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sábado, 12 de octubre de 2019

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 88

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


gemelos weasley

Capítulo 88: La Presión del Tiempo, Parte 1


Abril 16, 1992.
12:07pm.
Hora del almuerzo.
Harry llegó pisando fuerte a la casi desierta mesa de Gryffindor, determinando de un vistazo que el almuerzo de hoy eran bolas de breen y Roopo. El ambiente de la conversación, Harry pudo escuchar con seguridad, estaba relacionado con el Quidditch; un entorno auditivo que de alguna manera era peor que el sonido de motosierras oxidadas, sin embargo era mejor que lo que la mesa de Ravenclaw todavía seguía farfullando sobre Hermione. La Casa de Gryffindor, al menos, había iniciado con menos simpatía hacia Draco Malfoy y tenía más incentivos políticos para desear que todos se olvidaran de ciertos hechos infortunados; y si esa no era la razón correcta para el silencio, al menos era silencio. Dean y Seamus y Lavender se habían ido durante las vacaciones, pero al menos eso dejaba...
"¿Qué fue todo ese alboroto en la Mesa de Profesores?" Harry preguntó al grupo-mental de los gemelos-Weasley, al tiempo que empezó a servirse su propio plato. "Pareció a punto de terminar justo cuando yo llegué."
"Nuestra amada, aunque torpe Profesora Trelawney -"
"Parece haber derramado una sopera llena de sopa sobre sí misma -"
"Sin mencionar al Sr. Hagrid."
Un rápido vistazo a la Mesa de Profesores confirmó que la Profesora de Adivinación estaba agitando su varita frenéticamente hacia las ropas empapadas del semi-Gigante. Nadie más parecía estar prestando mucha atención, ni siquiera la Profesora McGonagall. El Profesor Flitwick estaba de pie sobre su silla como siempre, el Director parecía estar ausente otra vez (parecía haber estado ausente la mayor parte de las vacaciones), las Profesoras Sprout y Sinistra y Vector estaban comiendo en grupo como era usual, y -
"Saben," Harry dijo, mientras giraba su cabeza hacia arriba para contemplar la ilusión del techo del claro cielo azul, "eso todavía me asusta a veces."
"¿Qué cosa?" interrogó Fred o George.
El poderoso y enigmático Profesor de Defensa estaba 'descansando' o lo-que-fuera-que-estaba-mal-con-él, sus manos haciendo torpes, vacilantes agarres a la pierna de pollo que parecía eludirlo sobre el plato.
"Eh, nada," contestó Harry. "No estoy del todo acostumbrado a Hogwarts, todavía."
Harry continuó comiendo en moderado silencio, mientras varios Weasleys discutieron sobre alguna bizarra sustancia que afectaba la mente llamada Chudley Cannons.
"¿Qué clase de misteriosos y profundos pensamientos estás pensando?" cuestionó una joven bruja de cabello corto, sentada cerca. "O sea, sólo por curiosidad. Soy Brienne, por cierto." Ella lo estaba observando con una de aquellas miradas que Harry había decidido ignorar firmemente hasta que fuera mayor.
"Pues," Harry respondió, "¿conoces esos programas de Inteligencia Artificial realmente simples como ELIZA que estás programados para usar palabras en frases de Inglés sintáctico aunque ellos no contienen ninguna comprensión de lo que las palabras significan?"
"Por supuesto," la bruja afirmó. "tengo una docena de esos en mi baúl."
"Bueno, estoy bastante convencido de que mi comprensión de las chicas está en algún lugar alrededor de ese nivel."
Un repentino murmullo cayó.
Le tomó un par de segundos a Harry darse cuenta que, no, el Gran Comedor por entero no lo estaba contemplando a él, y luego Harry giró su cabeza para ver alrededor.
La figura que acababa de arrastrar los pies dentro del Gran Comedor parecía ser el Sr. Filch, el monitor simbólico de los pasillos de Hogwarts; quien, junto con su predadora gata la Señora Norris, constituía un encuentro aleatorio de bajo nivel que Harry ignoraba a menudo utilizando su Reliquia de la Muerte de nivel épico. (Harry una vez había consultado con los gemelos Weasley sobre hacer alguna broma a este merecedor objetivo, después de lo cual Fred o George había apuntado con calma que el Sr. Filch nunca había sido visto usando varita, lo que era raro, realmente, considerando cuántos hechizos serían útiles en esa posición, y te hacía cuestionar por qué Dumbledore le había dado al hombre una posición en Hogwarts, y Harry había cerrado la boca.)
Ahora mismo la ropa marrón del Sr. Filch estaba desarreglada y empapada de sudor, sus hombros eran visiblemente pesados al respirar, y su siempre presente gata estaba perdida.
"Trol -" jadeó el Sr. Filch. "En los calabozos -"



...

