Capítulo 23 Capítulo 25
Harry Potter y los Métodos de la Racionalidad
Capítulo 24
La Hipótesis de la Inteligencia Maquiavélica
...
J.
K. Rowling se enrosca y ataca, sin ser vista; círculos de Orca,
fuertes e inclinados.
...
Acto
3:
...
Draco
aguardó en un pequeño nicho con ventana que encontró cerca del
Gran Comedor, con el estómago revuelto.
Habría
un precio, y no sería pequeño. Draco lo había sabido tan pronto
como despertó y se dio cuenta de que no se atrevía a entrar al Gran
Comedor para desayunar porque podría ver a Harry Potter allí y
Draco no adivinaba que pasaría entonces.
Pisadas
se aproximaron.
"Ya
te vas a enterar." Amenazó la voz de Vincent. "El jefe no
se encuentra de buen humor el día de hoy, así que mejor camina con
cuidado."
Draco
iba a arrancarle la piel a ese idiota con vida y enviar el cuerpo
desollado de regreso con una petición de un sirviente más
inteligente, como un jerbo muerto.
Un
par de pisadas se alejaron, y otro par de pisadas se acercaron.
El
estómago revuelto de Draco se empeoró.
Harry
Potter apareció ante su vista. Su rostro era cuidadosamente neutral,
pero su túnica de bordes azules lucía extrañamente torcida, como
si no hubieran sido puestas correctamente -
"Tu
mano." Draco habló sin considerar nada.
Harry
levantó su mano izquierda, como si fuera a observarla él mismo.
La
mano colgaba lánguidamente, como algo muerto.
"Madam
Pomfrey aseguró que no es permanente," Harry explicó con
calma. "Ella dictaminó que se recuperaría casi por completo
para el inicio de las clases de mañana."
Por
un sólo instante las noticias fueron un alivio.
Y
luego Draco lo notó.
"Fuiste
donde Madam Pomfrey," susurró Draco.
"Por
supuesto que lo hice," replicó Harry Potter, como si estuviera
señalando lo obvio. "Mi mano no estaba funcionando."
Lentamente
se estaba volviendo evidente para Draco el absoluto tonto que
había sido, mucho peor que los Slytherins mayores de los que había
despotricado.
Había
dado por descontado que nadie iría a las autoridades cuando un
Malfoy hacía algo. Que nadie querría el ojo de Lucius Malfoy sobre
ellos, jamás.
Sin
embargo Harry Potter no era un pequeño y asustadizo Hufflepuff
intentando quedarse por fuera del juego. Él ya lo estaba jugando, y
el ojo de Padre ya estaba sobre él.
"¿Qué
otra cosa dijo Madam Pomfrey?" preguntó Draco, con el corazón
en la garganta.
"El
Profesor Flitwick aseveró que el hechizo lanzado sobre mi mano había
sido un maleficio Oscuro de tortura y era un asunto extremadamente
serio, y que rehusarse a acusar a quien lo hubiera hecho era
absolutamente inaceptable."
Hubo
una larga pausa.
"¿Y
luego?" Draco inquirió con voz temblorosa.
Harry
Potter sonrió ligeramente. "Me disculpé profusamente, lo que
hizo que el Profesor Flitwick se pusiera muy grave, y luego le
informé al Profesor Flitwick que todo el asunto era, en efecto,
extremadamente serio, secreto, delicado, y que el Director ya
estaba enterado sobre el proyecto."
Draco
jadeó. "¡No! ¡Flitwick no va a aceptar eso nada más! ¡Él
lo iría a comprobar con Dumbledore!"
"Así
fue," admitió Harry Potter. "Prontamente fui arrastrado
hacia la oficina del Director"
Draco
ahora estaba temblando. Si Dumbledore llevaba a Harry Potter ante el
Wizengamot, voluntariamente o de otro modo, y el Niño-Que-Vivió
testificaba bajo Veritaserum que Draco lo había torturado...
Demasiadas personas amaban a Harry Potter, Padre podía perder
esa votación...
