora había
pronunciado, en la mañana, que las clases de hoy del Profesor
Quirrell serían canceladas.
Después,
cuando Harry hubo comido unas cuantas mordidas de tarta de melaza y
luego abandonado la mesa, Hermione contempló a Anthony y Padma,
quienes habían estado comiendo cerca por mera coincidencia
ciertamente no espiando ni nada por el estilo.
Anthony
y Padma le regresaron la mirada.
Padma
habló con vacilación, "¿Soy yo, o Harry Potter ha comenzado a
hablar como un tipo de libro más complicado
en los últimos días? O sea, no es que lo haya estado escuchando por
mucho tiempo -"
"No
eres tú solamente," interrumpió Anthony.
Hermione
no pronunció nada, sin embargo su preocupación seguía
incrementándose. Lo que le hubiera ocurrido a Harry Potter en el día
del fénix, lo había cambiado; había algo nuevo en él ahora. No
frialdad, sino dureza.
A veces lo captaba contemplando por fuera de la ventana hacia la
nada, una expresión de siniestra determinación sobre su rostro. En
la clase de Herbología del Lunes, una Trampa de Venus de Fuego se
había salido de control; y Harry había tacleado a Terry para
quitarlo de la trayectoria de una bola de fuego al tiempo que la
Profesora Sprout había lanzado un Encantamiento de Flama Congelante;
y cuando Harry se había levantado del suelo simplemente había
regresado a su lugar como si nada interesante hubiera ocurrido. Y
cuando por una vez ella obtuvo una mejor calificación que Harry en
su examen de Transformación, más tarde ese mismo Lunes, Harry le
había sonreído como para felicitarla, en vez de rechinar sus
dientes; y… eso la había molestado un
montón.
Estaba
empezando a sentir que Harry...
...se
estaba alejando de ella...
"Él
parece mucho mayor
de repente," añadió Anthony. "No como un verdadero
adulto, no puedo imaginar a Harry
como un adulto, sin embargo es como si de un momento a otro se
hubiera convertido en una
versión cuatro años mayor
de... lo que
sea
que él es."
"Bueno,"
Padma dijo. Delicadamente ella untó una torta con sabor de chocolate
con algo de glaseado. "Creo que para Dragón y Rayo de Sol lo
mejor es aliarse durante la próxima batalla o el Sr. Harry Potter va
a aplastarnos.
Fuimos aliados la última vez, y aún así Caos casi obtuvo la
victoria -"
"Sí,"
concordó Anthony. "Está en lo correcto, Señorita Patil.
Informe al General Dragón que queremos tener una reunión con
ustedes -"
"¡No!"
rechazó Hermione. "No deberíamos tener
porque confabular contra el General Potter nada más para tener una
oportunidad. Eso no tiene sentido, especialmente ahora que nadie
puede usar cosas Muggle. Siguen siendo veinticuatro soldados en cada
ejército."
Ni
Padma ni Anthony comentaron nada al respecto.
...
Toc-toc,
toc-toc.
"Adelante,
Sr. Potter," ella dijo.
La
puerta crujió al abrirse, y Harry Potter se deslizó dentro de su
oficina; cerró la puerta detrás de él con una mano, y sin palabras
se sentó en la almidonada silla que ahora yacía en frente de su
escritorio. Ella Transformaba esa silla tan a menudo que a veces
cambiaba para reflejar su humor, sin ningún movimiento de varita o
encantamiento o incluso intención consciente. Ahora mismo, esa silla
se había vuelto tan profundamente almidonada, que cuando Harry se
sentó se hundió por completo, como si la silla lo estuviera
abrazando.
Harry
no pareció darse cuenta. Había un aire de calmada determinación
sobre el niño; sus ojos sostenían directamente los de ella, y no
los bajaron en ningún momento. "¿Me llamaste?" preguntó
el niño.
"Lo
hice," respondió la Profesora McGonagall. "Tengo dos
piezas de buenas noticias para usted, Sr. Potter. Primero - ¿ha
conocido al Sr. Rubeus Hagrid, en algún momento? ¿El guardabosques?