Minerva McGonagall se levantó de la Mesa de Profesores tan velozmente que su silla se cayó al suelo detrás de ella.
Argus!" ella exclamó. "¿Qué te sucedió?"
Argus Filch se tambaleó al avanzar entre las enormes puertas, la parte superior de su cuerpo estaba manchada y untada de pequeños puntos escarlatas como si alguien hubiese desparramado salsa de filete sobre su cara. "Trol - gris - dos veces más alto que yo - se - se -" Argus Filch cubrió su rostro con sus manos. "Se comió a la Señora Norris - se la comió completa, de un solo bocado -"
Minerva sintió una puñalada de desmayo en su otro yo, nunca le había caído muy bien la otra gata pero las dos habían sido felinas de todos modos.
El bullicio inició en el Gran Comedor. Severus se levantó de la Mesa de Profesores, de algún modo sin atraer demasiada atención sobre sí mismo, y con largas zancadas salió por las enormes puertas sin otra palabra.
Por supuesto, Minerva pensó, el corredor del tercer piso - esto podría ser una distracción -
Mentalmente consignó tales asuntos al cuidado de Severus, extrajo su varita, la levantó en alto, y produjo cinco finas grietas de fuego púrpura.
Hubo un silencio paralizador roto únicamente por los sollozos de Argus.
"Parece ser que tenemos una criatura peligrosa suelta en Hogwarts," ella anunció a los miembros de la Mesa de Profesores. "Les pido a todos ayuda en la búsqueda de los pasillos." Luego se giró hacia los paralizados y expectantes estudiantes, y elevó su voz. "¡Prefectos - lleven sus Casas de vuelta a los dormitorios inmediatamente!"
Percy Weasley saltó de la mesa de Gryffindor. "¡Síganme!" él declaró con aguda voz. "¡Permanezcan juntos, primer año! No, no  -" sin embargo para cuando los otros prefectos estaban levantando sus voces un renovado murmullo se volvió a disparar.
Entonces una clara, helada voz habló bajo el repentino sonido de murmullo.
"Directora Adjunta."
Ella giró.
El Profesor de Defensa estaba limpiando con calma sus manos en una servilleta mientras se levantaba de la Mesa de Profesores. "Con respeto," llamó el hombre de identidad desconocida, "usted no es una experta en tácticas de batalla, madam. En esta situación, sería más sabio -"
"Me disculpo, Profesor," lo interrumpió la Profesora McGonagall, mientras se giraba hacia las grandes puertas. Filius y Pomona ya se habían puesto de pie para seguirla, con Rubeus Hagrid el semi-gigante poniéndose de pie hasta quedar por encima de todos ellos. Ella había pasado a través de experiencias similares demasiadas veces, para este punto. "Tristes experiencias me han enseñado que en ocasiones como esta, no es un buen momento para recibir consejo del actual Profesor de Defensa. En efecto, creo que sería sabio que nosotros dos busquemos el trol juntos, para que así no pueda caer ninguna sospecha sobre usted a causa de cualquier evento que pueda ocurrir durante este tiempo."
Sin ninguna vacilación, el Profesor de Defensa giró suavemente hacia la mesa de Gryffindor y aplaudió con sus manos produciendo el sonido del piso rompiéndose.
"Michelle Morgan de la Casa Gryffindor, segunda al mando en el Ejército de Pinnini," el Profesor de Defensa llamó con calma en medio del silencio que había seguido. "Por favor aconseja a tu Jefa de Casa."
Michelle Morgan se trepó sobre su banca y habló, la pequeña bruja sonando con más confianza que la que Minerva recordaba haber oído al principio del año. "Los estudiantes caminando a través del pasillo estarían esparcidos y serían imposibles de defender. Todos los estudiantes deberían permanecer en el Gran Comedor y conformar un grupo en el centro... no rodeados por mesas, un trol saltaría sin problemas sobre las mesas... con el perímetro defendido por estudiantes de séptimo año. Únicamente aquellos que pertenecen a los ejércitos, sin importar qué tan buenos sean en duelo, para que no se metan en la línea de fuego de los demás." Michelle dudó. "Lo lamento, Sr. Hagrid, pero - no sería seguro para usted, usted debería quedarse atrás con los estudiantes. Y la Profesora Trelawney no debería confrontar un trol por su cuenta tampoco," Michelle sonó mucho menos apologética sobre esta parte, "aunque si ella es emparejada con el Profesor Quirrell los dos juntos pueden formar una unidad de batalla efectiva y en la que se puede confiar. Eso concluye mi análisis, Profesor."
"Adecuado, para haber sido improvisado," el Profesor de Defensa reconoció. "Veinte puntos Quirrell para usted. Sin embargo cometiste la negligencia de señalar el punto obvio de que hogar no significa lo mismo que seguridad, y un trol tiene fuerza suficiente como para arrancar una puerta-retrato desde sus goznes -"
"Suficiente," Minerva espetó. "Gracias, Señorita Morgan." Ella observó a las mesas expectantes. "Estudiantes, van a obrar como ella lo recomendó." Se giró de vuelta hacia la Mesa de Profesores. "Profesora Trelawney, usted acompañará al Profesor de Defensa -"
"Ah," Sybill habló desfallecida. Bajo su maquillaje exagerado y desastre de un chal sobre otro, la mujer se veía bastante pálida. "Me temo que - no estoy enteramente bien el día de hoy - en efecto, me siento bastante débil -"
"Usted no tendrá que combatir al trol," Minerva la cortó de manera abrupta, su paciencia constreñida como siempre que lidiaba con esa mujer. "Nada más quédese con el Profesor de Defensa y no lo deje salir de su vista ni por un instante, usted debe ser capaz de testificar después que estuvo con él todo el tiempo." Ella se giró hacia Rubeus. "Rubeus, te voy a dejar aquí a cargo. Los debes mantener a salvo." El enorme hombre se enderezó al escuchar esto, perdiendo su sombrío aspecto y asintiendo con orgullo hacia ella.
Luego Minerva miró a los estudiantes, y levantó su voz. "Debería ser innecesario decir que cualquiera que abandone el Gran Comedor por cualquier razón, será expulsado. Ninguna excusa será aceptada. ¿He sido entendida?"
Los gemelos Weasley, con quien ella había estado manteniendo contacto visual, asintieron respetuosamente.
Ella se giró sin más palabras y marchó hacia las puertas del pasillo con el resto de Profesores detrás de ella.
En el lado más lejano del cuarto, sin ser notado sobre la pared, un reloj mostraba las 12:14pm.

