Capítulo 91 Capítulo 93
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Manten la Calma y la Racionalidad por Arahneed |
Capítulo 92: Roles, Parte 3
No había nada más por hacer.
No había nada más por planear.
No había nada más por pensar.
Dentro de ese vacío se elevó la nueva peor memoria -
El Niño-Que-Vivió-A-Diferencia-De-Su-Mejor-Amiga caminó con pena los largos, corredores con eco hacia el Gran Comedor. Con todas sus energías de pensamiento exhaustas, su mente estaba empezando a arrojar pensamientos como una imagen de Hermione caminando a su lado y conceptos sin palabras como Eso nunca volverá a suceder hasta que otra parte gritaba No y bramaba con determinación que la iba a traer de vuelta, sólo que la voz de esa parte estaba cansándose y la otra parte parecía infatigable. Otra parte de su mente insistió en revisar lo que él había dicho a la Profesora McGonagall y Papá y Mamá, incluso si únicamente había estado intentando sacarlos de allí tan rápidamente como fuese posible y había estado funcionando con limitada energía mental. Como si de alguna manera él pudiera haberlo hecho mejor, por un acto de su voluntad defectuosa. Qué sería de su relación con sus padres ahora, Harry no lo podía adivinar.
Finalmente llegó a un cruce donde un chico mayor con una túnica de bordes verdes, estaba leyendo en silencio un libro de texto, en el camino que cualquiera habría elegido si hubiese querido interceptar a alguien que iba desde las cámaras de sanación hacia el Gran Comedor.
Harry estaba usando la Capa de Invisibilidad, por supuesto, se la había puesto tras salir de la oficina, volviéndose inmune a casi todas las formas de detección mágica. No tenía sentido hacer fácil para cualquiera que quisiera intentar encontrarlo y matarlo. Y Harry casi estaba decidido en continuar sin tomarse la molestia de descubrir qué estaba pasando, cuando reconoció el rostro del chico de Slytherin.
Harry empezó a caer en cuenta entonces. Por supuesto, uno de los estudiantes que se había quedado para las vacaciones de Pascua naturalmente había sido-
"Estabas esperando por mí," Harry anunció en voz alta, sin remover la Capa.
El chico de Slytherin se echó para atrás, golpeando su cabeza contra la pared, su libro de Encantamientos de quinto año cayéndose de sus manos, antes de levantar la vista con ojos abiertos de par en par.
"Tú estás -"
"Invisible. Sí. Di lo que quieres decir."
Lesath Lestrange se puso de pie a toda prisa, una posición de atención, luego habló con desesperación, "Mi Señor, acaso hice lo correcto - pensé que no desearías que diera un paso adelante delante de todo el mundo, que podrían sospechar de nuestra conexión - pensé que, seguramente si llegabas a desear mi ayuda me ibas a llamar -"
"Yo -" Lesath vaciló, luego prosiguió en voz baja, "Estaba equivocado, ¿no es cierto?"
"Actuaste exactamente como tendrías que haberlo hecho, bajo aquellas circunstancias. Fui yo quien fui un tonto."
"Lo lamento, mi Señor," susurró Lesath.
"Si hubieses venido conmigo, ¿habrías sido capaz de matar al trol?" Ni siquiera era la pregunta correcta, la pregunta correcta era si el propio Harry habría considerado a Lesath como suficiente y volado sesenta segundos antes, aunque aún así...
"Yo... no estoy seguro, mi Señor... No soy muy bienvenido en las prácticas de duelo de Slytherin, no he aprendido los gestos de la Maldición Asesina - ¿debería estudiar aquellas artes para servirte mejor, mi Señor?"
"Continuo en mi insistencia de que no soy tu Señor," Harry declaró.
"Sí, mi Señor."
