Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Capítulo 49
Información
Previa
Un niño espera en
una pequeña área despejada al borde del bosque-no-prohibido, justo
donde hay un camino de tierra que lleva hacia las puertas de Hogwarts
por un lado, y hacia la lejana distancia por el otro. Hay un carruaje
cercano, y el niño se está manteniendo lo más lejos posible de
éste, contemplándolo, sus ojos desviándose temblorosos hacia la
dirección del carruaje por cuenta propia.
En la distancia, una
figura se aproxima por el camino de tierra: Un hombre vistiendo
túnica de profesor, andando lenta y penosamente con los hombros
caídos, sus zapatos formales pateando pequeñas nubes de polvo al
avanzar.
Medio minuto
después, el niño lanza otra mirada rápida hacia él antes de
regresar a su vigilancia; y este vistazo muestra que los hombros del
hombre de han enderezado, su cara desperezado, y que sus zapatos ya
caminan con mayor ligereza por la tierra, sin dejar tras de sí un
rastro de polvo en el aire.
"Hola, Profesor
Quirrell," Harry saludó sin dejar que sus ojos se apartaran
otra vez de la dirección del carruaje.
"Saludos,"
dijo la voz calmada del Profesor Quirrell. "Parece que está
guardando su distancia, Sr. Potter. ¿Supongo que no encuentra algo
extraño sobre nuestro transporte?"
"¿Extraño?"
Harry hizo eco. "Vaya no, no puedo afirmar que encuentre algo
extraño. Veo números perfectos de todo. Cuatro sillas, cuatro
ruedas, dos enormes caballos esqueléticos con alas..."
Un esqueleto
envuelto con piel se giró para mirarlo y mostró los dientes
brillantes, sólidos y blancos dentro de esa boca cavernosa, como
para indicar que estaba tan encariñado con Harry como Harry lo
estaba de él. Los otros caballos esqueléticos de cuero negro
echaron la cabeza hacia atrás como si fueran a relinchar, pero no
hubo sonido.
"Ellos son
Thestrals, y siempre han arrastrado el carruaje," el Profesor
Quirrell explicó, oyéndose bastante imperturbable al tiempo que
trepaba en la banca frontal del carruaje, sentándose tan a la
derecha como le fue posible. "Únicamente son visibles a
aquellos que han visto la muerte y la han comprendido, una defensa
útil contra la mayoría de los animales depredadores. Mmm. Supongo
que la primera vez que estuvo en frente del Dementor, ¿su peor
memoria resultó ser la noche de su encuentro con
El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado?"
Harry
asintió sombríamente. Era la deducción correcta, aún si había
sido por las razones incorrectas. Aquellos
que habían visto la Muerte...
"¿Recordó
algo de interés, quizá?"
"Sí,"
Harry respondió, "Lo hice," sólo eso y nada más, porque
él no estaba listo todavía para hacer acusaciones.
El Profesor de
Defensa sonrió con una de sus secas sonrisas, e hizo señas con un
dedo impaciente.
Harry cerró la
distancia y trepó dentro del carruaje, pestañeando. La sensación
de destrucción había crecido con mayor fuerza desde el día del
Dementor, aún cuando se había venido debilitando días antes. La
distancia más grande que el carruaje le permitía mantener entre el
Profesor Quirrell y él ya no era lo suficientemente lejana.
Entonces los
caballos esqueléticos comenzaron a trotar y el carruaje inició su
movimiento, llevándolos hacia los limites externos de Hogwarts. Al
mimo tiempo, el Profesor Quirrell se derrumbó de nuevo en su
modo-zombi, y la sensación de destrucción disminuyó, aunque siguió
flotando al borde de las percepciones de Harry, sin poderse
ignorar...
El bosque fue
pasando mientras el carruaje siguió rodando, los árboles pasando a
una velocidad que era positivamente glacial en comparación a las
escobas o incluso los carros. Había algo raramente relajador, Harry
pensó, sobre viajar así de lento. Ciertamente había relajado al
Profesor de Defensa, quien yacía desplomado con un pequeño chorro
de saliva surgiendo de su perezosa boca y enturbiando su túnica.
Harry todavía no
había decidido qué se le permitía comer para el almuerzo.