...

...y él todavía no se había dado cuenta.
Tic.
Mientras Harry veía fijamente con ojos estrechos la retirada de los Profesores, preguntándose qué estaba sucediendo realmente y qué significaba, mientras los estudiantes se iban reuniendo en una masa más fácil de defender y una varita chasqueaba para quitar las mesas que podían estorbar, Harry todavía no se dio cuenta.
Tic.
"¿No deberían formar parejas todos los Profesores?" se cuestionó uno de los Gryffindor mayores cuyo nombre Harry no conocía. "O sea - sería más lento, pero sería más seguro, creo -"
Tic.
Alguien más replicó ante esto, levantando su voz, sin embargo Harry no captó la mayor parte de lo que se dijo, lo importante era que los trol de montaña eran altamente resistentes a la magia e increíblemente fuertes y se podía regenerar pero eran muy ruidosos por lo que si los escuchabas venir, no debería ser muy difícil para un Profesor de Hogwarts atarlos con un Vadim Irrompible de algo algo.
Tic.
Y Harry todavía no se dio cuenta.
Tic.
Los ruidos de la multitud fueron subyugados, las personas estaban hablando en voz baja entre sí mientras se auscultaba los alrededores, pendientes de escuchar una puerta romperse o un rugido enojado.
Tic.
Algunos estudiantes estaban especulando sobre qué podría estar intentando lograr el Profesor de Defensa al introducir un trol, y si estaba enojado porque la Profesora McGonagall había detenido su intento de distracción, y de qué era una distracción.
Tic.
Y todavía no le vino el pensamiento a Harry, no hasta después de que todos los estudiantes habían formado una masa de quizá cientos de cuerpos bajo el patrullaje de estudiantes en séptimo año de aspecto siniestro con sus varitas apuntadas hacia el exterior, y alguien sugirió hacer un conteo de cabezas, y otra persona le replicó sarcásticamente que esto podría haber sido sensato algún otro día, sin embargo ahora prácticamente todos se habían ido para las vacaciones de primavera y nadie sabía realmente cuántos estudiantes se suponía debían estar en el cuarto, y mucho menos si alguno estaba perdido.
Tic.
Ahí fue cuando Harry se preguntó dónde estaba Hermione.
Tic.
Harry observó hacia donde los Ravenclaws se habían agrupado, no vio a Hermione aunque claro todos estaban lo suficientemente apretados que no esperarías ver a los estudiantes más pequeños a través de la multitud, en medio de los estudiantes mayores.
Tic.
Harry luego echó un vistazo hacia los Hufflepuffs para ver si podía encontrar a Neville, e incluso aunque Neville estaba parado detrás de un estudiante mucho más alto, el procesamiento visual de Harry se las arregló para hallarlo casi de inmediato. Hermione tampoco estaba con los Hufflepuffs, no que Harry pudiera ver - y ella ciertamente no iba a estar con los Slytherins -
Tic.
Harry pasó a través de la apretada multitud con empujones, pasando a un lado o alrededor de los estudiantes más grandes y en un caso simplemente tuvo que pasar arrastrado en cuatro entre sus piernas, hasta que puedo estar de pie en medio de los Ravenclaws y pudo verificar definitivamente que, no, no Hermione.
Tic.
"¡Hermione Granger!" Harry llamó fuertemente. "¿Estás aquí?"
Nadie respondió.
Tic.
En alguna parte del fondo de su mente se estaba incrementando una sensación de horror, mientras que otras partes de él intentaban decidir con exactitud qué tanto debían entrar en pánico. Aunque la primera clase de Defensa del año estaba bastante difusa en la mente de Harry, de modo distante recordaba algo sobre los trol siendo capaces de rastrear presas que estaban a solas y sin defender.
Tic.
Otra línea de pensamiento buscó frenéticamente a través de posibilidades poco desarrolladas, ¿qué podía hacer exactamente? No eran las 3pm todavía por lo que no podía resolver esto ahora usando su Giratiempo. Incluso si podía escapar del cuarto - tenía que haber alguna manera de ponerse su Capa sin ser descubierto, algún tipo de distracción que pudiera usar - no tenía idea de dónde estaba Hermione, y Hogwarts era enorme.
Tic.
Otra parte de su mente intentó modelar posibilidades. De lo que habían dicho los otros estudiantes los trol no eran depredadores silenciosos, eran ruidosos -
Hermione no tendría ni idea de que se trata de un trol, por lo que ella irá investigar el ruido. Ella es una heroína, ¿no es así?
- sin embargo Hermione ahora tiene una capa de invisibilidad y una escoba en su monedero. Harry había insistido en esa parte tanto para ella como Neville, y la Profesora McGonagall le había informado que había sido realizado así. Eso debía ser suficiente para permitir que Hermione pudiera escapar, incluso si ella era torpe sobre una escoba. Todo lo que tenía que hacer era llegar a una sección del techo, era un día despejado y se suponía que la luz solar era mala para los trol de alguna manera, Harry recordaba esa parte y por lo tanto Hermione la recordaría exactamente. Y seguramente, incluso si Hermione quería probarse a sí misma de nuevo, ella no podría ser tan tonta como para atacar a un trol de la montaña.
