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sábado, 24 de septiembre de 2016

Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad Capítulo 57

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Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad


Capítulo 57

El Experimento de la Prisión Stanford, Cognición Restringida, Parte 7

dumbledore fenix
Fan art por Karen Dutton

Harry tenía la esperanza de haber alcanzado la fusión con su lado oscuro y que sería capaz de invocar todos los beneficios sin ninguna de las desventajas, invocar la prístina claridad y la voluntad indómita con un mero comando, sin necesitar ponerse frío o enojado.

Una vez más, había sobrestimado el progreso que había hecho. Algo había pasado, pero Harry seguía teniendo un misterioso lado oscuro, aún separado de él, y su yo ordinario todavía era domable. Y a pesar del trabajo de reparación que había hecho en el temor de la muerte que poseía a su lado oscuro, no se atrevía a sumergirse en dicha oscuridad mientras estuviera desprotegido en Azkaban, eso era tentar demasiado al destino.

Lo que era infortunado, porque un poco de ese indómito ser le habría venido muy útil en ese momento.

Lo que lo hacía más difícil era que no podía estrellarse contra una pared, no podía romper en lágrimas, ni siquiera podía soltar un suspiro. Su querida Bella lo estaba observando y esas no eran el tipo de cosas que haría su Señor Oscuro.

"Mi Señor -" Bellatrix dijo. Su voz baja y extenuada. "Los Dementores – están llegando – puedo sentirlos, mi Señor -"

"Gracias, Bella," replicó una voz seca, "ya lo sé."

Harry no podía sentir los huecos en el mundo de la misma forma que cuando había estado usando la Reliquia de la Muerte, sin embargo podía sentir el depresivo vacío incrementando su intensidad. Al principio lo había confundido con el resultado de descender por la escalera, hasta que él y Bellatrix ya no siguieron descendiendo y el vacío siguió creciendo. Luego bajó, mientras los Dementores se movían junto con la espiral, y volvió a crecer cuando ellos subieron otro tramo de escaleras... Ahora había Dementores dentro del propio Azkaban, e iban por él. Por supuesto que lo iban a hacer. Harry podía haberse vuelto resistente, mas no estaba escondido.

Nuevo requisito, Harry le comunicó a su cerebro. Encuentra una manera de derrotar a los Dementores que no involucre a mi Encantamiento Patronus. Alternativamente, encuentra otra forma más de esconder a alguien de los Dementores, a parte de la Capa de la Invisibilidad -

Renunció, anunció su cerebro. Busca tú mismo otra pieza de substrato de computación para resolver tus problemas ridícula y excesivamente restringidos.

Lo digo en serio, pensó Harry.

Yo también, afirmó su cerebro. Levanta tu Encantamiento Patronus y espera que los Aurores te encuentren. Se sensato. Se acabó.

Rendirse...

El vacío abrumador pareció jalar con más fuerza, mientras pensaba aquello; y Harry se dio cuenta de lo que sucedía, se concentró más intensamente en las estrellas, alejó su mente de la desesperación -

Sabes, observó la parte lógica de sí mismo, si no te permites considerar ningún pensamiento negativo porque eso le abrirá tu mente a los Dementores, eso también es un prejuicio cognitivo, ¿cómo sabrás de verdad cuando sea el momento de rendirse?

Un desesperado grito lloroso provino de abajo, palabras mezcladas con un "no" y "váyanse". Los prisioneros sabían, los prisioneros lo podían sentir.

Los Dementores se aproximaban.


"Mi Señor, usted – no debería arriesgarse por mí – vuelva a coger su Capa -"

"Guarda silencio, tonta," siseó una voz enojada. "Cuando decida sacrificarte te lo haré saber."

Ella tiene un punto válido, intervino Slytherin. No deberías arriesgarte por ella, de ninguna forma la vida de ella vale más que la tuya.