Su
investigación en la biblioteca no había dado ninguna señal de
magos hablando con plantas no mágicas. O cualquier animal no mágico
aparte de las serpientes, sin embargo Hechizo
y Habla por
Paul Breedlove había relatado el probablemente mítico cuento de una
hechicera llamada la Dama de las Ardillas Voladoras.
Lo
que Harry quería
hacer era preguntarle al Profesor Quirrell. El problema era que el
Profesor Quirrell era demasiado
inteligente.
Al juzgar por lo que Draco había dicho, el asunto del Heredero de
Slytherin era un gran bombazo, y Harry no estaba seguro de desear que
alguien más lo supiera. Y en el instante en que Harry lo interrogara
sobre la lengua Parsel, el Profesor Quirrell fijaría sobre él esos
pálidos ojos azules y pronunciaría, 'ya veo, Sr. Potter, así que
le enseñó al Sr. Malfoy el Encantamiento Patronus y accidentalmente
habló con su serpiente.'
No
importaba
que no existiera suficiente evidencia para localizar la verdadera
explicación como una hipótesis, menos aún superar la dificultad de
la improbabilidad previa. De algún modo el Profesor de Defensa lo
deduciría de todos
modos.
Había veces que Harry sospechaba que el Profesor Quirrell tenía
mucho más información de fondo de lo que revelaba, su información
previa era simplemente demasiado buena. A veces él conseguía
deducciones correctas increíbles incluso cuando sus razones
eran incorrectas. El problema era que Harry no podía ver cómo el
Profesor Quirrell podía hallar pistas extras de la mitad de las
cosas que adivinaba. Sólo una
vez
a Harry le habría gustado hacer alguna clase de deducción asombrosa
de algo dicho por el Profesor Quirrell que pudiera coger a éste
fuera de guardia por completo.
...
"Ordenaré un
plato de sopa de lenteja verde, con salsa de solla," el Profesor
Quirrell solicitó a la camarera. "Y para el Sr. Potter, un
plato de chili de la familia Tenorman."
Harry
titubeó con repentino desmayo. Había resuelto quedarse con los
platos vegetarianos por el momento, pero se le había olvidado en sus
deliberaciones que el Profesor Quirrell era quien ordenaba
la comida
- y sería incómodo si protestaba ahora -
La camarera les hizo
una inclinación, y se giró para irse -
"Eh, disculpe,
¿en eso hay algo de carne de serpiente o de ardilla voladora?"
La camarera apenas y
parpadeó, nada más se volteó para quedar de frente a Harry, negó
con su cabeza, hizo una inclinación amable hacia él otra vez, y
reasumió su caminar hacia la puerta.
(Las
otras partes de Harry se estaban riendo de él. Gryffindor hacía
comentario sardónicos sobre como algo de incomodidad social era
suficiente para recurrir al ¡Canibalismo!
(gritado por Hufflepuff), y Slytherin estaba remarcando que tan bueno
era que las éticas de Harry fueran flexibles cuando se trataba de
metas importantes como mantener su relación con el Profesor
Quirrell.)
Después de que la
camarera cerró la puerta tras ella, el Profesor Quirrell agitó su
varita para deslizar el pestillo, pronunció los Cuatro
encantamientos usuales para asegurar su privacidad, y entonces dijo,
"Una duda interesante, Sr. Potter. ¿Me preguntó por qué la
tuvo?"
Harry
mantuvo su rostro sereno. "Antes estuve buscando algunos datos
sobre el Encantamiento Patronus," él respondió. "De
acuerdo a El
Encantamiento Patronus: Magos que Podían y No Podían,
resulta que Godric no podía y Salazar sí podía. Estaba
sorprendido, así que investigué la referencia, en Cuatro
Vidas de Poder.
Y entonces
descubrí que Salazar Slytherin podía hablar con las serpientes
supuestamente." (Secuencia temporal no era lo mismo a
causalidad, no era culpa de Harry si el Profesor Quirrell desconocía
eso.) "Una investigación más profunda me enseñó una antigua
historia sobre un tipo de diosa madre que podía hablar con las
ardillas voladoras. Estaba un poco preocupado por la idea de comer
algo que pudiera hablar."
Y Harry bebió un
sorbo casual de su agua -
- justo cuando el
Profesor Quirrell expresó, "Sr. Potter, ¿sería correcto
suponer que usted también es un Lengua de Serpiente?"
Cuando Harry terminó
de toser, puso su vaso de agua sobre la mesa, fijó su vista sobre la
mandíbula del Profesor Quirrell en vez de contemplarlo a los ojos, y
acusó, "Así que usted es capaz de realizar Legeremancia a
través de mis barreras de Oclumancia, entonces."
El Profesor Quirrell
estaba sonriendo ampliamente. "Tomaré eso como un cumplido, Sr.
Potter, pero no."
"Eso
ya no me lo creo," Harry insistió. "No hay forma
en que haya llegado a esa conclusión basado en esa evidencia."
"Por supuesto
que no," replicó el Profesor Quirrell ecuánime. "Había
planeado hacerle esa pregunta hoy de todos modos, y simplemente
escogí un momento oportuno. He sospechado desde Diciembre, de hecho
-"
"¿Diciembre?"
interrumpió Harry. "¡Yo lo descubrí ayer!"
"Ah, ¿así que
usted no se dio cuenta de que el mensaje del Sombrero Seleccionador
fue dicho en lengua Parsel?"
En la segunda
ocasión el Profesor de Defensa había calculado exactamente,
también, hablar justo cuando Harry estuviera tomando un trago de
agua para despejar su garganta de la tos de la primera vez.
Harry
no
se había
dado cuenta, no hasta ahora. Por supuesto fue obvio en el instante en
que el Profesor Quirrell lo explicó. Claro, la Profesora McGonagall
incluso le había pedido
no hablar con serpientes donde nadie pudiera verlo, mas él pensó
que se refería a ser visto hablando con cualquier estatua o figura
arquitectónica en Hogwarts que tuviera forma de serpiente. Doble
ilusión de transparencia, él creyó que la entendía a ella, ella
creyó que él la entendía – sin embargó cómo
rayos
-
"Entonces,"
Harry observó, "usted realizó Legeremancia sobre mí durante
mi primera clase de Defensa, para descubrir qué sucedió con el
Sombrero Seleccionador -"
"En ese caso no
lo habría descubierto en Diciembre." el Profesor Quirell
recostó la espalda en su asiento, sonriendo. "Este no es un
acertijo que pueda resolver por su cuenta, Sr. Potter, así que
revelaré la respuesta. Alrededor del día festivo invernal, me
alertó el hecho de que el Director había llenado una solicitud para
un panel judicial cerrado para revisar el caso de un Sr. Rubeus
Hagrid, a quien usted conoce como el Guardián de las Llaves y
Terrenos de Hogwarts, y quien fue acusado del asesinato de Abigail
Myrtle in 1943."
"Oh,
por supuesto," comentó Harry, "eso hace completamente
obvio
que soy un Lengua de Serpiente. Profesor, qué
en el nombre de las dulces y deslizantes serpientes -"
"El
otro
sospechoso por ese asesinato era el Monstruo de Slytherin, el
legendario habitante de la Cámara de los Secretos de Slytherin. Por
lo cual ciertas fuentes me alertaron del hecho, y por lo que atrajo
mi atención lo suficiente como para que gastara una buena cantidad
de dinero sobornador para aprender los detalles del caso. Ahora un
hecho puntual, Sr. Potter, es que el Sr. Hagrid es inocente. Ridícula
y obviamente inocente. Él es el espectador inocente que más
descaradamente ha llegado a ser condenado por el sistema legal de la
Bretaña mágica desde que la Confusión que Grindelwald le hizo a
Neville Chamberlain le fue atribuida a Amanda Knox. El Director
Dippet presionó a un estudiante títere para que acusara al Sr.
Hagrid porque Dippet necesitaba un chivo expiatorio para cargarle la
culpa de la muerte de la Señorita Myrtle, y nuestro maravilloso
sistema de justicia estuvo de acuerdo con que esto era lo
suficientemente plausible como para merecer la expulsión del Sr.
Hagrid y el que se rompiera su varita. Nuestro actual Director
necesita meramente proveer un nuevo objeto de evidencia que sea tan
significativo como para reconvenir el caso; y con Dumbledore
aplicando la presión en lugar de Dippet, el resultado es una
conclusión anticipada. Lucius Malfoy no tiene una razón particular
para temer la vindicación del Sr. Hagrid; por lo tanto Lucius Malfoy
únicamente resistirá hasta cuando pueda hacerlo sin costos con el
propósito de imponer costos sobre Dumbledore, y Dumbledore está
claramente dispuesto a proseguir el caso de todos modos."