Tic.
Ella no lo iba a hacer.
Tic.
Ella simplemente no era así.
Tic.
Y luego se le ocurrió a Harry que alguien había intentado previamente culpar a Hermione Granger de asesinato usando el Encantamiento de Memoria. Lo había hecho dentro de Hogwarts, sin disparar ninguna alarma. Y había planeado que Draco muriera lentamente para no activar los hechizos de protección hasta seis horas después para que nadie pudiera usar un Giratiempo para revisar. Y que quien fuera lo suficientemente ingenioso como para infiltrar a un trol a través de las antiguas protecciones de Hogwarts sin que el Director viniera a investigar la extraña criatura, también podía ser lo suficientemente listo como para tomar el siguiente paso obvio de inutilizar los objetos mágicos de Hermione...
Tic.
Hubo una parte de él que sintió el pánico creciendo lentamente cuando la perspectiva cambió, un Cubo de Necker cambiando de orientación, qué rayos había estado pensando Harry, permitiendo que Hermione y Neville fueran mantenidos dentro de Hogwarts nada más porque se les había dado un par de artilugios estúpidos, eso no iba a detener a alguien que los quería asesinar.
Tic.
Otra parte de su mente puso resistencia, esa posibilidad no era certeza, era compleja y la probabilidad fácilmente podía estar bajo el 50%. Era fácil imaginar entrar en un enorme pánico en frente de todos y luego Hermione regresaba de los lavabos afuera del Gran Comedor. O si el trol terminaba no yendo ni cerca de ella... como en la historia del niño que dijo lobo, nadie le creería la próxima vez que ella realmente estuviera en problemas; podría gastar crédito de reputación que después iba a necesitar para algo más...
Tic.
Harry reconoció al instante el esquema del temor-de-la-vergüenza que detenía a la mayoría de personas de hacer cualquier cosa bajo condiciones de incertidumbre, y la aplastó con fuerza. Incluso si fue extraño cuánta fuerza de voluntad le requirió llegar a la decisión para gritar en frente de todos, si era que él simplemente no había visto a Hermione en la multitud iba a ser bastante vergonzoso...
Tic.
Harry respiró profundamente y gritó tan fuertemente como pudo, "¡Hermione Granger! ¿Estás aquí?"
Todos los estudiantes se dieron la vuelta para mirarlo. Luego algunos de ellos se voltearon para buscar por ellos mismos. El ruido alrededor del cuarto descendió en volumen aunque algunas conversaciones siguieron sin detenerse.
"¿Ha visto alguien a Hermione Granger desde - desde alrededor de las diez y media del día de hoy o algo así? ¿Alguien tiene alguna idea de dónde podría estar ella?"
Los murmullos de fondo siguieron creciendo.
Nadie levantó su voz para gritar hacia él, en particular nada como, No te preocupes, Harry, estoy justo aquí.
"Oh, Merlín," alguien pronunció el algún lugar cercano, y luego los murmullos de fondo empezaron de nuevo, adquiriendo ahora un nuevo tono de excitación.
Harry bajó la vista hacia sus manos, ignorando el bullicio e intentando pensar, pensar, PENSAR -
Tic.
Tic.
Tic.
Susan Bones y un chico pelirrojo con una varita de aspecto envejecido llegaron hasta Harry al mismo tiempo a punta de empujones.
"Tenemos que dejar que los Profesores lo sepan de algún modo -"
"Tenemos que encontrarla -"
"¿Encontrarla?" Susan espetó, rodeando al otro chico. "¿Cómo vamos a hacer eso, Capitán Weasley?"
"¡Saldremos afuera y la vamos a buscar!" Ron Weasley le replicó.
"¿Estás loco? Ya hay Profesores buscando en los pasillos, ¿qué te hace pensar que tenemos una mejor oportunidad que ellos de toparnos con la General Granger? ¡Sólo que nosotros seremos comidos por el trol! ¡Y luego expulsados!"
Era raro, cómo a veces escuchar malas ideas hacía la idea correcta obvia por contraste.
De acuerdo todos! ¡Escúchenme!"
Las personas se voltearon a verlo.
"¡SILENCIO! ¡TODOS! ¡CÁLLENSE!"
La garganta de Harry dolió después de eso, pero había obtenido la atención de todos.
"Tengo una escoba," Harry anunció tan fuerte como pudo con su todavía dolorida garganta. Recordó Azkaban, y la escoba que únicamente había tenido dos asientos, cuando había pedido una que pudiera cargar tres personas. "Es de 3-asientos. Necesito alguien de los ejércitos de séptimo año para que venga conmigo. Vamos a volar a través de los pasillos tan rápido como podamos en busca de Hermione Granger, recogerla, y regresar de inmediato. ¿Quién está conmigo?"
Entonces el Gran Comedor se puso enteramente en silencio.

