Capítulo 69: Auto-Actualización, Parte 4
Lo
que vio estaba por fuera de la esquina del ojo de Hermione Granger,
un reflejo sobre el metal pulido de una estatua en donde se
conectaban dos corredores, un destello dorado, un destello rojo, algo
como una imagen de fuego; nada más por un momento lo vio, y luego se
había ido.
Se
pausó, confundida, y casi
se fue caminando, pero hubo algo familiar sobre ese breve resplandor
-
Hermione
avanzó hacia donde yacía la estatua, se asomó hacia el corredor de
donde creyó provenía el feroz reflejo.
Débilmente,
como si fuera de un lugar muy lejano, escuchó el grito, la llamada.
Hermione
empezó a correr.
Ella
corrió por un tiempo; cada vez que llegaba a un cruce ella se
detenía, recuperaba el aliento tanto como podía, y luego vería un
destello de fuego reflejado de una dirección u otra, o escuchaba la
llamada distante. De no haber sido por el entrenamiento con su
ejército se habría desmayado por el cansancio, al correr así.
Ella
nunca vio el fénix.
Y
luego llegó a una división de cuatro caminos y no había nada,
ninguna señal, esperó por largos segundos y no escuchó ni grito ni
vio fuego, y apenas estaba empezando a cuestionarse con una sensación
desagradable si acaso no lo habría imaginado todo, cuando escuchó a
una persona
gritar.
Cuando
sus rápidos pies corriendo le dieron la vuelta a la esquina su mente
comprendió la escena de un mero vistazo, tres enormes chicos de
túnicas de bordes verdes ya volteandose para mirarla, y otro chico
más bajo con bordes amarillos, quien estaba colgando en el aire por
un pie que era sostenido muy alto por una mano invisible.
La
General Rayo de Sol ni siquiera pensó al respecto, las personas que
se paran a pensar no elaboran buenas emboscadas.
Su
varita estaba en su mano, sus dedos giraron y sus labios pronunciaron
"¡Somnium!"
y el abusón más grande cayó al suelo, el chico Hufflepuff se
descolgó del aire con un porrazo
y los otros dos abusones estaban intentando apuntar sus varitas hacia
ella cuando gritó "¡Somnium!"
otra vez y otro chico enorme se desplomó - el que había apuntado su
varita con mayor velocidad, ese era al que ella había disparado.
Infortunadamente
invocar dos Maleficios de Sueño de seguido era difícil incluso para
ella, y no pudo sacar un tercero antes de que -
El
último abusón gritó "¡Protego!"
y fue rodeado por un brillante resplandor azul.
Veinticuatro
horas antes, Hermione habría entrado en pánico ante eso, un
Encantamiento de Escudo real
permitiría que el abusón le pudiera lanzar hechizos al tiempo que
estaba protegido.
Ahora
ella -
"¡Stupefy!"
aulló el chico abusón.
El
voltio escarlata explotó hacia ella con terrible esplendor,
destellando con más brillo que cualquier otro maleficio que hubiera
surgido de la varita de Harry.
Hermione
se inclinó ligeramente a la izquierda, y el voltio falló, porque la
puntería
del abusón no había sido tan buena como la de Harry; y le llegó el
pensamiento de que quizá los abusones y los ejércitos del Profesor
Quirrell no se mezclaban.
"¡Stupefy!"
chilló el chico abusón de nuevo. "¡Expelliarmus!
¡Stupefy!"
Como
fuera, ahora
ella acababa de pasar una hora entera pensando en todos los otros
hechizos que podría haber lanzado sobre Harry y Neville -
"¡Jellyfy!"
clamó el chico abusón, un sortilegio de amplio rango sin un voltio
visible para esquivar, y sus rodillas de repente se sintieron
demasiado débiles como para sostenerla. Y entonces, con un rugido
enojado produciendo un rayo escarlata aún más resplandeciente,
"¡Stupefy!"
Ella
esquivó ese al caer deliberadamente, y para ese momento había
recuperado suficiente para su siguiente hechizo, que fue -
"Glisseo,"
dijo Hermione, dirigiendo su comentario hacia el suelo.
"Uugh,"
espetó el chico abusón cuando sus pies se fueron deslizando hacia
abajo y él
de hecho dejó caer su varita.
El
Protego
parpadeó.
"Somnium,"
concluyó Hermione.