El
Profesor Quirrell tomó un sorbo de su agua. "Pero divago. La
nueva evidencia que el Director promete proveer es exhibir un hechizo
previamente no detectado sobre el Sombrero Seleccionador, que, el
Director asevera, él ha determinado personalmente sólo responde a
los Slytherins que también hablen Parsel. El Director además arguye
que esto favorece la interpretación de que la Cámara de los
Secretos fue en efecto abierta en 1943, aproximadamente el periodo de
tiempo correcto en que Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, un conocido
hablador de Parsel, tuvo que haber asistido a Hogwarts. Es una lógica
bastante cuestionable, sin embargo un panel judicial podría concluir
que hace tambalear el caso lo bastante como para hacer dudar de la
culpabilidad del Sr. Hagrid, si es que logran mantener un rostro
impávido mientras lo pronuncian. Y ahora hemos llegado a la pregunta
principal: ¿cómo
hizo el Director para descubrir el hechizo escondido sobre el
Sombrero Seleccionador?"
Ahora
el Profesor Quirrell estaba sonriendo débilmente. "Bueno,
supongamos que hubo un Lengua de Serpiente en los estudiantes nuevos
de este año, un potencial Heredero de Slytherin. Usted debe admitir,
Sr. Potter, que usted sobresale como una posibilidad siempre que se
consideran personas extraordinarias. Y si además me preguntara a mí
mismo que nuevo Slytherin sería el más probable para ser invadido
en su privacidad mental por el Director, específicamente cazando las
memorias de su Seleccionador, entonces, usted sobresale aún más."
La sonrisa desapareció. "Así que verá usted, Sr. Potter, no
fui yo
quien invadió su mente, aunque no le pediré que se disculpe. No es
su culpa que usted haya creído las protestas de Dumbledore en cuanto
a respectar su privacidad mental."
"Mis más
sinceras disculpas," Harry dijo, manteniendo su rostro
inexpresivo. El rígido control era una confesión en sí mismo, al
igual que el sudor cubriendo su frente; pero no pensó que el
Profesor de Defensa fuera a tomar ninguna evidencia de eso. El
Profesor Quirrell nada más pensaría que Harry estaba nervioso al
haber sido descubierto como el Heredero de Slytherin. En vez de que
estaba nervioso porque el Profesor Quirrell pudiera darse cuenta que
Harry había traicionado deliberadamente el secreto de Slytherin...
lo que ahora ya no parecía un movimiento astuto.
"Así que, Sr.
Potter. ¿Algún progreso en el descubrimiento de la Cámara de los
Secretos?"
No,
pensó Harry. Mas para mantener una negación plausible, necesitabas
un política general de a veces evitar ls preguntas incluso cuando no
tienes nada que ocultar... "Con todo respeto, Profesor Quirrell,
de haber hecho tal progreso, no es del todo
obvio para mí por qué se lo debería contar."
El
Profesor Quirrell bebió un sorbo de su vaso de agua otra vez. "Bien
entonces, Sr. Potter, debería contarle libremente lo que yo sé o
sospecho. Primero, creo que la Cámara de los Secretos es real, al
igual que el Monstruo de Slytherin. La muerte de la Señorita Myrtle
no fue descubierta hasta horas después de su desaparición, aún
cuando las protecciones del castillo tendrían que haber alertado al
Director instantáneamente. Por lo tanto el asesinato fue realizado
por el Director Dippet, lo que es improbable, o por alguna otra
entidad que Salazar Slytherin escondió con un nivel de seguridad
superior al del propio Director. Segundo, supongo que contrario a la
leyenda popular, el propósito del Monstruo de Slytherin no
era deshacerse de los hijos de Muggles en Hogwarts. A menos que el
Monstruo de Slytherin fuera lo suficientemente poderoso como para
derrotar al Director de Hogwarts y a todos los profesores, no podría
triunfar por fuerza. Múltiples asesinatos secretos resultarían en
el cierre de la escuela, como casi pasó en 1943, o en la
construcción de nuevos hechizos de protección. ¿Así que para qué
el Monstruo de Slytherin, Sr. Potter? ¿Qué propósito verdadero
sirve?"
