Cuando la espalda duele es señal de que envejeces y ni siquiera los personajes del manga y el anime están a salvo.
Anoche me llegó mi segundo aire de inspiración para escribir el One-Shot precuela de Atardecer, y tan emocionado estaba que sin darme cuenta asumí una mala posición por demasiado tiempo: me lastime la espalda. A mis 28 años soy viejo, atrás quedaron las noches enteras que podía quedarme sentado como L sin que me doliera nada. Para aliviar mi dolor, nada mejor que reírme con los personajes de manga y anime que han sufrido más que yo.
El Tsuchikage Onoki en Naruto
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| Los viejos también son parte fundamental de la sociedad ninja. Naruto Wiki |
El viejo ninja no carece de habilidad, pero la edad ya le está pasando factura en las caderas. Irónicamente, su poder consiste en incrementar y reducir el peso de las cosas que toque, aunque su terquedad lo impulsa a cargar su pesada mochila por sus propias y ancianas fuerzas. Por fortuna, sus enormes guardaespaldas están ahí para cargarlo a él con mochila y todo.
El abuelo Sugoroku en ¡Yu-Gi-Oh!
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| Envejecer a veces es una maldición, literalmente. Yu Gi Oh! Wikia |
El abuelo de Yugi siempre es el tema de los chistes. Un gran duelista y mentor que pocas veces logra algo, aunque en sus historias del pasado era más bárbaro que Chuck Norris. Como si haber perdido el Dragón de Ojos Azules no hubiera sido suficiente dolor, el abuelo Sugoroku se lastimó la espalda en El Gran Prix KC. Claro, él no puede robarse el protagonismo y por eso hay que sacarlo de escena, aunque es verdad que escogieron el modo más indigno y gracioso posible.
Jin en Samurai Champloo
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| Jin en todo su esplendor no sexual. Por Cool Guyz |
Este es mi favorito y por eso lo dejo para el final. Cuando el díscolo de Mugen se obsesiona con tener relaciones con una prostituta en particular, Jin tiene que encargarse de atender a todas las demás. Al final, a pesar de todo su entrenamiento de espadachín solitario, la espalda de Jin termina por ceder a causa del agotamiento. Por poco y llega a muerte por snu snu.
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