Él fue un viejo amigo de sus padres."
Harry
vaciló. Luego, "El Sr. Hagrid me habló un poco cuando llegué
aquí," Harry contestó. "Creo que fue el Martes de mi
primera semana de escuela. Él no mencionó que conocía a mis
padres, sin embargo. En ese momento pensé que nada más quería
presentarse al Niño-Que-Vivió... ¿Tenía alguna clase de agenda
secreta? Él no parecía
ser de ese tipo..."
"Ah..."
ella dijo. Le tomó un momento reunir sus pensamientos. "Es una
larga historia, Sr. Potter, pero el Sr. Hagrid fue acusado falsamente
de asesinar a un estudiante, hace cinco décadas. La varita del Sr.
Hagrid fue rota, y fue expulsado. Luego, cuando el Profesor
Dumbledore se volvió Director, le dio al Sr. Hagrid un lugar aquí
como Guardián de las Llaves y Terrenos."
Los
ojos de Harry la vieron con intensidad. "Usted afirmó que hace
cinco décadas fue la última vez que un estudiante murió en
Hogwarts, y usted tenía la certeza de que hace cinco décadas fue la
última vez que alguien escuchó el mensaje secreto del Sombrero
Seleccionador."
Ella
sintió un ligero escalofrío - ni siquiera el Director o Severus
podrían haber hecho esa conexión con tanta rapidez - y añadió,
"Sí, Sr. Potter. Alguien abrió la Cámara de los Secretos,
pero no se creyó en ello, y el Sr. Hagrid recibió la culpa de la
muerte resultante. Sin embargo, el Director ha localizado el
encantamiento adicional en el Sombrero Seleccionador, y lo ha
mostrado a un panel especial del Wizengamot. Como resultado, la
sentencia del Sr. Hagrid ha sido revocada - justo esta mañana, de
hecho - y se le permitirá adquirir una nueva varita." Ella
titubeó. "Nosotros... aún no le hemos contado al Sr. Hagrid de
esto, Sr. Potter. Estábamos esperando hasta que el proceso estuviera
completo, para no darle falsas esperanzas tras tanto tiempo. Sr.
Potter... ¿nos preguntabamos si le podíamos contar al Sr. Hagrid el
hecho de que fue usted quien le ayudó...?"
Ella
vio en sus ojos que lo estaba sopesando -
"Recuerdo
como el Sr. Hagrid lo cargaba cuando usted era un bebé," ella
comentó. "Creo que él estaría muy feliz de saberlo."
Pudo
ver, entonces, sobre la cara de Harry, el momento cuando decidió que
Rubeus no sería de uso alguno para él.
Harry
negó con su cabeza. "Bastante malo es que alguien pueda llegar
a deducir que hay un Lengua de Serpiente en el grupo de estudiantes
del presente año," Harry explicó. "Creo que sería más
prudente mantenerlo tan secreto como sea posible."
Ella
recordó a James y Lily, quienen nunca dudaron regresar la amistad
que el enorme, brusco hombre les había ofrecido, a pesar de que
James era el heredero de una Casa pudiente o Lily una encantadora
Maestra de Encantamientos en ciernes, y Rubeus un mero semi-gigante
cuya varita había sido rota...
"¿Por
qué usted no espera que él resulte ser útil, Mr. Potter?"
Hubo
silencio. Ella no había tenido la intención de pronunciar eso en
voz alta.
La
tristeza cruzó el rostro de Harry. "Probablemente," Harry
respondió en voz baja. "Sin embargo no creo que él y yo nos
fuéramos a llevar muy bien, ¿lo cree usted?"
Algo
pareció atascarse en su garganta.