"Ah..."
Harry bajó su mirada a su vaso de agua e intentó pensar. "Para
matar a cualquiera que penetrara en la Cámara y no perteneciera allí
-"
"¿Un monstruo
tan poderoso como para derrotar a un equipo de magos que pudieran
romper las mejores protecciones que Salazar pudo ubicar en su Cámara?
Poco probable."
Harry
ya se estaba sintiendo un poco presionado. "Bueno, la llaman la
Cámara de los Secretos, ¿así que tal vez el Monstruo tiene un
secreto, o es
un secreto?" Considerándolo, ¿qué clase de secretos había en
la Cámara de los Secretos en primer lugar? Harry no había hecho
mucha investigación al respecto, en parte porque había tenido la
impresión de que nadie sabía nada -
El Profesor Quirrell
estaba sonriendo. "¿Por qué simplemente no escribir el
secreto?"
"Ahhh..."
arguyó Harry. "Porque si el Monstruo hablara la lengua Parsel,
¿eso aseguraría que únicamente un verdadero descendiente de
Slytherin pudiera escuchar el secreto?"
"Bastante fácil
programar las protecciones en la Cámara de los Secretos a una frase
hablada en lengua Parsel. ¿Por qué pasar por el problema de crear
al Monstruo de Slytherin? No puede haber sido fácil crear una
criatura con un tiempo de vida de siglos. Vamos, Sr. Potter, debería
ser obvio; ¿cuáles son los secretos que pueden ser contados de una
mente viviente a otra, y sin embargo nunca escritos?"
Harry
lo vio entonces, con un chorro de adrenalina que hizo correr su
corazón, su respiración más acelerada. "Oh."
Salazar Slytherin
había sido muy sagaz en efecto. Tan sagaz como para inventar una
forma de sobrepasar el Interdicto de Merlín.
Las magias poderosas
no podían ser transmitidas a través de libros o fantasmas, pero si
podías crear una criatura pensante de larga vida con una memoria muy
buena -
"Me parece muy
probable a mí," dijo el Profesor Quirrell, "que
Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado comenzó su ascenso al poder con
secretos obtenidos del Monstruo de Slytherin. Ese conocimiento
perdido de Salazar es la fuente de la extraordinaria hechicería de
Quien-Tú-Sabes. De ahí mi interés en la Cámara de los Secretos y
el caso del Sr. Hagrid."
"Ya
veo,"
Harry comentó. Y si él,
Harry, podía hallar la Cámara de los Secretos de Salazar...
entonces todo el conocimiento perdido que el Señor Voldemort había
obtenido sería suyo
también.
Sí.
Así era justo
como
la historia debería proceder.
Añadir la
inteligencia superior de Harry y alguna investigación mágica
original y algunos lanza misiles Muggle, y la pelea resultante sería
completamente injusta, que era exactamente como Harry la quería.
Harry
estaba sonriendo maliciosamente, una mueca muy malvada. Nueva
prioridad: Hallar todo en Hogwarts que luzca remotamente como una
serpiente y procurar hablarle. Iniciar con todo lo que ya has
intentado, sólo que esta vez asegúrate de usar lengua Parsel en vez
de Español – haz que Draco te permita ingresar a los dormitorios
de Slytherin
-
"No
se ponga demasiado excitado, Sr. Potter," prosiguió el Profesor
Quirrell. Su rostro se había vuelto inexpresivo, ahora. "Debe
continuar
pensando. ¿Cuáles fueron las palabras de despedida del Señor
Oscuro para el Monstruo de Slytherin?"
"¿Qué?"
Harry protestó. "¿Cómo podríamos saberlo nosotros?"
"Visualice la
escena, Sr. Potter. Deje que su imaginación llene los detalles. El
Monstruo de Slytherin – probablemente alguna gran serpiente, para
que únicamente le pueda hablar a un Lengua de Serpiente – ha
terminado de impartir todo el conocimiento que posee a
Él-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Le entrega a él la bendición final de
Salazar, y le advierte que la Cámara de los Secretos deber
permanecer cerrada hasta que el próximo descendiente de Salazar
demuestre ser lo suficientemente astuto como para abrirla. Y él
quien se convertirá en el Señor Oscuro asiente, y exclama -"
"Avada
Kedavra," concluyó Harry, sintiendo su estómago pesado de
repente.
"Regla Doce,"
el Profesor Quirrell explicó con calma. "Nunca dejar la fuente
de tu poder yaciendo por ahí donde alguien más la pueda encontrar."
La
vista de Harry descendió hasta el mantel de la mesa, que se había
decorado a sí mismo con un melancólico patrón de flores negras y
sombras. De alguna forma eso parecía... demasiado triste para ser
imaginado, la gran serpiente de Slytherin nada más deseaba ayudar al
Señor Voldemort, y el Señor Voldemort simplemente la había...
había algo insoportablemente pesaroso sobre ello, qué clase de
persona le haría
eso a un ser que no le había ofrecido otra cosa que amistad...
"Usted sí
cree que el Señor Oscuro habría -"
"Sí," el
Profesor Quirrell declaró categóricamente.
"Él-Que-No-Debe-Ser-Nombrado dejó un rastro de cuerpos detrás
suyo, Sr. Potter; dudo que haya omitido ese. Si quedaban allí
algunos artefactos que pudieran ser movidos, el Señor Oscuro también
se los habría llevado consigo. Podría haber todavía algo digno de
ver en la Cámara de los Secretos, y encontrarla demostraría que
usted es el verdadero Heredero de Slytherin. Pero no eleve sus
esperanzas demasiado alto. Sospecho que todo lo que hallará son los
restos del Monstruo de Slytherin descansando en paz en su tumba."
Se sentaron en
silencio por un rato.
"Podría
equivocarme," dijo el Profesor Quirrell. "Al final sólo es
una suposición. Sin embargo deseaba advertirle, Sr. Potter, para que
no quedara gravemente decepcionado."
Harry asintió poco
después.
"Uno incluso
podría arrepentirse de la victoria de su yo infantil," señaló
el Profesor Quirrell. Su sonrisa torcida. "Si únicamente
Quien-Tú-Sabes hubiera vivido, usted podría haberlo persuadido de
enseñarle algo del conocimiento que habría sido su herencia, de un
Heredero de Slytherin a otro." La sonrisa se torció aún más,
como para burlarse de la obvia imposibilidad, teniendo en cuenta la
premisa.
Nota
para mi mismo,
pensó Harry, con un ligero escalofrío y una punzada de ira,
asegurarse
de extraer mi herencia de la mente del Señor Oscuro, de una forma o
de otra.
Hubo otro silencio.
El Profesor Quirrell estaba viendo a Harry como si esperara que
preguntara algo.
"Bueno,"
habló Harry, "ya que estamos en el tema, puedo indagar cómo
cree funciona todo el negocio de la Lengua de Serpiente -"
Se produjo un
llamado a la puerta, entonces. El Profesor Quirrell alzó un dedo
precavido, entonces abrió la puerta agitando la varita. La camarera
entró, balanceando una enorme bandeja con sus comidas como si todo
el montón no pesara nada (lo que era probablemente era cierto). Le
entregó al Profesor Quirrell su plato de sopa verde, y un vaso de su
usual Chianti; y depositó frente a Harry un plato de pequeñas tiras
de carne rociadas con una salsa que se veía espesa, además un vaso
de su acostumbrada soda de melaza. Entonces hizo una reverencia,
logrando hacer que pareciera sincero respeto en vez de un
reconocimiento superficial, y partió.
Cuando se había
ido, el Profesor Quirrell levantó un dedo silenciador otra vez, y
extrajo su varita.
Y entonces el
Profesor Quirrell comenzó a realizar una cierta serie de
encantamientos que Harry reconoció, haciendo que respirara
bruscamente. Eran las series y arreglos que el Sr. Bester había
usado, el conjunto total de veintisiete hechizos que usarías antes
de discutir algo de verdadera gran importancia.
Si
la discusión de la Cámara de los Secretos no
había
contado como importante -
Cuando
el Profesor Quirrell había terminado – él ejecutó treinta
hechizos, tres de los cuales Harry no había escuchado antes – el
Profesor de Defensa pronunció, "Ahora no seremos interrumpidos
por un tiempo. ¿Puede guardar un secreto, Sr. Potter?"
Harry asintió.
"Un secreto
serio, Sr. Potter," el Profesor Quirrell insitió. Sus ojos eran
intensos, su rostro grave. "Uno que podría potencialmente
enviarme a Azkaban. Piense antes de responder."
Por un momento Harry
no vio por qué la pregunta debía ser tan difícil, teniendo en
cuenta su creciente colección de secretos. Entonces -
Si este secreto
podía enviar al Profesor Quirrell a Azkaban, eso significaba que él
había hecho algo ilegal...
El
cerebro de Harry realizó unos cuantos cálculos. Cual fuera el
secreto, el Profesor Quirrell no pensaba que su acto ilegal se
reflejaría mal ante los ojos de Harry. No había ventaja que ganar
al no
escucharlo. Y si revelaba algo malo con el el Profesor Quirrell,
entonces era una gran ventaja para Harry el enterarse, aún si había
prometido no contárselo a nadie.
"Nunca he
tenido mucha ventaja por la autoridad," Harry declaró.
"Autoridad legal y gubernamental incluidas. Guardaré su
secreto."
Harry no se molestó
en inquirir si la revelación era digna del riesgo que representaba
para el Profesor Quirrell. El Profesor de Defensa no era estúpido.
"Entonces debo
comprobar si es en realidad un descendiente de Salazar," dijo el
Profesor Quirrell, y se levantó de su silla. Harry, movido más por
el reflejo y el instinto que el calculo, se levantó también de su
silla.
Se produjo una
difuminación, un cambio, un movimiento repentino.
Harry abortó su
pánico a la mitad del salto hacia atrás, dejándolo con los brazos
haciendo aspavientos e intentando no caer, un frenético flujo de
adrenalina corriendo a través suyo.
Al otro lado del
cuarto se balanceaba una serpiente de un metro de alto, verde
brillante e intrincadamente vendada en blanco y azul. Harry no
conocía suficiente sobre serpientes como para reconocerla, pero
sabía que 'coloreada brillantemente' era igual a 'venenosa'.
La constante
sensación de amenaza había disminuido, muy irónicamente, después
de que el Profesor de Defensa de Hogwarts se había convertido en una
serpiente venenosa.
Harry
tragó con fuerza y habló, "Saludos - ah, ssss, no, ah,
saludoss."
"Assí,"
siseó
la serpiente. "Tú
hablass, yo esscuchó. ¿Yo hablo, tú escuchass?"
"Ssí,
yo oígo,"
silbó Harry. "¿Ussted
ess un Animago?"
"Obviamente,"
siseó la serpiente. "Treinta
y ssiete reglass, número treinta y cuatro: Volversse un Animago.
Todass lass perssonass ssenssatass lo hacen, ssi pueden. Ademáss,
muy raro."
Los ojos de la serpiente eran superficies planas instaladas dentro de
abismos oscuros, finas pupilas negras dentro de campos de color gris
oscuro. "Essta
ess la máss ssegura forma para hablar. ¿Lo vess? Ningún otro puede
entendernoss."
"Aún ssi
sson sserpientes Animagoss?"
"No
a menoss que el heredero de Sslytherin lo permita."
La serpiente soltó una serie de silbidos cortos que el cerebro de
Harry tradujó como una risa sardónica. "Sslytherin
no esstúpido. Sserpiente Animago no ess lo missmo que Lengua de
Sserpiente. Ssería una gran falla en el essquema."
Bueno eso
definitivamente argumentaba que la lengua Parsel era una magia
personal, no que hiciera a las serpientes conscientes con un lengua
que se podía aprender -
"No
esstoy regisstrado,"
siseó la serpiente. Los oscuros abismos de sus ojos contemplaron a
Harry. "Animagoss
deben regisstrarsse. Casstigo ess doss añoss de prissión.
¿Guardarass mi ssecreto, chico?"
"Ssí,"
siseó Harry. "Nunca
rompería promessa."
La
serpiente pareció paralizada, como si estuviera conmocionada, y
entonces comenzó a balancearse de nuevo. "Regressamos
aquí en ssiete díass. Trae capa para passar ssin sser vissto, trae
reloj de arena para moversse a travéss del tiempo -"
"¿Ussted
ssabe?"
silbó Harry sorprendido. "Cómo
-"
De
nuevo la serie de silbidos cortos que se traducían como una risa
sardónica. "Llegass
a mi primera classe mientrass ssigues en otra classe, derribass a un
enemigo con passtel, doss bolass de memoria -"
"No
importa," siseó
Harry. "Inquietud
esstúpida, olvidé que ussted era lissto."
"Algo
tonto de olvidar,"
dijo la serpiente, mas el silbido no parecía ofendido.
"Reloj
de arena esstá resstringido,"
Harry explicó. "No
puedo ussarlo hassta la hora novena."
La
serpiente retorció su cabeza, un asentimiento de cabeza serpentino.
"Muchass
resstriccioness. Bloqueado para tu usso perssonal, no puede sser
robado. No puede teletranssportar otross humanoss. Ssin embargo
sserpiente cargada dentro de monedero, yo ssospecho sservirá.
Pienssa possible ssostener el reloj de arena ssin ir a mover dentro
del caparazón, ssin perturbar lass protecciones, mientrass girass el
caparazón alrededor. Lo probaremoss en ssiete díass. No hablaremoss
de planess máss allá de essto. No dicess nada, a nadie. No dass
sseñal de expectativa, ninguna. ¿Entendisste?"
Harry asintió.
"Ressponde
con palabrass."
"Ssí."
"¿Haráss
como yo ordene?"
"Sí.
Pero,"
Harry soltó un carraspeó tambaleante que fue como su mente tradujo
un titubeante 'Ahhh' en serpentino, "Yo
no prometo hacer lo que ssea que ssea essto, ussted no lo ha
explicado -"
La
serpiente se estremeció y eso la mente de Harry lo tradujo como una
mirada severa. "Por
ssupuesto que no. Disscutiremoss lass esspecificacioness en la
próxima reunión."
La difuminación y
el movimiento se revirtieron en sí mismos, y el Profesor Quirrell
estaba allí de pie una vez más. Por un momento el propio Profesor
de Defensa pareció balancearse, al igual que lo había hecho la
serpiente, y sus ojos eran fríos y planos; entonces sus hombros se
enderezaron y era humano otra vez.
Y el aura de peligro
había regresado.
La silla del
Profesor Quirrell se apresuró a llegar detrás de él, y él se
sentó en ella. "No tiene sentido dejar que esto se
desperdicie," el Profesor Quirrell habló al tiempo que
levantaba su cuchara, "aunque por el momento preferiría mucho
más un ratón vivo. Uno nunca puede separar del todo la mente del
cuerpo que usa, verá usted..."
Lentamente Harry
cogió su asiento y empezó a comer.
...
"Así que la
linea de Salazar no murió con Quien-Tú-Sabes después de todo,"
continuó el Profesor Quirrell al rato. "Parece que ya hay
rumores comenzando a esparcirse, entre nuestro fino cuerpo
estudiantil, de que usted es Oscuro; me preguntó qué pensarían, si
supieran eso."
"O si supieran
que destruí un Dementor," Harry replicó, y se encogió de
hombros. "Supongo que todo el alboroto duraría hasta la próxima
vez que yo haga algo interesante. Hermione está teniendo problemas,
sin embargo, y quería saber si usted podría tener alguna sugerencia
para ella."
El Profesor de
Defensa se comió varías cucharadas de sopa en silencio, entonces; y
cuando habló de nuevo, su voz era extrañamente monótona. "En
verdad te importa esta chica."
"Sí,"
Harry contestó con calma.
"¿Supongo que
es por eso que ella fue capaz de sacarte de tu Dementación?"
"Más o menos,"
respondió Harry. La frase era cierta en una forma, sólo que no
exacta; no era que a su yo Dementado le importara, sino que había
estado confundido.
"Yo no tuve
ningún amigo así cuando fui joven." Todavía la misma voz din
emoción. "¿Qué habría sido de ti, tengo curiosidad, de haber
estado solo?"
Harry tuvo un
escalofrío antes de poder detenerse.
"Debes sentirte
agradecido con ella."
Harry nada más
asintió. No del todo exacto, pero verdadero.
"En ese caso
esto es lo que yo podría haber hecho a tu edad, de haber existido
alguien por quien hacerlo -"