Cuando mi novia y yo hablamos del
Rey León 2 siempre terminamos discutiendo. Para ella es una película
más romántica que la primera parte y le encanta la tragedia de Kovu, el hijo de Scar. Para mí es una cinta que confunde el humor con hacer el
ridículo y es inferior a su predecesora en todo sentido. Como me precio de valorar bastante la sabiduría de Melissa, procurare desgranar esta película de modo objetivo para ver quién tiene la razón, o si es que ninguno de los dos está equivocado (lo que quiere decir que los dos lo estamos.) Iniciemos por nuestros puntos de desacuerdo.
Upendi es el equivalente de
Esta noche es para amar que aparece en
Rey León 1. Aunque Melissa ama esta película, no soporta ésta canción. Cuando Rafiki abre la boca para cantar, Melissa sale corriendo y no regresa hasta que el horror haya llegado a su fin. En cambio yo, creo que es una de las partes más graciosas, precisamente porque es horrible.
En el
Rey León 1, consideraron hacer que
Esta noche es para amar fuera
interpretada por Timón y Pumba, en una extraña mezcla de humor y romance. En contra del buen juicio, para el
Rey León 2 se decidieron a hacerlo después de todo, esta vez con Rafiki, y el resultado fue desastroso. Rafiki es adorable, pero
esa voz no se hizo para cantar. El maestro Shifu no debería cantar. Yoda no debería cantar. Y Rafiki no debió hacerlo. Son voces que hablan con acertijos e ironía sardónica, cuyas misteriosas y proféticas palabras no tienen sentido hasta el momento justo.
Pudieron haberse salido con la suya si se hubieran ido por el humor del todo, a ser una burla total, como si lo hicieron en el
Rey León 3, la precuela que nos muestra la misma escena de
Esta noche es para amar pero desde la disparatada perspectiva de Timón y Pumba. Sin embargo, Rafiki cantando de amor, eso fue como dicen los gringos, el salto del tiburón.
Se pasaron de la raya.