Capítulo 12 Capítulo 14
HARRY POTTER Y LOS MÉTODOS DE LA RACIONALIDAD
Capítulo 13
Hacer las Preguntas Equivocadas
HARRY POTTER Y LOS MÉTODOS DE LA RACIONALIDAD
Capítulo 13
Hacer las Preguntas Equivocadas
"Quisiera pagar tantos puntos como sea necesario para deshacerme de esta persona." |
Elen sila J. K. Rowling omentielvo. (1)
EDITADO: No se asusten. Solemnemente
juro que hay una lógica, anunciada, compatible con la explicación
canónica para todo lo que pasa en este capítulo. Es un
rompecabezas, se supone que debes intentar resolverlo, y si no lo
haces, sólo tienes que lees el próximo capítulo.
"Ese es uno de los acertijos
más obvios que he escuchado."
Tan pronto como Harry abrió sus ojos
en el dormitorio de los de primer año de Ravenclaw, en la mañana de
su primer día completo en Hogwarts, supo que algo estaba mal.
Estaba tranquilo.
Demasiado tranquilo.
Oh, cierto... Había un Encantamiento
Quietus en la cabecera de su cama, controlado por una pequeña barra
deslizante, lo cual era la única razón por la que siempre se hacia
posible que cualquiera se fuera a dormir en Ravenclaw.
Harry se sentó y miró alrededor,
esperando ver a otros levantarse para el día -
El dormitorio, vacío.
Las camas, arrugadas y sin hacer.
El sol, proviniendo de un ángulo más
bien alto.
Su Silenciador puesto hacia arriba
hasta alcanzar al máximo.
Y su reloj de alarma mecánica aún
estaba corriendo, pero la alarma estaba apagada.
Se le había permitido dormir hasta las
9:52 AM, aparentemente. A pesar de sus mejores esfuerzos para
sincronizar su ciclo de sueño de 26-horas al llegar a Hogwarts, no
había conseguido dormir la noche anterior hasta que fueron más o
menos la 1AM. Había planeado despertar a las 7:00AM junto con los
otros estudiante, podía aguantar estar un poco privado-de-sueño su
primer día siempre y cuando obtuviera alguna clase de solución
mágica antes de mañana. Pero ahora se había perdido el desayuno. Y
su primera clase en Hogwarts, en Herbología, había comenzado una
hora y veintidós minutos atrás.
La ira estaba lentamente, lentamente
despertando en él. Oh, que buena y pequeña broma. Apagar su alarma.
Encender el Silenciador. Y dejar que el Sr. Mandamás Harry Potter
perdiera su primera clase, y ser culpado por ser un gran dormidor.
Cuando Harry descubriera quien había
hecho esto...
No, esto sólo podía haber sido
realizado con la cooperación completa de los otros doce chicos en el
dormitorio de Ravenclaw. Todos ellos lo habían visto durmiendo.
Todos ellos lo habían dejado dormir durante el desayuno.
La rabia fue drenada, remplazada por la
confusión y una horrible herida en sus sentimientos. Les había
caído bien. Había pensado. La noche anterior, había pensado
que él les había caído bien. Por qué...
Cuando Harry se levantó de la cama,
vio una pieza de papel sobresaliendo de la cabecera de su cama.
El papel decía,
Mis compañeros Ravenclaws,
Ha sido un día extra largo. Por
favor déjenme dormir y son se preocupen porque me pierda el
desayuno. No me he olvidado de mi primera clase
Suyo,
Harry Potter.
Y Harry se quedó parado allí,
petrificado, agua helada comenzando a gotear a través de sus venas.
El papel tenía su propia letra a mano,
en su propio lapicero mecánico.
Y él no recordaba haberlo escrito.
Y... Harry miró de soslayo al pedazo
de papel. Y a menos de que se lo estuviera imaginando, las palabras
"No me he olvidado" estaban escritas en un estilo
diferente, ¿cómo si estuviera tratando avisarse a si mismo de
algo...?
¿Había sabido que iba a ser
Desmemorizado? Se había quedado hasta muy tarde, cometido alguna
clase de crimen o actividad encubierta, y luego... pero él no
conocía el hechizo Obliviate... había alguien más... que...
Un pensamiento se le ocurrió a Harry.
Si él hubiera sabido que iba a ser Desmemorizado...
Aún en sus pijamas, Harry rodeó su
cama hasta llegar a su baúl, presionó su pulgar contra la
cerradura, extrajo su monedero, introdujo su mano y pronunció "Nota
para mí mismo."
Y otro pedazo de papel saltó a su
mano.
Harry lo tomó, contemplándolo.
También estaba en su propia letra.
La nota decía:
Querido yo,
Por favor juega el juego. Sólo
puedes jugar el juego una vez en la vida. Esta es una oportunidad
irreemplazable.
Código de reconocimiento 927, soy
una papa.
Tuyo,
Tú.
Harry asintió lentamente. "Código
de reconocimiento 927, soy una papa" era en efecto el mensaje
que el había preparado de antemano – algunos años atrás,
mientras veía TV – que únicamente él supiera. Si tenía que
identificar un duplicado de si mismo como siendo realmente él,
o algo. Sólo por si acaso. Estar preparado.
Harry no podía confiar en el
mensaje, podía haber otros hechizos involucrados. Pero descartaba
cualquier simple broma. Definitivamente él lo había escrito y
definitivamente no recordaba haberlo escrito.
Observando el papel, Harry se volvió
consciente de que se veía tinta al otro lado.
La volteó.
En el lado reverso se podía leer:
INSTRUCCIONES PARA EL
JUEGO:
no conoces las reglas
del juego
no conoces las apuestas
del juego
no conoces el objetivo
del juego
no conoces quien
controla el juego
no conoces cómo
terminar el juego
Comienzas con 100
puntos.
Empieza.
Harry contempló a las "instrucciones".
Este lado no estaba a mano escrita; la escritura era perfectamente
regular, por ello artificial. Parecía haber sido inscrita con una
Pluma a vuelapluma, como la que él había comprado para tomar
dictado.
No tenía absolutamente ninguna
pista de lo que estaba pasando.