"Hablando
de hacer uso de las personas," Harry declaró. "Parece ser
que voy a tener una guerra con un Señor Oscuro próximamente. Así
que aprovechando que estoy en su oficina, me gustaría pedir que mi
ciclo de sueño sea extendido a treinta horas por día. Neville
Longbottom quiere empezar a practicar duelo, hay un Hufflepuff mayor
que le ofreció enseñarle, y me invitaron a unirme. Además hay
otras cosas que quiero aprender a hacer también - y si usted o el
Director creen que debería estudiar algo en particular, con el
objetivo de llegar a ser un hechicero poderoso cuando crezca,
informenme. Por favor den las indicaciones del caso a Madam Pomfrey
para administrar la poción apropiada, o lo que sea que ella necesite
hacer -"
"¡Sr.
Potter! "
Los
ojos de Harry miraron fijamente sus propios ojos. “¿Sí, Minerva?
Sé que no fue tu idea, pero quisiera sobrevivir al uso que el
Director está haciendo de mí. Por favor no seas un obstáculo para
eso."
Casi
la rompió. "Harry," ella susurró con voz fallecida, "¡los
niños no tendrían que pensar
de ese modo!"
"Usted
está en lo correcto, ellos no tendrían por qué," Harry
replicó. "Un montón
de niños tienen que crecer demasiado pronto, sin embargo, no
solamente yo; y la mayoría de niños que son así probablemente
cambiarían lugares conmigo en cinco segundos. No voy a compadecerme
a mí mismo, Profesora McGonagall, no cuando hay otras personas por
ahí que tienen problemas reales y yo no soy uno de ellos."
Ella
tragó saliva, con fuerza, y dijo, "Sr. Potter, a treinta horas
el día, usted - se volverá viejo,
usted envejecerá más rápido -" Como
Albus.
"Y
en mi quinto año tendré alrededor de la misma edad fisiológica que
Hermione," le cortó Harry. "No parece tan
terrible." Se produjo una sonrisa torcida en la cara de Harry.
"Honestamente, probablemente quisiera esto incluso si no
hubiera
un Señor Oscuro. Los magos viven por un largo tiempo, y ya sean los
magos o los Muggles probablemente se llegará más allá de lo
establecido para el siguiente siglo. No hay razón para no
empacar tantas horas como me sea posible en un mismo día. Tengo
cosas que planeo hacer, y es mejor si son realizadas con prontitud."
Hubo
una larga pausa.
"De
acuerdo," Minerva comentó. Fue casi como un murmullo. Ella alzó
su voz. "De acuerdo, Sr. Potter, le preguntaré al Director, y
si él está de acuerdo, será realizado."
Los
ojos de Harry se estrecharon por un momento. "Ya veo. Entonces
por favor debe recordarle al Director que Godric Gryffindor, en sus
palabras finales, afirmó que había sido para él el camino correcto
a recorrer, y que no le diría a nadie más que eligiera
incorrectamente, ni siquiera al más joven de los estudiantes en
Hogwarts."
Y
ella supo con una sensación de vacío que cualquier oportunidad que
hubiera de que Albus detuviera esto, cualquier cosa de esto, acababa
de Desvanecerse hacia la nada. Eso fue lo que Albus le había
recitado a ella cuando objetó que Cameron Edward era demasiado
joven, y luego cuando objetó que Peter Pevensie era demasiado joven,
y finalmente ella había dejado de objetar. "¿Quién le contó
eso, Sr. Potter?" No
Albus - de seguro Albus nunca le
diría eso
a ningún estudiante -
"He
estado leyendo mucho últimamente," Harry respondió. Su cuerpo
empezó a levantarse de la envolvente silla, cuando se paró en seco.
"¿Me atrevo a preguntar sobre la segunda parte de buenas
noticias?"
"Oh,"
ella contestó. "Ah - el Profesor Quirrell ha despertado y dice
que usted puede -"
...
La
enfermería de Hogwarts era un brillante espacio abierto, con luz
celestial llegando por los cuatro lados a pesar de aparentar estar
localizada en el medio del castillo. Camas blancas desplegadas a lo
largo en filas, únicamente tres de ellas ocupadas en la actualidad.
Un muchacho mayor y una muchacha mayor en lados opuestos, ambos
yaciendo con los ojos cerrados, probablemente inconscientes y
hechizados mientras algún Encantamiento o Poción procuraba
reconfigurar sus cuerpos de maneras inconfortables; y el tercer
ocupante tenía la cortina puesta alrededor de su cama, lo que
presumiblemente era una buena cosa. Madam Pomfrey lo había empujado
con un fuerte agarrón y le ordenó no hacer tonterías, y Harry
había necesitado recordarse a sí mismo que algunas personas todavía
no sabían quién era el Niño-Que-Vivió - era eso, o la identidad
de Madam Pomfrey estaba ligada con absoluto dominio a su propio
hospital, etcétera, lo que fuera.
Tras
las camas en fila había cinco puertas, llevando a los cuartos
privados que contenían pacientes que debían quedarse por días en
vez de horas, pero cuya condición no requería una transferencia a
San Mungos.
Sin
ventanas, sin cielo, sin iluminación excepto una sola antorcha sin
humear en una de las sólidas paredes de piedra; ese era el cuarto
detrás de la puerta del medio. Harry se había preguntado si los
profesores podían pedir a Hogwarts que se cambiara a sí misma; o si
la enfermería siempre había tenido un cuarto así disponible, para
personas que no disfrutaran de la luz.
En
el centro del cuarto, entre dos estanterías que parecían haber sido
talladas del mismo mármol gris que las paredes, descansaba una cama
blanca de hospital, viéndose vagamente anaranjada bajo la luz de
antorcha sin humo; y dentro de esa cama, una sábana blanca puesta
sobre sus rodillas y vistiendo una bata de hospital, estaba sentado
el Profesor Quirrell con su espalda ligeramente apoyada contra la
cabecera de la cama.
Había
algo atemorizante sobre ver al Profesor Quirrell en una de las camas
de Madam Pomfrey, incluso si el Profesor de Defensa parecía no estar
lastimado. Incluso sabiendo que el Profesor Quirrell había arreglado
deliberadamente su propia aparente derrota en las manos de Severus,
para darse a sí mismo una excusa para recuperar su fuerza tras
Azkaban. Harry nunca había realmente
visto a alguien morir en una cama de hospital, pero había visto
demasiadas películas. Era ponerse íntimo con la mortalidad, y se
suponía que el Profesor de Defensa no
era un mortal.
Madam
Pomfrey le había dicho a Harry que tenía absolutamente prohibido
molestar a su paciente.
Harry
había replicado, "Entiendo", lo que técnicamente no era
comprometerse a obedecer.
La
severa y anciana sanadora se había girado entonces, y empezó a
explicar al Profesor Quirrell que absolutamente no se debía
sobreexcitar o... ponerse molesto...
Madam
Pomfrey entonces había perdido el hilo, se dio la vuelta
apresuradamente, y huyó del cuarto.
"No
está mal," Harry observó, después de que la puerta se había
cerrado detrás de la fugitiva matrona médica. "Tengo que
aprender cómo hacer eso, alguna vez."
El
Profesor Quirrell sonrió con una sonrisa que absolutamente no
contenía humor, y pronunció, su voz sonando mucho más seca que su
usual sequedad, "Gracias por su crítica artística, Sr.
Potter."
Harry
contempló dentro de los pálidos ojos azules, y pensó que el
Profesor Quirrell se veía...
...más
viejo.
Era
sutil, podría no haber sido otra cosa que la imaginación de Harry,
podría haber sido la pobre iluminación. Sin embargo el cabello
sobre la frente de Quirinus Quirrell podría haber retrocedido un
poco, lo que le quedaba de cabello podría ser más fino y gris, un
avance de la calvicie que había sido visible en la parte de atrás
de su cabeza. Su rostro podría haberse hundido un poco más.
Los
pálidos ojos azules seguían siendo afilados e intensos.
"Me
alegra," Harry declaró con lentitud, "ver que usted parece
estar en buena salud."
"Las
apariencias pueden ser engañosas, por supuesto," comentó el
Profesor Quirrell. Él Dio un chasquido con sus dedos, y cuando su
mano acabó el gesto estaba sosteniendo su varita. "¿Creería
usted que la mujer piensa que ha confiscado esto de mí?"