...

Los estudiantes de vieron entre sí intranquilos. Los estudiantes más jóvenes vieron con expectación a los estudiantes mayores, mientras ellos a su vez se giraron para contemplar a los estudiantes que estaban protegiendo el perímetro. La mayoría de ellos estaban mirando directamente hacia adelante, apuntando con sus varitas por si acaso el trol escogía ese momento para penetrar a través de una pared.
Nadie se movió.
Nadie habló.
Harry Potter volvió a hablar. "No vamos a ir a pelear contra el trol. Si lo vemos le vamos a volar por encima y de ningún modo será capaz de seguirnos el paso en una escoba. Tomaré la responsabilidad de arreglarlo con la administración. Por favor."
Las personas siguieron observándose entre sí.

...

Harry contempló a la muchedumbre silenciosa, la docena de séptimo año observando tercamente hacia adelante, sintiendo la frialdad cayendo sobre él. En alguna parte del fondo de su mente, el Profesor Quirrell estaba carcajeándose burlón y mofándose de la idea de que los tontos ordinarios alguna vez harían algo útil por voluntad propia, sin una varita apuntando a sus cabezas...
Tic.
El remedio estándar para la apatía del espectador era enfocarse en un único individuo. "De acuerdo," Harry habló, intentando mantener la voz dominante del Niño-Que-Vivió que no dudaba obediencia. "Señorita Morgan, venga conmigo, ya. No tenemos tiempo que perder."
La bruja que él nombró se giró de donde había estado viendo fijamente hacia el perímetro, su expresión espantada por un segundo antes de que la volviera a cerrar.
"La Directora Adjunta nos ordenó a todos permanecer aquí, Sr. Potter."
Le requirió un esfuerzo a Harry dejar de apretar sus dientes. "El Profesor Quirrell no afirmó eso ni usted tampoco. La Profesora McGonagall no sabe de tácticas, ella no consideró revisar si teníamos algún estudiante faltando y ella pensó que era una buena idea hacer que los estudiantes marcharan a través de los pasillos. Sin embargo la Profesora McGonagall comprende después de que sus errores le son señalados, usted vio que ella la escuchó a usted y al Profesor Quirrell, y tengo la certeza de que ella no querría que nosotros simplemente ignoremos el hecho de que Hermione Granger está allí afuera, sola -"
Tic.
"Espero que la Profesora diga que no desea que más estudiantes vaguen por los pasillos. La Profesora amenazó que si cualquiera salía por una razón, serían expulsados. ¡Quizá  no necesitas preocuparse porque eres el Niño-Que-Vivió, sin embargo el resto de nosotros sí tenemos!"
Tic.
En alguna parte del fondo de su mente, el Profesor Quirrell se estaba riendo a pierna suelta. Esperar que alguna persona normal fuera a actuar sin una estrategia perfectamente clara, sin un enfoque claro de lo que personalmente era su responsabilidad, cuando tenían una buena excusa para hacer nada... "La vida de una estudiante está en peligro," Harry habló con voz controlada. "Ella podría estar combatiendo al trol ahora mismo. Por curiosidad, ¿eso significa algo para usted?"
Tic.
El rostro de la Señorita Morgan se contrajo. "Tú - ¡tú eres el Niño-Que-Vivió! ¡Sólo vete por tu cuenta y chasquea tus dedos, si la quieres ayudar!"
Tic.
Harry apenas y era consciente de lo que estaba diciendo. "Eso no es más que astucia y fintas, no tengo ningún poder como ese en la vida real, ¿una niña joven necesita su ayuda ahora es usted una Gryffindor o no?"
"¿Por qué me estás contando todo esto a mí?" gritó la Señorita Morgan. "¡Yo no fui dejada cargo aquí! ¡Fue el Sr. Hagrid!"
Hubo una incómoda pausa que cubrió todo el salón.
Harry se giró para observar al enorme semi-gigante alzándose por encima de la muchedumbre de estudiantes, mientras el resto de cabezas se voltearon hacia él al mismo tiempo.
"Sr. Hagrid," Harry habló, intentando mantener su voz de comando. "Necesita autorizar esta expedición y necesita hacerlo ahora."
Rubeus Hagrid se veía en conflicto, aunque era difícil de juzgar con su vasta cabeza rodeada por su barba y mechones sin cortar; únicamente sus ojos parecían vivos, sepultados por todo ese cabello. "Eh..." dijo el semi-gigante. "Se me pidió mantenerlos a todos a salvo -"
"¿Genial, podemos tener también a salvo a Hermione Granger? Ya sabe, ¿la estudiante que fue culpada por un asesinato que ella no cometió que necesita alguien que la ayude?"
El semi-gigante se sobresaltó cuando Harry pronunció esas palabras.
Harry se quedó mirando fijamente al enorme hombre, deseando con desesperación que él pudiera captar la pista, esperando que las palabras no se lo fueran a revelar a nadie más - él no podía ser puro musculo, de seguro James y Lily habían sido amigos con este hombre por algo más que lástima -
"¿Culpada?" exclamó una voz anónima, desde algún lugar cercano a donde estaban reunidos los Slytherins. "¿Ja, todavía sigues con eso? Se lo tiene merecido si se la comen."
Hubo algunas risas, incluso cuando se produjeron llamados de indignación en otro lugar.
La cara del semi-gigante se puso firme. "Te quedas aquí, jovencito," El Sr. Hagrid afirmó con un tono resonante que probablemente quería ser gentil. "Voy a ir y buscar por mi cuenta. Lo cierto es, que los trol pueden ser un poquito engañosos - los tienes que coger por el tobillo y hacerlos caer de la manera correcta, o te van a partir en dos limpiamente -"
"¿Puede usted montar una escoba, Sr. Hagrid?"
"Eh -" Rubeus Hagrid frunció el ceño. "No."
"Entonces no puede buscar lo suficientemente rápido. ¡Los de sexto año! ¡Llamando a todos los de sexto año! ¡Hay alguien de sexto año que no sea un cobarde insignificante?"
Silencio.
"¿Quinto año? Sr. Hagrid, ¡diga que están autorizados a venir conmigo y mantener mi persona a salvo! ¡Estoy intentando ser sensato, maldición!"
El semi-gigante retorció sus manos con expresión agónica. "Eh - yo -"
Algo se sacudió dentro de Harry y empezó a avanzar directamente hacia las puertas del Gran Comedor con largas zancadas, empujando a un lado a cualquiera que no se quitara de su camino como si se tratara de una estatua blanda. (Él no corrió, porque correr era una invitación para que alguien te detuviera.) En algún lugar de su mente se estaba moviendo a través de un cuarto vacío lleno con marionetas mecánicas por cuyos insignificantes sonidos de labios en movimiento había sido distraído -
Una enorme figura se interpuso en su camino.
Harry levantó la vista.
"No puedo dejarte hacer eso, Harry Potter, a ti menos que a nadie. Hay cosas extrañas sueltas en este castillo, y alguien podría estar persiguiendo a la Señorita Granger - o te podrían estar persiguiendo a ti." La voz de Rubeus Hagrid era arrepentida pero firme, y sus manos gigantes yacían a sus costados como palas de una excavadora. "No puedo dejarte salir afuera, Harry Potter."
Stupefy!"
El voltio rojo se estrelló contra un lado de la cabeza de Hagrid e hizo que el enorme hombre se sorprendiera. Su cabeza se volteó más pronto que lo que cualquier cosa así de grande debería haberse movido, y aulló, "¡Qué crees que estás haciendo!" hacia la joven forma de Susan Bones.
"¡Lo siento!" ella gritó. Incendium! ¡Glisseo!"
Las manos del enorme hombre, ahora palmeando su barba en llamas, no pudieron del todo evitar que él se estrellara contra el suelo, sin embargo ya no importó porque Harry ya le había pasado por un lado y -
Neville Longbottom se paró delante de él, viéndose desesperado aunque determinado, la varita del chico de Hufflepuff ya estaba alzada en su mano.
La mano de Harry fue a buscar su propia varita por puro reflejo, apenas se las arregló para detenerse a sí mismo antes de que Neville le pudiera disparar a él, contemplando fijamente a su Teniente como si el mundo se hubiese vuelto loco.
"¡Harry!" Neville exclamó. "Harry, el Sr. Hagrid está en lo correcto, tú no puedes, todo esto podría ser una trampa, podrían estar detrás de ti -"
Todos los músculos de Neville se pusieron rígidos y cayó al suelo, rígido como una tabla.
Un Ron Weasley de aspecto pálido salió por detrás de Neville, su propia varita levantada, y le dijo, "Ve."
"Ron, demente, qué estás haciendo -" vino una voz distante identificable como el novio de la Señorita Clearwater, pero Harry ya estaba corriendo hacia la puerta sin mirar atrás, al tiempo que la voz de Ron y Susan se levantaba de nuevo al hacer otro encantamiento. Hubo un enorme aullido de indignación, y voces desconocidas empezaron a gritar.
Luego Harry había pasado, su mano cogiendo su monedero y su voz pronunciando "escoba", mientras que detrás de él las grandes puertas comenzaron a cerrarse otra vez.
Harry continuó corriendo a través de la Entrada al Comedor al tiempo que la larga escoba para tres personas y su conjunto de estribos empezaron a sobresalir del monedero, repitiendo un número de groserías en su cabeza y pensando esto es lo que ocurre cuando intentas ser sensato con la parte de su mente que no estaba intentando descubrir un patrón de búsqueda para cubrir los lugares en que Hermione podría ser. La Biblioteca estaba en el tercer piso y prácticamente al otro lado del castillo... Harry ya casi había alcanzado la gran escalera de mármol para cuando la escoba estaba en su mano y "¡Arriba!" estaba en el aire y acelerando hacia el segundo piso -
"¡Ah!" Harry gritó, y apenas se las arregló para girar su escoba en el aire para no empalar a una de las figuras humanas que estaba acechando en la cima de las escaleras. Hubo un momento fatal al intentar no caer de la escoba, realizar los giros que lo mantendrían sobre los estribos, a pesar de estar realmente cerca al suelo y casi no tener espacio para maniobrar y entonces -
"¿Fred? ¿George?"
"¡No podemos descubrir cómo encontrarla!" uno de los gemelos Weasley espetó, manos retorciéndose por la desesperación. "Nos escapamos porque pensamos que podríamos hallar a la Señorita Granger - tiene que haber una manera rápida de encontrar a cualquiera que esté dentro del castillo de Hogwarts, ambos estamos seguros de eso - ¡sin embargo no somos capaces de descubrir cuál es!"