Bueno... el paso uno era vestirse y
comer. Tal vez revirtiendo el orden en eso. Su estómago se sentía
más bien vacío.
Se había perdido el desayuno, por
supuesto, pero estaba Preparado para esa eventualidad, habiendo
visualizado por adelantado. Harry puso su mano dentro de su monedero
y llamó "Tentempié", esperando conseguir una caja de
barras de cereal que había comprado antes de salir para Hogwarts.
Lo que saltó no se sintió como una
caja de barras de cereal.
Cuando Harry trajo su mano dentro de su
campo de visión vio dos diminutas barras de dulce – ni tan
siquiera suficiente para una comida – pegadas a una nota, y la nota
estaba inscrita con el mismo tipo de letra de las instrucciones del
juego.
La nota decía:
INTENTO FRACASADO: -1 PUNTO
PUNTOS ACTUALES: 99
ESTADO FÍSICO: AÚN HAMBRIENTO
ESTADO MENTAL: CONFUNDIDO
"Buahhhhh" habló la boca de
Harry sin ninguna clase de intervención o decisión consciente de su
parte.
Se quedó ahí parado alrededor de un
minuto.
Un minuto después, aún no
tenía ningún sentido y aún no tenía absolutamente ninguna
idea de lo que estaba pasando y su cerebro ni siquiera había
comenzado a empuñar alguna hipótesis como si sus
manos mentales estuvieran revestidas en bolas de goma y no pudiera
recoger nada.
Su estómago, que tenía sus propia
prioridades, sugirió una posible prueba experimental.
"Ah..." Harry le anunció al
cuarto vacío. "¿Supongo que no puedo gastar un punto y
conseguir mi caja de barras de cereal de regreso?"
Únicamente hubo silencio.
Harry puso su mano dentro del monedero
y llamó "Caja de barras de cereal."
Una caja que se sintió de la forma
correcta saltó a su mano... pero era demasiado ligera, y estaba
abierta, y estaba vacía, y la nota adjunta a ella decía:
PUNTOS GASTADOS: 1
PUNTOS ACTUALES: 98
HAS GANADO: UNA CAJA DE BARRAS DE
CEREAL
"Me gustaría gastar un punto y
conseguir las verdaderas barras de cereal de regreso,"
anunció Harry.
De nuevo, silencio.
Harry puso su mano dentro del monedero
y llamó "barras de cereal".
Nada salió.
Harry se encogió de hombros
desesperadamente y se fue al gabinete que se le había dado cerca de
su cama, para obtener su túnica de mago para ese día.
Sobre el fondo del gabinete, bajo su
túnica, estaba las barras de cereal, y una nota:
PUNTOS GASTADOS: 1
PUNTOS ACTUALES: 97
HAS GANADO: 6 BARRAS DE CEREALES
AÚN ESTAS VISTIENDO: PIJAMAS
NO COMAS MIENTRAS ESTÁS USANDO TUS
PIJAMAS
RECIBIRÁS UNA PENALIZACIÓN DE PIJAMA
Y ahora sé que quien sea que
controla el juego está loco.
"Mi suposición es que este juego
es controlado por Dumbledore," Harry exclamó en voz alta. Tal
vez esta vez pudiera establecer un nuevo récord de velocidad
por ser rápido en entenderlo.
Silencio.
Pero Harry estaba comenzando ha
comprender el patrón; la nota estaría en el siguiente lugar que
mirara. Por lo que Harry miró debajo de su cama.
JA! JA JA JA JA JA!
JA JA JA JA JA JA!
JA! JA! JA! JA! JA! JA!
DUMBLEDORE NO CONTROLA EL JUEGO
MALA SUPOSICIÓN
MUY MALA SUPOSICIÓN
-20 PUNTOS
Y AÚN ESTÁS USANDO PIJAMAS
ES TU CUARTO MOVIMIENTO
Y AÚN ESTÁS USANDO PIJAMAS
PENALIZACIÓN DE PIJAMAS: -2 PUNTOS
PUNTOS ACTUALES: 75
Bien, eso era un enigma, de acuerdo.
Sólo era su primer día de escuela y una vez que descartabas a
Dumbledore, no sabía el nombre de nadie más aquí que estuviera así
de loco.
Su cuerpo más o menos en piloto
automático, Harry recogió un conjunto de túnica y ropa interior,
sacó el nivel caverna de su baúl (él era una clase de persona muy
reservada y alguien podría entrar dentro del dormitorio), se vistió,
y luego regreso subiendo las escaleras para guardar sus pijamas.
Harry paró antes de extraer el cajón
del gabinete que contenía sus pijamas. Si el patrón seguía siendo
cierto aquí...
"¿Cómo puedo ganar más puntos?"
Harry habló en voz alta.
Entonces sacó el cajón.
OPORTUNIDADES PARA HACER EL BIEN ESTÁN
EN TODAS PARTES
PERO LA OSCURIDAD ES DONDE LA LUZ
NECESITA ESTAR
COSTE DE LA PREGUNTA: 1 PUNTO
PUNTOS ACTUALES: 74
LINDA ROPA INTERIOR
¿TU MADRE LAS ESCOGIÓ?
Harry aplastó la nota en su mano, su
cara encendida de color escarlata. La maldición de Draco regreso a
él. Hijo de sangre sucia -
Para este punto sabía que lo mejor era
no decirla en voz alta. Probablemente recibiría una Penalización
por Profanidad.
Harry se ciñó el monedero de piel de
moke y su varita. Le quitó la envoltura a una de sus barras de
cereal y la arrojó dentro del tarro de basura del cuarto, donde
aterrizó sobre una Rana de Chocolate casi sin comer, un sobre
arrugado y algún envoltorio de papel rojo y verde. Puso las otras
barras de cereal dentro de su monedero de piel de moke.
Miró alrededor en un final,
desesperado, y fundamentalmente fútil búsqueda de pistas.
Y luego Harry dejó el dormitorio,
comiendo mientras iba, en busca de los calabozos de Slytherin. Al
menos a eso fue lo que pensó se trataba la linea.