Por un instante Harry consideró sacrificar a Bellatrix para salvarse a sí mismo -

Y en ese momento, algo de la tenue luz naranja de gas abandonó el corredor, un toque de frío trepó por las puntas de los dedos de Harry. Y supo, entonces, que pensar en entregar a Bellatrix a las sombras de la Muerte, lo haría vulnerable una vez más. Incluso en el momento de hacer la decisión, podía ser que se volviera incapaz de invocar el Encantamiento Patronus, porque habría renunciado al pensamiento que lo había salvado antes.

Se le ocurrió a Harry que todavía podía tomar la Capa de Bellatrix después, aún si no podía lanzar el Encantamiento Patronus; por lo que tuvo que atornillar sus pensamientos lejos de esa opción, enfocarse firmemente en su decisión de no hacerlo, o podría haberse desmayado ahí mismo. Porque el vacío torbellino girando a su alrededor ahora era mortalmente fuerte; había gritos proviniendo de arriba, y los gritos de abajo se habían detenido.

Ésto es ridículo, dijo su parte lógica. Los agentes de la racionalidad no tendrían que aguantar ésta clase de proceso razonador tan censurado, todos los teoremas asumen que tu manera de pensar no afecta la realidad como sí lo hacen tus acciones, por lo cual eres libre de escoger un algoritmo optimo sin preocuparte de cómo tus pensamientos interactúan con los Dementores -

...

Esa es realmente una idea tonta, opinó Gryffindor. Incluso yo creo que es una idea tonta y yo soy tu parte Gryffindor. Seriamente no vas a limitarte a quedarte aquí de pie y -

***

"¡Tenemos una señal fija!" gritó Ora, sosteniendo su espejo mágico en señal de triunfo. "El Dementor afuera de la pared interior apuntó al nivel siete, de la espiral C, ¡ahí es donde están!"

Sus Aurores la estaban mirando con expectación.

"No," Amelia expresó con voz neutral. "Ahí es donde uno de ellos está. Los Dementores todavía no pueden hallar a Bellatrix Black. No vamos a salir corriendo y permitir que ella se escape a través de la confusión, y no vamos a dividir nuestras fuerzas para que nos hagan una emboscada. Siempre y cuando nos movamos con precaución, no podemos perder. Digan a Scrimgeour y Shacklebolt que sigan bajando nivel por nivel, igual que antes -"

El anciano mago ya estaba dando zancadas largas hacia adelante. Amelia ni se molestó en insultarlo, ésta vez, pues una vez más sus escudos cuidadosamente construidos se partieron como agua y ondularon gentilmente en su partida.

***

Harry esperó al principio del corredor, justo al lado de las escaleras que llevaban hacia arriba. Bellatrix y la serpiente estaban detrás de él, escondidos por la Reliquia de la Muerte que Harry había dominado; él sabía, aunque no la podía ver, que la demacrada hechicera estaba sentada en las escaleras, recostada, ya que Harry había retirado su Encantamiento de Levitación para liberar su mente y magia.

Los ojos de Harry estaban fijos en el otro lado del corredor, en las escaleras que llevaban hacia abajo. Ya no en su mente, sino en la realidad verdadera, la luz en el corredor se había reducido, la temperatura había descendido. El miedo tronaba sobre él y a su alrededor como un mar azotado por vientos huracanados, y el vacío abrumador se había vuelto un aullido que lo arrastraba hacia un hoyo negro que se aproximaba.

En lo más lejano de las escaleras al otro lado, flotando con suavidad a través del aire moribundo, llegaron los vacío, las ausencias, las heridas en el mundo.

Y Harry esperó que se detuvieran.

Con toda la voluntad y enfoque que disponía, Harry esperó que se detuvieran.

Anticipó que se iban a detener.

Creyó que se iban a detener.

...esa era la idea, de todos modos...