Harry se los quedó viendo fijamente a los dos, desde la escoba donde había quedado volcado de pies a cabezas a causa de su maniobra desesperada, y enteramente por reflejo su boca habló, "Bueno, ¿por qué estaban tan seguros de que podían encontrarla?"
"¡Nosotros no lo sabemos!" bramó el otro gemelo Weasley.
"¿Han sido capaces de encontrar a otras personas dentro de Hogwarts antes?"
"¡Sí! Nosotros -" y el gemelos Weasley que estaba hablando se detuvo bruscamente, ambas cabezas rojas se quedaron con la mirada perdida en la distancia con una expresión vacua.
Hubo un estrepitoso estruendo, cuando dos enormes puertas empezaron a ser empujadas por alguien muy, muy fuerte.
Harry giró alrededor en el aire para presentar los dos estribos libres de la escoba hacia los gemelos Weasley, no dijo nada, no había razón para delatar sus posiciones si no tenían que hacerlo. El tiempo pareció moverse demasiado lento mientras los dos gemelos Weasley se apoderaban de los estribos, el corazón de Harry estaba latiendo fuerte a pesar de su cálculo mental de que el Sr. Hagrid, corriendo, ni siquiera iba a alcanzar a poner un pie en la escalera a tiempo. Entonces los tres estaban acelerando fuerte y alejándose hacia el más cercano corredor, el suelo de piedra bajo ellos poniéndose borroso y las paredes parecían hacer un sonido silbante que era audible (aunque eso no era más que el viento en sus orejas) mientras ellos pasaban; Harry recordó que estaba montando una escoba para tres personas apenas a tiempo para bajar la velocidad para la siguiente esquina.
Y ahora todos los asientos de las escobas estaban ocupados, pero si de hecho encontraban a Hermione entonces - Harry podía ponerse la Capa de Invisibilidad, que debería esconderlo del trol, y eso dejaría libre un asiento para Hermione -
Harry se agachó con fuerza antes de que un arco repentino le pudiera arrancar la cabeza.
"¡Encontramos a Jesse!" el gemelos Weasley sentado detrás de Harry espetó. "¡Sé que lo hicimos! ¡Esa vez que le teníamos que informar que Filch lo estaba cazando!"
"¿Cómo?" Harry inquirió, la mayor parte de su cerebro estaba ocupada con no morir en un horrible accidente aéreo. Aunque tendría que haber bajado la velocidad por seguridad, había una tensión creciente dentro de él, un pavor sin fuente. Él no podía bajar la velocidad, algo terrible iba a suceder si bajaba la velocidad...
"Nosotros -" respondió el gemelo Weasley que estaba sentado más atrás. "¡No lo podemos recordar!"
Otro estrecha esquina tomada a, Harry estimó, aproximadamente al 0.3% de la velocidad de la luz, y estaban atravesando un retorcido y curvo corredor que Harry siempre cogía para llegar desde el Gran Comedor a la biblioteca sólo que no era la ruta más corta si estabas sobre una escoba, tendría que haber tomado el largo y directo Corredor del Oeste más bien -
La parte de su cerebro que no estaba maniobrando le alcanzó el paso a la realidad.
"¡Alguien ha estado manipulando sus mentes!" Harry gritó, mientras ondeaba a través del corredor curvo tan velozmente que el Weasley al final de la escoba a veces se golpeaba ligeramente contra las paredes pues el largo de la escoba entraba en conflicto con las habilidades aéreas mal adaptadas de Harry.
"¿Qué?" aulló Fred o George.
"¡Quien fuera que se lo hiciera a Hermione también se metió con sus mentes!" Podría ser un Obliviate, podría ser una Memoria Falsa que no ha sido plantada adecuadamente, pero ahora mismo Harry no podía pensar -
La escoba giró y ascendió al lado de una escalera en espiral, los tres se aplastaron contra la escoba para que pudieran atravesar en pequeño espacio en el techo que conectaba con el tercer piso, y entonces habían llegado al frente de la biblioteca, la escoba reduciendo su velocidad hasta detenerse con un chirrido a pesar de la ausencia de cualquier cosa contra la que pudiera hacer frenado por fricción. Harry le disparó una rápida mirada a los gemelos Weasley para que se quedaran quietos, mientras él se bajó de la escoba para abrir las puertas de par en par de la biblioteca, controlando su respiración al meter la cabeza adentro.
Hermione Granger no estaba allí.
Madam Pince, quien estaba comiendo un sándwich en su escritorio, levantó la vista con repentina mirada feroz. "¡La biblioteca está cerrada!"
"¿Ha visto a Hermione Granger?" Harry preguntó.
"¡Dije que la biblioteca está cerrada, niño! ¡Es hora de almuerzo!"
"Esto es extremadamente importante. ¿Ha visto a Hermione Granger o tiene alguna idea de dónde podría estar?"
"¡No, ahora vete!"
"¿Tiene algún modo de contactar rápidamente a la Profesora McGonagall en una emergencia?"
"¿Eh?" dudó la bibliotecaria, asustada. Se levantó de su escritorio. "Qué está -"
"Sí o no. Por favor responda inmediatamente."
"Ah - está el Flu -"
