Las cinco criaturas más peligrosas del cine

Siempre que veo una película me hago la pregunta, ¿cómo sería si esto fuera real? Y a veces la única sensación que me recorre es un escalofrío por la espalda.

Original

Número 5, Daniel el Travieso

El niño plaga, con un humor pasado de moda aún en su propia época, destilando una ingenuidad que desquicia por su falsedad. Si este niño fuera nuestro vecino, no le tendríamos miedo al infierno, porque ya viviríamos allí.

La madre de Voldemort. Fuente

Número 4, Meg Ryan

Una mujer que parlotea constantemente, conectando una frase tras otra sin parar y sin tocar ningún tema de relevancia. Este monstruo no es aterrador cuando tiene la boca cerrada, pero al abrirla los oídos de los inocentes estallan y tienes que luchar contra el deseo natural de arrancarte los ojos.

¡El que No Debe Ser Nombrado! Fuente

Número 3, Liam Neeson

Este sujeto es una fuerza perseguidora imparable. ¿Les aterró el Terminator? ¡Este hombre es mucho peor! Nunca se detiene, es el perfecto cazador que no vence por ser más fuerte o veloz, sino porque sabe cómo derrotar a su victima por cansancio. Y aún en las películas que es asesinado, no es el fin para él, porque trasciende a un nuevo plano de existencia donde puede seguir atormentando a los secuestradores de su hija/esposa/mascota/suegra/celular/hija de nuevo.

Es mejor enfrentar las armas que sus puños. Fuente

Número 2, Chuck Norris

Nada más tienes que fijarte en los chistes que hay alrededor de este personaje para asimilar el terror que esconde este sujeto, que es capaz de mover la tierra cuando hace flexiones de pecho, culpable de exterminar a los dinosaurios y el único que es más rápido que la velocidad de la luz, entre otras cosas... ¡Ese sujeto es terrible! No bastaría más que un pequeño suspiro caprichoso para traer el fin del mundo como lo conocemos. La dimensión de horror que este hombre trae consigo sólo puede ser superada por su creador...

A lo que le temen las pesadillas. Fuente

Número 1, el Ser Humano

Sí, la criatura más horripilante sobre la faz de la tierra y quizá única en el universo. El ser humano promedio hace parte de una manada trabajadora que sirve como mano de obra a los integrantes más brillantes de su especie. Además de ser padres de los horrores anteriormente descritos, sus capacidades físicas y mentales son tan enormes que se convirtió en la especie dominante después de unos cuantos miles de años tras alcanzar su evolución perfecta. Su poderío es indiscutible. Su arma más aterradora es la imaginación. Tras haber conquistado su mundo de origen, su siguiente reto es la conquista galáctica, que de seguro emprenderá con la misma fuerza aplastante y despiadada. Mientras logra esa hazaña, su imaginación se entretiene con invenciones a la vez banales, ingeniosas y aterradoras. ¿Existe alguna entidad superior al humano? El mero pensamiento es perturbador.