Harry cerró los peligrosos pensamientos errantes, y espero que los Dementores se detuvieran. Ellos no tenían inteligencia propia, no eran más que heridas en el mundo, su forma y estructura era tomada por las expectativas de los demás. Las personas habían sido capaces de negociar con ellos, ofrecerles victimas a cambio de cooperación, nada más porque ellos creyeron que los Dementores harían un intercambio. Así que si Harry lo creía con suficiente fuerza los vacíos se girarían y se irían, se girarían y se irían.

Sin embargo las heridas en el mundo siguieron acercándose, el miedo arremolinándose como si ya fuera una cosa sólida, el vacío desgarrando la materia tanto como la mente, tanto la substancia como el espíritu, podías ver el metal empezando a erosionarse a medida que los hoyos en el mundo iban pasando.

Un pequeño sonido provino detrás suyo, desde Bellatrix, mas ella no pronunció palabra, porque se le había instruido a permanecer callada.

No pienses en ellos como criaturas, piensa en ellos como objetos psíquicamente sensible, pueden ser controlados si me controlo a mí mismo -

El problema era que no se podía controlar a sí mismo tan fácilmente, no podía forzarse a sí mismo a creer que el azul era verde por un mero acto de voluntad. No podía suprimir aquellos pensamientos sobre cuán irracional era hacerte creer algo a ti mismo. Qué tan imposible era engañarte a ti mismo para creer en algo si sabías que eso era lo que estabas haciendo. Todo el entrenamiento que Harry se había dado a sí mismo contra el auto-engaño se rehusaba a desactivarse sin importar qué tan dañino fuera en éste caso único y especial -

Las sombras de la Muerte cruzaron el punto medio del corredor, y Harry levantó su mano, dedos separados, y comandó con voz firme y confiada, "Alto."

Las sombras de la Muerte se detuvieron.

Detrás de Harry, Bellatrix dejó escapar un resoplido ahogado, como si se lo estuvieran desgarrando.

Harry le hizo un gesto, la señal que le había indicado por adelantado y que significaba, repite lo que escuchaste decir a los Dementores.

"Ellos dijeron," Bellatrix informó, su voz temblorosa, "ellos dijeron, 'Bellatrix Black nos fue prometida. Revela dónde se esconde, y serás perdonado.'"

"¿Bellatrix?" Harry replicó, haciendo que su voz se oyera divertida. "Ella escapó hace mucho."

Un momento después, Harry se dio cuenta que en vez de eso debió afirmar que Bellatrix estaba entre los Aurores en el nivel superior, eso habría causado más confusión -

No, era incorrecto pensar en los Dementores como personas que pudieran ser engañadas, eran meras cosas, eran controlados únicamente por las expectativas -

"Ellos dicen," Bellatrix declaró con voz rota, "dicen que saben que estás mintiendo."

Los vacíos empezaron a avanzar otra vez.

Las anticipaciones de ella son creencias más sólidas que las mías; ella los está controlando, sin querer -

"No te resistas," Harry ordenó, apuntando su varita hacia atrás.

"Yo, te amo, adiós, mi Señor -"

"Somnium."

Había ayudado, de forma extraña, escuchar aquellas particulares y horrendas palabras, entender el error de Bellatrix; le recordó a Harry porqué estaba peleando.

"Alto," Harry demandó de nuevo. Bellatrix ya estaba dormida; ahora sólo su propia voluntad, más bien sus propias expectativas, deberían controlar a las esferas de la aniquilación -

Sin embargo siguieron flotando hacia adelante, y Harry no pudo evitar preocuparse porque quizá la experiencia previa había dañado su confianza, lo que significaba que ya no sería capaz de detenerlos, y se dio cuenta de que estaba pensando en eso, tuvo aún más dudas – necesitaba más tiempo para prepararse, primero debió practicar controlar a un Dementor enjaulado -

Nada más quedaba un cuarto de corredor entre Harry y las sombras de la muerte, los vacíos vientos eran tan fuertes que Harry pudo sentir la erosión iniciando entre las grietas de sí mismo.

Y a Harry le llegó el pensamiento de que quizá estaba equivocado, tal vez los Dementores tenían sus propios deseos y capacidad de planeación. O podía ser que fueran controlados por la forma en que todos pensaban sobre ellos y su funcionamiento, no sólo por quien estuviera cerca de ellos. Y en cualquier caso -

Harry sacó su varita y se ubicó en la posición inicial del Encantamiento Patronus, y habló.

"Uno de ustedes fue a Hogwarts y no regresó. Ya no existe; esa Muerte está muerta."

Los Dementores se pararon en seco, una docena de heridas en el mundo se quedaron quietas, mientras los vacíos gritaban a su alrededor como un viento mortal que no provenía de ningún lado.

"Dense vuelta y no le cuenten a nadie sobre ésto, pequeñas sombras, o los destruiré también."

Los dedos de Harry se deslizaron hacia la posición inicial del Encantamiento Patronus, y se preparó para invocarlo; en su mente, la Tierra resplandecía entre las estrellas, el lado diurno brillaba azul por el reflejo de la luz solar, el lado nocturno titilando con la luz de las ciudades humanas. Harry no estaba fingiendo, no estaba intentando hacer algo para engañar sus pensamientos. Las sombras de la Muerte avanzarían y serían aniquiladas, o se irían, estaba igualmente preparado para cualquiera de las dos...

Y los vacíos se retiraron tan velozmente como llegaron, los vientos de la nada disminuyendo con cada metro que se alejaban, mientras retrocedían por las escaleras que descendían, y se fueron.

Ya fuera que en verdad tuvieran su propia pseudo-inteligencia, o si Harry finalmente había tenido éxito en tener la expectativa de que se fueran... eso, Harry no lo sabía.

Pero se habían ido.

Harry se tomó un momento para sentarse al lado de la inconsciente Bellatrix en las escaleras, y se dejó caer al suelo al igual que ella, cerrando sus ojos por un rato, nada más un poco, por supuesto que no estaba planeando quedarse dormido en Azkaban, mas necesitaba tomarse ese instante. Los Aurores seguirían descendiendo despacio, esperaba Harry, así que no le iba a hacer daño tomarse tan sólo cinco minutos para descansar. Harry fue lo suficientemente cuidadoso como para mantener sus pensamientos positivos, felices, vaya, nada más voy a tener un poco de descanso reparador por aquí, y entonces me sentiré mejor, en vez de, digamos, vaya, simplemente colapsar por el cansancio emocional y físico, porque los Dementores todavía no se retiraban muy lejos.

Y por cierto, Harry le comunicó a su cerebro, estás despedido.

***

"¡Lo encontré!" gritó la voz del anciano mago.

¿A quién? pensó Amelia, al tiempo que se giró para ver el retorno de Dumbledore, cargando en sus brazos -

- la única aparición, la única persona, que ella nunca habría esperado contemplar -

- un hombre envuelto en una túnica roja desgarrada, viéndose quemado como si hubiera combatido en una pequeña guerra, sangre seca sobre muchos cortes. Sus ojos estaban abiertos, y estaba masticando una barra de chocolate, sostenida por su única mano con vida.

Bahry Una-Mano estaba con vida.

Un grito de alegría se elevó, sus Aurores comenzaron a bajar sus varitas, algunos de ellos ya hasta estaban corriendo hacia adelante.

"¡Permanezcan en guardia!" aulló Amelia. "Revísenlos para Poción Multijugos – escaneen a Bahry en busca de un Animago pequeño o trampas -"

***

"Innervate. Wingardium Leviosa."

Hubo una pausa. Harry sintió, aunque no podía ver del todo, que la mujer invisible estaba poniéndose a sí misma de pie, y girando su cabeza para mirar alrededor. "¿Estoy... con vida...?"

Harry estuvo bastante tentado a decir no, nada más para ver cómo reaccionaba ella ante eso. En su lugar siseó, "No hagas preguntas estúpidas."

"¿Qué sucedió?" susurró Bellatrix.

Y el Señor Oscuro soltó una salvaje, aguda carcajada, y explicó, "Asusté a los Dementores, mi querida Bella."

Hubo una pausa. Harry deseó poder ver el rostro de Bellatrix; ¿había pronunciado algo incorrecto?

Tras un rato, con voz temblorosa, "Podría ser, mi Señor, que en tu nueva forma, has empezado a preocuparte por mí -"

"No," Harry la cortó con frialdad, y le dio la espalda (aunque mantuvo su varita sobre ella), y empezó a caminar. "Y encargate de no ofenderme otra vez, o te abandonaré aquí, sirvas o no sirvas. Ahora sígueme, o quedate atrás; yo tengo trabajo que hacer."

Harry dio zancadas largas, sin prestar atención a los sonidos de jadeos que venían detrás suyo; sabía que Bellatrix lo estaba siguiendo.

...porque lo último que esa mujer necesitaba, la última de las cosas que necesitaba comenzar a pensar antes de que el sanador psiquiátrico iniciara el tratamiento para desprogramarla, era creer que el Señor Oscuro podía llegar a amarla alguna vez.

***

El anciano mago se peinó su barba plateada de modo contemplativo, observando hacia donde el Auror Bahry estaba siendo cargado fuera del cuarto por dos Aurores fuertes.

"¿Entiendes ésto, Amelia?"

"No," ella respondió simplemente. Ella sospechaba de alguna trampa que no habían sido capaces de imaginar, por lo que el Auror Bahry iba a ser mantenido por fuera del grupo principal y resguardado.

"Tal vez," el anciano mago expuso, "quien sea que entre ellos pueda invocar el Encantamiento Patronus, es más que un mero rehén. ¿Alguien que fue traído mediante engaños, quizá? Por la razón que sea, dejaron a tu Auror con vida; no vayamos a ser los primero en esgrimir maldiciones mortales, cuando los encontremos -"

"Ya veo," declaró la anciana bruja dándose cuenta de repente, "ese era su plan. No les costaba nada usar Obliviate con él y dejarlo con vida, y nos hace a nosotros titubear -" Amelia asintió con decisión, y le ordenó a su gente, "Avanzamos al igual que antes."

El mago anciano suspiró. "¿Alguna noticia de parte de los Dementores?"

"Si te cuento," Amelia espetó, "¿saldrás corriendo otra vez?"

"No te cuesta nada, Amelia," el mago anciano contestó con calma, "y podría salvar de la pelea a uno de los tuyos."

Me cuesta nada excepto mi oportunidad de venganza -

Sin embargo eso era nada comparado a lo otro, el molesto mago anciano con frecuencia estaba en lo correcto al fin de cuentas, eso era parte de lo que lo hacía tan impertinente.

"Los Dementores han cesado de responder preguntas sobre la otra persona que dijeron haber visto," Amelia le reveló, "y no nos informan del por qué, ni del dónde."

Dumbledore se giró hacia el rutilante fénix plateado sobre su hombro, cuya luz iluminaba todo el corredor, y recibió una silenciosa sacudida de cabeza como respuesta. "Yo tampoco los puedo detectar," comentó Dumbledore. Luego se encogió de hombros. "Supongo que tendré que caminar por la espiral completa desde la cima hasta el fondo y ver si resulta algo, ¿correcto?"

Amelia le habría comandado no hacerlo, de pensar que eso haría la más mínima diferencia.

"Albus," habló Amelia al tiempo que el mago anciano se volteaba para partir, "incluso tú puedes ser emboscado."

"No digas disparates, querida mía," el mago anciano se despidió animado al volver a alejarse con sus zancadas largas, agitando su varita de quince pulgadas de desconocida madera gris-oscura como si fuera una advertencia, "Yo soy invencible."