Padre
podría ser capaz de convencer a Dumbledore de no hacer eso, pero le
costaría. Un costo terrible. El juego tenía reglas ahora, ya
no podías amenazar a alguien al azar. Mas Draco había caminado
directamente hacía las manos de Dumbledore por cuenta propia. Y
Draco era un rehén muy valioso.
Aunque
ya que recientemente Draco no podía convertirse en Mortífago, él
ya no era tan valioso como Padre pensaba.
Ese
pensamiento partió su corazón como un Encantamiento Cortador.
"¿Entonces
qué?" Murmuró Draco.
"Dumbledore
dedujo inmediatamente que fuiste tú. Él conocía sobre nuestra
asociación."
El
peor escenario posible. Si Dumbledore no hubiera acertado sobre quién
lo había hecho, él quizá no se habría arriesgado a usar
Legeremancia sólo para descubrirlo... pero si Dumbledore sabía...
"¿Y?"
Draco forzó la palabra.
"Tuvimos
una pequeña conversación."
"¿Y?"
Harry
Potter sonrió maliciosamente. "Y le expliqué que sería mejor
para sus intereses no hacer nada."
La
mente de Draco corrió contra una pared de ladrillos y se aplastó.
Sólo contempló a Harry Potter con su mano colgando floja como a un
tonto.
Tanto
así le demoró a Draco recordar.
Harry
conocía el secreto misterioso de Dumbledore, aquel que Snape tenía
en su posesión.
Draco
lo podía ver. Dumbledore con una expresión endurecida, ocultando su
ansiedad mientras le explicaba a Harry de que terrible y serio asunto
se trataba.
Y
Harry con educación diciéndole a Dumbledore mantener la boca
cerrada si sabía lo que era bueno para él.
Padre
había advertido a Draco contra personas como ésta, personas que te
arruinarían y aún así serían tan agradables que te costaría
odiarlos apropiadamente.
"Tras
eso," Harry prosiguió, "el Director le dijo al Profesor
Flitwick que esto era, en efecto, una cuestión delicada y secreta de
la cual él ya había sido informado, y que él creía que
presionarme en ese momento no me ayudaría a mí o a cualquier otro.
El Profesor Flitwick empezó a hablar sobre las usuales maquinaciones
del Director que iban demasiado lejos, y tuve que interrumpir en ese
punto y explicar que había sido mi propia idea y no algo en
lo que el Director me hubiera forzado, así que el Profesor Flitwick
se giró e inició un sermón para mí, y el Director lo
interrumpió a él y le señaló que el Niño-Que-Vivió
estaba condenado a tener extrañas y peligrosas aventuras por lo que
era más seguro si yo entraba en ellas a propósito en vez de esperar
a que me pasaran por accidente, y ahí fue cuando el Profesor
Flitwick lanzó sus pequeñas manos al aire y empezó un chillido con
una voz muy aguda para ambos sobre cómo a él le tenía sin
cuidado lo que estábamos cocinando juntos, pero que algo así nunca
debía volver a pasar mientras yo estuviera en la Casa de Ravenclaw o
él haría que me expulsaran para que pudiera ir a Gryffindor que era
donde todo ese Dumbledorismo pertenecía -"
Harry
estaba dificultándole mucho a Draco el odiarlo.
"De
todos modos," Harry añadió, "no quería ser expulsado de
Ravenclaw, así que le prometí al Profesor Flitwick que algo como
esto no pasaría de nuevo, y si ocurría, le revelaría quién había
sido."
Los
ojos de Harry deberían haber estado fríos. No lo estaban. La voz
tendría que haber sido una mortal amenaza. No lo era.
Y
Draco vio la pregunta que tendría que haber sido obvia, y asesinó
el sentimentalismo en un instante.
"Por
qué... ¿Por qué no lo hiciste?"
Harry
caminó hacía la ventana, dentro del pequeño rayo de luz solar
resplandeciendo en la alcoba, y volteó su cabeza hacia afuera, hacia
los verdes campos de Hogwarts. El brillo descendió sobre él, sobre
su túnica, sobre su rostro.
"¿Por
qué no lo hice?" Harry repitió. Su voz se quebró. "Supongo
que no pude enojarme contigo. Era consciente de que yo te había
lastimado primero. Ni siquiera diría que estamos a mano, porque lo
que yo te hice fue peor de lo que tú me hiciste a mí."
Fue
como estrellarse contra otro muro de ladrillos. Harry podía estar
hablando Griego arcaico porque Draco no le entendía nada.
La
mente de Draco escarbó en busca de patrones y se encontró
plenamente en blanco. La afirmación era una concesión que no había
sido hecha en favor de los mejores interés de Harry. Ni siquiera era
lo que Harry debería pronunciar para hacer de Draco un sirviente más
leal, ahora que Harry tenía poder sobre él. Para eso Harry tendría
que haber enfatizado lo amable que había sido, no cuánto él había
herido a Draco.
"Aún
así," Harry agregó, y ahora su voz era más baja, casi un
susurro, "por favor no hagas eso otra vez, Draco. Dolió, y no
estoy seguro de que pueda perdonarte una segunda vez. No estoy seguro
de que sea capaz de desear serlo."
Draco
no lo comprendía.
¿Estaba
Harry intentando ser su amigo?
No
había forma en que Harry Potter pudiera ser lo suficientemente tonto
como para creer que todavía era posible tras lo que él había
hecho.
Podías
ser el amigo y aliado de alguien, como Draco había intentando
hacerlo con Harry, o podías destruir su vida y dejarlo sin opciones.
No ambas cosas.
Pero
entonces Draco no entendía qué otra cosa podía estar
intentando Harry.
Y
un extraño pensamiento llegó a Draco entonces, algo de lo que Harry
había seguido hablando ayer.
Y
el pensamiento era: Haz una prueba.
Has
despertado como científico, Harry había dicho, e incluso si
nunca aprendes a usar tu poder, tú siempre, estarás buscando, por
formas, de probar, tus creencias... Esas ominosas palabras,
habladas entre jadeos de agonía, habían seguido corriendo a través
de la mente de Draco.
Si
Harry estaba pretendiendo ser el amigo arrepentido que
accidentalmente había lastimado a alguien...
"¡Tú
planeaste lo que me hiciste!" Draco exclamó, logrando
poner una nota de acusación en su voz. "¡No lo hiciste porque
estuvieras enojado, lo hiciste porque quisiste!"
Tonto,
Harry Potter pronunciaría, por supuesto que lo planeé, y ahora
eres mío -
Harry
se giró hacía Draco. "Lo que pasó ayer no era el
plan," Harry farfulló, su voz aparentemente atascada en su
garganta. "El plan era que yo te enseñaría por qué era
mejor que en todo momento conocieras la verdad, y entonces
procuraríamos descubrir juntos la verdad sobre la sangre, y sin
importar cuál fuera la respuesta la aceptaríamos. Ayer yo...
Apresuré las cosas."
"En
todo momento conociendo la verdad," Draco replicó fríamente.
"Como si me hubieras hecho un favor."
Harry
asintió, haciendo estallar la mente de Draco por completo, y dijo,
"¿Qué tal si a Lucius se le ocurre la misma idea que a mí,
que el problema es que los magos más fuertes tienen menos hijos? Él
podría iniciar un programa para pagar a los sangre pura más fuertes
para tener más hijos. De hecho, si los puristas de sangre estuvieran
en lo correcto, eso sería lo que Lucius debería estar
haciendo – dirigiéndose al problema desde su perspectiva,
en la cual puede hacer que las cosas pasen de inmediato. Ahora mismo,
Draco, eres el único amigo de Lucius que intentaría detenerlo para
que no desperdicie sus esfuerzos, porque nadie más que tú sabe la
verdad real y puede predecir los resultados reales."