Ella
seguía respirando a bocanadas cuando se arrastró hacia donde estaba
sentado el chico Hufflepuff, lamentándose y sobando su cráneo donde
había caído de cabeza en el piso; era bueno que no se tratara de un
Muggle, Hermione se dio cuenta, o él podría haberse roto el cuello.
En realidad no había considerado eso.
"Uh,"
dijo el chico, su cabello era de un color que habría sido llamado
'morena' de haberse tratado de una chica, sus ojos eran de un café
poco distinguido que de alguna manera parecían correctos para
Hufflepuff, no había lágrimas sobre su rostro aunque se veía algo
pálido. Ella supuso que debía estar en cuarto año, o tercero.
Entonces
los ojos cafés se ensancharon cuando él se fijó en ella. "¿General
Rayo de sol?"
"Sí,"
ella respondió. "Esa (bocanada)
soy yo." Si el chico de Hufflepuff mencionaba cualquier cosa
sobre que ella era el interés amoroso de Harry Potter, decidió, él
iba a morir.
"Vaya,"
comentó el chico de Hufflepuff. "Eso fue - tú acabas de - o
sea te ví en la pantalla antes de Navidad pero - ¡vaya! ¡No puedo
creer que acabes de hacer eso!"
Hubo
una pausa.
Yo
no puedo creer que acabo de hacer eso,
pensó Hermione Granger, quien se estaba sintiendo un poco débil de
repente, debió ser por todo lo que tuvo que correr. "Me
(bocanada)
disculpas," ella pidió, "¿puedes (bocanada)
desbloquear
mis piernas?"
El
chico asintió, se empujó a sí mismo para ponerse de pie, y sacó
su varita de entre sus túnicas; sin embargo Hermione tuvo que
corregir su gesto antes de que el contra-Maleficio funcionara
correctamente.
"Soy
Michael Hopkins," se presentó el chico una vez que Hermione se
pudo enderezar por sus propios pies. Él extendió su mano. "O
simplemente Mike dentro de Hufflepuff, no hay otros Mikes en todo
Hufflepuff este año, ¿puedes creerlo?"
Estrecharon
sus manos, y Mike añadió, "Como sea, gracias."
Hermione
no estaba preparada para el chorro de euforia que la golpeó
entonces, salvar a alguien de ese modo se había sentido mejor que
cualquier otra cosa que hubiera hecho en toda
su vida.
Ella
se giró para mirar a los abusones.
Eran
muy grandes y parecían, ella creyó, tener unos quince años, y de
repente se dio cuenta de cuán grande
se había vuelto la diferencia entre los estudiantes de Hogwarts que
se habían inscrito en las actividades extracurriculares del Profesor
Quirrell, y estudiantes que tenían años de haber sido enseñados
por los peores Profesores que algunas vez llegaron a Profesar. Ser
capaz de golpear
las cosas a las que apuntabas, por ejemplo; o ser capaz de pensar lo
suficiente en el medio de una batalla para darte cuenta de que debías
Innervate
a tus camaradas caídos. Y otras cosas que el Profesor Quirrell había
afirmado, como que en el mundo real casi todas las peleas serían
decididas por un ataque sorpresa, de repente tenían mucho más
sentido para ella.
Aún
intentando recuperar su aliento, volvió a observar a Mike.
"Creerías
(bocanada)
tú," preguntó Hermione Granger, "¿que hace cinco minutos
yo estaba (bocanada)
teniendo problemas figurando cómo me podía convertir en una
(bocanada)
heroína?"
¿Había
pensado realmente que necesitaba permiso
de alguien, o que los héroes se quedaban sentados esperando a que
alguien más les diera misiones? Era muy simple de hecho, nada más
ibas en donde estuviera el mal, eso era todo lo que requería ser un
héroe. Debió haberlo recordado, ella no debió haber necesitado un
fénix para decírselo, que las cosas malas a veces sucedían aquí
mismo en Hogwarts.
Entonces
Hermione nerviosa miró de nuevo a donde los tres chicos mayores
yacían inconscientes pues se dio cuenta de golpe que ellos la habían
visto,
ellos podrían saber
quién era ella, podrían hacerle un ataque traicionero y cogerla a
ella
por sorpresa y - y ellos realmente podrían herirla -
Hermione
se detuvo.
Recordó
que Harry Potter se había puesto a sí mismo en el medio de cinco
Slytherin en el primer día de clases cuando ni siquiera sabía cómo
usar su varita.