Hubo una pausa.

("Él no acaba de pronunciar eso -" susurró la Auror más nueva que estaba presente, una joven señorita todavía remilgada que respondía al nombre de Noelle Curry, al miembro con más experiencia de su trío, el Auror Brooks. "¿O sí?")

("Puede salirse con la suya," Isabel le murmuró a ella, "él es Dumbledore, ni siquiera el Destino se lo puede tomar en serio a éstas alturas.")

"Y eso," Amelia señaló con pesadez, para el beneficio de los Aurores más jóvenes, "es por lo que nunca lo llamamos para nada a menos que absolutamente no tengamos otra opción."

***

Harry se quedó acostado muy quieto sobre el duro camastro que servía como cama en esa celda, una manta puesta sobre él, permaneciendo sin moverse tanto como pudo mientras esperaba que regresará el miedo. Había un Patronus aproximándose, y uno poderoso. Bellatrix estaba escondida por una Reliquia de la Muerte, ningún Encantamiento sencillo iba a penetrar eso; mas Harry no sabía que otras artes los Aurores podrían emplear para detectar a su propia persona, y no se atrevía a mostrar su ignorancia al preguntarle a ella. Por lo que Harry yació sobre la cama dura, en una celda con una puerta bloqueada, y la poderosa puerta de metal cerrada detrás de él, en la más absoluta oscuridad, con una diminuta manta cubriéndolo, esperando que fuera quién fuera no echaría una mirada adentro, o que no miraría demasiado cerca si lo hacían -

Ese no era un punto que Harry pudiera afectar, realmente, esa parte de su destino reposaba enteramente en las manos de las Variables Desconocidas. La mayor parte de su mente se estaba concentrando en la Transformación que estaba realizando.

Escuchando en el silencio, Harry oyó los rápidos pasos aproximarse; hicieron una pausa afuera de su puerta, y después -

- continuaron avanzando.

Pronto el miedo regreso.

Harry no se permitió a sí mismo darse cuenta de su propio alivio, no más de lo que se permitía darse cuenta del miedo. Estaba sosteniendo en su mente la figura de un dispositivo Muggle mucho más grande que una batería de carro, y lentamente aplicando esa Forma a la substancia de un cubo de hielo (que Harry había congelado usando Frigideiro sobre el agua de una botella que tenía en su monedero). No se suponía que Transformaras cosas que fueran a ser quemadas, sin embargo entre que la sustancia original fuera de agua, y el Encantamiento Casco-Burbuja para proteger su suplemento de aire, Harry esperaba que ésto no lo haría enfermar a él u otra persona.

Ahora era cuestión de si tendría o no tiempo suficiente antes de que los Aurores hicieran una búsqueda detallada en su celda, para que Harry finalizara éste Transformación, y la Transformación parcial que haría después de eso -

***

Cuando el mago anciano regresó con pasos largos y las manos vacías, incluso Amelia comenzó a sentir una pizca de preocupación. Ella y los otros dos equipos de Aurores habían recorrido un tercio del camino hacia abajo de las tres espirales, en sincronía para no permitir ninguna abertura en su redada que pudiera ser aprovechada al cortar a través de una celda y saltar hacia el techo, y aún así no habían hallado ni una pista.

"¿Puedo pedir tu reporte?" Amelia inquirió, dejando la agudeza por fuera de su voz.

"Primero hice una simple caminata desde la cima hasta el fondo," informó el mago anciano. Estaba haciendo muecas, su cara más arrugada de lo usual. "Examiné la celda de Bellatrix, y hallé una muñeca muerta en su lugar. Se suponía que éste escape no fuera descubierto, creo. Hay algo escondido en la esquina debajo de un montón de ropa; dejé eso sin perturbar para que lo examinen tus Aurores. En el viaje de regreso, abrí cada puerta y miré dentro de las celdas. No vi nada que estuviera bajo el Encantamiento Desilusionador, únicamente los prisioneros -"

Fueron interrumpidos por el grito de un fénix rojo-dorado, y todos los Aurores de ella tambalearon por su causa. Condenación había en aquel grito, y una urgente demanda que casi hizo que Amelia saliera corriendo del corredor en el acto.