Intentar navegar los pasillos de
Hogwarts era como... probablemente no tan malo como vagar
alrededor de una pintura de Escher, esa era la clase de cosa que tu
decías por efecto retórico más que porque fuera verdad. (2)
Poco tiempo después, Harry estaba
pensado que de hecho una pintura de Escher tendría tanto ventajas
como desventajas comparada a Hogwarts. Desventaja: No hay una
orientación gravitacional consistente. Ventaja: Al menos las
escaleras no se moverían alrededor MIENTRAS TÚ AÚN ESTABAS EN
ELLAS.
Harry había trepado originalmente
cuatro escaleras voladoras para llegar a su dormitorio. Tras
descender no menos de doce escaleras voladoras sin llegar ni
remotamente cerca de los calabozos, Harry había concluido que (1)
una pintura de Escher sería un pastel comido por comparación,
(2) de algún modo ahora estaba en un lugar más alto del
castillo de donde había comenzado, y (3) estaba tan exhaustivamente
perdido que no habría estado sorprendido de asomarse a la siguiente
ventana y ver dos lunas en el cielo.
El plan de respaldo A había sido
detenerse y pedir direcciones, pero parecía haber una extrema falta
de personas andando por aquí, como si todos los vagos estuvieran
atendiendo las clases en las formas que se suponía que debían hacer
o algo así.
El plan de respaldo B...
"Estoy perdido," Harry
pronunció en voz alta. "¿Puede, eh, el espíritu del castillo
de Hogwarts ayudarme o algo similar?"
"No pienso que este castillo tenga
un espíritu," observó una arrugada anciana en una de las
pinturas en las paredes. "Vida, quizá, pero no espíritu."
Hubo una breve pausa.
"Eres tú -" Harry inició, y
luego cerró su boca. Pensándolo bien, no él NO iba a preguntarle a
la pintura si estaba consciente en el sentido de ser consciente de su
propia consciencia.
"Soy Harry Potter," dijo su
boca, más o menos en piloto automático. También más o menos
automáticamente, Harry extendió una mano hacia la pintura.
La mujer en la pintura miró desde
arriba la mano de Harry y alzó sus cejas.
Lentamente, la mano descendió al lado
de Harry.
"Lo siento," Harry expresó,
"Soy nuevo aquí."
"Así me pareció, joven raven.
¿Adónde estás procurando ir?" (3)
Harry titubeó. "No estoy
realmente seguro," él comentó.
"Entonces tal vez ya estás allí."
"Bien, adonde sea que este
tratando ir, no creo que sea aquí..." Harry cerró su
boca, consciente de cuanto estaba sonando como un idiota. "Déjame
empezar de nuevo. Estoy jugando un juego del cual no sé cuales son
las reglas -" En verdad eso tampoco funcionó, no lo hizo. "De
acuerdo, tercer intento. Estoy buscando oportunidades para hacer el
bien y poder anotar puntos, y todo lo que tengo es esta críptica
pista sobre como la oscuridad es donde la luz necesita estar, por lo
que estaba intentando bajar pero parece que en cambio sigo
subiendo..."
La anciana en la pintura estaba
mirándolo más bien de manera escéptica.
Harry suspiró. "Mi vida tiende a
volverse un poco peculiar."
"¿Sería justo decir que no sabes
dónde estás o por qué estás intentando llegar allí?"
"Enteramente justo."
La anciana asintió. "No estoy
segura de que estar perdido sea el más importante de tus problemas,
jovencito."
"Cierto, pero a diferencia de los
problemas más importantes, es un problema que puedo comprender cómo
resolver y guau está conversación se está volviendo una
metáfora para la existencia humana, no me había dado cuenta de que
eso estaba pasando hasta justo ahora."
La señora ojeó a Harry de manera
valora. "Eres un buen joven raven, ¿no es así? Por un
momento estaba comenzando a preguntármelo. Bien entonces, como una
regla general, si sigues volteando hacia la izquierda, estás
destinado a seguir bajando."
Eso sonó extrañamente familiar pero
Harry no pudo recordar donde lo había escuchado antes. "Mmm...
pareces ser una persona muy inteligente. O un retrato de una persona
muy inteligente... como sea, ¿has escuchado de un misterioso juego
donde únicamente puedes jugar una vez, y no te dirán cuales son las
reglas?"
"Vida," contestó la señora
de inmediato. "Ese es uno de los acertijos más obvios que he
llegado a escuchar."
Harry parpadeó. "No,"
replicó lentamente. "Me refiero a que de hecho recibí una nota
y todo lo demás informándome de que tengo que jugar el juego pero
no se me dirían las reglas, y alguien está dejándome pequeños
retazos de papel contándome cuántos puntos he perdido por violar
las reglas, como una penalización de menos dos puntos por vestir
pijamas. ¿Conoce a alguien aquí en Hogwarts que sea lo
suficientemente loco y poderoso como para hacer algo como eso?
¿Además de Dumbledore, claro?"
El retrato de la señora suspiró. "No
soy más que un retrato, jovencito. Recuerdo a Hogwarts como era –
no como Hogwarts es ahora. Todo lo que puedo contarte es que si esto
fuera un acertijo, la respuesta sería que ese juego es la vida, y
que mientras nosotros mismos no hacemos las reglas, aquel que otorga
o quita puntos siempre eres tú. Si no es un acertijo sino la
realidad – entonces no lo sé."
Harry le hizo una reverencia muy
profunda al retrato. "Gracias, mi señora."
La señora le hizo una reverencia de
regreso. "Desearía poder asegurar que te recordaré con
cariño," ella señaló, "pero probablemente no te
recordaré para nada. Adiós, Harry Potter."
Él hizo una nueva reverencia como
replica, y comenzó a descender por la más cercana de las escaleras
voladoras.
Cuatro giros a la izquierda después se
encontró contemplando un corredor que terminaba, abruptamente, en
un montículo revuelto de grandes rocas – como si hubiera habido un
derrumbre, únicamente las paredes y techo alrededor estaban intactas
y hechas de las regulares piedras del castillo.
"De acuerdo," Harry anunció
al vacío aire, "Me rindo. Estoy pidiendo otra pista. ¿Cómo
llegó adonde necesito llegar?"
"¡Una pista! ¿Una pista,
pediste?"
La excitada voz provino de una pintura
en la pared no muy lejana, este era el retrato de un hombre de
mediana edad en la más ruidosa túnica rosada que Harry nunca
hubiera visto o tan siquiera imaginado. En el retrato él estaba
vistiendo un caído y viejo sombrero puntiagudo con un pescado encima
(no el dibujo de un pescado, si me entiendes, sino un pescado).
"¡Sí!" Harry afirmó. "¡Una
pista! ¡Una pista, yo dije! ¡Sólo que no se trata de cualquier
pista, estoy buscando por una pista específica, es
para el juego que estoy jugando -"
"¡Sí, sí! ¡Una pista para el
juego! Tú eres Harry Potter, ¿o no? ¡Soy Cornelion Flubberwalt! Se
me contó a través de Erin el Consorte a quien a su vez se lo contó
Lord Weaselnose a quien se lo contó, ya se me olvido. ¡Pero era un
mensaje para que yo te lo diera! ¡Para mí! Nadie se
ha preocupado por mí en, ya no sé cuánto, tal vez nunca, he estado
atrapado aquí en este maldito e inútil viejo corredor - ¡una
pista! ¡Yo tengo tu pista! ¡Sólo te costará tres puntos! ¿La
quieres?"
"¡Sí! ¡La quiero!" Harry
estaba consciente de que probablemente debía mantener su sarcasmo
bajo control pero no parecía que lo pudiera evitar.
"La oscuridad puede ser hallada
entre los cuartos verdes de estudio y la clase de Transfiguración de
McGonagall! ¡Esa es la pista! ¡Y muévete de una vez, eres más
lento que un saco de caracoles! ¡Menos diez puntos por ser lento!
¡Ahora tienes 61 puntos! ¡Ese fue el resto del mensaje!"
"Gracias," Harry comentó. De
verdad estaba quedándose atrás en el juego. "Mmm... Supongo
que no sabe de dónde provino originalmente el mensaje, ¿o
sí?"
"¡Fue hablado por una hueca voz
que resonó delante de una brecha en el mismo aire, una brecha que se
abría sobre un abismo de fuego! ¡Eso fue lo que se me dijo!"
Harry ya no estaba seguro, para este
punto, si esta era la clase de cosas sobre las que debía ser
escéptico, o el tipo de cosas que sólo debía tomar con calma. "¿Y
cómo puedo hallar la linea entre los cuartos verdes de estudio y la
clase de Transfiguración?"
"¡Sólo da la vuelta y ve a la
izquierda, derecha, abajo, abajo, derecha, izquierda, derecha,
arriba, e izquierda de nuevo, estarás en un cuarto verde de estudio
y si entras y sales directamente por el otro lado estarás en un gran
corredor curvo que va a una intersección y al lado derecho de esa
intersección habrá un corredor en linea recta que va a la clase de
Transfiguración!" La figura del hombre de mediana edad hizo una
pausa. "Al menos así es como era cuando yo estaba en
Hogwarts. Este es un Lunes de un año impar, ¿no es cierto?"
"Lapicero y papel mecánico,"
Harry le habló a su monedero. "Eh, cancela eso, papel y
lapicero mecánico." Él miró. "¿Puedes repetirlo?"
Tras perderse otras dos veces, Harry
sintió que estaba comenzando a entender la regla básica para
navegar en el siempre cambiante laberinto que era Hogwarts, llamado,
pregúntale a las pinturas por las direcciones. Si esto
reflejaba alguna especie de increíblemente profunda lección sobre
la vida él no podía descubrir cual era.
El cuarto verde de estudio era un
espacio sobresalientemente placentero con la luz del sol colándose
por las ventanas de vidrio pintado de verde que mostraba dragones en
calma, escenas pastorales. Tenía sillas que se veían extremadamente
confortables, y mesas que parecían ser muy apropiadas para estudiar
en compañía de uno a tres amigos.
Harry no pudo realmente caminar
directamente desde la puerta de entrada hasta la de salida al otro
lado. Había librerías puestas en la pared, y él tuvo que ir
par allá y leer algunos de los títulos, para al menos no perder su
derecho al nombre de la familia Verres. Pero lo hizo rápidamente,
pensando en el regaño por ser lento, y luego se fue por el otro
lado.
Estaba recorriendo el "gran
corredor curvo" cuando escuchó gritar una joven voz.
En momentos como este, Harry no tenía
excusas para correr sin parar sin importarle el guardar energías o
hacer ejercicios de calentamiento apropiados o preocuparse por
estrellarse con algo, un repentino frenesí que llegó a un
igualmente repentino pare cuando casi atropelló a un grupo de seis
estudiantes de primer año de Hufflepuffs...
...quienes estaban acurrucados juntos,
viéndose más bien asustados y como si desesperadamente quisieran
hacer algo pero no podían descubrir qué, lo que probablemente tenía
que ver con el grupo de cinco Slytherins mayores que parecían estar
rodeando a otro chico joven.
Bruscamente Harry se sintió más
enojado.
"¡Disculpen!" gritó
Harry con todo lo que daban sus pulmones.
Podría no haber sido necesario. Las
personas ya lo estaban mirando. Pero ciertamente sirvió para
congelar toda la acción.
Harry caminó a través del montón de
Hufflepuffs hacia los Slytherins.
Ellos lo miraron con expresiones que
iban desde la ira hasta la diversión hasta el deleite.
Parte del cerebro de Harry estaba
aullando de pánico porque ellos fuera chicos más grandes y más
altos que podían aplastarlo.
Otra parte dijo secamente que
cualquiera que fuera atrapado aplastando al Niño-Que-Vivió iba a
llegar a un mundo de puros problemas, especialmente si eran
una manada de Slytherins más grandes y había siete Hufflepuffs que
lo veían, y que la oportunidad de que ellos le hicieran cualquier
daño permanente en la presencia de testigos era prácticamente cero.
La única arma real que los chicos grandes tenían en contra suya era
su propio temor, si él lo permitía.
Entonces Harry vio que el chico que
ellos tenían atrapado era Neville Longbottom.
Por supuesto.
Eso lo decidió. Harry había prometido
disculparse humildemente con Neville y eso quería decir que Neville
le pertenecía, ¿cómo se atrevían?
Harry llegó y agarró a Neville por la
muñeca y de un tirón lo sacó de entre los Slytherins, el
chico tropezando de la sorpresa mientras Harry lo arrastró y casi en
el mismo movimiento lo empujó a través de la misma brecha.
Y Harry se plantó en el centro de los
Slytherins donde Neville había estado, viendo a los más grande,
altos, y fuertes chicos.
"Hola," Harry habló. "Soy
el Niño-Que-Vivió."
Hubo una pausa más bien incomoda.
Nadie parecía saber adonde se suponía que fuera la conversación.
Los ojos de Harry descendieron y vieron
los libros y papeles regados por todo el piso. Oh, el viejo juego
donde dejas que el chico intente recoger sus libros y los tumbas de
su mano otra vez. Harry no podía recordar haber sido el objeto de
ese juego alguna vez, pero tenía una buena imaginación y su
imaginación lo estaba poniendo furioso. Bien, una vez que la
situación más urgente estuviera resuelta sería fácil para Neville
regresar y recoger sus materiales, teniendo en cuenta que los
Slytherins se quedarán demasiado concentrados en él para pensar en
hacerle algo a los libros.
Infortunadamente sus ojos extraviados
habían sido notados. "Ooh," exclamó el más grande de los
chicos, "acaso quieres los libros del pequeñito -"
"Cállate" Harry lo cortó
fríamente. Tenlos fuera de balance. No hagas lo que ellos
esperan. No caigas en un patrón que los llame a abusar de ti.
"¿Es esto parte de algún plan increíblemente astuto que les
hará ganar ventaja en el futuro, o es una desgracia sin sentido al
nombre de Salazar Slytherin como si -"
El chico más grande empujó a Harry
Potter con fuerza, y él retrocedió desmadejado fuera del circulo de
Slytherins hacia el piso de dura piedra de Hogwarts.
Y los Slytherins se rieron.
Harry se levantó en lo que le pareció
como un movimiento terriblemente lento. Aún no sabía cómo usar su
varita, pero no había razón para dejar que eso lo detuviera, bajo
estas circunstancias.
"Quisiera pagar tantos puntos
como sea necesario para deshacerme de esta persona," Harry
anunció, señalando con su dedo al más grande de los Slytherin.
Entonces Harry alzo su otra mano, dijo
"Abracadabra," y chasqueó sus dedos.
A la palabra Abracadabra dos de
los Hufflepuffs gritaron, incluido Neville, otros tres Slytherins
salieron desesperadamente del camino del dedo de Harry, y el
Slytherin más grande se tambaleó hacia atrás con una expresión de
sorpresa, una repentina salpicadura de rojo decorando su cara y
cuello y pecho.
Harry no había estado esperando
eso.
Lentamente, el Slytherin más grande
llegó hasta su cabeza, y se quitó el molde del pastel de cereza
que acababa de desparramarse sobre él. El Slytherin más grande
sostuvo el molde en su mano por un momento, contemplándolo, luego lo
dejó caer en el piso.
Probablemente no era el mejor momento
en el mundo para que uno de los de Hufflepuffs comenzara a reírse,
pero eso fue exactamente lo que uno de los Hufflepuffs estaba
haciendo.
Entonces Harry atrapó con la vista la
nota en el fondo del molde.
"Un momento," Harry pidió, y
se lanzó hacia adelante para recoger la nota. "Esta nota es
para mí, creo -"
"Tú," gruñó el
Slytherin más grande, "tú, estás, vas, a -"
"¡Mira esto!"
vociferó Harry, esgrimiendo la nota al Slytherin más grande.
"Quiero decir, ¡sólo mira esto! ¿Puedes creer que se
me están cobrando 30 puntos por enviar y entregar un piojoso pastel?
¡30 puntos! ¡Estoy quedando a perdida incluso después de haber
rescatado a un inocente chico en peligro! ¿Y gastos de
almacenamiento? ¿Gastos del medio de transporte? ¿Costos de
acarreo? ¿Cómo es que tiene costos de acarreo un pastel?"
Hubo otra de esas incomodas pausas.
Harry pensó mortales pensamientos a quien fuera el Hufflepuff que no
podía parar con esa risotada sofocada, ese idiota iba a ser que lo
lastimaran.
Harry dio un paso atrás y le lanzó su
mirada más letal a los Slytherins. "Ahora váyanse o seguiré
haciendo su existencia más y más surrealista hasta que lo hagan.
Déjenme advertirles que... meterse con mi vida tiende a hacer
tu vida más... un poco peliaguda. ¿Lo entienden?"
En un solo terrible movimiento, el
Slytherin más grande batió su varita para apuntar a Harry y en el
mismo instante fue golpeado por el otro lado de su cabeza con otro
pastel, esta vez de un brillante arándano.
La nota en este pastel era más grande
y claramente legible. "Quizá quieras leer la nota en ese
pastel," Harry observó. "Pienso que esta vez es para ti."
El Slytherin la alcanzó despacio, tomó
el molde de la torta, le dio la vuelta con un húmeda masa cayéndose
y desparramando más arándano sobre el suelo, y leyó una nota que
decía:
ADVERTENCIA
NINGUNA MAGIA PUEDE SER
USADA EN EL CONCURSANTE
MIENTRAS EL JUEGO ESTE EN
PROGRESO
MÁS INTERFERENCIAS EN EL
JUEGO
SERÁN REPORTADAS A LAS
AUTORIDADES DEL JUEGO
La expresión de puro desconcierto en
la cara del Slytherin era una mirada de arte. Harry pensó que le
podría estar empezando a agradar este Controlador del Juego.
"Mira," Harry propuso,
"¿quieres llamarlo un empate? Creo que las cosas se están
saliendo fuera de control aquí. ¿Qué tal si regresas a Slytherin y
yo regreso a Ravenclaw y todos nos serenamos un poco, de acuerdo?"
"Tengo una mejor idea," siseó
el Slytherin más grande. "¿Qué tal si accidentalmente te
quiebras todos los dedos?"
"Cómo en el nombre de Merlín
arreglas un accidente creíble tras hacer una amenaza en frente de
una docena de testigos, idiota -"
Lentamente el Slytherin más grande,
deliberadamente se acercó hacia la mano de Harry, y Harry se quedó
congelado, la parte de su cerebro que estaba dándose cuenta de la
edad y fuerza del otro chico luchando para hacerse escuchar,
gritando, ¿QUE RAYOS ESTOY HACIENDO?
"¡Espera!" exclamó alguno
de los otros Slytherins, su voz abruptamente llena de pánico.
"¡Alto, de verdad no deberías hacer eso!"
El Slytherin más grande lo ignoró,
tomando la mano derecha de Harry firmemente con su mano izquierda, y
tomando el dedo indice de Harry en su mano derecha.
Harry contempló al Slytherin directo a
los ojos. Parte de Harry estaba gritando, no se suponía que esto
pasará, no estaba permitido que esto pasara, los adultos
nunca permitirían que algo como esto realmente pasara -
Despacio, el Slytherin comenzó a
doblar su dedo indice hacía atrás.
De hecho aún no ha roto mi dedo y
es inferior a mí amedrentarse antes de que lo haga. Hasta entonces,
esto sólo es otro intento de causar miedo.
"¡Alto!" insistió el
Slytherin que había objetado antes. "¡Alto, esta es una muy
mala idea!"
"Estoy bastante de acuerdo,"
dijo una helada voz. La voz de una mujer mayor.
El Slytherin más grande dejo ir la
mano de Harry y retrocedió de un saltó como si lo hubiera quemado.
"¡Profesora Sprout!" chilló
uno de los Hufflepuffs, sonando tan alegre como nadie que Harry
hubiera escuchado en su vida.
Dentro del campo de visión de Harry,
al voltearse, siguió los pasos de una regordeta y menuda mujer con
desarreglado cabello gris rizado y ropas cubiertas con suciedad. Ella
apuntó un dedo acusador a los Slytherins. "Explíquense ustedes
mismos," ella ordenó. "¿Qué están haciendo con mis
Hufflepuffs y..." ella lo miró a él. "Mi buen estudiante,
Harry Potter."
Uh oh. Era correcto, fue SU clase la
que me perdí esta mañana.
"¡Amenazó con matarnos!"
espetó uno de los Slytherins, el mismo que había pedido un alto.
"¿Qué?" Harry cuestionó
categóricamente. "¡No lo hice! ¡Si fuera a matarte no
haría amenazas públicas primero!"
Un tercer Slytherin no pudo evitar
reírse y luego se detuvo abruptamente cuando los otros chicos le
dirigieron mortales miradas.
La Profesora Sprout había adoptado una
expresión de gran escepticismo. "¿Qué amenaza de muerte sería
esta, exactamente?"
"¡La Maldición Asesina! ¡Él
pretendía usar la Maldición Asesina sobre nosotros!"
La Profesora Sprout se volteó para ver
a Harry. "Sí, una amenaza bastante terrible viniendo de un niño
de once años. Aunque aún así eso no es algo que ni siquiera
se debería soñar pretender, Harry Potter."
"Ni siquiera conozco las palabras
para la Maldición Asesina," Harry replicó prontamente. "Y
ni siquiera tuve mi varita afuera en ningún momento."
Ahora la Profesora Sprout le estaba
dando a Harry una mirada escéptica. "Supongo que este chico se
golpeó a si mismo con dos pasteles, entonces."
"¡Él no uso su varita!"
espetó uno de los jóvenes Hufflepuffs. "¡Tampoco se cómo lo
hizo, él sólo chasqueó sus dedos y hubo pastel!"
"En serio," comentó la
Profesora Sprout tras una pausa. Ella sacó su propia varita. "No
te castigaré, ya que pareces ser la victima aquí, ¿pero te
importaría si reviso tu varita para verificar eso?"
Harry extrajo su varita. "Que debo
-"
"Prior Incantato,"
dijo Sprout. Ella frunció el ceño. "Es raro, tu varita no
parece haber sido usada para nada."
Harry se encogió de hombros. "No
lo ha sido, en verdad, Sólo obtuve mi varita y libros escolares hace
unos pocos días."
Sprout asintió. "Entonces tenemos
un claro caso de magia accidental de un chico que se sintió
amenazado. Y las reglas plenamente establecen que tú no serás
responsabilizado por ello. En cuanto a ustedes..." ella
se dirigió a los Slytherins. Sus ojos cayeron deliberadamente hacia
los libros de Neville yaciendo sobre el piso.
Hubo un largo silencio durante el cual
ella observó a los cinco Slytherins.
"Tres puntos de Slytherin, cada
uno," ella habló finalmente. "Y seis de él,"
apuntando al chico cubierto el pastel. "Nunca más te entrometas
con mis Hufflepuffs otra vez, o con mi estudiante Harry Potter
tampoco. Ahora váyanse."
No tuvo que repetirlo; los Slytherins
se voltearon y se alejaron muy rápidamente.
Neville fue y empezó a recoger sus
libros. Era como si estuviera llorando, pero sólo un poquito. Podría
haber sido una reacción tardía, o podría haber sido porque los
otros chicos lo estaban ayudando.
"Muchas gracias, Harry
Potter," la Profesora Sprout le reconoció a él. "Siete
puntos para Ravenclaw, uno por cada Hufflepuff que ayudaste a
proteger. Y no diré nada más."
Harry parpadeó. Había estado
esperando algo más entre las lineas de un sermón sobre alejarse de
los problemas, y un regañó bastante severo por perderse su primera
clase.
Tal vez sí debió haber ido a
Hufflepuff. Sprout era cool.
"Scourgify," Sprout
señaló al desastre de pastel en el piso, el cual prontamente
desapareció.
Y ella se fue, caminando a lo largo del
pasillo que llevaban al cuarte verde del estudio.
"¿Cómo hiciste eso?"
silbó uno de los chicos de Hufflepuff tan pronto como ella se fue.
Harry sonrió con aire de suficiencia.
"Puedo hacer que cualquier cosa que yo quiera pase con tan sólo
chasquear mis dedos."
Los ojos del chico se abrieron de par
en par. "¿De verdad?"
"No," negó Harry. "Pero
cuando le estés contando esta historia a todos asegúrate de
compartirla con Hermione Granger la Ravenclaw de primer año, ella
tiene una anécdota que hallarás divertida." Él no tenía
absolutamente ni el menor indicio de lo que estaba pasando, pero él
no era de dejar pasar la oportunidad de aumentar su creciente
leyenda. "Oh, ¿y que fue todos eso sobre la Maldición
Asesina?"
El chico le dio una extraña mirada.
"¿Realmente no lo sabes?"
"Si lo supiera, no estaría
preguntando."
"Las palabras para la Maldición
Asesina son," el chico tragó saliva, y su voz cayó hasta ser
un susurro, y mantuvo sus manos lejos de sus costados como si
quisiera dejar claro que no estaba sosteniendo una varita, "Avada
Kedavra."
Bueno por supuesto que lo eran.
Harry puso esto en su creciente lista
de cosas para nunca contarle a su Padre, el Profesor Michael
Verres-Evans. Era lo suficientemente malo hablar sobre cómo eras la
única persona en sobrevivir la temible Maldición Asesina, sin tener
que admitir que la Maldición Asesina era "Abracadabra."
"Ya veo," Harry comentó tras
una pausa. "Bueno, esta es la última vez que digo eso
antes de chasquear mis dedos." Aunque había producido un
efecto que podría ser tácticamente útil.
"Por qué tú -"
"Criado por Muggles, los Muggles
piensan que es un chiste y que es divertido. Seriamente, eso es lo
que pasó. Lo siento, ¿pero puedes recordarme tu nombre?"
"Soy Ernie Macmillan,"
respondió el Hufflepuff. Extendió su mano, y Harry la estrechó.
"Es un honor conocerte."
Harry ejecutó una ligera reverencia.
"Encantado de conocerte, puedes omitir lo del honor y todo eso."
Luego los otros chicos se agruparon
alrededor y hubo un súbito flujo de introducciones.
Cuando hubieron terminado, Harry tragó
saliva. Esto va a ser muy difícil. "Mmm... si todos me
disculpan... Tengo algo que hablar con Neville -"
Todos los ojos se voltearon a Neville,
quien retrocedió un paso, su cara viéndose aprehensiva.
"Supongo," Neville murmuró
con diminuta voz, "que vas a decirme que debí haber sido más
valiente -"
"¡Oh, no, nada de eso!"
Harry se apresuró a aclarar. "Nada que ver con eso. Es
sólo, mmm, algo que el Sombrero Seleccionador me contó -"
Inesperadamente los otros chicos se
vieron muy interesados, excepto por Neville, quien se veía incluso
más aprehensivo.
Parecía haber algo bloqueando la
garganta de Harry. Sabía que sólo debía soltarlo bruscamente, y
era como si se hubiera tragado un enorme ladrillo que estaba atascado
en el camino.
Era como si Harry tuviera que tomar
control manualmente de sus labios y producir cada silaba
individualmente, pero se las arreglaba para hacerlo pasar. "Yo
lo, sien, to." Exhaló y tomó una profunda respiración. "Por
lo que hice, mmm, el otro día. Tú... no tienes que ser cortes al
respecto ni mucho menos, Comprenderé si me odias. Esto no es sobre
mí intentado ser cool al disculparme o que tú tengas que aceptar mi
disculpa. Lo que hice estuvo mal."
Hubo un pausa.
Neville apretó sus libros contra su
pecho. "¿Por qué lo hiciste?" preguntó con una fina,
vacilante voz. Parpadeó, como esforzándose por aguantar las
lágrimas. "¿Por qué todos tienen que hacer eso,
incluso el Niño-Que-Vivió?"
De pronto Harry se sintió más pequeño
de lo que nunca se había sentido en toda su vida. "Lo siento,"
Harry habló de nuevo, su voz ahora enronquecida. "Es sólo
que... te veías tan asustado, era como si hubiera un signo sobre tu
cabeza diciendo 'victima', y quería mostrarte que las cosas no
siempre salen tan mal, que a veces los monstruos te dan chocolate...
pensé que si te enseñaba eso, podrías darte cuenta que no había
tanto por lo que tener miedo -"
"Pero sí lo hay,"
susurró Neville. "¡Lo viste hoy, sí lo hay!"
"Ellos no habrían hecho nada
realmente malo en frente de testigos. Su principal arma es el temor.
Por eso es que te eligieron a ti, porque ellos pueden ver que
tienes miedo. Quería hacerte menos temeroso... mostrarte que el
miedo era peor que la cosa en si misma... o eso fue lo que me dije a
mi mismo, pero el Sombreo Seleccionador me reveló que me estaba
mintiendo y que realmente lo hice porque era divertido. Por eso es
que me estoy disculpando -"
"Me lastimaste," lo
interrumpió Neville. "Justo ahora. Cuando me agarraste y me
apartaste de ellos." Neville alargó el brazo y señaló adonde
Harry lo había agarrado. "Podría tener un moretón después de
lo duro que me empujaste. Me lastimaste peor de lo que cualquiera de
los Slytherins hicieron al chocar conmigo, en verdad."
"¡Neville!" chilló
Ernie. "¡Él estaba intentando salvarte!"
"Lo siento," susurró Harry.
"Cuando vi eso yo sólo me puse... muy enojado..."
Neville lo vio fijamente. "Por eso
me jalaste realmente fuerte y te pusiste donde yo estaba y fuiste,
'Hola, soy el Niño-Que-Vivió'."
Harry asintió.
"Creo que algún día vas a ser
muy cool," Neville concluyó. "Pero en este momento, no lo
eres."
Harry se tragó el inesperado nudo en
su garganta y se alejó. Continuó bajando por el corredor hacia la
intersección, luego giró a la izquierda y siguió caminando, a
ciegas.
¿Qué se suponía que debía
hacer aquí? ¿Nunca enojarse? No estaba seguro que pudiera haber
hecho cualquier cosa son estar enojado y quien sabe que le pudo haber
pasado a Neville y sus libros entonces. Además, Harry había leído
suficientes libros de fantasía para saber cómo esto iba a
parar. Intentaría suprimir la ira y él fallaría y seguiría
viniendo una y otra vez. Y tras este largo viaje de
auto-descubrimiento él aprendería que su ira era parte de él y que
sólo al aceptarla podría usarla sabiamente. Star Wars era el
único universo en el cual la respuesta de hecho era que se
suponía que cortaras de ti mismo las emociones negativas, y algo
sobre Yoda siempre había hecho que Harry odiara a ese pequeño
tarado verde.
Por lo que el obvio plan para ahorrar
tiempo era saltarse el viaje de auto-descubrimiento e ir directo a la
parte donde se daba cuenta que únicamente al aceptar su ira como
parte de sí podría permanecer en control.
El problema era que no se sentía
fuera de control cuando estaba enojado. La fría ira lo hacía sentir
que estaba en control. Era únicamente cuando miraba hacia
atrás todos los eventos que parecía que... todo había
explotado fuera de control, de algún modo.
Se preguntó que tanto le preocupaban
esta clase de cosas al Controlador del Juego, y si había ganado o
perdido puntos por ello. El mismo Harry se sentía como si hubiera
perdido un buen número de puntos, y estaba seguro de que la anciana
en la pintura le habría dicho que esa era la única opinión que
importaba.
Y Harry también se estaba preguntando
si el Controlador del Juego había enviado a la Profesora Sprout. Era
el pensamiento lógico: la nota que había amenazado con notificar a
las Autoridades del Juego, y luego la Profesora Sprout estaba allí.
Tal vez la Profesora Sprout era la Controladora del Juego –
la Jefa de Casa de Hufflepuff sería la última persona
que cualquiera sospecharía, lo cual de modo obligatorio la ponía
casi en la cima del listado de Harry. Había leído una o dos novelas
de misterio, también.
"¿Así qué como lo estoy
haciendo en el juego?" Harry llamó en voz alta.
Una hoja de papel voló sobre su
cabeza, como si alguien la hubiera arrojado detrás de él - Harry se
volteó, pero no había nadie allí – y cuando Harry se volteó de
nuevo hacia adelante, la nota estaba posada en el piso.
La nota decía:
PUNTOS POR ESTILO: 10
PUNTOS POR PENSAR BIEN: -3,000,000
PUNTOS BONUS PARA LA CASA DE RAVENCLAW:
70 (4)
PUNTOS ACTUALES: -2,999,871
TURNOS RESTANTES: 2
"¿Menos tres millones de
puntos?" Harry protestó indignado hacía el pasillo vacío.
"¡Eso parece excesivo! ¡Quiero presentar una apelación con
las Autoridades del Juego! ¿Y cómo se supone que voy a compensar
tres millones de puntos en los próximos dos turnos?"
Otra nota cayó sobre su cabeza.
APELACIÓN: FRACASADA
HACER LAS PREGUNTAS EQUIVOCADAS:
-1,000,000,000,000 PUNTOS
PUNTOS ACTUALES: -1,000,002,999,871
TURNOS RESTANTES: 1
Harry se rindió. Con un turno restante
todo lo que podía hacer era dar su mejor suposición, incluso si no
era muy buena. "Mi conjetura es que el juego representa la
vida."
Una última hoja de papel voló sobre
su cabeza, leyéndose en ella:
INTENTO FRACASADO
FRACASADO FRACASADO
FRACASADO
ASASASASASASASASASASASADODODODODODODODODODODODODODO
PUNTOS ACTUALES: MENOS
INFINITO
HAS PERDIDO EL JUEGO
INSTRUCCIONES FINALES:
ve a la oficina de la
Profesora McGonagall
La última linea era de su puño y
letra.
Harry contempló la linea final por un
rato, luego se encogió de hombros. Bueno. A la oficina de la
Profesora McGonagall sería. Si ella era la Controladora del
Juego...
De acuerdo, honestamente, Harry no
tenía absolutamente ni la menor idea de cómo se sentiría si la
Profesora McGonagall era la Controladora del Juego. Su mente estaba
dibujando un completo blanco. Era, literalmente, inimaginable.
Un par de retratos después – no fue
un viaje muy largo, la oficina de la Profesora McGonagall no estaba
lejos de su salón de clases de Transfiguración, al menos no en los
Lunes de años impares - Harry se plantó afuera de la puerta de su
oficina.
Llamó a la puerta.
"Adelante," contestó la
apagada voz de la Profesora McGonagall.
Él entró.
Notas del traductor
(1) “Una J. K. Rowling brilla
sobre la hora de nuestro encuentro”. En quenya en el original, la
lengua de los elfos de Valinor inventada por J. R. R. Tolkien.
Yudkowsky reemplaza la palabra estrella por el de nuestra amada
autora de Harry Potter. Más sobre el quenya aquí
(2) M. C. Escher
(3) Raven es cuervo
en ingles, por lo que llamar a Harry y a otros de su Casa así tiene
doble sentido. Por cierto, que el ave del escudo de Ravenclaw es un
águila, no un cuervo.
(4) Debería ser 7, pero no sé
porque aparece 70 en el original :?
¿Y entendieron que rayos pasa aquí?
La primer vez yo formulé muchas teorías locas, pero debo aceptar
que me distrajo la trama Harry-Neville. Sin embargo he visto que
ustedes lectores de HPMOR en español son muy listos y hasta ahora
han descifrado los misterios con éxito :O
Sigo descontento porque esta semana
tampoco pude acomodar mejor los capítulos en FFN. Quisiera que se
parezcan más al original en inglés :(
Creo que finalmente he logrado acomodar
mi horario para sacarle el mayor provecho, espero seguir así :D
Ando con varios proyectos e ideas,
ojala alguna fructifique. Gracias por seguir pegados a esta
traducción y hasta el siguiente capítulo :)
Próximo Capítulo: 3 de Octubre
Visita HPMOR para encontrar todo sobre esta historia en inglés.
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