Buscar este blog

domingo, 12 de abril de 2020

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 112

Capítulo 111             Capítulo 113


Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


dementores
Dementores por Chaos Legion

Capítulo 112: Fracaso, Parte 2


Incluso cuando Harry estaba levantando la pistola, él sabía que estaba cometiendo un error, lo más profundo de su mente intentó detener su mano, pero la sensación de que era incorrecto no se propagó lo suficientemente rápido como para evitar que su dedo jalara el gatillo -

El eco de los disparos murió dentro del cementerio.

Una fracción de segundo después antes que Harry hubiera jalado el gatillo, Voldemort había apuntado su varita hacia abajo, y un ancho muro con la tierra del cementerio se alzó entre ellos, interceptando las tres balas.

Un instante después de eso, la llama de dolor en la cicatriz de Harry, sintió que era tocado por toda su piel; y luego el monedero de Harry, ropas, pistola, todo excepto su varita desapareció, dejándolo desnudo excepto por la varita aún en su mano derecha, y los anteojos que había Encantado para quedarse pegados a su nariz. El anillo de acero sobre su meñique izquierdo fue arrancado con suficiente fuerza como para raspar su piel, llevándose la joya Transformada consigo.

"Eso," dijo la voz de Voldemort desde atrás del muro de tierra, "fue absolutamente predecible. ¿Realmente crees que yo gritaría en voz alta para que tú lo escuches, si mi inmortalidad fuera interrumpida? ¿En serio, niño estúpido? Baja la varita, no la levantes en ningún momento, o morirás en ese mismo instante."

Harry tragó saliva, y apuntó su varita hacia abajo. "Usted habría estado decepcionado de mí," Harry replicó, su propia voz era inesperadamente alta, "de no haber aprovechado una oportunidad como esa, a eso me refiero." No había tiempo de pensar, y la boca de Harry estaba operando en piloto automático para intentar aplacar tiranos malvados que podrían tener sentimientos paternales por ti y cuyo asesinato acababas de fracasar.

Voldemort salió detrás del muro de tierra dando un rodeo, sonriendo con esa horrible sonrisa que parecía contener demasiado dientes. "Prometí no alzar mi mano ni mi varita contra ti, niño, si tú no llegabas a alzar tu mano ni tu varita contra mí."

"Usé balas," Harry dijo, voz todavía alta. "Eso no es un puño ni un hechizo."

"Mi maldición piensa diferente. Esa es una pieza del rompecabezas que no tenías. ¿Creíste que iba a dejar que la paz entre nosotros fuera producto de la mera fortuna? Antes de crearte, invoqué una maldición sobre mí mismo y todos los otros Tom Riddle que fueran a descender de mí. Una maldición para forzar que ninguno de nosotros fuera a amenazar la inmortalidad de los otros, siempre y cuando el otro no hiciera un intento contra nosotros. Típico de ese ridículo fiasco, la maldición terminó atándome a mí, pero no tuvo efecto sobre el infante que había perdido su personalidad." Una baja, letal carcajada. "Ssin embargo acabass de intentar terminar mi vida, niño esstúpido. Ahora mi maldición ha ssido removida, y te puedo matar en cualquier momento que lo dessee."

"Ya veo," Harry habló. Sí lo veía; por eso era que Voldemort le había informado sobre el sistema horrocrux para empezar, nada más para preparar el momento cuando Harry conscientemente fuera a intentar violar su inmortalidad. La mente de Harry estaba recorriendo frenéticamente diversas opciones, ninguna de las cuales parecía útil. Su monedero, sus ropas, Harry observó bajo la luz de la luna que ahora todo eso estaba en otro montón al lado del altar, fuera de su alcance. "¿Y ahora usted me va a matar?" Harry todavía tenía su varita, era de presumir que el Señor Oscuro no podía lanzar su propia magia sobre eso, o sus anteojos, por la disonancia. ¿Lanzar mi hecho primero? No, Voldemort nada más iba a bajar su varita para hacer otro escudo, luego me dispara - ¿qué más le quedaba? ¿QUÉ OTRA COSA?

"Aún un tonto. De no haber más asuntos entre nosotros, ya estarías muerto." El muro de tierra se derrumbó tras otro gesto de la varita, y Voldemort se movió con agilidad hacia el montón de objetos al lado del altar. El Señor Oscuro extendió una mano, y el diario de Roger Bacon voló hacia él. "Esste ess, en efecto, el horrocrux de niña-chica, mi verssión ssuperior." En su otra mano apareció un pergamino. "Esste ess el ritual para ressucitarla, ssi tiene que sser hecho de nuevo. Lass Insstruccioness sson honesstass, ssin trampass. Recuerda que el esspíritu de la niña-chica no puede flotar libre como fantassma, Piedra de la Ressurrección ess mi horrocrux, no de ella. No vayass a perder ssu horrocrux, o ssu esspíritu podría quedar atrapado ahí." Voldemort se agachó, recogió el monedero de Harry, introdujo tanto el diario como el pergamino. "Recuerda esso, en casso de que algo no ssalga bien con lo ssiguiente."