"- en condiciones bastante estresantes," Dumbledore continuó con calma. Por un momento los ojos azules estuvieron muy fríos bajo las gafas de media luna. "¿Alguno de ustedes me hablará de las consecuencias de sus acciones?"

"Yo no sabía que -" Amelia inició.

"Lo sé," la cortó el mago anciano. "Mis disculpas, Amelia." Él suspiró. "Algunos de los prisioneros más recientes tienen rezagos de su magia, cuando miré sobre ellos, mas no sentí poder que no estuviera comido; al más fuerte le quedaba tanta magia como a un niño de primer año. Escuché a Fawkes gritar estresado muchas veces, pero nunca a manera de reto. Parece que tendrás que continuar tu búsqueda; ellos se pueden esconder lo suficientemente bien como para escapar de mi mera percepción."

***

Cuando Harry finalizó su primera Transformación, se sentó, se quitó la sabana que lo había cubierto, lanzó un Lumos rápido, observó su reloj, y se sorprendió de ver que había pasado casi una hora y treinta minutos. Cuánto de ese tiempo había pasado desde que alguien había abierto la puerta y la había vuelto a cerrar – Harry no había estado mirando en esa dirección, por supuesto - eso, Harry no lo podía adivinar.

"¿Mi Señor...?" murmuró la voz de Bellatrix, blanda y muy dudosa.

"Puedes hablar ahora," Harry indicó. Le había ordenado permanecer en silencio mientras trabajaba.

"Era Dumbledore quien nos echó una ojeada."

Pausa.

"Interesante," Harry dijo neutral. Estaba feliz de no haberlo notado en ese momento. Eso se oía como una afeitada demasiado cercana.

Harry le comunicó una palabra a su monedero, y comenzó a extraer el dispositivo mágico que iba a combinar con el producto de una hora de su labor. Luego, cuando eso fue extraído, otra palabra sacó un tubo de pegamento de fuerza industrial; antes de usarlo, Harry invocó el Encantamiento Casco-Burbuja sobre Bellatrix y sobre sí mismo, e hizo que Bellatrix lanzara el mismo Encantamiento sobre la serpiente, para que los humos del pegamento en la celda cerrada no los fueran a lastimar.

Cuando el pegamento había empezado a secarse, uniendo tecnología a la magia, Harry la dejó caer sobre la cama, y se sentó sobre el piso, permitiendo que su magia y voluntad descansaran por un rato antes de ensayar la siguiente Transformación.

"Mi Señor..." Bellatrix habló con titubeos.

"¿Si?" replicó la voz seca.

"¿Qué es ese dispositivo que hiciste?"

Harry pensó con rapidez. Parecía ser una buena oportunidad para revisar sus planes para ella, bajo la pretensión de preguntas instructivas.

"Considera, mi querida Bella," inició Harry con suavidad. "¿Cuán difícil es para un mago poderoso cortar las paredes de Azkaban?"

Hubo una pausa, y luego la voz de Bellatrix surgió, lenta y confundida, "¿Nada difícil, mi Señor...?"

"En efecto," concordó la seca, aguda voz del maestro de Bella. "Supongamos que alguien fuera a hacer ésto, cruzar por el hoyo, volar en una escoba, y remontarse e irse. Rescatar a un prisionero de Azkaban parecería ser fácil entonces, ¿o no?"