"Aunque," Harry explicó, "y esta no es ninguna clase de orden, nada más una observación, cualquiera debería saber cómo defenderse a sí mismo, especialmente tú. Estoy seguro que el Profesor de Defensa te ayudará con eso por sus principios generales, si se lo pides."
Lesath Lestrange hizo una inclinación y declaró, "Sí, mi Señor, seguiré sus órdenes si puedo, mi Señor."
Harry se habría quejado sobre ser malentendido, de no ser porque había sido comprendido perfectamente.
Lesath se fue.
Harry miró fijamente la pared.
Honestamente había pensado que ya había descubierto todas las diferentes maneras en que había sido estúpido, tras haber gastado medio día pensando al respecto.
Aparentemente eso no había sido más que exceso de confianza de su parte.
¿Entendemos lo que hicimos mal? Su lado Slytherin cuestionó fríamente.
Sí, Harry pensó.
Tus escrúpulos éticos no tienen ningún sentido. No estás engañando a Lesath. Hiciste exactamente lo que Lesath cree que tú hiciste. No tendrías que haber inventado excusas sobre por qué Lesath te estaba ayudando, podrías haber dicho simplemente que estabas reclamando la deuda que él tenía contigo por ser rescatado de abusones, hubo seis testigos para eso. Hermione murió porque te olvidaste de un recurso extremadamente valioso, y te olvidaste de Lesath porque... ¿por qué?
¿Porque tener a Lesath Lestrange como un secuaz pareció ser más propio de un Señor Oscuro? Hufflepuff comentó con voz baja mental. O sea... esa decisión probablemente fue responsabilidad mía en su mayoría...
El lado Slytherin de Harry ni siquiera respondió ante eso con palabras, nada más mostró desprecio y envió un fugaz vistazo del cuerpo de Hermione.
¡Detente! Harry gritó internamente.
La próxima vez, Slytherin acusó en tono helado, te sugiero que pasemos más tiempo preocupándonos sobre lo que es eficiente y efectivo, y menos tiempo preocupándonos sobre lo que parece más propio de un Señor Oscuro.
Debidamente anotado, Harry pensó, lo voy a hacer.
No, no lo vas a hacer, replicó Slytherin. Vas a inventar alguna racionalización para tus patéticos escrúpulos. Vas a empezar a escucharme después de que tu próximo amigo muera.
Harry estaba empezando a preocuparse ante la posibilidad de estar volviéndose loco. Las conversaciones que tenía con las voces de su cabeza usualmente no eran así.
El Niño-Que-Vivió
dolor
Harry Verres caminó apenado por su cuenta
daño
Harry caminó a través de los silenciosos corredores.
...
"¿Cómo le está yendo al Sr. Potter?" demandó el Profesor Quirrell. Había una tensión sobre el hombre, no podías llamarlo del todo preocupación, más como alguien preparando una emboscada que medía el tiempo preciso para atacar. Los Grangers apenas y acababan de irse con Madam Pomfrey cuando el Profesor de Defensa ya estaba golpeando la puerta de su oficina y luego entró sin esperar que ella hubiese contestado, y habló antes de que ella pudiera pronunciar alguna palabra. Parte de Minerva se preguntaba de modo distante si Harry Potter había cogido ese hábito de su Profesor de Defensa, ser inconsciente del dolor de otros cuando tenían algo más en su mente, o si era una falla infantil que este hombre de algún modo había sido incapaz de superar.
"El Sr. Potter ha dejado de proteger el cuerpo de la Señorita Granger," ella respondió, poniendo algo del frío que sentía en su voz. Ella sentía la certeza de que el Profesor de Defensa no estaba experimentando tanto dolor como ella, el hombre no había dedicado ni una palabra a Hermione Granger. Para que él pusiera demandas sobre ella - "Creo que ha bajado a cenar."
"¡No estoy preguntando por el estado físico del niño! Acaso usted - él ha -" el Profesor Quirrell hizo un gesto brusco, como para indicar un concepto para el cual no tenía palabras.