Draco
tuvo el pensamiento de que Harry Potter había sido criado en un
lugar tan extraño que ahora era efectivamente más una criatura
mágica que un mago. Draco simplemente no podía adivinar lo que
Harry diría o haría a continuación.
"¿Por
qué?" Draco cuestionó. Poner dolor y traición en su voz
no le costó nada. "¿Por qué me hiciste eso? ¿Cuál
era tu plan?"
"Bueno,"
Harry respondió, "tú eres el heredero de Lucius, y lo creas o
no, Dumbledore cree que yo le pertenezco a él. Así que podemos
crecer y luchar las batallas de ellos entre nosotros. O podríamos
hacer otra cosa."
Lentamente,
la mente de Draco se envolvió alrededor de eso. "Quieres
provocar una pelea hasta el final entre ellos, entonces adueñarte
del poder después de que estén exhaustos." Draco sintió un
terror helado en su pecho. Tendría que intentar pararlo sin
importar cuál fuera el costo para sí mismo -
Sin
embargo Harry sacudió su cabeza. "¡Estrellas en el firmamento,
no!"
"¿No...?"
"Tú
no procederías con eso ni tampoco yo." Explicó Harry. "Éste
es nuestro mundo, no queremos romperlo. Pero imagina, por
ejemplo, que Lucius considerara que la Conspiración es tu
herramienta y que tú estás de su lado, que Dumbledore asumiera que
la Conspiración es mi herramienta y que yo estoy de su lado, Lucius
pensaría que tú me has convertido y Dumbledore creería que la
Conspiración es mía, Dumbledore estaría convencido de que yo te
convertí y Lucius estimaría que la Conspiración es tuya, por lo
que ambos nos ayudarían aunque sólo en formas que el otro no
notaría."
Draco
no tenía que fingir que estaba sin palabras.
Padre
una vez lo había llevado a ver una obra llamada La Tragedia de
Light, sobre éste increíblemente ingenioso Slytherin de
nombre Light quien se embarcaba en la purificación del mal mundial
usando un antiguo anillo que podía asesinar a cualquiera cuyo nombre
y rostro conociera, y a quien se le opuso otro increíblemente
ingenioso Slytherin, un villano de nombre Lawliet, quien vestía un
disfraz para ocultar su verdadero rostro; y Draco había gritado y
chiflado en todas las partes adecuadas, especialmente en la mitad; y
luego la obra había terminado tristemente y Draco había quedado
inmensamente decepcionado y Padre le había señalado gentilmente que
la palabra 'Tragedia' estaba justo en el título.
Poco
después, Padre le había preguntado a Draco si comprendía por qué
habían ido a ver esa obra.
Draco
había contestado que era para enseñarle a ser tan astuto como Light
y Lawliet cuando creciera.
Padre
le había replicado que no hubiera sido posible que Draco estuviera
más equivocado, y señaló que aunque Lawliet había sido muy listo
al ocultar su rostro no había existido una buena razón para revelar
su nombre a Light. Padre había pasado entonces a demoler casi
todo aspecto de la obra, mientras que Draco escuchaba con sus ojos
ensanchándose cada vez más. Y Padre había rematado diciendo que
las obras como ésta nunca llegaban a ser realistas, porque si
el dramaturgo hubiera sabido lo que alguien en verdad tan
inteligente como Light haría, el dramaturgo hubiera procurado
conquistar el mundo por sí mismo en vez de escribir obras al
respecto.
Ahí
fue cuando Padre le había contado a Draco sobre la Regla de Tres,
que consistía en que cualquier maquinación que requiriera que más
de tres cosas diferentes ocurrieran nunca funcionaría en la vida
real.
Padre
había explicado con más profundidad que ya que solamente un
tonto intentaría un plan que fuera lo más complicado posible,
el limite real eran dos.
Draco
ni siquiera podía hallar las palabras para describir la gigantesca
cantidad inoperante del plan maestro de Harry.
Pero
ese era justamente la clase de error que harías si no
tuvieras ningún mentor y pensaras que eres listo y no hubieras
aprendido nada sobre maquinación al ver obras.
"Así
que," interrogó Harry, "¿qué te parece el plan?"
"Es
ingenioso..." Draco inició con lentitud. Gritar ¡brillante!
y boquear impresionado se hubiera visto demasiado sospechoso. "Harry,
¿puedo hacerte una pregunta?"
"Por
supuesto," afirmó Harry.
"¿Por
qué le compraste a Granger un monedero tan costoso?"
"Para
mostrarle que no guardaba rencores," contestó Harry en el acto.
"Aunque también espero que ella se sentirá incomoda si me
rehúsa cualquier favor pequeño que yo le haga por los siguientes
meses."
Y
allí fue cuando Draco se dio cuenta que Harry realmente estaba
esforzándose por ser su amigo.
El
movimiento de Harry contra Granger había sido listo, incluso
brillante. Haz que tu enemigo no sospeche de ti, y ponlo en
deuda contigo de un modo amistoso para que puedas manipularlo a
posicionarse con tan sólo pedírselo. Draco no podría haber
logrado eso, su objetivo hubiera sido muy sospechoso, pero
El-Niño-Que-Vivió sí podía. Así que el primer paso del
plan de Harry era darle a su enemigo un regalo costoso, a Draco no se
le había ocurrido, aunque podría funcionar...
Si
eras el enemigo de Harry, sus maquinaciones podrían ser difíciles
de ver al principio, podrían hasta parecer estúpidas, sin embargo
su razonamiento tendría sentido una vez que lo entendieras,
comprenderías que él había estado tratando lastimarte.
El
modo en que Harry estaba actuando hacia Draco en éste momento no
tenía sentido.
Porque
si eras el amigo de Harry, entonces el intentaba ser amigo
contigo en la alienígena, incomprehensible manera en que le habían
enseñado los Muggles, aún si significaba destruir tu vida por
completo.
El
silencio se estiró.
"Sé
que he abusado de nuestra amistad terriblemente." Harry admitió
finalmente. "Pero por favor date cuenta, Draco, que al final,
nada más quería que halláramos la verdad juntos. ¿Es algo que tú
puedas perdonar?"
Una
bifurcación con dos caminos, aún cuando solamente uno le permitía
regresar fácilmente si luego Draco cambiaba de opinión...
"Supongo
que entiendo lo que estabas intentando hacer," Draco mintió,
"así que sí."
Los
ojos de Harry se iluminaron. "Estoy contento de escuchar eso,
Draco," él declaró con suavidad.
Los
dos estudiantes permanecieron de pie en esa alcoba, Harry todavía
envuelto en el solitario rayo de sol, Draco en las sombras.
Y
Draco notó con una pizca de horror y desespero, que aunque era un
aterrador destino en efecto ser amigo de Harry, ahora Harry poseía
tantas rutas diferentes para amenazar a Draco que ser su enemigo
hubiera sido mucho peor.
Probablemente.
Quizá.
Bueno,
siempre podía regresar a ser su enemigo después...
Él
estaba condenado.
"Entonces."
Draco preguntó. "¿Ahora qué?"
"¿Estudiamos
el Sábado otra vez?"
"Mejor
que no sea como la última vez -"
"No
te preocupes, no lo será," prometió Harry. "Unos cuantos
Sábados más como ese y me sobrepasaras a mí."
Harry
se rió. Draco no lo hizo.
"Oh,
y antes de que te vayas," Harry agregó, y sonrió tímidamente.
"Sé que es un mal momento, pero quiero pedirte consejo sobre
algo, en verdad."
"De
acuerdo," Draco aceptó, todavía un poco distraído por la
última afirmación.
Los
ojos de Harry crecieron en intensidad. "Comprarle ese monedero a
Granger requirió la mayor parte del oro que pude robar de mi bóveda
en Gringotts -"
Qué.
"-
y McGonagall tiene la llave de la bóveda, o Dumbledore la tiene
ahora, tal vez. Y estaba a punto de iniciar un complot que podría
requerir algo de dinero, así que me preguntaba si conoces cómo
puedo acceder a -"
"Te
prestaré el dinero," intervino la boca de Draco por puro
reflejo existencial.
Harry
lo miró desconcertado, aunque en un modo placentero. "Draco, no
tienes que -"
"¿Cuánto?"
Harry
nombró la cantidad y Draco no pudo evitar del todo que la sorpresa
se asomara en su cara. Esa era casi toda la cantidad de dinero para
gastar que Padre le había dado a Draco para que le durara todo el
año, a Draco no le quedarían más que unos cuantos Galeones -
Entonces
Draco se pateó a sí mismo mentalmente. Todo lo que tenía que hacer
era escribir a Padre y explicarle que el dinero había desaparecido
porque se las había arreglado para prestárselo a Harry Potter,
y Padre le enviaría una felicitación especial escrita en tinta
dorada, una gigantesca Rana de Chocolate que tardaría dos semanas en
comer, y diez veces la cantidad de Galeones nada más en caso de que
Harry Potter necesitara otro préstamo.
"Es
demasiado, ¿no es así?" dudó Harry. "Lo siento, no debí
haber solicitado -"
"Disculpa,
soy un Malfoy, sabes," lo interrumpió Draco. "Únicamente
estaba sorprendido de que quisieras tanto."
"No
te preocupes." Harry Potter aclaró animadamente. "No es
nada que amenace los intereses de tu familia, sólo soy yo siendo
malvado."
Draco
asintió. "No hay problema, entonces. ¿Lo quieres de
inmediato?"
"Por
supuesto." Dijo Harry.
Mientras
abandonaban la alcoba y empezaron a dirigirse hacia los calabozos,
Draco no fue capaz de acallar su inquietud, "¿Puedes
revelarme para qué complot es el dinero?"
"Rita
Skeeter."
Draco
pensó unas palabras muy malas para sí mismo, pero ya era muy tarde
para negarse.
...
Para
cuando llegaron a los calabozos, Draco había reiniciado sus
pensamientos de nuevo.
Estaba
teniendo problemas para odiar a Harry Potter. Harry había
estado esforzándose por ser amistoso, nada más que estaba loco.
Y
eso no iba a detener o tan siquiera retrasar la venganza de Draco.
"Entonces."
Draco habló, tras mirar alrededor para asegurarse que nadie
estuviera cerca. Las voces de ambos estaban Bloqueadas, por supuesto,
sin embargo nunca hacía daño ser extra cuidadoso. "He estado
pensando. Cuando traigamos nuevos reclutas a la Conspiración, van a
tener que pensar que somos iguales. De otro modo sólo se
necesitaría que uno de ellos abriera la boca para que Padre
descubriera el plan. Ya has pensado en eso, ¿cierto?"
"Naturalmente."
Acordó Harry.
"¿Seremos
iguales?" Cuestionó Draco.
"Me
temo que no." Harry respondió. Era claro que trataba de sonar
gentil, y también era claro que intentaba suprimir una buena
cantidad de condescendencia sin lograrlo del todo. "Lo siento,
Draco, en la actualidad tú ni siquiera conoces lo que la palabra
Bayesiana en Conspiración Bayesiana significa. Vas a
tener que estudiar por meses antes de que podamos recibir a alguien
más, sólo para que puedas fingir adecuadamente."
"Porque
no conozco suficiente ciencia." Draco remató, manteniendo su
voz cuidadosamente neutral.
Harry
sacudió su cabeza a eso. "El problema no es que seas ignorante
de cosas específicas de la ciencia como el ácido
desoxirribonucleico. Eso no impediría que fueras mi igual. El
problema es que no estás entrenado en los métodos de la
racionalidad, el más secreto y profundo conocimiento detrás
de cómo todos esos descubrimientos fueron hechos en primer lugar.