"Sin embargo mi Señor..." opinó Bella. "Los Aurores harían – ellos tienen sus propias escobas, mi Señor, de las veloces -"

Harry escuchó, era como él lo había planeado. El Señor Oscuro replicó, de nuevo en tonos de suave inquietud Socrática, y Bellatrix realizó una pregunta más, que Harry no había esperado, pero la propia contra-pregunta de Harry demostró que eso no importaría al final. Y en respuesta al último interrogante de Bellatrix, el Señor Oscuro sólo sonrió, y dijo que ya era tiempo de regresar a su trabajo.

Y luego Harry se levantó del piso de la celda, fue hacía la pared más profunda, y puso su varita sobre la dura superficie de la pared – el muro de Azkaban, el sólido metal que los separaba del contacto directo con el pozo de los Dementores.

Y Harry inició una Transformación parcial.

Éste hechizo sería más rápido, esperaba Harry. Había pasado horas y horas practicando la magia única, lo que la había hecho rutinaria, no mucho más difícil para él que la Transformación ordinaria. La forma que estaba cambiando no tenía tanto volumen en total, la figura Transformada iba a ser alta y larga, mas era muy delgada. Medio milímetro, Harry había pensado, que sería suficiente, considerando la perfecta lisura...

Sobre la larga banca que servía como cama de prisión, donde Harry había depositado el dispositivo tecnológico Transformado y el objeto de combinación mágica para que se secara el pegamento, pequeñas letras en escritura dorada brillaban sobre el artefacto Muggle. Harry no había planeado realmente que estuvieran allí, sin embargo habían seguido corriendo en la parte de atrás de su mente, y así se habían convertido en parte de la forma Transformada.

Había muchas cosas diferentes que Harry podría pronunciar antes de usar éste particular triunfo del ingenio tecnológico. Cualquier número de cosas que serían, en un sentido u otro, apropiadas. O al menos cosas que Harry podría haber exclamado, que habría gritado a los cuatro vientos, si Bellatrix no hubiera estado ahí.

Sin embargo había una sola cosa que decir, que Harry únicamente tendría la oportunidad de usar en ésta ocasión, y probablemente no tendría una mejor oportunidad para expresarlas nunca más. (O pensarlas, como fuera, si no las podía hablar en voz alta.) No había visto la película en realidad, pero había visto un avance, y por alguna razón la frase se había quedado pegada en su mente.

Las pequeñas letras doradas sobre el dispositivo Muggle rezaban así,

¡Bien, chiflados primitivos! ¡Prestad atención!

Capítulo 56             Capítulo 58


***

Nota del Traductor

Bueno, oficialmente puedo declarar que la traducción de Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad, mi querido HPMOR, ha regresado a mi blog.

El capítulo 57 está lleno de mucha información y emoción, suspenso por doquier, pues no hay combates, pero todavía resuenan los ecos de la batalla entre Quirrell y Bahry Una Mano.

Los que hayan visto la película Ejercito de las Tinieblas, entenderán la referencia al final del episodio. Para favor de los que no hayan visto la película, les dejo el trailer.

Yo soy de la opinión de que los Dementores son controlados por las expectativas de todos, y que Harry no logró controlar sus expectativas, simplemente les infundió miedo.

Me preció de haber adivinado qué tipo de aparato iba a usar Harry, pero me lo imaginaba a una escala mucho más pequeña.

Creo que había prometido éste capítulo en menos tiempo del que me tomó, sin embargo hubo muchas Variables Desconocidas en mi camino. No voy a hacer una predicción de cuándo estará listo el próximo capítulo, más bien los dejo con la promesa de traducir una página todos los días, excepto los Domingos, porque necesito un día para desconectarme de todo o me convierto en asesino serial. Lo último es una broma, obviamente.

Los capítulos que vienen son cada vez más emocionantes, eso se los prometo. Muchas gracias por leer y comentar, mención especial a Ermac18 y Trece DB quienes han comentado en la versión de HPMOR para Fan Fiction Net.

¡Qué la racionalidad los acompañe!

***

Escrito por Less Wrong / Eliezer Yudkowsky


Traducido al español por +Rhaidot 

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