Recordó
al Director afirmando que uno se volvía un adulto cuando era puesto
en situaciones de adulto, y que la mayoría de personas vivían sus
vidas dentro de un constreñido círculo de temor.
Y
recordó la voz de la Profesora McGonagall declarando, 'Usted tiene
doce.'
Hermione
respiró profundamente, una, dos, y tres veces.
Cuestionó
a Mike sobre si necesitaba ir a la oficina de la Señora Pomfrey, lo
que él rechazó; y lo obligó a contarle los nombres de los chicos
de Slytherin, por si las dudas.
Y
luego Hermione Granger se alejó del montón de abusones
inconscientes con grandes zancadas, asegurándose de poner una
sonrisa sobre su cara al caminar.
Sabía
que probablemente iba a ser lastimada tarde o temprano. Pero si
tenías demasiado miedo de ser lastimada para hacer lo que era
correcto, entonces no podías ser un héroe, era tan simple como eso;
y de haber puesto el Sombrero Seleccionador sobre su cabeza en ese
momento no habría esperado ni un
segundo
antes de gritar '¡GRYFFINDOR!'
...
Seguía
pensando sobre eso cuando bajó a cenar; la euforia de salvar a
alguien aún no se le quitaba, y estaba empezando a preocuparse de
que algo se hubiera roto en su cerebro.
Mientras
se acercaba a la mesa de Ravenclaw una repentina epidemia de
murmullos se desató, y Hermione se preguntó si el chico de
Hufflepuff había contado algo al respecto antes de darse cuenta de
que los murmullos probablemente no eran sobre eso.
Se
sentó en frente de Harry Potter quien se veía extremadamente
nervioso, probablemente porque ella seguía sonriendo.
"Ah
-" dijo Harry, mientras ella se servía pan tostado fresco,
mantequilla, canela, nada de frutas o vegetales, y tres raciones de
brownies de chocolate. "Ah -"
Ella
dejó que siguiera con eso hasta que terminó de llenar un vaso de
vidrio con jugo de uva, y entonces habló, "Tengo una pregunta
para usted, Sr. Potter. ¿Cómo cree que las personas fallan en
convertirse en sí mismos?"
"¿Qué?"
replicó Harry.
Ella
lo miró. "Pretenda que nada de todo esto está pasando,"
añadió, "y nada más responda lo mismo que hubiera expresado
ayer."
"Mmm..."
Harry dudó, mostrándose muy confundido y preocupado. "Yo creo
que ya somos
nosotros mismos… no es como si yo fuera una copia imperfecta de
alguien más. Pero supongo que si intento seguir la corriente a la
pregunta, entonces podría afirmar que las personas no se convierten
en sí mismos porque absorbemos todas esas cosas locas del ambiente y
las regurgitamos. O sea, ¿cuántas personas jugando Quidditch
podrían participar de un juego así de haber inventado el juego
ellos mismos? O de vuelta en la Bretaña Muggle, ¿cuántas personas
que piensan en sí mismas como Laborales o Conservadores o Demócratas
o Liberales inventarían ese mismo lío de creencias políticas de
haber intentado inventarlas ellos mismos?"
Hermione
consideró eso. Se había estado preguntando si Harry contestaría
algo de Slytherin o quizá incluso algo de Gryffindor, sin embargo
esto no parecía encajar en la lista del Director; y se le ocurrió a
Hermione que podría haber más puntos de vista en la materia y no
solamente cuatro.
"De
acuerdo," admitió Hermione, "otra pregunta. ¿Qué
convierte a alguien en un héroe?"
"¿Un
héroe?"
inquirió Harry.
"Sí,"
insistió Hermione.
"Ah..."
Harry titubeó. Su tenedor y cuchillo se pusieron a rasgar
nerviosamente un pedazo de filete, cortándolo en piezas más y más
pequeñas. "Creo que muchas personas pueden hacer cosas cuando
el mundo los canaliza hacia ello… por ejemplo si las personas están
esperando que lo hagas, o si únicamente utilizan habilidades que ya
conocen, o hay una autoridad observando para cachar tus errores y
asegurarse que tú cumplas con tu parte. Sin embargo problemas como
ese ya están siendo resueltos probablemente, ya sabes, y no hay
necesidad de héroes. Por lo que pienso que las personas que llamamos
'héroes' son raros porque tienen que inventar todo sobre la marcha,
y la mayoría no están cómodos con eso. ¿Por qué preguntas?"