"No particularmente," ella dijo. Estaba a treinta segundos de ordenar al Profesor de Defensa que saliera de su oficina.
El Profesor Quirrell empezó a pasear dentro de los pequeños confines de su oficina. "La Señorita Granger era la única cuyas preocupaciones él verdaderamente atendía - sin ella - todos los límites en la imprudencia del niño han sido removidos. Ahora lo veo. ¿Quién más queda? ¿El Sr. Longbottom? El Sr. Potter no pretende que sean iguales. ¿Flitwick? Su sangre de duende sólo pediría venganza. ¿El Sr. Malfoy, si fuera a regresar? ¿Con qué propósito? ¿Snape? Un desastre ambulante. ¿Dumbledore? Bah. Ya hay eventos que se dirigen hacia la catástrofe, deben ser desviados hacia un camino que no recorrerán naturalmente. ¿A quién podría escuchar el Sr. Potter, que no hable ordinariamente con él? Cedric Diggory le ha enseñado, ¿pero qué le diría el Sr. Diggory como consejo? Un desconocido. El Sr. Potter habló largamente con Remus Lupin al menos una vez. A él le he dedicado poca atención. ¿Sabrá Lupin las palabras para pronunciar, el acto que debe ser realizado, el sacrificio que debe ser hecho para cambiar el camino del niño?" El Profesor Quirrell se arremolinaba sobre ella. "¿Acaso Remus Lupin pudo confortar a aquellos que sufrían o los empujó a misiones imprudentes, durante su tiempo con la Orden del Fénix?"
"No es un pensamiento pobre," ella reconoció lentamente. "Creo que el Sr. Lupin fue a menudo una voz de moderación para James Potter en sus días de Hogwarts."
"James Potter," dijo el Profesor Quirrell, sus ojos estrechos. "El niño casi no se parece a James Potter. ¿Tiene confianza en el éxito de este plan? No, esa es la pregunta incorrecta, no estamos limitados por un solo plan. ¿Está segura que este plan será suficiente, para que no necesitamos ejercer otros? Cuestionado de esa manera, la pregunta se responde a sí misma. El camino que lleva al desastre debe ser desviado en cada punto posible de intervención." El Profesor de Defensa había vuelto a pasear dentro de los confines de su oficina, llegando a una pared, girando sobre sus talones, paseando hasta la otra pared.
"Mis disculpas, Profesor," ella no se molestó en mantener el filo por fuera de su voz, "pero he alcanzado mi límite para el día. Puede retirarse."
"Usted." El Profesor Quirrell se giró, y ella se descubrió a sí misma contemplando fija y directamente aquellos ojos de azul helado. "Usted sería la primera en que pensaría después de la Señorita Granger, para evitar que el niño hiciera una tontería. ¿Ya ha realizado su máximo esfuerzo? Por supuesto que no."
Cómo se atrevía a sugerir eso. "Si no tiene más para decir, Profesor, entonces debería irse."
"¿Su confederación ya ha deducido quién soy realmente?" Las palabras fueron pronunciadas con engañosa suavidad.
"Sí, de hecho. Ahora -"
Pura magia, poder puro se estrelló contra el cuarto como si fuese un relámpago, como un trueno resonante sobre sus orejas que ensordecieron el resto de sus sentidos, los papeles sobre su escritorio salieron volando no a causa de un viento conjurado sino por la pura fuerza bruta de fuerza arcana.
Entonces el poder se redujo, dejando únicamente el certificado de muerte de Hermione Granger flotando en el aire hasta caer al suelo.