Procuraré enseñarte sobre eso, mas es mucho más arduo de
aprender. Piensa en lo que hiciste ayer, Draco. Sí, hiciste algo de
trabajo. Pero yo era el único que estaba en control. Contestaste
algunas de las preguntas. Yo hice todas las preguntas. Tú ayudaste a
empujar. Yo guié por mi cuenta. Y sin los métodos de la
racionalidad, Draco, no hay forma de que puedas guiar a la
Conspiración a dónde necesita ir."
"Ya
veo." Reaccionó Draco, su voz oyéndose decepcionada.
La
voz de Harry intentó ser aún más gentil. "Me esforzaré por
respetar tu experticia, Draco, sobre cosas como lo que tiene que ver
con personas. Pero tú también necesitas respetar mi experticia, y
no hay manera en que puedas ser mi igual a la hora de dirigir
la Conspiración. Únicamente has sido científico por un día,
conoces un secreto del ácido desoxirribonucleico, y no estás
entrenado en ninguno de los métodos de la racionalidad."
"Entiendo."
Dijo Draco.
Y
lo hizo.
Cosas
de las personas, Harry había pronunciado. Apoderarse del control
de la Conspiración probablemente ni siquiera sería tan difícil. Y
después, él asesinaría a Harry Potter nada más para estar seguro
-
Dentro
de Draco se alzó la memoria de cuán enfermo se sintió la noche
anterior, sabiendo que Harry estaba gritando.
Draco
pensó unas cuantas malas palabras más.
De
acuerdo. No mataría a Harry. Harry había sido criado por
Muggles, no era su culpa que estuviera loco.
Más
bien, Harry viviría, para que así Draco pudiera comunicarle que
todo había sido por el propio bien de Harry, en verdad, él tendría
que estar agradecido -
Y
con un inesperado retorcijo de sorpresivo placer, Draco se dio cuenta
que de hecho era por el propio bien de Harry. Si Harry
intentaba llevar a cabo su plan de jugar con Dumbledore y Padre como
si fueran tontos, moriría.
Eso
lo hacía perfecto.
Draco
tomaría todos los sueños de Harry lejos de él, al igual que Harry
había hecho con él.
Draco
le diría a Harry que había sido por su propio bien, y sería
absolutamente cierto.
Draco
esgrimiría la Conspiración y el poder de la ciencia para purificar
el mundo mágico, y Padre estaría tan orgulloso de él como si
hubiera sido un Mortífago.
Los
planes malévolos de Harry Potter serían frustrados, y las fuerzas
de lo correcto prevalecerían.
La
venganza perfecta.
A
menos...
Sólo
pretende que estás pretendiendo ser un científico, Harry le
había pedido.
Draco
no tenía las palabras exactas para describir qué era lo que fallaba
en la mente de Harry -
(ya
que Draco nunca había escuchado del término profundidad de
recursión)
-
mas él podía suponer que clase de maquinación implicaba.
...a
menos que todo eso fuera exactamente lo que Harry quería que
Draco hiciera como parte de un aún más inmenso complot en el
que Draco caería directamente al intentar frustrar éste,
Harry podría incluso saber que su plan no era funcional,
podía no tener otro propósito excepto atraer a Draco a
combatirlo -
No.
En ese camino yacía la locura. Tenía que haber un limite. Ni
el mismo Señor Oscuro había sido así de torcido. Ese tipo
de cosas no pasaban en la vida real, sólo en las tontas historias
que Padre le contaba antes de dormir sobre estúpidas gárgolas que
siempre terminaban haciendo avanzar los planes del héroe cada vez
que luchaban por detenerlo.
...
Y
al lado de Draco, Harry caminaba con una sonrisa sobre su rostro,
pensando sobre los orígenes evolutivos de la inteligencia humana.
En
el principio, antes de que las personas hubieran entendido del todo
cómo funcionaba la evolución, habían ido por ahí pensando locas
ideas como que la inteligencia humana evolucionaba para que así
pudiéramos inventar mejores herramientas.
La
razón para que eso fuera loco es que entonces una sola persona en la
tribu tenía que inventar una herramienta, y entonces todos los demás
la usarían, y se esparciría a otras tribus y seguiría siendo usada
por sus descendientes cien años después. Eso era grandioso desde la
perspectiva del progreso científico, pero en términos evolutivos,
quería decir que la persona quien había inventado algo no obtenía
una conveniente ventaja, no tenía más hijos que todos
los demás. Sólo unas convenientes ventajas relativas podían
incrementar la frecuencia relativa de un gen en la población, y
empujar una solitaria mutación al punto donde se volvía universal y
todos la obtenían. Y las invenciones brillantes no eran lo
suficientemente comunes como para proveer el tipo de presión de
selección consistente que requería promover una mutación. Era una
deducción natural, si veías a los humanos con sus armas y tanques y
armas nucleares y los comparabas con chimpancés, que la inteligencia
estuvo ahí para producir la tecnología. Una deducción natural,
aunque equivocada.
Antes
de que las personas hubieran entendido del todo cómo funcionaba la
evolución, iban por ahí teniendo locas ideas como que el clima
cambiaba, y las tribus tenían que migrar, y las personas tenían que
volverse más inteligentes para poder resolver todos sus novedosos
problemas.
Sin
embargo los seres humanos tenían cuatro veces el tamaño del cerebro
de un chimpancé. 20% de la energía metabólica de un humano se iba
en alimentar el cerebro. Los humanos eran ridículamente más
inteligentes que cualquier otra especie. Eso no pasa porque el
ambiente intensificara la complejidad de sus problemas un poco.
Entonces los organismos nada más se volverían un poco más listos
para resolverlos. Adquirir ese desproporcionado y gigantesco cerebro
debió tomar algún tipo de proceso evolutivo competitivo,
algo que empujaría y empujaría sin limites.
Y
los científicos de la actualidad tenían una muy buena suposición
del tipo de proceso evolutivo competitivo que había sido.
Harry
había leído una vez un famoso libro llamado Política de los
Chimpancés. El libro había descrito como un chimpancé adulto
de nombre Luit había confrontado al envejecido alfa, Yeroen, con la
ayuda de un joven, recientemente maduro chimpancé de nombre Nikkie.
Nikkie no había intervenido directamente en las peleas entre Luit y
Yeroen, pero había prevenido que otros aliados de Yeroen en la tribu
fueran en su ayuda, distrayendo a aquellos cada vez que se
desarrollaba una confrontación entre Luit y Yeroen. Y con el tiempo
Luit había ganado, y se había convertido en el nuevo alfa, con
Nikkie como el segundo más poderoso...
...aún
cuando no había llevado mucho tiempo para que Nikkie formara una
alianza con el derrotado Yeroen, derrocar a Luit, y volverse el nuevo
nuevo alfa.
Realmente
te hacía apreciar los millones de años que los homínidos habían
estado tratando de superarse los unos a los otros –una
carrera de armas evolucionarías sin limite– que había llevado al
incremento de la capacidad mental.
Porque,
sabes, un humano lo hubiera previsto por completo.
...
Y
al lado de Harry, Draco caminaba, suprimiendo su sonrisa mientras
pensaba sobre su venganza.
Algún
día, quizá dentro de algunos años pero algún día, Harry Potter
aprendería lo que significaba subestimar a un Malfoy.
Draco
había despertado como científico en un solo día. Harry había
dicho que no se suponía que eso pasara tras varios meses.
Aunque
por supuesto si eras un Malfoy, serías un científico más poderoso
que cualquiera que no lo era.
Así
que Draco aprendería todos los métodos de la racionalidad de Harry
Potter, y cuando el tiempo fuera apropiado -
...
Nota
del Traductor
Me
parece un poco triste que Malfoy piense que Harry lo subestimó
cuando en realidad es él quien subestimó a Harry. En verdad la
mente maquiavelista del elegido es malévola.
Me
encantó la referencia a Death Note, pero por poco y se me escapa la
mención a Xanatos y las Gárgolas.
Para
más sobre la Recursión.
El
día de hoy lo dedicaré a echarle muchas porras a Colombia en el
mundial.
Como
siempre, muchas gracias por leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario