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domingo, 3 de mayo de 2020

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 120

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


hpmor podcast
Imagen del podcast de HPMOR en Inglés

Capítulo 120: Conclusión, Algo Para Proteger, Draco Malfoy


Nota del Autor: Buen viaje, Terry Pratchett, 1948-2015. Tus personajes fueron una inspiración para mí, y ahora puedo ver cuánto me enseñaron sobre Personajes de Inteligencia de Nivel 1 y Nivel 3: que la consciencia de ser a menudo se manifiesta como humor o consciencia de los clichés; que una chispa interna hacia el mejoramiento puede brillar con igual fulgor a través de los personajes que se dice (pero no se muestran) son miserables y estúpidos; que los personajes inteligentes pueden avanzar junto con una chispa de bondad y luz corriendo a través de la historia, en vez de cinismo. Desearía haberte conocido, y haber charlado sobre tus métodos. Fuiste amado por muchos, y de seguro al menos una persona habría destrozado las fundaciones de la realidad para traerte de regreso; pero tu cerebro está muerto y caliente ahora, así que tu historia ha terminado.

Incluso si las estrellas deben morir en el cielo,

Nuestros pecados nunca pueden ser borrados.

Ni una sola muerte será perdonada

Cuando se desvanezca por fin el último sol luminoso.

Entonces dentro del frío y silencioso negro

Mientras la luz y la materia se acaban,

Tendremos una última retrospectiva

Y celebraremos a un amigo ausente.


Un buen lugar para empezar a leer a Pratchett es el libro Mort.

...

El niño estaba sentado en una oficina cercana a donde la otrora Directora Adjunta había tenido la suya. Sus lágrimas se habían secado desde hace horas. Ahora sólo quedaba esperar para ver qué iba a suceder con él, el huérfano protegido por Hogwarts, cuya vida y felicidad yacía en las manos de los enemigos de su familia. El niño había sido llamado a este cuarto, y había venido porque no había otra cosa por hacer ni otro lugar al cual ir. Vincent y Gregory lo habían dejado solo, pues sus madres los habían llamado para asistir a los funerales apresurados de sus padres. Quizá el niño tendría que haber ido con ellos, pero no fue capaz de obligarse a hacerlo. No habría sido capaz de actuar la parte de un Malfoy. La sensación de vacío que lo había llenado era tan profunda que no había dejado espacio ni siquiera para la pretensión de cortesía.

Todos estaban muertos.

Su padre estaba muerto, y su padrino el Sr. MacNair, y su padrino de respaldo el Sr. Avery. Incluso Sirius Black, el primo de su madre, se las había arreglado para morir, y los que quedaban de la Casa Black no eran amigos de ningún Malfoy.

Todos estaban muertos.

Hubo un llamado sobre la puerta de la oficina; y luego, cuando el niño no contestó, la puerta se abrió, revelando -

"Vete," Draco Malfoy le dijo al Niño-Que-Vivió. No pudo meter fuerza en ninguna de sus palabras.

"Pronto lo haré," Harry Potter replicó, al tiempo que entró en el cuarto. "Pero hay una decisión que debe ser tomada, y únicamente depende de ti."

Draco giró su cabeza hacia la pared, porque el mero hecho de observar a Harry Potter requería más energía de la que tenía.

"Tienes que decidir," Harry explicó, "que le va a pasar a Draco Malfoy después de esto. No lo digo de una manera ominosa. Sin importar qué, vas a crecer para ser el rico heredero de una Más Noble y Antigua Casa. Lo que pasa es que," la voz de Harry estaba temblando, "lo que pasa es que, hay una horrible verdad que no sabes, y sigo pensando que si tú lo supieras, me dirías que ya no sea tu amigo. Y yo no quiero dejar de ser tu amigo. Sin embargo - nunca decirte - y mantener siempre esa mentira para seguir siendo tu amigo - no puedo hacer eso. Eso también sería incorrecto. Yo no... ya no quiero esto, no te quiero manipular. Ya te he hecho demasiado daño."