El tenedor de Harry acuchilló tres pedazos de filete cuidadosamente
despedazado y los alzó hasta su boca.
"Oh,
acabo de paralizar a tres grandes abusones de Slytherin y rescaté un
Hufflepuff," informó Hermione. "Voy a ser un héroe."
Cuando
Harry hubo terminado de ahogarse con su comida (algunos de los
Ravenclaws que estaban a distancia de escuchar siguieron tosiendo) él
espetó, "¿Qué?"
Hermione
contó la historia, empezó a esparcirse en ondulantes rumores al
tiempo que ella hablaba. (Aunque dejó por fuera la parte sobre el
fénix, porque eso le pareció una cosa privada entre ellos dos.
Hermione había sentido sorpresa, pensando al respecto, que un fénix
apareciera para alguien que quería
ser un héroe; se le hizo un poco egoísta cuando lo pensó de ese
modo; sin embargo quizá no le importaba a los fénices siempre y
cuando vieran que tú estabas dispuesto a ayudar a otros.)
Cuando
terminó de hablar, Harry se la quedó mirando fijamente desde el
otro lado de la mesa y no pronunció ni una palabra.
"Lamento
mi comportamiento de antes," Hermione se disculpó. Tragó un
sorbo de su vaso con jugo de uva. "Debí recordar que seguía
pateando tus pantalones en la clase de Encantamientos y que está
bien para ti hacerlo mejor en Defensa."
"Por
favor
no tomes esto de mala manera," pidió Harry. Se veía demasiado
adulto ahora, y siniestro. "¿Pero estás segura de que esta es
quien tú
eres, y no, para ponerlo sin rodeos, yo?"
"Estoy
bastante segura," respondió Hermione. "De hecho, mi nombre
prácticamente se escribe como 'héroe' si le quitas la 'm', la 'i' y
la 'n'. Nunca había notado eso hasta el día de hoy."
"Ser
un héroe no es sólo diversión y juegos," indicó Harry. "No
el verdadero heroísmo, del tipo que los adultos tienen que hacer, no
es de ese modo, no va a ser tan fácil."
"Lo
sé," afirmó Hermione.
"Es
difícil y doloroso y tienes que tomar decisiones donde hay ni una
respuesta buena -"
"Sí,
Harry, yo también leí esos libros."
"No,"
insistió Harry, "no lo comprendes, incluso si los libros te
advierten no hay manera en que puedas
entender hasta que -"
"Eso
no te detiene," interrumpió Hermione. "No te detiene ni un
poco. Apuesto que nunca ni siquiera consideraste
no ser un héroe por eso. ¿Por qué crees que eso me va a detener a
mí?"
Hubo
una pausa.
Una
repentina sonrisa iluminó la cara de Harry, una sonrisa que era tan
brillante e infantil como el ceño que había sido siniestro y
adulto, y todo estuvo bien entre ellos nuevamente.
"De
alguna manera esto se va a poner horrible y alucinantemente mal,"
bromeó Harry, todavía con la enorme sonrisa. "Sabes eso,
¿verdad?"
"Oh,
lo sé," admitió Hermione. Se comió otra porción de tostada.
"Eso me recuerda, Dumbledore rehusó ser mi misterioso mago
anciano, ¿hay algún lugar al que pueda escribir para conseguir
uno?"
...
Conclusión:
"...y
el Profesor Flitwick sostiene que su determinación parece
inquebrantable," Minerva dijo con dureza, mirando fijamente al
mago anciano de barba plateada que era responsable de esto. Albus
Dumbledore nada más estaba sentado silenciosamente y escuchándola
con una triste expresión distante en sus ojos. "La señorita
Granger ni siquiera parpadeó cuando el Profesor Flitwick la amenazó
con hacer que la transfieran a Gryffindor, sólo replicó que si se
iba se llevaría todos los libros con ella. Hermione Granger ha
decidido que va a ser un héroe y no va a aceptar un no por
respuesta. Dudo que hubieras podido empujarla en esto con más fuerza
de haberlo intentado
-"
Le
requirió cinco segundos completos al cerebro de Minerva procesar
esta deducción.
"¡ALBUS!"
ella chilló.
"Querida
mía," explicó el mago anciano, "tras haber lidiado con tu
trigésimo héroe o algo así, te darás cuenta que suelen reaccionar
muy predeciblemente a ciertas cosas; como decirles que son demasiado
jóvenes, o que no están destinados a ser héroes, o que ser un
héroe es implacentero; y si verdaderamente deseas estar seguro
tienes que encajar todas tres. Aunque," con un breve suspiro,
"no es recomendable ser demasiado
evidente, o tu Subdirectora Adjunta podría atraparte."
"Albus,"
Minerva declaró, su voz aún más dura, "si ella sale herida,
juro que esta vez voy a -"
"Ella
habría llegado a ese mismo lugar a su debido tiempo," Albus
aseveró, la expresión triste y distante todavía en sus ojos. "Si
alguien debe convertirse en un héroe entonces ellos no escucharán
nuestras advertencias, Minerva, sin importar cuán arduo lo
intentemos. Y de todos modos, es mejor para Harry que la Señorita
Granger no se quede muy atrás de él." Albus produjo, como un
pensamiento de la nada, una lata que se giró para revelar pequeños
grumos amarillos, ella nunca había sido capaz de descubrir dónde la
guardaba y nunca había sido capaz de detectar la magia involucrada.
"¿Zumo de limón?"
"¡Ella
es una niña de doce años, Albus!"
...
Conclusión
de la conclusión:
Dentro
de las ventanas, apenas visibles en la oscuridad del atardecer, los
pescados nadaban dentro de las aguas negras; iluminados por el
brillante resplandor de la sala común de Slytherin cuando se
acercaban, desapareciendo dentro de la oscuridad cuando se iban
nadando.
Daphne
Greengrass estaba sentada cómodamente en un sofá de cuero negro, su
cabeza colapsada dentro de sus manos, destellando en un
dorado-amarillento por causa de las fulgurantes chispas de luz blanca
que iban y venían de la existencia a su alrededor.
Ella
había estado preparada para ser molestada porque le gustaba Neville
Longbottom. Había estado esperando escuchar un montón de
comentarios sarcásticos sobre Hufflepuffs. Había pensado una
tonelada
de respuestas automáticas para ello cuando iba de regreso hacia los
calabozos de Slytherin.
Ella
había estado ansiando
ser molestada por gustarle Neville. Ser molestada por ese tipo de
cosas indicaba que habías crecido para ser una chica real.
Como
se vio después, nadie había descubierto que su reto a Neville al
Más Antiguo Duelo significaba que a ella le gustaba él. Pensó que
sería obvio
pero no, nadie más había tan siquiera considerado eso
aparentemente.
Siempre
era el maleficio que no veías el que te golpeaba.
Ella
debió llamarse a sí misma simplemente Daphne de Rayo de Sol, como
Neville de Caos. O Daphne Soleada como Ron Soleado. O cualquier
cosa
excepto Greengrass de Rayo de Sol.
Hierbaverde
de Rayo de Sol.
De
ahí había crecido hasta Hierbaverde de Rayo de Sol y los Cielos
Azules.
Entonces
alguien había añadido Montañas con Puntas de Nieve y Criaturas del
Bosque Retozando.
En
la actualidad se referían a ella como la Chispeante Princesa
Unicornio de la Más Noble y Antigua Casa de Chispopo.
Y
alguna maldita chica de sexto año la había golpeado con un
Maleficio Resplandeciente, ella ni siquiera había sabido que tal
cosa como un Maleficio Resplandeciente existiera, y Finite
Incantatem
no había funcionado, y le había pedido ayuda a algunas chicas
mayores que ella había pensado
eran sus amigas (aparentemente había estado equivocada al respecto)
y entonces amenazó a la invocadora con graves desastres políticos
infringidos por su padre y a pesar de todo Daphne Greengrass seguía
sentada en la sala común de Slytherin con su cabeza dentro de sus
manos, fulgurando chispeante y preguntándose cómo había terminado
siendo la única persona cuerda en Hogwarts.
Ya
era pasada
la hora de la cena
y ellos seguían
con eso
y si no paraban para mañana en la mañana se iba a transferir hacia
Durmstrang y convertirse en la próxima Dama Oscura.
"¡Oigan,
todos!" dijeron las gemelas Carrow dramáticamente, agitando una
copia de el Diario
el Profeta. "¿Oyeron
las noticias? ¡El Wizengamot acaba de decretar que 'veamos lo que
tienes' constituye un reto legal para ser peleado hasta que el
retador caiga desfallecido y tome una siesta!"
"¡Cómo
te atreves a insultar el honor de la Chispeante Princesa Unicornio!"
exclamó Tracey. "¡Veamos lo que tienes!" Entonces Tracey
se dejó caer por completo en su sofá y empezó a roncar
fuertemente.
La
cabeza chispeante de Daphne se hundió un poco más dentro de sus
manos resplandecientes. "Después de que mi familia se apodere
de todo voy a ponerlos a todos ustedes bajo maleficios anti-Aparición
y los voy a enviar dentro del mar por red Floo," ella prometió
a nadie en particular. "¿A todos les parece bien, verdad?"
Paf-paf,
paf-paf-paf, paf.
Daphne
levantó la mirada, sorprendida; ese era una señal codificada de
Rayo de Sol -
"¡He
captado a alguien tocando!"
bramó el Sr. Goyle. "¡Tocando
la puerta!"
"¡Veamos
lo que tienes, puerta!"
gritó un chico mayor que estaba cerca de la puerta, y de un jalón
abrió la puerta.
Hubo
un momento de sorpresa completa.
"He
venido a tener una palabra con la Señorita Greengrass," pidió
la General Rayo de Sol, sonando como si estuviera intentando oírse
confiada. "Podría alguien por favor -"
De
la expresión en la cara de Hermione fue evidente que acababa de
notar a la Daphne chispeante.
Y
ahí
fue cuando Millicent Bulstrode subió corriendo de los dormitorios
inferiores y gritó, "Oíd, todos, adivinen qué, ahora Granger
fue y le dio una paliza a Derrick y lo que quedaba de su banda, y su
padre le envió un búho y le advirtió que si él no -"
Millicent
alcanzó a ver a Hermione de pie en el corredor.
Se
produjo un silencio muy ruidoso.
"Eh,"
habló Daphne. ¿Qué?
inquirió su cerebro. "Eh, ¿qué está haciendo aquí,
General?"
"Bueno,"
explicó Hermione Granger con una extraña sonrisa en su rostro, "He
decidido que no es justo que los misteriosos magos ancianos le den
oportunidades para ser héroes a algunas personas y a otras no, y
también leí libros de historia y no hay suficientes chicas heroínas
en ellos. ¿Así que pensé en pasar por aquí y ver si querías ser
una heroína y por qué estás brillando de ese modo?"
Hubo
otro silencio.
"Este,"
respondió Daphne, "probablemente no
fue el mejor momento para hacerme esa pregunta -"
"¡Yo
lo haré!"
gritó Tracey Davis, brincando de su sofá.
...
Y
así nació la Sociedad para la Promoción de la Igualdad Heróica
para las Brujas.
...
Nota
del traductor
Y
con este capítulo, fue como nació la Sociedad para la Promoción de
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad.
Cualquier
tema relacionado con el dinero es complicado, por lo que me voy a
limitar a los hechos. Y porque podría muy bien ser el último
capítulo de HPMOR que traduzca, voy a extenderme un poco.
Ya
no tengo tiempo para trabajar en la traducción de HPMOR de manera
gratuita. He actualizado el Patreon para financiar exclusivamente ese
proyecto. He puesto las recompensas que espero sean más
estimulantes.
Si
no hay suficiente apoyo en el Patreon, con pesar pero resolución
tendré que dimitir de mis obligaciones como traductor de HPMOR al
español.
Mi
objetivo, ahora más claro que nunca, es poder vivir en tranquilidad
junto con mi pareja. Con esa meta en mente, mi tiempo está
comprometido en 4 actividades: trabajar medio tiempo en el negocio de
mi familia. aceptar más encargos como escritor negro, seguir
desarrollando el proyecto de autopublicación junto con mi pareja, y
publicar con más regularidad en mi blog.
Infortunadamente,
traducir HPMOR requiere tiempo, sobretodo si quiero hacerlo bien.
Tiempo que ahora no tengo, a menos que pueda financiarlo. No quiero
chantajear a nadie, ni planeo volverme millonario a costa de otros.
Pero mi tiempo es valioso y ya no puedo seguir regalando algo tan
precioso y escaso para mí.
Si
están interesados en donar, pueden dar click al enlace de Patreon
que hay en el encabezado del blog de Rhaidot.
Y
en caso de que sea la última vez, agradezco profundamente a todos lo
que con sus comentarios me ayudaron a seguir con la traducción hasta
aquí. Sin ustedes habría tirado la toalla mucho antes, no por
motivos prácticos, sino por falta de espíritu de lucha. Espero que
sigan buscando y usando los métodos de la racionalidad para hacer de
este mundo un lugar mejor.
Gracias.