Seis
encantamientos invocó el Profesor de Defensa entonces; seis de los
treinta que había usado para salvaguardar sus importantes
conversaciones en el Cuarto de Mary.
Harry
alzó sus cejas, cuestionando silenciosamente.
"Eso
es todo lo que puedo hacer por ahora," informó el Profesor de
Defensa. "Espero que probará ser suficiente. De todos modos,
hay un proverbio: Si no desea que una cosa sea escuchada, no la diga.
Considere aplicarla en total medida. ¿Me contaron que usted intentó
verme?"
"Sí,"
Harry contestó. Hizo una pausa, reunió sus pensamientos. "¿Acaso
el Director, o cualquiera, le comunicó que no podremos salir a
almorzar?"
"Algo
por el estilo," respondió el Profesor de Defensa. Y sin cambiar
de expresión, "Por supuesto lo lamente mucho al escucharlo."
"Es
más extremo que eso, de hecho," señaló Harry. "Estoy
confinado dentro de Hogwarts y sus terrenos indefinidamente. No puedo
salir sin un guardián y con una buena razón. No podré ir a casa
para el verano, y quizá nunca más. Tenía la esperanza de... hablar
con usted, al respecto."
Hubo
una larga pausa.
El
Profesor de Defensa exhaló un aliento como un pequeño suspiro, y
dijo, "Simplemente tendremos que confiar en el conocido hecho de
que la Subdirectora matará personalmente a cualquiera que intente
reportarme. Sr. Potter, tengo la intención de mantener esta
conversación encaminada para que podamos concluir con premura, ¿lo
ha entendido?"
Harry
asintió, y -
Bajo
la luz de una sola antorcha, ensombrecida hacia el final rojizo del
espectro óptico, las escamas verdes de la serpiente tenían poco
lustre, y menos aún las vendas de blanco y azul. Oscura parecía
la serpiente, bajo esa luz. Los ojos, que habían parecido pozos
grises antes, ahora reflejaban la luz de la antorcha, y parecían más
brillantes que el resto de la serpiente.
"Entoncess,"
silbó la criatura venenosa. "¿Qué
desseass decir?"
Y
Harry siseó, "El
Director cree que el anterior Sseñor de la mujer ess el que la robó
de prissión."
Harry
había
pensado sobre todo en este ocasión, y cuidadosamente, antes de haber
decidido que revelaría al Profesor Quirrell únicamente
que el Director creía eso; y no
pronunciaría nada sobre la profecía que había lanzado a Voldemort
contra los padres de Harry, ni que el Director estaba reconstruyendo
la Orden del Fénix... era un riesgo, un riesgo significativo, sin
embargo Harry necesitaba un aliado en esto.
"¿Él
cree que esse esstá con vida?"
la serpiente finalmente habló. La dividida, bifurcada lengua
chasqueó rápidamente de un lado a otro, sardónica y serpentina
risa. "De
algún modo no esstoy ssorprendido."
"Ssí,"
Harry siseó con sequedad, "muy
divertido, esstoy sseguro. Excepto que ahora esstoy atrapado en
Hogwartss por loss ssiguientess sseiss añoss, ¡por sseguridad! He
decidido que, en efecto, busscaré poder; y esstar confinado no me
ayuda en esso. Debo convencer al Director que el Sseñor Osscuro no
ha desspertado todavía, que esscape fue el trabajo de otro poder -"
De
nuevo el veloz chasquido de la lengua de la serpiente; la risa
serpentia fue más fuerte, más seca, en esta ocasión. "Esstupidez
de amateur."
"¿Dissculpe?"
siseó Harry.
"Vess
equivocación, pienssass en desshacer, reiniciar el tiempo para
volver a empezar. Aún assí ni ssiquiera el reloj de arena puede
desshacer el tiempo. En cambio debe moversse hacia adelante. Ussted
pienssa en convencer a otross de que esstán equivocadoss. Mucho máss
fácil ssería convencerloss de que esstán en lo correcto. Assí que
conssidera, niño: ¿qué nueva ocurrencia haría que el director
decidiera que esstáss sseguro una vez máss, avanzando
ssimultáneamente en tus otrass agendass?"
Harry
contempló a la serpiente, confundido. Su mente intentando comprender
y revelar el acertijo -
"¿No
ess obvio?"
silbó la serpiente. Otra vez la lengua chasqueó en sardónica risa.
"Para
liberarte a ti missmo, para obtener poder en Bretaña, ussted debe
sser vissto derrotando al Sseñor Osscuro."
...
Bajo
la parpadeante luz de antorcha rojiza anaranjada, una serpiente verde
oscilaba sobre una cama blanca de hospital, mientras el niño miraba
fijamente dentro de sus ojos ámbar.
"Assí,"
Harry siseó finalmente. "Vamoss
a esstar claross ssobre lo que ha ssido propuessto. Ussted ssugiere
que pongamoss un imposstor para impersonar al Sseñor Osscuro."
"Algo
assí. La mujer que resscatamoss cooperará, debería sser máss
convincente cuando ella ssea vissta a ssu lado."
Más chasquidos de lengua sardónicos. "Ussted
ess ssecuesstrado de Hogwartss hacia una localización pública,
muchoss tesstigoss, barrerass mágicass para mantener a loss
protectoress por fuera. Sseñor Osscuro da el anuncio de que
finalmente ha recobrado forma físsica, trass haber errado como
esspíritu durante añoss; dice que ha ganado un poder aún máss
grande que antess, que ni ssiquiera tú puedess detenerlo ahora. Te
ofrece tener un duelo nuevamente. Invocass el Encantamiento guardián,
Sseñor Osscuro sse ríe de ti, afirma que él no ess ningún
come-vidass. Lanza Maldición Assessina ssobre ti, tú bloqueass, los
esspectadoress ven al Sseñor Osscuro explotar -"
"¿Lanza
Maldición Assessina?"
Harry siseó incrédulo. "¿Hacia
mí? ¿Una vez máss? ¿Una ssegunda vez? Nadie creería que el
Sseñor Osscuro possiblemente podría sser assí de esstúpido -"
"Tú
y yo ssomoss las únicass doss perssonass en el paíss que noss
daríamoss cuenta de esso,"
silbó la serpiente. "Créeme
en éssto, niño."
"¿Qué
tal ssi hay una tercera, algún día?"
La
serpiente osciló pensativamente. "Podría
esscribir diferente guión, ssi lo desseass. Cualquier esscenario,
podría dejar abierta possibilidad de que el Sseñor Osscuro regrese
una vez máss - la nación debe creer que ssiguen dependiendo de ti
para protegerloss."
Harry
contempló las vacilantes profundidades rojas en los ojos de la
serpiente.
"¿Bueno?"
silbó la oscilante forma.
El
pensamiento obvio era que seguir con las tramas y engaños del
Profesor de Defensa una segunda
vez, girando incluso una
vez más
una mentira complicada para cubrir el primer error, y crear otra
vulnerabilidad fatal si alguien llegaba a descubrir la verdad alguna
vez, sería exactamente
el mismo tipo de estupidez putativa del Señor Oscuro usando la
Maldición Asesina de nuevo. Ni siquiera requirió que su lado
Hufflepuff lo tuviera que señalar, Harry lo pensó con su propia voz
mental.
Sin
embargo también había un cierto cuestionamiento sobre si la
moraleja apropiada a aprender de la última experiencia era decir no
inmediatamente al Profesor de Defensa, o...
"Penssaré
al resspecto,"
siseó Harry. "No
ressponderé de inmediato, essta vez, enumerare riessgoss y
beneficioss primero -"
"Entiendo,"
silbó la serpiente. "Pero
recuerda essto, niño, otross eventoss procederán ssin ti. La
vacilación ssiempre es fácil, rara vez útil."
...
El
niño emergió del cuarto privado hacia la enfermería principal,
dedos nerviosos recorriendo a través de su despeinado cabello negro
mientras pasaba a un lado de las camas blancas, ocupadas y
desocupadas.
Poco
después, el niño emergió de la enfermería de Hogwarts por entero,
pasando al lado de Madam Pomfrey y saludandola distraídamente con la
cabeza.
El
niño salió del corredor, luego hacia un corredor más largo, y
luego se detuvo y se apoyó contra la pared.
La
cosa era que...
...él
realmente no
quería estar atrapado en Hogwarts por los próximos seis años; y
cuando lo considerabas...
...
el Incidente con Rescatando a Bellatrix De Azkaban no estaba
solamente
imponiendo costos sobre Harry. Otras personas sufrirían, viviendo en
temor del regreso del Señor Oscuro, gastando recursos desconocidos
para tomar precauciones desconocidas. Harry podía demandar que
escribieran el guión de tal manera que no
pareciera plausible que el Señor Oscuro fuera a regresar una tercera
vez. Y entonces las personas vivirían relajadas, todo habría
terminado.
A
menos que por supuesto de hecho hubiera
un Señor Oscuro ahí afuera para ser temido. Había
una
profecía después de todo.
El
niño apoyándose contra la pared suspiró suavemente, y empezó a
caminar de nuevo.
Harry
casi lo había olvidado, pero había
logrado mostrar al Profesor Quirrell la baraja de cartas que le había
sido dada el Domingo en la noche por 'Papá Noel', dentro del cual en
teoría el Rey de Corazones era un traslador que lo llevaría al
Instituto de las Brujas de Salem en América. Aunque por supuesto
Harry no le contó al Profesor Quirrell quién
le había enviado la carta, ni qué se suponía
que
hacía, antes de pedir al Profesor Quirrell si era posible saber a
dónde lo llevaría el traslador.
El
Profesor de Defensa se había transformado de vuelta a forma humana,
y examinó el Rey de Corazones, tocándolo un par de veces con su
varita.
Y
de acuerdo al Profesor Quirrell...
...el
traslador enviaría al usuario a algún lugar de Londres, sin embargo
no podía precisar más que eso.
Harry
le había mostrado al Profesor Quirrell la nota que había acompañado
la baraja de cartas, sin mencionar nada sobre las notas anteriores.
El
Profesor Quirrell le echó una ojeada, soltó una seca carcajada, y
observó que si leías la nota cuidadosamente,
no decía explícitamente
que el traslador lo llevaría al Instituto de las Brujas de Salem.
Necesitabas
aprender a poner atención a ese tipo de sutilezas, dictaminó el
Profesor Quirrell, si querías ser un mago poderoso cuando crecieras;
o, en efecto, si querías tan siquiera llegar a crecer.
El
niño suspiró otra vez mientras arrastraba los pies hacia las
clases.
Estaba
comenzando a preguntarse si todas las escuelas mágicas también eran
así, o si solamente Hogwarts era la que tenía un problema.
Capítulo 64 Capítulo 66
NOTA
DEL TRADUCTOR
El
siguiente capítulo debería estar listo en una semana, no es muy
largo. Cruzo los dedos para que no haya imprevistos.
Agradecimientos
a Natalia MerVel, AlenDarkStar y Gashicalmy por sus comentarios. La
verdad pasé un buen rato con vuestras teorías, algunas muy locas y
otras peligrosamente cerca de verdades futuras. (Insertar risa
malévola)
Mi
propio libro “El Cazador” o The Hunter“ en inglés será
publicado próximamente y eso desde luego me tiene muy dichoso. ¡Les
recomiendo descargar la app de Living a Book para que lo puedan ver
en cuanto aparezca!
En
mi blog ya puede verse la primera imagen promocional como imagen de
fondo. ¡Diego Robledo es un gran ilustrador!
Creo
que eso es todo por ahora. Sobre el capítulo en sí mismo no me
ocurre qué comentar, excepto que ese Quirrell es un caso aparte.
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