"Ella no está en su oficina," Harry la cortó. "¿Tiene alguna otra forma de llegar hasta ella?. Sí o no."
"Jovenzuelo, insisto que usted -"
El cerebro de Harry etiquetó esto como Otra vez estoy hablando con un PNJ y giró sobre sus tobillos y salió corriendo hacia la escoba.
"¡Alto!" gritó Madam Pince, irrumpiendo demasiado tarde a través de las puertas para cuando Harry y los gemelos Weasley habían salido volando de nuevo, por fuera de la vista de la bibliotecaria. La presión en la mente de Harry seguía en aumento, como si físicamente una mano estuviese apretando su pecho, tenía que encontrar a Hermione y no tenía otra noción de a dónde podría estar, a menos que fuera en el dormitorio de brujas de la torre de Ravenclaw y ahí él no podía entrar. Buscar por todo Hogwarts bordeaba en el imposible matemático, probablemente no había una ruta de vuelo continua que pudiera entrar en todos los cuartos al mismo tiempo - por qué no había pensado en demandar un conjunto de esos fantásticos espejos que los Aurores usaban para comunicarse para Hermione y Neville -
El darse cuenta que estaba siendo estúpido golpeó a Harry en el estómago. No necesitaba espejos para enviar un mensaje, no había necesitado espejos desde Enero. Harry redujo la velocidad de la escoba para que se detuviera en el medio del aire de un pasillo, su varita ya dentro de su mano, la voluntad que lo movía para proteger a Hermione Granger levantándose en el frente de su mente como un sol de fuego plateado y fluyendo por su brazo al gritar
EXPECTO PATRONUM!"
y el fulgurante humanoide blanco ardió en existencia como una nova, las voces de los gemelos Weasley aullando a todo pulmón por la conmoción.
"Dile a Hermione Granger - que hay un trol suelto en Hogwarts - la podría estar cazando - ella necesita ponerse directamente bajo la luz solar, ¡ahora mismo!"
La figura plateada se giró como si se estuviera yendo, y luego desapareció.
"Por los calzones de Merlín," sollozó Fred o George.
La silueta plateada volvió a aparecer en el mundo con una explosión, y habló con la extraña voz exterior del propio Harry, "Hermione Granger respondió," la voz de la brillante figura se volvió aguda, "¡AHHHHHHHHH!"
El tiempo pareció fracturarse, como si todo se estuviera moviendo muy rápidamente y lentamente al mismo tiempo. Un desesperado impulso para acelerar la escoba, volar a su máxima velocidad, sólo que Harry no sabía a dónde -
"Si sabes en dónde está ella," Harry gritó a la resplandeciente figura humanoide, viéndolo como si fuera un sol, "¡entonces llévame con ella!"
El fulgor plateado se movió y Harry aceleró para seguirlo, los gemelos Weasley soltando chillidos agudos detrás suyo mientras él se disparaba a través del aire como una bola de cañón, moviéndose más rápido que cuerdamente, no se enfocó en las paredes silbando al pasar o cuán velozmente se estaba moviendo, solamente siguió la luz plateada a través de los corredores y subió las escaleras volando y penetrando a través de puertas a las que Fred o George le gritaban desesperados encantamientos para abrir y aún así todo eso estaba tomando demasiado tiempo, algún lugar muy dentro de Harry se sentía como si se estuviese hundiendo a través de melaza mientras ventanas y retratos pasaban vertiginosamente.
La escoba gritó a través de un giro final que azotó a uno de los gemelos Weasley contra la pared casi tan fuerte como una Bludger golpearía, y luego siguieron el brillante Patronus a través de un espacio abierto en el techo, subiendo hacia arriba como el viento, pasando por encima de un piso y luego otro en menos de un respiro.
Su Patronus redujo su velocidad hasta detenerse (Harry frenando con fuerza como respuesta) justo cuando alcanzaron el nivel de un piso ancho y de espacio abierto que se esparcía hacia afuera hasta que escapaba el techo y se convertía en una terraza exterior, una extensión de mármol embaldosado abierto al aire y al cielo -

Capítulo 87             Capítulo 89


Nota del Traductor (19 de Octubre de 2019)


Madam Prince almuerza sándwich al igual que yo. No sé si sentirme bien o mal al respecto.

El próximo capítulo es de casi 3.000 palabras, por lo que espero tenerlo listo para dentro de una semana.

Según mis cálculos, faltan más o menos 150.000 palabras para completar la traducción de HPMOR. Por lo que si puedo mantener el ritmo de 5.000 palabras por semana, me tardaré un mínimo de 30 semanas para terminar la traducción, o sea, 210 días o 7 meses. Ese es el número mínimo, porque no incluye el tiempo de corrección que suele ser de uno o dos días por capítulo. En todo caso, el tiempo para terminar HPMOR ya no parece tan lejano.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem.


Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad. Si quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en el Patreon de Rhaidot.


Gracias por leer.

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