"Yo soy David Monroe, quien combatió a Voldemort," el hombre anunció, todavía con un tono templado. "Escuche mis palabras. No se puede permitir que el niño continúe en este estado mental. Se volverá peligroso. Es posible que ya hayas hecho todo lo que puedes. Sin embargo suelo encontrar que dicho caso es raro en realidad, y a menudo más dicho que hecho. Sospecho que únicamente has hecho lo que normalmente harías. Verdaderamente no puedo comprender lo que lleva a otros a romper sus límites, ya que yo nunca los tuve. Las personas permanecen pasivas de una manera sorprendente cuando son confrontadas con el prospecto de la muerte. El temor al ridículo público o a perder el sustento tienen más probabilidades de empujar a las personas hacia los extremos y que rompan sus hábitos acostumbrados. En el otro lado de la guerra, el Señor Oscuro tuvo excelentes resultados con la Maldición Cruciatus, juiciosamente usada sobre Sirvientes Marcados que no pueden escapar el castigo excepto si tenían éxito, pues los esfuerzos razonables no eran aceptados. Imagine ese estado mental dentro de usted misma, y pregúntese si verdaderamente ha hecho todo lo que usted puede para alejar a Harry Potter de este camino."
"Soy una Gryffindor y el miedo no me conmueve mucho," ella espetó como respuesta. "¡Usted va a ejercer la cortesía dentro de mi oficina!"
"Yo encuentro que el miedo es una excelente motivación, y en efecto es el miedo lo que me mueve ahora. Quien-Tú-Sabes, a pesar de todo su horror, todavía se ataba a ciertos límites. Es mi juicio profesional, hablando como un mago aprendido casi igual a Dumbledore o Aquel-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, que el niño podría unirse a los rangos de aquellos cuyos rituales están inscritos sobre las lápidas de países enteros. Esta no es una preocupación tonta, McGonagall, ya he escuchado palabras para producir las más graves de las aprehensiones."
"¿Está demente? Usted cree que el Sr. Potter podría - esto es ridículo. el Sr. Potter no puede posiblemente -"
Una imagen sin palabras cruzó su mente de un parche de vidrio sobre una bola de acero.
"¡- el Sr. Potter no haría una cosa semejante!"
"Su elección deliberada no es requerida. Los magos raramente se proponen provocar su propia destrucción. El Sr. Potter podría no parecerte malicioso. ¿Le parece él imprudente una vez que se ha trazado una meta? ¡Le repito que tengo razones específicas para la más grave de las posibles preocupaciones!"
"¿Ha comentado esto con el Director?" ella interrogó lentamente.
"Eso sería peor que inútil. Dumbledore no puede alcanzar al niño. En el mejor de los casos es lo suficientemente sabio como para ser consciente de esto y no empeorar las cosas. Yo carezco del estado de ánimo requerido. Usted es la que - pero veo que sigues buscando que otros te salven." El Profesor de Defensa le dio la espalda, y dio largas zancadas hacia la puerta. "Creo que tendré que consultar con Severus Snape. Puede que el hombre sea un desastre ambulante, sin embargo conoce ese hecho, y podría poseer un mayor entendimiento del ánimo del niño. En cuanto a usted, madam, imagínese al final de su vida, conociendo que Bretaña - claro que no, Bretaña no es su verdadero país, ¿no es así? Imagínese a usted misma al final de su vida mientras la oscuridad va devorando las paredes desfallecidas de Hogwarts, sabiendo que sus estudiantes morirán con usted, recordando este día y dándose cuenta que hubo algo más que pudiste haber hecho."
Capítulo 91 Capítulo 93
Nota del Traductor (17 de Noviembre de 2019)
El próximo capítulo es de 4.000 palabras. Incluyendo el tiempo de corrección, es posible que lo publique en mi Patreon el 23 de Noviembre, y el 30 en mi blog y en FNN.
Esta entrada fue posible gracias a Rocio Tou, Sergio Andres Rodriguez Vargas, Nkp, Richard Nole, y Kbrem.
Puedes aprender más sobre los métodos de la racionalidad leyendo Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad. Si quieres ir al infinito y más allá, puedes apoyarme en el Patreon de Rhaidot.
Gracias por leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario