La siguiente entrada contiene Spoilers Enormes para Hajime no Ippo 1002
Reconozco que soy una persona bastante emocional. Me emociono con facilidad, me alegro con facilidad, y me pongo triste con facilidad. Por lo que leer el manga 1002 de Hajime no Ippo lo sentí como una patada en la entrepierna.
Sinceramente, me parece que el autor ha improvisado el resultado de esa pelea. Entiendo que es un arca narrativa en la que el autor ha estado trabajando desde hace tiempo, pero dudo sinceramente que hubiera planeado semejante tragedia para Ippo.
Cuando me vi Ashita no Joe, desde el principio tuve muy claro que se trataba de una tragedia. Era la historia de un peleador callejero que antes era un boxeador profesional y que se había retirado porque mató, sin proponérselo, a su mayor rival y amigo en el cuadrilatero. Con ese inicio, uno sabe a que atenerse.
En cambio Hajime no Ippo parecía ser una historia más optimista. Sí, había peleas muy duras y sangrientas e Ippo no las tenía todas consigo, pero que el personaje acabe desarrollando el Puño Borracho por daño acumulado y que pierda una pelea, que podría ser la última, con un boxeador salido de cualquier lado, mientras sus rivales miran impotentes... Eso es un diabolus ex machina.
No sé si este vaya a ser el final del manga, pero muy bien podría serlo. No me molesta que pasen cosas malas, lo que me molesta es que pasen sin razón. En Ashita no Joe el protagonista murió en su ley, y fue sorprendente pero lógico, sin dejar de ser muy triste. En Tokio Ghoul siempre nos han dejado claro que se trata de una tragedia, y que la vida de Kaneki sea de lo peor no va a extrañar a nadie. Cuando vi el mejor punto de giro que he conocido de una historia en el manhwa de Tower of God, fue una total conmoción, pero al leer en retrospectiva se descubre que todas las pistas para la traición estaban ahí.
Mientras que lo de Ippo es una maldad traída de los pelos. A lo mejor el autor se cansó de la historia, o quién sabe. Es quizá demasiado pronto para enterrar a Ippo, pero la depresión que me provocó fue tan grande que simplemente tenía que desahogarme escribiendo.
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