Entonces ya no sigas intentando ser mi amigo, de todos modos no eres bueno para eso. Las palabras llegaron hasta la consciencia de Draco, y fueron rechazadas en sus labios. Sentía como si también hubiese perdido a Harry por completo, por los juegos que Harry había orquestado con su amistad, las mentiras y manipulaciones; y aún así el pensamiento de regresar a Slytherin solo, quizá sin Vincent y Gregory si sus madres le ponían fin al acuerdo... Draco no quería hacer eso, no quería regresar a Slytherin y vivir su vida únicamente entre personas que habían aceptado ser Seleccionados en la Casa Slytherin. Draco apenas y tenía la suficiente sensibilidad como para recordar que muchos de sus amigos reales también eran amigos de Harry, que Padma era una Ravenclaw e incluso Theodore era un Teniente Caótico. Ahora todo lo que quedaba de la Casa Malfoy era una tradición; y esa tradición decía que no era muy astuto pedirle al ganador de la guerra que se fuera y dejara de ser tu amigo.
"De acuerdo," Draco pronunció con voz hueca. "Dime."

"Eso es lo que voy a hacer," Harry explicó. "Y luego la Directora vendrá después de que yo me vaya, y va a sellar la última media hora de tu memoria. Pero antes de eso, sabiendo toda la verdad, podrás decidir si quieres seguir involucrado conmigo." La voz de Harry' seguía temblando. "Pues. De acuerdo a los registros que leí antes de venir aquí, la historia realmente empezó en 1926 con el nacimiento de un mago de sangre mestiza llamado Tom Morfin Riddle. Su madre murió tras dar a luz, y creció en un orfanato Muggle, hasta que su carta de Hogwarts le fue entregada por el Profesor Dumbledore..."

El Niño-Que-Vivió continuó hablando, palabras que fueron aplastando lo que quedaba de la mente de Draco como una casa siendo derribada.

El Señor Oscuro había sido un sangre mestiza. Nunca había creído en la pureza de sangre ni por una fracción de segundo.

Tom Riddle se había inventado la idea del Señor Voldemort como un mal chiste.

Se suponía que los Mortífagos debían perder con David Monroe, para que Monroe pudiera apoderarse de todo.

Tras rendirse con eso, Tom Riddle siguió jugando a Voldemort en vez de intentar ganar, porque le había gustado ser el jefe de los Mortífagos.

Voldemort me usó para intentar culpar a Padre de mi intento de homicidio, luego me volvió a usar para conseguir la Piedra Filosofal. Draco no podía recordar esa parte, aunque ya le habían dicho que había sido usado como un peón junto con la Profesora Sprout, y que ningún cargo le sería levantado.

Y luego el horror final.

"Tú -" susurro Draco Malfoy. "Tú -"

"Yo soy el que asesinó a tu padre y el resto de Mortífagos ayer en la noche. Se les había ordenado dispararme en el momento que yo hiciera cualquier cosa, así que los tuve que matar para tener la oportunidad de enfrentar a Voldemort, quien era un peligro para el mundo entero." La voz de Harry Potter era tensa. "No pensé en ti ni en Theodore ni Vincent ni Gregory, pero de haberlo hecho, eso no me habría detenido. Mi mente se las arregló para no darme cuenta en el momento que el Sr. Blanco era Lucius, aunque de haberme dado cuenta, de todos modos no podía correr el riesgo de dejarlo con vida, en caso de que supiera magia sin varita. Sí tuve el pensamiento desde hace mucho que sería muy conveniente, en términos de terreno político, que todos los Mortífagos se murieran de repente. Siempre pensé que los Mortífagos eran personas horribles, mucho más de lo que te permití saber, desde el primer día en que nos conocimos. Pero si tu padre no hubiese estado allí, y yo hubiese tenido un botón para poderlo matar remotamente, no habría presionado el botón solamente por razones políticas. La forma en que me siento sobre lo que he hecho, y si eso es remordimiento o no... bueno, hay una parte de mí que está gritando por el horror general de haber matado a alguien. Y otra parte que afirma que desde un punto de vista moral, los Mortífagos ya habían renunciado a sus vidas el día que aceptaron unirse a Voldemort. Me apuntaron con sus varitas primero, bla bla y otras cosas. Sin embargo ahora mismo me siento mal por todo lo que te he hecho a ti. Otra vez. Me siento como si," la voz de Harry Potter se apagó un poco, "todo lo que hago te termina lastimando, sin importar mis buenas intenciones, que solamente terminas perdiendo cosas al estar a mi lado, así que si me pides alejarme por completo de Draco Malfoy después de esto, entonces lo voy a hacer. Y si quieres que intente ser tu amigo de verdad, sin intentar manipularte nunca más, sin volverte a usar de nuevo o correr el riesgo de volverte a herir, entonces lo voy a hacer, juro que lo voy a hacer."

El próximo Señor Malfoy estaba llorando, abiertamente en frente de su enemigo, abandonados el decoro y la compostura, porque ya no le quedaba nadie por quién guardar las apariencias.

Una mentira.

Una mentira.

Todo había sido una mentira, todo era un montón de mentiras una sobre la otra, mentiras mentiras mentiras -

" deberías morir," Draco se forzó a hablar. "Tendrías que morir por haber asesinado a mi Padre." Las palabras sólo lo llenaron con más vacío, pero tenían que ser pronunciadas.

Harry Potter solamente sacudió su cabeza. "¿Y si esa no es una opción?"

"Deberías ser herido."

Harry nada más sacudió su cabeza de nuevo.

El Niño-Que-Vivió presionó al Señor Malfoy para una decisión.

El Señor Malfoy se rehusó a responder. No lo podía decir, no se podía obligar a decirlo, ni sí ni no. No quería que el ganador de la guerra y sus amigos mutuos lo fueran a abandonar, y tampoco le iba dar a Harry la absolución que él deseaba.
Así que Draco Malfoy se rehusó a responder, y entonces el tiempo de esa memoria contenida terminó.

...

El niño estaba sentado en una oficina cercana a donde la otrora Directora Adjunta había tenido la suya. Sus lágrimas se habían secado desde hace horas. Ahora sólo quedaba esperar para ver qué iba a suceder con él, el huérfano protegido por Hogwarts, cuya vida y felicidad yacía en las manos de los enemigos de su familia. El niño había sido llamado a este cuarto, y había venido porque no había otra cosa por hacer ni otro lugar al cual ir. Vincent y Gregory lo habían dejado solo, pues sus madres los habían llamado para asistir a los funerales apresurados de sus padres. Quizá el niño tendría que haber ido con ellos, pero no fue capaz de obligarse a hacerlo. No habría sido capaz de actual la parte de un Malfoy. La sensación de vacío que lo había llenado era tan profunda que no había dejado espacio ni siquiera para las mentiras..

Todos estaban muertos.

Todos estaban muertos, y todo había sido fútil desde el principio.

Hubo un llamado sobre la puerta de la oficina, y luego, tras una pausa cortes, se abrió para revelar a la Directora McGonagall, vestida igual de como se había vestido cuando era una Profesora. "¿Sr. Malfoy?" la victoriosa enemiga de su familia habló. "Por favor venga conmigo."

Con desgano, Draco se puso de pie, y la siguió afuera de la oficina. Ver a Harry Potter esperando al lado de ella lo hizo vacilar, sin embargo su mente simplemente se cerró.

"Aquí está la última cosa," Harry Potter explicó. "La encontré en un pergamino doblado cuyo exterior tenía escrito que era el arma final para ser usada contra la Casa Malfoy, que no debía leer más hasta que la guerra estuviera a punto de perderse. No te lo quise mencionar antes porque pensé que podría predisponer tu decisión de manera injusta. Si fueras una buena persona que nunca asesinó ni mintió, pero tuvieras que hacer una o la otra, ¿cuál sería peor?"

Draco lo ignoró y continuó en la compañía de la Directora McGonagall, dejando atrás a un Harry de expresión triste.

Llegaron a la vieja oficina de la Directora, donde encendió su fuego Flu con una agitación de su varita, diciendo a la llama verde "oficina de viajes de Gringotts" y entró allí tras una firme mirada dirigida a él.

Por falta de más opciones, Draco Malfoy la siguió.

...

Estaba acostada en la cama, sintiéndose más desganada esa mañana que lo usual, despertó demasiado temprano cuando el Sol apenas empezaba a despuntar - aunque la luz directa del sol era bloqueada por los rascacielos que oscurecían su casa. Una débil nota de resaca roían sus sienes, la boca reseca; intentaba no exagerar con la bebida (aunque no sabía por qué se cuidaba) sin embargo ayer se había sentido... incluso más deprimida que lo usual, como si hubiese perdido algo, de alguna manera. No por primera vez, ni siquiera por centésima vez, consideró mudarse - a Adelaide, a Perth, quizá a Perth Amboy si eso era lo que se necesitaba. Siempre tenía la sensación de que ella tendría que estar en otro lugar; pero aunque podía vivir una vida cómoda con los pagos que la compañía aseguradora le entregaba, no se podía permitir lujos. No se podía permitir vagar por el mundo buscando un lugar que fuera a encajar con su insatisfecha sensación de encajar. Había visto TV por suficiente tiempo, había rentado suficiente documentales de viaje, para saber que ningún lugar le iba a dar una sensación diferente a Sydney.

Se sentía congelada, detenida en el tiempo, desde el accidente de tráfico que había robado sus memorias - no a causa de la familia muerta que ahora no significaba nada para ella, sino por memorias útiles como el funcionamiento correcto de una estufa. Ella sospechaba, no, ella sabía, que fuera lo que su corazón estaba esperando, cual fuera la llave necesaria que se debía girar dentro de ella para hacer que su vida volviera a moverse de nuevo, era una cosa más que había perdido con esa miniván fugitiva. Pensaba sobre eso casi todas las mañanas, intentando deducir qué era lo que le faltaba, faltaba, lo que faltaba en su vida y su mente.

Alguien presionó el timbre de la puerta.

Ella gruñó, girando su cabeza para ver el reloj LED a un lado de su cama. 6:31, decía, con el AM encendido. ¿En serio? Bueno, ese idiota podía esperar hasta que ella saliera a paso lento de la cama, entonces.

A paso lento salió de su cama, ignorando el timbre que volvía a sonar, mientras entró al baño y mientras se vestía.

Bajó las escaleras arrastrando los pies, ignorando la sensación siempre molesta de que alguien más debía abrir la puerta en vez de ella. "¿Quién está allí?" ella le dijo a la puerta cerrada; la puerta tenía una mirilla, pero afuera estaba nublado.

"¿Es usted Nancy Manson?" pronunció la voz de una mujer, hablando con preciso acento Escocés.

"Sí," ella respondió con cautela.

"Eunoe," dijo la voz Escocesa, y Nancy retrocedió conmocionada cuando un rayo de luz salió desde la puerta y la golpeó y...

Nancy se tambaleó, poniendo una mano sobre su frente. Rayos de luz atravesando las puertas y golpeando a la gente, eso era... eso era... eso no era particularmente sorprendente...

"¿Puede abrir la puerta por favor?" pidió la voz de la mujer Escocesa. "La guerra ha terminado y sus memorias deberían regresar pronto. Hay alguien aquí que necesita verla."

Mis memorias -

La cabeza de Nancy se estaba sintiendo atascada, como si algo estuviera a punto de partir algo en su cerebro, aunque se las arregló para estirar la mano y abrir la puerta de un jalón.

Frente a ella estaba una mujer vestida como una (perfectamente normal) bruja, con túnica negra y un alto sombrero puntiagudo -

- y a su lado había un niño, con corto cabello blanco-dorado y vistiendo una (perfectamente normal) túnica oscura con bordes verdes, mirándola fijamente a ella con la boca abierta y ojos abiertos que comenzaban a llenarse de lágrimas.

Túnica de bordes verdes y cabello blanco-dorado...

Algo cálido revolvió su memoria. Sintió como si su corazón saltara hasta su garganta al darse cuenta que la cosa que había estado buscando durante diez años podría estar justo en frente de ella en ese mismo instante. En algún lugar muy profundo dentro de ella, el hielo estaba crujiendo alrededor de su corazón, la pieza de ella que se había detenido desde hace tanto se estaba preparando para moverse de nuevo.

El niño la estaba contemplando a ella, su boca se movía sin producir sonido.

Un nombre misterioso llegó hasta su mente, surgió en sus labios.

"¿Lucius?" ella murmuró.

...

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Nota del Traductor (26 de Abril de 2.020)


El siguiente episodio está alrededor de las 1.000 palabras, a ritmo de cuarentena, debería publicarlo el 27 de Abril de 2.020 para los Patrocinadores y el 4 de Mayo en el blog de Rhaidot y FFN.

Faltan 2 capítulos para el final de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad.

Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, Kbrem y Claudio Andres Cayulao Martinez.


Si lo deseas puedes apoyarme siendo un Patrocinador de Rhaidot.


Gracias por leer.

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