"No comprendo lo que está sucediendo," Harry declaró. No había otra cosa por decir. "Por favor deme una explicación."

El Señor Oscuro ahora estaba mirando a Harry con una mirada siniestra. "Cuando niña-chica murió, yo esstaba en compañía de la Adivina de la esscuela, esscuché profecía que habla de cómo tú te vass a convertir en una fuerza de desstrucción massiva. Te vass a convertir en una amenaza que va máss allá de la imaginación, máss allá del apocalipssiss. Por esso ess que me essforcé tanto en desshacer mi assessinato de la niña-chica, y mantenerlo desshecho."

"Está," qué "está usted seguro," qué.

"No me atrevo a sser esspecífico contigo. La Profecía que esscuché de mí missmo me llevó a hacerla realidad. No he olvidado esse dessastre." Voldemort se alejó aún más de Harry, ojos rojos hendidos fijos sobre el Niño-Que-Vivió, pistola sin temblar en su mano izquierda. "Todo essto, todo lo que he hecho, ess para aplasstar esse desstino en cualquier punto de intervención. Ssi algún desstino me hace fracassar con lo ssiguiente, niño-idiota de la profecía de la desstrucción, entoncess debess matarte a ti missmo para ssalvar a la niña-chica. De otro modo todo lo que afirmass valorar morirá por tu propia mano."

"Yo," la voz de Harry subió un octavo, "Yo," otra octava, "yo real realmente no haría algo como eso, ¡en serio!"

"Ssilencio, tonto. Permanece en ssilencio a menoss que yo te indique que puedess hablar. Mantén tu varita apuntada hacia abajo y no la levantess a menoss que yo te lo diga. De lo contrario vass a morir de inmediato, y recuerda que lo esstoy diciendo en Lengua Parssel." Voldemort volvió a acercarse al altar.

Por un segundo la mente de Harry no pudo procesar lo que estaba observando, y luego vio que Voldemort estaba sosteniendo un brazo humano, cercenado cerca del hombro; parecía demasiado delgado, ese brazo.

El Señor Oscuro presionó su varita contra la carne a la altura del codo del brazo cortado, y los dedos se crisparon, se crisparon como si estuvieran vivos; bajo la tenue luz de la luna Harry vio que una marca oscura apareció sobre la carne, justo encima del codo.

Segundos después la primera figura encapuchada apareció dentro del cementerio con el sonido de estallido de una Aparición. Un momento después se oyó otro estallido, y luego otro.
Las figuras encapuchadas tenían máscaras de esqueleto plateadas, y la luz de luna huyó de las túnicas bajo esas máscaras.

"¡Maestro!" gritó una de las túnicas negras, la tercera en llegar. La voz era de un timbre peculiar, detrás de la máscara de esqueleto plateada. "Maestro - ha pasado tanto tiempo - habíamos perdido la esperanza -"

"¡Silencio!" bramó la voz alta del Señor Oscuro Voldemort. Todo rastro del Profesor Quirrell se había ido de la figura demasiado alta. "Apunten sus varitas sobre el Niño-Que-Vivió, ¡y lo deben vigilar! ¡No se distraigan, por ninguna cosa! ¡Lo deben paralizar si se mueve, o si empieza a hablar!"

Más estallidos. Entre las tumbas, detrás de un árbol, en todos los lugares sombríos, más túnicas estaban Apareciendo, todas encapuchadas y enmascaradas. Algunos soltaron exclamaciones de alegría, muchas de esas exclamaciones sonaron bastante forzadas; otros avanzaron como para saludar a su Maestro. Voldemort les dio a todos la misma instrucción, excepto aquellos a quienes se les ordenó usar Crucio si Harry Potter se movía, a otros les dijo atar al Niño-Que-Vivió si se movía, otros debían disparar maleficios y maldiciones, otros debían cancelar su magia.

Treinta y siete estallidos, Harry contó hasta que las túnicas negras y máscaras de esqueleto dejaron de llegar.

Todos ellos estaban apuntando sus varitas a Harry, alineados en un semicírculo ante él, donde no iban a interferir con la línea de fuego de los demás.

Harry continuó apuntando su varita hacia abajo, hasta ahora se le había dicho eso, si la intentaba levantar, iba a morir. Permaneció en silencio, hasta ahora se le había indicado que si intentaba hablar, iba a morir. Intentó no temblar bajo la temperatura decreciente de la noche, pues estaba desnudo, y el frío se estaba incrementando.

Sabes, comentó la última voz dentro de Harry, la voz de la esperanza, creo que esto se está poniendo bastante malo incluso para mis estándares.

...

Capítulo 111             Capítulo 113


Nota del Traductor (5 de Abril de 2.020)


El siguiente episodio está alrededor de las 4.000 palabras, a ritmo de cuarentena, debería publicarlo el 8 de Abril de 2.020 en Patreon y el 15 de Abril en el blog de Rhaidot y FNN.

Faltan 10 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem.


Si lo deseas puedes apoyarme en el Patreon de Rhaidot.


Gracias por leer.


No hay comentarios: